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Historia de las Baldosas

Las baldosas de cerámica de barro cocido datan de la Babilonia del siglo IX a.C.
Los romanos emplearon abundantemente las baldosas de terracota para los
suelos, pero la técnica quedó en estado latente hasta el siglo XIII cuando se
reintrodujo en la península ibérica de la mano de los árabes. Allí se emplearon
para crear deslumbrantes diseños geométricos en los suelos y las paredes de
los palacios reales y las mezquitas.

El formato típico de las baldosas de terracota hechas a mano era un cuadrado


de 25 cm de lado. Con la industrialización las opciones uniformes como las
baldosas sin vitrificar sustituyeron a las fabricadas a mano. En época muy
reciente, por el renovado interés hacia formas de decoración naturales y
auténticas se ha recuperado la fabricación artesanal, hecho que explica que los
ejemplos originales antiguos tengan cada vez mayor demanda.

Mientras que las baldosas de terracota se utilizan casi exclusivamente para la


pavimentación de suelos, las baldosas vidriadas ofrecen variedad de colores,
estilos y diseños.

El barro cocido con barniz al estaño es una técnica originada en Oriente Medio,
Después de cocida, la baldosa se cubría con barniz blanco y se decoraba con
pigmentos antes de cocerla de nuevo para lograr una superficie brillante.
La mayólica italiana es una versión europea de esta técnica.

La más conocida es la porcelana de Delft con diseños azules y blancos de


inspiración oriental. Las piezas se hicieron más finas y la decoración más
delicada. Se introdujo la ornamentación con líneas de color púrpura de
manganeso sobre la arcilla antes de que alcanzara el estado biscuit, a
continuación se aplicaba un azul bajo cubierta y finalmente
un barniz de plomo y estaño. Fabricadas en los Países Bajos, se exportaron a
todo el mundo a partir del siglo XVII

A fines del siglo XX las baldosas se valoran sobre todo por su practicidad. La
impermeabilidad del material lo convirtió en un elemento ideal para revestir
baños, cocinas y cualquier habitación adonde se necesitarán superficies de fácil
limpieza y mantenimiento.

La baldosa pequeña, el mosaico, ha experimentado un resurgimiento en los


últimos años y es un complemento importante en los ambientes
contemporáneos.

https://www.construmatica.com/construpedia/Baldosas
En ocasiones, la cotidianidad de los objetos que nos rodean no nos permite ver
más allá de los mismos. En este caso vamos a centrar nuestra atención en las
baldosas o azulejos que acostumbramos a ver recubriendo los suelos y paredes
de nuestras viviendas. Este elemento constructivo o más bien cabría decir
decorativo, como muchas otras cosas, tiene una historia detrás.

Cuando el Hombre tuvo la necesidad de fabricarse un habitáculo donde residir,


viró la vista hacia uno de los elementos más básicos y abundantes de la
naturaleza: la tierra. Con el paso del Paleolítico al Neolítico (10000 – 8000 antes
de nuestra Era) el ser humano fue cambiando de costumbres progresivamente;
en la mayoría de las zonas habitadas se abandonó el nomadismo para iniciar el
desarrollo de una vida sedentaria. La agricultura y la ganadería entraron en auge,
lo que evitó que el Hombre tuviera que desplazarse de manera constate
buscando su sustento.

Así pues, desde época Neolítica el ser humano comenzó a emplear la tierra
mezclada con agua para fabricar adobe, convirtiendo la arcilla en el primer
elemento constructivo de la humanidad. En sus primeras etapas fue una
producción muy básica, ajustada a las necesidades, se fabricaba únicamente la
masa o “pasta” de barro. Poco a poco la técnica mejoró y del simple uso de barro
como material para elevar las viviendas se pasó a la fabricación del adobe que
suponía la segmentación de la masa de barro y agua en pequeñas piezas.
Además, en la fabricación del adobe artesano se incorporaron materiales
vegetales secos como la paja o las crines que ayudaron a eliminar la humedad
del adobe y evitaron que la pieza se agrietara. El adobe permitió elevar las
edificaciones con mayor seguridad ya que el propio ladrillo actuaba como
armazón.

En algunas zonas el uso de ladrillo de adobe y el barro se combinó con el uso


de la piedra, en la mayoría de las ocasiones la piedra conformaba los cimientos
de la vivienda, cuyos muros se desarrollaban en altura a través de ladrillos de
adobe. Cabe señalar que no todas las regiones habitadas por el hombre sufrieron
esta evolución, en algunas zonas se siguió empleando la masa de barro como
único elemento constructivo, de hecho, hoy en día algunas culturas de zonas
como el continente africano todavía emplean el barro como único aparejo para
sus edificaciones.

