Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PSICOL.OGl"'f-- TRABA.JO
Cat. 11-Prof.'Alonzo _________
,,,,,
,->"''-"1'~:tr·-Y
,
7r----l"·'.-p-:· ·,,-,
¿
~
~
O Título del Texto: Organización del trabajo y Salud: de la 11
Jntroducción, partes 1 y 2. \.
r
,+.]
~
O Autor: Dominique Oessors
~
O Unidad 0 3: Nuevas formas de organización del trabajo [
r
Universidad de Buenos t'lires
i-J lt Facultad de Psicología
I
"·- -- ___ ,. _____ --- ---
P~icoJogía del Trabajo
. " _- ... ¡ " ' , . ,ti.
Cátedra II '
--~
,_;adinámica del trabajo·
•.
;¡ Dominique Oesso1·s
Pascnle Mol:n ier
~¡
' (.
12 l. L1 j'Si..·11Jin.ími1\\ úd tr.•l'<ljo ·D. Dr'SSot:s, P. /llo!init'l'
!n\rnihlffiún 13
jeto con la realidad dél trabajo. En esta perspectiva, el n1odelo de La realización de sí n1isn10 pasa por ia n1irílda del otro, En el
hombre es e{ de Ja teoría···psiCoana!itica: el sujeto del que se tra- án1bito erótico, 1a" identidad se siente a través del reccinocinlien-
ta es el de una historia singular, portador de esperanzas y de- to del ser. En el án1bito social, esta búsqueda debe reconduclrse
seos. El sufrin1iento preexiste a su encuentro con la situación de permanenten1ente por n1edio de_l z:~pnQc.!~1~12to del ha<;e:r;
~abajo y vectoriza de alguna forn1a al sujeto hacia el mundo/· donde me vuelvo lo q.ue soy, en la expresión 1enovada de la
con Ia esperanza de encontrar algún alivio. apreciación de los otros acerca de.la utilidad y la belleza de lo
Pero ¿ql!é es el trabajo? El trabajo no es el en1pJeo. 1'a.mpoco que hago. Dicho de otra n1anera, sólo accedo a mí mismo y al
pue~e reduclrse al trabajo teórico -lo que se debe hacer-. El tra- otro por la n1ediación de un hacer ''considerado"{.tOmado en
bajo es la actividad -lo que se hace-. Saben1os, gracias a la. ergo- cuenta. Función del espacio abierto a la dinámica del reconoci-
nomía, que existe entre el trabajo teórico y el trabajo real un des- miento~ .el b'abajo puede contribuir a la realización de sí mismo
fasaje irreductible. Cualquiera sea la calidad de la prescripción, -aún en momentos eri que la vida afectiva está especialn1ente e1t
sien1pre comporta fall.as que deben resolverse en la situació11 de sufrimiento, duelos, divorcios, etc. !_ra_!>§'!! e;; enttmces benefi·
trabajo. El enfoque psicodinámico tiene por objeto la moviliza- ciarse con_ .ur:t. J~ga.r par~ h.~~e; y hacerse con I9s otrQ?. Pero el
ción de la inteligencia y de la personalidad de los agentes; estas trabiijo·-p_~~~-ef por el co.ntrarío; obsta~lj-~~_!_ ~~~S?.~~~~~ión de
convergen para superar lo que la realidad les opone en términbs 1a·-¡aefl.tlQad y ser-fLú:últe-cteSüfrillileñto. Como veremos; éI re-
de imprevistos y contradicciones. En otrat¡ palabras,. el ~°:~aio.;es COri6ciiníE:flto.delbacef_en_la5 relaciones sociales del trabajo no
"lo que no está dado por la .organización teórica del trabajo" es menos difícil de obtener que el reconocimiento en el amor.
(DAVEZlES 1994), todo lo que los hombres y las mujeres se inge-
nian en inventar para encontr~ los mejores con1pron1ísos enf:r17
3. Trampas necesarias
lo que deben hacer, Jo que es posi6re:hai:er,fló qµe desearíil11
há.cer terúefl_do en cuenta lo.(iüe crliefl que es justo o ~ueDo. La organización prescripta del trabajo nunca es estrictamen-
te aplicable, ya que todo trabajo -incluyendo el con..">iderado po.r
la jerarquía como trabajo de ejecución- es en realidad de una
2. La identidad, una conquista jamás alcanzada
gran complejidad. Hacia el operador convergen órdenes más v
El psicoanálisis reveló el lugar' central del amor en la cons- menos coherentes, y a partir de Ias cuales, conscientemente o
trucción de la identidad. Defenderem.os la tesis según ]a cual el no, elabora un compromiso realista, es decir necesariamente
trabajo es el otro del amor~ ocupando· un lugar tan central como inestable. La dificultad es que cada prescripción puede parecer
éste en el devenir del sujeto. La identidad difiere de Lf!~~~~~T justificada: ningún operador desprecia a priori las recomenda~
lidad.,,que se ca.racteri?...a por la invari8;~ión de rasgos afectivos~ ciones que se le hacen en nombre de su salud y su seguridad, así
cognitivos y hasta morfológicos. l:_~_~dentfclliQ::_es ..~~!lP_<l!te d"} con10 no se irrita a priori con las exigencias de calidad. Pero, su-
sujeto que nl!oD:c_a_.-'ª~_e-~_~J¿jfu_g 4~ft~t!Y~Pl~_n_~ y nec~s~~ _de una madas a las restricciones temporales, se conjugan en una situa-
.1 confirn1ació!!..f~~t~I.:..~-1-~.. <;~tj..~_-;1~_~1;. si rto se dar pued.e producil-Se ción inextricable. De hecho, los age~tés_ :s.~ ven o}?J.ig-ªi;i_9s a m~
una CTiS"iS=de Úientidad- durant~ Ia que el sujeto ya no logra re- nudo a salir de la legillidady-a hacer tt:.ªJJ1P.ª ~on las consignas,
conocerse a sí mismo (DEJOURS, DES-,'ORS, MOUNtER, 1994) no debido a su gi¡s!o iiimoderado ·por el fraude o por la irre<·
ponsabilidad, zjn~on el obie_\,U!."-reajiza \J()_!'}ej5JUJ2Sible su
La identidad es una conquista c¡ue se capitaliza en el orden
ta.rea·. La existencia de -trampas se mostró er1 prirrier lug-"ar-€.n en~··
de _lo s~~g'..:tlar_ pero s.e opera en el orden de ]J_ intersubjetividad.
cuestas en la industria nuclear (DEJOURS 1992). Desde entonces,
~
14 't. L..:1 ¡>:>icodifkimit".i J(•! tr,1l'lljo - D. lfl·~sors, P. .\ iulinkr
líllmd11n-iiir. 15
estas pr.á~~icas .s~ d~,te_ctaron en varias situaciones de trabajo, Jo cornunes (CRU 1988). La din1ensión técnica_de la regla es sin du-
que justifica el caiifícativo de "con1unes", ~in banalizarlas por da !á'(j'üé parece n1ás evidente. Pero L~~-.~~_g~~~.~~J . .?J.i~~º. ~1? __ 9_e-
esto, ya que son._ una de las IÍ1ayores fue.ntes de sufrin1iento en t~rn1in~!1.Ú!ti~~J1ie,,nt.e las m~.11f7r?:~_ 0_~__h~<;~r1_Q!ganizan~~º1Pi*-n
el trabajo'. Así, _en una e1npresa de servicio, el correo se dirige a I~s.·co-n~!92~1~.É.g.f2sg9p_er~i:;jQ_ry, g~ }iecir las n1IDeras de decir,
la Clieritela cori _un ffl.en1brete personalizado con el nolJ?.bre_ del erviVif-juntos y los. mo~os de la_ co.:i~.!~~~1cia. Con1portan final-
' agente-'encargado de su· expediente. Este tipo de correo incita a - mente una dimensión é1íCaeSefiCla.I Para poder-estat'1:1ir sobre lo
los clientes a dirigirse ~1ormalmente a esa persona, de tal mane- qu~ es.justo o sobre lo que esta:blen hacer. Es por referencia a es-
ra ·que, para protegerla del flujo de requeri1nientos o protestas, tas regla_s d.e trabajo que el juício de reconocin1iento puede pro-
hay recepcíorústas encargados de filtrar las llamadas y de dar ferirse. Organizan así todas las relaciones de los trabajadores de
las iÍlformaciones ~omplementarias en su lugar. Cuando un un colectivo, pero también sus relaciones con los ·subordinados,
·en
cliente insiste eff-eléfono para hablar con la persona que cree la gerencia, los otros colectivos de trabajo, etc. Estas reglas están
es el único interlocutor competente -el que firma su correspon- basadas en la deliberación colectiva, no se decretan, se discuten.
dencia-; es coffiún recurrir a la falsificación de voces. Los recep- Las regfa1s son una consti:uccíón, que siempre remite al oficio y
cionistas. fingen aceptar comunicar al cliente con el encargado, que da verdadero contenido a la expresión "trabajar juntos". La
pero retornan el teléfono y achían su papel deformando su pro- construcción de las reglas de trabajo implica podo tanto un es-
pia Voz.. Subrayemos que su. truco es también: una manera de pacio· específico de discusión en el que se·a posible expresar en
salvaguardar la image.n de la empresa .frente a los clientes. Por confianza sus opiniones,. sus gustos, sus valores. Algunas reu-
supuesto, }a :traffip'!. es poco discreta, fudo el mundo lo sabe. Es- niones organizadas, como las transmisiones de información en
t3-. Práctica _profesional es costosa psicológica y moralmente. En los equipos de enfern1eras, pueden participar en el despliegue
'efecto, la contribución efectiva de los recepcionistas a la resolu- de est~espacio público; pero de hecho, una gran parte del tra-
ción de las fallas y las incoherencias de la orgarúzación del tra- bajo deliberativo se efectúa en espacios Jnfiirmales -de "tiempo
bajo no puede ser objeto de ningún reconocimiento oficial por perdido'' - siempre an1enazados con ser considerados inútiles
parre de la jerarquía -¿cómo felicitar a un agente por haberse he- momentos ofrecidos a la pereza de lo.s asalariados, paus¡,: para
cho pasar públicamente por el jefe? Por otra parte, .<::ta_tranep_a ·el café,. tiempo perdido cambiándose, etc. Sin embargo,. su·· exis-
_"Sfu"-n!e de desconfianza entr<:' los agentes -¿cómo otorgar su es
tencia una condición determinante para la contribución d.e los
-:· cortfia:nza a·-alguiéri~ a-ijlil€ri ve mentir tan brillantemente a lo
se agentes a la organización del trabajo. Su deserción significa ge-
largo .del día? De golpe, compartir e! espacio adquiere la forma neralmente el derrumbamiento del colectivo.
peyorativa de cierta proI?ñscuidad: todos se escuchan hacer, en 1
El sufrimient() en el trabajo ~..lª perct:?:p:ión q_ue surge cuan-
la n1edída en que no se puede evitar escuchar a los otros hacer do-fa~iéiació~l c!.~l s~jetQ~on la orga,;izací~njl_élÚ~;j"-s"e blo-
también. Este "ruido", del que los recepcionistas se quejan ma-
quea, la.coop~raqh?n~ rompe, 1-ª cq~~~a _s_i:.:'~~EPP.9.~~-~Ie,
sivamente es intolerable, no solamente por su intensídad, sino
en primer lugar porque tiene sentido. ~~~r.~c.Q.no_cimiffitp fy.~~~?ª~. \. ·
! Ahora bien, la 'éonfianza es un elemento indispensable para :¡
ila -cooperación. Aún más, Ia confianza no se prescribe, es Eintera- 4. Una normaliciácl. sufriente
n1ente_ un'a cueStión de conquista. }Ja l?li!:!'~lC?~ e!~ -~~.lesti.Y.Q ~~ Si la normalidad es corriente.. no por eso es menos frágil, con-
una situación en .l~ 31~~-.J-~-.~~Iª~-:igri_~ ·de_ ~onfian_za y de._c_oope~ quistada en la lucha contra la desestabilización producida por
ración se hacen· posibles p_i:;ir m~.dio ~e Ja elaboración de reglas las restricciones del trabajo. Pero er1tonces, ¿cómo consiguen los
16 ln1rodt1l'dtín l. L.i pi>kT... li11.imi~-.1 J1•l lrd{\lj1> ·D. Des&11s, P. lvlo¡¡nit>r 17
trabajador.es no .volverse locos? No g_racias a [os efectós de un torsi_one§.. de Ja _f2fil~l}.i_~_'!.~ló.!l.Y-.Tep.er.cute11 en las COllLÜCiones
condicionamiento socia_1 que sufrirían pasivan"Len.te, sino por la ~~~re.~ot:r?~}_mjgnto....
inlpfe~1~.n~ci?n activa- de n1ecanisn_1os _tje defensa, algunos in- Eli una sala de operaciones, la necesidad de no confesar{se)
dividuales, y otros que se construyen cQ!ectilrnmente y cuyos su falta de saber hacer para no expresar ni la duda ni la inquie-
portadores son los trabajadores. tud -y formar asl una barrera en la percepción consciente del
La existencia -d~--~~tra·t~~-~~c?Ie_c~tj~~~dt: .de.fens~¡se detectó miedo-, se traduce para los cirujanbs·en el hecho de que no se
en primer lugar entre los trabajadores de la construcción {DE- transmiten entre ellos los secretos del oficio, las astucias_, ni las
JOURS 1993). Los investigadores constataron, para su gran sor- nuevas téa)icas. Las auxiliares, e incluso los camilleros, en vir-
presa, que los compañeros nunca hablan espontáneamente del tud de verse obligados a trabajar con los cirujanos, son Jos que
miedo -temen do en. cuenta que la situación de trabajo es objeti- se ven llevados a ejercer la transmisión técnica y por Jo tanto, a
vamente peligrosa-. Igualmente sorprendente, la existencia del hacerse cargo de una parte no despreciable de las responsabili-
no respeto a ciertas consignas de seguridad y de comportamien- dades en el buen desarrollo de la intervención. Por cierto, el ci-
tos insólitos, a veces peligrosos, practicados por la mayoría de rujano generalmente agradecerá a aquel que le haya dado el
los obreros. A esto se agregan una serie de valores; fácilmente consejo justo. Sin embargo, esta actividad que contribuye a sos-
compartibles por los trabajadores, ya que surgen del repertorio tener las estrategias defensivas de los cirujanos debe, para ser
socialmente cons:truido de la virilidad: coraje, bravuconada, he- eficaz, permanecer secreta. F.ste saber hacer no puede por consi-
roísmo, un "ve1:dadero" hombre no conoce el ntiedo. El conjun- guiente reconocerse públicamente,. y escapa así a toda vi;sibill-
to de estas-condui:tas apunta a oponerS;e a·Ia percepción cons- dad. Esto provoca ·el sufrimiento de las auxiliares. Por una par-
ciente del peli57o, a luchar contra el_ miedo por medio de la te, la angustia relativa a esta toma de responsabilidad no en-
construcción de una renegación. Parece que las estrategias de- cuentra una vía legítima de expresión; por otra,. la imagen reen-
fensivas permiten "resistir" en el trabaje pero también que su viada por las auxiliares de los servicios médico-quirúrgícos es la
n1antenimiento es n1uy costoso para Ia ~onomía psíquica. Con de ejecutantes que sólo alcanzarían #tontamente" los inshu-
que un solo compañero exprese miedo, aparecerá en todos 0 .SL rnentos1 lo que contribuye aún más a su aislamiento.
quiere ser eficaz, la defensa no pu_:d~.i;ener njnguna [all~_)' co-
loniza el espacig fuera del trabajo, fas horas de ocio, la educa-
y
ción· de lbs chicos hasta fa vida erótica.
