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La corrupción, el principal problema del Perú

Según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, la corrupción ahora encabeza los


problemas del país. Este primer lugar no se repetía desde el 2010, durante segundo
gobierno aprista

La última encuesta nacional urbano-rural de El Comercio-Ipsos muestra que


la corrupción es el principal problema del país en la actualidad: un 57% de entrevistados
lo considera así. Este primer lugar no se repetía desde el 2010, durante el segundo
gobierno de Alan García.

La delincuencia y la falta de seguridad se ubican en segundo lugar con 55%. Le siguen


una educación inadecuada con 31% y el desempleo y la falta de trabajo con 25%.

Guillermo Loli Rodríguez, gerente de Estudios de Opinión de Ipsos Perú, explicó que se
veía venir una tendencia de crecimiento del problema de la corrupción en los últimos
años. Esto por “la factura que están cobrando los recientes escándalos del Caso
Odebrecht”.

El caso involucra al prófugo ex presidente Alejandro Toledo; a funcionarios del segundo


gobierno aprista; al ex presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia, ambos
con prisión preventiva; y al ex presidente Pedro Pablo Kuczynski por las asesorías a
Odebrecht, entre otros.

Loli también comentó que, si bien la corrupción es considerada el principal problema


del país por la población, la delincuencia sigue siendo el tema que “personalmente [la]
afecta más”, de acuerdo con un 30% de encuestados.

“En el día a día, la delincuencia es lo que principalmente se menciona porque me roban


el celular, la cartera; es decir, la gente tiene mucho más efecto negativo con la
delincuencia”.

Subrayó que, si bien ha habido algunos indicadores positivos en los últimos meses sobre
seguridad, es un problema que se arrastra desde hace muchos años.

—Promesas y más planes—


A propósito de la promesa del presidente Martín Vizcarra, respecto a que la lucha contra
la corrupción será uno de los pilares de su gobierno, existen diversos documentos que
plantean propuestas contra este problema.

Entre las más recientes, están las 100 recomendaciones que la Comisión Presidencial de
Integridad entregó a Pedro Pablo Kuczynski en el 2016. Sin embargo, un 70% de estas
recomendaciones no se ha implementado, según el seguimiento realizado después de un
año por el Observatorio de Integridad, mecanismo creado por Transparencia, Proética y
las universidades del Pacífico y la Pontificia Universidad Católica del Perú para hacer
seguimiento al informe.

La semana pasada, Vizcarra informó que esas recomendaciones han sido absorbidas por
el Plan Nacional de Integridad y Lucha contra la Corrupción 2018-2021, presentado
recientemente por la Comisión Nacional Anticorrupción y que está pendiente de
aprobación en el Consejo de Ministros. El contenido del referido plan aún no se ha
hecho público.

A estos se suma el reciente Compromiso de Lima “Gobernabilidad democrática frente a


la corrupción”, firmado en la VIII Cumbre de las Américas.

El Comercio. Rocío La Rosa Vásquez 22.04.2018 / 06:30 pm


¿Cuánto afecta la corrupción a la economía peruana?
La lucha contra la corrupción ya es una de las grandes prioridades de la
población, pero los avances aún no van al ritmo deseado, afirman expertos

Son varios los ránkings y estudios que ponen de manifiesto la necesidad urgente
de trabajar en medidas efectivas para la lucha contra la corrupción en el Perú.
Por ejemplo, en el ránking de Competitividad del Foro Económico Mundial
2017-2018, nuestro país está en el puesto 89 (de 137) en la categoría Pagos
Irregulares y Sobornos; comparte el puesto 96 (de 180) con Brasil, Zambia y
Colombia en el Índice de Percepción de Corrupción de la ONG
Transparencia Internacional; y, entre otros informes, la Defensoría del Pueblo
ha identificado que anualmente son S/12.974 mil millones los que el Perú pierde
debido a este crimen.
“La corrupción ya es la prioridad número uno para el Gobierno”, señala Kristian
Holge, representante de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito.
En este contexto, como parte del objetivo de desarrollo sostenible (ODS) ‘Paz,
Justicia e Instituciones sólidas’, el Estado Peruano firmó en el 2015 un
compromiso internacional para reducir considerablemente la corrupción y el
soborno en todas sus formas al 2030.
“Los últimos tres gobiernos han tratado de incluir la simplificación de trámites, la
mejora de la atención al ciudadano y el combate a la corrupción dentro de la
agenda, pero vamos a paso lento”, diagnostica Caroline Gibu, directora ejecutiva
de Ciudadanos al Día.
COSTOSA CORRUPCIÓN
Según el Foro Económico Mundial (WEF) la corrupción encarece en 10% el costo
de hacer empresa y en hasta 25% el costo de celebrar contratos en los países
en desarrollo.
En esta línea, en base a un estudio del economista Gustavo Yamada, Gibu indica
que existe evidencia estadística que demuestra que quienes son más pobres
utilizan más porcentaje de su dinero para pagar coimas. Estos pagos están
destinados a facilitar el acceso a servicios básicos como, por ejemplo, salud y
seguridad.
“Si eres pobre, destinas más plata a coimear. Si pasas a clase media, ya tienes
acceso a servicios de salud y mejoran las probabilidades de no ser víctima de un
trámite ilícito en la policía”, sostiene Gibu.
Al tratarse mayoritariamente de trámites burocráticos y de acceso a servicios
básicos que imponen un costo económico sobre las familias, este sector se
ubicaría dentro lo que se conoce como “pequeña corrupción”.
Por otro lado, actos como los que realizan mafias enquistadas que tramitan obras
y se coluden con proveedores para ganar licitaciones de obras son calificados
por Gibu como ‘la corrupción de atrás’, “la que no se ve”.
Dentro de toda la lucha contra la corrupción, esta parte sería la que avanza más
lento.
“A raíz del Caso Odebrecht, su daño social y secuelas políticas, todos estamos
más conscientes de la situación. Y si bien hacemos énfasis en el sector
construcción, la realidad es que ningún sector se escapa de la corrupción”,
menciona Holge.
Tal como señala un informe del Instituto Peruano de Economía, el costo de la
corrupción –expresado a través de menor crecimiento del PBI, detrimento del
ambiente de negocios, falta de acceso a servicios públicos y malas decisiones
de política pública– es muchísimo mayor a lo que inicialmente se estima.
PREMIO A LA SOSTENIBILIDAD
Para hacer conocida la Agenda 2030, así como los objetivos de desarrollo
sostenible que la sustentan, la ONU, Perú 2021, KPMG y El Comercio lanzaron
la iniciativa Perú por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (PODS).
Esta iniciativa incluye un reconocimiento a los esfuerzos de empresas de todo
tamaño y ONG que contribuyan al cumplimento de la agenda y la creación de
plataformas digitales con información de esta agenda.
El premio será entregado en setiembre de este año.
El Comercio.Daniel Macera29.05.2018 / 06:00 pm
El costo de la corrupción que pagan los peruanos