El siguiente paso en la evolución del adobe fue su cocción, técnica gracias a la


cual hizo aparición el ladrillo. Las piezas de adobe artesano se sometieron a altas
temperaturas empleando hornos o bien se expusieron al sol, gracias a esto
lograron aumentar la impermeabilidad del ladrillo y evitando su deterioro. En
algunas zonas la producción de ladrillo cocido tuvo mayor importancia que en
otras, esto podría deberse a que no en todas las regiones existía una amplia
disponibilidad de madera para emplear en los hornos de cocción.
Los restos de ladrillo artesanales más antiguos se constatan en la zona de Jericó
y se han datado con anterioridad al año 8000 a. C. Fue más tarde, en
Mesopotamia, donde la técnica de producción del ladrillo cocido se perfeccionó.
Tal es así, que en esta zona se llegó a desarrollar una importante industria
manufacturera del ladrillo cocido, de hecho, el precio de esta pieza elevó su coste
a cinco veces el del adobe. Sin duda alguna, esta sociedad fue un claro ejemplo
de cómo el material constructivo como el ladrillo y la arcilla evolucionan en forma
y composición, abandonando en parte su función constructiva para convertirse
en un elemento artístico y decorativo en forma de baldosa o azulejo.

El resto más antiguo de azulejo se constata ya en el V milenio antes de nuestra


Era en la región de Oriente Próximo. En esta zona contamos con excepcionales
muestras del uso que se le dio a la baldosa en la antigüedad proxi oriental.
Tenemos el caso de la Puerta de Isthar, cuyo hallazgo constituyó uno de los
descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX. Este espectacular
monumento, cuya construcción se inicia en el siglo VI a. C. bajo el reinado del
rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, posee un revestimiento de baldosas
vidriadas de excepcional calidad. Para lograr el efecto del ladrillo vidriado se
aplicó sobre la pieza una capa de barniz de cuarzo que posteriormente se secaba
en hornos y que otorgaba a la baldosa un aspecto brillante. La fijación de este
tipo de revestimiento de baldosas se realizaba a través del mortero conformado
básicamente por elementos como la tierra, el hueso, las cenizas y el betún. En
la construcción de esta obra de arte se emplearon baldosas y azulejos vidriados
de vistosos colores como dorados y rojos, aunque el color que prima en la
construcción es la baldosa azul. Los artesanos que decoraron la puerta
agruparon las baldosas y azulejos de manera que formaron figuras mitológicas
y florales logrando un escenario perfecto, muestra de la riqueza y suntuosidad
de esta sociedad.

La producción de esta baldosa vidriada también evolucionó hasta lograr una


pieza exquisita, el ladrillo vidriado con relieve. El efecto de estas baldosas sobre
los edificios era brillante, y resultaba mucho más barato que los relieves en
piedra o alabastro que se estaban empleando en esas fechas en la zona del
Egeo.

Además de asirios, persas y egipcios, también en la Antigüedad Clásica la


baldosa tuvo una importantísima presencia. Como máximo exponente en el uso
de estos azulejos destaca el mosaico, que tuvo presencia tanto en Grecia como
en Roma, aunque la arqueología y la abundancia de mayores restos han
contribuido a encumbrar los mosaicos romanos. Los artesanos y artistas
romanos perfeccionaron la técnica del mosaico y lograron hacer composiciones
de pequeñas baldosas de gran belleza, muchas de las cuales hemos logrado
admirar en la actualidad, ya que afortunadamente no han quedado destruidas
por el paso del tiempo. Las pequeñas baldosas, denominadas propiamente como
teselas, recubrían las paredes y suelos de las villas romanas, como símbolo de
poder y refinamiento romano.
El arte del mosaico romano fue heredado por Bizancio. De hecho, hubo
artesanos clásicos que se trasladaron a la zona del Imperio Romano Oriental
para continuar desarrollando el trabajo de teselas, azulejos y baldosas. Estas
creaciones artísticas fueron haciéndose cada vez más preciosistas con tonos
dorados y brillantes.

Como se desprende del texto, el uso del azulejo y la baldosa en la antigüedad


estuvo dedicado a decorar y adornar las edificaciones que continuaban
erigiéndose con materiales como el adobe o la piedra artesanal. Durante varias
décadas se sucedió un periodo de aletargo en el proceso de desarrollo
decorativo y fabricación de las baldosas y azulejos, exceptuando zonas
concretas de Oriente. Hay que esperar al nacimiento de la sociedad islámica y
su expansión por Occidente para ver resurgir un arte donde la baldosa y el
azulejo cobraron un protagonismo casi absoluto. La expansión de la sociedad
musulmana y su llegada a la Península Ibérica en el siglo XII d. C. supuso un
momento clave. A partir de este momento volvemos a encontrar hermosas
creaciones de azulejos que recubrieron los muros interiores y exteriores de los
palacios árabes y sus templos: las mezquitas. A través del uso del azulejo y la
baldosa los musulmanes lograron unos efectos de luz y color singulares que
debieron de sorprender a todos aquellos que penetraban en los muros de los
palacios árabes y quedaban sumergidos en un halo de exotismo propio de “Las
mil y una noches”.

