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REDACTORES

Luis M. Otero, Américo Fosatti, Rober-


to Berro, Braulio Feo, Raúl Faget,
Juan J. de Arteaga, Carlos María Sorin,
Rodolfo Mezzera. Juan A. Buero, Enri-
que Rodríguez Castro, Rafael Capu-
rro, Rogelio Dufour, José Beretervi-
de, Roberto Sundberg.
ADMINISTRADORES—Alfredo Etchegaray,
Joaquín Travieso, Julio Adolfo
Berta.
i&K' Num. 14—Tomo ¡I—Año II
Mayo de 1907

Caracteres diferenciales entre (a Moral y el Derecho

(CONCLUSIÓN — VÉASE'EL NÚMERO 10 Y II )

Kant dice que en la legislación jurídi- Así consideradas las cosas puede estar
ca los deberes solo pueden ser externos, la moral en completa oposición con el
porque esta legislación no-exige, que la derecho siempre que no existe conformi-
idea de tales deberes, que es interna, dad entre el acto externo prescrito por
sea por si misma el principio determi- la ley y el móvil que la moral acepta.
nante del arbitrio del agente, y como Más aún, para la persona absolutamente
ella tiene necesidad de motivos apropia- moral que cumple con los preceptos jurí-
dos á una ley, solo puede tenerlos exte- dicos, no porque son tales preceptos,
riores. Por el contrario la legislación sino porque son morales, llega á desapa-
moral, aún elevando á deberes los actos recer por completo toda diferencia entre
internos, no excluye de ningún modo ^ moral y derecho. Esta falta de precisión
los externos, reivindica todo lo que es que ya-levanta una barrera entre Ib jus*
deber en general. Pero precisamente to y lo honesto, ya allana todo límite
porque la legislación moral encierra en hasta convertirlos en una sola cosa, pro-
su ley el móvil interno de las acciones, viene de que él pretende separar neta-
que es la idea del deber, es que esta de- mente el acto interno del acto externo,
terminación no puede influir absoluta- considerándolos como dos cosas defini-
mente sobre la legislación externa y so- das é independientes. Haciendo del acto
lo puede ser interior. De lo que se des- externo, lo justo, y del acto interno lo
prende que para Kant, hay derecho "honesto, se comprende que cuando a m -
cuando hay conformidad de la acción bos coinciden, derecho y moral se con-
con la legislación, y hay moral cuando verten en una sola cosa, pero cuando no
hay conformidad de la intención con el coinciden se establece entre ellos una
motivo. Más aún, la ley puede cumplirse verdadera antinomia. Pero no puede
en atención al motivo moral que la ins- separarse así el momento interno del
pira, y en tal caso el acto es puramente externo, pues que uno y otro no son
moral—ó puede cumplirse en atención simples sino que pueden ser descompues-
solo á su forma, y en tal caso el acto es tos subjetivamente en actos más elemen-
justo. tales. Pero objetivamente considerada,

