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S %W.I Y .SP.'I:'IIVAi\'LlO 1E K E S A OP: M I E R

a pedirla varios dilrutadoj cii pro1,osicioii<~sformales, y riejaiido eii tomo del


gobierno, para quc lo dirigicsc, un Senado provisiorial de la flor dc los libe-
rales, los demás nos rctirásemos convocaiidu un iiuevo Congreso. Todos rcci-
bieron mi proposición con entusiasmo y querían hacerla al otro día en el
Congreso. Varios diputados Iiay cn vuestro seno de los que concurrieron y
pueden servirme dc testigos. Pero las circunstancias de entonces eran tan
críticas para el gobierno, que algunos de sus miembros temblaron de versc
privados un momento de las luces, el apoyo y prestigio de la representación
nacional. Por este motivo fue que resolvimos trabajar inmediatamente un pro.
yecto de bases constitucionales, cl cual diese testimonio a la nación, que si
hasia entonces nos habíamos rrsistido a dar una constitución, aunque Itur-
bide nos la exigía, fue por no consolidar su trono; pero luego que logramos
libertarnos y libertar a la nación del tirano, nos habíamos dedicado a cum-
plir d encargo de constituirla. Una comisión de mis amigos nombrada por
mí, que después ratificú cl Congreso, trabajó en mi casa dentro de dieciocho
días cl proyccio de bases que 110 llegó a discutirse porque las provincias
comenzaron a gritar que carecíamos dc facultades para constituir a la nación.
Dígase lo que se quiera, en aquel proypcto Iiay mucha ~ahiduríay sensatez
y ojalá que la nación no lo eche de menos algún día.
"Se nos ha censurado de que proponíamos un gobierno federal, cn el
nombre, y central en la realidad. Yo he oído hacer la misma critica del pro-
yecto constitucional de la nueva comisibn. Pero ¿qué no hay más de nn modo
de federarse? Hay federación cii Alemania, la hay cii Suiza, la hubo en Ho-
landa, la Iiay en los Estados Unidos de América, en cada parie ha sido o
es diferenti, y ann puede hahcrla de otras varias niaiicrar. Cuál sea la que
a nosotros convenga hoc opus, hic labor est. Sobre este objeto va a girar mi
discurso. La antigua comisión opinaba, y yo creo todavía, quc la federación
a los principios debe ser muy compacta, por ser asi más análoga a nuestra
educación y costumbres, y más oportuna para la guerra que nos amaga, hasta
que pasadas estas circunstancias en que necesitamos mncha unión, y progre-
sando en la carrera de la libertad, podamos, sin peligro, ir soltando las anda-
deras de nuestra infancia política hasta llegar al colmo de la perfección m-
cial, que tanto nos ha arrebatado la atención en los Estados Unidos.
"La prosperidad de esta república vecina ha sido, y está siendo, el dispa-
rador de nuestra América porque no se ha ponderado bastante la inmensa
distancia que media entre ellos y nosotros. Ellos eran ya Estados separados e
independientes unos de otros, y se icderaron para unirse contra la opresión
de la 1iiglati.ri-a; fcilerariios nosotros estando unidos. es diuidirrios y atrair.
iios los males que ellos procuraron remediar con csn fcd<~racióii.J':llos hal:ísi!
vivido bajo iiiia carisiiii~ciúiiqiic <:o]?sÓ!o ?i~j~rirnir pl notnhre de rry es la
de una república: iiosoiros encorviidos 300 años bajo el yiigo de un monarca
absoluto, apeiias acertamos a dar uii yaso sin tropiezo eii el estiidio di:sccno-
cido de la liliertad. Sornos corno niños a qiiienes poco Iia Fe hati quitado la-.
lajas, o como esclavos que acabarrios dc larzar cadrnas iiiretiradas. Aquél era
un puehlu nuevo, Iiomogéiico, industrioso, laborioso, iliiitrado y lleno d:,
virii16cs socialc, como educado por u:ia riaciiiri l i l ~ r c ;nosoiros somos nii
purhlo viejo, lietcrogénco, sin industria, eiirmigos dr.1 trabajo y querierido
vivir (1,: empleos como los erpoñoles; taii ignoranle eii la masa general como
nuestros padres, y carcomido dc los Licios anexos n la i~sclaritiiii de trei
ccntuiiac. Aquél es un pueblo I,e;a<lo, ~esiid<i,tenaz; iiokotros iiiia nación
de vclctae, si se nie permite esta cxl>resiúii; tiin vivos como d azogue y taii
movibles como El. Aquellos Estados forman a la orilla iirl inar una faja
litoral, y cada uno tiene los puertos necesarios a sil <:omercio; ciitre nosotros
5610 en algiinas provinr,ias hay algiinos piierios o fonilradrros, y ln ntiiura1r~z;i
mismii, por decirlo así, nos ha centralizado.
"Qur: me canso r;ii estar indicarido a V. Sol). la diferencia riiormc de si.
tuaci6n y circiinstaiicias que ha liabido y Iiuy entre nosotros y ello?, para
deducir de allí que no nos puede convenir su misma frder~iciún,si ya nos lo
tienr drinostrado la rxppricncia en Venmurla, en Culurnhia. Dc~iumbra~lo-
coiiio nuestras provincias con la iederaciriii ~wúsperadc los Estados Unir!os.
la imitaron a la letra y se perdieron. Arroyos de cangrc liaii corrido die;
años para medio recobrarse y rrgiiirie, dejando tendidos en la areiin ca:i
todos siis sabios y casi toda su poLlzción blanca. Buenos Aires siguió sil
ejemplo; y mientras estaba eii\~iit~lto en el torbelliiio de sil alboroto inierior.
fruto dc la federacióii, cl Kcy del Ijraiil, se apoderó iinpuiicinciiic de la mayor
y mejor parte de la república. ¿,Srrliii l>er<lidoqpara iiosoiros todos esos su-
cesos? dNo racarmeiitarnos sabri la cabeza de iiuesiros Iicrmanos del Sur.
Iinsta que truene el ral-o sobrc la niii3;tra, cu;:iido ya nuestros males no tengaii
remedio o iios sea costo~ísimo?Ellos escarnientailos se han ceniralizado: ¿nos.
otros nos arrojaremos sin temor al piélago dc rus desgracias, y los imitaremos
pn sil tirror en vez de imitarlos rii su arrepeiiiimiei~to?Querer desde el pri-
mer ensayo de la libcrtad remontar Iiasta la cima de la ~~erleccibii social, e.
la locura de un niño que intentase hacerse Iiombre perferto en un día. Nos
agotaremos en cl csfucrzo, siicumbirrmos bajo una carga <lesigiid a nuestras
726 FRAY SERVANDO TEKESA DE MlER