El dinero que se pierde anualmente por corrupción equivale al 10% del


presupuesto nacional.

Desde el inicio de las investigaciones del caso Lava Jato hasta la discusión de

los ejes temáticos de la VIII Cumbre de las Américas , la corrupción se ha

mantenido en la agenda mediática. En este encuentro regional, su impacto más

relevante en los recursos del país fue precisado por el presidente Martín

Vizcarra: representa cerca del 2% del Producto Bruto Interno (PBI).

La cifra corresponde a una estimación del Banco Mundial, que refleja lo que en

promedio pierden los países cada año; sin embargo, no es la única referencia.

Según estimaciones que daba la Defensoría del Pueblo el año pasado, el “costo

de la corrupción” en el Perú significa cerca del 10% del presupuesto público

anual. Es decir, es afectada la décima parte de los recursos que son destinados

a salud, infraestructura, gastos administrativos, seguridad, educación en

beneficio de la ciudadanía.

PRECIO A PAGAR

¿Cómo se traduce esto para los ciudadanos? Un análisis de Contribuyentes

por Respeto, que toma como referencia la cifra de la Defensoría del Pueblo, da

a conocer que en los últimos cuatro gobiernos, desde el de Alejandro Toledo


hasta el mandato inconcluso de Pedro Pablo Kuczynski, la corrupción “le costó”

al Estado S/136,147 millones.

Ese monto, según explica Juan José García, jefe de Investigación de

Contribuyentes por Respeto, hubiera sido suficiente para construir casi ocho

veces la Línea 2 del Metro de Lima, edificar 651 centros penitenciarios en el


país.
El costo de la corrupción que pagan los peruanos. (Perú21)

“Tomando como punto de partida lo estimado por la Defensoría del Pueblo sobre

la corrupción, podemos determinar que, desde 2001, las pérdidas del país por la

corrupción ascienden a S/136 mil millones, un monto que es muy aproximado al

presupuesto fiscal de 2016”, explica García a Perú21.


INCREMENTO

Si bien al hacer la comparación por gobiernos, las cifras más altas se observan

al final del gobierno de Ollanta Humala (2012-2016), con S/59,201 millones, vale

resaltar que este monto significó un aumento de 57.7% respecto al gobierno

anterior. En tanto, la cifra de este último periodo fue 73.38% superior a la que se

registró en el gobierno de Alejandro Toledo.

Perú 21. ISAAC VÁSQUEZ TELLO22/04/2018 06:53h.