5. El sufrimiento no es un objeto como otros
En otras situaciones, las estrategias defensivas apu!ltan a n~ La normalidad no está exenta de sufrimiento entonces. Si el
gar otro~g~>Q¡5, otr.S.foeijtes.ile~stífrinii"!'to. Se ha podido sufrimiento no a parece tan espectacularmente como se podría
describir las estrategias colectivas de defensa características en esperar, es que justamente cada uno trata de hacer todo lo posi-
los operadores de .conducción de las industrias químicas, los ble para contenerlo. En consecuencia, la vivencia d-el trabajo,
agentes de mante#iento de las centrales nucleares, los trab8.- porqtte contiene sufrimiento, no puede ser un objeto de investi-
jadores socía!esi-Ios'médicos y cirujanos, !as enfermeras, los gación como cualquier otro. Cada vez que les pedimos a los
1natjdos med'ios/e.té~· Las diferencias e1}tre estas estrategias a me- otros hablar de su vivencia, no~po<leinos ignorar los e.fectos de
nud~ son .f~ente . J.~.il:l.cón1prensión, de desprecio, de conflicto retomo de esta palabr~ efl su econon1ía psíquica. El que se com-
entre diferent~s colel!¡,wOs. Al someter toda una_gart_e .de1!acti- promete en un trabajo de elucid,ación de su Slllrimiento ¿no co-
vidad a su propiO+'ODj~tivo -ev¡tar=ersUfiiiñiffi-to- pr~;~an di$- rre el riesgo de fragilizar profundamente su sistema de defensa?
.-· ·- ···~ ..:.:--'·--;--:--~-~---------- ·---·--- ----------··
5
[n!rnduü·iún l. Ui pskoJin.imiül ~l·l !rnlirljt) - D. Q!'St•i;1rs, P. 1\lolin~·r 1 9
18
El sentido de lo que vivin1os no nos es dado, sino qu€- lo cons- de la identidad es tributaria de la intersubjetividad en situación
truin1os hablando. Hablar, escuchar~ sien1pre conllevan un ries~ de trabajo tiene efectos de. retorno sobre el lugar otorgado al tra-
go psíquico'.:Comprenderes lransfornrnrse, porque inevitable- bajo en la construcción del vínculo civil. fiemos visto. que del es-
:menté'e!fqüerer actuar en el sentido de Jo que hemos compren- pacio abier.to a ]a dinámica de.l reconocimiento·por medio de las
cEda. La iri.Vestigación psicodínámíca de !as situaciones de tra- reglas comunes, dep,enden co;;juntamente el aprendizaje del vi-
bajo requiere una metodología específica que es el objeto de un vir juntos y la tolerancia de la diferencia. Más generalmente, el
capítulo en la reedición del libro de Christophe Dejours Travail: trabajo es uno de los lugares de reiteración de Ja!; virtudes cívi-
usure 'ltienlnle. ·~qui ilos limitaremos ·a. hacer una breve referen- cas y políticas, como la solidaridad y el sentido de la justicia. Pe-
cia. Esta.investigadórt se denomina j~stau1ente "investigación'' ro en el contexto actual, esta función ¿no corre el riesgo de ser
y no "irite.rvendón". Si los investigadores se aferran a esta ape- cuestio11ada?
lación; es·porque la investigación no está destinada únicamente Con referencia a esté cuestionamier;to 1 citaremos el manage-
a producir conocimientos sobre lo real del trabajo, sino también ment Por medio de la mentira. tal como ha aparecido en las últi-
a vblvers4 conquista para las personas que se comprometen en ñláS 'IDVéStigié:iOnes que Ii~ffios realizado en el sector de las em-
el procese{ de elaboración. Toda investigación en psicodi.I1ántlca presas de -servicios. En un contexto de restruct:uración, el perso-
del trabaj1 exige por lo tanto la existencia prevía de una deman- nal de supervisión juega el papel crucial de correa de transmi-
da de losttrabajadores involucrados e impone el paso por una 'sión entre los nueVos imperativos económicos y los Problemas
fase de pre-investigación para asegurarse de que la investiga- concrétos que Se plantean en el terreno. Ahora bienr a menudo
ción propiamente dicha se inscriba en un proceso de transfor.- declaran que deben mentir para realizar su tarea. Dicen que
n1ación en el que los actores estén de acuerdo, por lo menos en mienten a sus subaltermos haciéndoles promesas de promoción,
un punto:: volver a poner en debate lo que hubieren descubier- de primas, de pequeñas ventajas, sabiendo•pertinentemente que
to, con la kyuda de los investigadores, sobre la vivencia del tra- no. podrán .cumplirlas. Pero estas promesas vanas, que disimu-
bajo. lan mal el hec\w de que piden cada vez más con cada vez me-
nos medios, mina la confianza que pueden otorgarles sus subor-
~ -
6. De la mentira como trabajo
dinados. También dicen que mienten por omisiónr por retenc.f.ón
de in.formaci9n para no agravar el clima sociat o simplemente
al individualismo como defensa para esconder que no saben cómo será el futuro. Mienten a su
propia jerarqÚía para encubrir que sus equipos toman cada vez
Subcontratación,. precariedad, reducción del tiempo de tra-
más .riesgos con la seguridad y hacen trampas co11 Ias consignas.
bajo, de acuerdo con las "nuevas formas de en1pleo": muchos
Mienten despu_és a los peritos en caso de accidente, etc. Ahora
son los que afirman la muerte definitiva del trabajo asalariado
bien, la vergüenza, la indignación, son sentimientos morales di-
en su forma clásica. Una parte de la comunidad intelectual in-
fícilmente soportables. El sufrimiento moral es un sufrimiento
cluso reflexiona muy seriamente sobre la redistribución de los
reflexivo, ·generado por. e1 juicio emitido sobre sí mismo, un su-
bienes sociales, tomando en cuenta las desigualdades inherentes f·
frimiento de la r:&5n. ¿Cómo defenderse? Es.te tipo de adminis-
al poderío de las lógicas económicas. Pero probablemente no Í~·
tración propone sus propias respuestas sometiendo a ciertos
basta con tener un ingreso mínimo, que incluya tiempo libre, ~'
mandos medios a una rotación acelerada de puestos que los sus-
quizás-incluso un /.(trabajito", con el fin de obtener un pueSto pa-
ra hacer-y hacerse con los oi.Tos. Considerar que la construcción r trae a un enfrentamiento insostenible. Perq se. observa que aún
¡::
,.
¡.
,.
2 1
20 !nlro<lurdün
í .
+-
22 lntrodu,Yión
Introducción
Trabajo: desgaste mental era un ensayo. Pasaron doce años
desde su publicación. ¿Era necesario ese plazo inhabitualmente
largo para proponer una segunda edición? Quizás es la contra-
partida de un desarrollo demasiado rápido de la psicopatologfa
del trabajo: el ajuste graduado de las formulaciones del texto
inicial en función de los progresos alcanzados era delicado, de-
bído u ta misma turbulencia registrada en el campo de investi-
gación. Si finalmente decidimos realizar una nueva edición del
libro, es porque, en nuestra opinión, hemos franqueado un um-
bral y akanzado un terreno más fume y propicio donde dete-
nernos a hacer una etapa.
El ensayo de 1980 tematizaba algunas intuiciones y abría al-
gunas pistas a la investigación. Pero no constituía un progBrna
científico stricto sensu. En doce años, las 'VÍas abiertas por es~e li-
bro, en lo esencial, se exploraron: por supuesto, en el plano teó-
rico; po:r;que, en el plano clínico, el campo de investigación eS ili-
nútado -y no deja de renovarse con la transformación histórica
de las situaciones de'trabajo.
La psicopatologfa del trabajo ya no está en el estadio del en-
sayo. Al beneficiarse con una evolución y maduración, la pro-
blemática teórico-clinica no por eso logró liquidar las numero- !
1
sas cuestiones que se plantean en el análisis de la refación sub-
jetiva de hombres y mujeres con sus situaciones de trabajo. Por :!
el contrario, el desarrollo de la disciplina hace surgir nuevos in- .1
terrogantes, lq que, en resumen, no tiene nada excepcional y sig-
... -""
"
1
'De la psychopathologie a la psychologie du travail~, Addendum a la 2" ed. de
Travail, ilsiire 111entnlc, Essai de psydiopntfwlogie du trrmnil, 1992.
"""""''"~º""
nifica ünican1ente que no ha agotado aún sus posibilidades. Ac- finición CS reconocer la evolución de toda la disciplina, de lo que
1
tualn1ente,.se pueden plantear n1ás cuestiones científicas que en ahora van1os a tratar de dar cuenta.
1980: este ensayo está superado y al n1isn10 tie1npo todavía es !.a psicopato!ogía de_!_ tr;abaj() es el nombre de una disciplina
actual. Está superado, porque la "psicopato!ogía del trabajo" es que fue iii_ii:qgy_íida_-mlas-'!ÍÍQLl.'1~0-199.Q. por autores como
denuisiado estrecha para abarcar las nueva5 cuestiones, y esta- L.Le Gui!lant, <;._Yeil, P.Sívad()n, AcFemández-Zo"ifa, J.Bégoin ...
a1os obligados a concebir un marco más ampliado: el de la ps.i.- A pesar de las dudas teóricas con>prensibrés-en-úii'perió"dó-de
codinámic.a del trabaJo. Sígue siendo actual, sin e!nbargo, por- fundación, las monografías clínicas publicadas entonces se refe-
que lo esencial de sus fom1úlaciones sigue siendo legítin10 y rían implícita o explícitamente, según los casos, a un modelo
porque,. sin asimilar estas primeras investigaciones y sin referix- causalista (no sin criticarlo, por otra parte, pero sín poder libe-
se a ellas, el lrnbajo cientifíco no puede continuar. Con el objeto rarse completamente): se Eostulaba que las..rgstricci_ones de tra-
de ayudar al movimiento de reflexión en curso se volvió a pu~ b~j<:..fo~ían pr_<>vocar áfeCCiones rsicop_at(jlógicas. La in"VéStiga-
b!icár este libro, agotado desde hace varios años. Esta segunda ción etioiQgica sobre las causas y los n1ecanisn1os veía antes que
edición demanda, en nuestra opinión, más que un prefacio1 un nada al trabajo, especialmente el trabajo industrial, como una
comentario en forma de postfacio. En la medida en que el ensa- desgrada socialmente generada, deletérea para la salud mental
yo no tiene una significación "histórica" en. el ca111po de las dis- de los trabajadores. La investigación clinica estaba polarizada
ciplinas del hombre en el trabajo, sino que aún hoy está en los por la preocup_ación de id~ntific.ar stnJ:\121n..es o enfermedades
fund.:amentos del enfoque~. un co.mplem.ento teórico podría ayu- mentajes.caracter{i~das.'El ~odelo de la patologla profe5iOnaJ
dar a aqueHos_deseosos_ d~ tener acceso a una lectura actualiza- (estudiado por la medicina del trabajo y la toxicología indus-
da y conocer los argumentos de la discusión que hoy en día ha trial) ejercía una poderosa lnfluencia.
llevado a proponer sustituir la "psicopatología del trabajo", por Mis propios trabajos de los años 70,.::¡ue llevaron a la publi-
la nueva denominación de #análísis psicÜ<linámico de las si- cación df! Trabajo: desgaste niental, se inscribían en esta tradición
tuaciones de trabajo". y aprovecha'han--esta-heieñCia:~tn la contprensión que tenía de
la relación psíquica de los hombres en el trabajo, la organización
del trabajo -concepto clave- se consideraba un dato preexistente
Una mirada retrospectiva sobre la pskopatologfa del trabajo al encuentro entre el hombre y el trabajo, un conjunto de restric-
De las primeras investigaciones en psicopatologfa, del traba- ciones masivas, monolíticas, inquebra0-tables, inclusive inexora-
jo se exh'aía u~ conflicto central, que vale ta.nto para las investi- bles, con la pesadez y la. rib,ridez de la n1ateria mineral. Es cierto
ga.ciones empíricas con10 para las interpretaciones y las cons- que tratábamos con el formidable poderío del fordisrno, y que
trucciones teóricas a saber~ el conflicto e11tre ]a organización del no osába·mos in1aginar.nos aitenta.tivas al taylorisn'lo rr1eJ1os rí-
trabajo y el funcionamiento psíquico. gida' (a pesar de los signos anticipadores en el que ya
estaba propuesto, de las industrias de proceso). Esta visión de la
N.ll1gún argumenh.1 1 hasta hoy, ha cuestionallo este núcleo de
organización del trabajo, mineralizada bajo la forma de instala-
la clínica del trabajo que llevaba a defi11ir la__¡;:;_ic_~patol~qel
ciones técn.icas industriales de la época, carr1bió fuertemente, co--
trabaj9 .rnmo "el análisis del svfrimiento psíquíi:9 resultante de
Iá.confrontadón"cfe los hombres con ia-·orgilliizadóri deT!Iaoác·· mo verernos.
