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RESUMEN DE CONTENIDOS

PRUEBA ANTROPOLOGÍA

El Aborto

Transitividad e Intransitividad de la conducta humana


La persona humana construye su vida, su autorrealización, a través de sus actos libres,
pues estos actos nos van modelando.
Por ello debemos pensar antes de actuar y para pensar bien debemos saber.
Los Actos Humanos pueden tener un efecto transitivo e intransitivo.
El efecto transitivo hace referencia a lo externo y el intransitivo a lo interno.
El intransitivo deja una huella imborrable, el transitivo no deja mayor huella.
Aun cuando podemos afirmar que la sociedad es un bien para la persona, advertimos
diversos actos que ponen en riesgo ese beneficio.
Entre ellos, los actos que atentan contra la Autorrealización, vida y la dignidad humana
como el aborto, la eutanasia, la drogadicción, el alcoholismo y la pornografía. Por eso el
aborto produce un efecto intransitivo.
Las personas debemos ser capaces de elegir modos de relacionarnos con nuestro
entorno, originando actos que estén por encima de este. Estos actos nos van
modificando, nos construyen y dejan huella, en la medida que sean Intransitivos.

Cuando hablamos de aborto, nos referimos necesariamente a la interrupción definitiva de


una vida humana en el vientre materno.
En este sentido, la víctima del aborto es siempre una persona porque la vida de un ser
humano comienza en la concepción o fecundación, esto es, en el momento en que el
espermatozoide ingresa al ovocito.
Hay quienes consideran el momento del inicio de la vida en la Implantación, otros en el
día 11 o el día 14. Pero la lógica de crecimiento y de despliegue de la vida humana
justifica el por qué se debe considerar la concepción como el inicio pleno de un nuevo ser.
Se considera la concepción como el inicio pleno de un nuevo ser porque:

-El Óvulo y Espermatozoide son células moribundas y que tienen las horas contadas para
su supervivencia, vida, pero con la Concepción se fusionan y originan vida.
-Cada una de estas células sexuales (espermatozoide y ovocito) son haploides, es decir,
contienen la mitad de la carga genética de una célula normal. Pero al momento de la
concepción generan un ser con todos los cromosomas humanos, pues unen sus cargas.
-Desde el momento de la concepción, se producen modificaciones hormonales tendientes
a regular el sistema inmunológico de la madre, con el fin de hacerla tolerante al hijo que
espera, porque el nuevo ser NO es un órgano de la madre, sino una persona distinta y
única.

¿Vale una justificación para el aborto?


Aunque el problema del aborto volvió a estar de actualidad al surgir el debate, este tema
gira siempre en torno al mismo punto esencial: ¿Tiene una persona derecho a terminar
con la vida de otra?

Argumentos más comunes para defender el aborto:


-“Derecho” a decidir, por parte de la madre sobre su propio cuerpo, especialmente en
casos de embarazo no deseado, ya sea por no contar con los medios económicos o
sociales, por tratarse de un obstáculo para los futuros proyectos de la madre, o por
cualquier otra razón. Pero en un embarazo hay dos vidas y dos cuerpos.
Con este argumento no se piensa que la madre puede quedar con secuelas o conflictos
psicológicos futuros o que ella pone en riesgo su salud al abortar.

-Un segundo problema surge en los casos de malformaciones genéticas en el embrión.


Muchas veces, la madre opta por abortar al niño que tiene escasa o ninguna posibilidad
de sobrevivir. Pero si el niño debe morir, lo hará en su momento, de forma natural.

-Los más polémicos son los que surgen al momento de defender el aborto en el caso de
un embarazo producido por violación. A esta opción se le conoce como Aborto
Sentimental.
Pero el que la madre no haya sido responsable por haberlo concebido, no priva al niño de
su derecho a la vida. El nonato no es un agresor, sino una segunda víctima inocente que
no debía recibir la pena capital por el crimen de su padre. Ni siquiera al violador se le
impone la pena de muerte.
Pero aún en este caso de la violación, que es un acto de violencia terrible, no puede ir
seguido de otro no menos terrible, como es la destrucción de un ser vivo. El aborto no va
a quitar el dolor producido por una violación.
Legalizar el aborto Sentimental implica serios riesgos, pues cualquier embarazo no
deseado sería presentado como fruto de una violación.