La cultura de la corrupción y sus consecuencias

El concepto de corrupción no es exclusivo de ningún país ni sociedad. Se trata


de un problema que forma parte de la cultura, infectando diferentes segmentos
poblacionales, profesiones, partidos políticos y organizaciones estatales. Del
mismo modo, no está restringido a un solo tipo de práctica, involucrando un
conjunto de mecanismos y procesos que están conformados por elementos muy
variados. Todo esto hace necesario estudiarlo como un fenómeno complejo, en
lugar de definirlo utilizando reduccionismos analíticos.
La corrupción está presente en regímenes donde predomina el autoritarismo,
pero también en sistemas democráticos. Sin embargo, no se limita al sector
público, y termina afectando a todas aquellas reglas, instituciones y costumbres,
que en teoría deberían regular la economía, las relaciones sociales e incluso la
vida cotidiana.
Asimismo, es capaz de interferir con la estabilidad económica de cualquier
nación, distorsionando los procesos fundamentales en la toma de decisiones y
afectando los programas implementados para el desarrollo. Esto tiene como
consecuencia un incremento en la inversión, que nunca es proporcional a la
producción e infraestructura, dado que existe un desvío de recursos en función
a beneficios privados.
Por otro lado, la corrupción tiene un efecto negativo en la percepción de los
valores básicos, que son los pilares de cada sociedad. De esta manera, se atenta
contra las libertades y facultades de todas las personas, en especial de aquellas
que integran los sectores con menos recursos y que no tienen posibilidades de
compensar estos abusos.
Solo entendiendo las variables antes expuestas se puede tener una mejor
compresión de cómo funciona la corrupción, permitiendo encontrar formas de
combatirla de una manera efectiva. Lo más importante es analizar sus orígenes,
desde una perspectiva sociológica y ética, no solo realizando denuncias o
descalificando a determinado funcionario, sino buscando involucrar valores más
sólidos en los centros educativos y a través de los medios masivos.
No obstante, el problema de estas medidas es que suelen ser reguladas por un
organismo que forma parte del estado, creando una simbiosis vulnerable a la
misma corrupción que se busca combatir. Esta atomización institucional termina
generando más obstáculos en su prevención y erradicación, beneficiando a los
gobernantes que tienen una nueva forma de dividir los incentivos previamente
contenidos.
La corrupción es al mismo tiempo causa y efecto de una estructura
gubernamental que está operando incorrectamente. Cuando infecta la cultura de
una sociedad las personas la toman como algo natural, y no perciben sus
consecuencias a mediano y largo plazo. Una alternativa para prevenirla y
corregirla está representada por la creación de agencias independientes, que
tengan la capacidad de diseñar estrategias claras que tomen en cuenta todas
sus variables de manera sistemática.
REFERENCIAS
– Enrique Bonete Perales. “Poder político: límites y corrupción”.
– José Vidal-Beneyto. “La corrupción de la democracia”.
Apuntes sobre causas y efectos de la corrupción en el Perú
Resumen:
La corrupción, afecta y hiere la moral de la nación, el crecimiento económico y el
bienestar social, daña los cimientos de la democracia, y la gobernabilidad,
violenta el estado derecho; debilita la confianza de la población en los poderes
del estado y en las instituciones públicas. El estudio aborda el concepto de
la corrupción, sus formas, causas, y los efectos en el sistema democrático;
formula propuestas para combatirla y concluye que: el modelo neoliberal
trasgrede normas en su búsqueda del lucro, aun siendo éstas permisibles,
flexibles, tolerantes y abiertas a la impunidad.
Palabras Clave: corrupción – formas de corrupción – efectos – causas –
propuestas anticorrupción
Introducción
Apuntes sobre causas y efectos de la corrupción en el Perú, tiene
como objetivos: Conceptualizar la corrupción como un problema social,
Identificar las causas y efectos de la corrupción en el Perú, y finalmente sugerir
algunas propuestas para la lucha anticorrupción. Se aborda el tema, en primer
lugar precisando el concepto de corrupción, como un fenómeno social complejo,
que abusa del poder público con fines perversos, ...actos ilícitos como: soborno,
nepotismo, extorsión, fraude, tráfico de influencias, cohecho, favoritismo, lavado
de dinero, mordidas, prevaricato, evasión tributaria y conflicto de interés. En
segundo lugar se identifica la corrupción como un problema para los gobiernos
de América Latina, surgido en el marco del modelo neoliberal, lo cual se constata
en la institucionalización de la corrupción a partir de la década de los 90s.
En tercer lugar las causas: La carencia de ética de los servidores públicos, el
modelo económico que favorece al mercado, la falta de transparencia, el
sometimiento lacayo a las políticas surgidas del Consenso de Washington. Y en
cuarto lugar los efectos: La inestabilidad política de los Estados, ineficiencia e
incapacidad en el aprovechamiento de los recursos y en la implementación de
las políticas públicas y sentimiento de desconfianza de los ciudadanos en las
instituciones públicas y la quiebra de las bases del contrato social llevando a
un clima de anomia y desestructuración social. En quinto lugar, se presenta las
propuestas para una lucha eficaz y democrática contra la corrupción: Buscar un
consenso político para combatir la corrupción, no permitir su prescripción y
menos la impunidad. Impulsar un manejo eficiente, ético y moral de los recursos
del estado para garantizar el desarrollo y bienestar social. Finalmente, las
conclusiones: El modelo neoliberal, que privilegia al mercado, en su búsqueda
del lucro y ganancia trasgrediendo las normas. La existencia de un aparato
normativo permisible, flexible, tolerante que genera impunidad, frente a los actos
de corrupción. La corrupción mina el desarrollo y progreso de los pueblos; por
último, afecta la democracia y la gobernabilidad.
Concepto de corrupción
Con el propósito de dilucidar el término corrupción presentamos los siguientes
conceptos que nos permitirá analizar y discutir el tema.
