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educar

Por Margarita Michelini

Es un viejo maestro, pero no un viejo. Miguel Soler Roca, ágil en el paso y en el


pensar, ha vuelto a las andadas. A los 84 años, se empeña con optimismo expreso,
aunque discreto, en transformar la educación, a la que dedicó su vida y que considera
vital para las personas y los pueblos.

Soler, quien nació en Cataluña, emigró con su familia a Uruguay a los cuatro años. Fue
maestro rural, participó de la fundación de la Federación Uruguaya de Magisterio y
creó el Primer Núcleo Escolar Experimental (1954-1961), “un trabajo intensivo de
educación para el mejoramiento de la vida campesina, conocido como la experiencia de
La Mina”.

Entre 1961 y 1982 trabajó como especialista para Unesco en diversos países de
América Latina, y en los los últimos 20 años como asesor en numerosas oportunidades
en América y Cataluña.También participó en actividades solidarias y de reflexión
acerca de la realidad social. Desde hace un año, aunque conserva su casa en
Barcelona, vive en Montevido y se desempeña como asesor honorario del Director
Nacional de Educación Pública. Es uno de los integrantes de la Comisión Organizadora
del Debate Nacional sobre Educación que se gestiona desde el gobierno uruguayo. En
2006 recibió el título Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República.

Miguel Soler habla castellano con acento español, su lengua materna es el catalán y ha
recorrido decenas de países. Sin embargo, para varias generaciones de docentes, el
“maestro Soler” es un referente de la mejor enseñanza pública uruguaya.

Mosaico Social: Se fue de Uruguay en 1961 y vuelve a trabajar, más de 40 años después.
¿Cómo era la educación en Uruguay cuando se fue y cómo es en la actualidad?

Miguel Soler: Primero querría decir que Uruguay tuvo una educación de alto prestigio,
internacional y sobre todo en la región latinoamericana porque a partir de José Pedro
Varela se esforzó por tener un nivel educativo de amplia cobertura y de alta calidad.

Con el esfuerzo que realizó el Estado uruguayo durante décadas, es decir la primera mitad
del siglo XX - en las que dispuso de medios ecómicos importantes - esa educación se fue
construyendo progresivamente y adquirió muy alto nivel.

En eso influyeron, desde luego, corrientes externas porque los países no viven solamente
de lo que crean de manera autárquica o endógena sino que necesitan intercambios. En esa
evolución influyeron mucho en la educación uruguaya todas las corrientes europeas
favorables a la una educacióna activa, respetuosa de los derechos del niño, en la que el
educador tenía una elevada estimación social y la educación se daba simultáneamente con
un desarrollo cultural de buena calidad. Así las ideas, liberales para la época de gratuidad,
de laicidad, predominantes en la Europa Occidental, cuajaron en la población y en la
realidad uruguayas y fueron dando una escuela pública -me estoy refiriendo en este
momento solamente a la Primaria- de cobertura prácticamente total. Los niños que
quedaban fuera del sistema educativo eran pocos, en parte, gracias a la aprobación del
famoso Código del Niño de 1934 que hacía obligatoria la educación de nivel primario.

Al mismo tiempo, se producía un desarrollo universitario que acompañaba todo esto y fue
apareciendo la educación media, primero a cargo de la Universidad, después a cargo de un
ente autónomo especial.

Ese desarrollo en materia de educación se manifestó alrededor de los años 40 y 50 sobre


todo en el área rural.

Mosaico Social: ¿Cuándo comenzó el deterioro de la educación pública?

Miguel Soler: Las cosas se fueron degradando en cuanto el país todo empezó a sufrir las
consecuencias de la reestructuración de la economía mundial. En la medida en que las
materias primas producidas por Uruguay dejaron de interesar en los mercados
internacionales, porque los países ricos las fueron produciendo, el comercio de nuestro país
se fue debilitando, sobre todo después de la guerra de Corea y hubo una merma
considerable de nuestro comercio exterior. Y como el mercado interior en Uruguay siempre
ha sido pequeño por la limitación de nuestra población, empezó el Estado a sentir que ya no
disponía de los medios de que gozó en las décadas anteriores y esto afectó los servicios. Y
la educación pública, la salud pública y otros sectores empezaron a padecer carencias, que
eran en realidad carencias que afectaban a toda la sociedad y al estado uruguayo.

Mosaico Social: ¿La causa principal del deterioro fue la falta de presupuesto?

