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Es por ello que en la actualidad, se ha vuelto a retomar estos temas con fuerza,
puesto que por las actuaciones de ciertas autoridades, funcionarios y terceras personas,
que olvidan los fines del Estado actúan a favor de otra u otras personas determinadas,
utilizando sus cargos para infringir la Ley.
La cual busca regular estos asuntos, sancionar a los culpables y evitar la corrupción
en los órganos de la Administración la Justicia, su función principal es ejecutar la Ley y
aplicar las medidas que se tengan que tomar y evitar que personas mal intencionadas se
beneficien de ella injustificadamente.
DELITOS CONTRA LA COSA PÚBLICA
EL PECULADO
Es un delito contra la propiedad, que consiste en que una persona se le entregó algo
y la misma se apropio de ella, porque no lo devolvió, no rindió cuentas, no lo entregó,
es decir, no cumplió con lo que tenía que hacer.
Art. 466° CP. “El que se haya apropiado, en beneficio propio o de
otro, de alguna cosa ajena que se le hubiere confiado o entregado por
cualquier título que comporte la obligación de restituirla o de hacer
de ella un uso determinado, será castigado con prisión de tres meses
a dos años, por acusación de la parte agraviada”.
La norma del artículo 466, está referida a un delito llamado apropiación indebida;
que tiene dos modalidades: Apropiación indebida simple y apropiación indebida
calificada.
Este artículo marca una gran diferencia entre las dos especies de delitos; porque la
apropiación indebida simple es de acción privada y la apropiación indebida calificada es
de acción pública.
Peculado culposo.
La diferencia en cuanto a penalización con respecto del peculado doloso propio está
referida a la intención.
Si el funcionario público que administra los bienes del patrimonio público está
involucrado directamente y fue el artífice del hecho en que se perdieron dichos recursos,
y por lo tanto ha recibido un provecho, él personalmente o un tercero; es un delito de
peculado doloso propio. Y la diferencia con el peculado culposo es la intención; el
funcionario que administra, recauda o custodia los bienes del patrimonio público no
podrá decir, es “que yo no sabía nada de eso”; porque él es el responsable de esos
bienes, por lo tanto se le puede abrir un proceso para determinar su responsabilidad y ha
incurrido en peculado culposo; porque dicho funcionario fue negligente, o imprudente o
porque actuó con impericia: Claro no tenía la intención de que los bienes se perdieran o
los sustrajeran, etc, pero, con su imprudencia, negligencia, impericia e inobservancia
permitió que eso pasara o se llevara a cabo.
PECULADO DE USO
Recordemos como ejemplo el sonado caso de las colitas en los aviones de PDVSA.
Los carros propiedad de entes públicos que son utilizados para diligencias personales (ir
a la playa, de paseo, etc), independientemente del rango que tenga el funcionario
público, es un delito de peculado de uso.
LA CONCUSIÓN
CLASES DE CONCUSION
ELEMENTOS DE CONCUSION
Que con ese carácter de encargado, exija por sí o por medio de otro, dinero,
valores, servicios y otra cosa que sepa no ser debida,
LA CORRUPCIÓN DE FUNCIONARIOS
En este caso, el funcionario retarda o no hace algún acto de sus funciones, que
puede causar un efecto bien sea negativo o positivo o que moleste a alguien; o que por
efectuar algún acto contrario al deber que ellas le impongan, es decir un acto que el
funcionario acomoda a conveniencia de quien le dice; si el funcionario por estas tres
cosas: omitir, hacerlo distinto o por retardarlo, reciba o se haga prometer dinero u otra
utilidad, bien por sí mismo o mediante un tercero, será penado con prisión de 3 a 7 años.
Téngase en cuenta que los actos administrativos generan efecto a los particulares.
CLASES DE CORRUPCIÓN
ELEMENTOS DE LA CORRUPCIÓN
1. Que el acto mismo sea contrario a la Constitución o las leyes, es decir, que lo que
sea siempre, y que por lo tanto, ningún funcionario pueda estar facultado para
disponerlo o ejecutarlo.
Los ministros de culto con frecuencia ellos son convocados a asistir a actos públicos,
no a título individual, sino por lo que representan: como autoridades o caras visibles de
las confesiones religiosas que presiden o a las que sirven, y en su representación. No se
trata de una distinción a sus personas, sino de un reconocimiento a lo que las
comunidades religiosas significan.
