Está en la página 1de 4

INDEPENDENCIA EFIMERA DE LA REPUBLICA DOMINICANA

El primer grito libertario del Santo Domingo Español, hoy Republica Dominicana, se produjo
el 1 de diciembre del 1821 bajo el liderazgo del doctor José Núñez de Cáceres. Por su
brevedad, la historiografía denomina a este acontecimiento: Independencia Efímera.
Esta singular acción emancipadora fue extinguida el 9 de Febrero del 1822, setenta y un días
después de su pregón, en gran medida porque al mantener el carácter esclavista del nuevo
Estado, el plan político de Núñez de Cáceres no concitó la simpatía de los miles de negros y
mulatos -campesinos empobrecidos-, que constituían la mayoría de la población.

Durante la denominada España Boba (1809-1821), se reflejó una gran miseria en el Santo
Domingo Español. La crisis económica de la recuperada colonia del dominio francés se tornó
lacerante por las migraciones que venían sin cesar desde el estallido de la Revolución
Haitiana; el abandono de la producción agrícola y en especial, por el descuido financiero de
España que desatendía hasta el pago de los funcionarios del gobierno colonial, obligaciones
que subvencionaba con un “situado” de otras colonias.

Ante la decadencia de la parte este de la isla, en ese período se fueron incubando movimientos
sociales que demandaban, unos, la abolición de la esclavitud, otros la proclamación de la
Independencia Nacional y otros grupos, especialmente de lugares próximos a la frontera, que
dependían del comercio con haitianos como: Las Matas de Farfán, San Juan, Azua, Monte
Cristi, Dajabón, Beller y otros, favorecían y pedían el dominio de Haití.
Núñez de Cáceres se adelantó. Construyó y tomó el liderazgo de un proyecto de
independencia nacional híbrido, con rasgos muy conservadores.

El nombre dado al territorio liberado en el 1821 fue Estado Independiente de Haití Español,
para diferenciarlo de la parte oeste, que tempranamente, (el primero de enero del 1804, bajo
la égida de Jean Jacques Dessalines), fue proclamado como república libre e independiente,
con el nombre de Haití, siendo la primera nación negra en ser políticamente autónoma, el
primer territorio de América donde se abolió la esclavitud y el segundo territorio continental
que logro su independencia. Núñez de Cáceres envió al Vicepresidente Antonio María Pineda
a buscar apoyo a la Gran Colombia – la confederación formada por Ecuador, Colombia y
Venezuela- inspirada y guiada por el libertador Simón Bolívar, pero no logró una respuesta
favorable.

La negativa de Bolívar de apoyar el proyecto de Núñez de Cáceres se debió a los vínculos


anteriores de Haití con la causa del Libertador, porque concretamente, el gobierno de
Alexandre Petion había ayudado a Bolívar en el 1816 con barcos, armas, municiones, dinero
y trescientos soldados para arreciar la lucha de independencia sudamericana en contra de
España. No obstante los errores políticos cometidos en su proyecto por Núñez de Cáceres
por su corta visión política, su propuesta de un tutelaje exterior y sobretodo, por no incluir la
abolición de la esclavitud, su hazaña libertaria es un acontecimiento trascendente de nuestra
construcción histórica, penosamente desdeñado.
El mayor aporte de la Independencia Efímera es su valor simbólico de resaltar la existencia
en la parte este de la isla de un colectivo humano con un sello identitario propio, distante
culturalmente de los pobladores de la parte oeste de la Española. Es la Independencia
Efímera, protagonizada por Núñez de Cáceres, el acontecimiento que deja establecido que
dos pueblos con marcadas diferencias, tendrán que convivir en un mismo espacio insular; y
que, aunque hermanados por la geografía, ambos pueblos transitarán trayectos propios.

La proclamación de independencia del educador, abogado y ex rector de la Universidad Santo


Tomás de Aquino, hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), se apagó por la
invasión encabezada por el presidente haitiano Jean Pierre Boyer, quien triunfante, con un
ejército de doce mil hombres, recibió en una ceremonia especial, la llave de la ciudad de
manos del mismo Núñez de Cáceres.
Núñez de Cáceres, carente de recursos militares, de voluntad política y de fe en el porvenir,
aceptó la dominación haitiana, que inmediatamente estableció la abolición de la esclavitud y
benefició con el reparto de tierras a millares de esclavos que fueron ubicados en predios
pertenecientes a dominico-españoles que emigraron a Puerto Rico, Cuba, Venezuela y otros
lugares, tras la ocupación haitiana.
Con sus luces y sombras, la “Independencia Efímera” constituyó la semilla inicial de la
libertad y autodeterminación del pueblo dominicano.
SEMINARIO PONTIFICIO SANTO TOMÁS DE AQUINO

ESCUELA DE FILOSOFIA Y HUMANIDADES

Asignatura

HISTORIA DOMINICANA

Tema

LA INDEPENDENCIA EFIMERA

Nombre

Jean Charles Beaulieu

Matrícula

2018-5262

Fecha

29 de octubre de 2018

También podría gustarte