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En la sección anterior revisamos la empresa y su definición.

En esta sección vamos


a revisar
cuál es el aporte que una empresa tiene al progreso social. En primer lugar,
digamos que son tres los elementos constitutivos
esenciales de la actividad empresarial. Personas, no cabe ninguna duda que
en el centro y en el corazón de la actividad empresarial está
la persona y su trabajo. En segundo lugar, los objetivos, que representan el
propósito y fin último
para el cual se desarrolla una empresa. Y en tercer lugar, recursos,
que constituyen los medios para que esas personas logren los objetivos
que la empresa necesita. ¿Qué objetivos tiene una empresa? En estricto orden de
importancia, los objetivos van mucho más allá
que la mera obtención de ganancias. Estas últimas son una consecuencia del
verdadero trabajo y gestión empresarial. ¿Cuáles son entonces estos objetivos?
Primero hay que señalar que el más
importante de estos lo constituye la continuidad y permanencia en el tiempo. La
razón de ser de una empresa
va a estar en poder continuar, mantenerse, por tanto,
desarrollarse y crecer. En segundo lugar, el crecimiento. El crecimiento hay que
entenderlo como el progreso. Crecimiento de sus resultados,
de su quehacer, de su ámbito. En tercer lugar la rentabilidad. Consecuencia de lo
anterior es la
obtención de rentabilidades producto de la actividad empresarial. En este sentido,
el número uno es la esencia. El número dos, crecimiento,
es un requisito. El número tres, es el resultado final
de una buena gestión empresarial. Hablemos de las utilidades empresariales. En un
mercado competitivo
las utilidades empresariales son mucho más que solo un resultado
económico que la empresa obtiene. Hoy día y desde siempre,
se le cuestiona su validez. Sin embargo, hablar de utilidades
es hablar de muchos otros elementos que una empresa produce,
hace y aporta. Hay cinco formas distintas
para poder interpretar lo que son las utilidades empresariales
en un mercado competitivo. En primer lugar, las utilidades
empresariales pueden verse como un indicador de preferencias personales. Solo una
empresa que obtiene
utilidades captura y capta la atención y la preferencia de sus clientes y de
las personas de un determinado entorno. En segundo lugar, las utilidades
empresariales son un medio para poder financiar el crecimiento
y el desarrollo de una empresa. Sin utilidades difícilmente
se puede financiar de forma sana un proceso de crecimiento. En este sentido es que
las utilidades
son fundamentales para poder permitirle a la empresa
continuar en el tiempo. En tercer lugar, una forma de
financiar también el desarrollo de la empresa es con nuevos inversionistas. Solo
una empresa que es capaz de obtener
utilidades puede atraer y captar la atención de inversionistas. Es en definitiva
una forma de mostrarle
al público en general que esta empresa es atractiva y por lo tanto es
una invitación a poder invertir en ella. En cuarto lugar y muy
relacionado con el primero, las utilidades empresariales constituyen
un indicador del desempeño empresarial. En un mercado competitivo solo
una empresa que le va bien, en términos de utilidades, uno puede decir
que está cumpliendo un desempeño que se espera que cumpla dentro del entorno
en el cual ella se encuentra inserta. Y finalmente, como sabemos que una
sociedad se desarrolla sobre la base del crecimiento y de la competitividad de
las empresas que participan en ella, las utilidades empresariales también
pueden leerse como un incentivo a la creación de nuevas empresas y de nuevos
emprendedores en una cierta sociedad. Pero ¿aporta una empresa
al progreso social? ¿O realmente el fruto de su trabajo
solamente se lo queda ella? El aporte al progreso social se puede
leer desde diferentes dimensiones. Primero, satisfaciendo necesidades
que la gente, que la población tiene. Nadie mejor que una empresa es capaz
de satisfacer esas necesidades. Esto evidentemente genera la necesidad
de estar, no solo atento, sino que ser capaz de leer lo que la población
necesita, lo que los clientes quieren, y poder transformarlos en una oferta que
permita satisfacer dichas necesidades. En segundo lugar, el aporte al progreso
social también se lleva adelante a través de la creación de empleo,
de buenos y dignos empleos. Solo una empresa es capaz de poder
soportar la necesidad de empleo que requiere una sociedad. En tercer lugar,
es un agente de desarrollo social y local. No en vano, muchos entornos, muchas
comunidades se han desarrollado
de manera importante sobre la base del aporte de distintas
empresas que participan de esa zona. Proyectos educativos, culturales,
artísticos, apoyo a la comunidad, están todos dentro del ámbito en el cual una
empresa también aporta al progreso social. Cuarto, crea riqueza. Sobre todo lo es
cierto, mirando
cuál es la cantidad de definiciones que producen riqueza, sin lugar a dudas,
para una empresa y para una sociedad, la principal fuente de riqueza está en
aquella que es capaz de generar sus propios habitantes, sus propios miembros,
sus propios participantes. La empresa crea riqueza y es un
cuarto aporte al desarrollo social. Es un agente de desarrollo tecnológico,
es un agente de cambio cultural, es una muy buena forma de
contribuir al desarrollo humano, al desarrollo de la sociedad en la
cual ella se encuentra inserta. Por tanto, hablar de empresa es
también hablar de una organización que es capaz de colaborar y
contribuir en el progreso social. En esta segunda sección hemos revisado lo que
significan las
utilidades empresariales, lo que es el objetivo de la empresa y
lo que es el aporte al progreso social. Las principales ideas que revisamos fueron
las siguientes, la empresa es un actor social, con un rol social que todo país,
toda sociedad, toda comunidad requiere. Tiene valor y tiene un rol
en los tiempos actuales el cual resulta insustituible para
el desarrollo de una sociedad. En segundo lugar, para que algo pueda denominarse
empresa
debe estar conformado por personas, debe tener un propósito común y debe contar
con recursos al servicio de lo anterior. La finalidad última de una empresa
es permanecer en el tiempo. Es continuar, es progresar,
es desarrollarse y ser rentable. Esto último como consecuencia
de todo lo anterior. Finalmente, en un mercado competitivo
las utilidades tienen un rol social, y son un indicador de lo bien
o mal que lo hace una empresa. Lo quiero invitar,
ahora que hemos terminado la parte uno, a desarrollar la siguiente actividad. Ella
le permitirá reflexionar
acerca de su concepción de empresa y del aporte que usted percibe que
su empresa está generando al desarrollo y al progreso en su entorno social,
local y comunitario. Desarróllela y reflexione.

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