Está en la página 1de 1

ctualmente se cree que amar a los hijos es darles todo lo que necesitan y quieren, sin límite alguno

para que no vayan a sufrir alguna decepción o frustración. La verdad es que cuando no se les
ponen límites a los hijos, lo que se crea son niños débiles de carácter y dependientes, o bien,
pequeños tiranos.

La disciplina es una forma de amor y es necesaria en la vida para poder alcanzar metas. Los niños
que son criados de esta forma aprenden a ser tolerantes a la frustración, desarrollan fortaleza de
carácter y la capacidad de ser independientes y seguros de sí mismos.

Muchas veces se trata de proteger a los hijos no poniendo límites. Los niños deben aprender que
cuando hacen algo incorrecto, habrá consecuencias negativas y de esta forma aprenden a
diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal.

También podría gustarte