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Los 10 Principios

para Ganar la
Guerra Espiritual
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Veces

Si has tenido la expectativa de que la vida en la


Tierra es un lecho de rosas seguramente has
cambiado de opinión rápidamente, porque:
– has sufrido innumerables problemas con
otras personas,
– has hecho cosas irreflexivas que te llevaron a
grandes problemas,
– te has encontrado inmerso en situaciones en
que no sabes por qué otros te atacan.
Si reflexionas sin prejuicio, pronto llegarás a la
conclusión que:
–uno a veces ha actuado fuera de control, y
otros también, incluso todo el tiempo actúan así,
–como si existiera una fuerza extraña que
algunas veces lleva a las personas a hacer cosas
perjudiciales para ella misma y para otros.

Esa conclusión es correcta, porque desde los primeros


humanos las civilizaciones han creído en fuerzas
externas que influyen sobre nosotros.
.
Que no se pueden ver pero están allí; están
fuera de nuestro campo sensorial.
Los problemas que experimentamos en nuestro pasaje
por la Tierra son una faceta del impacto de esas fuerzas
externas operando sobre nosotros.
.
Son expresiones de una guerra entre espíritus,
y debemos aprender a batallar en ese ámbito
para no quedar dominados por fuerzas oscuras.

Esa es la base de esta catequesis en 10 pasos.

1 – DEBES ENTENDER CLARAMENTE QUE EL


DEMONIO EXISTE

Algunos cristianos niegan la existencia de demonios,


incluyendo a satanás, como ángeles caídos, seres
personales reales (que tiene una mente y voluntad,
pero sin cuerpo) que quieren vernos finalmente con
ellos en el infierno.
.
Tales cristianos creen que el mal – o, al menos, el mal
moral – es exclusivamente resultado de las intenciones
y las actividades humanas.

Es razonable suponer que, para los cristianos, la


enseñanza de Jesucristo debe ser aceptada como
verdadera y su ejemplo como normativa.
Si no, ¿por qué más podemos llamarnos a nosotros
mismos “cristianos”?
Los cuatro evangelios bíblicos dejan muy claro que
Jesús afirmó la existencia de satanás.
Nos advirtió acerca de su interferencia en nuestras
vidas – él es “el príncipe de este mundo”(Juan 12 :
31), “un mentiroso y padre de la mentira” (Juan 8:44), y
más – y estuvo en combate directo con los poderes
demoníacos.
Los cuentos de sus exorcismos son demasiado
numerosos y demasiado centrales en su ministerio,
como para ignorarlos – por no mencionar el
encuentro de Jesús con el mismo diablo en el
desierto (Lucas 4: 1-13).
Los cristianos deben tomar estos cuentos en serio.
Algunos podrían tratar de interpretarlos como nada
más que encuentros con personas mental o
físicamente enfermas.
Pero si ese es el caso, entonces Jesús ignoraba
condición real de las víctimas y se equivocó sobre la
existencia de los espíritus inmundos.
Pero para un cristiano creyente, ¿cómo puede ser
posible esta opción?
¿El divino Hijo de Dios, por quien fueron creadas
todas las cosas, era ignorante y equivocado en algo
tan importante para su ministerio y misión sobre la
raza humana?
En el caso de la tentación del demonio luego de los 40
días de ayuno ¿él confundió un diálogo interno
consigo mismo con una conversación con un
demonio en el desierto?
¿Jesús estaba tratando de hacer un diagnóstico
erróneo deliberadamente de estas enfermedades de
acuerdo al espíritu de la época, en lugar de corregir
las ideas (que eran peligrosas si es cierto) y explicar
que eran enfermedades y que los demonios no
existen realmente?
¿Cómo podrían los cristianos afirmar que el santo
Hijo de Dios se involucraría en un engaño de ese tipo?
Al menos en una ocasión, Jesús echó una
enfermedad mental de un hombre en una piara de
cerdos (Mateo 8: 28-34).
Esta proposición es absurda, y nos pone frente a una
opción más, los relatos de los Evangelios son
históricamente poco fiables. Jesús nunca enseñó o
hizo estas cosas.
Una vez más, para el cristiano, esta opción en
insostenible.
Si estos cuentos canónicos de la vida de Jesús no
son confiables sobre un asunto tan importante para
su ministerio, misión, e incluso la identidad (los
demonios le llaman el “Hijo de Dios”.
Por lo que tuvieron que someterse a su autoridad;
véase Mateo 8:29).
Entonces ¿por qué aceptar el testimonio de estos
libros sobre cualquier otra cosa que dijo o hizo?
Además de los relatos de los Evangelios, la Biblia
afirma en muchos lugares, la existencia de los
demonios y sus intenciones maliciosas hacia
nosotros.
Para los católicos, la tradición de autoridad de la
Iglesia ha seguido afirmando esa enseñanza desde
el comienzo, y la historia de la Iglesia está llena de
innumerables ejemplos de exorcismos y otros
encuentros con los poderes demoníacos.
Por todas estas razones, entonces es crucial para los
cristianos estar preparados para entender y derrotar
a satanás.
Simplemente no es una opción hacer otra cosa.