jo", Otra definicón pare<:ería iiiás apropiada hoy en día;-;¡;análi- Con respecto a esta organización del trabajo, dada como un
sís psitodinámico de los procesos íntersubjetivos movilizados hecho físico, proponíamos actitudes y conductas humanas, un
por las situaciones de trabajo". Pero adn1itir este cambio . de de-
~
2 Ü<' ¡~ p:/i:!;"vp.il,)!o¡;ía .i J<t psi.:-cx!indm\<4 Jd lr~1'.1j1.1 ·,C. Di~j11urs 27
26 lnlroJun·i(Hl
bre las condiciones de trabajo para adaptarlas al hombre con el ° Confiar en la verdad: rechazar el acceso a la verdad d€1 dra-
objeto de apartar los peligros para su vida y su salud, respetan- n1a vivido, es tan1bién cerrar toda posibilidad ulterior de ac-
do los obíetivos de eficacia en el registro de la producción, la psi- ción y contrlbuir a estabilizar el sufrin1iento encerrándolo en
copatología del trabajo parecía naturalmente dedicada al aná!iscs, la ignorancia.
a: la detección y eventualmente al tratamiento de las enfermeda- • La psícopatología del trabajo es, antes que nada, una discipli-
des mentales. na analítica (no solamente esp€étllativa), es decir,. productora
Al darse la n~!m_?licfoq por objeto, la psicodinámica dgl f;ra- de inteligibilidad sobre las conductas humanas en las situacio-
bajo abr€ peiS.Pectivas más an1plias que, como vamos a ver, ya nes de trabajo, capaz de hacer aparecer la racionalidad de los
fiQ . concierr:.en úrücarne11te al s~1frim~~nto, sillo J~q:nQi.ép.__ ªI P~'1C~.( comportamientos; aún cuando parezcan absurdos, ilógicos o
en el trabajo;ya· nó sola.Il1ente al hombre, sino al trabajo; ya no paradójicos.
solamente a la organización del t,-abajo, sino a las situaciones de Esta inteligibilidad se desprende no sólo para los científicos
tTf!bajo en el detalle de su dinámica interna. La psicodinánüca o los dirigentes; es también útil, por lo n1enos potencialn1ente,
del trabajo ya no puede considerarse como una especialidad en- para los trabajadores, cuyas conductas tienen una legitimidad
tre otras. ¿Alcanza una dimensión antropológica susceptible de que con frecuer\cia se les escapa a ellos IJ1ismos, d.ebido a que
reformular el campo de los saberes? ¿Despliega modalidades de su inteligencia y la racionalidad de su acción están a menudo
acción capaces de cambiar profu_ndame11te las prácticas de inter- adelantados Con respecto a la conci~ncia de ellas, justamente a
vención conven.cionales en el mundo del trabajo? Tenía buenas raíz de la eficiencia de las estrategias defensivas. Estas últin1as
razones para se.r circu11Specto; veremos más adelant<;;: por qué . tiene:1.1 como finaEdad práctica, en efecto, rninlln_izar el sufri-
Respetar estas reservas no implica necesariamente desdeñar miento, sin curarlo, sin embargo. De manera tal que las estra-
los progresos alcanzados desde hace .doce años. En 1980 se plan- tegias defensivas a menudo actúa.."1 corno freno para la reapro-
teaba co_n insistencia w1a cuestión a la que yo podJ.a responder piación, la emancipación y el cambio.
tan mal que aparecía como una aporfa de la psicopatoiogía del ' La psicopatología del trabajo también tiene como objetivo elu--
trabajo: ¿para qué sirve la psicopatologia del' trabajo? ¿Qué so- cidar el significado de las conductas humanas. No pretendf~
luciones prácticas puede proponer para el sufrimiento de los entonces proponer acciones. Se limita a realizar el trabajo ana-
trabajadores? {VILLATIE, 1985). Utico y remite la cuestión de !a acción a los propios trabajado-
En la medida en que la orgarUzación del trabajo está dada co- res; deliberación, elección y decisiones corres-ponden a su so-
rno un bloque irreductible, los análisis producidos por la. psico- beranía. La psicopatologla del trabajo adopta m1a posición
patoiagía del trabajo están con<ienados a la ill11tiJidad. Peor aún, análoga a la del psicoanálisis. El trabajo del psicoanalista cort-
pueden parecer nefastos a veces, en la m.edida en que revelan la siste en liberar el serttido de las sit11acíor:tes subjeti,vas, pero la
verdad de un dranta que q11izás es mejor guardar en la oscuri- acción sobre la reali<iad corresponde a la voluntai:.1 del pacier1-
dad, Los efectos de su deve!amiento pueden ser afiigentes, de- te, y el psicoanalista debe abstenerse de todo consejo sobre (fi-
sal€ntadores, desmoviliza.dores y por esto, tener un peso agra- cl1a realidad.. Ahora. bien, esta posición psicoanalítica es pro-
vante del sufrimiento1 sirviendo sólo para revoLver el ctrchíllo blernática. La abstención es 'tantbién, a vecesF una confesión de
en la herida. impotencia y supera eI aforismo según el cual "Ia cura se pro-
duce por añadidura". Porque reenviar el ca:rrtbio a la voluntad
Los eien1entos de respuesta para estas objeciones de los que
de-J paciente, e;~ no considerar que muchos pacientes consultan
dísponia eran los si.g1.üsntes:
·~ M
3o i lnlrndun:ión 2. o~ J,1 Psil'l)p,1!olo¡;fo '1 Lt r5;..:0dindiniúl <l>'! lrJl.Yiío. e Ül'jours 3 1
porque precisaniente su voluntad está enfern1a. Por rnás que práctica, es t-lecir, una modalidad de interveri.ción en la organi-
co1nprendan laJógica de su siluacíón subjetiva, no pueden ac- zación del trabajo sometida a reglas metodológicas y deontoló-
tuar ni salir de la repetición. Se puede invocar la resistencia, la gicas estrictas, que tienen que ver co11 la razó11 práctica. La psi-
reacción terapéu~ca negativa e inclusíve el sÚ1drotne de fraca- codínámica del trabajo es pri.Jnero una praxis (para el uso que
so, pero sigue quedando un gusto de insatisfacción. Y la deri- hace1nos de las nociones de práctica, praxis, razón práctica, sabi-
vación psicoanalitica hacia un análisis puramente especulati- duría práctica, remitimos al lector a P.LADRIÉRE, 1990). Pero la
vo, deSprovísto de toda intención terapéutica impura tuvo de- psicodinán1ica del trabajo no es solarí'lénte una n1odalid.ad de in-
sarrollos importantes, especialn1ente en Francia. Nunca adhe- terver1ción en el campo, sino que siguió siendo una disciplina
rí a esta concepción del psicoanálisis y reconocía la in1poten- productora de conocimientos. El ensayo de psicopatología del tra-
cia de la psicopatología del trabajo respecto de la acción como baja de 1980 estaba centrado, ante todo, en la investigación clíni-
un limite grave., inclusive como una aporía, y además, con10 ca y dejaba deliberadamente de lado los inmensos problemas
consecuencia, el temor de que, a falta de poder sobre lo real, teóricos que esta última planteaba. La conformación de esta clí-
hayai que concluir en un fracaso práctico -y por lo tanto téori- nica implicaba sobre todo rnpt1tras teóricas: con la memcina, la
CO" de la disciplina. Desde entonces, los progresos realizados psiquiatría, el psicoanálisis, la ergonomía, la psicología del tra-
con la psicodinámica del trabajo pern1ítieron salir de la hnpas- bajo tradicional (esencialmente cercana a la psicología experi-
se. mental). Pero todavía no podía concebirse la reconstrucción
• Dicho esto, la psicopatología del trabajo lleva a la idea de que teórica.
la organizadón del trabajo plantea una serie de problemas hu- De esf:.;1.5 rupturas quedó, y no ha dejado de confirmarse des-
manos irreductibles a las cuestiones de poder. Carnbiar el po- de entonces, ia originalidad de un enfoque que se situaba fuera
der en la en1.presa no resolvería la cuestión del sufrin1íento y del paradigma de las ciencias aplicadas. La p¡;icopatología del
llevaría solamente a cambiar de manos la responsabilidad. La trabajo ya no era una psicología aplicada, ni una psiquiatría ¡
complejidad y la racionalidad de las estrategias defensivas aplicada al mundo del trabajo como la de Sivadon y Anúel
contra el sufrimiento en el trabajo son, en mi opinión, in·educ- (1969), tampoco un psicoanálisis aplicado a las situaciones de
tibles a las estrategias de actores tal como las conceptualiza Ia trabajo corr10 algunas corrientes de psicosociología.
teoría de las organizaciones. ¿Quiere decir esto que la investigación era totalmente inge-
• Un objetivo mínimo respecto de las objeciones precedentes, nua y pura tie toda herencia intelectual? La situación no se pre-
pero máxirrlo respecto del trabajo de investigai;ión, consistiría sentaba de esta manera, como indiqu_é en la introducción del
en obtener el estatuto de una ciencia básica para la psicopato- presente texto. Utilicé otros corpus teóricos, pero de una mane-
Iogía d.eI h·abajo, productora de conocimientos y de teoría, al ra esencialmente crítica, es decir tratando de dar forma al n1ate-
mismo n.ivel de la antropología, la sociología, la etnología e in- rial en1píric0 q,ue, precisamente, resistía la interpretació:tJ de los
clusive la historia. Y es sobre esta base que prosiguieron los saberes existentes. En otras palabras, trataba de capturar una
debates durante varios años. parte de lo real, es decir lo que resiste al poder heurístico de los
corpus científicos disponibles, no con el objeto de resolver Jo
real en algoritn1os, lo que sería fuútil, sino con la esperanza de
Doce años n1ás tarde. . la situación ha evolucionado sensible- desprender una inteligibilidad de las situaciones de trabajo que
mente. La psicopatología del trabajo se ha convertido, en primer tenga en cuenta la irreductibilidad de Jo real. Captar lo real en
lugar, en una práctica original en el sentido fuerte del término
~
32 lnln.iJu1yii_in 2 Dt' l.i ps~iip.iloio¡;i<l .i !<1 psi1 o<lindmil.".t dt'I !r,¡li..1~1 -C Ot•jtiurs 33
.sus ·fon11as concretas suponía entonces Ia falta de confort gue abierto a la evolucíó11 y a las transforn1acío11es, es decir un equi-
in1pfica no disponer de un corpus teórico ad ftoc. lvli trabajo con- librio dinri11lico, un equilibrio que se desplaza. Cuando está diná-
sistió en enfrentar, sin poder responder, las críticas surgidas de mica se ve obstaculizada o bloqueada, lo que sucede a veces, la.
la comunidad científica que, sin ser hostil al enfoque, formulaba situación puede Considerarse extraordinaria~ co11trarian1ente a
opiniones
'
dubitativas1 inc~usive iró.nicas. Si pude n1antene.r esta lo que creíamos inicía1n1ente. La experiencia n1uestra aden1ás
posición Ínetodológica, es evidentemente gracias a la formación que tal situación no puede durar, porque lleva a Ja ineficacia en
de un colectivo de investigadores- que aceptó durante años el registro de la producción, que se traduce tarde o ten1prano en,
afrontar inern1e Ia arena científica y social, sin vestimenta de una crisis, es decir una ruptura de estabilidad (C.DEJOURS,
protecdqn teórica y sin más armas que la buena fe y la voluntad 1993). En estas ocasiones, por otra parte, los investigadores en
de convencer. Si n1e atrevo a hacer esta corúesión es porque re- psícodinámica c.iel trabajo son convocados más particularmente
vela a posterior! esta fase como la más peligrosa y la más costosa -,.·. para intervenir en eI terreno.
intelectualmente, al mismo tiempo que la más decisiva. Sin du- Así la organización del trabajo se revela menos monopoli-
da porque sobrevivió a esta etapa tumultuosa, la psicopatologia zante <le lo que pensábamos. Su evolución puede liberarse par-
del trabajo puede, bajo la nueva forma de psicodinámíca del tra- cialmente de la lógica sistémica en la que parece quedar encerra-
bajo, afirmar hoy la p~imacía dei campo. La conceptualización da por los "análisis apocalípticos de la tecnología'' (D.BOURG,
parte del campo, del drama y de lo vivido, se origina en la pra- 1990). Sin embargo, no puede escapar a la restricción sistémica.
xis y se esfuerza por respetar para su desarrollo mismo la lec- Esta evolución puede someterse, SÍil embargo, a principios que-
ción fundamental. que obtiene de la experiencia clínica: la inteli- tienen que ver con la sabiduría práctica y la acción :racional. Pe-
gencia y la ingc.rdosidad en la acción están adelanta.etas a la con- ro para que este ideal se formule, es necesario tener acceso a un
ciencia que de elias tiPJ1en_ los agentes. De la misma manera, en análisis riguroso de los procesos subyacentes ·a ia dinám:ica de
psicodinámica del trabajo afirmamos la confianza en la inteli- las situaciones de trabajo (para Ja noción de sítuación de trabajo,
gencia de la práctica (C.DEJOURS, 1992b) y sometemos la elabo- a
ver C.DEJOURS, lntroduction la psychodynanliqu.e du travail, e.n
ración conceptual a la primacía de Ja praxis. Por esto, la psicodi- prensa). ¿Cómo fue posible esta modificación del punto de vis-
námica del trabajo se ubica en la tradición de la" sociología com- ta sobre la acción en el ámbito de la psicodinámica del trabajo?·
prehensiva" a~ier!a por el debate Dilthey-Durkheim, con orde- Es lo que :vamos a examinar.