Artículo 209.El ministro de cualquier culto que, en el ejercicio de sus funciones, trate
con público desprecio o vilipendio las instituciones, las leyes de la República o los actos
de la autoridad, será castigado con arresto de uno a seis meses.
El delito requiere dolo, ya que este persigue un fin determinado que es el desprecio o
vilipendio de las instituciones, las leyes de la República o los actos de autoridad.
Con las mismas penas se castigará al ministro de cualquier culto que, prevaliéndose
de su carácter, constriña, induzca o persuada a alguna persona a efectuar actos o a hacer
declaraciones contrarias a las leyes en perjuicio de los derechos adquiridos en virtud de
éstas.
Este delito puede admitir tentativa, en el sentido de que un sacerdote ordene imprimir
su excitación en hojas sueltas para distribuirlas en su parroquia, y antes de llegar a
entregarlas sean descamisadas por los órganos policiales o que una autoridad
eclesiástica de más alto rango prohíba entregarlas.
Artículo 211. Incurrirán en la pena de expulsión del espacio geográfico de la
República, por tiempo de uno a tres años, los eclesiásticos que quebranten las
disposiciones de la ley sobre patronato eclesiástico, o que de algún otro modo, a título
de funciones, jurisdicción o deberes eclesiásticos, usurpen la jurisdicción civil, o
desconozcan la soberanía de la nación, o desobedezcan las leyes de la República y las
resoluciones y prohibiciones que, en consecuencia, dicte y establezca el Gobierno.
Este artículo tiene como sujeto activo a los clérigos, Ministros de Dios o
eclesiásticos, por tanto es de sujeto activo calificado. Quienes incurren en este delito, lo
hacen con dolo genérico. Debido a que se valen de la condición de eclesiásticos para
cometerlo.
ULTRAJE SIMPLE
ART. 222. El que de palabra u obra ofendiere de alguna manera el honor, la
reputación o el decoro de un miembro de la Asamblea Nacional, o de algún funcionario
público, será castigado del modo que sigue, si el hecho ha tenido lugar en su presencia y
con motivo de sus funciones:
JURISPRUDENCIA. Nulidad parcial de los Arts. 223, 224, 225 y 226 del C.P.
(Ahora Arts. 222, 223, 224 y 225 del C.P.). “Impugnó también el accionante los
artículos 223, 224, 225, 226 y 227 del Código Penal, los cuales rezan:
Considera la Sala, que tanto la difamación como la injuria a que estén expuestos
todos los ciudadanos, responden a ofensas al honor, a la reputación y al decoro de las
personas, así sean Asambleístas o funcionarios públicos, y ante estas ofensas de palabra
(orales o escritas) ellos pueden acudir a los tipos de los artículos 444 y 446 del Código
Penal y exigir la responsabilidad penal de los ofensores (difamación e injuria).
Tal trato especial, otorgado por los artículos 223, 224 y 225 del Código Penal a los
funcionarios públicos es a juicio de esta Sala, violatorio del numeral 1 del artículo 21
constitucional, el cual reza:
Según Tulio Chiossone (1993, pág. 35), dichas acciones de los hechos punibles
tienen por regla general implícita la noción del daño, la falsedad y el daño moral. Las
cuales tienen como objetivo crear una situación falsa para lograr un beneficio personal,
muchas de ellas para presionar a otras personas a cancelar a alguna cantidad de dinero.
Un ejemplo de ello lo representan las personas que notifican a sus familiares que han
sido secuestrados, para lo cual deben cancelar una suma de dinero para su liberación,
estas personas buscan por medio de la presión obtener un beneficio propio. Otro
ejemplo es cuando las personas que trabajan con dinero fingen que las han asaltado, sin
embargo, se han puesto de acuerdo con varias personas para hacerles ver a las
autoridades que se ha cometido un delito.
Este delito está expresamente tipificado en el artículo 240 del Código Orgánico
Venezolano: “Cualquiera que denuncie a la autoridad judicial o a algún funcionario de
instrucción un hecho punible supuesto o imaginario, será castigado con prisión de uno a
quince meses. Al que simule los indicios de un hecho punible, de modo que de lugar a
un principio de instrucción, se le impondrá la misma pena”.