Una primera aproximación, según Carbonell, M y R, Vásquez (2003), "la
corrupción es un delito o una infracción que implica la violación de una obligación
por parte de un decisor". Al entender que el decisor es
la persona responsable, autoridad que asume un cargo público, y que está
obligado por norma a cumplir determinadas funciones, se convierte en
corrupción cuando esta persona deja de cumplir sus funciones para beneficiarse
de su cargo, favoreciendo a un tercero.
La corrupción ha calado profundamente en todos los niveles de
nuestra sociedad, por lo que este "fenómeno social complejo, funciona a través
de redes y complicidades entre quienes ejercen el poder deshonestamente. Está
insertada en casi todo el ámbito de la sociedad. Tiene presencia en el aparato
estatal y en la empresa privada". (Medina, 2013).
"Es todo abuso del poder público con fines perversos,... actos ilícitos como:
Soborno, nepotismo, extorsión, fraude, tráfico de influencias, cohecho,
favoritismo, lavado de dinero, mordidas, prevaricato, evasión tributaria, conflicto
de interés". "Es la violación de una obligación con el objeto de obtener un
beneficio personal, en forma de dinero o regalos" (Transparencia Internacional:
1998)
Al reflexionar sobre la corrupción me interesa develar lo oculto en ella, la
interioridad penosa y lamentable de la falta de ética y la pérdida de valores.
Todos los seres humanos tenemos potencialidades de corrupción: somos
factibles de corromper o de que nos corrompan, aunque esto no necesariamente
tiene que hacerse realidad. Dijo Saúl Peña, reconocido psicoanalista. (Merino,
2011).
Según el psicoanalista, en la sociedad corrupta se impone lo material a lo
espiritual, se sobredimensiona lo económico, "en una filosofía nociva de
considerar el dinero y la política de los fines justifican los medios como los
valores primordiales de la vida. Los corruptos viven en una pobreza ética,
afectiva y emocional, apropiándose de todo lo posible, incluyendo personas". En
tal sentido es importante diferenciar el aspecto psicológico de lo social, según
Peña va a depender de la crianza y los valores inculcados en el hogar que va a
tender de lo negativo a lo positivo. En el ámbito social, de
los modelos organizativos de las instituciones políticas, económicas, culturales y
educativas de la sociedad.
La Corrupción: Uno de los grandes problemas
Un estudio sobre percepción de la corrupción en el Perú. Según Ipsos (2013). El
94% concuerda que, corrupción es "el uso indebido del poder para obtener
beneficios, violando la ley y afectando los derechos fundamentales de la
persona". El soborno (84%), el tráfico de influencias (65%), la evasión tributaria
(57%) y conflicto de interés (37%), son las principales formas de corrupción. Y
tres de cada 10 consideran muy frecuente comprar voluntades y hacer uso
indebidamente de información privilegiada del cargo y cometer fraude contable.
La falta de valores (83%), la burocracia ineficiente (79%) y la ausencia de
controles (78%) son los principales factores que facilitan la corrupción"
En Latinoamérica, según el Barómetro Global de la Corrupción de Transparencia
Internacional: En el Perú el 46 % de los encuestados percibe que los partidos
políticos, los funcionarios públicos, el poder legislativo, la policía y el poder
judicial son las instituciones más corruptas. (Zamudio, 2013),
De acuerdo con el Procurador Anticorrupción, Christian Salas Beteta, dice:
"Hemos identificado que del 100% de delitos contra la administración pública, el
40.15% lo constituye el peculado, el 13.07% la colusión y el 6.93% la
malversación de fondos". (Muñoz, 2014),
Un grave problema es la corrupción para los gobiernos de América Latina, y
especialmente en el Perú, el crecimiento económico, no se orienta al desarrollo
humano es más genera atraso, en todos los sentidos, en el desarrollo social,
desconfianza en las autoridades locales, regionales y gobierno central.
Finalmente ha calado en todas las instituciones de la sociedad. "…funcionaría
como un conglomerado de redes políticas paralelas a la institución oficial y el
patrón de la clientela (el principal agente) sería el articulador del sistema" (Mujica,
2011).
Cabe señalar que estas redes de corrupción han surgido en el marco del modelo
neoliberal y arraigado en las conductas de las sociedades occidentales, y
difundido a través de las políticas de globalización, generando una cultura de
dependencia en los países en vías de desarrollo. Atentando contra su soberanía,
exigiéndoles apertura y mejores condiciones para el sector privado, normas
flexibles, tolerantes, y protectoras para la inversión, y leyes que garanticen la
impunidad. Se convierte en una cultura de la aceptación, indiferencia, alienación
y/o resignación frente a actos de corrupción.
Corrupción Institucionalizada
Para muchos estudiosos; "la peor corrupción que ha vivido el Perú, por su
gravedad, magnitud y generalización. Imperó, en los noventa, un régimen político
íntegramente dedicado a saquear los recursos del estado, en un país con el 50%
de pobreza y 20% de extrema pobreza. Un régimen que diseño para ello un
engranaje perverso maquiavélico, sin ningún tipo de límite o escrúpulo:
crímenes, extorsión, violaciones de derechos humanos, control y manipulación
de instituciones, compra de medios de comunicación, tráfico
de armas, narcotráfico, operativos psicosociales, etcétera. Y buscó y logró
cómplices en todos los sectores y ámbitos del país.
Todo está documentada con pruebas irrefutables; vladivideos, declaraciones de
"arrepentidos", de "colaboración eficaz", cuentas mal habidas multimillonarias en
Suiza, EE.UU. (etc.), el Informe de la Comisión de la Verdad (CVR) es
contundente hay responsabilidad política y penal." (Muñoz, 2014)
Los corruptos para instalarse en el primer poder del Estado han manipulado
la constitución 1993, generando leyes benignas para proteger a los que
delinquen y para garantizar la impunidad. Se forma comisiones investigadoras
pero con tecnicismos y/o acciones prevaricadoras, se dilata el proceso,
buscando que los delitos prescriban o que queden impunes, poniendo al
descubierto que el poder judicial está contaminado con el virus de la corrupción.