nanlientos metodológicos específicos y una relación entre lo em-
pírico y Io teórico que generalmente reunirnos bajo la apelaciór1 Pero antes de trazar las etapas de la discusión consideradas
"epistemología del cam:poN para designar una d1.tárnica intele<> "desde el interioru (es decir desde el punto de vista de los inves-
tual ascendente que se opone punto por punto a la dinámica tigadores involucxados en el debate), sin duda hay que errJtix al-
d0.stendente de las ciencias aplicadas. gun:as reservas. La inisma evolución de la discusión científica
tiene que ver cor1 u.na dinámica cuyos resortes esca pan en parte
Este desarrollo de la psicopatología del trabajo hacia ia psi- a los propios investigadores. Como los otros trabaja"dores, los
codinrlnUca del trabajo está fundado en un "d.escubrinUento" ·>; investigadores den1uestran a veces una inteligencia (en el se.nti-
esencial que no es otro que, una vez más un. reconocimiento de
1
do de aptitud para comprender) adelantada a la concieri.cia que
la realidad de }as situaciones con.cretas; a saber que la relación ~
tie11en de ella.
enh·e Ia organización deI trabajo y e1 hombre nn f!S un bloque rí-:-
gido sino perpetuarne11te en rnovü:niento. En otras palabras; la La discusiórt se desplazó así por eI efecto de "fuer7,.as exterio-
estabilidad aparente de esta relación se basa en un equilibrio res". Aparición de nuevas técnicas de producciónr ca.n1bios ma-
B
34 fnlrnJtll·cíún 2. Or !.i psi(op<1Lok1~i.i u t.i pskmlin.i111k"<l dd tr.il>,1~1 -C. D<i(lurs 35
yotes sociiiÍes y políticos, que favorecieron el reconocin1iento de gía,. entie organización fonnaI y organización inforn1al. En efec-
ciertas corrientes de pensan1iento que hasta el n1on1ento eran to, según esta últin1a? se pone el acento en la pareja restricción-
oscuras y alejadas de la realidad, con10 la soóología de la ética; autonon1ía, en el marco de las estrategias de actor~s sociales en
\que tam.bién presidieron la elección de nuevos campos de inves- el interior de las organizaciones e instituciones. Peró aquí el aná-
tigación empírica, nuevos.terrenos de investigación que sirven lisis está focaliz.ado esencialmente en las relaciones de poder. Y
de paso obligado para la confrontación delos análisis. el trabajo, en tanto tal, no apare~e más que como un pretexto (o
En otras palabras, las etapas franqueadas por la discusión palanca) para las estrategias de los actores.
científica no resultan de una mayor clarividencia o de una ma- En la distincion establecida por la ergonomía, por el contra-
yor sagacidad de los investigadores, sino también de un despla- rio, la contradicción ya no se sítúa únicamente en las relaciones
zamiento del centro de gravedad de los debates "sufrido" por de poder, resurge en el 1nis11Lo orden de la técnica. fiasta en los n10-
los investigadores. dos operatorios, en el ordenamiento de los gestos, en el compro-
miso de los cuerpos, en los procesos de exploración o de reco-
lecciórt d·e información,. la técnici está enteram:ente atravesada
Una nueva mirada sobre la organización del !rabajo · por 1a contradicción. Con la ergononúa se acabó el buen ordena-
4.P-~QP.aJ:olugta_del.Jr.abajo de.los. años '7D_se desarrolló miento de la técnica y la armonía entre ciencia y técnica. 1-Iasta
desde el comien:c.o en un doble diálogo con las den.das de lasa- en el detalle de su ejercicio concreto, la técnica es el teatro de
lud via el psic.oan.ál~is por una parte,. con las ciencias.del traba- una lucha entre orden y desorden_ Y poder atrapar esta contra-
jo via Ia. ergonornía. .Pór otra. Las investigaciones que llevarían al cliccíón hasta en el refugio secreto de la actividad real de traba-
ensayo ae_l.980 -nacieron en el laboratorio de ergonbnúa del jo (lo que supone una metodología pesada y sofisticada: DANIE-
CNAM la dirección de Alain Wisner, alrededor de 1976. Se LLOU,. Dl2SSORS, TEIGER,, 1988) tiene consecuencias considerables
remúai1 para discw.tir l~lain Wisner YDo.tninÍque Dessors por la para guiar después la práctica de la int~rVención en ergononúa.
ergonomía, Alexandre Doma que defendía el punto de vista be- El r1nálisis psico~~~JDJ~o-.d?_ J~s situacio:q,~s . de..trabajo, a su
haviorista, john Kalsl:>eek que se apoy0ba en la psicología expe- vei, ·apunti'ifu~~ dimensión espa'ifica del desfasaje entre lo
rimental y sus experiencias sobre el canal único (ver J.KALSBEEK, prescrito y lo real. A saber, "la organización del trabajo no es es-
1985), y lletnard Doray que ya había producido trabajos impor- frii:tamente sufrida por los asalariados [... ]; todas las consignas
tantes en el ámbito de la psicopatología del trabajo (B.DORAY, se reir\terpretaJ1 y reconstruyen: la organizació!~.!.?ªl_QgJ_!r¡;>J2ªj.Q
1975).
no ~"S h1 orgatúzaci6Il P!escrita..P:Junca.lo es: es imposible_prever
El debate con la ergononúa no se ha interrumpido desde en- hJg9y-dQ!!].!Datlí:ífod.o [por adelantado-ene! ·trabOjof Pero la
tonces (A.WJSNER, 1990; D.DESSORS, A.LAVJLLE, 1985; P.DAVEZIES, ~- brech.a entre lo prescrito y lo. real no siempre corre la misma
1991;].P.BRUN, 1992; F.DANJELLOU, 1992; Y_CLOT, 1992). Esta dis- SUerfe:-o bi~fil_!Cl_l<'.1'._a,cJa, j ofrece márgenes g~J.i-~L@d Creado- ¡ I
res, O bfé;; se la ¡:>erSigtJe, y los asÍtJarÍado~ .temen ser atrap~dos
},
~iplina publicaba en ese entonces un descubrimiento fundamen-
itaJ (LAVILLE, DURAFFOURG, 1973): la existens:ffi.-<l"-'Ln_ desfasaje e~-faJta. G.;;;~~:i,;enté ~S a fª VeZ Una J Otra COsO,-tbleráda am \
irreductible entre tarea prescrita y-activid,;:d real de trabajo .."Es:-_--
'---·-·-·· ..---·-·_.._,.. ___ ._ -·---·-·--·-··- '·····- ·-. -- _____ .. ________ ,_,. __
't•
donde la ganancia es visible, p€Iseguida ahí donde se la ínter- \
te desfasaje, demostrable inclusive en las tareas más fragmenta- preta como una posición dé desobediencia y fraude" (D.DEs- i
das, consideradas como tareas de estricta ejecución, debe dife- SORS, J;5aJRAM, 1992).
renciarse del desfasaje más conocido, adelantado por la sociolo-
~
i
¡
36 Jntrnd11n:ió11 D(• i<1 ¡;~1-(op,t!nhit,i<1 a l.i. psi( tl!.!i11<imk.11.h·! lr<1l•,1il' -C. Dl·¡ours 37
La org{-:.nización del trabajo a inenudo resulta problen1ática La -elaboración de la organización real del trabajo in1plica en-
en las investigaciones realizadas desde el ensayo de 1980. Ha- tonces apartarse de la letra de !as pn:scTipciones y pasar por "i1l-
bía1T1os insistic.io e11tonces e1~ la ignorancia que grava e! don1inio ferpretaciones". Lo esencial de los probie1nas sometidos af análi-
téc11ico-cientifico ¡Je proceso en la iudustria qui11Lica. Debin1os ad- sis psicodinán1ico de las situaciones de trabajo proviene precisa-
n1itir, a pesar de u11a fuerte resistencia personat que esta coyun- n1ente del desconocin1iento y a veces de la negació11 de las difi-
tura no tenía nada excepcional y que se la encuentra también cultades concretas que los trabajadores enfre11tan dehido a la im-
tanto en la industria nuciear a propósito del rnantenimiento perfección irreductible de Ia organización del trabajo.
(C.DEJOURS, C.JAYET, 1991) como en el trabajo hospitalario o en ¿Cómo y a qué precio se hace el ajuste e11tre orgánizacíón del
Ja conducción de ferrocarril; tanto en las industriq.s Ge tecnolo- traba.jo prescrita y organización real del trabajo?
gía de punta con10 en las industrias que in1plican riesgos para la
seguridad de las personas o la seguridad de las instaiaciones. La organización real de[ trabajo aparece finaI.n1ertte corno un
co1npro11ciso. Pero este con1promíso no puede· elaborarse única-
Pero " diferencia de lo que habia aprendido en la petroquí- mente sobre la base de argumentos técnicos, lo que seria muy
micar donde Ios mandos n1edios reconocían tácitan1ente las con- sirn p1e. En la medida en que necesarian1ente hay un pasaje por
tradicciones y las in1perfecciones del don1inio té-cnico, tuve que un trabajo de interpretación, hay tan1bién, ine1uctab1emente,
constatar actualmente que en n1uchas situaciones, las_ fallas de la multiplicidad de interpretaciones posibles, y por lo tanto, con-
técnica y del conocimiepto son objeto de U!1·ª neg-2.ciórl"f~roz ·en. flicto ele il1terpretaciones entre los agentes. Construir un con1-
mucha, direcciones <;le e_!Ilprg_5q. (C.DEJOURS, 1992a). Esta nega- promiso pasa, de hecho, por un juego social. La orgardza¡_---z'Ón ret1l
ción genera importantes dificultades suplenlentarías en la acti- del trabajo es lltl producto de las relaciones sociales.
vidad ordinaria de los trabajadores, Iegitirn_a aderncí.s innovacio-
nes en el ámbito de los "can1bios de estructuras'', del manage- Pero, y este punto es capital, lo que está en juego en la discu-
sión no puede reducirse a los aportes de poder. Lo que está en
ment y de la gestión~ que si11 en1bargo tienen consecuencias ne-
fastas no sólo para la calidad de la prociucción y la seguridad, si-
juego en las relaciones sociales de trabajo es aquí la elaboración
de la actividad (modos operatorios reales). Aunque capital, la di-
no también para Ja salud mental de los agentes (C.DEJOURS, C.JA-
YET, 1991). Ahora bien, después de numerosas investigaciones
námica social no agota !a din.árnica local de la situación de tra-
en el terreno, resulta que rnás allá de la contra.dicción e11tre l_a or-
bajo, con10 veren1os más adelante. Sin embargo, ya estamos le-
y
ganizaciórr- del trabajo prescrita Ia organización cler
trabajo
jos de la visión inicial de la organización del trabajo como blo-
que n1onolítico e inamovible.
real, !a rnisma organización del trabajo prescrita está plagada de
conh·adicciones. En efL"'Cf.o,. cada incidente o accidente Lleva a la ¿Se debe establecer una diferencia entre el nivel de análisis
elaboración de una nueva consigna o reglamentación. Que se de referencia a "la actividad", propio a la ergonon1ía, y e! de "la
agrega a la suma de las prec.edentes. De tal 1nanera que, con el orgar\Í7...;:1ción de.1 trabajo", propío de· la psicodinán1idl del traba-
tien1po; leyes,, reglan1entaciones, regia.cuentos, consigJ.1as, se jo? Si, sobre todo en relación con la ergonon1ia de los fuunan frzc-
vuelven cad_a-:veZ rnás co1nplejos e, ineluctiblemente, cada vez tors y la ergonornia cognitiva (espe-cia.ln1e11te la ergonomía de
má~ difícileS~~e,conciliar. Y:-Iasta el punto de que .es irilJ2D5-ihle los progran1as y de la.s interfa.ses), que se n1ar1ti.er1en en el nivel
tral)ajar si se::cyui._ef:en r_es.petar t.Od!".1§ la;; co~ig11a.~. Supu12sta- estricto de la actividrul pc,.ra racionnfi;:_nr Ias tareas o par3 proceder
·mente orga11lia.JD~a._S· del trabajo, Ia.s prescripciones de la orga-· a la extracción de los ''sab<?r hacer" y automatizarlos no tenien-
nización del;tr_21baj(.> ¡Hevax1 a veces a desorganizar!o1 F...s lo que do er1 cuenta n1ás una sola racionalidad {teleológica). La psico--
reconocen n1uchos·n1andos medios operacionales (en conversa- 1..tinárnica de! trabajo se interesa, por su parte, en los procesos in-
ciones a n1enudo confidencialesr pero rara vez públicas).
v,
'ti
15
f¡~lrnd11l'ri<1n 2. 01· l.i psil _,,,;.1ini,·a dt>i lrJ.l'l<ljo - C. D1'j(>urs 39
38
tersubjetiyos que hacen posible la gestión sociaJ de las interpre- - Creatividad y trabajo
taciones ?el trabajo por los sujetos {creadoras de actividades, de Siempre en esta perspectivar el trabajo es creación de nove-
1
'saber hacer" y de nlodos operatorios nuevos). dad, de inédito. Ajustar la org_<m.i;@;ipJ_l)2[esqi]Il deUi:ahajo exi-
,;, gel_a p_1:1~ta_e\1Íl!eg.od.e_ini.cia.tiYa,jmeDYQ1J,_cJeªti;:i_d~~J' for-
f> rnas de inteHgencia específicas.cercanas a aquéllo qué el sentí-
Una nueva definición del trabajo dO-Có~1iíil °Ilainá:.iÜg~iúo: Para caracterizar esta inteligencia que
Este e11foque, notablemente modificado, (le la organización e.e despliega específicamente en el campo de la práctica, Boehle
del trabajo lleva a la psicodinámica del trabajo a identificar di- y Mi.klau (1991) hablan de "actividad subjetivante" (Subjektivie-
n1ensiones ge11eralmente subestimadas del trabajo y a proponer rcndes Hm1del1L). Hablamos de "inteligencia obrera", o "inteli-
para el n1ismo una nuev;:i. definici611: "E;l trabaj~~.1ª.. <!_C_~~y,ic!ad gef1:~!'!.4~.lª p,r~ctiC.l'.~; "no·. d~ir qúg ·e~ _P!9P.i.i~~~~ ºb¿eros y
Pfilá .
deselez?d_a p9I.lo:ih9!l1\Jres yl'h'i.n}'Oie.res_p_ara enfrentar.lo c¡ue sólo se_~i<=:E~~ e~.tar~as n1anuales, sino para des:i! q\lt:! .se v_e en sq
' no-éstá da_dOJ1QJ.foil.rganizaciónpresqita. del trabajo" (P.DAVE- fo~n1a _más. pura, más. tiP.ic~~ ~P los _ohrer-os..:y...enJa_práctica.