Formas de aborto
-Se habla de aborto espontáneo cuando la muerte es producto de alguna anomalía o
disfunción no prevista ni deseada por la madre.
-El aborto provocado busca intencionalmente la muerte del feto, ya sea de manera
doméstica, química o quirúrgica.

Inyección salina
Se utiliza solamente después de las 16 SEMANAS. El líquido amniótico que protege al
bebé se extrae, inyectándose en su lugar una solución salina concentrada. El bebé ingiere
esta solución que le producirá la muerte 12 horas más tarde por envenenamiento,
deshidratación, hemorragia del cerebro y de otros órganos y convulsiones.
Esta solución salina produce dolorosas quemaduras graves en la piel del bebé.
Unas horas más tarde, la madre comienza "el parto" y da a luz un bebé muerto o
moribundo.

Succión y aspiración
Procedimiento común de aborto en el primer trimestre de embarazo.
Durante el primer semestre de embarazo (12 semanas), se introduce en el útero un tubo
hueco con un borde afilado.
Una fuerte succión a través del tubo –cual si fuera una aspiradora- despedaza al bebé y a
la placenta, depositando sus restos en un recipiente. Luego, el abortista extrae con unas
pinzas el cráneo, que no suele salir por el tubo de succión.

Por Dilatación y Curetaje (D y C)


Se realiza a finales del primer trimestre o principios del segundo
Este método es tan usual como el anterior y se utiliza a finales del primer trimestre o
principios del segundo, cuando el bebé ya es demasiado grande para ser extraído por
succión.
Se utiliza una cureta o cuchillo, provisto de una cucharilla, con una punta afilada con la
cual se va cortando al bebé en pedazos, con el fin de facilitar su extracción, que se realiza
con la ayuda de fórceps.

“D & X” (Aborto de nacimiento parcial)


El aborto de nacimiento parcial mata a un bebé vivo que está casi completamente fuera
del útero de su madre.
Se utiliza cuando el bebé está próximo a nacer y posee la capacidad de sobrevivir por sí
solo al nacer; esto es, a partir de las 26 semanas de embarazo. Este método requiere tres
días:
En los dos primeros se dilata el cuello uterino.
Estando el bebé todavía vivo, el abortista inserta unas tijeras en la base del cráneo,
ensancha el orificio e introduce un catéter para absorber el cerebro. Esto hace que la
cabeza se achique y se desplome, permitiendo extraer a la criatura muerta

Aborto por Histerotomía u operación cesárea


Se realiza durante los últimos tres meses del embarazo.
Consiste en realizar una cesárea, NO con el objeto de salvar al bebé por nacer, sino para
matarlo directamente.

Prostaglandinas
Este potente fármaco se administra para provocar violentas contracciones en el útero con
objeto de expulsar al bebé prematuramente y causarle la muerte.
Sin embargo, a veces el bebé nace vivo, lo que el abortista considera como una
"complicación".

RU-486
Fármaco abortivo que priva al bebé de un elemento vital; la hormona Progesterona lo que
consigue matarlo de hambre tras varios días.

Dudas en torno a la “píldora del día después”.


Este fármaco está pensado, diseñado, fabricado, distribuido y vendido para que:
-Impida la ovulación (que el espermio fecunde al óvulo).
-Impida la anidación. Esta función es abortiva, pues el espermio ya fecundó el óvulo.

Los laboratorios Lafroncol, Grunenthal y Schering que fabrican píldoras del día después
(Postday, Postinol II y Levonelle) reconocen y señalan en distintos modos (prospecto de
farmacología, la monografía clínica farmacológica y en su página web) que estos
medicamentos pueden evitar la anidación o implantación del huevo ya fecundado en las
paredes del útero.

