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Viernes 11
Refrigerio
Tirar un ovillo de lana a cada integrante y hacer una red como de una tela de araña,
respondiendo las preguntas:
Mencionando su nombre, cuántos años tiene, quien se le murió, como se llamó el ser querido
que murió, hace cuantos años se murió, cuantos años tenía cuando él o ella murió, cuantos
deudos dejo, donde murió y de que murió.
Escribir la circunstancia de crisis, los detallando día, hora en que sucedió la situación
crítica, como se enteró y que hizo, que sentimientos tuvo.
e.- aplicación
medias huecas
sobre de galletas
bolsa rota
pan seco
CD rayado
Un Zapato izquierdo
Darle un sentido a las cosas inservibles, y mirar en nuestra vida y hacer una
introspección, y darle valores agregados a nuestra situación crítica, que quizás para muchos ya
estamos perdidos pero nosotros podemos dar un giro a nuestra situación crítica.
d.- Aplicación
Cada niño necesita identificar cinco recuerdos asociados con la persona muerta
Diferentes colores son usados para representar cada recuerdo
Los niños ayudan a colorear sal en cinco colores, pueden disfrutar este proceso haciéndolo con tiza de 5
colores
Después cada niño echa los colores haciendo cualquier combinación que el quiera en su jarra, pueden
hacer diseños bonitos usando solamente los cinco colores
Cada color tiene que representar un recuerdo del niño de la persona muerta
Pueden escribir los recuerdos y los colores en la hoja
Al final todos los niños necesitan compartir su jarra y los recuerdos representados con su grupo
pequeño
(Y más tarde durante el día con el adulto que les está acompañando)
Los niños pueden pensar en un lugar donde van a guardar su jarra o recipiente en sus casa después del
campamento
Piedras de Recuerdos
En la primera sesión vamos a dar a cada niño tres piedras: (dar a cada lider una bolsa con tres piedras
adentro)
• una piedra áspera
• una piedra lisa
• una piedra preciosa
Muchas veces, cuando alguien muere estamos llenos de recuerdos y sentimientos diferentes sobre esta
persona.
Las tres piedras diferentes le ayudarán a aferrarse a algunos de estos recuerdos, y los sentimientos que
acompañan estos recuerdos
La piedra áspera
La piedra tiene bordes ásperos
Es afilada
Si está sosteniéndola con fuerza en la mano, puede hacer daño
Algunos recuerdos que tienes de la persona que ha muerto pueden ser ásperos, irregulares y dolorosos
también
Es muy posible que puedas estar un poco incómodo recordándolos porque puedes experimentar
sentimientos difíciles o hirientes
Pero al mismo tiempo son recuerdos importantes y verdaderos
La piedra lisa
Esta piedra parece normal, no es extraordinaria. Es sencilla, una piedra que podría pasar desapercibida
Tiene bordes lisos, puede ser suave al tocarla
Algunos recuerdos que tienes de la persona muerta pueden ser cosas normales; los momentos en la
mesa; ir al colegio; o hacer compras juntos
Estos recuerdos normales no son muy emocionantes, pero pueden darte consuelo, y son cosas que
puedes extrañar mucho
La piedra preciosa
Esta piedra parece muy especial
Al tocarla es lisa, es única, y cuando la expones a la luz, la piedra brilla
Algunos recuerdos que tienes de la persona que ha fallecido pueden ser únicos y especiales para ti y para
nadie más
Pueden ser recuerdos preciosos que tú vas a guardar como un tesoro por siempre
Vamos a hablar muchas veces durante el campamento con los niños sobre estas tres piedras
Ellos van a tener tiempo para pensar en los tres tipos de recuerdos durante los dos días con nosotros
Y al final pueden llevar sus piedras a su casa como un recuerdo del campamento pero también un
recuerdo de la persona muerta
Sábado12
8:30 a 12:45
1. Devocional
2. Los niños y el duelo
3. El futuro y como ser una persona resiliente
Videos (quien se llevó mi queso)
Dinámica
Aplicaciones
Una tribu indígena de los Llanos Orientales tiene una costumbre extraña: no dan
regalos hasta llegar a la casa de quienes los invitan, sino al despedirse. Ahora,
vamos a darnos el regalo de despedida. El regalo más lindo que yo puedo recibir
es saber que otro se ha enriquecido por mi presencia. Entonces, vamos a dar a
cada uno la oportunidad de compartir cómo se ha enriquecido por la presencia
de los otros y por su participación en este Taller."
EMOCIONES INTENSAS :
Tristeza y Llanto
Rabia
Miedo
Culpa
Tanatología.