Miguel Soler: No, vamos a agregar otros elementos. Ese es un elemento que sigue
afectando. Las razones de naturaleza política deben ser incluidas en este panorama.

La educación siempre es un hecho, una actividad social de naturaleza política, situada en la


política nacional. No hay una educación apolítica, eso no existe. Lo que hay muchas veces es
una educación que no confiesa sus líneas políticas, que no las hace explícitas. Y entonces
dicen nosotros somos apolíticos.

Mosaico Social:¿Qué sucedió en los años 50 que incidió en el cambio?

Miguel Soler: Influyen las elecciones nacionales de 1958 y el triunfo del Partido Nacional
(o Blanco). Se produce un cambio histórico en el país, porque ese cambio corta una sucesión
de gobiernos del Partido Colorado para introducir la política del Partido Nacional. Sólo ese
hecho no hubiera sido suficiente para afectar negativamente la educación aun significando
un cambio de orientación, un ajuste a la nueva política. Lo que pasó fue que el Partido
Nacional, en acuerdo con una de sus corrientes internas, el Ruralismo del señor Nardone,
constituyó un Consejo de Enseñanza Primaria que infortunadamente estaba compuesto por
personas que, además de su carácter conservador, propio de un gobierno más conservador
que había obtenido el poder, agregaba su condición de gente incompetente, irresponsable,
con ciertas características, incluso de naturaleza ética totalmente negativas. Durante ese
período, la educación primaria resultó tremendamente afectada por un proceso de
descalabro, de desmantelamiento, de afectación profunda de todo aquello que había venido
construyéndose.

Mosaico Social: ¿Y no hubo recuperación?


Miguel Soler: Hubo, hubo algo de recuperación. Pero mi convicción es que en educación lo
que se construye requiere muchos años y lo que se destruye, se destruye en pocos minutos
o en pocos días. Una vez que se han dado ciertos pasos hacia atrás la reconstrucción es
muy difícil. Y al poco tiempo empezó la pre-dictadura y en seguida la dictadura. El sistema
educativo no podía ser autónomo de esos procesos que progresivamente y definitivamente,
durante muchos años resultaron nefastos para la evolución de la educación.

osaico Social: Tampoco hubo cambio cuando se produjo la recuperación democrática.

Miguel Soler: En el año 1985 el país perdió la gran oportunidad de poner la casa en orden.

Mosaico Social:No sólo en la educación.

Miguel Soler: No sólo en la educación, en muchos aspectos. En el año 85 hicimos un puente


que saltó la dictadura desconociéndola, ignorándola y fundamentalmente, reconstruyó
estructuras, modos de actuar que eran propios de la pre-dictadura. No hubo el cambio
profundo que necesitaba el país y que hubiera sido posible en muchos órdenes si hubiera
habido la voluntad política de introducir esos cambios. Por ejemplo en materia de derechos
humanos. En materia de Derechos Humanos el presidente (Julio María) Sanguinetti no
cumplió lo que él mismo había prometido en el proceso pre-electoral anunciando justamente
la aplicación de medidas de justicia que pusieran las cosas en su lugar. Adoptó la línea que
le resultó más apropiada, que fue la de ignorar el hecho dictatorial, adoptar la ley de
caducidad y tratar de convencernos a todos de que era la hora de portarse bien, de ignorar
lo que había pasado y de tener la mirada puesta hacia delante y no hacia atrás.

Eso revela una postura que en realidad se reprodujo en otros órdenes. En materia
educativa resultó nefasto, porque si había que hacer una reforma en la educación ese era el
momento y no se hizo; se optó por una línea de orden continuista de lo que teníamos antes y
se permitió que ciertos personajes que eran fruto del sistema dictatorial que había
existido durante tantos años, más de 10 años, quedaran en el sistema educativo en cargos
de responsabilidad obstaculizando todo proceso de cambio hacia adelante como el que se
necesitaba.

Mosaico Social: Para transformar la educación ¿se debería apuntar otra vez al
fortalecimento de la escuela pública?

Miguel Soler: Definitivamente sí. Una de las virtudes de la educación pública era que daba
una educación de buena calidad y a la que podía acceder todo el que quisiera. Hoy la gente
dice que la escuela pública es “la escuela de los pobres”.

Mosaico Social: ¿Dónde se tiene que anclar la reforma sobre todo en la educación
primaria?