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la acción es una é indivisible, sin que coercible toda moral y conduce á valo-
sea posible dividirla en momento ínter- i rar en el campo de las relaciones jurídi-
no y externo para hacer caer uno y otro cas la intención por sí misma y no en
bajo leyes distintas. La prueba de ello cuanto resulta de la acción. Por el con-
es que. ni la moral puede prescindir de trario la separación rompe los naturales
los actos externos, ni el derecho de los vínculos entre los términos y prescinde
internos. Una conducta exclusivamente absolutamente de su síntesis originaria.
formada de buenas intenciones, sin que En la intención y en la acción, en el
con ellas concuerde la acción, no puede querer y en el obrar, en la libertad in-
llamarse una conducta moral, por mu- terna y en la libertad externa, está el
cha amplitud que se dé á este término; y hombre con su acto ótico.»
en cuanto á probar que el elemento in- Miraglia arroja con sus palabras clara
terno ha sido y es cada día_jnás contem- luz que evita la confusión que pudiera
plado por el derecho, basta recordar la hacerse, y al mismo tiempo conserva á
importancia que se ha concedido á la este carácter diferencial todo el valor
buena fe en los contratos y acciones, que tiene, el cual según él, reside en el
desde el tiempo de la legislación roma- hecho de que el derecho no contempla
na, hasta las más modernas legislacio- la intención en sí misma, como lo hace
nes, y el amplio estudio de que hoy es la moral, sino en cuanto resulta de la
objeto la intención, la libertad y la res- acción. Porque si la moral no se realiza
ponsabilidad en materia penal. Para solo en la conciencia sino también en la
Ardigó la responsabilidad constituye el acción, el derecho no es solo una prácti
elemento esencial y característico del ca externa, sino que tiene una amplia
derecho. En el proceso formativo de las base intencional.
idealidades sociales actúan elementos
internos y 'externos que elaboran ese Hemos analizado hasta aqui los prin-
producto perfectamente interno pero de cipales caracteres que distinguen la mo-
manifestación externa. Para Ardigó el ral del derecho en cuanto á su for-
acto psíquico es la verdadera causa de ma. Veamos ahora, los dos caracteres
todos los fenómenos sociales, y el dere- que los separan en cuanto á su conte-
cho, que lo analiza, invade en realidad nido.
ese campo cerrado del momento interno L A MORAL ABARCA UNA ESFERA D E ACCIÓN
que se quisiera reservar tan solo á la MÁS AMPLIA QUE LA DEL DERECHO. E s t e Ca-»
moral. ¿Y qué otra cosa hace la moder- racter substancial va envuelto en algu-
na criminología cuando se detiene á es- nos de los anteriormente indicados, par*
tudiar detalladamente los mil factores ticularmente en el último, dado que los
psíquicos y fisiológicos que intervienen actos externos é internos caen, bajo el
en la acción? dominio de la moral, y solo parte de
No se puede, pues, separar tan radi- unos y otros en el del derecho, gentham
calmente ambos instantes, al punto de «^ se ha ocupado particularmente de el,
decir con Fichte que el derecho existiría cuando ha comparado moral y derecho
siempre, aun cuando nadie tuviese bue- á dos circunferencias que teniendo el
nas intenciones: todo lo que puede afir- mismo centro no coinciden en sus perí-
marse es que la moral atiende preferen- metros: el círculo de acción de la moral
temente á la intención y el derecho á la es más amplio que el que corresponde
acción. Tanto la confusión como la s e - ál derecho. El primero abarca todos los
paración son exageraciones, dice Mira- actos del hombre, tanto públicos corno
glia. La confusión pertenece álos tiem- j>rlvados, en su conducta para consigo
pos primitivos ó á la época de la inmo- mismo y para con sus semejantes. El se-
vilidad; la separación es el producto del gundo por el contrario limita un espacio
moderno análisis dispersivo. No es posi- más restringido ya que la ley no puede
ble confundir la intención con la acción, imponer todo lo que la moral impone,
el puro querer con el obrar, la libertad ni prohibir todo aquello que la moral
interna con la libertad externa, el bonum prohibe; además de que, actuando de una
quod honestum est, con el bonum qaod manera directa y coactiva, solo puede
ceqnum est, puesto que lo interior de una hacerlo en los casos perfectamente cla-
cosa no es idéntico á su exterior, sino ros y definidos, los cuales ocupan forzo-
que difiere de él. La confesión hace samente un espacio menor que todos