Los habitantes cristianos de la Península Ibérica adoptaron la técnica islámica


en la creación y uso de las baldosas y azulejos, al igual que imitaron muchos
otros avances islámicos como los regadíos. Ya en los siglos XVI, XVII y XVIII, la
tradición alfarera se exportó desde la Península Ibérica a una gran parte del
territorio como el norte de Europa. Con la llegada de las potencias europeas al
continente americano y su posterior expansión, las tradiciones artesanas
europeas se exportaron hasta allí. Las ideas europeas se fusionaron con
tradiciones artesanas de cada región derivando en producciones locales con
características propias. Lo mismo sucedió en Europa, donde en cada zona la
producción cerámica de azulejos y baldosas adquirió un carácter propio con
diseños específicos de cada zona. Cabe destacar la producción de azulejos de
los Países Bajos o Italia.

Avanzando en el tiempo, con la llegada de la industrialización el proceso


productivo del azulejo y la baldosa se mecanizó, abandonando en parte el
proceso artesano que se había empleado en el pasado para la creación de estas
piezas. No obstante, hay que recalcar que en la actualidad la producción
artesana de baldosas está en auge, empleando nuevos materiales y técnicas.
Hoy en día las baldosas cubren los suelos y paredes de la mayoría de nuestros
hogares, los diseños son más abundantes con texturas y colores variados para
adaptarse a todos los gustos y necesidades.

http://www.estecha.com/historia-fabricacion-baldosas.htm
Que son las baldosas

Son productos obtenidos a partir de arcillas naturales y otros componentes


minerales, a veces con aditivos de diferente naturaleza, que tras un proceso de
modelado (dar forma), se someten a operaciones de secado, aplicación de
esmaltes y decoraciones, así como otros tratamientos, para desembocar en uno
o varios procesos de cocción que confieren el estado final y, en consecuencia,
las propiedades técnicas y estéticas.

Por su geometría, al ser placas de poco grosor y dimensiones más o menos


regulares, se utilizan para el revestimiento de suelos y paredes. Son productos
ligados a la Arquitectura que deben considerarse como semielaborados del
sector de la construcción, que alcanzan la categoría de producto acabado
cuando ya están colocados en el suelo o en la pared. La baldosa cerámica es
considerada como un material de revestimiento desde las primeras civilizaciones
de la Humanidad. Como material modular, ha permitido la creación de
composiciones al mismo nivel de complejidad que los mosaicos utilizados en la
antigüedad por Roma y Grecia. Precisamente el arte de la composición, por
colocación de una determinada manera de las baldosas cerámicas, es propio del
oficio de Alicatador Solador. Como placa de una gran superficie vista respecto al
grosor, ha permitido desde tiempos remotos constituirse en soporte de
tratamientos de diferente naturaleza para embellecer esa superficie,
impermeabilizarla y obtener diferentes resultados en cuanto a diseño gráfico y
color. Al partir de un elemento plástico como es la arcilla mezclada con agua, la
baldosa cerámica puede modelarse en relieve alcanzando con ello la
tridimensionalidad, con una propiedad añadida por el efecto óptico que puede
generar en función de la incidencia de la luz. Así pues, la modularidad, la textura
hasta el relieve tridimensional y como soporte de tratamiento gráfico y cromático,
son las principales propiedades de la baldosa cerámica. De estas tres
propiedades estéticas de la baldosa cerámica, la modularidad es consustancial
a la técnica y el arte de revestir paredes y suelos, propias del oficio y especialidad
del alicatador solador. En el pasado, la obtención de baldosas cerámicas se
realizaba bajo unos procesos manuales basados en la manipulación de la tierra
y el agua, y el control del fuego. Esas baldosas tradicionales se colocaban
habitualmente con morteros de cal, que daban una buena adherencia y eran
ligeramente deformables para adaptar el recubrimiento cerámico a los cambios
térmicos o pequeños movimientos que se producían sobre el soporte o sobre las
baldosas. Los alicatados y solados colocados con mortero de cal han resistido el
paso del tiempo hasta llegar a nuestros días, en ocasiones en muy buenas
condiciones de conservación. A partir de mediados del siglo XIX se inician una
serie de cambios en el proceso de elaboración que son la base de la tecnología
cerámica actual y de las familias cerámicas que oferta la industria cerámica

http://www.proalso.es/images/pdf/manuales/M1_web.pdf

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