ZIES, 1991). . . NuestTos análisis muestran que la inteligencia obrera tan1bién
es indispensab1.e en.las tareas 11a.n1'ddaS. fñtel~(tuafe1?. o ·c1~iifíficas
e mcluslve en-cltrabajo.teórico 5tricio ¿;;,;s;-;: fi1 análisis de Ja for-
- Lo maquínal y lo lumumo en el trabajo iña de inteligencia específicamente requerida por ·los problemas
Esta definición insiste en el hecho de que el trabajo no puede que tienen que ver con la actividad / mantiene lazos estrechos
·reducirse a las relaciones sociales que lo cncu~dran, ni a la rela- con la 111étis descripta por Détienne y Vemant (1974), a diferen-
ción asalariada, ni a las relaciones de poder. Lo prescrípto nun- cia de la aplicación ("ejecución") de consignas que remite más a
ca es suficiente. Cuando sólo hay prescripción, puede deshun1a- t:-
la tiiémis (o actividades objetivantes para Boehle y Milkau). Di-
nizarse, automatizarse y unirse al orden maquinal, como en la cho esto, el ejercicio de \a inteligencia de la práctica plantea pro- ;¿_
• Cooperacióit y trab11jo r
r··.
guridad, puede parecer un sueño utópico. Sin embargo. nues-
tras investfgaciones n1uestran que no se pµede jugar con la con-
La cooperación es un grado suplementario ei1 la complejidad fianza. Sin confianza, hay que enfrentar la desconfianza y la sos-
e i11tegración de Ja organiz<lción del trabajo. Ya no se trata ún.i- pecha, dificultad por lo menos tan grande como la que se en-
can1ente, como para la coordinación, de garantizar las condicio~ cuentra cuando se quieren construir relaciones de confianza en
(
nes lógicas y cog!!ilivas de una articulación exitosa de las activi- el trabajo. La confianza es realmente,~~a.b~taj!ª,.Jm.Qti:as pala-
dades 5ing<1/"1"et;, sino. de la valuntnd ele las personas para traba- .:. bras, la orgaruzacl6n rearde trabajo no
puede ser neutra res pee-·
jar juntas y superar colectivamente las contradicciones que na-
cen por la esencia de la organización del trabajo.
'to de 1a c6!1fia~.: coµfiapza o desco-~~~~-s9qp_e~n º-~~
c~he~enci;; - tal.~ s.ai:.las..ª~temafi".'...~
Ahora bien, en relación con el problema planteado inicial-
¡¡
~· También los motores de la confianza se han convertido pro-
mente, de.la .~re<:h~ "1ltr!'.lo. pres~riJ?!!? y l.Q rna.J, l<t!=f>op~ración ~·".
gresivamente en una cuestión mayor, tanto en el plano empíri·
es fundamentalmente no definible a priori. Es imposible deter- r· co como en el plano teórico. El análisis de los motores de la con-
mi~ar por'adclantado·en quédeb<iiia·cÓnsistir la cooperación.
!<,'.
\·"
fianza nos ha causado grandes problemas. Parece posible con-
Debido a que el contenido de la cooperación concreta en una si-
tuación de trabajo dada escapa a una descripción previa, tampo-
~,:· cluir actualmente que Ia confianza no es un sentimiento,/ y qUe
f~;: no tiene que ver con el orden de lo psico-afectivo. La confianza
co puede prescribirse. Por otra parte, la cooperación tiene que tiene que ver principalmente con !a deóntica, es décir, con-ia:
ver con Ja libertad de los sujetos y la formación de una voluntad f'°
'
~
~.<:1~~!1~9.<?.:i_~ -~~.::~?~.:~C!~mA:$.~Y .. ~~.~¿_ncuadr~_.!~.
común. Si es un hecho de libertad, no puede prescribirse so pe·
na de desembocar en una exhortación paradójica. ~·,
'
• Ca11fia11za y trabajo
-Moui/izacifm subjetivo y trabajo
En efecto, l"c <:SJ.OP."JC_acl<)n go,;.ige, e:ri I?.i:ÍllJeJ" l¡:¡gªr,.Idª.ciones
Más allá de la puesta en coherenda de los aportes singulares
ci§LfQJJ}fu1i::!I__<!:!!!!i:_!~~-~-l!iet9.$.:.Qnfi~~.!?E. !9.~.f'.9l~g~!._~n Ios de cada sujeto a la construcción de la orgaruzación del trabajo -
subordinados y en los jefes y mandos medios. ¡Lo que no es evi-
deiltE!!-AillCi1üCfO falta- ]á c.onfi'1nza~-·y-c·~an<lo existe: es frágil. la coordiuacióll~, más allá de las condiciones éticas~ inclusive po-
E~-~'TI~.ü-ñi;;erso-·de" trabajo en e.I que la ntisina idea Cie-CaDfianza litica<;J cie la construcción de las relaciones de confianza entre los
trabajadores, la cooperación sólo se· vuelve efectiva si ellos ti,?-
hace reír, cµru1cio no provoca irorúas, reaf.:rrn1ar que 1a cor1f.ianza
es una dimensión irreductible del ITabajo, de la calidad, de la se- nen el deseo de cooperar (orexis). ¿Bajo qué condiciones los
r+-
'
¡_·
'
42 fntrodulYÍÓn 2 Ül' l.i psin>p<1hik1gi;i a l<1 ¡15k:odin.\mit·d d1•l tr,iNjv ·C. Dt~iurs 43
\,
hon1breS:_:Se COfflpron1eten en Ja dinán1ica de la construccíón y !a n1isos singulares con la ayuda de la cultura de en1presa, de los
evolución de Ja organización del trabajo? La psicodtnámica del cursos de forn1ación fuera de los lín1ites (salto con elástico y
trabajo progresó en este último pu11to en el período n1ás recien- otros eJercicios de can1inata soQre carbones encendidos, etc.),
te. $e pueden resumíresquemáticamente los resultados. Lamo- con10 lo n1uestran los actuales n1odos de gestión-de las en1pre-
~EíOO·subjeli~a
bajo supone:
fri;ri_~:.".1.tl~~fí9
·
__<:l_":}'0.'!'.&:":'1.~zació!lcdefff.~~
· '
~~
~-.
sas. T_~jas l~. e~r.e.~í~~~~*.Bª-'~'.g.~tf2.Q. fi_g_I~YJ§_q~J.1::~.ª-1:.?s"
··-....C-- _apuntan especílic¡;mente a fr~'l."~~r_,<'l,ob~.§.~]!lo _q~Ji!..D!)·
.. ~s_fg~[;?:QS~rle..int~lig~~::~~; prescrllJiiiaácfctela:coop'eráción.
_________,__;__.__
---·-···--·-··»~. '
:'.
., eSfuerz'?S de elaboración para cons~_ir o:piniol1:es,_l~-p~rg~ ~e Nuestras inves_tigaciones llevan a la conclusión de q.ue, si es
de
la experiencia personal de trabajó,c !_as interpretaciones que imposible prescribir la movilización psíquica necesaria para la
la referencia a las prescripcio_nes de la (lrgarúZaéf(jfl(le(f:rába- cooperación, también constituye fundamentalmente una preo-
jo implica, de los valores a Jos que cada quienestá atado, de cupación inútil.
las obligaciones morales con respecto a Ios otros, de las prefe- El pro.blema es exactamente el inverso: se trata de saber có-
rencias y gustos vinculados a la personalidad), sobre la mejor mo proceder para no romper la movilización de las inteligencias
n1anera de arbitrar las contradicciones y -resolver las dificulta- y las personalidades. En efecto, la movilización subjetiva resul-
des de la organización del trabajo; ta muy poderosa en la mayoría de los sujetos sal_u_da_Jel~]Edo
~ esfuerzos para involucrar:s.~.-~n ~trte.Q~~ de opiniones necesa- -~~~c_~~~~.omo~~!~·~rsuj~h;> ".C9Pffq~1tag_~?" ~)a _ qrgaTI:izaci.Qn .~1~tJr=-ª:..
rio para _la c!eliberaéjªn ,qioe.~Q!LJ;lrKécter .o i\coi;npafüu: !as balo_no pudiera!¡;npedir.¡¡.pli.car lgs[ecursos de su int~ligs:.ruja y
eíecciones q deci;;io.IJessob~e la ~-rgapi~~siqP.c\e!.trab;i,i9. (Esta su perso!''!;lid.<!9,, Y eso por razones que pueden elucidarse fácil·
actividad de discusión a. veces se institucionaliza con la forrrta i mente mediante la investigación clínica y el análisis teórico (cf
' C. DEJOURS, lntroductio¡¡ ii la psycl10dy11amiq11e du travail).
de reunión de equipo, por ejemplo, en el trabajo de hospital o
el trabajo social, en los staffs de ejecutivos de dirección, etc. El Pero e.sta movil~ciói:t s~bjepva, P?r_ "t:~J29.D!~D~e!'~.Q_l!g,.~5:~! ..
ejercicio noinstitucionalizado de esta actividad. de discusióll '
' I1º. deja <Je ser. exttemfü!ilm~I1t<:JrágiL DépEonde de la dinámica
utiliza. a menudo espacios supuestamente reservados a la so- entre contribución__y rettibudón. E;; contríl]iartida a la coñii:Tbu·
ciabilidad y,. c~nsiderados como fuera del trabajo: cantina, ca- -aóñ-'l~E?~ªi.";!-;,=~ _1;~~J;_a_:ii_"'.ci~11 ~1. _t!jp~J<i,"-C.5-i!kfo~sp,<_,ia
fetería, vestuarios, etc. (C.DEJOURS, C.JAYET, 1991). En otros ca· una retribución .. E incluso antes de toda retribución, stricto sen-
sos, se ha tratado de dar a esta 3-ctividad una forma estandari- su, espera·a··-veces sólo que no se refrenen sistemáticamente sus
zada inspirada en el modelo japonés: círculo de control de ca· iniciativas y su deseo de aportar una contribución, es__~.~SJ.r..que
Hdad). El involucramiento y .el coi;nprorr¡is.o en el. espaciQ.de .~~se le tenga por un ".eJ.~yJ:rull_g___~.~.Y.ic_t2.:.c~:?~~~-~~.?. a I~,.t:;be·-.
discusióñ son un trabajo específic<?, que .supone riesgos ·l'.-eS· dieíida·y·a1á-pasividad. Sin esta retribución, termina por des-
füeriOS,· Eri otras palabras, I~ cooperaciQn pasa por una n1ovi- """"'" ..., ,.,., ..,.., "'-· -..-·---·--··
movilizarse. Generalmente a disgusto, porque las cor:i,secuencia:;
liza.ción que debe. consider.arse como'una CO!ltribución especí- son graves para su salud mental (éomo veremos más adelante).
fica e irn~mpl<W1ble c!e 19~ .Í!ª.b<lj'!\lQ¡e~ ·ªJac.oncepción, ajuste
y gestión de la organb;ación del trabajg. Contribución de la
que sólo €1 des€o propio de cada sujeto puede ser portador. Ya ·Reconocimiento y trabajo
señalamos qué no puede prescribirse esta n1ovilización. Even- ¿En qtJé consiste la retribución? El ánálisis psicodinámico su-
tualmente se puede llamar a la movilización, suscitar compro- giere q_ue la retribución esperada por el sujeto es fundan1ental-~
"-•• ""-••",. ,._ •, - . - -·•~- . ._-..'>~-.._---'"•-.n .. ~-•,.-.,~~-~~--·""-~'
s
·n1eñte de naturaleza :>h11hálic11 .. Reviste una fonna especlfica fá- eslabones intermedios de· la <.iinán1ica deJ reconocimiento. No
cilmente comprobable por estu¡lios empíricos: se trata del rew- la retoc1aremos ín extenso. Señalen1os solan1énte algunos pu11-
11oc[1~ffeu~o.Reconocin1iento en sus dos din1ensiones~-.. -... tos que nos parecen esenciales.
·--·----·· ·-··
• ;·Reconoci_n1-iento en el sentido de C,Ollstatacfón; es decir recono- EI reconocin1iento pasa poi:, I~ C?ns.t~~ci.~!.1~. ~~~~. de.j1.:.~
dntientÓ de la realidad constituida po¡-la coi;tribución del su- '~· ~ios.Estos jllicios se refiere11.aLtra~ajo '.~~?izado_ .. l:os profieren
jeto a la orga._·..tización del trabajo. Este primer aspecto del reco- actóres espectficoS; éotriprómetidOs -directan1ente en la gestión
noci1niento choca con grandes resistencias por parte de las je- colectiva de la organización del trabajo. (!'.stos. juicios 5.':'.P,;>-
rarquf~s, porque i~~~:~~?S!.~ta. de .@__ÍJ!lpe~fecci_ón
i•
,,,.•
nen, con10 veremos,, el funcionamiento eficiente de colectivos
d_e la CÍ".Jl~Í~J'.l~ ~='9~S.'!! s!_e ~-f~lfas ;i_e la organización del' ,..;:,: de trabajo, especialmente en_IQ 'Lu~ se" rnfíru~Áljuicioflfilos
tr~bajo preScrita y 9~ indispensaf:'le r_~_!l.t,:~O.:~ !~~:fQri~~i.~~é}2- pares):·ES..poslbie dlstiÍiguir entre los diferentes tipos de jui-
nes <!e fos tr'!-_baJ•<!'?!es .Pi-J~:hil~ir.flincionar ie! proceso de tra- Clós que componen el reconocimiento: el juicio de utilidad, pro-
b~j9.:.. Se duplica con otra fuente de resistencia: Ia constataci6n ferido esencialmente por los demás en la línea vertical, es <.ie-
de las imperf€Cciones inherentes a la organización del trabajo cir por los superiores jerárquicos y los subordinados, even-
a veces desencadena en los maridos medios y responsables el tualmente por los clientes, y el juicio de belleza, proferido esen-
ndetia,. especialmente cuando el proceso implica riesgos mayo- cialmente en la !mea horizontal por los pares, los colegas, los
res, como en la industria nuclear. La negación de ias contribu- n\ien1bros del equipo, o los mien1bros de la comunidad ele
c~ones obreras se in.scribe entonces en una estrategia coh~ctiva pertenencia (para un análisis más detallado, cf C. Dcjours, [¡¡.