“El que ante esta autoridad judicial declare falsamente que ha
cometido o ayudado a cometer algún hecho punible, de modo que de
lugar a un principio de instrucción, a menos que su declaración sea
con el objeto de salvar a algún pariente cercano, un amigo íntimo o a
su bienhechor, incurrirá igualmente en la propia pena”.
CALUMNIA
El delito de Calumnia previsto en el Titulo IV, Capítulo III, articulo 241 del Código
Penal, se trata de un delito contra la Administración de Justicia, cuyo objeto jurídico es
impedir que la majestad de la Justicia resulte agraviada y desviada por denuncias o
acusaciones infundadas de personas irresponsables, por lo que el interés protegido es el
ultraje a la Administración de Justicia, por ello José Rafael Mendoza Troconis en el
libro Curso de Derecho Penal Venezolano, Compendio de Parte especial, sostiene:
DIFERENCIAS
Ambas actuaciones son delitos tipificados por el Código Penal Venezolano, éstos
buscan que las autoridades desvíen su atención a otras cosas que no tiene nada que ver
con el delito que realmente se está cometiendo. Dichas acusaciones son graves ya que se
está poniendo en juego la reputación de muchas personas, buscando un beneficio
personal o engañar a las autoridades judiciales. La diferencia entre ambas es que la
Simulación del Hecho Punible es fingir un delito mientras que la calumnia es formalizar
una acusación contra una persona sin tener pruebas como tal.
FALSO TESTIMONIO
Delito en el que incurren los testigos que a sabiendas prestan una declaración falsa
en un juicio. El delito de falso testimonio sólo puede ser cometido por quien tiene la
calidad de testigo en un proceso. De esta manera se excluye como sujetos activos del
mismo a los peritos y también a quienes se desempeñen como intérpretes.
Si el testimonio se hubiere dado sin juramento, la pena se debe reducir de una sexta a
una tercera parte”.
Esta acusación aplica cuando una persona es llevada a juicio para testificar sobre un
hecho bajo juramento y ésta no dice la verdad, dice parte de ella o miente
deliberadamente, perjudicando a una de las partes para su total esclarecimiento.
LA PREVARICACIÓN
Cualquiera de los individuos arriba indicados, que después de haber defendido a una
de las partes, sin el consentimiento de ella, tome a su cargo la defensa de la parte
contraria, será castigado con prisión de uno a tres meses.
Si el defendido estaba encausado por algún delito que merezca pena corporal de
treinta meses o más, la pena de prisión será por tiempo de dieciocho meses a dos años.
Artículo 252.- Los Fiscales o Representantes del Ministerio Público que, por colusión
con la parte contraria o por cualquier otro motivo fraudulento, pidan indebidamente la
absolución o la condena del enjuiciado o el sobreseimiento de la causa, serán castigados
con prisión de tres a dieciocho meses.
Artículo 253.- Cualquiera de los individuos a que se refiere el artículo 251 que se
haga entregar de su cliente dinero u otras cosas, a pretexto de procurar el favor de
testigos, peritos, interpretes, Representantes del Ministerio Público, magistrados o
conjueces que hubieren de decidir en la causa, será castigado con prisión de uno a tres
años y suspensión del ejercicio de su profesión por tiempo igual al de la condena.
Este tipo penal es un delito que tiene como bien jurídico protegido ala
ADMINISTRACIÓN DEJUSTICIA, en consecuencia la comisión de dicho ilícito sólo
afecta al Estado como garante de esa función pública que se resume en impartir Justicia,
no pudiendo un particular usurpar la cualidad de víctima cuando la misma solo esta
conferida al Estado Venezolano.
DEL ENCUBRIMIENTO
Serán castigados con prisión de uno a cinco años los que, después de cometido un
delito penado con presidio o prisión, sin concierto anterior al delito mismo y sin
contribuir a llevarlo a ulteriores efectos, ayudan sin embargo a asegurar su provecho, a
eludir las averiguaciones de la autoridad o a que los reos se sustraigan a la persecución
de ésta o al cumplimiento de la condena y los que de cualquier modo destruyan las
huellas o indicios de un delito que merezca las antedichas penas.