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aquellos, vagos ó precisos, que son obje- las veces se produce sería eternamente
to de las prescripciones morales. imposible. Y cuando se encuentran d e -
No de tal modo concibe Fichte las re- rechos inmorales es porque, según Ros-
laciones entre moral y derecho, que son mini, no son tales derechos en absoluto,
para él dos términos antitéticos, presen- sino relativamente á una ley sancionada
tando sus círculos de acción perfecta- por un poder contra razones ó facultades
mente diversos, sin centro común, sin que nunca podrán ser derechos, Los d e -
que siquiera se corten las circunferen- rechos inmorales no son tales derechos,
cias, que tan solo se rozan, A la imagen "son injusticias sancionadas por la fuerza,
de Bentham, de los círculos concéntri- porque, como dice Ahrens, no puede exis-
cos, se opone la de los círculos tangen- tir morai injusta ni derecho inmoral.
tes. Así, en el campo del derecho no e s - La moral y el derecho concurren al
tá el hombre obligado á cumplir su pro- mismo objeto por medios distintos: una
mesa, mientras está obligado á mante- perfeccionando al individuo, el otro ase*
nerla en el terreno de la moral. El gurando el desarrollo y la acción j ñ d e -
acreedor puede ejercitar duramente su péñcQgnte de su vida. Este comprende
acción contra el deudor desventurado y solamente "aquellas relaciones de im-
no culpable, pero al obrar así, obra con- prescindible importancia para la con-
tra Ja moral. servación del individuo y de la sociedad,
Cada cual tiene derecho á disipar sus aquella «contempla al hombre en todas
propios bienes y á llevar una vida diso- las posiciones y en todas las relacione».
luta, aún cuando Ja moral prohiba la Moral y derecho, como partes que son
disipación y la disolución. El deudor de la ética, no pueden ser términos a n -
puede pagar de mala gana lo que le co- tagónicos. Ya habían observado esto los
rresponde al acreedor: el acto es jurídico latinos cuando dominaron ambas dici-
pero inmoral. Pero, como dice Miraglia plinas, bonum honestum y bonum ceqnum:
que nos suministra estos ejemplos, esto ambas, como observa Miraglia tienen
solo demuestra que la moral y el derecho de común el bonum.
tienen esferas distintas, que son dos di- Como ya hemos tenido ocasión de ob-
siplinas diferentes, pero no contradicto- servarlo, la moral, que rige todas las si-
rias, El que no cumple la promesa ofende tuaciones del hombre, adquiere en algu-
la moral, no el derecho y el que la cumple nos de sus preceptos, determinados ca-
observa la moral sin ofender el derecho. racteres, tales como la coactividad y la
Si hubiese verdadera contradicción, el precisión en su forma, debido á su nece-
respeto á la moral debería ser una ofensa saria utilidad: esos constituyen reglas
al derecho. Tal cosa no sucede. La con- de justicia. El círculo de acción del dere-
tradicción existiría realmente, añade Mi- cho cae así completo dentro del de la
raglia, si al acreedor se le obligase por moral.
la ley á ejercitar su acción contra el El derecho ejerce una acción tutelar, la
deudor infeliz. Pero el derecho á este ?* morai ejerce una acción perfectiva—¿Cómo
respecto es facultativo y no obligatorio. llega el derecho á desempeñar tal fun-
El hombre tiene derecho á la libertad, ó ción en la sociedad? Una rápida mirada
mejor aún á que su libertad no sea coar- arrojada en el campo de la historia nos
tada. Si el ejercicio de tal libertad deja da una idea do lo violento y doloroso
caer dentro de sus límites algunos actos que ha sido su origen. Aún hoy su evo-
que la moral reprueba, no quiere decir lución no siempre procede ni puede pro-
esto que el derecho imponga la ejecución ceder tranquila y mesuradamente. A la
de tales actos, sino que no puede prohi- concepcióu puramente evolucionista dé
/ birlos. Aún en ausencia de la buena in- la escueTahistorica de savigny basta
atención, no existe la contradicción que oponer la realidad de los hechos, esa
Vichte pretende ver. Hay un acto incom- realidad que hace decir á Ihering. «él
pleto, no contradictorio. S^el circula de derecho es Saturno devorando á sus pro-
acción del derecho, más pequeño, se com- pios hijos», puesto que solo puede reju-
jpíeta con la intención, se obtiene el cír- venecer aniquilando por completo su
culo grande de la moral: el acto ético es pasado. Por eso dice Ihering hablando
perfecto Si existiera contradicción, nun- de la escuela histórica, que es una con-
ca podría obtenerse la coincidencia de cepción verdaderamente romántica ba-
los términos: el acuerdo que las más de sadáTeñ una feliz idealización del pasado,