fiierzas. Yo iio sé adular ni temo ofender, porque la culpa no es nuestra sino


de los españoles; pero es cierto que en las más de las provincias apenas hay
Iiombres aptos para enviar al Congreso General; y quieren tenerlos para
congresos privinciales, poderes ejecutivos y judiciales, ayuntamientos, etc.,
etc. No alcanzan las provincias a pagar sus diputados al Congreso Central,
:y quieren ecliarse a cuestas todo el tren y el peso enorme de los enipleados
de una soberanía!
"¿Y qué hemos de hacer, se nos responderá, si asi lo quieren, así lo pi-
den? Decirles lo que Jrsncristo a los hijos ambiciosos del Zebedeo: No sabéis
lo que pedis: nescitis quid pctatis. Los pueblos nos !laman sus padres, traté-
moslos como a niiíos que piden lo que no les conviene: nescitis quid petatis.
'Se necesita valor, dice u11 sabio político, para ncgar a un pueblo entero;
pero es necesario a veccs contrariar su voluntad para servirlo mejor. Toca a
'5us representantes ilustrarlo y dirigirlo sobre sus intereses, o ser responsable
de su debilidad.' Al pueblo se le ha de conducir, no obedecer. Sus diputados
no somos mandaderos, que hemos venido aquí a tanta costa y de tan largas
ilistancias para presentar e1 billete de nuestros amos. Para tan bajo encargo
sobraban lacayos en las provincias o corredores en México. Si los pueblos han
cscogido hombrcs de estudios e integridad para enviarlos a deliberar cn un
Congreso General sobre sus más caros intereses, es para que acopiando luces
en la reunión de tantos sabios decidamos lo que mejor les convenga; no
para que sigamos servilmente los cortos alcances de los provincianos circuns-
critos en sus territorios. Venimos nl Coiigreso General para ponernos como
sobre una atalaya, d c s d ~donde columbrando el conjunto de la nación, poda-
mos proveer con mayor discernimiento a su bien universal. Somos sus ár-
hitros y compromisarios, no sus mandaderos. La soberanía reside esencial.
mente en la naciún, y no pudiendo ella en masa elegir sus diputados, se dis-
tribuye la elección por las provincias; pero una vez verificada, ya no son los
electos diputados precisamente de tal o tal provincia, sino de toda la nación.
Este es el axioma reconocido de cuantos puhlicistas ha11 tratado el sistema
representativo. De otra suerte el diputado d e Guadalajara no pudiera legis-
lar en México, ni el de México determinar sobre los negocios de Veracruz.
Si, pues, todos y cada uno de los diputados lo Eomos de toda la nación ¿timo
puede una fracción suya limitar los poderes de un diputado general? Es ~111
absurdo, por no decir una usurpación de la soberanía de la nación.
"Yo he oído atónito aquí a algunos señores de Oaxacii y Jalisco, decir
que no so11 dueíios de votar como les sugiere su convicción y conciencia, quc
trniendo limitados F.II?, ~ ~ o d e r eno
s son plenipotenciarios o representantes de
la i;ulicraiiia de siis proviiicias. Eir verdad, iio~otroslos Iicmos rrciliido aquí
coino dipulndos, porqiie la ilerci6n rs quirn les dio cl I>oder, y se los dio
para toda la liaciúii; cl 11qw1 qiie abusivamente se llama poder. no ~s más
qu:, iiiia consttiiicia de s u Icgítima ~lecciún;aeí romo la ordenacih es quirii
da a los presliítrrcs la facilitad de coiift-par, lo que se llama liceiicia iio r s más
qii: iiii t ~ ~ t i ~ n o idc
i i o.sil a11tiluJ I I ~ T B<:~CICF.T la Enculind riiie timeti 1101 su
rai-Rcter. Aquí de Dios. Es una regla raLída del derecho, que toda coiidiciriri
nkisnrda o contruclii~toriao i!rgal qiie se poiiga en ciialquier poder, contrato.
rt!.., o la %nula r irrila, o dclx i.on:idcrarsc como no pui~ita.Es así yiir yo
Iir probaclo qiic 111 i-;,:tricciíiii piii'.;tu por ixna ~>rovincia en Ios ~ ~ o d e r cdes iiri
<lil~utado de toda la nacibn c.i nbiiirda. Ei así que rs contradictorio, 1)orrliir
iir:lilica Congrc.eo Convtitiiy~iitecoi, liascs )-a constituidas cuaiesquirrn que
,c:in, como de rc11Úhlica fcilrlrada .ir3 dcteriniiia ya en esos podrres limitados.
1,:s así que es i l r p l . porque rii i.1 dccreiii de convocatoria ? = t i I)rohihi<latoda
rc.tricción. Lurgo, o los podrrrs que la trarii soii nulos y loq qiip haii vrnido
vo:i ellos dt:heii salir Iiiiyo del Coiizrcio, o dcbr considrrarst, como iio Iiiiesta.
y esos diputados qur:d;in 1.11 pleiia lil~rrtadpara sufragar como los dt,rnás:
i i i ligameii nl~iiiio.Y« no iilcaiizo qui. rcel,u<~t;isólida se p u e < l ~dar a rstr
argiimerito.
'< [> ero vo!vi<ii<lo ;i iiu~~s1i.o asii;ito: ¿,<.S cierto qur la nación quiere re~iú.
l.,lica friderada y (vi los tkrmiiios que intcirie dirscnos por ~l artículo @ ? Yo
ti:, qiiisii:ra ofriid,,i. :t iiaiiir: pero mr ]>arcce que algunos in~eligcntesrii la?
i:a!iitales, qiir por lo mismo liaii dt. rrcaer en ellos los mandos y
los empleos de las provi~~cias. soii !os qiie quieren esa federación y Iian Iircho
iIi,cir a los ~~uelilos quc la quirren. Alguiios señores dipiitados sc Iinii empc-
iiiirlo en probar qiie las pro\ iilcias qui<:re!i r<,púl>licafederada; prro iiiiigiino
Iia j)rohndo. ~ i ~i:.<il)nr:i
i j:imi<, qui: qiiiei-aii tul ryie<:i<:de federacióii anglo-
iiiiiiricma, y iiifs que aiigloamt~riiaiia.¿Cí>ino haii de querer los piir~hloslo
riuc: iio coiioceii? Kiliil rolituin quin prac rognitum. Llámense cien hombres.
iio digo d e los canipos, ni (Ir los pueblos donde apenas hay qiiien sepa leer.
t i i qiic ~.xiriteiisir;uirra en cl inundo arigloaiiiericaiioe, de México mismo, dc