Cualquier ciudadano que entre a la vida política tiene la obligación ética y
moral de presentar su hoja de vida, rendir cuentas, de sus ingresos, bienes, y
estar siempre en el escrutinio público, por la salud de la democracia y
gobernabilidad. Sin embargo, ellos no acatan o se resisten al cumplimiento de
las normas, valiéndose de argucias judiciales. La población percibe con
desencanto y desconfianza estas conductas de sus autoridades.
El mal manejo de los recursos del Estado provoca innumerables pérdidas. Según
el Presidente de la Comisión de Ética, Humberto Lay señala que: "La corrupción
enquistada en el aparato estatal, provoca que el 20% del presupuesto se pierda
en manos de funcionarios públicos, de 50 mil millones, por lo menos 5 mil
millones terminan en manos de burócratas corruptos". En el diario la
República (09/03/2014).
Por otro lado los gobiernos regionales cuyo propósito es lograr un desarrollo
equitativo en el país, por la corrupción se ven afectados los intereses legítimos
de los pueblos. "La mayoría de presidentes regionales deben afrontar graves
acusaciones por presuntos actos de corrupción de funcionarios. De los 25 en
actividad, un total de 19 están sometidos a investigaciones fiscales o
a procesos judiciales por delitos como peculado,
colusión, negociación incompatible y malversación de fondos, entre otros.
Las cifras reflejan una preocupante incidencia de actos
irregulares especialmente en procesos de licitación, adjudicación de obras
públicas y contratos con empresas privadas. De acuerdo a las Procuradurías
Anticorrupción, son 1505 los casos que vinculan a titulares y funcionarios de 25
gobiernos regionales. ". (Muñoz, 2014)
La Contraloría de la República fue infiltrada por el Contralor Víctor Caso Lay que
emitió una Resolución en la que especificaba: para ser Jefe de
una Oficina de Auditoría Interna podrían ser profesionales (matemáticos,
ingenieros, enfermeros, psicólogos, abogados, etc.), y no necesariamente un
Contador con especialización en Auditoría.
Así continuo Carmen Higaona, Genaro Matute y hoy Fuad Khoury y Zarzar. Por
tanto, la función de la Contraloría General de la República (CGR) no fue
cumplida a cabalidad, "luchar contra la corrupción".
Causas
_ El sentido de ética profesional en los servidores públicos, que tiende a ser
dejado de lado para favorecer sin merecerlo a terceros, valores como el trabajo,
la honradez, honestidad, honorabilidad no se practican.
_ El modelo económico que favorece al mercado, sustentan el poder político,
generando sin merecerlo favores, negociados, corruptelas, tráfico de influencias
entre otros.
_ La falta de una cultura de transparencia en la administración de los recursos
económicos, que garanticen la calidad del servicio en los sectores público y
privado.
_ La implementación de las políticas surgidas en el Consenso de Washington,
por el gobierno autoritario de Fujimori.
Efectos
1. Inestabilidad política de los Estados. Es explicable desde la constatación de
factores de corrupción, que socava brutalmente la confianza de la ciudadanía en
el funcionamiento regular de las instituciones políticas. Esta desconfianza
detiene el desarrollo social, también reproduce y consolida la desigualdad social,
consolida el clientelaje político y perpetúa la ineficacia de la burocracia y, por lo
tanto, impide contar con una administración pública eficiente.
2. Ineficiencia e incapacidad en el aprovechamiento de los recursos y en la
implementación de las políticas públicas. En efecto, cuando el soborno se
convierte en práctica corriente, los contratos gubernamentales, las concesiones,
las licitaciones, las privatizaciones no son adjudicadas a los postores más
eficientes y profesionales, sino a los que tienen mejores contactos y carecen de
escrúpulos.
3. Sentimiento de desconfianza en las instituciones y entre los propios
conciudadanos quiebra las bases del contrato social llevando a un clima de
anomia y desestructuración social. La sociedad percibe de sus autoridades están
para beneficiarse del cargo que para servir al ciudadano. (Montoya, 2013)
Propuestas para la lucha Anticorrupción
 1) Generar un consenso político para luchar contra la corrupción, que
permita un clima de confianza y seguridad en perspectiva del desarrollo y
bienestar social para el país.
 2) Debe haber un consenso para garantizar el funcionamiento
independiente de las instituciones y organismos democráticos del país. El
parlamento, el Tribunal Constitucional, el poder judicial, la Contraloría de
la República, la Superintendencia de Administración Tributaria, la Policía
Nacional, etc. Dando vida a los siguientes principios de la vida pública:
Neutralidad, integridad, objetividad, responsabilidad, transparencia
(sinceridad), honestidad, y capacidad de decisión.
 3) Promover y estimular el manejo eficiente, ético y moral de los recursos
nacionales como un medio que garantiza el crecimiento económico y el
bienestar social del ciudadano peruano.
 4) Gestión transparente en las negociaciones y transacciones
comerciales, en beneficio de los intereses nacionales.
 5) Debe normarse la imprescriptibilidad por actos de corrupción e
inhabilitar a perpetuidad a los funcionarios y autoridades que hayan
cometido éstos delitos. (extorsión, tráfico de influencias, malversación de
fondos, peculado, prevaricato, lavado de activos, nepotismo, fraude, etc.)
Conclusiones
 Es un problema de decisión política y administrativa, por cuanto el aparato
normativo es permisible, flexible, tolerante, genera impunidad, frente a los
actos de corrupción.
 Es un hecho que la corrupción mina el desarrollo y progreso de los
pueblos.
 La corrupción se encuentra enquistada en nuestras instituciones políticas,
económicas y sociales.
 El poder es infiltrado por la corrupción y sometida para actos ilícitos,
delictivos y criminales.
 Es un problema que afecta a la democracia y la gobernabilidad de los
pueblos.
 El modelo neoliberal, privilegia al mercado, y ésta se regula por la oferta
y demanda en la búsqueda del lucro y ganancia, pero en más de los casos
trasgrede la norma y/o exige un trato especial, rompe el principio
de igualdad ante la ley, porque su principio es el fin justifica los medios.

