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Familia y Vida

VIDA ABUNDANTE NORTE


CARIARI

MINISTERIO DE MATRIMONIOS Y
PAREJAS

VIDA Y FAMILIA
Familia y Vida

ESTUDIO 4
(Familia):

ESPEJITO, ESPEJITO
Familia y Vida

ESPEJITO, ESPEJITO
Juan 5:19

I. Bajando los escudos:


Se hacen dos grupos, hombres y mujeres unidos. Se les indica que el objetivo del juego
es que cada grupo debe planear una serie de movimientos que deben ser
reproducidos exactamente por el equipo contrario. Se recomienda que primero se
haga una serie individuo contra individuo, y posteriormente se puede complicar un
poco más haciendo movimientos grupales. Gana el equipo que imite mejor al
adversario.

II. Cartas sobre la mesa:


Este estudio busca hacer ver a los participantes (y primeramente a los facilitadores) la
responsabilidad que tenemos (se quiera o no, se crea o no) con cada uno de nuestros
actos (públicos y privados), pues constantemente están siendo observados y emulados
por nuestros hijos o por aquellos que están bajo nuestra responsabilidad o autoridad.
Es un sistema – astuta – y sabiamente implementado por Dios pues obliga al
compromiso o a la imposibilidad de evadir la responsabilidad.
El tema involucra una lucha de todos los días, una lucha contra mí mismo y una lucha
en la búsqueda de alcanzar un carácter como el del Maestro. Pero, si él nos los pidió,
significa que sí se puede conseguir.

III. Desarrollo:

Cada uno de los “sistemas” creados por Dios es a prueba de errores, tontos, y
especialmente para los miembros de la cultura tica, a prueba de “vivazos”. En nuestra
latitud un vivazo (a) es aquel individuo que cree y vive con la idea que no tiene la
obligación de cumplir con las mismas reglas o normas de las demás personas: No hace fila,
busca colarse; no paga lo que debe pagas, miente para que le cobren menos, etc.

Uno de los más conocidos es el principio de Siembra y Cosecha (GÁLATAS 6:7, II


CORINTIOS 9:6) Y aplicado a lo que nos interesa como familias se tiene que todo lo que
hagamos (o dejemos de hacer), todo lo que digamos (o dejemos de decir), será practicado
por nuestros hijos. Así, lo bueno y lo malo.

Esta realidad no sólo es aplicable a la familia, sino que es una condición propia e inherente
del humano; aún en la sociedad secular este principio – aunque no llamado de esta
manera - se cumple. Si un gobierno pide al pueblo que tribute lo que tiene que tributar, o
desea subir los impuestos, lo primero que debería velar este gobierno es que quienes
están en los niveles jerárquicos – las autoridades - cumplan exactamente con lo que están
pidiendo. De lo contrario, cualquier pueblo, se sentirá burlado, ultrajado y abusado. Estas
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sensaciones, tarde o temprano, conllevarán a la resistencia y de la resistencia a la rebeldía


hay un paso muy corto.

Si usted puede entender e identificarse con lo anterior, con mucha más razón debemos
entenderlo y aplicarlo en la familia. Si los padres desean que sus hijos no digan malas
palabras, ellos mismos no deben decir malas palabras; si los padres desean que Dios sea
importante en la vida de los hijos, Dios debe ser importante en la vida de ellos mismos; si
los padres desean que los hijos no mientan y amen la verdad, ellos mismos (los padres)
deben mostrar y vivir esta práctica. De lo contrario no funcionará.

Los hijos no harán lo que los padres les dicen, harán lo que vean hacer a los padres.

Así es como funciona, y así es como ha funcionado. Jesús mismo fue muy enfático en su
reproche a los fariseos (MATEO 23:4) porque predicaban una cosa con sus bocas pero sus
actos y corazones practicaban lo contrario. Esta acción fue y es tan reprochable que, aún
hoy en día, se considera una ofensa si alguien es llamado “fariseo”.

Una de las órdenes que la Biblia nos da a los padres es “no exasperar a los hijos”
(COLOSENSES 3:21), y la realidad es que una de las cosas que más molesta a los hijos – de
cualquier edad - es que los padres prediquen una cosa y no practiquen lo predicado. Otra
variante que genera exasperación en los hijos es la inconsistencia de lo predicado, es
decir, que un día los padres pongan una regla y, tiempo después, si es de su convenir,
cambien la mencionada regla. Esta inconstancia será vista y reproducida por lo hijos,
probablemente cuando nos prometan hacer o dejar de hacer algo.

¿Qué es lo que hace que los padres prediquen una cosa y pongan en práctica otra? Entre
otras cosas están:

 EGO: Todos tenemos EGO, es esa parte en y de mi mente que busca, satisfacer las
necesidades y los gustos. Una persona con un EGO no sano, considera que, ante
las reglas, él es una excepción, y sin embargo, ante las mismas reglas, los demás
no son excepción y por lo tanto deben acatarla. Como el padre que le dice a un
hijo que no fume porque eso daña la salud, pero al momento de fumar, el padre,
está convencido que sus pulmones nunca sufrirán daño.

 FALTA DE DOMINIO PROPIO: El dominio propio es una disciplina que, con la ayuda
de Dios, se genera en nuestras vidas con decisión, esfuerzo y voluntad (2 TIMOTEO
1:7). Es estar consciente que, aunque haya algo que me guste mucho hacer o
tener, decido abstenerme – o hacer algo que no quiero si fuera el caso – por el
hecho que sé que eso es lo correcto. Un padre con rasgos sedentarios que
predique la importancia de hacer ejercicio, debe hacer un gran esfuerzo para
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doblegar su voluntad – pereza – y hacer ejercicio para que sus hijos vean y lo
imiten.