I.S,IS q l ~ r í i nl~ig:i~~::i,
hnjar cien !iombrci. ~irigúntrselesqué casta dc animal
c.-. rr-[lública fedc.ra~ln3 y doy iiii peuctiezo si iio responden trciiita mil dcati.
iiu;. ; E esa es la I~ri:tendi<lavoluntad griirral con que se nos quii,rc hacer
, o i ~ i u l ~ acomo
r n iiiiioi! Esa x.o!i:ntad genrral numérica cs rin sofisnia, urt
iiirro safisnin, iiii soEieins que se: 11u~dcdccii- reprobado !iur Dios cuando
dice (in las Escritiiras: 'No signi a la tiirha liara obrar rl mal, iii drscaiisc>
r.ii rl dictamrii d r la iiiiiltitud liara apartarte drl criidcro de la verdad.' Ni:
728 FRAY SEKVANDO l'RRIi>ES.I DE MIEK

sequaris turham and faciendum calum, iiec in jiidicio plurimoruin acqiiiescas

" .
senteiitatie, ut a ver0 dcvies.
Lsa voluntad general es la quc alegaba en su favor Iti~rbirli:, y poilía
fundarla cii todos los medios comuncs de establecerla, vítores, fiestas, acla.
maciones, juramentos, felicitaciones dc todas las corporaciones de la nacióii;
que se competían en tributarle homenajes, e inciensos, Ilainándole libertador.
héroe, ángel tutelar, columna de la religión, el úni.co hombre digno de ocupai.
el trono de Anihuac. A fe mía que no dudaba scr ésta la voluiitad general
uno de los más fogosos defensores de la federación quc se prt~tende,cuando
pidió aquí la coronación de Itnrhide.
"¿Y era esa la voluntad general? Señor, no era la voluntad legal, única
que debe atenderse. Tal es la que cniiten los representantes legítimos del
pueblo, sus árbitros, sus compromisarios, deliberando en plena y entera li.
bertad; como aquella es la voluntad y creencia de los fides, la que pronun-
cian los obispos y presbiteros rus representantes en uii concilio o congreso
libre y general de la Jglesia, d e la cual se ha tomado e1 sistema representa-
tivo desconocido de los antiguos. El pueblo siempre !ia sido víctima d e la
seducción de los demagogos turbulentos; y así su volunta<l numérica es un fa-
nal miiy obscuro, una brújula miiy incierta. Lo que ciertamente quiere el
pueblo es su bienestar, en esto no cabe equivocación; yero la habría muy
grande y perniciosa si sc quisiera, para establecerle este bienestar, seguir
por norma la voluntad de hombres groseros e ignorantes, cual es l a masa
general del pueblo, incapaces de entrar en las discusiones de la política, de la
economía y del derecho público. Con razón, pues, el anterior Congreso, des-
pués de una larga y madura discu'ión, mandó qnc se diesen a los diputados
los poderes para constituir 3 la nación según ellos eiitriidiesen ser la vo-
luntad general.
"Esa voluntad general numérica de los pueblos, esa degradación de sus
representantes hasta mandaderos y órganos materiales, ese estado natural de
la nación, tantas otras iguales zarandajas con quc nos cstán machacando lar
cabezas los pobres políticos de las provincias, no son iiiio los principios ya
rancios, carcomidos y detestados con que los jacobiiios pprdieron U la Fran.
cia, han ~ e r d i d oa la Europa y cuantas partes de nuestra América han abra-
zado sus principios. Principios, si se quiere, metafisicamentc verdaderos; pero
inaplicables en la práctica, porque consideran al homhre en abstracto, y
tal hombre no exisie en la sociedad. Yo también fui jacobino, y consta en
mis dos Cartas de u n Americano al Español en Losidres, porque en Espaiia
no sabíamos más que lo que habíamos aprendido en los libros revolucionarios
rlc la Francia. Yo la \ i 28 aiios cri una coiirulsiíin p q x t u a , veía sumergi-
(los en 13 mi'ma a r113nt~i-j l ~ ~ i i b l oadoptaba^^
s sus 17ri11cipios; pero como m i
~ n r c i í a nla cridrncin misma, trabajaba m buscar otras causas a q u i c n ~ i
:iiriliuir :anta deciini611, tanta inquietud y tantos males. Fui al cabo a Iiida-
!erra, la cual 1)erinaiiecía trailquila en medio dc la Europa alborotada coriio
1111 iiario encaiitndo rn mctlio d~ una horrascii peileral. Procuré üvfriptar IU
<:iiiki:l Je citc fr~iinieno;ei-luili<.en arliic:Ia vicja r:sriicla dc política ~>rliclica,

