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HEMORAGIAS VAGINALES

La hemorragia en la primera mitad del embarazo suele ser motivada por diversos factores,
como: amenaza de aborto o aborto real del feto, embarazo ectópico y mola hidatiforme,
siendo la causa más común la amenaza de aborto y el aborto.
Aborto. Es la terminación de un embarazo antes de la semana 20 de gestación; cuando no se
conoce la edad gestacional y el feto pesa menos de 500 grm. Se caracteriza por hemorragia que
se presenta durante la primera mitad de la gestación, acompañada de dolor hipogástrico que
aumenta con la evolución de la dilatación del cuello uterino. Es un proceso evolutivo que
comienza con la amenaza de aborto y termina con la expulsión parcial o total del contenido
uterino.

Embarazo ectópico Es el embarazo cuya implantación se efectúa fuera de la cavidad


endometrial. La implantación más frecuente se hace en la trompa de falopio. Siempre se
requiere remitir la paciente para manejo intrahospitalario en un nivel de mayor complejidad

Las principales manifestaciones clínicas son:

 Amenorrea de corta duración

 Dolor abdominal: Se localiza en una de las fosas iliacas (unilateral

 Tumoración pélvica

 Signos de shock

Mola hidatiforme. Es una degeneración quística edematosa de las vellosidades coriales, que
abarca la placenta y el resto del complejo ovular.

Algunos síntomas que permiten reconocer un embarazo molar son:

 Útero blando de mayor volumen al correspondiente para la edad gestacional


Hemorragia de intensidad variable.

 Ausencia de latidos y movimientos fetales.

 Expulsión de vesículas.

Toda mujer que presente hemorragia vaginal profusa en el primer trimestre del embarazo,
debe ser transferida de inmediato a una institución de salud, mientras tanto se emprenderá
medidas prácticas para prevenir o tratar el shock
Si se sospecha de amenaza de aborto en indispensable mantener a la paciente en reposo
absoluto y si el sangrado es mayor que una regla y el dolor no sede acudir de todas
maneras a urgencias.

Hemorragia vaginal en la segunda mitad del embarazo


La hemorragia vaginal durante la segunda mitad del embarazo (después de la segunda
vigésima semana) es anormal y va acompañada de un mayor riesgo para la madre y el
feto. El sangrado puede provenir de la mujer o del feto, pero con mayor frecuencia
depende de anormalidad placentaria. Los dos problemas placentarios más comunes son:
la placenta previa y la separación prematura de la placenta (abruptio placentae.)
Placenta previa
Generalmente, en toda mujer con sangrado vaginal rojo vivo, sin dolor, en la segunda
mitad del embarazo, se debe sospechar de placenta previa, hasta que se demuestre lo
contrario. Además, el tono uterino es normal, la hemorragia es externa y puede haber
shock congruente con la pérdida visible de sangre y los latidos fetales están presentes.
Es importante mantener a la paciente en reposo y no practicar tacto vaginal, pues existe
siempre el peligro de desprender la placenta y causar una hemorragia incontrolable.
La mujer con placenta previa siempre debe ser atendida como una urgencia, su manejo es
hospitalario, en una institución de alta complejidad

Desprendimiento prematuro de placenta


Una de las causas de hemorragia grave en la embarazada con trauma es el sangrado
retroplacentario, que también se conoce como desprendimiento o separación prematura
de la placenta. Esta condición debe sospecharse siempre que una mujer recibe un golpe
en el abdomen, sea cual sea su intensidad, o después de cualquier traumatismo notable en
el resto del cuerpo. El cuadro clínico suele incluir:
 Dolor continuo en el abdomen
 Hemorragia vaginal (generalmente oscura).
 Útero doloroso al tacto, tenso y duro.
 Contracciones uterinas
 Incremento de la altura del fondo uterino.
 Hipotensión que no guarda proporción con la pérdida visible de sangre.
 A menudo se advierte bradicardia fetal antes de que la madre presente cambios en
sus signos vitales.

Primeros auxilios

Independientemente de la causa del sangrado vaginal en la segunda mitad del embarazo,


la mujer debe ser llevada a una institución de salud tan pronto como sea posible, en tanto
se administran medidas de apoyo y contra el Shock y garantizar el bienestar fetal

 Mantener a la paciente en reposo

 Coloque a la mujer sobre una superficie plana en posición decúbito lateral izquierdo,
con sus pies más elevados que la cabeza.

 Evite el enfriamiento de la paciente

 Valorar el estado de conciencia, la respiración y pulso

 Si se sospecha de placenta previa evitar la exploración vaginal

 Trasladarla inmediatamente a un hospital


Hemorragias del posparto inmediato

Se define a la hemorragia postparto como la pérdida de sangre que supera los 500 ml en
un parto vaginal y que supera 1 l en un parto por cesárea.

Hemorragia postparto primaria. La HPP primaria (inmediata) se produce dentro de las


primeras 24 horas posteriores al parto. Las causas más frecuentes son: la atonía uterina,
la retención de restos placentarios y/o membranas ovulares y los desgarros del canal
blando. Aproximadamente el 70% de los casos de HPP inmediata se producen debido a
atonía uterina. Se define como atonía del útero a la incapacidad del útero de contraerse
adecuadamente después del nacimiento del bebé.

Hemorragia postparto secundaria La HPP secundaria (tardía) se produce entre las 24


horas después de dar a luz al bebé y las 6 semanas postparto. La mayoría de los casos de
HPP tardía se deben a la retención de productos de la concepción, infección o ambas

Primeros auxilios
Las intervenciones oportunas y transferencia para el tratamiento a centros de atención
obstétrica de emergencia básicos o integrales son fundamentales para salvar la vida de las
mujeres.

Si se produce una pérdida excesiva de sangre se debe trasladar de inmediato a la paciente


a una institución de salud, mientras se procederá de la siguiente manera:

 Mantener a la paciente en reposo

 Colóquela sobre una superficie plana, con sus pies más elevados que la cabeza.

 Evite el enfriamiento de la paciente

 Si el útero no está suficientemente contraído, aplicar masaje suave y regular en el


fondo uterino acompañado de ligeras compresiones hacia abajo para eliminar
coágulos. Esto permite que el útero se contraiga comprimiendo a su vez los vasos
miometriales con lo que se favorece la hemostasia. Así mismo favorece la expulsión
de coágulos.

 Aplicación de hielo: Favorece la vasoconstricción y por lo tanto la hemostasia, pero


debe ser intermitente para prevenir la necrosis tisular.

 Masaje en aureola mamaria, para aumentar la producción de oxitocina y facilitar así


las contracciones uterinas.

 Estimular la succión del Recién nacido

Si no se logra controlar la hemorragia con estos medios se pensará en la posibilidad de


retención de restos placentarios o desgarros de partes blandas cuyo tratamiento es
definitivamente en una institución de salud

PARTO DE URGENCIA
Signos de desprendimiento de la placenta:

 Reaparición del dolor y las contracciones uterinas


 Salida de un chorro de sangre por los genitales
 Descenso del cordón
 Ausencia de ascenso del cordón al elevar el útero desde el abdomen
 Falta de sensación en la mano que palpa el fondo uterino a través del abdomen
mientras se tracciona el cordón

Después del nacimiento se debe mantener la temperatura corporal del recién nacido mediante
las siguientes medidas:
o Secar el cuerpo del recién nacido en especial la cabecita.
o Colocarlo directamente sobre el vientre de la madre.
o Colocarlo en una cunita precalentada.
o Manipular lo menos posible al recién nacido.
o Evitar las corrientes de aire.

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