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Un capítulo de la historia del ajedrez


de los siglos XVIII y XIX.

Abril de 2014.
Una aplicación de realidad virtual para recrear a un personaje histórico de los siglos XVIII y XIX

Introducción

En 1770 en la corte de Viena, Wolfgang von Kempelen presentó una sensacional innovación: un
autómata que, a diferencia de los usuales homólogos exhibidos en la época, mostraba una cualidad
nunca antes vista: jugaba al ajedrez. El atuendo de la figura correspondía al de un elegante turco (la
Viena de entonces se dividía entre admiración y temor al muy cercano imperio otomano), habilitado
de movimientos mecánicos de brazos, cabeza y ojos.

"El Turco", como se le empezó a conocer, estaba apostado ante un gabinete en donde se disponía un
tablero de ajedrez con sus piezas. El gabinete mostraba al frente portezuelas cuyos compartimentos
revelaban mecanismos convencionales a través de los cuales se suponía que funcionaba el autómata.
El espectáculo en donde se desplegaba este portentoso arreglo mecánico que, con destreza y eficacia
abatía a casi todos sus oponentes, causó honda impresión y dio origen a giras exitosas y
enfrentamientos con renombrados personajes de la época como Benjamín Franklin o el mismísimo
Napoleón Bonaparte. La leyenda y misterio que envolvieron la naturaleza y forma de operar del Turco
le acompañaron en buena parte de su dilatada existencia de ochenta y cinco años, cuando encontró su
fin en un incendio en Filadelfia.

El Autómata de Kempelen, según un grabado de Racknitz en 1789.

La aproximación tecnológica en el siglo XXI

Partiendo de tecnología desarrollada en Austria, se presenta una animación con efecto tridimensional
(3D). Se trata de una retroproyección de la imagen del Turco de Kempelen empleando estereoscopía
pasiva. La demostración se apoya en el uso de anteojos polarizantes, lo que conduce a la revisión de
aspectos como la naturaleza de la luz, su filtrado o polarización y la visión binocular, todo lo cual hace
posible percibir profundidad en imágenes planas.

La aplicación incluye interacción óptica que habilita el desplazamiento virtual de las piezas en un
tablero de ajedrez, así como la activación de elementos gráficos en pantalla tales como un libro o el
gabinete y sus portezuelas. Una bella selección musical acompaña cada fase del despliegue del Turco
de Kempelen.

Al mismo tiempo, el espectador logra compenetrarse con la historia del singular personaje
ajedrecístico que, impensadamente, se conformó como idea pionera de la inteligencia artificial.

El arreglo general del exhibidor de realidad virtual del Turco de Kempelen, se muestra en la página
siguiente:
CONFIGURACIÓN DEL EXHIBIDOR DE REALIDAD VIRTUAL
“EL TURCO DE KEMPELEN”

Para la presentación del exhibidor de realidad virtual se requiere un espacio cerrado que
pueda ser oscurecido y que cuente con conexiones eléctricas. Las dimensiones mínimas de
espacio (en cm) para ubicar el Autómata de Kempelen, son las siguientes:

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