2 – NO DEBES DUDAR PARA PODER IDENTIFICAR


DONDE ESTAN LAS FUERZAS OSCURAS Y CÓMO
ACTÚAN

Pongamos a un lado por un momento el testimonio


coherente y persistente de las Escrituras y la
tradición cristiana.
Considera la masiva evidencia acumulada que
confirma el testimonio.
A lo largo de toda la historia, pueblos de muy diferentes
culturas de todo el mundo han afirmado la realidad de
los espíritus malignos.

Muchos de nuestros contemporáneos, que para


cualquier estándar razonable son inteligentes y en
su sano juicio, han dado testimonio de encuentros
con los poderes demoníacos.
El reciente caso de posesión demoníaca en Indiana,
ampliamente publicitado, ofrece sólo un ejemplo.
Ver aquí, aquí y aquí.
Se observaron, fenómenos sobrenaturales
extraordinarios y reportados por testigos objetivos,
perfectamente cuerdos.
En este caso, no sólo miembros de la familia, sino
personal médico y de orden público que no habían
tenido experiencias previas de ese tipo, o incluso
interés en este tipo de fenómenos.
Ellos fueron testigos de algunos de los fenómenos
clásicos asociados con la posesión demoníaca (y la
infestación de una casa) que no tenía ninguna
explicación meramente natural.
Simplemente no podemos descartar tales
testimonios como alucinaciones masivas o engaños.
Sin duda, algunos tipos de enfermedades físicas y
mentales se han atribuido erróneamente a los
demonios, hoy como en el pasado.
Tampoco podemos negar que las supersticiones y
leyendas sobre los malos espíritus abundan.
Pero estas ideas equivocadas sobre el diablo en sí
mismas no demuestran que no exista, al igual que
las creencias ancestrales sobre una Tierra plana no
prueban que nuestro planeta no sea plano.
Los escépticos pueden exigir evidencia “científica”.
Pero, ¿qué tipo de pruebas pertinentes serían los
científicos capaces de medir?
Los demonios no tienen cuerpos físicos, y no son
humanos.
No podemos ponerlos en tubos de ensayo o
someterlos al psicoanálisis.
Lo que los científicos pueden hacer es observar los
efectos de los demonios en el mundo físico o en el
comportamiento humano.
Pero la mentalidad que prevalece entre los
científicos es buscar otras explicaciones para estos
fenómenos, incluso cuando esas explicaciones sean
totalmente insuficientes.
3 – DEBES PREPARARTE PARA ENTENDER CUAL ES
LA RAZÓN POR LA QUE DIOS PERMITE SU
ACCIONAR

La gente suele preguntar: Si Dios es infinitamente


más poderoso que el diablo, ¿por qué Dios no le
impidió hacer tanto mal en el planeta tierra?
Podríamos hacer una pregunta similar acerca de por
qué Dios no impide que los seres humanos cometan
los actos malvados que oímos en las noticias casi
todos los días.
La continua presencia del mal en el mundo se
encuentra en un nivel de misterio que no podemos
resolver totalmente en esta vida.