Miguel Soler: Soler aclara que sus opiniones son personales porque se está realizando el
debate educativo, y él integra la comisión organizadora que está en una etapa de organizar
el debate y “escuchar”

Uno de los puntos fundamentales es que a la educación hay que darle los recursos que
necesita para que resulte eficiente y de calidad. La lucha por el aumento presupuestal de la
educación es una lucha inacabada y habrá que seguir manteniéndola en el orden del día.
Pero el gobierno actual está haciendo avances significativos, reconociendo que los recursos
son insuficientes. Es decir, la meta es mucho más ambiciosa que la que aparece en los
presupuestos, porque estos presupuestos son los que responden a las posibilidades de hoy y
tenemos que luchar por tener más posibilidades. Si el pueblo, si la sociedad uruguaya le da
la debida prioridad a la educación y me refiero a la educación pública incluyendo todos los
niveles hasta los posgrados universitarios, el presupuesto de la educación tiene que seguir
creciendo hasta llegar a cifras completamente diferentes ya del orden del 6%, 7% u 8%
del Producto Nacional Bruto. Y esto no son fantasías. En primer lugar porque hay países en
América Latina que están gastando esas cifras. Segundo porque en diciembre de 1979 la
Unesco convocó una conferencia de ministros en México, ministros de educación y
ministros encargados del desarrollo económico y esa conferencia para toda América Latina
fijó que para el año 2000 el presupuesto de educación pública de los países debía oscilar
entre el 7% y 8% por ciento del producto nacional bruto.

Un segundo ámbito en el que me parece absolutamente indispensable operar pronto es el de


la formación docente. Este país ha dejado de lado el perfeccionamiento docente. Se está
haciendo formación de grado y el maestro y el profesor con su título de grado va a ejercer
su profesión. Ocurrre que en materia de educación siempre hay un gran retraso entre el
saber disponible y el saber que se enseña. ¿Por qué? Los maestros se forman en un
instituto docente cuyos catedráticos se han formado cinco, 10, 15 años antes, con lecturas,
bibliografía y experiencias de cinco, 10, 15 años antes; no necesariamente están
actualizados. El maestro se forma de esa manera, se pone a ejercer su profesión durante
cinco, 10, 15, 30 años. Si no tiene actualizaciones, si no tiene quien le dé insumos que
mejoren su saber y que mejoren su ubicación en el mundo, ese educador actúa de una
manera desfazada, fuera del tiempo que está viviendo el alumno.

Y así puede ocurrirnos que un alumno en el año 2025 esté, de hecho, siendo formado con un
saber que tiene medio siglo de atraso.

Mosaico Social: ¿Cuándo usted dice “saber” se refiere a la metodología?

Miguel Soler: Me refiero al conocimiento que se imparte, a los valores con los
cuales se trabaja en el proceso educativo, a la relación entre la realidad en la
que vive el alumno - que es dinámica - y la realidad escolar que puede ser
estática y de alguna manera sustraida al contexto de las vivencias que el niño
tiene durante el resto del día. Nosotros debemos preconizar que entre el
mundo del aula y el mundo fuera del aula no haya grandes distancias. Porque
si hay grandes distancias en el tiempo o en la temática o en los valores que se
trabajan en una u otra situación, el que padece es el alumno. Porque recibe
distintos mensajes y no ubica el mensaje educativo en el lugar que le
corresponde en la formación de su personalidad. Encuentra que los otros
elementos formadores o mal formadores o deformadores que lo rodean son
mucho más interesantes que el mensaje que le puede estar dando la escuela.
Esto ocurre.

Mosaico Social: Los principales requisitos son entonces presupuesto, en primer lugar,
formación docente y actualización...
Miguel Soler: La formación docente debe ser de buena calidad y debe darle oportunidades
al docente de crecer profesionalmente, de hacer una carrera ascendente, no porque se
hace más viejo, es decir ganando antigüedad, sino porque se hace más sabio.
Profesionalmente pasa a estar más dotado de información y de formación para trabajar,
para aplicar en su trabajo docente. Esos desfasajes hay que romperlos y cuesta muchísimo.
Porque para formar de otra manera a los docentes, como yo creo que es urgente hacer, se
necesitan los formadores de esos formadores y esos no están. O son pocos o también hay
que trabajar con ellos para que entiendan el momento histórico en el que estamos y
actualicen la enseñanza formadora de los futuros docentes. Todo esto es una cadena de
necesidades que urge atender sin muchos medios para hacerlo.

