Está en la página 1de 408
| tema de la paternidad ha sido abordado, gene- ralmente, desd una perspectiva mas negativa que positiva; es decir, desde los problemas que genera 1a ausencia del padre y no planteando una Teflexién en torno a su presencia. Por ello, esta publicacién se propone divulgar los resultados de las Investigaciones realizadas en Brasil, Chile, Colombia, México y Pert, Ellas se centran, especificamente, en el significado que tiene la paternidad para la poblacién mase mascul ina, qué lugar ocupa en sus proyectos de vida y cu les son las dificultades que enfrentan en esta tarea. Del mismo modo, exploran las modificaciones que se perciben debido a los cambios en el Ambito de tg intimidad, como producto de una mayor horizon. talidad en las relaciones entre javenes y adultos, y entre varones y mujeres; esto lleva al Cuestionamiento de la autoridad paterna y a la demanda de muchos hombres j6venes de participar mas en el proceso de crianza y educacién de los hijos, y de tener con ellos na relacién afectiva mas cercana A07 23297 ici AMERICA LATINA sidad Cat pe ee "TONDO El ITC 2000 Primera edici6n: marzo de 2000 Paternidades en América Latina Cardtula: Enrique Ottone y Elizabeth Huamanchumo Copyright © 2000 por Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Catélica del Pert. Av. Universitaria, cuadra 18, San Miguel. Telefax: 460-0872. Teléfonos: 460-2870, 460-2291, anexos 220 y 356. E-mail: feditor@pucp.edu.pe Prohibida la reproducci6n de este libro por cualquier medio total o parcial- mente, sin permiso expreso de los editores. Hecho el Depésito Legal: 1501052000-1002 Derechos reservados ISBN: 9972-42-282-8 Impreso en Pert — Printed in Peru Indice AGRADECIMIENTOS INTRODUCCION PRIMERA § IN Significados y practicas de paternidad entre varones urbanos del Pert Norma Fuller Paternidades y masculinidades en el contexto colombiano contempordneo, perspectivas tedricas y analiticas Mara Viveros Vigoya Ser padre en Santiago de Chile José Olavarria Comentarios a las ponencias de Norma Fuller, Mara Viveros y José Olavarria Bonnie Shepard Debate de la primera sesién SEGUNDA SESION Paternidades y transicion de género Benno de Keijzer ll 33 35 91 191 213 215 Significados y practicas de la paternidad en la ciudad de México Javier Alatorre Rico y Rafael Luna Comentarios a las ponencias de Benno de Keijzer, y de Javier Alatorre y Rafael Luna Patricia Ruiz Bravo Debate de la segunda sesion ‘TERCERA SESION Impases de la paternidad: la reproducci6n desde la perspectiva masculina Ondina Fachel Leal Mamitis y los traumas del desarrollo en una colonia popular de la ciudad de México Matthew C. Gutmann Comentarios a las ponencias de Ondina Fachel Leal y Matthew Gutmann Teresa Valdés Debate de la tercera sesi6n CONCLUSIONES DE LA CONFERENCIA REGIONAL «PATERNIDADES EN AMERICA» PLENARIA PUBLICA AUTORAS, AUTORES Y COMENTADORAS. 241 277 289 307 309 333 361 369 387 395 413 Agradecimientos La Fundacién Ford y la Pontificia Universidad Catolica del Pert fi- nanciaron y, con ello, hicieron posible la realizacién de la Conferen- cia «Paternidades en América», que dio origen a esta publicacién. El departamento de Ciencias Sociales y la Oficina de Eventos de la Pontificia Universidad Catélica prestaron apoyo logistico a lo largo de todo el proceso de coordinacién de esta conferencia. Agradezco principalmente a Patricia Harman, coordinadora de la Oficina de Even- tos, quien tomo a su cargo parte del trabajo correspondiente a la programaci6n de la actividad. El antropdlogo Gerardo Castillo fue parte esencial en la organi- zacion de la misma y en la edicién y publicacion de los resultados. Lucrecia L6pez Bacigalupo transcribié los debates y los comentarios de las ponencias pesentadas. Frida Beltran tom6 a su cargo el apoyo secretarial de este trabajo con la eficiencia que la caracteriza. qriveeniseha Bhi! ike el oh GAM) heaaerat ame aha ik Mb TLary i ii Srag . alk lg RAT 20 ib apes oh mdslhs log SR em Pa yess rad a Alteipy nace cetiteibie) Ruud U8? laa haw = mb ty mia eniiaee ee i ubr ines ig qenaiel anlomte - Hin Be) hype: WA hotel) pte OR 6 Te ae Bale ttan ai tb ahr Al oly oh . F i lgntire ty ae Pad roPeomauen: VqiHeorseel Saki ey eine dit trtetieon ert 5 poy ier aadger at a Pe r oe (ek he the 1 ee Pee er ieee erect geet ati ee