. de defensa para '1uchar contra el sufrin1iento propio de los trorl11ction ala psyc!iodyna1niqu.e du travail) .
mandos medios de las industrias peligrosas (C. Ds¡ouRS, Est.os juicios tienen en C?!!!~-~!!ª particularidad: se l~fie_;:f#_n
1989). Así, el análisis pskodinámico del trabajo no solamente al ira61zfo-ie.áliiád0"7'f!s .decir aI_ lu.zce_:_.x no a la persona. Pero, en
le permitió a la clínica desprender las forn1as especificas de las ·respiiesta;·erreeoiioé:úñiento-de lá calidad del trabajo realiza-
estrategias colectivas de defensa de Jos mandos medios co11tra do pu~in_s.c;ibirse,_a_J1iY.s:Lde.h ..persooalid~d fll t&!!!.l\!t2.:>
s-u .Propio sufrimiento en el trabajo, sino que permite proceder de ganancia en el registro de Ja identidad. Para decirlo de otra
al análisis de la dinámica de las relaciones de colectivo a colec- manera, la· retribUClón.....SifilbÓlica· c.Oñférida por el retonoci-
tiiio, de ffiañdos medios a obreros, cuando la comunicación es n1iento puede cobrar sentido en relación con 1aS expectativas
perturbada o distorsionada por unos u otros (C. DEJOUHS, subjetivas sobre la realización de sí mismo. Pero la secuencia
1992a). ontológica es aquí fundamental: recono_c:1miento del hacer en
', ReconocimJ.~n t~t~D.. ~L~-~i2_tJ.~~º-.~~.Z~(_'.h ~?_td¡Po r e~.!E?!l~ C:_~,. !?_~ · E!.,~!:!~r l~~g~!LZ!.~~~.~~si_?!!.5.1~~~-~!lª ·4~.~E~:~~-,---~--~---
· \-r~bajadores a fa org'1IÚ=ióIL.;;!;:lÚ:ilJ?aj~c.5-<'Zl!DcJ9_e~:~~".to Deben hacerse varias observaciones:
de:l 'fecofi_o.éliniento q~e..§_ól_q._.s,~ .ot.oyg{l_ c_on parsirnonia .et; l.a
• Las relaciones entre movilización subjetíva de la personalidad
-úla}roría de Jas situacione~mitliiuLQ~ estudia.cto,,'-Pero que sin
embargo se otorga-;:,;-~lgl(!lQ.S.<:i)!i-9.~- - · ·---- ~- -------
y de la inteligencia, y realización de sí mismo, pasa..11 nece~;a
· ·· · - ' . ······-- rian1ente por una mediatización, a saber la relación' con lo r.:al
El defecto de reconocin1iento es uno de Ios temas recurren- constituida por el trabajo . .
tes <.iel universo del trabajo. No se trata de una reivindicación
marginaJ1 sffio de una pieza rna.estra, p_ar~ce, de la .Psicod_iná.- • ~-'l.!:=!~~s.i~~ . t:0t.r.~~-i5!.::!1~t~~~~X. . ~rabai<:. tar:::!Ji~!!:.,estL~.::!i~tL~:"
da: por los otrcs1 en el juicio de recon.ocirniento.
1~ii;;.~- . -~~.!~.5.~1?E~!~Cí9n~se"}JUe-dC ·pra~Cder. a{ añáiisis de los ,¡:
¡; ... ......
--~...,.,.,. ~ ~,..., .........,.,;-,,,,;,,..,._,,,,..,,..,...._,,.~. _.... .... ,,_.~,-,,,.·~-,,.,.,..-,~-~
~:.
f.'
,~
/Q,
;
!
•'
46 !ntrr.x!uixkin ;'. 2 Or;i l.i psi1-'tl~'dtologia <1 Id psirodinám~·.i d\•! !rnl-i.1~i -C Deínurs 47
• Así se construye un t~iángulo fundan)entp.I, el de la dinán1ica ree111 plaza la referencía a la ¡,erso11alidad que seguía don1inan-
de lai~e~!id3.\J, que debemos a F. Sigaut (1990). do la psicopato!ogía del trabajo en el ensayo de 1980 (cf lntro-
L d11ction ala psj¡chody1lLllllique du travail).
/~
<_;,-
• R.eferirse a la identidad es tocar el nlícleo, el armazón n1ísmo
t'' de·1~:-salud ::;n~ñfáL_ Tod-;-d~scontpens~é~on ~~c._o~tbl~glca
;· supone vaci!ac16n o una crisis de identidad. Así, la dinámica
del recoriocimieilfo áelas'foñfriliucioñés a la o~anizacióndel
Ego · · Otros ·-- ··- •. . .- .. "·····~ ·-· .~ .. .- ---
U:ábajcJ'i.ñvofúcia·,¡,;Jizéfó ia· probTem-áficad.eiá sai'i?<lmentál.
-
• La conquista de la identidad en la dinámica intersubjetiva del
- ......._..
/~
iiñest0,1a-¡;5;Cü<lii:i.áiñicií dertráJJajo ·¡:ónfumá"sii-ciiférencia
con respecto a la psicología social, que generalmente trata de
captar una relación directa entre sujeto y sociedad apoyándo-
se en el análisis de los pequeños grupos.
Sufrimiento fu;<:onocintiento
• La realización de sí mismo en el campo social mediante la psi-
codinárnica del reconocimiento constituye uno de los dos as-
., La-retribución sin1bóJ}ca _a_c9Ig_(l_da,_ p.Qr etr~(Jnocimientg _p_ro- pectos de la construcción de la identidad, que se coloca al la-
cede del~-ptod11~;:;§¡}'{ie St'!!\:lqti,que confi&ea !o vívido en do de la construcción de la identidad en la economía erótica.
el trabajo. El sen?do al que_~~-2_c:c_e.s.?. ~~--r~s:9~~q¡,:i!ajer1_t_Q._~§ el Esta din~O:~~a --~~-l~r~~E1oc~i.en~ pue~e v~cuJaz~~~ !.~-9~ la
sentido deLsllii:im~jo,q!!.e como vimos, es orí- Sl)bliffiación en ,el. p~ícoanális~ fC. DEJOURS, 198&),
. g~l~~io y co_fl~~~~-t_ap_i:~ B.19-~a.!"?jtuaiió;~~- ~a~7!i¿·~é~.}:á~tp· 0
La conquista _de la id_entidad en el campo social, :p1ediatizada
confron~ció_~~C?!! }~-~~~~~.!.~~~ ~í.?J~!ffii;:~_y_!~ni<.:.aS; . por laactivÍd~cl de tral/ajo: ~ªJ'ºr. la diJ1áfi1i.ca d<:l reconoci-
• La cons!;n¡¡:JjóndeLsentidodel trabajo pot.el reconodmi.ento, n:iíenl:O: ..Ahí:íra bien, el reconocinúento implli:<1..tli!!i9.9 delos
aT¡¡.tátifkilÍ'_a!suJeto con respecto a sus expectativas sobre lil pÓres;·que sólo es posible si funCÍ~I1l\ .\1.!1. C9_l~fil:2 O ll!'~SO
realizaciónd~sli):¡is!J12 (<;>dificación de.lil.ide.n!;idad en el cam- _m::i.nídad de pares. De tal!I1<)do ql1~ el.c9!'.'.S.~'!?3f'~S al fin
po sociaj)¡'puede. tr_"!'SÍO!!flar el sufr~!ento ~!1 placer. Esta de cueñtas-córru>"ef eslabón fundamental _y_~l pun~r]S~ble
transforn1atj?n;de1 ;rufrimiento en placer por la mediatización de Ia din~mtca }.ri_iersúbje?Y~. :d~}i_iA\frt]'dad e~tra~~ji:_i_(en
del trabajo~$e: Óp<>ne punto por punto a la dinámica del maso- el triángulo de la identidad/'otros" tiene la estructura de un
.-·-· " - ' · - ,·.;->.-. ",,. -•·-'•·"".;.-.,. . ·······--· -~.···-....-·-~·-··---···~-··---···
quismo (erotizadón directa del sufrímientu). colecti_vo). En el ensayo de 1980, no se hacía explícitamente re-
• La problemática de la identidad adquiere al mismo tiempo un fefei1Cia· a un concepto de colectivo. El colectivo no nos era ac-
lugadu:ndamental en psicodinámka del trabajo, en la que cesible más que bajo los auspicios de las estrategias "colecti-
vas" de defensa. De hecho, el aporte de la5 e.strategias defen-
l
í
f
48 lntr~1,íu1·..:ió;1 2. ~ i,1 psi,..tl¡.i.tl11!u1:i.i d l.i ¡isk0lli;1,ímira Jd tr,1b,1jo .(. [).;·~rnrs 49
,.~
. si vas a la construcción de los colectivos aparecesien1pre ccinto r ron1pcr la n'\ovilización genérica de las subjetividades, obst.acu-
;~·
de gran .Lrnportancia. ¿Se puede ad111itir por eso que el colec- lizando el derecho a la contribución pqr una parte, y desarn1an-
tivo sea esencialn1ente el resultante de una dinámica defensi- t do la dinán1ica del reconocin1iento por otra.
'·
va? Cuestión planteada en particular por N. Dodier (1988). ·, · .Si la,dirnjmjcadel reconocimient() se pNaliza,.elsufrimiento
Desde entonces, especialmente a partir de los trabajos de D. f•
r Y!'.11.().PU~~ transformarse \n placer,_ ng p.uede <mcontrar senti-
Cru (1988) se han podido desprender o.tros aportes específicos
ir' si~ En ese caso, sólo púede aclln1ula!se y compromete"r·.a¡ Sllje-
a ía construcción p.e colectivos, propios de procesos o::-ienta-
to en una dinámica patógena que lleva finalmente a la descom-
dos por el contrario hacia la búsqueda de la calidad del traba-
jo, y dei plater en el trabajo.
El.lugar crucial de las reglas de trabajo (al lado de las estra-
l( pensación psiquiátrica o son1ática. Entre sufrin1iento y enfern1e-
dad pueden intercalarse las estrategias defensiva§ que]i_añ~ído
f reveladas desde comienzos ·de !a.psicopatología del.trabajo en el
tegias defensivas que también se pueden analizar corno" reglas" J,
~ . el'.sayo de 1980. Así, la psicodinárrúca del trabajo completa el
defensivas) llevó después a asignar un lugar esencial a la deón- L análisis d!!',~50<.lel sufrlJ.ñ.i~_ntoy-c.lela~ e5tra_t;,.gi,as dci.~~siyas
tica en la construcción de los colectivos. Finalmente, la función f':
g·
por éí análisis dinántiéo del sufrimiento.y qe s1,1 trall,Sform.ación
del leng aaje <.y de las prácticas del lenguaje) aparece cada vez ~ _':!
en plac".~or .r"."..º:'.O<O~ú•m.to. E!_~~!>~iº_"'.'.tá ligado al sufri-
más significativa y constituye actualmente una de las vías de in- ·
vestigación a explorar. t mien._~~y al .:ec
.....onocirnie.nto. Si el r~_OP;()~. i~r;to
.• Í~\!!, Jos. ~
tos se rnvolucran en estrategias defensivas para eVJtar la e.aj'_er-
..u..\j!'-.... . .•1
~
en el que está sometido a los criterios de validación de la racio- .
ualidad cognitiva instn.nuental: es el ámbito de la actividad en tan;·
to constituye el nivel analítico más preciso para tratar la eficacia,.
~-
oportunidad, gradas al trabajo, de construir su identidad en el ~
del trabajo, respecto de los objetivos de producción, productivi-
campo social Esta esperanz;i e.s tan importante que se traduce, '
~:
dad y calidad. Hemos visto que las contradicciones inherentes a
.
~
~
en el plar10 ético~ en la reivindicación de un derecho a la contribu- ~. la organización del trabajo suponen un espado de discusiór1 es-
ción -contribución en las responsabilidades de la ciudad (P.l'HA- tructurado corno un espacio público y que la gestión del desfa--
RO, 1991), o, en este caso, en las responsabili.dades en la organi- t saje entre lo prescrito. y lo. real está sometida a acuerdos entre los
zació~ del trabajo. El problema práctico, entoncesF·COit?~te'en agentes en el mundo sociat es decir a la racionalidad tUiológica.