No podemos pensar que vamos a traer expertos extranjeros para hacer esto. Este no es un
problema de extranjeros este es un problema a resolver con nuestros valores.

Mosaico Social: Usted decía que la educación es siempre política, ¿política es ideología?

Miguel Soler: Yo creo que toda educación tiene una ideología. No lo hago equivalente al
partidarismo, a la pertenencia a un partido político. La naturaleza de la educación es
política pero eso no quiere decir que esa política esté concebida en los términos estrechos
de una ideología determinada, o de un modelo político determinado, de un partido
determinado, etc.

Mosaico Social: ¿Dónde reside la naturaleza política de la educación?

Miguel Soler: Reside en el reconocimiento de que la educación no es solamente un ámbito


profesional, un ámbito científico, un ámbito limitado al cumplimiento de determinadas
funciones con los destinatarios de la educación sino que es una actividad inserta en el
quehacer nacional en su conjunto y por consiguiente, en las políticas de Estado, sean éstas
unas u otras, una sola o muchas, sean explícitas o sean simplemente las propias de un tirano
que decide organizar a su sociedad y dentro de ella a la educación, a su manera. Todo eso
es un ámbito que tiene que ver con la política y la educación es parte de esa política.

La prueba de eso la tenemos en que cada vez que hay un gran vuelco político histórico, hay
un vuelco en la educación. Cuando triunfa la revolución cubana, se modifica la educación;
cuando triunfa la revolución sandinista se modifica la educación; cuando sube el señor
Alfonsín al poder en la Argentina - perteneciendo al Partido Radical, no a un movimiento
revolucionario como los otros dos ejemplos que puse - se modifica la educación. Y aqui en el
Uruguay, cuando sube el doctor Tabaré Vázquez al poder se cree necesario modificar la
educación. Esto quiere decir que la educación está situada en la historia de los pueblos y
acompaña, tiene que acompañar, los procesos histórico-políticos propios de esos pueblos.
No se da en la historia una educación con ciertas características opuestas totalmente a una
sociedad que tiene otras características, porque la sociedad no lo tolera. Lo primero que
hace es ajustar la educación a sus convicciones, sus objetivos, etc.

Mosaico Social: ¿Una definición de educación sencilla y corta?

Miguel Soler: La educación puede ser considerada un conjunto de actividades que


responden a una finalidad fundamental que es la de contribuir al desarrollo de la persona
humana. Es decir, el destinatario de la educación es el educando, cualquiera que sea su nivel
y condición. La medida del acierto, del éxito educativo, la da el educando. No en lo que sabe
sino en cómo lo que sabe influye en su vida, es decir en su ser y en su hacer.

Ahora, si la educación es considerada un servicio estamos en otro orden de cosas que no


apunta a lo esencial. Si la consideramos un sector de la administración pública estamos
errando la puntería. Si la consideramos, meramente, un sector laboral para una parte de la
población estamos otra vez apuntando a lo complementario y no a lo esencia.

Lo esencial es: la educación como conjunto de procesos intencionados, fundamentados que


contribuyen al desarrollo de la persona humana. Y digo persona humana por no decir sólo
niños, porque la educación es un derecho de toda persona humana como dice el artículo 26
de la Declaración de Derechos Humanos.

Todos nosotros somos educandos. Todos nosotros estamos necesitando nuevas


contribuciones a nuestro crecimiento personal. La prueba la tenemos en la gran cantidad de
personas que en estos momentos están aprendiendo informática. ¿Por qué? Porque somos
educables.

Mosaico Social: Esta manera en que define la educación, ¿corresponde a su concepción de


política educativa?

Miguel Soler: Sí, una política educativa centrada en procesos que se producen en seres
humanos determinados en función de los intereses y necesidades de ese ser humano. La
educación tiene un movimiento pendular que va del individuo a la sociedad. No puede
concebirse descuidando al individuo ni favorecer el aislamiento individual. Por eso
criticamos todo enfoque educativo que, obedeciendo a necesidades de la sociedad dice
’tenemos que formar a los alumnos para la economía, para el desarrollo, para la producción,
etcétera, etcétera”

Cuando se pone el acento sólo en esta parte, se está desatendiendo el verdadero derecho a
la educación que es el que tenemos todos a crecer como seres humanos con ayuda externa,
como ser la educación.

Mosaico Social: No tienen por qué ser contradictorias las dos cosas.

Miguel Soler: No tienen que ser contradictorias, por eso el movimiento pendular.