Para la comisión del delito en estudio se requiere que se haya cometido con
anterioridad un delito que merezca pena de presidio o de prisión. Por delito cometido
debe entenderse delito agotado, es decir, el delito en el cual la actividad del agente ha
sido plenamente cumplida. Por consiguiente, si el delito que se encubre es uno de
naturaleza permanente o un delito continuado y un individuo interviene en aquél durante
la permanencia, como si, por ejemplo, toma a su cargo la custodia del sujeto pasivo de
un secuestro, habrá coautoría y no encubrimiento; y si en el delito continuado interviene
para ayudar al sujeto activo entre una y otra de las varias violaciones de una misma
disposición legal que lo configuran, como ocurriría cuando excitara a un sirviente
doméstico que ha hurtado ya dinero a u n patrono en varias ocasiones, para que hurte
una vez más, tampoco habrá encubrimiento, sino complicidad en el hurto.
Es indispensable, además, que no haya habido concierto anterior al delito
consumado, con el autor del mismo, y que no se contribuya a llevar dicho hecho
delictuoso a ulteriores efectos.
La acción en este delito puede consistir también en prestar ayuda para que el agente
asegure el provecho del delito, para que eluda las averiguaciones de la autoridad, para
que se sustraiga a la persecución de ésta o a la condena, mediante la destrucción o
alteración de las huellas o indicios de un delito que merezca una u otra de las predichas
penas.
La ayuda del encubridor ha de ser positiva; o mejor dicho: debe consistir en una
actividad, en un hacer, y no en inactividad o en un no hacer, como que el encubrimiento
es activo siempre, nunca pasivo o inactivo.
Es admisible la tentativa.
El encubrimiento es imputable a título de dolo genérico, representado por la
consciente voluntad de ayudar a alguien contra el que actúa la justicia a lograr alguno de
los objetivos indicados en el artículo que se estudia. No es indispensable que el
encubridor conozca la condición de reo del encubierto: es suficiente que sepa-y hasta
que presuma- que la acción de la justicia se dirige contra él.
Conviene recordar aquí -según se expuso antes- que el artículo 219 determina los
parientes que la ley considera cercanos: el cónyuge, los ascendientes, los tíos y sobrinos,
los hermanos y los afines en el mismo grado.
Fuga. Según el artículo 258 del Código Penal, comete el delito de fuga cualquiera que,
hallándose legalmente detenido, se fugare del establecimiento en que se encuentra,
haciendo uso de medios violentos contra las personas o las cosas.
Se trata, desde luego, de un delito de sujeto activo determinado, como que sólo
puede ser cometido por quien se encuentra legalmente detenido.
Las condenas cuyo quebrantamiento sanciona este artículo son las consistentes en las
penas privativas de la libertad: presidio, prisión y arresto; y las restrictivas de ella:
expulsión del territorio dela República, relegación a colonia penitenciaria y
confinamiento. Las penas privativas de la libertad y la de relegación a colonia
penitenciaria se quebrantan mediante la fuga o evasión; la de confinamiento, con la
salida de la jurisdicción del Municipio señalado en la sentencia que aplique dicha pena,
el cual ha de estar a no menos de cien kilómetros de distancia del lugar en donde se
haya cometido el delito; y la de expulsión, con el regreso al territorio nacional antes del
vencimiento del tiempo por el cual ha sido impuesta la sanción.
El delito que se estudia puede ser violento o no: el primero se perpetra cuando el
sentenciado quebranta una cualquiera de las condenas a las penas privativas o
restrictivas de la libertad preindicadas por medio de violencia, intimidación, resistencia
con armas, fractura de puertas, ventanas, paredes, techo o suelo, empleo de llaves falsas,
escalamiento o cualquiera otra circunstancia agravante que no sea la simple fuga, y
entonces el agente sufrirá una agravación de pena de la misma especie de la que ha ya
estado cumpliendo, entre una quinta y una cuarta parte de la principal-según la
naturaleza y número de tales hechos concomitantes a juicio del Tribunal. Pero, si la fuga
se efectúa sin ninguna de las circunstancias antes mencionadas, la agravación de la pena
no podrá ser mayor de la octava parte de la principal. Y si la condena quebrantada fuere
la de expulsión del territorio de la República, el condenado, que en todo caso será
puesto fuera de ella, lo será a su costa, si tuviere bienes.
