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El gato es un animal astral y psíquico por naturaleza.

Los gatos tienen la capacidad de absorber las energías negativas


tanto de una persona como del hogar. De ahí la creencia que ellos
se recuestan por mucho tiempo en ciertos lugares donde se
necesita de su presencia para cumplir con esta labor. Se piensa
que una forma natural para el ser humano de descargar
negatividad es acariciando a un felino, los gatos tienen la
capacidad de adelantarse a ciertos acontecimientos, incluso de
tipo nefastos relacionados a sus dueños.
Así también tienen la capacidad de captar energías densas o hasta
espíritus en una vivienda, protegiendo a sus dueños recostándose
sobre ellos o en sus camas, el gato duerme con quien necesita
protección, gracias a su agudo sexto sentido y su capacidad de
sentir, ver y escuchar lo que nosotros los humanos no podemos,
El gato es un ser astral por ello la mayor parte del tiempo duerme.
Por ello transita entre dos mundos.
Una de las ventajas de tener un gato en casa es su capacidad de
saber si las visitas son buenas, malas o portadoras de energías
densas. Que se manifiestan cuando el gato, al llegar alguien,
comienza a rodearnos. Ese sería un indicador de alerta. Pero si en
cambio se acerca a la persona indica que él está a gusto con el
visitante.
El poder terapéutico de los gatos, no sólo tienen capacidades
psíquicas, sino también terapéuticas. el acariciar a un gato elimina
el estrés y negatividad, mejora el sistema cardiovascular y
aportaría calma a su dueño, un gato ayuda a las personas con
hipertensión y problemas cardíacos. Así como también en
demencia senil y Alzheimer.
En la magia oscura que se practicaba en época medieval los gatos
eran elemento esencial, lamentablemente se les daban muertes
horribles como el introducir en un caldero hirviente un gato vivo.
Hoy en el ocultismo moderno, se puede realizar rituales magicos
con gatos sin recurrir a la sangre ni piezas del cuerpo de estas
hermosas criaturas.

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