!i,í 511s G I I ~ ~ SUSC S ,Pnliis, sus Briitliam y oiros muchoi autores, oí a c u i ~nliios
i. < i ~ e d E ilerriigniiado de que el daño pioi-riiía <Ic los priii<:iilios jacoliiiio~.
1:~tos son la caja de P.iri<lora rloi?ile estáti cni:erraiios ios males dci uiiiverso.
Y rririiccili es[!aiitndo, rniitniido la palinodia. coino ya lo 1ii.I~iaIirclio en su
toiiio Ci" mi célrlirc amigo el c i p ~ ñ o lBlanco \Vliitc.
"Si Glo s i iiL>in;cde i:iltrgir B 10s 1>11(111lo.contra SUS gol~::maiilri, 110 hay
:sicdio rn~':s a prol!ii-ito q:ie cliclios ~iriticiriios.I!orqiie iinsonjeaii el or$?ullo y
i.aiii<l;id iintiiral dcl homhrr? brindin<!olc coi1 iiii cetro que Ic han arrtliatrdu
iiiaiios r:xtrañz.. D c d c que iino 1i.c lo- priiiicros capíliilos drl Pacto Social <li.
l{ousscaii, sc irrita contra todo gol:¡: riio coirii, conlra una usurpaci61i de riis
ilerr~lios;salta, atropella y roiiilie todis liis barreras, todas las leyes, todas
las iiistilucioiir~s~0cialrscstni,li:cidas para coii1eni:r sus pasiones, como otras
tantas trabas indignas dc :ti sohcraníü. Pcro como cada uno de 121 multitiid
ambiciona sil pedazo, p rlla en la sociedad iis indivisible, ellos so11 los qiie
;c dividcii y dcslrrdüiaii, si: roban, si: saqu<mri,se matair, hasta qu:: sohrc ellos
~:an:iados o deiolailoi, s i Icvaiit~iuri dé:po:a coronado, o un demagogo b5bil
y los riiirvna ron i i ~ ceiro,
i no meiafisico; sino d e hierro rerdadcro; ~iura<lrro
iiltimo <Ic la ainliiciím de los purli!os y de sus ili\isiones intestinas.
c.,
rIii I~aliido~ hay, y yo cuiioiro aI;uiios deiiiagogos de buciin f<:: qiic se-
<Iiicidos cllos iiiisirioi 1101 la brillantrz de lo!; ~ , r i n i i l ~ i oys la bcllcza d e las
icorías jacohiiiai, se imagiiiün qiic dado i.1 lirinirr impulso al ~>iicblo,srriii
iluciios de contciicrlo. o el purl~lose i:uiitciidrá coiiiii cllos iiiiiiiios rii iina
r2ya rzaonablc. 1'1,i.o la i~xpciiriiciaha denio~tradoque una vez puestos los
~~riiicipios, las ~,nsiiiiirisacnii las c«:i~rcuerir:iaii; y los mismos coiidiictores
del pudl'o que rrliusan acoiu~~nfiailu cii rl r:ici,so rlc sus extravío-. rugados
iic i~oinbrcsolrroLiocos, como dr=c:rroi.<:i j- ap<j~iatasr!rl Iil~rrclisi~io 1- dt, In
!.>ui:riaciiusa, son los primeros que pcirciii ahogado* ciitre l z tiimultuosas
ol,i:, dc uii puel,lo desliorrlailo. Ciiiiitos graiid~sszil~iosy cxrrlenti~sIiomhrcs
ex1,iraroii rn la giiii!oiir~n li,~uii:sr?.ipor rl ~iiir~hl» frxiic¿s, <icspuEi de haber
.ido sil jcics y coi ídolos!
_
<:
,()u$, I>IIVS; ron<.Iuircinoc dc tuiln rsto?, se inr: i1;i.á. iQuicrc uctrd qiic
130 FRAY SERVANOO TERESA DE .UIER

