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La solucion de un viejo problema

de cartucheria

Comandante Ingeniero de Armamento, de la Fábrica


Nacional de Palencia, Francisco LANZA GUTIERREZ.

D€sde el mismo instante en que comenzó a fa be que cualquier mejora en la fabricación de ba


bricarse en grandes series la actual cartuchería de las inmediatamente sé traduce en una mejor pre
fusil y ametralladora, de cualquier calibre, el pro cisión en las pruebas de fuego.
blema de la precisión inspiró preocupación. ¿Cuáles son, entonces, las causas de que las ba
Sabido es que cuando se realiza, en las mismas las de fusil y ametralladora, resistan denodada
condiciones aparentes, con un fusil sobre caballe
te, un tiro de un gran número de disparos sobre
un blanco vertical, los impactos se dispersan. La
dispersión de los disparos obedece a numerosas Figura 1. Copa
de latón de 90/10,
causas de error, unas que producirán siempre la de 1a que se par
misma desviación en el tiro y otras que ocasiona te para la fabri
cación de la bala
rán desvíos cuya magnitud y sentido puede variar de 7,62 mm,
a cada disparo.

Las causas de estos desvíos pueden depender:


1. Dei’ arma (retroceso, defectos en las dimen
siones, defectos en los elementos de puntería, ca
lentamientó del tubo, engrase del ánima, etc.);
2. De las. balas (variaciones en el peso y dimen
siones, falta de simetría u homogeneidad).
3. De las vainas (dimensiones, elasticidad del
metal).
4. De lid pólvora (características, forma y di
mensiones del grano, peso de la carga).
Figura 2. BaZa

5. De la atmósfera (densidad del aire, viento, asín trica por
etcétera). diferencia de es
pesores en las pa
Para el fabriante de cartuchería, es evidente redes de la en
que las causas de mayor interés son aquellas que vuelta.
prdvienen de las balas y vainas (únicas sobre las
que puede actuar) y dentro de éstas las de las ba
las han sido siemre objeto de atención prefe
rente.
En su lUcha diaria por mejorar la precisión de mente n gra número a salir, dentro de toleran
la munición que fabrica, el •cartuchero ha conse cias, en la forma que el plano de fabricación espe
guido con relativa facilida&. 6éner vainas exce cifica?
lentes de una contribución mínima—prácíscamen Aúnque el problema de fabricar balas -lo sufí
te despreciable—, al aumento de la dispersión cientemente perfectas para que su contribución a
Pero sus esfuerzd no han teni.o tJ mismo fru la dispersión sea mínima, es un problema univer
to en cuanto a la obtención de balas perfectamen sal (todos los países ki sufren), vamos a ceñirnos
te simétricas, bien dimensionadas y homogéneas en exclusivamente a nuestro caso, para llegar luego
e’l cien por’ cien de una serie. Todo cartuchero Sa- a la exposición de la solución que hemos hallado

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mente al calibre de 7 mm., pese a que las instala.
ciones y maquinaria eran específicas para esa fa
bricación, la contribución de la perfección de la
bala a la precisión resultaba poco favorable. La
bala no salía demasiado perfecta a juzgar por lo
que el entonces vigente reglamento de cartuchería,
R-15 exigía. s decir, en la prueba de fuego para
precisión se especificaba que “el semiperímetro del
rectángulo de dispersión obtenido con los 20 mejo
res disparos de una serie de 25, no debía ser supe
rior a 40 centímetros.”
Instalaciones tal vez anticuadas, sometidas a un
trabajo durísimo, fabricando cientos de millones
de balas, sufriendo desgastes y desacuerdos conti
nuos, eran a buen seguro la causa principal de que
Figura 3.—Máquina horirontal múltiple para la dispersión no se pudiese reducir y que la pre
embutición. cisión no mejorase.
y que modestamente nos atrevemos a ofrecer a También influía el hecho de que la prueba se
nuestrds colegas cartueheros. hacía con fusil sobre potro o caballete, y no sobre
Cuando la cartuchería de fusil y ametralladora tubo MANN, como se hace en la actualidad.
que se producía en España se reducía exclusiva- Cuando hacia los años 1938-39 comenzó a fabri

