- sea cual sea el objetivo propuesto, divídelo en pasos más
pequeños y céntrate cada vez en uno de ellos. - Ármate de paciencia porque: o lo normal es que nuestro trabajo tarde en dar resultado o frecuentemente puede ocurrir que aquello que estemos intentando mejorar empeore temporalmente antes de que podamos apreciar resultados positivos. - Muestra consistencia: o mantén la pauta decidida. Si cambiamos de criterio el mensaje deja de ser tan claro y es más difícil que nuestro trabajo tenga el efecto deseado. o Haz llegar esa pauta al resto de las personas que suelen estar con el niño y trata de que ellos también lo sigan. - Utiliza un registro escrito: o Para dejar constancia del trabajo hecho y los cambios conseguidos o Para poder compartirlo con otras personas - Busca apoyos: o De otras personas del entorno del niño (escolar, familiar...) para que contribuyan a mantener las pautas establecidas. o De otras personas de tu entorno, para que te apoyen en tu objetivo. - Diseña un plan realista: o Teniendo en cuenta la situación de todos los agentes implicados y otros factores que pueden influir en la marcha del plan o Eligiendo tiempos y estrategias que te resulten factibles. o Buscando maximizar las posibilidades de éxito. o Partiendo de aquello que al niño le gusta o hace bien.