Aun así, si Dios es en verdad lo suficientemente


potente, puede incluso permitir el mayor mal para un
bien mucho mayor.
.
Entonces Él está justificado al permitir el mal, porque Él
hace un bien mayor por amor a nosotros.

El ejemplo clásico de esta verdad es la crucifixión de


Jesucristo.
El Evangelio nos dice que cuando “Satanás entró en
Judas”, éste salió a traicionar a Jesús (ver Lucas 22: 3-
4).
Por la instigación del diablo, entonces, vino el peor
de los males imaginables: la brutal tortura y
ejecución del completamente inocente de Hijo Dios.
Sin embargo, la gloria de la tumba vacía arrojó una
nueva luz sobre el horror de la cruz. Los planes del
diablo fueron derrocados.
La resurrección de Jesús demostró de manera
concluyente a todos – los demonios incluidos – que
del mayor de los males, Dios puede traer un bien
mayor: la salvación del mundo.

Al mismo tiempo, no podemos olvidar que nuestros días


sobre la tierra son un tiempo de prueba, purificación,
enderezamiento, fortalecimiento.
.
La intención de Dios, si vamos a cooperar, es hacernos
capaces de soportar el peso exquisito de la gloria que le
espera a sus amigos en el cielo (ver 2 Corintios 4:17).

¿Así que mejor herramientas puede haber para su


propósito que los demonios – que constantemente
nos ponen a prueba por tentarnos -, para que
llegamos a ser más puros, más fuertes y más rectos
cada vez que nos resistimos a la tentación?
En este sentido, podríamos decir, citando a San
Agustín, “como artista, Dios hace uso incluso del
diablo.”
4 – ESTO NO ES UN CONFLICTO MENOR SINO UNA
VERDADERA GUERRA

No importa quién eres, tienes un enemigo mortal


que quiere destruirte, no sólo en esta vida, sino para
la siguiente.
No importa dónde vivas en este planeta, vives en un
campo de batalla muy reñido, y no se puede escapar
del conflicto.
Es una guerra espiritual con consecuencias cruciales
en tu vida cotidiana. Y el resultado de esa guerra
determinará tu destino eterno.
Si esto es cierto, entonces ¿por qué no estamos
hablando más sobre él?

El mundo moderno está cegado en gran parte a estas


realidades por su orgullo.
.
Nos vemos como mucho más “iluminados” que
nuestros antepasados que creían tales cosas.
.
Confundimos los avances en el conocimiento y la
técnica con los avances en la sabiduría.

En particular, nuestros avances científicos, que en sí


mismos son maravillosos, han llevado a muchos a
una especie de cientifismo ingenuo y narcisista, que
pone toda su fe en la ciencia humana, por poco
entendida de otros fenómenos que sea.
Suponemos que la ciencia es capaz de analizar y
comprender todo lo que existe, a pesar de que hay
algunas realidades que simplemente no puede
detectar, observar, o medir.
De hecho, nos olvidamos de que, incluso con
respecto a la realidad con que la ciencia puede
trabajar, el conocimiento científico sigue creciendo y
cambiando, refinándose.
Las teorías son desafiadas y reemplazadas. Los
paradigmas cambian. Las fronteras se expanden.
Además, nuestra lógica en estos asuntos es a
menudo defectuosa.
Debido a que algunos casos de epilepsia o trastorno
de personalidad múltiple, por ejemplo, eran en el
pasado erróneamente atribuido a los demonios,
concluyen que no deben de existir los demonios en
absoluto.
Mientras tanto, el diablo se aprovecha de la situación
(y probablemente ayudó a inspirarla) porque le
permite una estrategia de sigilo: los que niegan su
existencia son una presa fácil.
Hay todavía otra razón importante por la que
muchos de nosotros no reconocen el trabajo del
enemigo.
El tipo de fenómenos extraordinarios que a
Hollywood le encanta (la posesión demoníaca, la
opresión, la obsesión y la infestación) es sólo una
parte de su actividad, y no tan común.
Su actividad más común en la vida de la mayoría de
la gente es extremadamente sutil, aunque eficaz.
Podemos resumirlo en una sola palabra: tentación.
En su actividad ordinaria, los demonios introducen
en nuestras mentes diferentes pensamientos que
nos pueden llevar al mal.
Dudas acerca de Dios y de su bondad, engaños,
acusaciones, tentaciones, provocaciones, y más.
Los demonios no tienen cuerpo, pero nos pueden
comunicarnos estos pensamientos directamente.
Esto significa que es posible que tengamos
problemas para discernir los pensamientos que nos
vienen desde el exterior y confundirlos como propios.
Una vez más, una estrategia de sigilo.