Figura 4.—Proceso de fabricación de la bala de 7,62 mm. (GETME).

estirados o embtxt-iei6ji

L
Rebat idos
w ç) Calibrado
carse el nuevo calibre 7,92 mm.,se caminó con pa En parte se debe a las copas, ci copelas (fig. 1) de
so seguro, merced a ímprobos y continuados es que se parte para l.a fabricación de balas, las cua
íuerzos, hacia una mejora notable en la precisión. les, pese a la rigurosa selección a que se las some
Los resultados se reflejaron pronto en el nuevo te, púed-en presentar defectos en el limite de tole
Reglamento de Cartuchería R-32, el cual para la rancias, que las hace asimétricas y cuya asimetría
se acentúa en el proceso de fabricación dan-do ba
las como las de la fig. 2.
Figura 5. — Ma Por otra parte, el centrado de punzones y matri
tri2 de r e d u e ir ces se torna difícil en máquinas múltiples horizon
con orificio para
el expulsor. tales (fig. 3), sobre todo si la copa viene ya muy
asimétrica, cuando estas máquinas, a lo lar-go de
los años, comienzan a desajustarse. El resultado son
balas como las de la figura 2.
POr último, -(fig. 4), y por no citar más que unas
pocas de las causas más “gordas”, al iniciarse los
reducidos no pueden evitarse que las envueltas
salgan unas veces más largas que otras (no siem
pre fluye el latón en idénticas condiciones), y aun-
- que se las corta al largo, al producirse la unión y
los retatidos no puede llevarse la envuelta hasta
el mismo fondo de las matrices con idéntica enqr
gía en todas las balas, ya que la forma -peculiar de
Figura 6. — Bala
con estirado noci
vo en punta
(inútil).

-prueba de precisión exige que “el semiperímetro


del rectángulo de -dispersión obtenidO con los 20
mejores disparos de una serie de 25, no debe ser
superior a 25 centímetros.”
Se -ha mejorado mucho, -en efecto, pero aún se Figura ?—Balas
con excentricidad -
puede mejorar más. Sabemos que muy reciente en ojiva y culote.
mente en una reunión de representantes de varias
naciones occidentales se han fijado para la prueba
de precisión de la -cartuchería de fusil y ametralla
dora las siguientes condiciones. “El semiperímetro’
del rectángulo de dispersión obtenido en una serie
de 10 disparos, no debe ser superior a 30 centíme
tros”. Prueba que es, evidentemente, más dura que
la que exige nuestro Reglamento, y-a que -aquí
eliminamos de la cuenta los 5 peores impactos de
la serie de 25; allí de los 10 disparos que se hacen
no se elimina ninguno. estas matrices (fig. 5), haría que en las envueltas
Antes nos preguntamos que cuáles son las causas largas se produjese un estirado nocivo en la punta
de que las balas no salgan con la perfección que es (fi-g. 6), que daría balas inútiles. Hay, pues que
de desear, y ahora vámos a contestamos con ayuda quedarse en un término medio’ reduciendo longitud
de algunas figuras que ilustran este artículo. - de punzón para sacar la ojiva limpia en las balas