Mosaico Social: Se puede asimilar el desafío actual de Uruguay al de otros países de


América. ¿Hay puntos en común entre los países latinoamericanos?

Miguel Soler: Creo que la educación en América Latina va a acompañar la evolución de la


sociedades latinoamericanas por esta relación que habíamos visto hace un rato entre los
procesos políticos sociales y los procesos de cambio en materia educativa. América Latina
está viviendo un intenso proceso de cuestionamiento de sí misma que en algunos países ha
llevado a la asunción de nuevas corrientes ideológicas que buscan el cambio social como la
única salida para resolver el problema de la profunda dependencia empobrecedora que
afecta a nuestra región. Nuestra región es dependiente porque está en un sistema
imperialista, capitalista y está empobreciéndose porque ese es el resultado inevitable de
una concepción económica que no está basada en la justicia sino en el beneficio y en la
competitividad. En esas condiciones, la educación va a ir incoroporándose como un factor
que, a la vez que se beneficia de todo el planteamiento que conduce al cambio social,
contribuye a acelerar ese cambio social.

Mosaico Social: Del ideario de José Pedro Varela, ¿qué está vigente?

Miguel Soler: Todo. Tenemos que reconstruir la posibilidad de poner juntos en el mismo
banco escolar a las gentes que son parte de la sociedad, desde la diferencia. El sistema nos
está llevando a que clasifiquemos a los ciudadanos en los unos y los otros. Los unos son los
que tienen facilidades para resolver sus necesidades básicas de manera satisfactoria, los
otros son los que están por debajo de esa línea y no las pueden satisfacer. Estos dos
sectores de la población, en una sociedad democrática, se deben acercar. Tener unas
escuelas para unos y unas escuelas para otros contradice el ideal valeriano, el ideal
republicano e igualitario y lo tenemos que reconstruir.

Mosaico Social: Usted vivió directamente la experiencia de un cambio político que


introdujo cambios en la educación, cuando estuvo en Nicaragua, en la época del gobierno
sandinista. ¿Qué experiencia le dejó esa vivencia?

Miguel Soler: Yo viví con mucha intensidad los 10 años de la revolución sandinista, en los
años 80. Hice 13 viajes a Nicaragua y algunas veces pasé bastantes temporadas,
colaborando, participando y aprendiendo mucho. Lo que me resultó evidente es que, cuando
el cambio socio político es tan intenso como el que significó la derrota de los Somoza y la
entrada de un gobierno nuevo, de inspiración democrática - porque el sandinismo practicó el
pluralismo político - las potencialidades que tiene un pueblo son enormes y la capacidad de
reacción es rápida; formidable y digna de ver.

La llamada Cruzada de Alfabetización que tiene lugar en el año 80, la creación del Vice
Ministerio de Educación de Adultos, el Programa de Educación de Adultos que sigue a la
Cruzada de Alfabetización, la multiplicación de las escuelas normales para formar
aceleradamente maestros al servicio del pueblo, todo ello fue una experiencia riquísima.
Otro hecho formidable fue que, en los primeros años, en promedio cada día se inauguraba
un aula y media, dedicada a la educación primaria y secundaria, fundamentalmente en el
campo, donde más falta hacía la educación. Fue un hecho espectacular el que hubiera
trabajo voluntario (de jóvenes), que sin tener título ni salario comprendían que era el
momento de compartir su saber bajo la consigna de que sólo el pueblo educa al pueblo. Eso
era lo que en aquel momento se necesitaba...

Todos estos hechos de los cuales yo fui testigo y estoy muy agradecido por haberlo sido,
en parte como colaborador, me revelaron el enorme potencial de cambio que tiene América
latina si orientamos ese cambio a las verdaderas necesidades del pueblo y le damos una de
las herramientas fundamentales que es una buena educación.

La educación no es todopoderosa, la educación no hace el cambio, la educación no


salva al mundo, pero es uno de los elementos contribuyentes a que haya cambio, a que
haya esperanza, a que haya lo que todos estamos necesitando: la lucecita de futuro
que nos haga creer en lo que estamos haciendo. Esto en gran parte del mundo se está
perdiendo, incluso en viejas civilizaciones perturbadas por esta globalización de lo
mediocre que nos lleva a todos a situaciones de retraso considerable. Lo que se
globaliza en general no es lo mejor, sino que lo secundario.
10.08.06 | Por Margarita Michelini, de Anong, Uruguay

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