¿s* I 3 I ..
la que admite que el derecho se forma que dice, «el Estado es la única fuente del
sin dolor, sin pena, sin acción, como la derecho», considera el derecho como
hierbaen los_campos, cuando la áspera «una creación social, es decir una forma
fealidad"^iiseñáTo contraríoTY sin em- de existencia común establecida por la
TJaTgoT^gujTla concepción de Ihering influenciarecíprocas de grupos heterogé-
ese doloroso camino debe conducir á una neos y de poder social desigual».
misión de paz y de prosperidad, á la A análogas conclusiones llega la escue-
tutela de los intereses generales. Según la del materialismo histórico, la cual
él, la paz es el objeto que persigue el construye todo el edificio del derecho
derecho, la lucha es el medio de alcan- sobre la base de la lucha de clases, mo-
zarlo. «Por tanto tiempo como el derecho vidas por el factor económico. Para Lo-
tenga que esperar los ataques de la j u s - ria la religión, la moral, el derecho, no
ticia, dice, y esto durará tanto como s^njnj8_otue «instituciones conectivas»,
el mundo—no estará al amparo de la creadas por las clases vencedoras para
lucha. La vida del derecho es una lucha; asegurar su dominación sobre las ven •
lucha de los pueblos, del Estado, de las cidas. No es posible admitir el absolutis-
clases, de los individuos. Todos los de mo de tales afirmaciones, no podemos
rechos del mundo han sido adquiridos decir que el derecho existe para prote-
luchando: todas las reglas importantes ger determinadas clases sociales en de-
del derecho han debido comenzar por trimento de otras. El error que se come-
ser arrancadas á aquellos que á ello se te es el de deducir demasiado absoluta-
oponían, y todo derecho, derecho de un mente la misión del derecho, de su dis-
pueblo ó de un particular, supone que cutido origen.
estamos constantemente prontos á sos- Ihering niega la verdad á las afirma-
tenerlos. El derecho no es una pura teo- ciones de Ir'uclita y de Savigny, según las
ria, es una fuerza viva. Por eso la histo- cuales «la formación del derecho se efec-
ria sostiene con una mano la balanza túa tan Tranquila é imperceptiblemente
por méaTo de la cuál pesa el derecho, y comó~Ta~formación del lenguaje. siñTe-
con la otra la espada por medio de la querir esfuerzos, luchas ni investigacio-
cual lo defiende. La espada sin la balan- nes^por la fuerza serena de la verdad
za es fuerza brutal, la balanza sin la es- que obra sin esfuerzos violentos, y que
pada es la impotencia del derecho. Una lenta pero seguramente se abre paso con
no puede estar sin la otra, y no hay el poder de la convicción, al cual se so-
orden perfecto sinoalli donde la energía meten las almas, expresándolo por sus
conque lleva la espada es igual á la habi- acciones». Pero si unos entienden dedu-
lidad con la cual maneja la balanza». cir del origen violento y de la evolución
En presencia de todo esto, se han pre- penosa del derecho la consecuencia de
guntado algunos ¿ejerce realmente el que solo tutele los intereses de un deter-
derecho jiña misión protectorajerrbene-- minado grupo y los otros pretenden de-
ducirlo todo «de los cielos misteriosos
solamente á algunos de sus elementos? de altas idealidades desinteresadas», am-
~"Para Gum^pTawics^que toma como base bas partes afirman un error.
demosTrada de su teoría el poligenismo, Sin querer insistir sobre una cuestión
la sociedad es el producto de una agru- interesante, pero que nos arrastraría muy
pación heterogénea de grupos diversos et- lejos de los límites á que debemos suje-
nográficamente considerados, los cuales tarnos, diremos sin embargo, que si algo
se repelen ó se atraen movidos por impul- ha sido una cosa y otra, el concepto de
sos de simpatía ó de repulsión que pro- Ihering parece ser más verdadero en sus
voca la comunidad ó diversidad de orí- premisas. No puede negarse, como lo hace
genes* De allí la lucha, y de la lucha la notar el sociólqgo_alemán. que las gran-
victoria y la derrota. El vencedor impo- des~coliquTstas délas grandes libertades:
ne su voluntad al vencido y como garan- aFolición^elá esclavitud, libertad de la
tía de esa imposición surge el Estado. fndustria. 1 ibertád~jígj»,rfifíncia.s, ñ t c ^ s e
Tal es para Gumplowics el origen del ha^Tó^té^odoliTjrecio de luchas ardieri^
derecho. fes, prcTólígá^aTá^^véces durante siglos;
Llega pues á considerar el derecho pero no es menos cierto también, que
como una creación del Estado. Sin afir- ese lento influjo de que habla ¡¿avigny
' marlo tan rotundamente como Ihering ha obrado constantemente, en los inter-