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medias y largas, pero con ello se favorece el efecto lección. En efecto, se había observado una mejoría
de excentricidad (fig. 7), qie inmediatamente apa pátente, pero que no se mantenía con regularidad
rece en las b alas cortas y, en ocasiones, en las me debido a que, al controlar 5.000 balas en ocho ho
dias y largas también. (Al hablar de balas cortas, ras, la fatiga de las •operarias er.a causa de que a
medias y largas se entiende, desde luego, dentro de la más leve distracción, una o’ varias ‘balas de un
tolerancias.) Y este defectd de excentricidad (figu grupo pasasen al otro, dando al traste con la prue
ra 7) consistente en que los ejes de ojiva, cuerpo ba de precisión. De todos modos, como toda la mu
y culote forman una línea quebrada, es el que ma nición respondía a las exigencias del R-32, ids dos
yor influencia tiene en la precisión de la munición. grupos de balas terminaban ‘por mezclarse y en
Las excentricidades que se obtienen en punta y co viarse a carga, quedando únicamente probado que
no de culote, con respecto al cilindrd de cuerpo, con las excentricidades límites señaladas la preci
no pasan, en el peor de los casos de 30 y 15 cen Sión mejoraba; es •decir, con balas con excentrici
tésimas de milímetro, respectivamente. dades menores de 10 y 5 en punta y culote.
Cuando en septiembre del pasado año (1958), Un nuevo contacto con el OETME, a finales de
recién destinado a la Fábrica de Palencia, me hice septiembre de 1958, trajo como Consecuencia que
cargo del mandd de los talleres de cartuchería, se comenzásemos a ocuparnos de este problema con
hallaba en proceso de fabricación una gran serie redoblado interés. Se empezó por hacer una selec
de varios millones de cartuchos de 7,62 mm. CET ción efectiva de las balas en dds grupos, que llama
ME, con bala C. S. P.-003 (fig. 8), de la cual se mos A y B, según las excentricidades antedichas.
hablan fabricado ya unos dos millones, que, en Se organizaron unos turnos de descanso para com
cuanto a precisión, cumplían perfectamente con batir la fatiga de las operarias. Se comenzó un es
las condiciones impuestas por el Reglamento R-32. tudio sistemático de todas las causas perturbado
Esta munición, por hallarse destinada a alimen ras y se aplicaron algunos remedios. Se revisó a
tar el excelente fusil de asalto español CETIvIE fondo el proceso de fabricación ‘ l herramental
(sin duda alguna, uno de los mejores del mundo y todas las balas del grupo B se hicieron pasar de
en su clase y reglamentario en nuestro Ejército), nuevo por las máquinas, con lo cual un 30 por 100
es objeto de especial atención por los ingenieros de ellas se convertían en balas del grupo A. LoS
del CETME, interesados en mejorar la precisión resultados, a primeros de noviembre fueron: Un
hasta extremos análogos o superiores a los de otras 50 por 100 de balas A (con excentricidades en pun
- municiones extranjeras. Con ese motivo, el citado ta y culote menores que 10 y 5) y un 50 por 100
Centro mantenía y mantiene estrecho contacto con de balas E. Las balas de uno y otro grupo no se
la Fábrica de Palencia, en donde y por las fechas mezclaban. Se enviaban a carga y empaque sepa
citadas, se efectuaban grandes esfuerzos para me radas y los cartuchos resultantes se mantenían así.
jorar la precisión. Las copás de partida se selec Los c’artuchos con balas B seguían cumpliendo lo
cionaban cuidadosamente; se vigilaba el centrada estipulado en el R-32; los cartuchoS con balas A
de punzones y matrices con todo celo; se retocaba daban unas precisiones tan buenas, que se acordó
el proceso y el herramental una y mil veces en la “apretar” la prueba rebajando en cinco centíme
jornada, y, por último, se controlaba €1 100 por 100 tros lo admitido ‘por el Reglaménto R-32.
de la fabricación de balas. Un equipo de 16 muje Durante todo el mes• de noviembre pareció que
res medían la excentricidad de las balas una por habíamos llegado a un punto muerto. El estudio
una (5.000diarias por operaria) y se seleccionaban de las causas perturbadoras se hacía difícil a cau
las balas en dos grupos: Aquellas cuyas excentri sa de los múltiples desgastes de las máquinas; los
cidades en punta y culote no pasaban de 10 y 5 cen remedios que se nos ocurrían eran de escasa efi
tésimas de milímetro, respectivamente, y acjueflas cacia; las variaciones que introdujim& en el he
otras que rebasaban esas cifras. El resultado era rramental o no dieron resultado o nos complica
un 25 por 100 de las primeras y un 75 por 100 de ron e] problema aún más. Entonces fijamos la
las segundas. Las cifras límite citadas de ls ex atención en la última operación que se efectúa coh
centricidades habían sido convenidas con el’ CET la bala, el calibrado (fig. 4). Es ésta una opera
ME para ver si la precisión mejoraba con ésta se- Ción simple que consiste en pasar la bala, ya ter-