Introducci6n El tema de la paternidad ha sido abordado generalmente desde una perspectiva mas negativa que positiva; en otras palabras, desde los problemas que genera la ausencia del padre y no planteando una re- flexién en torno a su presencia, es decir, sobre los valores, actitudes y expectativas de los varones respecto a esta experiencia. En este contexto, la presente publicacion se propone divulgar los resultados de investigaciones, realizadas en Brasil, Chile, Colombia, México y Perti, que se centran especificamente en el significado que tiene la paternidad para la poblacion masculina, qué lugar ocupa en sus pro- yectos de vida, cuales son las dificultades que enfrenta en esta tarea y qué modificaciones percibe en la manera en que se la define. A continuaci6n, nos proponemos resumir algunos puntos del debate y las reflexiones surgidas alrededor de estos trabajos aqui presenta- dos. El objetivo general de este volumen es aportar elementos com- parativos de informacién y andlisis sobre las representaciones y ex- periencias de la paternidad en América Latina. Adem e presenta el debate en torno a las transformaciones en curso en la relacién padre-hijos debido a cambios en el ambito de la intimidad (Giddens. 1992) y en las relaciones entre los géneros que han contribuido al cuestionamiento de los discursos vigentes sobre masculinidad y pa- ternidad. Finalmente, los resultados de este debate deberan contri- buir al disefio de metodologias de trabajo y politicas ptiblicas que permitan trabajar con la poblacién masculina de una manera que atien- da a sus demandas. Nora Ft 1. El estudio de la paternidad nidad ha sido ampliamente tratado por la psicolo- La escuela psicoanalitica ha sido una de las que mas ha enfatizado la importancia de la identificacién con la figura del padre para la internalizacion de las normas soc iales y para la constitucidn de la identidad de género masculina. En posteriores desarrollos del psicoandlisis, Lacan abord6 el tema de la funcion pa- terna entendiéndola como la simbolizaci6n de la ley y las normas sociales. Esta funci6n, que no es cumplida necé riamente por el pa- dre biolégico, consiste en separar al nifio de la union simbidtica con la madre y conducirlo a ingresar al orden simbdlico, es decir, insertarlo dentro del orden humano regulado por normas culturales y no por la satisfaccion inmediata de los impulsos. De acuerdo con este esque- ma, el padre, mas que una figura concreta, es el simbolo del orden social. De hecho, Lacan identifica el orden simbdlico con la ley del padre. Tal como ya sefialaron Irigaray (1974, 1993) y Kristeva (Toril Moi 1986), el padre es el simbolo de un sistema falocéntrico segtin el cual lo masculino se asocia al saber, la politica y la historia, en tanto que lo femenino se identifica con el orden natural, asocial y, por tan- to, inferior. Asi, el padre es, en tiltima instancia, el simbolo que resu- me el orden patriarcal. Por otra parte, el tema de la paternidad es parte del debate en torno a las consecuencias que tuvo para las mujeres el hecho de que ellas asumieran las cargas exclusivas de la socializacién y la crianza en sociedades, como las industriales, en las cuales las esferas priva- da y ptblica han sido separadas y se ha impuesto una fuerte dicoto- mia entre, de un lado, la masculinidad asociada al ejercicio autonomo de la sexualidad y al rol de proveedores econdmicos de una familia y, de otro, a la feminidad definida por la fecundidad_y el rol materno. Dentro de una perspectiva critica, Nancy Chodorow (1994) senala que este tipo de division de funciones por la cual el padre no partici pa de la vida cotidiana de la familia conduce a que la identificacién con la figura paterna no siempre ocurra en un contexto de relaciones El tema de la pater gia y las ciencias social 12 PAaTeRNIDADES EN AMERICA LATINA afectivas satisfactorias, sino en un intento de internalizar y com- prender un rol no inmediatamente aprehensible. Pero, aun cuando la relaci6n con la figura paterna sea fria o distante, ella esta cargada de significaciOn social porque es el padre quien trasmite al hijo el estatus masculino. De otro lado, la identificacién con la figura paterna es problematica ya que la relacion primaria de todo infante surge en la simbiosis original con la