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brumaria 7 arte, máquinas, trabajo inmaterial.

El dispositivo artístico, o la articulación de enunciaciones colectivas

Brian Holmes

Una de las fuertes potencialidades del arte actual proviene de cierta sensibilidad por la

manera en que rigorosas investigaciones filosóficas, sociológicas o científicas pueden

combinarse con formas estéticas para impulsar procesos colectivos que

desnormalizan el curso de la propia investigación, abriendo senderos críticos y

constructivos. Los proyectos que resultan de esa sensibilidad contienen una densa

trama discursiva, pero se sustentan asimismo en el ejercicio lúdico y autorreflexivo de

las capacidades básicas del ser humano: percepción, afecto, pensamiento, expresión

y relación.

En un registro altamente formal tenemos la actividad de Ricardo Basbaum.

Sus reflexiones sobre las estructuras operativas de la

sociedad de control se sintetizan en instalaciones y diagramas pictóricos que, a su

vez, devienen puntos de partida para coreografías colectivas que desarrollan formas

de resistencia expresiva [1]. Una versión más tecnologizada es la del proyecto

Makrolab. Grupos que viven bajo condiciones de aislante/aislamiento conducen

investigaciones sobre las migraciones humanas y animales, el cambio climático y los

usos del espectro electromagnético, todo ello en el interior del ambiente enclaustrado

de un laboratorio nómada que sintetiza una compleja serie de referencias a la

vanguardia arquitectónica y la tradición teatral [2]. Otro caso más serían los foros de

discusión por correo electrónico orquestados durante los últimos diez años por Jordan

Crandall

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