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minada, empujada por un punzón de culote, á tra la terminada por la punta y el culote y hacerla
vés de una matriz cilíndrica que la deja a dimen pasar por una matriz cilíndrica que efectuaba un
siones en el cuerpo. Se nos ocurrió que esta ope verdadero enderezado o “conformación” de la ba
ración resultaba incompleta. Si la bala llegaba a la. El “conformador” experimental CETME reali
ella deformada en punta y culote, así seguiría, ya zaba, en efecto, esa iabo’r, pero por su organiza
ción y dispositivo no resultaba apropiado para una
producción en serie. Quedó, pues, a nuestro cargo
el desarrollo de la idea, feliz en verdad, sobre la
base de que la fabricación en serie no se compli
case con una nueva operación que hiciese necesa
Fig. 8.—Bela de rias nuevas máquinas. También se acordó que en
7,62 mm. (CET caso de que la “conformación” de la ‘bala respon
ME) compuesta
de una envuelta diese a nuestros deseos, se “apretase” más aún la
de letón 90/10, prueba de precisión tendiendo a conseguir que “el
una punta de
plástico (resma semiperímetro del rectángulo de dispersión obte
fenoplástica) y nido con una serie de 10 disparos no pasase de 20
un núcleo de plo
mo antimonioso. centímetros”, condiciones éstas que, en caso de ser
conseguidas, colocarían a nuestra munición 7,62
milímetros CE’flÍE a la altura de las mejores ex
tran jeras.
Volvimos entonces nuestra atención sobre la úl
tima operación de la bala, el calibrado, y decidi
mos sustituirlapor la que dimos en llamar “confor
que el calibrado sólo afectaba al cuerpo lciliindri mación”. Durante los ijieses de diciembre 1958’ y
co. Había que completar esa operación de forma enero 1959, estuvimos ocupados en proyectar un
que afectase también a la ojiva y al culote. “conformador” que sustituyese a la operación de
Sin embargo,HIa “feliz. idea” no surgió hasta fi-’ calibrado, dotado de alimentación automática y
nales del mes, en que recibimos la visita de dos in acoplado a la máquina múltiple de cinco punzo
genieros del CEfl’IE, a quienes el estudio del pro nes que realiza las operaciones de unión y rebati
blema llevó a análoga cdnclusión. ¿Por qué—nos dos. Comprendimos que nuestro problema era pm
preguntamos—seguir esta lucha persiguiendo las .cipalmente un problema de cenjrado y. en un es .7

causas que producen la deformación y causan la fuerzo para asegurarloS proyectamos, construimos
excentricidad en una instalación y maquinaria que y probamos el que denominamos “Conformador
lleva veinte años tralajando in descanso y dista FNP-1” (fig. 9) acoplándolo a la máquina citada.
mucho ya de ser nueva y moderna? ¿Por qué no Entró en funcionamiento el “FNP-l” a mediados
dejar que la bala salga “a su aire” (dentro de los ‘de nero y los resultados fueron definitivos; 98 %
controles posibles.) y “arreglarla” después? de balas A y un 2% de balas B. La prueba de pee-
Los ingenieros del CETME expusieron su pun cisión para las ‘balas A cumplía lo acordado con el
to, de vista, coincidente con el nuestro, y nos CETlv1E; las talas B, ahora en insignificante mi-
mostraron un aparato “conformador” que habían noria, seguían cumpliendo holgadamente con lo
construído. Se trataba dq. coger firmemente 1a ba exigido por el R-32.

Figura 9.—Conformador FNP4.