nos constituya~nr~s rii una república central? No. Yo siempri. be sstado por
la federación, pero una federación razonable y moderada, una fedcracióti
conveniente a nuestra poca iliistración y a las circiinstancias de una guerra
inminente, que debe hallarnos muy unidos. Yo siempre hc opinado por un
medio entre la confederación laxa de los Estados Unidos, cuyos defectos han
patentizado muchos escritores, que allá mismo ticne muchos antagoriistas,
pues el pueblo cst5 dividido entre fed~ralistasy demócrata$: iin medio, digo,
entre la federación laxa de los Estados Unidos y la coiir~ntraciónpeligrosa
(le Colombia y del Perú: un medio en que dejando a las provincias las facul-
tadcs muy precisas para proveer a las necesidades de su ii~tcrini,y promover
su p~osperi<lad,no se clrztrriya a la unidad, ahora más que nunca iiidi::l>enea.
b!e, para ltac~rnosrespetables y temib!ts a la Santa kliaiiza. ni si: vi;crvc la
acción dcl gobierno, quc ahora m i s que nunca delle ser ciiérgica, para Iiacei.
obrar sinililtátiea y prontamente todas las fuerzas y recursos dc la nacióii.
Nedio tiitissimus ibis. Este es mi voto y mi teitamciito político.
"Dirán los ieíiorcs de la rnmieiiin, porque ya alguno me lo ha &icho, qiir
cse medio que yo opino es el mismo que sus seíiorias han ~>rocuradoliallar :
pero con licencia de su talento, lucrs y sana iiitinción, d e que no dudo, inc
parece que no lo han encontrado iodavía. Han condescendido con los priii-
cipios anárquicos de los jacobinos, la pretendida voluntad genera: nuin6rica
o quinií.rica dc las provincias y la ambición de sus demagogos. Han conver-
tido en liga dc potencias la fcderación de nuestras provincias. Dcsc a c a d ~
una esa sobcranis parcial, y por lo mismo ridícula, que si: propone en c.1
artículo 6", y ellas se la tomaráii muy deveras. Cogido el cetro en las niaiio:..
ellas sabrán de dicstro a diestro burlarse de las trabas con que en otros ar-
tículos se pretende volvérsela ilusoria. Sancióiicse el priiicipio qiic ellas saca.
ráii las consecuencias y la primera que ya dedujo expresarnentc Qiierétcro,
es no obedecer de V. Sob. y del gobierno sino lo que 1e.s tenga cuenta. Zara-
tecas instalando sii congreso constitiiyente, ya prohibió se le llamase proviti-
cial. Jalisco publicó unas instrucciones para sus diputados que cliiiieii 1;i
convocato~in,y contra lo qiic en ésta se mandó, tres proeiricias limitaron ;i
los suyos los poderes, y estamos casi seguros de quc la de Yocatán iio 5i:i:i
tan obedientc. Son notorios los excesos a que sc han propacado las prorinciai
desde que sc figuraron soberanas. ¿Qué ser5 cuando Iai. autorice cl C o i i g r ~ o
General? iAh! ni en éste nos hallaríamos si no se les hiibirra aparecido un
ejército.
"No hay que r.spaiiiarse, nic dicen, es una ciiesti611 de nombre. Tan re-
ducida queda por otros artículos la soberanía d e los Estados, que vienc a
ser nn~i;liia!. biii criirar r n lo ~:rolui;do<ir ia cii<,-tibii. rllii. rs lirol~ia<!rl Ar-
ticulo 60. y de nioctrnr que residiciidu l a soberanía i,sciici~:lm?iiti: eii la ria.
cióii, iio pucde coiiiciiir a cada una de la-: ]i;oviri<.ins qoc ?,ti ya dctci-miiin-
<lo la conipoiiiri; ? o coiii.cngo rn que Lodo 1>3iq i l ~ito S<, i;asta a si m i ~ n i o
para r ~ p ~ l to:in e r asresiiíii exterior, r s uii ~cl~ir.nni:~.lo riiliciilu y d c comedi::.
Prro rl I t u ~ ¿ l osi, aíicii:. a los nomljri.~. y la idea ~ r i i i ,VI iiiii,stro iirne <iid
iiomhr<, de soii~rarii;i !a d:. i i r i podrr sii]iremr> y ::I-<i!ii;,; l i o q u , ~no ii:
coiiociilo otra a : g ~ ~ ~Can ~ i i . <.S!O h i ~ s t zpilra rjui 106 <icillx~u~11- 1'0 r~ililiio!l:i,.
lo irriten a citi:Lrli,'i.r ilcrr:io: qiir i i i j li.; nccino<lc. ri;.i goi,iii!is gi.ii<r:il.
y lo iridiizcnn o la ii~::ril;i~idiii:ici~'~i~. In dr-oiiidiiticia. i.! <,i-c;l:! r 1~ i.iiar:l:::z.
Si ng cs M: ei ol>jt,ic, i,!~arii ~!ii:i a i , ! ~Eirro' y z~il:.il:!zi:-. -i i i i ) IC- <.o!;...,.
iInn:- rsa ,ij!>ire:iia ii<>iiiiii:i!?. (le iii;,r!<: c;i~c Jnliwo Ii;:stn no ohie!ii;:;
sc lis ii-gntio 17 jtri,:!rriii;i nuiilio; j>nrn I:r cicirnsa i.orníiii pn el rirscu q;:;
,,u:: ~i?~!:,iLzk. ii,p!i l!,,>~ :!?i>t<,ric>: a l ~ g l l i s,,.ivrte,
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"1: i i r i i ex1)wso i. :5 c.,: i'l n;i-inii iirtictiio 6 : ~i.c. m<,d i r i . tIuc 2.a -uI:cra:ii:i
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iü-, ~:;uv:ncins : : .c :Oio i.rs~>~cii\-a a su ititi.ri<>r.1,:ii t.se :.tiiiii(o iaiiibicii ubi
i > a d i r 11,: fairiiiin 51: li~icci<i!ari;ir s o l ~ r i a r ocii $11 <:3':l. ¡,Y qiié dirlainc>i >
i , c o s iics iitiicie Lraii~iriii>!>ur<;iic r!a r\piiliézrmo. i i i i di.ci.i -
to :ancicina?i. i,ia >al~i,raiiiaiioi,iii?al rri::pccii\n .i $11 Enniilia? Loti.: : , i : -
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ii;i al p:ichlo la fcderacii>ii qiic pide, si in ],id<: l;crn orga:iirnda d e 13 m:iii:-

rn rrcnos daííosa, rlc la mriiirra 1115s ader:iiada, corrio nntii diji, yn, i: las
i i r c u n s t a n c i ; ~dc ~ 13l:c-itia 11orx i l u s t i a ~ i í ~ i yi , de la Fiirrra (pie pcndi, EOIJIP
nuestras cabezas, y c i i g c para iiuc:irn dcfcrisa 1.i ni& jrr~rfcctn unibn. Allí
tttinbién s i estahlcríi: voiigr:,:;t.; pro\-iricialci aunque !ii> iaii ~ohrraiio-, perc
í32 FRAY SEICV.4.VCO TERESA BE AIIER