La Adopción
Existe una solución al problema de los llamados “embarazos no deseados” y que no pasa
por matar a un inocente, es la Adopción.
La adopción es un acto de generosidad extrema, ya que permite a una vida desarrollarse
en mejores condiciones de las que su madre biológica puede darle.

Eutanasia: ¿Jugar con la vida del hombre?

Lo más valioso que todo ser humano tiene es la vida, ya que representa la existencia,
significa desarrollarse, buscar la perfección o plenitud, es decir su realización.
Si no tengo vida, nada vale, todo aquello que tengo pierde significado.
Son muchas las cosas que representan para nosotros algo valioso. Pero, ¿qué valor
tienen ahora todas esas cosas si estuvieses muerto?
La propia Naturaleza nos confirma este argumento, pues tenemos reflejos condicionados
de protección y escape que se activan automáticamente cuando estamos en peligro.
La muerte es una parte inevitable de la vida. Esto no implica restarle valor a la vida, sino
por el contrario nos ayuda a valorarla.
Eutanasia es la acción que provoca la interrupción de la vida de un enfermo grave o de un
niño recién nacido malformado (Eutanasia Eugenésica).
Aunque originalmente significa “Buena Muerte”, hoy ha pasado a ser entendida como
“Muerte por Compasión”.

¿En qué se basa la defensa de la Eutanasia?


1. El principio de autonomía del sujeto, que tendría derecho a disponer, de manera
absoluta, de su propia vida. Pero al suprimir la vida, se está destruyendo las raíces
mismas de la libertad y de la autonomía de la persona.
2. La convicción de lo insoportable e inútil del dolor que puede a veces acompañar a la
muerte.
3. La opinión de lo inhumana o indigna que puede llegar a ser una vida de sufrimientos.

Acerca de la legalización de la Eutanasia, podemos decir que la solución para evitar un


mal nunca puede surgir de un apoyo al problema, sino de la prevención y el
enfrentamiento contra este. De lo contrario, caemos en la “ley del mínimo esfuerzo”.
En la Eutanasia NO están considerados los procedimientos hechos para tratar
enfermedades incurables que, buscando mitigar el dolor del paciente y sin quererlo,
terminan acortando la vida del enfermo.
Con la eutanasia, se esconde la incapacidad de los "sanos" de acompañar al moribundo
en la prueba de su sufrimiento, de darle un sentido.
Implica un desinterés de las reales necesidades del paciente, pues el verdadero
sufrimiento es más espiritual que físico.
Dolor y muerte forman parte de la vida humana. Son hechos naturales.
La muerte es el destino inevitable del hombre. La persona que enfrenta el sufrimiento se
dignifica, al tiempo que su vida adquiere mayor valor.
Dolor y sufrimiento también tienen un valor positivo. Pueden hacernos más personas,
pues nos ayudan a comprender el propio sentido de la vida.
Nadie elige darse la vida. La vida es un don, para uno mismo y para los demás, que le
viene dado, por lo tanto nadie puede disponer a su libre arbitrio sobre el fin de la misma.
Formas de Eutanasia:

-Según quién lo solicita:


a. VOLUNTARIA: Solicitada por quien quiere morir.
b. INVOLUNTARIA: Solicitada por otra persona (familiares), sin contar con la aprobación
explícita del afectado.

-Según en quien se aplica la eutanasia:


a. PERINATAL: cuando se aplica a recién nacidos deformes o deficientes.
b. AGÓNICA: cuando se aplica a enfermos terminales, agónicos.
c. PSÍQUICA: cuando se aplica a afectados de lesiones cerebrales irreversibles (“estado
vegetal”).
d. SOCIAL: cuando se aplica a ancianos u otro tipo de personas tenidas por socialmente
improductivas o gravosas (inmóviles).