madre y la identificacion con la figura m: culina es secundaria. Debido al desfase entre su identificacién pri maria y su identificacion de género, los varones deben realizar gran- des esfuerzos a lo largo de su vida por conservar su masculinidad despejando toda duda acerca de elementos femeninos en sus actitu- des, comportamientos, roles 0 apariencia fisica. Segtin Chodorow, ello explicaria la renuencia de los varones a participar en actividades domésticas como la crianza de los hijos y la pobreza afectiva que caracteriza la relacion entre el padre y su hijo o hija en muchas sociedades. Chodorow propone que esto se corregiria si los padres en mas activamente en la crianza de los nifios; asi, se pro- porcionaria una imagen de identificacion concreta a sus hijos. En sentido contrario, la integracién de las mujeres al espacio ptiblico permitiria revalorar su imagen y proporcionarfa un modelo de iden- tificaci6n femenino no devaluado. De su lado, el antropdlogo David Gilmore (1990) busca moderar esta representacidn de la masculinidad y sugiere que, en la medida en que la poblacién masculina esta menos sometida que la femenina acontroles externos, se requiere de un sistema moral especial («la hombria real») para asegurar una aceptaci6n voluntaria y una con- ducta adecuada en los varones. La hombria seria una confabulaci6n mitica que consagra la masculinidad como un sistema de valores cons- tructivos y valiosos que induce a los varones a asumir sus roles de género. Gilmore sefala que, a contracorriente de las versiones usua- les de la masculinidad como autocentrada y egoista, las ideologias de la hombria siempre incluyen un criterio de generosidad desinter da, aun hasta el punto del sacrificio. La hombria, dice Gilmore, es también un concepto altruista: los hombres nutren a su sociedad 13 Nora FULLER «derramando su sangre, su sudor y su semen, llevando comida a su hogar para los nifios y la madre, produciendo hijos/as y muriendo, de ser necesario, en lugares lejanos para proveer de un refugio seguro a su gente» (Gilmore 1990: 230, traduccién de la autora). Asi, mien- tras la maternidad cuida de la vida en su aspecto diario y corporal, la paternidad lo hace en su aspecto ptiblico. Una segunda perspectiva aborda la paternidad como un fendme- no socio-cultural, resultado de las relaciones genéricas, étnicas y de clase en un momento hist6rico y en una sociedad especificos. Desde el punto de vista hist6rico, autores como Norbert Eli: (1998) y Jean Louis Flandrin (1979) plantean que, desde finales de la Edad Media, ha ocurrido un cambio en las relaciones familiares en el sentido de una creciente democratizacion y pérdida del control del padre sobre la mujer y los hijos a favor de instituciones como la Iglesia y el Esta- do. Por ejemplo en su ensayo La civilizacién de los padres, E hala que uno de los rasgos més saltantes de la relacion padres-hijo: lo largo de la historia es que los padres han dispuesto de mayor oportunidades de poder que sus hijos. Sin embargo, durante el pasa- Je de la sociedad tradicional a la moderna, este poder habria sido transferido paulatinamente a manos del Estado. Segiin el autor, nos encontramos actualmente en un periodo de transicion en el cual coexisten relaciones de padres e hijos tradicionales, estrictamente autoritarias, con otras mas igualitarias y ambas suelen mezclarse, incluso dentro de la misma_ familia. Concluye que, hoy en dia, las diferencias de poder en una familia estan menos atadas que ayer a formas prestablecidas; por ello, sus miembros se ven obligados a elaborar conjuntamente y mediante su propio esfuerzo, en forma mas consciente que en el pasado, un modus vivendi. Ello permite que tengan una vision més reflexiva y critica de las relaciones familiares. Por otro lado, es importante destacar que en este proceso historico los padres han perdido su tarea de educadores principales y su lugar de figuras de identificaci6n nica para sus hijos. Estas funciones se comparten actualmente con otras instituciones y otros grupos pri- marios, tales como la escuela y las asociaciones juveniles. 