El artículo 262
Por consiguiente, el sujeto activo de todos y cada uno de estos delitos no es,
entonces, un simple detenido, sino un condenado, es decir, un individuo que se
encuentra cumpliendo la pena que le ha sido impuesta, en sentencia definitivamente
firme por la autoridad judicial competente.
Es posible la tentativa.
El artículo 264
El que de alguna manera procure dice o facilite la fuga de un preso, será penado con
presidio de uno a dos años, teniéndose en cuenta la gravedad de la inculpación o
naturaleza y duración de la pena que le quede por cumplir al fugado. Si para procurar o
facilitar la evasión, el culpable ha hecho uso de alguno de los medios indicados en el
artículo 258, la pena será de dos a cuatro años de presidio, cuando la fuga se lleve a
cabo; y cuando ésta no se verifique, será de uno a dos años de presidio. En uno u otro
caso deberá tener en cuenta la gravedad de la inculpación o la naturaleza y duración de
la pena aún no cumplida. Si la persona culpable es pariente cercano del preso, la pena
quedará reducida de una tercera parte a la mitad, según la proximidad del parentesco.
La acción consiste en procurar o facilitar la fuga de un preso. Los verbos usados por
el legislador no son sinónimos: procurar es hacer diligencias o esfuerzos para lograr una
cosa; facilitar significa hacer posible la ejecución de un hecho o la consecución de un
fin. Se trata, por consiguiente, de un delito por comisión, ya que entraña una conducta
activa, un hacer: se requiere para su consumación que se ejecute una acción. Ejemplos
de esa conducta activa sería facilitar ropa corriente al recluso condenado para sustituir el
meleco o traje que debe llevar en el establecimiento penitenciario entregarle una lima o
una segueta para cortar los barrotes de las celdas. N o se concibe la perpetración de este
delito por omisión, por no hacer.
Sujeto activo puede ser cualquiera que no sea funcionario público que tenga el
encargo de conducir o custodiar al detenido o sentenciado evadido, pues este caso está
contemplado en el artículo siguiente. Podrá serlo, en cambio, otro detenido o condenado
siempre que no obre con la intención de evadirse él mismo, porque entonces sería
coautor, aunque la evasión se quede en el grado de tentativa o de frustración.
El medio de comisión puede ser cualquiera que resulte adecuado para procurar o
facilitar la fuga: así lo establece expresamente el artículo que se examina.
Las penas establecidas en los artículos precedentes se aumentarán con una tercera
parte cuando las violencias previstas en los mismos artículos se hubieren cometido con
armas o por efectos de un plan concertado o si el hecho sucede en reunión de tres o más
personas.
El sujeto activo de este delito sólo puede serlo un funcionario público que haya sido
encargado de la custodia o conducción de un detenido o sentenciado; y la acción
consiste en permitir a uno u otro de éstos, sin estar facultado para ello, que salga,
aunque sea temporalmente, del lugar en que debe permanecer detenido o del lugar en
que debe cumplir su condena.
El sujeto activo de este delito ha de ser un funcionario público que haya sido
encargado de la custodia o conducción de algún detenido o sentenciado. La acción
consiste en conceder permiso, sin estar autorizado a cualquiera de aquéllos para salir,
aunque sea temporalmente, del lugar en donde debe permanecer detenido o del que debe
sufrir su condena.
Una apreciable reducción de pena a la quinta parte ambos el primero, para cuando el
fugado se constituya espontáneamente prisionero, caso en el cual la rebaja será de
cualquiera de las penas previstas en los artículos anteriores del Capítulo; el segundo, en
favor del funcionario «que, siendo culpable de los hechos respectivamente previstos en
el segundo aparte del artículo 265, haya logrado, dentro de los tres meses siguientes a la
fuga, la captura de los evadidos o su presentación a la autoridad. Pero no podrán
acumularse las dos reducciones, desde luego.
DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO. GENERALIDADES. LA
IMPORTACIÓN, FABRICACIÓN, COMERCIO, DETENTACIÓN Y PORTE DE
ARMAS. LA INSTIGACIÓN A DELINQUIR: CLASES. EL
AGAVILLAMIENTO: ELEMENTOS
DE LA INSTIGACIÓN A DELINQUIR
Cualquiera que públicamente o por cualquier medio instigare a otro u otros a ejecutar
actos en contravención a las leyes, por el solo hecho de la instigación será castigado:
1°. Si la instigación fuere para inducir a cometer delitos para los cuales se ha
establecido pena de prisión, con prisión de una tercera parte del delito instigado.