-Según la persona que practique la eutanasia:


a. ACTIVA: la muerte se produce por una acción determinada (“inyección letal”).
b. PASIVA: la muerte se produce por omisión (“cortar el tratamiento”).
c. DIRECTA: busca directamente la muerte.

Distanasia (ensañamiento o encarnizamiento terapéutico)


No es eutanasia. Es retrasar la llegada de la muerte todo lo posible, insistiendo por todos
los medios, aunque no haya esperanza de curación y aunque eso signifique grandes
sufrimientos añadidos para el enfermo.
Tampoco la Distanasia es lícita.
Ejemplos:
-Continuar la ventilación mecánica después de la muerte cerebral total.
-Realizar terapias ineficaces que aumentan el dolor.
-Realizar terapias claramente desproporcionadas en relación con los costos humanos y la
utilidad para el paciente.

La Ortotanasia y los Cuidados Paliativos


Distinta a la Eutanasia y la Distanasia, la Ortotanasia es apoyar al enfermo terminal
dándole las atenciones necesarias, aliviando su dolor, asistiéndolo espiritualmente y
ayudándolo a encontrar sentido a su sufrimiento.
No se impide la muerte, ya que a esas alturas no es posible hacerlo, pero tampoco se la
adelanta.
Los Cuidados Paliativos son la atención específica, activa e integral que reciben los
pacientes que tienen una enfermedad avanzada, progresiva e incurable.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Cuidados Paliativos son un modo
de abordar la enfermedad avanzada e incurable que pretende mejorar la calidad de vida
tanto de los pacientes que afrontan una enfermedad como de sus familias, mediante la
prevención y el alivio del sufrimiento a través de un diagnóstico precoz, una evaluación
adecuada y el oportuno tratamiento del dolor y de otros problemas tanto físicos como
psicosociales y espirituales.

”... No daré a ninguno una droga mortal, aunque se me pida, ni mostraré el camino de tal
designio; asimismo, no daré a ninguna mujer un pesario para provocar un aborto.
Mantendré mi vida y mi arte con pureza y santidad.”
Juramento de Hipócrates (s. V a.C.), que rinden los médicos al titularse.

Las Adicciones

La alienación es la negación de la autorrealización (Felicidad) humana.


Por ello no hay que estudiarla en función de sus efectos particulares, sino al efecto total
que producen: La pérdida de la identidad.
Es bueno tener una mirada antropológica y ver la decadencia que hay en una adicción,
para prevenir y evitar cometer ese error.
La Inteligencia y Voluntad son las capacidades que tiene el hombre para ejercer
operaciones vitales. Con ellas nos constituimos en un individuo único e irrepetible. Somos
dueños de nosotros mismos en la medida que actuamos por nuestra propia razón y
voluntad.
Construimos libremente nuestra identidad y la reflejamos en nuestra personalidad y
actividades.
Pero la Alienación atenta contra nuestra individualidad. Es la pérdida de la conciencia de
uno mismo. Anulamos nuestro libre albedrío, suprimiendo nuestra personalidad.
Centramos nuestra absoluta atención en algo ajeno.
Es olvidarnos de nosotros y de nuestras acciones.
Es vivir “una vida prestada”.
Es no darle valor a nuestro tiempo.
Si sentimos el deseo de olvidarnos momentáneamente de nuestros problemas, podemos
buscar una simple distracción, diversión o descanso. Pero podemos caer en esos medios
que nos sacan de nuestra realidad a un mundo virtual, irreal, que no solucionará nuestros
problemas.
Al abusar de estos medios, la Alienación nos lleva al Individualismo y al Egoísmo
extremos.
Aferrar nuestras esperanzas a un mundo falso, vacío, no puede darnos una verdadera
satisfacción o realización personal.
Somos libres cuando nosotros mismo somos el principio de nuestros actos: cuando de
nosotros nace una iniciativa consciente. Para esta libertad requerimos de la Inteligencia o
Razón. Pero muchas veces dejamos que el control de nuestras vidas dependa de agentes
externos a nosotros mismos.