5 – ES UN ACTO DE MISERICORDIA ALERTAR A


OTROS CÓMO ACTÚA EL DEMONIO, ASÍ SE
DEFIENDEN

El Diablo es indescriptiblemente el mal, y sus


intenciones para nosotros son las más horribles que
podamos imaginar.

Advertir sobre sus intenciones y su actividad, entonces,


es un acto de gran misericordia.
.
Es el corazón mismo de la proclamación cristiana: “El
Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del
diablo” (1 Juan 3: 8).
.
Guardar silencio sobre este combate espiritual sería
un fracaso para nuestra misericordia.
Para algunos hablar sobre la existencia o relevancia
del diablo en la vida cotidiana, y las advertencias
acerca de él, podría ser desconcertante y
desagradable.
Pero para aquellos que reconocen que están
sufriendo ataques del diablo, nada podría ser más
acogedor que una Iglesia que diga: “Nuestro Señor ha
vencido a tu enemigo mortal. Queremos ayudarte a hacer tu
propia victoria”.
Pero también hay gente que busca un demonio bajo
cada arbusto y eso es una obsesión maligna también.
La guerra es real, y podemos ver las bajas en todas
partes.
La Escritura nos advierte repetidamente sobre la
batalla por nuestras almas.
Teniendo en cuenta lo poco que se dice de que hoy
en día, sería negligente no levantar la voz.
6 – EL DIABLO SE APROVECHA DE NUESTROS
PROBLEMAS

La Escritura habla de nuestras batallas en curso con el


mundo, la carne y el diablo (ver Santiago 4: 1-7).
.
Aunque es cierto que a veces nuestras luchas con la
carne y el mundo no son provocadas directamente por
la interferencia del diablo, él se aprovecha de esas
luchas.
.
Y busca a través de ellas establecer una presencia más
fuerte en nuestras vidas.
.
Puede ocurrir de muchas maneras.

Consideremos, por ejemplo, un joven cuyas


hormonas están en su apogeo (la carne).
Visita a lo que él piensa un sitio web inocuo, que le
permite haces dinero a través de enlaces
publicitarios a sitios pornográficos (el mundo).
Vacila, sintiendo la presión de esas dos fuerzas.
Entonces el enemigo, aprovechando la situación,
habla directamente en su mente para debilitar su
resolución, con pensamientos que parecen ser
propios suyos: ¿Por qué no? No me hará daño.
Todo el mundo lo hace. Y sigue adelante.
Y uno de los grandes problemas es la desesperación
que por supuesto es la pérdida de la esperanza.
Si queremos entender y superar nuestra
desesperación, debemos preguntarnos dos cosas:
¿Qué es lo que esperamos? ¿En quién ponemos
nuestra esperanza?
La pérdida generalizada de esperanza en nuestra
cultura es el resultado inevitable de nuestra
secularización.
Nos hemos alejado de una esperanza de vida eterna
a una esperanza de prosperidad y seguridad en esta
vida.
Y nos hemos alejado de una animada confianza en
Dios a una arrogante confianza en nosotros mismos.
Y si, para la obtención de tales bienes, ponemos
nuestra esperanza principal en nuestra economía,
nuestro gobierno, nuestro poderío militar.
O cualquier otra institución meramente humana o en
nuestro esfuerzo, tarde o temprano vamos a estar
desilusionados.
En un momento tan aterrador como el nuestro, tal
desilusión lleva rápidamente a la desesperación
paralizante.
A menudo dicen los cristianos, “no sé lo que depara el
futuro, pero sé quién nos depara el futuro.”
Si queremos ver un renacimiento de la esperanza,
debemos tener un avivamiento de la fe en el Dios que
solo es digno de nuestra esperanza.
Y que lo que busquemos de Él por encima de todo
debe ser la vida eterna, no las mercancías frágiles de
esta vida fugaz.
Cualquier cosa menos ésta finalmente nos conduce a
la desesperación.
7 – DEBEMOS APRENDER A CALZARNOS LA
ARMADURA CONTRA EL DEMONIO