Establecemos como la disciplina que estudia y analiza las pérdidas de las personas, dando el
apoyo para elaborar los duelos que resultan de las carencias que han producido, y así
aceptar un nuevo sistema de vida aun con las pérdidas que se hayan tenido
ELTANATÓLOGO
El tanatólogo es el profesional capacitado para ayudar en cualquier tipo de pérdidas
significativas a que la persona que muere y a aquellas que lo rodean, puedan elaborar sus
procesos de duelo. La finalidad del tanatólogo es procurar que al paciente o cualquier ser
humano que sufre una pérdida pueda sobreponerse a ésta a través de un trato respetuoso,
cariñoso, compasivo, conservando su dignidad hasta el último momento.
Necesita tener la capacidad para “ponerse en los zapatos del otro”, a través de una gran
calidad humana para poder ofrecer al paciente el apoyo que necesita.
EL DUELO
Como ya vimos el duelo es un proceso que sigue a la pérdida de algo o de alguien. Muchas
personas lo relacionan con la muerte de un ser querido, pero lo cierto es que el duelo es algo
que todos experimentamos después de cualquier tipo de pérdida como puede ser la pérdida
de un trabajo, un animalito, un hogar, la casa de toda la vida, expectativas que no se
cumplieron, un sueño, una relación de pareja o amistad, un matrimonio, un hijo ya sea por
muerte o dado en adopción, una función mental o algún miembro después de un accidente. El
manejo del duelo es aceptar la pérdida como una realidad, pero para algunas personas que
llegaron a la aceptación puede motivar un movimiento mental y emocional hacia algo más,
hacia un nuevo objetivo. Es desarrollar una nueva opción en donde se encuentre un
significado que nos conecte con todas las capacidades y recursos que poseemos y que
aunque pareciera que terminan, no se acaban. Es salir de la sensación de dolor, de temor, de
incapacidad, de inseguridad, de pérdida junto con todos los temores y creencias limitantes
que implica y, retomar, otra vez nuestra vida. Se trata de generar nuevos objetivos resolviendo
el duelo lo más pronto posible pasando por las diferentes etapas necesarias y viviendo cada
una de ellas. Darse uno cuenta de que las pérdidas son inherentes de la vida pero ésta ni
acaba ni se detiene. La pérdida es un reto para seguir creciendo, superarse, y desarrollarse
como ser humano
Obligar a la persona que ha sufrido la pérdida a asumir un papel, diciendo: “lo estás
haciendo muy bien”. Debemos dejar que la persona tenga sentimientos perturbadores sin
tener la sensación de que nos está defraudando.
Decirle a la persona que ha sufrido la pérdida lo que “tiene” que hacer. En el mejor de los
casos, esto refuerza la sensación de incapacidad de la persona y, en el peor, nuestro consejo
puede ser contraproducente.
Decir “llámame si necesitas algo”. Este tipo de ofrecimientos indefinidos suele declinarse y
la persona que ha sufrido la pérdida capta la idea de que nuestro deseo implícito es que no se
ponga en contacto con nosotros,
Sugerir que el tiempo cura todas las heridas. Las heridas de pérdidas no se curan nunca por
completo y el trabajo de duelo es más activo de lo que sugiere esta frase.
Hacer que sean otros quienes presten la ayuda. Nuestra presencia y preocupación personal
es lo que marca la diferencia.
Decir: “sé cómo te sientes”. Cada persona experimenta su dolor de una manera única, por lo
que lo mejor que podemos hacer es invitar al afectado a compartir sus sentimientos, en lugar
de dar por supuesto que los conocemos.
Utilizar frases vulgares de consuelo, como: “hay otros peces en el mar” o “los caminos del
Señor son insondables”. Esto solo convence a la persona de que no nos preocupamos lo
suficiente por entenderla.
Abrir las puertas de la comunicación. Si no sabe que decir, pregunte: “¿cómo está hoy?” o
“He estado pensando en ti, ¿cómo te está yendo?”.
Escuchar un 80% del tiempo y hablar un 20%. Hay muy pocas personas que se tomen el
tiempo necesario para escuchar las preocupaciones más profundas de otro individuo. Sea una
de ellas. Tanto usted como la persona que ha sufrido la pérdida pueden aprender cosas en el
proceso.
“estar ahí”, acompañando a la persona. Hay pocas normas para ayudar, aparte de la
autenticidad y el cuidado.
Hablar de nuestras propias pérdidas y de cómo nos adaptamos a ellas. Aunque es posible
que esa persona en concreto tenga un estilo de afrontamiento diferente al nuestro, ese tipo de
revelaciones pueden servirle de ayuda.
Entablar un contacto físico adecuado, poniendo el brazo sobre el hombro del otro o dándole
un abrazo cuando faltan palabras. Aprenda a sentirse cómodo con el silencio compartido, en
lugar de parlotear intentando animar a la persona.
Ser paciente con la historia de la persona que ha sufrido la pérdida y permitirle compartir sus
recuerdos del ser querido. Esto fomenta una continuidad saludable en la orientación de la
persona a un futuro que ha quedado transformado por la pérdida”