con atribucioiies snficieiites para promover su prosperidad interior, evitar la


arbitrariedad del gobierno en la provisión de empleos y contener los abusos
de los empleados. En esos congresos irán aprendiendo las provincias la t6c-
tica de las asainbleas y rl paso de marcha en el camino de la libertad, hasta
que progresando en ella, cesando el peligro actual y reconocida nuestra inde
paddecia, la nación revisase su constitución, y guiada por la expericncia
furse ampliando las facultades de los congresos provinciales, hasta llegar sin
tropiezo al colmo de la perfección social. Pasar de repente de un extremo al
oiro, sin ensayar bien el medio, cs un absurdo, un delirio; es deter~xinar,
r n una palabra, que nos rompamos las cabezas. Protesto ante los cielos y la
tierra que nos perdeinos si no se suprime el artículo de soberanías parciales.
!Actum est de rel>ublica. Srñor, por Dios, ya que queremos imitar a los
Estados Unidos en la federación, imitémoslos en la cordura con que supri-
mieron el artículo del Estado soberano en su segunda constitución.
"Señor, a mí no me infunden miedo los tiranos. Tan tirano puede ser cl
pueblo como un monarca; y mucho más violento, precipitado y sanguinario.
romo lo fue el de Francia en su revolución y se experimenta en cada tumulto;
y si yo no temí hart-r frente a Iturbidr a pesar de las crueles bartolinas en
que me scpultó y dc la muerte con que me amenazaba, también sabré resis-
tir a un pueblo indócil que intenta dictar a los padres de la patria como
oráculos sus caprichos ambiciosos, y se niegue a estar en la línea demarcada
por cl bicn y utilidad general.

"
Nec citiium ardor pru.7:~jubcntirrnz
Nec tiultl~.instantis tyrani
Mente quatis solida.

'6
Hahrá guerra civil, se me objetará, si no concedemos a las provincias lo
que suena que quieren. ¿Y qué no hay esa guerra ya?

"Seditione, dolis, scelere, ataque libidine, et riu;


Iliacos intra muros pecatur, et extra.

"Habrá guerra civil, ¿y tardará en haberla si sanciouamos esa federa-


ción, o más liga y alianza de soberanos independientes? Si como dice el pro-
verbio, dos gatos en un saco son incompatibles, ¿habrá larga paz entre tanto
soberanillo, cuyos intereses por la contigüedad han de cruzarse y chocarse
necesariamente? ?,Es arxso menos ambicioso un pueblo soberano que un so.
beiaiio ~iiiitiriilor~'1)igalu cl liu<,liIi>ruiiiaiio. iii!-n aniliiciiiii no 1iiir3 Iiasta
coriqiiistar el moiido. A r,sto rc agrega la suma dwigualdad d e nurstros pre-
ti.iididos ~irineil~a<los. Ciia proviriíia ticnt, iin millí~iiy inedia: otra sevriita
i i i i l habitantes: iiiias iiii,dio inilI611, otras ~ i o r oiri:i. d e trc.i mil como Trua.;
! ya s i s3bv qut- 14 I>t,jc gancle, sivmprc; ~ i c i n p r v?r lis tragado al cliico. ci
iiitcntaiiios igiialar siii territorios; por dori<lr i-lcbcrianius comenzar e11 cako
<!i,r-n fixieración. ya ~i,iiprnoig ~ w r r ac i ~ i l ;j>o~qu,. ~ i i ~ ~ e t i[ n~ rno v i i ~ c iufri-
ia
r; qiic sc le CCTCI,IIP si! ~ < . S T C I I O ,S<-stigoslos rziiionc. di: Ciiadaiajara contri1
%iii~otl,ii~~ y sus qiirjns sobrc Colima, aiiriquc u<yúi, sus l~rini.;~,i~>-, tnnto
rli~rzciio tieiien ciios Iiariiiios p a r a ;r];arar?c. rlt, .;u aiitrrior capital, coino
Saliiro para haiicrio conciitiiido iiidelii.ndieiiic íIc .<u antigiia mclr(ll101i. Pro-
r iti<:lns ~ic<iiicíizs,aiiiiqui no C I I ambiciAii. tnrn2iiCn rehiiaaii iinir.ii: a otras
,qraiiilc.. Aqiii st: 1ia lcidu l a ir1,rcvrntrciúii di: l'laxr.a!a coiitra su uiiirili a
I'ucbla. Coiista eii las ins~riiccionesd c varios dil)uiados: que otras proriiicias
pequ6mas tampoco íiiiitrcii iiriirhc a otras izualc- liara formar un Estado; sea
por la ambiciiiii de los capatacvs d c cada iina. o sea por aniigiias rivalida-
drs lwnles. Di: ciiulqiiicr motirrn todo a r d c r i t.11 chisme?. crividia ! diriiio-
~nw;y~ Iinlirr~nio.mt.ii<stcr uii rjérciiir q u r :111,I<. d~ Pilalos a I~PTO<!CS ara
apacisuar 1:is difirriiriiis <le las proviiiciai. Iiasta qiie c!: misino c j & r c i ~ iioi o
<l<-í«resegún co~tiiinbrr. y su geiicral ~r nos coii\~iritu cii einpwador, o a
río i-rriielto no. ~ ~ . i q i ii ii r.i rey ric la Santa Ali;iiizn. 1-t t,rit iiovi~simusi r r o r
p<!ior priorr.
"Iniporta c~iii.<,>:i '~Liaiiza. 'anta por i~~rtifrüsi-. rioi lialli: coiiitituidoi: si
,ir>. soriiu. per'<iido. Mrjijr y inin pronto lo .s(,r<mos. digo yo, si nos Iiallii