14 SIDADES EN AMERICA LATINA En el ambito de la antropologia es donde mas se ha enfatizado que la paternidad no es un hecho de la naturaleza sino una construc- ci6n cultural. Diversos estudios muestran que la relaci6n biolégica de fecundaci6n y engendramiento no es necesaria para la creacién de un vinculo de parentesco y de afecto entre padre e hijos. Asi, el pater y el genitor pueden ser dos personas distintas e incluso el pater puede ser un hombre fallecido o una mujer. E] caso mas extremo es el de-algunas sociedades donde se ignora 0 se finge ignorar el papel del hombre en el proceso de procreacién. Este es el caso de los trobriandeses estudiados por Malinowski (1982), que denegaban al marido de la madre cualquier papel en la procreacién ya que suponen que la madre por si sola creaba al nino. Los estudios sobre masculinidad en el area latinoamericana han enfocado preferentemente el sindrome del machismo y sus conse- cuencias negativas para la relacién padre-hijo. Es comin que cuando se menciona a las sociedades de esta regién se haga menci6n a la falta de interés de los varones en asumir su papel de padres y, en sentido inverso, a la importancia de engendrar muchos hijos (que no se asumen) como una prueba de virilidad y hombria. Esta imagen del macho latinoamericano encuentra su més fina expresién en el ensa- yo de Octavio Paz (1959) El laberinto de la soledad, en el que afirma que el macho representa el polo masculino de la vida, el guerrero, el seductor, pero no el padre. Esto se deberia al tipo de relacién de dominio que se establece entre el conquistador espafiol y la mujer nativa que tiene como producto al mestizo, no reconocido por el pa- dre. Segtin Paz, el mestizo internaliz6 una figura paterna fuerte y admirada pero ausente y cruel. Asi afirman autores como Palma (1990) y Montecino (1991), que aplican estas opiniones a las sociedades guatemalteca y chilena, respectivamente. La oposicién madre/pre- sente y padre/ausente proporciona un modelo de identificacion en el cual la mujer (concreta) se asumiré inequivocamente como la madre y el hombre (concreto), al carecer de una imagen paterna real se identificara como hijo (de una madre especifica y de un pater difuso). Ello cierra al var6n la posibilidad de llegar a ser, en concreto, un 1b padre que establezca vinculos afectivos, fraternos, amorosos, con SU descendencia y su familia. ' — Otra corriente, mas sociol6gica, intenta explicar la débil identifi- caci6n de los varones latinoamericanos con la figura paterna en térmi- nos de las consecuencias ideol6gicas de un sistema social que segre- gaa los géneros y adjudica poco valor a las mujeres. Asi, las tareas domésticas son poco valoradas y el varon debe participar poco en ellas. Por ello, los nifios crecen con muy poco contacto con la figura paterna, Al llegar la adolescencia, la falta de participacion del padre con sus hijos se hace evidente, creando una distancia que vuelve casi imposible la comunicaci6n entre ellos. El grupo de pares se vuelve entonces una fuente de seguridad, aceptaci6n social e identificacion varonil para el joven varén mexicano (De Hoyos y De Hoyos 1966: 103) y socializa al joven en una serie de actitudes y expectativas de rol caracteristicas de Ja cultura juvenil, como el énfasis en la fuerza ffsica, la virilidad, el predominio sobre las mujeres y el rechazo a los roles domésticos. Sin embargo, estos trabajos son ensayos basados en intuiciones de los autores y han contribuido a construir un prototipo latinoame- ricano: el macho que exacerba los rasgos de dominio y btisqueda sexual y no acepta los limites a su libertad impuesta por los deberes domésticos. Asi, por ejemplo, en sus estudios sobre las poblaciones urbanas mexicanas, Gutmann (1995) encuentra que el estereotipo del var6n mexicano que evita el contacto con sus hijos corresponde, en parte, a una imagen anticuada que muchos, dentro y fuera de México, tienen de las relaciones de género en este pafs. Aunque la cultura mexicana identifica virilidad con violencia e irresponsabili- dad, para la mayoria de hombres y mujeres que Gutmann entrevisté en su estudio, ser un padre digno de confianza y comprometido es tan central para ser hombre, como cualquier otro componente, inclui- da la potencia sexual. Durante la tiltima década los estudios sobre género y salud reproductiva han comenzado a interesarse por el tema de la mascu- linidad y la participacién de los varones en la salud y las decisiones 16

También podría gustarte