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¿Somos investigadores y científicos?, la duda ofende...

El quehacer científico evoluciona exponencialmente y no siempre con suficientes filtros de calidad;


asistimos a cambios profundos en las actitudes, valores y pautas de comportamiento de los graduados e
investigadores, que reclaman una formación flexible, crítica y estratégica que interiorice en el valor de la
docencia e investigación mediante la promoción del uso inteligente y competente de la misma.

Las técnicas propias del quehacer científico requieren de práctica para asimilarse y un soporte teórico que
justifique su utilización, lo cual está íntimamente relacionado con la indagación: ubicación, revisión y
análisis de la literatura con el fin de visualizar los métodos, técnicas y procedimientos que serán la base
cognitiva de su quehacer científico.

En ese contexto, este trabajo reivindica la idoneidad del modelo: introducción, métodos, resultados y
discusión (IMRyD), con larga tradición en el ámbito científico (Day, 2005; González y Máttar, 2010;
Miyashiro, 2014). El IMRyD, como modelo, aporta y exige claridad en el trabajo de investigación, contribuye
a la coherencia del texto y facilita la revisión por Pares con base en que su estructura es de uso
generalizado a nivel internacional;

Concebir la ciencia desde distintos ángulos es útil para el desarrollo de sí misma, dado el vasto campo del
quehacer científico, como lo es también su orientación a establecer posibilidades de repetición de
determinados fenómenos, sea esta hipotética o real.

Bauer (1994) argumenta que la ciencia surge del trabajo e interacción de especialistas que filtran la
información para generar conocimiento aplicable a la satisfacción de las necesidades sociales; esa
depuración y enriquecimiento del conocimiento generado en el devenir de la humanidad tiene relevancia
a partir de la conjunción de las distintas disciplinas y formas de pensar de los científicos que comparten
sus hallazgos, dudas e hipótesis. La diversidad es lo que da sentido y enriquece al quehacer científico.

En relación al método, nuestros días son reflejo de la evolución del conocimiento que con Descartes
(1637) tuvo un cambio radical él enseñó al pensamiento a dudar como oposición a las afirmaciones
dogmáticas; desde entonces, el conocimiento, está en permanente insurrección intelectual.

En esa espiral de conocimiento y la búsqueda de la verdad Kuhn (1962) introdujo el concepto de


“paradigma” para denotar la manera distinta de resolver un problema y posteriormente sustentar nuevos
arquetipos de investigación que conformarían teorías, así como métodos, generalizaciones y reglas que
construirán en su oportunidad nuevos logros del quehacer científico.

Las dos tradiciones en la búsqueda del conocimiento, positivismo y hermenéutica, establecieron la palestra
científica de nuestros días. La primera, postuló que solo existe un método para conocer: las ciencias duras,
la física y las matemáticas. La segunda, buscó conocer a través de un método comprensivo que permitiera
al observador o investigador, interpretar la realidad externa.

La comprensión del método científico para Sánchez y Ángeles (2017), permite visualizar un camino con
elementos teórico-prácticos que incluyen una estructura: planeación, sistematización e implantación eficaz,
oportuna, lógica y racional como soporte de cualquier investigación

Sánchez y Angeles (2002) sostienen que los problemas, dentro del proceso de investigación científica,
también son abordados mediante la aplicación y la combinación de los métodos de apoyo del método
científico con el propósito de facilitar la argumentación de hallazgos y el razonamiento de causas y
efectos, esos métodos son:
1. Deducción: de lo general a lo particular.
2. Inducción: de lo particular a lo general.
3. Análisis: proceso que descompone un conocimiento para observar las partes que lo conforman.

Hansel Omar Chávez Loera


Seminario de Investigación en Ciencias de la Administración.
4. Síntesis: estructurar con lo esencial el conjunto de hechos o fenómenos.
5. Experimentación: comprobación que permite saber la veracidad de hipótesis o examinar beneficios de
nuevos conocimientos en aras de su aplicación práctica.

La metodología de la investigación Hernández, Fernández y Baptista (2014) conciben la investigación


como un “conjunto de procesos sistemáticos, críticos y empíricos que se aplican al estudio de un
fenómeno” (p. 4), tales procesos en el devenir histórico comprenden diversas corrientes: empirismo,
materialismo dialéctico, positivismo, fenomenología, estructuralismo y otros marcos de interpretación como
la etnografía y el constructivismo. No obstante, hay dos vertientes de investigación principales: el enfoque
cuantitativo y el enfoque cualitativo.

Bernal (2010) señala que la metodología es un proceso que es asumido como ―el estudio (descripción,
explicación y justificación) de los métodos de investigación‖ (p. 59). Esto es: el conjunto de elementos
operativos indispensables para llevar a cabo un estudio.

La utilización de la metodología de investigación dentro de las actividades educativas en las universidades


impulsa la enseñanza y el aprendizaje en la investigación al aplicarla a todas las asignaturas no solo a la
de metodología; lo ideal sería convencer a todos los docentes e investigadores a comprometerse en la
formulación de proyectos de investigación bajo una perspectiva vivencial, que logre: promover la lectura y
pensamiento crítico para el análisis y síntesis de información con el uso de las tecnologías de la información
y comunicación (TIC), para que los resultados de dichas investigaciones sean eficaces, eficientes,
pertinentes y relevantes para alcanzar el éxito académico.

Hansel Omar Chávez Loera


Seminario de Investigación en Ciencias de la Administración.

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