ci>iistituidos dc la m a n r r a qiie s i iiiti,nta. L o i ~ u iimporia es qiic. iios halle


tinido;. y liar lo mismo in5.s fuertes. v i r t u unita fortior; p w o rsa federación
vn a <Icsiinirnos 3 a ahiwiariios cii u n arrliil~ii.li:~o 11,. (liscordias. Del modo
que sc intvnta ca~istitiiiriios,?,no lo r . ~ ~ n h aVciirzurla. ii Cartagrna y Cundina-
niarca? Pues i i i t o i i ~ ~f u~rs I I T C C ~ E ~ I I I ~cuando,
II~~ a pixyar de tcncr a cu c a b r i a
1111 gcncral coino Rlirari<la~por la%rtmoras ilr la fedcraciiiii íaunqut, ha)-aii
itiicnenido otras r a i i i ~ ts~~ c u n d a r i a s )1111 quiilam, \ l o n ~ r i ~ r r l ccoii. u11 ]>uña-
*!<i dr solcia<to~ dr-iriiyi,: <.o11uii liasco militar, la rr1iiiI)lica d r Yriiczuela' !-
~ I O C O d i ~ ~ ~ > u é ~ I o r quc
i l l ocriio
. Iiabin sido un ssrgriito clc iiiarina, hizo lo
misirio coii 1 s rr~iúl~iica.; de C a r t a ~ r n ay Santa Fc. Dc ln niiiriia maiicrn qur
- , , int<.nt:i i:oiiiiituirni>s. lo iiii<~iiiar<rii !as l>roviiicia; dc I3iierios Airt,(i sin sa-
viir olio Iriito < i i iiii;:.~ios años r~uzi n c ~ ~ 3 n l egiielras
$ civiles_ y n1ir:nt~iis se
Iiatían por sus 1iirticula? d e sobcrariia, el Rey <Ir Portugal cxieiidió la giierrn
.;n cuiiii-adiccii,iii.i solirr h5oiitt.vidi.o y r.1 inmcir~oii,rriiorio <le l a izqiiicrda
i3: FRAY SERVAlVDO I'EKESA BE MIEI<

del río de la l'lata. Obeervaii viajeros juiciosos que iiimpoco los Esvados
Unidos podrían sostenerse contra una potencia central que los atacase en
su continente, porque toda la federación es débil por su naturaleza, y por
eso no han podido adelantar iin paso por la parte limítrofe del Canadi do-
minado por la Inglaterra. Lejos, pues, de garantizarnos la frderacióu pro-
puesta contra la Santa Alianza, servirá para mejor as~giirarlesla pre.:a. Divi-
de ut irn1,eres.
"Cuando al concluir e! doctor Beccrra sil sabio y jiiicioso voio, se le
oyó decir, qiie no estábamos aúii en sazón de constitiiiriios, y debía dejarse
este negocio gavísimo para cuando estuviese más ilustrada la n a c i h y re-
i.onocida niiestra iiidependcnria; vi a rarins sonreír de compasií~ii,como si
hubiese proferido un desbarro. Y sin cmhargo, nada dijo d e extraño. Efer-
tiiamcnte los Estados Unidos no se constitiiyeron hasta concliiida !a guerra
con la Gran Bretaña, y reconocida sil independmcia por clla, Francia
España. ¿Y con qué se rigieron mientras? Con las máximas heredadas di.
sus l>a<lres; y aun la constitucmn que después dieron no es más que una
coli:cción de ellas. dónde está rscrita !a constitución de Inglaterra? Eii
ninguna partc. Ciiatro o cinco nrtícnlos fundamcntalrs, como la ley de babea,<
corpus componen su constitución. Aquella nación misata no gusta de princi.
pios generales ni máximas abstractas, porque son impertinentes para el go.
hierno del pueblo, y sólo sirven para calentar las cabezas y precipitarlos a
conclu~ionrscrríineas. Es propio del genio cúmico de los franccses fabricar
constiiucioiies dispuestas como comedias por escenas: que de nada les haii
servido. En treinta años de reroluciíIn formaroii casi otras taiitas constitu-
ciones y todas no fueron más que el almanaque de aquel año. Lo mismo
sucedió con las varias que se dieron a Venezuela y Colombia. ¿Y por qué?,
porque aún no estaba11 en estado de coiistituirse, sino de ilustrarse y batirse
contra el enemigo exterior, como lo estamos nosotros. ¿Y mientras con qué
nos gobernamos?, con lo mismo que hasta aquí, con la constitución española,
las leyes que sobran en nuestros códigos no derogados, los decretos de las
Cortes Españolas hasta cl año de 20 y las del Congreso que ha ido e irán
modificando todo esto conforme al sistema actual y a nuestras circunsiancias.
Lo único qiie nos falta es u11 decreto de V. Sob. al supremo poder ejecutivo
para quc haga observar todo eso. Si esti amenazando disolución al Estado,
es porque tenemos con la falta de este decreto paralizado al gobierno.
"No, no es la falta de coiistitución y leyes lo que se trae entre manos con
tanta agitación, es el empeño de arrancarnos el decreto de las soberanías par-
ciales, para hacer después en las provincias cuanto se antoje a sus demagogos.
Quieren los enemigos del ordcn que consagremos cl principio para desarrollar
I'Ii'OPEClI ' O B R E LA FEDERACION .lIEXIC.I.V:l 735

las c<)~i>i.i:ii<iicias y i ~ cocu1:sn eii sus corazoiie~,~iiibro!lar con t-1 iionihre al