Drogadicción
La adicción es la dependencia patológica hacia algo, que provoca un deseo compulsivo y
autodestructivo ante esto, volviendo impotente a nuestra voluntad. Es una enfermedad
crónica y reincidente, es decir, con altas posibilidades de recaer.
Uno de los tipos de adicción más común en nuestros tiempos son las drogas. Un
drogadicto es aquel que llega a hacer girar su vida en torno al consumo de drogas, al nivel
que su comportamiento habitual y sus prioridades cambian radicalmente. Pero no se trata
de un cambio positivo; como cualquier enfermedad, la drogadicción perjudica fisiológica,
espiritual y moralmente a la persona, quien pierde toda libertad o capacidad de determinar
el rumbo de su vida.
Sin embargo, a muchos puede parecerles una realidad algo lejana, pues la drogadicción o
drogodependencia es el último nivel al que puede llegarse. Pero esto no quita que
cualquier consumidor de drogas, por muy inhabitual que sea su conducta, pueda caer en
esta enfermedad. Así, podemos distinguir dos etapas de consumo que van directamente
relacionadas y que nos permiten comprender cómo se genera la adicción:
• Consumo habitual
Practicado por quienes consumen ocasionalmente drogas. Pero ello no impide que ese
consumo vaya progresando y esto se debe a un fenómeno de la Tolerancia. La Tolerancia
es cuando el organismo pierde los efectos placenteros que conseguía con la droga según
las cantidades que tomaba antes. El organismo se va adaptando, por lo que va
necesitando cada vez más cantidad de sustancia o consumir con mayor frecuencia. Así,
su comportamiento irá dependiendo paulatinamente de la droga. Sin embargo, en este
nivel la persona aún cree que controla su consumo y no tiene conciencia del problema.
• Abuso o drogodependencia
Es el consumo necesario de las sustancias para poder sobrevivir. La persona ya ha
perdido todo control sobre la droga, que se ha vuelto dueña de su consumidor. No hay
vuelta atrás si no es ayudado con especialistas.
El problema de las drogas no acaba en la simple adicción. A ello se agregan las
consecuencias fisiológicas y morales para la persona. Dentro de las primeras, podemos
dividir dichas consecuencias según el tipo de droga que se consuma:
a. Estimulantes: Entre éstos se cuentan la cafeína, la nicotina, la cocaína y las
anfetaminas. Estas drogas afectan al sistema nervioso central, provocando un aumento
del ritmo cardiaco, un aumento de la presión arterial y de la tensión muscular. Algunos de
sus efectos son: Aumento de la confianza y del ánimo, sensación de energía y alerta,
reducción del apetito, ansiedad, irritabilidad e insomnio.
b. Depresores: Algunos de ellos son el alcohol y ciertos medicamentos que inducen al
sueño. Son drogas que, al contrario de las estimulantes, desaceleran el sistema nervioso.
Su consumo provoca impulsividad, cambios anímicos notorios, pensamientos extraños y
comportamiento suicida.
c. Narcóticos: Ejemplos de ellos son la morfina y la heroína. Estas drogas aumentan el
relajamiento y alivian el dolor y la ansiedad, pero a la vez provocan apatía, dificultad para
concentrarse, habla lenta, babeo, euforia y náuseas.
d. Alucinógenos: Incluyen la marihuana y el LSD. Estas drogas pueden producir
alucinaciones (cambios en nuestras percepciones), provocando además, euforia, aumento
del apetito y comportamiento desorientado, aumento del ritmo cardiaco y de la presión.