~
··,:.· ·.•i T
··1'.·. ·.·•· ·.•· ·
~-
¿·
50 lnlrm.!w:dón :?.. D(' \,1 ¡'s¡'"l'~1lok1gi•1 a !<1 ¡'~inx!in.\mi<,1 dl'! tri1li<ljo ·C DPjour.s 51
"2¿,
54 ln!r{l{iun:i\in 2. De j,¡ psktf['d~ok1giJ .1 Id psicoJ1odmiC<l Jd tni[lt.1~). e O\'j(1UfS 55
G.5
r
,.t_
58 lntrn. !ti1\'Íti11 l De¡,; psi'O[\llokigi<l a l.i rsi\"IX!indmii:a Jet trnN.}n - e D..iouf5 59
pio n1etodológíco la necesidad de apoyar la in.vestigación en y puede jugar. a favor de ciertos actores y en contra de otros,
una den1anda, in1plica ineluctablen1ente ton1ar posición lo que in1piicaría una falta de equitiad. Por otra, porque los
frente a esta de1nanda. La denlanda, recordeu1os, sólo es ad- debates adquieren una forn1a polén1ica a veces, y la estrate-
n:dsible cuando está forn1u!ada explicitan1ente en térnlinos gia de cie.rtos actores puede pasar por maniobras de descali-
d~ demanda de conlprensión.y. de análisis de la situación de ficación del colectivo de investigació11, inclusive del labora-
trabajo~ y no como den1anda terapéutica (Lf. anexo metodo- torio entero, que alcancen hasta la t~omunidad científica. En
lógico),. pero no hay que engañarse. Si el colectivo de inves- ese caso la abstención puede volverse insostenible (C. DE-
tigación no se compron1ete a resolver los problen1as plantea- JOURS, 1992c).
dos por la relación co11 la orga11izac.ión del trabajo, se com-
En otras palabras, las tres dimensiones (y eventualrnente
promete por el contrario a hacer todo lo posible para acceder
la cuarta) de.la "escucha arriesgada" son indisociables de la
a la inteligibilidad de la situación. Ahora bien, este con1prorni-
s~ es grave e implica riesgos importantes, porque nunca se metodología de la psicodinámica del trabajo. Es por eso que
nos vimos llevados a definir, como dijimos al comienzo de
está seguro por adelantado de llegar a conclusiones que sa-
este texto, el análisis psicodinán1ico d_e las situaciones de tra-
tisfagan todos los criterios de.validación. Así se involucra la
bajo como una práctica de intervención en primer lugar, y no
angustia del investigador frente a todo problen¡a cientifico.
solamente como ciencia básica, productora de conocin1ien-
Con la diferencia de que, con.respecto a otros procedinúen-
tos.
tos de investigación~ estamos en situación y tiempo reales, y
que de los éxítoS.oJracasos de los investigadores depende Es también la razón por la que la n1etod0Iogía de la in-
tanlblén e.n par.te el futuro subjetivo de los trabajadores, que, vestigació:h en psicodinán1ica del trabajo_ se inscribe en el
por su Iacio, tomaron el riesgo de comprometerse en la inves- modelo d:e la ''investigaCión-acción". Otras forn1as de ir1ves-
tigación. El conjunto de estas ·condiciones caracteriza lo que tigación en ciencias hun1anas y sociales se consideran inves-
convendremos en designar con el término de "escucha tigadón-a:cción. Con la diferencia de que en la mayoría de
arriesg·ada" .·Los tres riesgos aquí puestos en relieve, cuando los casos eso significa que la investigación, por su propia di-
.se reúnen electiva.mente, empujan inevitablemente al colec- námica; provoca cambios en la situación de investigación
th.f.o de inyestigació11 a un riesgo suplementario, en nuestra con relación a lo que era antes de la investigación. En el caso
oPinión más~ ten1ible: e11 algunas invesliga<;:lqnes en el ter.re- de la psico.dinámica del trabajo, los cambios en cuestión no
no, la acción desencadenada -por la investiKación prosigue son únicamente efectos colaterales de la investigación cientí-
mucho nláS allá de la misma investigaciór1, en condiciones fica~ registrados para la me1noria con fines de evaluación y
tales que los investigadores se convocan especialnlente y les validación. En psicodinárnica del trabajo/ los cambios susci-
resulta .rigt1rosarnente in'lposible liberarse de una obligación tados eventualmente por la investigación implican el con1-
moral, inclusive legal, de atestiguar públicamente su trabajo promiso de la responsabilidad del colectivo de investigado-
ci<!ntifico. Es.ta si.tuación adviene cuando los problemas res hasta en la misma acción, porque se trata de sufrimiento.
pl;pteados por la investigación sobre las contradicciones in- Sin embargo, la forma de et¡ta responsabilidad y la formo
heTentes a la organización del trabajo desencadenan t.iebates del compron1~0, estrictan1e.nte. enmarcadas en el respeto de
de gra11 amplitud inclusive en el espacio público. La obliga- la "ética del testimonio'', confier~.n a la intervención de lot:
ción de. atestiguar viene entonces de una doble resb·icción: investigadores un contenido y una naturaleza radicalmente
por una parte, porque el recl1azo al testintonio no es neutro difere11tes del contenido y naturaleza de los corr1promisos de
los otros sectores sociales en la acción en curso.
60 tnln,Ju,-.ián 2. Dt• la psi1."op.1tolc¡~fJ ,¡ fd psiux.!irn\mir,1 dPI 1r,1h.1jtl-C. 01~ours 6 1
De todas n1aneras, la escucha arriesgada aparece finai- determinar el lugar posible de la nueva disciplina en el campo
rl1ente con10 la contraparte, en los investigadores, de !o que científico. Aunque vana para algunos autores (J.C. P1\SSERON,
·constiluye la den1anc{a en Ios trabajadores. Desde nuestro 1991), esta tarea nos parece inevitable_ Inacabada y torpe sin du-
'punt~ d~ vista~ este iiisjJositivo 111etodológíco está en la base de lo da, la discusión se delinea aquí para indicar las direcciones prin-
qÍle sé}rtr~de coHsíderai'' co1110 Ulla relación de equidnd entre lapa- cipales de investigación que nos sugiererÍ Ios debates emprendi-
labra cargada por uun de111anda y la escucha am·esgada. dos desde h?ce algunos años con Ios investigadores de sociolo-
Esta economía de las relaciones intersubjetivas en la rne- gía teórica .. El trabajo del análisis en psicodinámica no lleva a la
todología de Ja investigación en psicodinámica del trabajo es observacióri. o a la puesta en evidencia de hechos preexiStentes
deci<Jhia en relación con la eficiencia de la dimensión prag- a la investigación, con10 ya señalamos. La investigación revela
p1ática del lenguaje con respecto a su poder perlaborativo o una realidad por el mismo proceso de interpretación de la pala-
,tle su poder para hacer surgir el sentido de lo vivido. bra. Toda una tradición de investigación, toda una cultura filo-
El peusanLiento y la c¡cción sófica se construyeron sobre las cuestiones planteadas al recu-
rrir a la interpretación y por el lugar de Ja interpretación. en el
Un comenta:rio más para concluir esta parte: he1nos visto trabajo cientifico. La psicodinámica del trabajo es una discipli-
cómo el acceso a la inteligibilidad de los vivido por los tra- na que recttrre a la técn¡ca de interpretación, según las modali-
bajadores propulsa a los .investigádores a la misn1a acción, lo dades metodológicas precisadas más arriba. A este respecto! tie-
quieran o no. Pasa exactamente lo n1ismo con los trabajado- ne que ver co"t1 'Ia epistemología de las ciencias hlstórico-herme-
res. La per-elabora.cíón colectiva de lo vivido en e1 trabajo, néuticasf q u:e Haber1nas distingue de las ciencias en1pírico-ana-
gracias a la investigación, transforma la relación subjetiva de líticas (las ciencias experimentales) {HABEfu'MS, 1968). En la me-
Ios trabajadores con su situación de trabajo. Lo quieran o no, dida en que, se hace referencia a la concepción 11abermasiana,
a su vez1 ya no pueden intervenir en el "espacio ele discu- debemos por Jo menos plantear !a cuestión, sin diScutirla, de sa-
sión" sobre la o·rganización deI trabajo después de la inves·· ~· ber si la psicodir1án1íca del trabajo no tiene que-ver también con
tígación de la ri:1isn1a manera que antes, porque n.o la perci- las ciencias críticas, en la medida en que apunta fundamental-
;·.:.
l·f€n ni Ia piensan de la mísn1a forma. Así, la acción es i:ndíso- i··· mente, como el psicoanálisis, a un trabajo de reapropiación y
;,
Ciable de uri tr,1bajo de elaboración, que, sin en1bargo, sólo
ha convocado el pe11san1iento y las palabras. La práctica de r en1ancípación basado en la crftica de las distorsiones de Ia ac-
ción comunicativa (FLYNN, 1985).
las investigaciones en ¡.1sicodiná111ica del trabajo sugiere gue
En la n1edida en que se está autorizado a hablar de método JI
el Iugar teórico de J.a acción está en el propio tr3.bajo del pen-
hermenéutico" 0- LADRIÉRE, 1991) a pesar de las advertencias de
san1iento, y que 110 es legítimo n1antener aquí la distinción fi-
I?sófica e11tre pens;;in1íento y acción, llans-Georg Gadan1er sobre la oposición entre verdad y méto-
do y su inten·ción de fundar una herrnenéutica filosófica, y no de
1 constituir las bases de una metodología para las ciencias huma-
De Ik hi!ersubjetividad a la prueba de objetivación nas (GADAMF.R, 1960), estaría tentado de pensar que el trabajo
efectuado estos últímos años sobre la rnetodoiogía en psicodiná-
Esta larga disgresión metodológica nos permite ahora abor--
mica del trabajo contribuye a atestiguar la posibilidad de cons-
. dar Su.scintamente algunas cuestiones episte1n0Iógicas. P1ai1tea-
truir un método herrrtenéutico s'trícto se11su. La metodología en
das por el paso de !a osicopatología del trabajo a la psicodiná-
psicodinámica ciel trabajo da una forrna posible al criterio de la
111ic3: del trabajo, estas cuestiones ¡:leben examinarse si se quiere
aplicación, fu11dan1ental según Gadamer para fun.dar Ia postura
7_::¡_
l
62 i,11nidu<"i·iú11 2 b0 [,i f'Si1:op<l!l1i0gi,1 ,1 l<l fii• odi11,\111ic.1 di'! lr~b.iitl - C. D(im.nc; ':5 3
y ef enfoque hern.1.enéuticos. La discuS:ión episte1nológica siste- de Ja elaboración colectiva de Jo vivido, sino tan1bién un opl'-
n1átiCá de [a,~f relacio'nes entre psicotiinán1ica del trabajo y enfo- rador de coustruccián del 1uis1110 coli!ctiuo. Por lo menos es !o que
que l1ern1enéutico nos llevaría a pensar una diJ11ensión aún sugieren Ias investigaciones. De tal manera que la práctica ele
apartad(l de lo que sostene111os: a diferencia de ía poiÍ!sis, que en- la investigación no resulta ser n1ás que la cond.ucLión n1ás sis-
.cuer1tra una forma 'de··expresión c·onCreta del trabajo en el obje- ten1ática, bajo el ünpulso tie los investigadores, de una di11á-
to. prg.9-ucidopla praxis, por SU' parte, requiereuna:·medíaCión su- n1ica que se despliega u espontánea1nente" en Ia:S situaciones
plen1entaria para que se atestigüe y se discuta:: a saber un relato ordinarias de trabajo entre los agentes en el espacio de discu-
o un con1entario .. Ahí donde el artesano puede canarse y dejar sión consagratj_o a la orgar1ización del trabajo {cuando este es-
hablar.a! objeto que produjo, el agente debe expresarse. Porque pacio existe. efectivamente).
la poiCsis tiene una dimensión concreta, mientras la praxis es abs- Desde el pun.to de vista teórico entonces, el dispositivo me-
tracta.
todoJógii:o de la psicod.inámica del trabajo funciona como
, La acción, por lo tanto, exige un relato para aparecer, con10 una lente d~ aun1ento para hacer visible y eventualmente re-
éxplica Ricceur (1983-1985). Más allá de eso, el mismo relato lanzar la dinán1ica que la gestión común de Ia organización
puede tomar forma en un texto. Pero el texto a su vez está dota- del trabajo implica.
do de vida propia que trasciende a su autor (RICCJ::UR,,,1986) y • El lenguaje, especialmente el lenguaje escrito (informe de in-
produce efectos que escapan en _parte a su inti?nción inicial. La vestigación, informes de los comités de higiene, seguridad y
irtvestigación en psicodinán1ica del trabajo tern1ina, cori10 indi- condiciones de trabajo, informe de actividad del servicio de
can1os en el anexo metodológico, con la redacción de un infor--
n1edicina del trabajo~ artículos de prensa, etc.) que retorna los
n1e de investigación 'elaborado c0Jectivan1ente en la interacción términos de las sesiones de trabajo y de los debates de la in-
entre .Ios trabajadores y Ios ínve.stigadores_, texto que fija •en una vestigación, puede utilizarse como dibujante de la acción, en el
cierta forma Ias interpretaciones formuladas sobre Ia .relación sentido de Teiger y Laville (1989). El lenguaje puede servir
subjetiva con la organización del trabajo. Nuestras :investigacio- entonces como n1edio de objetivación de lo vivido subjetiva-
nes actuales Se refieren n1ús precisame.nte a esta dimensión de la mente en la situación de trabajo estudiada.
investigación: es decir, al estatuto del lenguaje hablado y del
lenguaje escrito en el mismo trabajo de análisis (C. DEJOURS,
1992c)., Me" parece, pero actualmente sólo puedo delinearlo, que 5·
{· El concepto de pslcodinámica
e{ iengl1aje funciona en tres niveles:
* es u11 n1ediador eútre Ios trabajadores y'los investigadores, del
i ·, Análisis psicodinánúco es una expri:;~ió_zi, 'lll~.J?~t.~~n~~g,_'.'l la
t:eor.í.ª p~i~.q§-Il9).I!i~~, DeSigT1a-Cl"e"studio,de los movimientos psi-
que trabajan10S -anteriorn1ente los requ.isitos interSubjetivos ··-'Co-afectivos gen~rados por la evolución de los conflü:_tos inter-
(autenticidad de fa palabra frente al riesgo de la escucha). subjetivos e intrasubjetivos. El análisis psicodinán1ico se des-
Pero el .len¿fJaj~ .funciona tan1bién como n1eáiador o n1édiurn pliega a nivel concreto y se refiere electivamente á1 drama viví-
i?ntre·10S.iriiS.rr1os trabajadores, a la vez poderoso y necesario~ do, su contenido y su sentido pnra el que lo vive. Se opone en eso
en la medida "en que es a través de él que la experiencia vivi- a la 11zetapsicología que estudia l'os procesos, estructuras y equ:ili-
cla del ttabaj9'p;iede compartirse entre los miembros del co- brios de fuerza.sal nivel abstracto de los mecanismos, instancias
lectiV·o ·ct.e;tr.abaj3CioreS con1pro1r1etidos en la investigación. A y tópicos del aparato psíquico y de la economía de las pulsioi:es.
fin de cuent:aS; el lenguaje para eHos no es solamente el medio
f:
f
¡:
¡'
f·
En la expresión "anáiiSis psicodinánüco ele las situaciones de las interpretaciones que no pueden liberarse de ninguna n1ane-
trabajo'~,él concepto de psicodiná1nica sufriría entonces una ra de las restríccjones de la racionalidad ínstrun1enta1.
distorsión, en la nledida en que sólo se aplica en el marco del Pero las astucias de la ínteligencia y la voluntad abren un es-
psicoanálisis del proceso de Ja cura y de Jos conflictos solicita- pacio psíquico.y social tal, que la c-línica del trabajo entera apa-
dos por la transferencia. rece ta1nbién con10 el lugar de todos íos movimientos de subver-
Dejemos de lado en prin1er lugar dos objeciones: sión, de eJ1volvlmiento y de evitar las restricciones centrípetas
e La primera consiste en considerár que el uso del término en ejercidas por lo real del trabajo. Envolvimiento y liberación riva-
cünica del trabajo es del mismo orden que en la psiquiatría lizan, pero lo real sigue siendo el centro de gravitación urúver-
·. norteameri~ana: las '1 concepciones psicodinán1icas" reagru· sai de la clínica de trabajo.