San Pablo exhorta a los cristianos a ponernos “toda la


armadura de Dios, para que seáis capaces de estar firmes
contra las asechanzas del diablo” (Efesios 6:11).

En este pasaje de la Biblia y otros, especifica ciertas


virtudes fe, esperanza, amor, como parte de esa
armadura.
.
Entonces tiene sentido hablar de las virtudes como la
armadura defensiva.
.
Los que tienen un carácter virtuoso no son tan
vulnerables a los asaltos del enemigo a través de la
tentación.

Si yo soy generoso en lugar de codicioso, la tentación


de robar no tendrá mucho poder sobre mí.
Si soy un amante de la verdad, no voy a ser tan
propenso a ceder a la tentación de mentir o engañar.
Y así sucesivamente con todas las virtudes.
La humildad es la virtud esencial que proporciona el
terreno en el que crecen todas las demás virtudes.
San Pablo nos dice que a través de la humildad de
Cristo, el diablo fue derrotado (ver Filipenses 2: 3-
11).
Y nosotros, también, debemos humillarnos si Dios
está con nosotros para exaltar su victoria (ver
Santiago 4:10).
Cuando San Pedro nos exhorta a “vestir
[nosotros]. . . con humildad hacia los demás”, él nos
advierte que esta armadura es necesaria porque
nuestro “adversario el diablo, ronda como león rugiente,
buscando a quien devorar” (1 Pedro 5: 5, 8).
La humildad nos impide los peligrosos “lugares altos”
en el que el enemigo nos podría tentar con el orgullo,
y la destrucción que inevitablemente sigue al
orgullo (ver Proverbios 16:18).
San Antonio el Grande fue un pionero entre los
antiguos padres y madres del desierto, un campeón
en la lucha espiritual que sufrió terribles ataques
demoníacos.
En una ocasión, informó de una visión.
“Vi todas las trampas del diablo puestas sobre la
tierra”, recordó, “y yo gemía y le dije: ¿Cómo crees que se
puede pasar a través de ellas? Y oí una voz que decía: la
humildad”
Otra historia de los antiguos monjes cristianos del
desierto dice como un demonio, bajo la apariencia
de un buen “ángel de luz” (2 Corintios 11:14), un día
se apareció a un monje.
Anunció: “¡Yo soy el ángel Gabriel, y he sido enviado a ti!”.
Su estrategia, por supuesto, fue atraer al hombre
con el orgullo y la vanidad.
Pero el monje respondió: “Tú debes haber sido enviado
a otra persona. Yo no soy digno de que un ángel me
visite”.
Así que el demonio se desvaneció.
La humildad del monje le había protegido de morder
el anzuelo.
¿Cómo crecemos en humildad? Es una gracia que
debemos pedir a Dios.
En realidad hay unas “tradicionales Letanías de la
Humildad” que podemos orar, y que especifican
algunas de las ocasiones en que podemos demostrar
la virtud mediante la cooperación con su gracia.
Cuando pedimos el don de la humildad, en realidad
estamos pidiendo a Dios que nos envíe situaciones
en que nos humille.
Pero también el diablo pretende desbaratar y
destruir la obra de Cristo a través de la Cruz, que
resultó ser el instrumento de su propia derrota.
A través de la Cruz, no fue sólo conquistado sino
que fue humillado.
Así que él y sus orgullosos aliados tienen una fuerte
aversión a cualquier representación de la cruz de
Cristo.
Pero lo más importante, el signo de la cruz es lo que
la tradición católica llama a un sacramental.
Los sacramentales son “signos sagrados que. . . expresan
efectos, sobre todo de carácter espiritual, que se obtienen a
través de la intercesión de la Iglesia” (Catecismo de la
Iglesia Católica, 1667).
Hay un poder notable en la oración de la Iglesia, y ese
poder se puede hacer accesible a nosotros a través
de la señal de la cruz y otros sacramentales, como el
agua bendita, un crucifijo bendecido, o una medalla
de San Benito bendita.
Hay efectos notables de estos sacramentales en los
encuentros con los poderes demoníacos.