No existen drogas inofensivas. Algunas –especialmente las drogas de síntesis, como el


éxtasis- producen, además, un efecto neurotóxico, es decir, toxicidad directa sobre las
neuronas. A ello se agregan otros riesgos físicos, sobre todo cuando las dosis aumentan.
Una persona que se inyecte una dosis de heroína superior a la habitual puede,
simplemente, morirse por depresión respiratoria (la persona deja de respirar). O si alguien
consume una cantidad de cocaína o de anfetaminas superior a la normal puede, también,
morir por un fallo cardiovascular. La marihuana –considerada más inofensiva- produce
una gran alteración de la memoria a corto plazo y en la capacidad de atención.
Pero también la droga produce una desadaptación completa. Además de las
manifestaciones físicas, la droga producirá cambios en el propio cerebro que van a
modificar completamente la conducta o comportamiento de quien la consume, haciéndo
que el centro de nuestra vida pase a ser la droga. Y esto es lo que lleva a una
desadaptación social, familiar, y laboral.
El drogadicto pierde su libertad y su capacidad de manejar la realidad. Todas aquellas
capacidades que le hacen merecedor de una dignidad especial –el pensar, el querer, el
amar- quedan de lado, y la persona pasa a ser esclava de su adicción.

Alcoholismo
Así como la drogadicción, el consumo de alcohol también puede llegar a ser una
enfermedad. El alcohólico es un drogadicto, aun cuando la droga que consume sea legal.
Comúnmente, el consumo de alcohol es considerado como un factor socializador, pues
sus efectos inmediatos son la reducción de la tensión, la desinhibición y una sensación de
agrado. Sin embargo, esto ocurre con el consumo moderado del alcohol; no así con
quienes comienzan a depender de él.
El riesgo del alcoholismo radica precisamente en ser una droga no reconocida como tal
y de muy fácil acceso. Tan común es tomarse unos tragos que resulta difícil distinguir a
quien está en riesgo de caer en su adicción.
El alcoholismo se caracteriza por la dependencia emocional y a veces orgánica del
alcohol, lo que produce daño cerebral progresivo. La Organización Mundial de la Salud
define a un alcohólico como quien diariamente ingiere alcohol superior a 50 grs. –en el
caso de la mujer- y de 70 grs. –en el caso del hombre (medio litro de vino contiene 60 grs.
de alcohol, y una lata de cerveza, 20 grs.).
Fisiológicamente, el alcohol afecta al sistema nervioso central, por lo que puede
provocar daño cerebral. El alcohol ingerido se distribuye en nuestro cuerpo a través del
torrente sanguíneo y es absorbido por nuestras células, afectando, entre ellas, a las
neuronas. Por eso, la capacidad de razonamiento disminuye. En el caso de la ingesta
frecuente, el cerebro va adaptándose a los cambios producidos por el alcohol, de modo
que va volviéndose dependiente de él, así como sus pensamientos y emociones. En este
sentido, la persona deja de decidir por sí misma y comienza a depender del alcohol: él se
convierte en dueño de su voluntad.
Algunos efectos de la ingesta excesiva de alcohol son:
• Interferencia con los procesos mentales superiores: distorsión de la percepción visual,
descoordinación motora, problemas para modular y deterioro del equilibrio
• Irritación de las paredes estomacales y desarrollo de úlceras
• Disfunción del hígado por acumulación de grasa y cirrosis
• Problemas cardiovasculares: aumento de la presión sanguínea, riesgos de infarto y
arritmia
• Riesgo de muerte por consumo excesivo
• Trastornos mentales: depresión clínica, confusión o psicosis
• Problemas gastrointestinales
• Trastornos de la piel, de los músculos y de los huesos (riesgo de osteoporosis)
• Supresión del sistema inmunitario: riesgos de infecciones, entre ellos, la neumonía
• Disfunción sexual: riesgos de impotencia
• Malnutrición
Al igual que la droga, el alcohol es utilizado muchas veces como una vía de escape a los
problemas. Pero lejos de ser una solución, las drogas aumentan los problemas, pues
suman a ellos dificultades físicas, psicológicas y sociales. Además, reducen nuestra
capacidad de resolver los inconvenientes y de tomar las decisiones que podrían
ayudarnos a sentirnos orgullosos de nuestros logros. La mejor solución es siempre
enfrentar los problemas, y sólo podremos vencerlos en la medida en que mantengamos
óptimas nuestras facultades: la razón, para discernir lo que realmente nos conviene, y la
voluntad, para decidir libremente.
Pornografía
La pornografía es considerada como una adicción sexual. Nuevamente, se trata de una
dependencia emocional –pudiendo incluso llegar a ser física- a la que algunas personas
recurren como una forma de satisfacer sus impulsos o de lidiar con sus preocupaciones, a
fin de controlar las ansiedades de sus vidas. El adicto a la pornografía es quien le dedica
mucho tiempo a la búsqueda y a la satisfacción de sus comportamientos o fantasías
sexuales.
Sin embargo, tendemos a pensar que el uso de pornografía es producto de una conducta
natural, especialmente en la adolescencia. No obstante, su abuso lleva a la misma
dependencia y limitación de la libertad que cualquier otra adicción. Ello, porque la
experiencia sexual resultante de la pornografía libera adrenalina y endorfina que van
exigiendo paulatinamente mayor satisfacción.
La pornografía crea un mundo irreal que condiciona a depender de fantasías y objetos
para llenar las necesidades emocionales y sexuales, impidiendo el logro de una relación
estable –emocional y física- con una pareja real. En este sentido, promueve una fantasía
destructiva y negativa que aísla de los demás, llegando a ser una adicción especialmente
solitaria.
Por eso, aunque se crea que la pornografía es una cuestión privada, suele tener serias
consecuencias sociales. Primero, porque comercializa la intimidad, degradando la
dignidad de quien la consume y de quien participa en ella y la comercia. Segundo, porque
afecta al medio social en el que se desenvuelve la persona, en especial a su pareja y a su
familia.