2°. En todos los demás casos, con multas de ciento cincuenta unidades tributarias (150
U.T.), según la entidad del hecho instigado.
El delito queda consumado tan pronto como el agente instiga públicamente a otro a
cometer una infracción determinada. Y es imputable a título de dolo.
El delito que se estudia es el que la doctrina penal denomina instigación directa o
específica, pues consiste en excitar precisamente a cometer una infracción determinada.
Quien instigare a la desobediencia de las leyes o al odio entre sus habitantes o hiciere
apología de hechos que la ley prevé como delitos, de modo que ponga en peligro la
tranquilidad pública, será castigado con prisión de tres años a seis años.
EL AGAVILLAMIENTO
Es un delito colectivo, los sujetos activos deben ser más de dos, a menos tres
personas, y capaces de ser imputables, no contándose para formar el número requerido,
ni los locos ni los menores de diez a ocho años.
El código penal se refiere a la asociación de dos o más personas, quiere decir, que
con dos personas ya hay asociación para delinquir. Esta asociación de dos personas ha
sido tratada desde el punto de vista criminológico, porque esa asociación de dos
personas para cometer delitos entraña, una serie de problemas tipo criminológico.
El agavillamiento.
El articulo 286 C.P: Cuando 2 o más personas se asocien con el fin de cometer
delitos, cada una de ellas será penada, por el solo hecho de la asociación, con prisión de
2 a 5 años.
ELEMENTOS:
Pena: con el solo hecho de asociarse, prisión de dos a cinco años; si recorren
campos o los caminos y si dos de ellos, por lo menos, llevan armas la pena será
de presidio de dieciocho meses a seis años; los promotores o jefes de la gavilla
incurren en la pena de presidio de dieciocho meses a cinco años en el caso del
artículo, 286, y de treinta meses a seis años en el caso del articulo. 287.
El artículo 343 del Código Penal disponen: “El que haya incendiado algún edificio u
otras construcciones, productos del suelo aun no recogidos o amontonados, o depósitos
de materias combustibles, será penado con presidio de tres a seis años.
Por su parte el 345 ejusdem estatuye: “Los que pongan fuego a dehesas o a sabanas
de cría sin permiso de sus dueños o a sabanas que toquen con los bosques que surten de
agua las poblaciones, aunque estos sean de particulares, serán castigados con prisión de
seis a diez y ocho meses”.
Por último el artículo 349 del Código Penal establece: “El que aplique fuego a naves, o
aeronaves, o a cualquiera otra construcción flotante, o el que ocasiones su destrucción,
sumersión o naufragio, será penado con presidio de tres a cinco años”.
ELEMENTOS
Artículo 364. El que ilegalmente tale o roce los montones donde existan vertientes
que provean de agua las poblaciones aunque aquellos pertenezcan a particulares, será
penado, salvo disposiciones especiales, con prisión de uno a tres años.
El que ilegalmente interrumpa el servicio de agua a un centro de población, será
penado con prisión de dos a cinco años.
CONCLUSIÓN
Al terminar este trabajo atendimos que la ética forma parte de los fundamentos o
pilares en que están basadas las normativas constitucionales; en base a ella, deberíamos
tener los venezolanos una Administración Pública íntegra, honesta, que reúna las
condiciones necesarias en el ejercicio del poder, sustentada en esa concepción de Estado
que plasmó el Constituyente en la Constitución Nacional de 1.999.
Los órganos del Justicia, cumplen un papel fundamental en dictar las sentencias
apropiadas para cada caso, por ello es importante que existan normas, reglamentos y
sanciones que hagan poner en vigor la Ley, ya que si no se hiciera adecuadamente
muchos delitos quedarían impunes y quizás muchas personas inocentes pagarían delitos
que no han cometido.
BIBLIOGRAFÍA
Chissione, Tulio. Teoría del Hecho Punible. Universidad Central de Venezuela, 1993.
www.stevenhendrix.com/.../VM_Penal_Esp_10-18.134120949.pdf
http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com
http://www.tsj.gov.ve