' pan todos los enfoques clínicos y teóricos que se distinguen de El psicoanálisis, a la inversa, se construye por un acto sobe-
las teorías experimentalístas, comportamentalistas y biológi- rano y fundador de expulsión de lo real a la periferia, mientras
cas de los problemas mentales. Rechazamos el uso descripti- 1o psíquico y lo imaginario son .invitados a ocupar la posición de
vo y nosográfico de la expresión y reclamarnos por el contra- centro. Existe entonces, en prünera instancia, un movimiento
rio el uso riguroso c11 clínica del trabajo del concepto en el sen- originario que opone la psicodinámica psicoanalítica a la psico-
tido de la psicologí~ concreta. dinámica del trabajo. Y sin embargo, la clínica, liberada por el
• La segunda consiste en considerar la clínica del trabajo como análisis psicodinámico de las situaciones de trabajo, insíste. Lo
una forma de.psicoanálisis aplicado que se ubicaría al lado de real ¿está verdaderamente apartado del dispositivo psicoanalí-
las aplicaciones del psicoanálisis en la interpretación del arte tico? Parece posible reínterrogar al psicoanálisis a partir de esta
y la literatura, en la psicosociologfa, en el análisis mitológico, cuestión. En efecto, la cura psicoanalítica es imposible sin imple-
etc. Había rechazado de entrada el modelo de las ciencias apli- mentar lo que se llama técnicamente "el encuadre", a saber la re-
cadas para la psicodinárnica del trabajo y deseado sibJarla en gularidad de las sesiones, el pago en el acto, las reglas de traba-
! e! modelo epistemológico de las ciencias de campo. Una posi- jo (prohibición de tocar), la comunidad de pertenencia (la escue-
ción ae'pfincipio como esta no basta sin en1bargo para termi- la o institución psicoanalítica). En otras palabras, la cura psicoa-
nalítica es también y fundamentalmente un trabajo, que implica
nar con la brecha persistente entre psicodinámica del. trabajo
y psicoanálisis. Sostener hasta el final las tesis de la psicodiná- como todo trabajo, una relación regulada e instrumentada con
mica del trabajo implica que después de haber tomado pres- lo real concretizado en el objetivo terapéutico. El análisis siste-
tado en gran medida del psicoanáli'.iis, procedimos al enfoque mático de la práctica psicoanalítica a la lllZ de la psicodinámica
inverso: interrogar al psicoanálisis sobre sí rrtisn10 a partir de del trabajo es posible (C. DEJOURS, 1992d) y podría llevar a reno-
¡las cuestiones planteadas por la clínica del trabajo. var la problen¡atización de lo real y del dispositivo técnico (el
encuadre) en la conducción de la cura y en la teoría
Si existiera distorsión del término psicodinámica, ¿en qué
consistiría? En lo que se puede considerar co1no tn1a extensión Mantendremos entonces la legitimidad de un uso riguroso
abusiva del térntlno a una clínica demasiado fundamentalmen- del concepto de psicodinámica en la clínica de trabajo, y llegare~
te encastrada en lo real. Es cierto que la clinica del trabajo se des- mos hasta deducir una problemática de la identidad que valga
pliega entera en un espacio clínico y social que se envuelve ell. tanto en el c¡¡mpo de la normalidad como en el de la patología ..
torno a lo real de la situación del trabajo: la organización del tra- En efecto, la clínica de trabajo dibuja los lineamientos de una ra-
l/ajo cori.stituye de alguna manera el centro geométrico de todas cionalidad subjetiva de la acciór4 cuyo análisis supone que los
7~
66 lnlrodun·ión 2 Dt> !.i psk:11p;1tologid a hl pskoJin.ím~'d J,,¡ lr.ih1fo-C C\j~1t1fS 67
68 lnhoJul'dón
t l Ü\• l,1 ¡~it:opi1lolor,í.t ,1 l.t pskodiu.imiú1 dt•l lrnhd~l • C D1:joon1
í; 69
'
Ego
que ~e <i~~Sll.~ftl!):~.i,ilt.'!!~e.ain~I\~~ - ·
!'~.,
Alienación cultural
- la experiencia de lo que todavía y siempre resiste en lo real al
do@inio de la técnica y los conocinlientos,
Finalmente, cu~d? .el..s'!¡et~ lla_ce.CJ...U!'k'S. otros reconozcan - las posib¡Jidades, sin embargo, de acción sobre ese real que,
·sus .actos, pero este reconocimien.to se juega tanto de una par.te ~; dej¡índose parcialmente conquistar, domesticar o evitar, ates-
como de la otra en un mundo psíquico que ha perdido sus vín- ~~-· tiguan el poder creador del pensamiento imaginativo del suje-
culos con lo real, entonces, según Sigaut, se habla d~aciÓIJ..__.. ~·
t: to.
adtural_~';·Es.. eJ caso_ de las sectas. Pero también, a veces,. es el ca-
-·SO de ~iert~s-Co·m¡¡ftida_~e5_4e-fuvestigaclores, técnicos;_~.cI~sive
,,.
Conclusión: el trabajo y el amor
~· · ·
dir~gentes políticos separ8:d~~- cte s1~-b~e, :o de admiirlstr~ci?,~~s
"cortadas de Ja realidad". ¡¡):
Esta problemática de la identidad y de la alienación, con res-
.,,,... pecto a la cuestión de denominación plariteada por el desarrollo
La alienación cUitural, sin embargo, no concien1e únicamen- ¡.:: .
te a situaciones excepcionales. Toma también formas más comu- t.-' de nl1estra disciplina, tiene sobre todo el interés de mostrar el
nes, a n7inirua, y sin embargo de mucha gravedad a· veces en las
'
g;·t. peligro mental para el sujeto de un reconócimiento·por los otros
sihlacio11es de trabajo. Obreros o capataces en una de nuestras f. que n.o pase.por un juicío sObre·er·11ace~ y-i;-;3.CCiófi-~?bre-1o·r·eat
~·.'<
investigaciones tienen conoci.~iento de anorr~a1í~ de mqntaje, i~t· deí sujeto ·en busca dé reéonódniieñtü:e.<i dedi.por-un juicio so-
f' Íl_ré'_sll_ ir~bafo. · ·· · .. -----·--···-··-·-·--_.,c.__._···· · ··
t3:re.?:~- ~~e:~W4~ªs sm. 01.~g~gg! ~.~f~tos qe ci~rta;:o ~~:r<las o apa-
f~->'
ratos de medic~ón, falt~ &!f:1".~.~-pfi§:g;? 4.~. ~opQ_iciones, in~clu Ah:ora bien, este .riesgo no se presenta sólo en el campo clíni-
Si".:~. d~ f;~:'.i9e~s~r.~:~~~4C'._s. ~-~-1 ~µ1;11,pij~i~to de ciertas eta- ~;':< co explorado específicamente por la psicodinárnic-a del trabajo.
pas del tr?!Jajo, ql¡e C!Jestiq[)ªl) \ª calidad. o l.ª sq;11ridad de las tt~: Tainbién pende sobre la clínica ex_plorada por I~ psicopatología
insf:aj~tj-~_rie_~~ l4 jex_cgquía.se ~tiene s,c~:r4.a,_,a e;st~ alertas re- generaL El reconocimiento otorgado por el amor y por el juego
petidas que vienen de la base. · · l•.'.·. . ·
r;-··,.. de los sentimientos única.D:l~nte.. no basta al nilio para construir
N11me!.º~º"· ~;~¡0~;;;~¡~Il1~ &~'.:Y:'~.;11. p¡irtiqlar, np. lle- su identidad. Los ejemplos ci.ínicos de fusión o de erot:ización
g~~i~!XlPre al~ di~~Sci?.\\·. ~'.' r~:tl, .c.':~"..c¡¡,.ntie!;~<l_S Ja direc~i~n t:;·
... excesiva de la relación madre-hijo son frecuentes, y por medio
de un proceso bien conocido de idealíz11cíón recíproca, apeJCtan-
y los. ejec1/ti".º5. .<i~:k<I~?Il. f!!.~es ..el.~ _g~§l:íó.n~ ~'!'!1.<Igef!).~i::!tY
doctrina, s~E..ª!:~dos d~_lo real del trab..,jo, ~. c!ecír .~n una p()si- r ;:.:: .do demasiado lo real en beneficio del imaginario, ;mientras le
<.ión g_-i1e tiene q_ue ver con .la alienac~ón .cultural. (Al misu10
tieIDpo-;iOS~b;~rOS~y-·süpé~iS·or~;. cuya· fclaCiói-t 'con 16 real no
~>-
r~
f;;;,
· otorgan al sujeto el reconocimiento del amor,_arruinan su iden-
tidad y generan las enfem\edades mentales más graves (e,-, par-
\\t.··.•·..
l;·-·
f
¡,
i-'
r
f:
70 intm<lun:ir\i1 2. D<' l,1 p>"k'11p<1!t!logi,1 ,1 i,) rsin~di_n,ímk.1 dd !r,1b.1jo - C [\')nurs
71
f.
Acknowledgements Bibliografía
-,_ -
La investigación científica en psicodinámica del trabajo tam-
bién es un trabajo. Son1etida a su vez al análisis psicodínámico, AUSTIN .[196?J, Haw to do tltings 1oith niords, Oxford University Press.
muestra que el desarrollo de esta disciplina h13:biera sido irripo- BENSA!D A. (1990], "Apport de la psychopathologie du travail á l' étude
d'une bouff~ délirante aigüe", con1unicación en las XXIº Jounufes
sible sin Ja formación de colectivos que no han renunciado a
nationales de n1édú.ine du travail, Rouen, Archives de nzaladies
con.'5triLir sus propias reglas de trabajo, apoyándose e11 lo que re- pfo[essionnelles, Masson, 52, p. 807-310.
siste en el terreno (lo real del trabajo) a las i.rtterpretaciones ofre- BoEHLE F., Mn..KAU B. [1991], Von1 Ha.ndrad zunt Bildschirni, Can1pus,
cidas por las otras disciplinas. Con10 una vez no hace costun1- Institut fijr SozialwiSsenschaftliche For;;chung e.V., ISF München.
bre, nos permitiremos utilizar el término inglés acknawledge- BoUOiARD S. [1988J, "Du plaisir et de la souffrance d'étre truckéur" en
nients n1ejor que agradecimientos, porque es más coherente con DEJOURS C. (comp.), Plaisir el. soujfrance dans l.e travail, CNRS~ Ed. de
el espíritu d.el texto de este artículo. Los ackn1JWledgements que I' AOClP, tomo ll, pp. 115-131.
BoURDIEU P. [1991], urntroduction a. la socio-analyse' en Acles de la
1
formulamos no son de conveniencia o de complacencia. Están
lógicamente-asociados a la problernática del reconocimiento que redt.erche en scíences wc..iales, 90, 3-19.
B9URG D. f1990], "L'appr-oche philosophique de l.a te.:hnique et les
resuinimos más arriba con sus dos dimertSiones: constatáción de discours apocalyptiques rnodemes", en Gihiers du MIR-Cl'./RS, Ed.
realidad por una parte, gratitud por la otra. du CNAM 1, p. Kl-109.
Estos acknawledgernents van a : BoU1TI_J. f1989J, "Consl:ruction sociale du sens dans la pe.role vivante"
(Etudes syntaxiques et S-én1antiques), tesis de Estado, ·uruversit€
- todos los que fueron o son actualn1ente mis colegas en la AO- Paris-VU.
CfP (Asociación para la apertura del campo de investigación. Bourr:r J. {1988], "La question de l'inl:érpretation en linguistique" en
psicopatológica): Marie-Claire Carpentier-Roy; Thibaut Co- DEJOURS C.(comp.), Plaisir et sou!frmu:e dans le tnroail, CNRS, Ed. de
l!dt; Damien 'Cru; Philippe Davezies; Dominique Dessors; I' AOCfP, tomo l. p. 131-145..
Frhrn;oise Dopplu; Philippe Godard; Christian Jayet; Pierre BRUN J.P. {1992], "Les ho1n111es ',de Hgnes: anaiyse des phénomenes
LC(geay; Pascale Molini.er; Jean &hann; Virginie Web€r; sociaux et subjecti.fs da.ns l' activité de travail des rnonteurs de lignes
électriques", tesis de ergonor11fa1 Eco!e Pratique des Hautes .Etudes,
- los que en. la c~Ínu.nidad científica. aportaron una contribución París.
sustancial al desarrollo teórico de la ¡)sicodinámica del traba- Carpentier-Roy M.C. [1992J, "Enseigner da.ns Ia douleur"f lnfonnations
jo. a la corúrontación conceptual: Eliz.abeth Abdoucheli-De- social.es, 24, p. 44.-53.
?'?-,,
1
Psicología del Trabajo
PSIC:DL..t:::U:::ilftj' TRABA ..:Jl::J
Cat l 1-Prof. Alanzo ·
-.R.~t;C~·'""~~"%'." "'=·-. -,:,.-,c;,:>;:¡_ _...,_,=,;i:,1,'\0C.,-7'l'<iZ: -~ }~•~ ~ ¡¡¡ JJ iil ~ ~
Editorial Granica-2003.
0
O Unidad : La organización requerida y la empresa.
:emergente.
I~
. r
--t b ¡l
!/
1
Universidad de. Buenos Aires Facultad de Psicología
1