La Vida una Tarea por Hacer

Todos queremos vivir una vida buena. Queremos que cada día sea un buen día, que nos
ocurran cosas positivas.
Alcanzar la vida buena no es producto del azar; depende de cada uno de nosotros, de lo
que hacemos y de lo que nos proponemos hacer.
La pregunta por el sentido de la vida implica tener una tarea que nos ilusione.
En esto hay un elemento esencial: nuestra libertad. Ella implica buscar el bien, pero
puede ocurrir que la usemos mal, por ello podemos perfeccionar nuestra vida o
desperdiciarla.
La realización de los proyectos asume la forma de una Tarea o Trabajo que hay que
efectuar.
La propia vida humana puede verse como “la tarea de alcanzar la Felicidad”.
Si entendemos la vida como una tarea por hacer, debemos considerar los siguientes
elementos:

-La Ilusión
La podemos definir como la realización anticipada de nuestros deseos y proyectos.
Ella nos nutre de ganas para emprender la acción, nos hace querer ser más.
Es necesaria para el crecimiento personal.

-La Misión
Los proyectos vitales muchas veces son fruto de un llamado.
Como toda tarea, la vida requiere de un encargo inicial; la misión nos es encomendada.
Es el encargo inicial. Es la pregunta “¿Qué debemos (tenemos) que hacer?”
-Los Medios o recursos
Para realizar nuestra vida requerimos de herramientas, que generalmente son escasas
ante la tarea que nos proponemos.
Por eso se hace necesario pedir ayuda (una amistad, la enseñanza, orientación o diálogo)
que nos den los nuevos recursos para nuestro proyecto.

-Las Dificultades y Riesgos


Toda tarea humana implica enfrentar dificultades y conlleva riesgos.
La libertad es arriesgada por esencia. Ser libre implica estar abierto a la posibilidad del
fracaso.
Cuanto más alto es el proyecto que nos proponemos, más intensas son las reacciones.
Debemos estar preparados para afrontar nuestros fracasos, aprender de ellos y volver a
intentar. No se trata de vivir tratando de esquivar el sufrimiento, ni andar buscándolo, sino
de saber afrontarlo cuando llega.

-El Bien que pretendo no es para mí solo


Esto hace que mi proyecto valga la pena.
Si no hay alguien a quien dar, la tarea se vuelve aburrida y sin sentido
La plenitud de la tarea es que su fruto repercuta en otros.

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