8 – LA CONFESIÓN Y LOS ÁNGELES SON BUENOS


AUXILIOS

Cada vez que pecamos, el diablo refuerza su control


sobre nosotros.
.
A través de la confesión, soltamos el agarre y nos
liberamos de su control.
.
No solo recibimos el perdón de los pecados del pasado,
sino que recibimos la gracia de resistir la tentación que
vendrá.

La Escritura habla del perdón de los pecados a través


de la confesión como una curación del
alma: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad
unos por otros, para que seáis sanados”(Santiago 5:16).
Es por eso que podemos ver este poderoso
sacramento como una especie de hospital de
campaña para los soldados que han sido heridos por
el pecado en la batalla espiritual.
Pero también tenemos aliados que son los ángeles
buenos que están involucrados en la lucha contra el
demonio, y a quienes podemos recurrir.
En el Antiguo Testamento, encontramos a los
ángeles de Dios que luchan por su pueblo en la
visión profética de Daniel (Daniel 10: 12-14, 20-21).
En el Nuevo Testamento, la visión de San Juan en el
libro del Apocalipsis habla de la guerra espiritual que
se produjo cuando satanás (representado como el
Dragón) y sus aliados se rebelaron contra Dios.
Los buenos ángeles lucharon contra estos ángeles
caídos y los expulsaron del cielo, pero los ángeles
caídos todavía están ocupados en la guerra contra
los seres humanos.
Así que por designio de Dios, necesitamos la ayuda
de los ángeles buenos para repeler y
superarlos (véase Apocalipsis 12: 7-12).
En las descripciones del combate celestial en ambos
Testamentos, un ángel se destaca como un líder de
las huestes angélicas: San Miguel Arcángel.
(“Arcángel” significa “primero” o “principal” ángel.)
En Daniel, al ángel Miguel le llama “uno de los
principales príncipes” de los guerreros angelicales
(Daniel 10:13). Miguel también se menciona en el
libro de Judas, como que contendía con el diablo
(Judas 9).
A partir de estos conocimientos bíblicos, la tradición
cristiana ha venerado a San Miguel y honrado su
papel como el gran guerrero espiritual luchando por
la Iglesia.
Desde los primeros tiempos los cristianos han pedido
su ayuda y la de los ángeles que comanda mientras
todavía estamos en la batalla con el dragón.

9 – NO DEBEMOS CORRER RIESGOS INVITANDO A


ENTRAR AL ENEMIGO

Los habitantes de la antigua Troya hicieron eso


precisamente cuando hicieron entrar al caballo de
Troya, lleno de soldados enemigos ocultos, en su
ciudad.
Por supuesto, lo hicieron sin darse cuenta, porque
habían sido engañados.

Satanás tiene una gran cantidad de caballos de Troya.


.
Por ejemplo, cuando las personas se meten en prácticas
ocultas, por cualquier razón – en busca de aumentar su
poder personal, dando rienda suelta a su curiosidad,
buscando entretenimiento – puede abrir las puertas en
el mundo de los demonios.
.
Esto es confirmado por los exorcistas. Además, algunos
exorcistas testifican que el abuso de sustancias, el
pecado sexual grave, la pornografía y los abortos
pueden abrir a la gente a la influencia demoníaca.