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En los primeros días de febrero dotamos de funcionamiento en la primera semana del mes do
“conformadores FNP-1” a todas nuestras máqui marzo pasado.
nas y toda la producción diaria (unas 80.000 ba El “conformador FNP-2” no difiere del “FNP-l’
las) comenzó a salir en las excelentes condiciones más que en que se han encasquillado aquellas par
dichas. Se consiguieron de un golpe dos objetivos tes donde los desgastes eran mayores y se han re
que, en el terreno industrial, casi siempre son con forzado las secciones más peligrosas. Se obtuvieron
trapuestos. Se mejoró la calidad de las balas (pre así menos roturas de punzones-guías y menos des
cisión) y se abarató la producción, ya que las 16 gaste en las partes principales.
operarias que controlaban a cien por cien la pro Sin embargo, la experiencia adquirida durante
ducción se hicieron innecesarias. Su número se re el mes de abril con los “FNP-2” nos ha aconsejado
dujo a tres. La producción de balas se controla proyectar un nuevo modelo, el “conformador FN?—
ahora (excentricidad) por métodos estadísticos. De 3”, cuyo prototipo hemos probado en los primeros
cada máquina se toma cada media hora una mues días del presente mes de mayo con completo éxito.
tra de 50 balas; se mide su excentricidad y si el Este nuevo modelo, que no difiere mucho del ante
porcentaje de balas B no pasa de cuatro, todo lo rior, está siendo construido en la actualidad en se
producido en ese tiempo se pasa al lote de las ba rie, e irá sustituyendo al anterior según se vayan
las A. Si el porcentaje hallado en la muestra es su produciendo roturas y desgastes. Es más perfecto
perior a cuatxo, entonces todo lo producido en la y duradero que. el “FNP-2”.
media hora se inspecciona cien por cien, separán Ignoramos si nos veremos en la obligación de
dose todas las balas B y enviándolas a una máqui idear nuevos modelos. Todo es susceptible de me
na especialmente preparada, que las “conforma”, jora; pero con el “FNP-3” creemos que los topes
en un 70 %,en balas A. El porcentaje total de ba que, en acuerdo con el CETME,, nos hemos fijado
las B que van a carga, como tales- es, pues, peque para la precisión de nuestra munición, han sidG
ñísimo. conseguidos.
El “conformador FNP-1” esquematizado en la Es decir, sin el uso de “conformadoreS”, aunque
figura 9 apenas precisa explicación; su funcioha toda la munición producida cumple las exigencias
miento es sencillo y una. vez en marcha no requie del reglamento vigente R-32, sólo un 25 % (selec—
re cuidados especiales. Los punzones-guía de pun donada con gran trabajo y coste) podría compe
ta y culote, materializan el eje longitudinal de la tir con las mejores cartucherías extranjeras. Em
bala, y ésta, al entrar así conducida en la matriz pleando los “conformadores”, el 95 por % de nues
cilíndrica, se ve forzada (si viene torcida, como en tra producción (seleccionada fácilmente) puede
la fig. 7) a enderezarse, haciendo que los tres ejes competir, de igual a igual.
de ojiva, cuerpo y culote coincidan, o sean para Naturalmente, con la experencia que los pasos
lelos, en lugar de formar una Unoa quebrada. La ciados nos ha proporcionado, tepemos “en cartera”
bala entra en la matriz enpujada por el punzón algunos proyectos para avanzar en este campo,
guía de culote .y sostenida firmemente por el pun tratando de conseguir una mejor munición, a más
zón-guía de punta, venciendo la oposición de un bajo precio y sacándole a nuestras ya veterarias
fuerte muelle antagonista, el cual es el encargado máquinas e instalaciones un rendimiento en cali
de expulsarla cuando el punzón-guía de culote se dad que jamás sospecharon, ni nosotros mismos
retira. nos atrevíamos a prever hace unos meses, cuando
El trabajo de los “con formadores FNP-1” es muy nos hicimos cargo de ellas. Pero no son aún más
duro; sil desgaste es grande (hay que reponer el que proyectos y po-. ello nos abstenemos de una.
casquillo matriz cada 120.000 balas), y su construc más extensa mención aquí.
ción es más complicada y costosa que una simple Terminamos, pues, este—y largo—artícúlo que
matriz de calibrar. Aunque este mayor dispendio no tiene otro objeto que señalar un modesto éxito
está perfectamente justificado por la mejor calidad debido al trabajo de colaboración realizado por
que se obtiene y en gran parte se compensa por la aquellos que deseamos para nuestros bravos sol
mano de obra ahorrada, hemos proyectado un nue dados las mejores armas alimentadas con la me
vo modelo, el “conformador FNP-2”, que entró en jor cartuchería.

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