Enviado por JESUS COCHACHI


Causas sociales de la corrupción, por Enrique Bernales

“Cuando sociedad y Estado cumplen con sus deberes, los riesgos de corrupción
en el sector público disminuyen sensiblemente”.

Causas sociales de la corrupción, por Enrique Bernales

Tiene razón el presidente Pedro Pablo Kuczynski cuando califica la corrupción


en el país como “estructural”. El concepto tiene que ver principalmente con los
comportamientos e instituciones de la sociedad.

La tesis no es limpiar de responsabilidad al Estado, por la corrupción que afecta


a la gestión pública. De lo que se trata es de entender que ella tiene su origen
en patrones de comportamiento social, proclives a la permisibilidad con
conductas antisociales que son causa de delitos en el seno de la sociedad o de
utilización del Estado como botín para el enriquecimiento indebido. Este tipo de
problemas no se resuelve apelando a medidas exclusivamente jurídicas.

Con la Revolución Francesa, el monárquico “el Estado soy yo” fue reemplazado
por el “nosotros somos el Estado”, que desplaza hacia el pueblo el poder de ser
la autoridad soberana de la que nace el Estado democrático, social y
constitucional.

Un siglo antes, Thomas Hobbes, partiendo del racionalismo cartesiano,


preconizaba la necesidad de una autoridad que permitiese el paso del estado de
naturaleza al estado de sociedad civil. En el primero, que según Hobbes es el
originario del hombre, prima la confrontación, la guerra por la sobrevivencia:
“Cada hombre es un lobo para todo otro hombre”. Como nada puede perpetuarse
en esa situación, surge el pacto de creación de una autoridad superior
(“Leviatán”) que, concentrando el poder, impone orden, seguridad y paz. En
síntesis, el Estado nace del acuerdo social y vendría a ser la sociedad
organizada por un poder con capacidad de mando.

Contemporáneamente, el concepto de “estructura” es usado por conocimientos


como la filosofía, la economía, la ingeniería o la sociología, que estudian la forma
y patrones de conducta que caracterizan a los grupos sociales que, en su
conjunto, conforman una estructura donde se configura un sistema de
interrelaciones.

Razonemos ahora sobre la corrupción como un fenómeno que presenta


aspectos estructurales. Si esto es así, entonces lo que llamamos “corrupción del
Estado” es en realidad “corrupción en el Estado”, que no es un mal congénito de
este, sino el asalto a la sociedad y al Estado, por individuos o grupos de crimen
organizado que debido a carencias y debilidades sociales internalizan conductas
proclives al delito, que violan las reglas de la convivencia social ordenada y
pacífica. Esto es, las reglas sociales, morales, jurídicas, religiosas, etc.

¿Es el Estado guardián de todas estas reglas? De las jurídicas sí, pero las demás
son responsabilidad principal de los miembros del cuerpo social y especialmente
de la familia. ¿Qué corresponde al Estado en esas reglas de la sociedad? Pues
proveer de adecuadas políticas sociales que permitan un desarrollo armónico de
cada persona y de la sociedad.

En la educación, el Estado debe cooperar, en primer lugar, con la familia, porque


a ella le corresponde la enseñanza básica que se transmite de padres a hijos,
brindando los conocimientos que nos hacen humanos, comprensivos,
inteligentes, adquirientes del don de la palabra, de la relación amigable. Es en el
hogar donde aprendemos a rezar, a usar con rectitud la libertad individual, a
internalizar los sentimientos de pertenencia, de amistad y de amor.

En todo esto no entra el Estado, pero sí en las ayudas de infraestructura, de


horarios diversificados para que padres y madres que trabajan dispongan de
tiempo para estar con sus hijos; atender a la salud, proporcionar ambientes
adecuados para la recreación y la cultura, la socialización sana del deporte, y la
solidaridad social. Cuando sociedad y Estado cumplen con sus deberes, los
riesgos de corrupción en el sector público disminuyen sensiblemente.