Aquellos que piensan que hoy nadie todavía juguetea


con la ouija debe tener en cuenta la película sobre la
Ouija, que salió a finales de octubre de 2014, según
los informes, contribuyó a un repunte de ventas del
300 por ciento de Ouijas durante la temporada de
compras de Navidad.
Los que llegan a la conclusión de que los
movimientos de la tablita son simplemente al azar o
una respuesta “ideomotora” deben hablar con la
gente cuyas experiencias aterradoras sugieren
fuertemente lo contrario.
Ellos deben consultar a exorcistas sobre su trabajo
con “jugadores de Ouija” que abrieron puertas que
nunca debieron haber sido abierto.
¿Por qué correr el riesgo?

10 – HAY QUE INVOCAR SIEMPRE LA AUTORIDAD DE


DIOS
Para ser eficaz, el exorcismo requiere una cierta
autoridad dada por Dios por parte del ministro.
.
De lo contrario, los resultados pueden ser desastrosos.

Podemos ver este peligro caracterizada por un


incidente registrado en el Libro de los Hechos,
cuando un grupo de hombres intentó realizar un
exorcismo sin estar autorizados por Jesús o uno de
sus apóstoles.
Terminaron huyendo de la escena, “desnudos y
heridos” (ver Hechos 19: 13-16).
Los católicos creen que en última instancia, la
autoridad para superar los demonios viene de
Jesucristo, que como el divino Hijo de Dios, demostró
su poder sobre ellos, los derrotó decisivamente en la
cruz, y luego delegó esta facultad a sus apóstoles.
Ellos a su vez delegan esta autoridad a sus
sucesores, los obispos, por lo que los obispos deben
autorizar a ciertos sacerdotes como exorcistas.
La negociación efectiva con los poderes demoníacos
también requiere conocimiento y formación.
Los representantes de la Iglesia que quieren ayudar
a aquellos que buscan el exorcismo agotan cualquier
otra posibilidad primero, como consultar con
profesionales médicos para descartar causas
puramente físicas o mentales.
Además, los nuevos exorcistas están mejor
entrenados por exorcistas experimentados que
poseen una especie de “inteligencia
espiritual”, adquirida por una larga experiencia, lo
que es necesario para hacer frente a los espíritus
inmundos – que son, por supuesto, no sólo
peligrosos, sino sumamente astutos.
Ese tipo de formación no viene a través de un libro
solamente.
Debemos tener en cuenta, también, que los
exorcistas tienen un carácter probado.
Si las virtudes son nuestra armadura espiritual,
entonces las debilidades morales pueden representar
importantes vulnerabilidades en un exorcista.
Mientras, en los medios de comunicación siguen
apareciendo víctimas de la auto-designados,
“exorcistas” sin escrúpulos, incompetentes que
terminan haciendo un tremendo daño psicológico y
físico a las personas que están sufriendo.
Fuentes:
 http://www.nationalreview.com/redirect/amazon.
p?j=161890653
 http://feeds.newadvent.org/~r/bestoftheweb/~3/
gFb8wpLyB64/hell-satan-interview
 http://uncioncatolica.blogspot.com/2013/12/una-
batalla-espiritual-que-hay-que.html
 http://www.corazones.org/santos/miguel_arcang
el.htm
 http://padreluisliberacion.blogspot.com/2010/04/
guerra-espiritual.html
 https://forosdelavirgen.org/90752/guerra-
espiritual-150321/
 https://forosdelavirgen.org/88700/dos-puntos-
neuralgicos-para-pelear-con-exito-la-guerra-
espiritual-15-01-29/
 https://forosdelavirgen.org/75454/sacerdote-
catolico-relata-el-exorcismo-que-a-una-familia-de-
indiana-poseida-2014-02-15/
 https://forosdelavirgen.org/87193/detalles-
ocultos-de-la-posesion-en-una-casa-de-ee-uu-de-
la-que-informamos-el-ano-pasado-2014-12-30/
 https://forosdelavirgen.org/74919/denuncian-un-
caso-de-posesion-que-suena-como-de-pelicula-
pero-hay-pruebas-2014-01-31/
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