 DOBLE ÁNIMO: (SANTIAGO 1:6/ APOCALIPSIS 3:16) El doble ánimo que menciona
la Biblia es el que nos lleva por el camino de la inconsistencia, de la inconstancia,
de la debilidad. El padre que resuelve o hace las cosas de acuerdo al estado de
ánimo en el que se encuentra: Gana su equipo de futbol y entonces es permisivo y
alcahueta; pierde su equipo de futbol y se torna autoritario y rígido.

 CULTURA DEL VIVAZO: Tristemente es algo que nos atañe a los costarricenses
como sociedad; a nivel nacional, desde pequeños, nos acostumbramos a ideas
como “el mundo es de los astutos”, “ser manso pero menso”, “A los tontos ni Dios
los quiere”, etc. Todo ello promoviendo, consciente o inconscientemente, la
cultura del vivazo (aquel que siempre gana, de una u otra manera, haciendo lo que
sea). Uno de los ejemplos más tristes es que en la literatura nacional, uno de los
más sobresalientes personajes es un vivazo de primera: Tío Conejo.

Todos los anteriores son pésimas mensajes para los hijos, y lo peor es que en ellos tenderá
a generar enojo, ira, reclamos, inseguridad, rebelión y mal modelaje. Terminarán
reproduciendo nuestro modo de vida por lo que nos vean, no por lo que nos oigan
decirles.

Entonces ¿Qué?, ya que no tenemos el carácter ni la convicción de no decir malas


palabras, mejor sí les permitimos usar malas palabras. ¡NO! Lo que debemos hacer es un
alto en el camino y analizar nuestro comportamiento; si no ha sido conforme a lo que Dios
desea que modelemos a nuestros hijos, arrepentirnos y pedirle perdón; pedirle a Dios que
desarrolle en nosotros Carácter y comenzar a decidir a hacer el esfuerzo de no hacer lo
fácil sino lo correcto (MATEO 5:37).

Otro aspecto que no podemos perder de vista es que Dios nos dejó a los padres y madres
la enorme responsabilidad de ser el parámetro que ellos se formarán de Dios; en nosotros
está la responsabilidad de modelarles valores, principios y acciones que les hablen de
cómo es el Dios en el que creemos (UN DIOS REAL O UN DIOS DE SÓLO UNA HORA A LA
SEMANA Y AL QUE RECURRO SOLAMENTE CUANDO ESTOY EN PROBLEMAS). A través de
nuestros actos ellos pueden llegar a conocer a un Dios de amor, o a un Dios castigador; un
Dios que cumple sus promesas o un Dios “pajoso”; un Dios que no cambia – y por lo tanto
puedo confiar en él – o un Dios en el que no puedo cambiar. Estamos llamados a modelar
a Dios, pues nuestros hijos – lo queramos o no – nos modelarán a nosotros.

IV. Carta abierta:


Es importante aceptar que, en algún u otro momento, de alguna u otra manera, todos
hemos cometido el mismo error de predicar algo y no cumplirlo. Sería bueno que entre los
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asistentes, compartieran, voluntariamente, un ejemplo de este tipo de conducta (con el


fin de que se perciba que todos compartimos los mismos problemas y necesidades de
cambio). Por lo tanto es conveniente que los facilitadores pongan un ejemplo de este tipo
de inconsistencia y después inviten a los demás a compartir algunas de sus experiencias.

V. Apoyo Audio-visual:
Se procede a pasar los videos en donde se muestra el efecto del modelaje de los
padres sobre los hijos.

VI. Conclusiones:

Lo importante al finalizar la reunión es que cada uno de nosotros entendamos y acordemos, como
matrimonios y parejas, algo relacionado con esto:

• Dios no puede ser engañado, todo lo que el delante de Dios (Y SERÍA MUY CONVENIENTE
hombre siembre eso cosechará (EN QUE SE PIDIERA PERDÓN A LOS HIJOS
CUALQUIER ÁREA DE NUESTRAS VIDAS, TAMBIÉN; ESTO LES MODELARÍA HUMILDAD
AUNQUE CREAMOS QUE NADIE NOS HA Y PERDÓN)
VISTO).
• Como familia debemos ponernos de
• Los hijos harán no lo que digamos sino lo acuerdo en las reglas que pondremos a
que les modelemos (SEA BUENO O SEA nuestros hijos, y ayudarnos mutuamente
MALO) (RECORDÁNDONOS, EN ORACIÓN) para
cumplir con lo regulado (DIOS NOS PUEDE
• Dios nos llama a no exasperar a los hijos (Y AYUDAR A FORMAR CARÁCTER PARA VIVIR
SI HAY ALGO QUE EXASPERA Y ENOJA AL POR PRINCIPIOS Y NO POR EMOCIONES, Y
HUMANO ES QUE LA AUTORIDAD PIDA O QUE “NUESTRO SÍ SEA SÍ, Y NUESTRO NO SEA
DIGA ALGO Y NO LO CUMPLA) NO”).
• Si ha habido algo que yo he predicado pero
no lo he practicado, debo arrepentirme

VII. Compromisos y oración:

Finalmente se motiva a hacer una oración que puede ser:

a) De cada uno de los facilitadores pidiendo por el otro y pidiendo a Dios que nos perdone
por todas las veces que hemos sido inconstantes, de doble ánimo, vivazos, etc. y que
hemos modelado lo no correcto a nuestros hijos. Pedirle a Dios que su Espíritu Santo nos
ayude y fortalezca para, de ahora en adelante, ser constantes, conocerle a Él, para así
modelarle a nuestros hijos.

b) Pidiéndole a cada pareja que haga algo similar con su propio cónyuge.

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