~ ~ u r l >yl ocoriducido :i In disensión, al caos, a la atiarquia, a1 i:nfado y a la
di:tpbi;irii.n del sisicniti republicano, a la anarquía, n los Uorhones o n Itur-
hidi.. lluy algo [le esto eii el mitote a que haii provocado al inocentc piieblo
clc aIPuoas pruviiici:is. 1.0 tieiiiblo cuando niiro qiic cii aquelliis donde inás
;irdr el fuego, estiii a la cabeza del gobierno y de los negocios los itiirlidis-
tas más fogosos y declarados. No quiero explicarme I I I ~ S :al buen entendedor
pocas palabras.
"(;uardémonos, sifior, de coiidcscender a cada grito que resuene en las
provincias equivocadas, porque las echaremos a perder como un niño niimado
ciiyos antojos iio tieiicii término. Guardémonos {ic qiie rrean que nos inti-
midan sus ameiiazas, porque cada día crecerá cl atrr\imieiiio y sc inultipli-
carán los charlatanes. Guardaos, decía Cayo Claudio al Senado Romano, dc
acceder a lo que p i i 1 ~el pueblo mientras se mantenga armado sobre el monte
Aveiitino, porque rat!a día formará una nueva empresa hasta arruinar la
autorirlad del Senado y destruir la república. A la letra Sr ciiiriplió la profecía.
"iFirmeza, padres de la patria! Deliberad v i i una calina prudente, según
el consrjo de Aiiausto, festina len te; dictad impávidos la coiistitución qiic
en Dio.; y en vuestra coiiciencia creais convenir mrjor a1 bien u n i v ~ r r a ld r
la nación, y dejad al cuidado del gobierno hacerla obederer. El no ces:i
dr protestar que tiene Ins fuerzas y medios siificientrs para obligar el cum-
plimiento d e cuanto V. Soh. decrete, sea lo que foere, si lo autoriza para
emplearlos. También Washington levantó la espada para hacer a la pro-
vincia de Maryland ohedecer la segunda constitiición, si vis pacern, para
vellum. No hay mejor ingrediente para la docilidad: si vis pacem, para be-
Ilum. Y no tendremos ~iiuchoque hacer porque no eon nuestros pueblos por
sii naturaleza indocilísimos, ni resisten ellos las providencias, sino algunos
demagogos o ambicioso., que no pudiendo figurar en la metrópoli, han ido
a engaiiar las provincias, para alborotarlas y tomar su voz, para haccric
respetables y medrar en sus propios intereses, si vis pacem, para bellum.
"Ciiatro son las proviiicias disidentes, y si quierrn srpararse, que se sepa.
reii, poco mal y chico plriio. También los padres ahaiidoiian a hijos obstiiia-
do., ha5tn que des~ngañadosvuelvrn representando rl papel del hijo pródign.
Yo no dudo que al cabo veiiga a suceder con rca+ proiincias lo que a las
dc Vr:nríucla y Santa Fe. También allá metieron mucho riii<lo para consti-
tuirte en Estados Soberanos; y después de dt:sgrncios incdculal>les, eiiviando
;iI Conereso General de Cúcuta sus diputados para darse una nueva con-ti-

tuciíin. qiie los 1ibra.c dc tantos males, les dieron poderes amplísimos, excep.
736 FR.11 SEICVA!VDO TERESA BF: AllEi<

to, diccn, par& hacer inuilios gobiernitos. Tan i~scariii~iitadoshabían quedado


de ssiis soberanías parciales. Lo cierto es que cl saiigiiiiiario Morales; rsr
caribe inhumano, esa bestia fiera, está embarcándosr con sus tropas cii La
Habana, y es probable quc sea contra México, pues aunque Puerto Cabello.
reducido a los último3 extremos, pide auxilio, aquel jefe capituló en Mara-
caibo, y dehe estar juramentado para no volver a pelear en Costafirme. I,o
cierto es que el Duque de Angulema ha pronunciado, que sojuzgada Espa-
ña: la Francia expedicionari contra la América, y ya se sabe que hléxicu
es la i ~ i ñ acodiciada. Vcrcmos entonces si Jalisco, que 110s ha negado sus
auxilios, aunque sc ha alirovechado d e los caudales del gobierno dc México,
puede, perdido éste, salvar rii partícula d e soberanía metafísica.
"
Concluyo, señor' suplicando a V. Sob. se penetre de las circunstancias
en que nos Iiallamo~.Necesitamos unión, y la federación es débil por su
naturaleza; necesitamos dar la mayor energía al zohieriio, y la fcderacii~ii
inultil>lica los obstáculos para hacer cooperar Iiron!:i y simultáneamente los
recursos dc la nación. En toda república, cuando ha amenazado un peligro
próximo y grave se Iia creado un dictador, para quc reunidos los poderw
en su mano, la acciún sea una, más pronta, mús firinc; más enérgica y deci-
siva. iNosotros, estando con el coloso d e la Santa Alianza encima, haremos
precisamente lo contrario, dividiéndonos en tan pequeñas soberanías! ¿Quoe
tanta insania, cives?
"Señor, si tales soberanías se adoptan, si se apriieba el proyecto del
acta constitutiva en sii totalidad, desde ahora lavo mis manos diciendo como
cl presidente de Judea, cuando un pueblo tumultuante le pidió la muerte de
Nuestro Salvador, sin saber lo que se hacía: Inocens ego sum a sanguine jucti
huyus: Vos videritis. Protestaré que no h e tenido parte en los males que
van a llover sobre los pueblos del Anáhuac. Los Iian seducido para que pi-
dan lo que no saben ni entienden, y preveo la divisiúii, las emulaciones, el
desorden, la ruina y el trastorno d e nuestra tierra hasta sus cimientos. Necic-
runt neque intellexerunt, in tenebrisambnlant, movebiintur omnia fundamenta
terrae. ¡Dios mío, salva a mi patria! Pater igiioscr illis; quía nesciunt qiiid
faciunt".

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