En conclusión, la recuperación de los valores inherentes a la vida familiar y una


educación en la que el Estado provea de óptimas condiciones para la formación
de niños, adolescentes y jóvenes. Se trata de exigencias fundamentales de la
lucha contra la corrupción que afecta a la sociedad en su conjunto y, en
consecuencia, al Estado. La receta es: leyes punitivas y reformas institucionales,
las que sean necesarias, pero también el desarrollo socioeconómico para una
vida digna en una sociedad y un Estado sanos.
Enrique Bernales14.11.2016 / 09:00 pm
"LAS NEFASTAS CONSECUENCIAS QUE TRAE LA CORRUPCIÓN"

El Perú está siendo afectado por ciertos


problemas, de los cuales los principales son
la pobreza, el desempleo, la delincuencia y
–el problema que tocaremos – la corrupción.
Aunque este es el cuarto en la lista de los
problemas en el país, es también el primero
en la lista de problemas del Estado, como
corrupción de funcionarios y autoridades;
por ende, el Poder Judicial es el más
corrupto entre los poderes del Estado
(GARCIA ROSAS 2006: 8). Como se menciona en el primer artículo, este
problema tiene varios orígenes, pues traen sus respectivas consecuencias. En
el texto analizaremos los efectos ocasionados por la corrupción y cómo esos
afectan a nuestro país en ciertos ámbitos.

Una de las consecuencias más sobresalientes en el tema es lo relacionado a las


consecuencias sociales. La incredibilidad y la desconfianza de las personas
hacia el Poder Judicial se debe a que los jueces han perdido sus valores
(comentan que el sueldo que reciben no es suficiente para el trabajo que
realizan) y los guía hacia la corrupción. Los jueces se enriquecen ilícitamente
favoreciendo a cierto grupo con economía estable o fija (entre los cuales se
encuentran empresarios, políticos, congresistas y, también, se cubren las
espaldas; es decir, cuando se denuncia a un juez, otro juez lo “salva”). A su vez,
casi nunca o pocas veces se encuentran jueces que no son corruptos. Esta
corrupción se ha manifestado cuando se verifica que los jueces tienen
propiedades y materiales cuyo costo sobrepasa lo ganado justamente. Afecta
también entre los distintos grupos sociales, pues genera conflictos entre quienes
tienen poder económico y son favorecidos por jueces corruptos, y quienes no lo
tienen y no reciben justicia. Un ejemplo de esto podría ser las relaciones de las
empresas mineras y las comunidades. Los jueces en su mayoría apoyan a estas
empresas y marginan a las comunidades de la sociedad.

Otra de las consecuencias que trae la corrupción son las de ámbito económico.
La corrupción en el Poder Judicial trae como otra consecuencia la falta de
inversión de capital nacional y extranjero por organizaciones privadas en nuestro
país. Tal como ocurrió hace algunos años con la empresa “Bavaria”; esta
empresa fue beneficiada por un juez, y este juez, a su vez recibió dinero, hecho
que más adelante salió a la luz. Esta fue una noticia que causó escándalo debido
a la cual, muchas empresas que tenían en sus planes invertir en el Perú se
abstuvieron debido a la excesiva corrupción. El enriquecimiento ilícito de los
jueces es una evidencia de la corrupción debido a los “favores judiciales”
otorgados por los jueces.

El Perú, a lo largo de su historia, ha sufrido diferentes problemas como el


racismo, la esclavitud, el terrorismo, la corrupción, etc. Pero dentro de estos
problemas vamos a destacar la corrupción. La corrupción es definida según la
Real Academia Española como una práctica consistente en la utilización de
las funciones y medios de organizaciones, especialmente en las públicas,
en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores. Y con más
precisión la corrupción de funcionarios es: “Variedad de delito de cohecho, en
la que incurren los que con dádivas, ofrecimientos o promesas, corrompen
o intentan corromper a un funcionario público o aceptan sus
solicitudes”(Diccionario de Derecho, Bosh, 1987: 161). A continuación,
desarrollaremos las principales causas y efectos de la corrupción.

La corrupción es un fenómeno que ha aplacado la conciencia de la gente a nivel


social y económico. Repercute de una manera inmoral en las obligaciones que
nuestros gobernantes tienen hacia nosotros. Las causas que hacen posible este
problema se podrían clasificar en los niveles sociales, económico y
político. En lo social, la falta de un servicio profesional que fiscalice los actos
de los gobernantes; insuficiente participación ciudadana en actos de fiscalización
y evaluación de la gestión pública. En lo económico, el insuficiente pago a los
trabajadores públicos genera un descontento y hace posible que la corrupción
tenga cabida en las acciones públicas; asimismo, el desinterés de conocer que
hacen las autoridades con nuestros recursos, el cual conlleva a que dichas
autoridades manejen los recursos públicos sin ninguna inspección.

Con respecto a los efectos de la corrupción cabe destacar los de


tipo económico, político, social. En el campo político resultan de la
generalización de los procesos de corrupción en el marco de los poderes
públicos. A nivel de los sistemas políticos plurales, la corrupción puede
perjudicar gravemente el buen funcionamiento de las instituciones públicas.
Además, muchas veces este tipo de soborno sirve para la manipulación de
aprobación o no de leyes en beneficio de la corrupción. En el plano
económico se destaca sobre todo en los países subdesarrollados, como la
corrupción puede ser el “lubricante” para accionar ciertos mecanismos de
progreso, en otras palabras, los ciudadanos al no estar conforme con los
servicios públicos ofrecidos incurren al soborno para incentivar al funcionario a
realizar actos que excedan a la regla. Sin embargo, estos aparentes “beneficios”
a largo plazo solo generarían que menos inversionistas quieran invertir en
nuestro país. El efecto social que genera la corrupción se da porque acentúa las
diferencias sociales debido a que aleja a las clases más pobres obligándolas a
la informalidad para subsistir. Actualmente la corrupción generalizada en los
gobiernos contribuye a la crisis en el sistema y sus instituciones con detrimento
de la calidad de vida de la gente.

En síntesis, podemos afirmar que la corrupción afecta a nuestro país pues está
bien arraigada en nuestra sociedad lo que conlleva a que no haya un buen
control de la economía y por lo tanto una mala calidad de vida para la población.
Este problema no solo involucra a las altas esferas de nuestra sociedad sino
también en los demás estratos sociales que por su pobreza no pueden hacer
nada. Por ello debemos fomentar una cultura anticorrupción desde la infancia
para que en las futuras generaciones podamos desterrar este grave problema.
ALEJANDRO PAÚL ROCA LUQUE
Propuestas para frenar la corrupción en Perú…
Por: Jorge Apolitano RodríguezOpinión Perú 19 Octubre, 2013

El tema de la corrupción en el Perú es un tema tan complejo y delicado que en


verdad urge abordar frontalmente para poder lidiar con ella de manera efectiva y
sin hipocresías por los tres poderes del estado, como el Poder Ejecutivo,
Legislativo y Judicial.

Una sociedad corrupta no puede ser sino una sociedad en estado de


descomposición y por consiguiente tiene necesariamente que ser una sociedad
injusta. La corrupción que nos agobia es desde luego tanto jurídica como política,
pero también es médica, cultural, financiera, moral, familiar, etc., es decir se
manifiesta en todas las dimensiones de la vida contemporánea.

Nuestro país atraviesa una crisis moral y ética, se ha perdido los principios y los
valores en la sociedad. Según un estudio de Pro ética los tres principales
problemas que afronta el Perú son: En primer lugar la delincuencia y la falta de
seguridad, lo sigue la corrupción y las coimas en el sector público y el desempleo
la falta de trabajo.

Si el Gobierno sabe muy bien cuales son los flagelos que afronta nuestro país,
debería iniciar a combatir estos males que están en el estado. En el Poder
Ejecutivo a través de sus Ministerios, los gobierno regionales y locales. Todos
sabemos los delitos que cometen los funcionarios públicos y servidores del
estado, que son: Concusión, peculado, malversación, cohecho, tráfico de
influencias y enriquecimiento ilícito.

Ante esta crisis moral y corrupción proponemos que el Gobierno de turno debe
luchar frontalmente para combatir la corrupción y la delincuencia, dos flagelos
que hasta el momento nos esta venciendo ante la ineptitud del Poder Ejecutivo,
Legislativo y Judicial. Esto preocupa y debemos actuar en forma rápida.

Nuestra primera propuesta que el Poder Ejecutivo debe tomar el modelo del
Gobierno de Finlandia, que tiene la mejor educación en el mundo y cero
corrupciones. Para esto ha dado prioridad al sector educación y policial con un
presupuesto adecuado, en dicho país los maestros y los policías son los mejores
pagados. Sin embargo en el Perú son los peores pagados. Por eso tenemos
mala calidad educativa y una policía corrupta y no respetada por la sociedad.
La segunda propuesta es aumentar las penas para los funcionarios que cometen
delitos de corrupción contra la administración pública, las sanciones deben ser
penas efectivas y de cadena perpetua como se imponen en el país de China y
Japón. Como la criminalidad se ha especializado hay que aumentar las penas.
Hay delitos que a los culpables se les sancionan con penas muy bajas y por lo
tanto tienen libertad condicional y siguen robando al estado.

Para esto urge una posible reforma a la legislación tendría que ser únicamente
para aumentar las sanciones y esta propuesta está en manos del Poder
Legislativo que, en lugar de luchar contra la corrupción, más bien la protege
como es el caso con la Ley Nº 29758 publicado el 21 de julio del 2011 que bajaron
las penas en los delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos. Sobre
esta ley controvertida analizaremos más profundamente en otro artículo.

No debe ver justificación alguna, como es el caso de algunos malos funcionarios


o congresistas que alegan que no cometieron delitos, sino errores o pecados. El
delito es definido como una acción típica, anti jurídica, imputable, culpable,
sometida a una sanción penal. En síntesis, no es “un vivo”, sino un delincuente.
La policía se ha convertido en una institución corrupta debido que malos policías
trabajan de la mano con la delincuencia, no dejemos de lado la labor de los
Fiscales y Jueces que deben ser severos al momento de sancionar los delitos y
actos de corrupción cometido por funcionarios, servidores y policías. Hay que
poner mano dura a los delincuentes de “cuello y corbata”.
Finalmente, los funcionarios deben recibir formación en el manejo de fondos
públicos, como una forma arraigar la ética del servidor público. Debemos apostar
por mejorar el sistema educativo y transformarlo en un método para la promoción
de valores y el servicio público, alejado de la ambición monetaria. El ciudadano
debe abandonar las prácticas ilícitas de cualquier tipo, además de denunciar a
quienes consideran sospechoso de corrupción.

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