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valos de la lucha como durante ella. Este carácter había sido ya reconoci-
Llega Ferri á establecer un concepto do por Hume cuando consideraba la jus-
más completo cuando, sin negar la lu- ticia como el producto de la acción de
cha de clases - sean éstas producto de todos los individuos extendiendo su in-
factores económicos ó étnicos, según lo flujo benéfico á toda la sociedad; por
quieran las escuelas del materialismo Smith que indicó en la justicia un c a -
histórico, ó la etnológica de Groppalli— rácter de mayor protectividad social
íntegra la idea de la defensa de clases, frente á la beneficencia que dispensa
con la de la defensa social. Teniendo una protección complementaria; por
presente este concepto llega Groppalli á Mili, por Bain que afirmó la necesidad
esta conclusión: «Las normas ético jurí- de la existencia del Estado para la p r o -
dicas tienen por una parte la misión de tección de las personas; lo comprendió
preservar toda la colectividad en sus Romagnosi al decir que el derecho r e -
actividades más genéralos é inmanen- fuerza el lazo social, mientras la moral
tes, por otra parte, pueden convertirse santifica la humanidad; y por último lo
en un engranaje para la defensa de los reconoce Ardigó al estudiar el modo co-
intereses exclusivos de las clases socia- mo se forma el poder, producto natural
les dominantes, en un periodo histórico de la heterogeneidad de los elementos
determinado.» Por eso distingue en las constitutivos de la sociedad.
instituciones—siguiendo una opinión de Y ahora, para llegar á establecer ple-
Vanni—aquellas que tienen un carácter namente la diferencia que buscamos,
de uniformidad y constancia y que re- ¿cuál es el carácter que asume la moral
presentan la especificación de lo que es á este respecto? La misión de la moral
más necesario para la conservación y es perfectiva; á ella le está encomenda-
progreso de los individuos ó de los gru- do el elevar más y más la mente h u m a -
pos sociales, de aquellas más variables na, extendiendo y ampliando constante-
en el espacio y en el tiempo que solo mente sus horizontes, y haciendo que
guardan relación con una forma dada éstos no queden limitados al estrecho
de organización y desarrollo social. círculo de lo útil, de lo indispensable, de
Así, pues, cualquiera sea el criterio lo exclusivamente necesario. A la inelu-
que se acepte paraTéxplicar el modo co- dible razón de vida que se encastilla en
mo se origina el derecho, se llega siem- la fortaleza del Derecho, opone el campo
pre á la conclusión de que es de su esen- amplio de lo Moral, que es en gran parte
cia la protección ó la tutela de los inte- lo ideal, el terreno nuevo á conquistarse.
rese^sg^^iejiojis^rj^acH^sea de desa- Por eso alguien ha dicho que tiende á
rrollo y progreso. Que algunos autores hacer prevalecer en la determinación de
limiten esa acción del derecho á deter- los motivos el elemento psicológico sobre el
minadas clases sociales, ó á determina- elemento físico, circunstancia ésta, tan im-
dos grupos étnicos constituidos en clase portante, que de no ir implicada en la
social dominante, que la extiendan otros mayor parte de los caracteres ya indica»
sin distinción á todos los elementos so- dos, constituiría una nueva y fundamen-
ciales, no es cuestión en cuyo análisis tal diferencia entre la moral y el derecho.
podamos penetrar en este instante. Pero Es as: como, actuando más directamente
la conclusión lógica que de ello se des- sobre la inteligencia, interpone elemen-
prende—dentro del orden de ideas en tos nuevos, racionales y persuasivos, más
que estamos y dentro del objeto que suaves y más constantes, que construyen
comporta este tema—es que el derecho entre sí la parte más elevada, más ideal,
ejerce una función protectora que se ex- podríamos decir, de la vida, pero que des-
tiende á las condiciones esenciales de la de el punto de vista de la existencia social
sociedad. ó individual, constituyen el elemento
Aunando este carácter tutelar, que es secundario. En fin, nos valdremos toda-
de esencia en cuanto al contenido del de- vía de una imagen de Groppalli; la moral
recho, con el ya señalado de la coactivi- funciona en la dinámica de las relacio-
dad que es inherente á su forma, llega nes humanas, como un lubrificador que
Ihering á definir el derecho, «la protec- disminuye los roces, y paraliza los cho-
ción de las condiciones de vida de la so- ques que surjen en los conflictos de i n -
ciedad realizada por el poder público tereses encontrados.
mediante la coacción.»

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En resumen, de todos los caracteres •la desigual extensión ó á la bilateralidad
que hemos estudiado, se desprende el ó unilateralidad, exterioridad ó interio-
concepto claro y distinto dé la moral y ridad, de la moral y el derecho, determi-
el derecho. Como productos que son de nan sus contornos particulares; mientras
la mente humana, exteriorización de la aquellos de segunda importancia que no
idealidades sociales, nacidas bajo el im- son verdaderos en absoluto, como el
perio de las necesidades del ser,—a su carácter positivo ó negativo, la forma
yéz determinadas por la de éste y el me- escrita ó no escrita, ó la diversa intensi-
dio en que vive se comprende que su dad del sentimiento que despiertan, al
origen sea común y confuso, y que, soló expresar solo parte de la diferencia, p o -
en el curso de su evolución, adquieran nen de manifiesto la relación que existe
individualidad aparte, y se distingan de- entre dos ciencias que no deben ser en
bido á los múltiples factores que en el absoluto separadas. La última relación
desarrollo de este tema hemos indicado. que existe entre todos estos caracteres,
Esta diferenciación, esta «heterogeniza- hace que el aceptar unos implica el r e -
ción», si se nos tolera el término, se ha- conocer los otros, en todo ó en parte
ce manifiesto al adquirir, una y otra según sea el grado de verdad que con-
rama de la ética, los diversos caracteres tengan; y el hecho de que en algunos de
que hemos venido indicando.Por eso no ellos no pueda hallarse una diferencia
es posible atenerse á un solo carácter, y radical y absoluta, pone de manifiesto
pretender considerarlo como única con- una vez más esa comunidad de origen y
dición necesaria á la existencia, sea de esa íntima concordancia que ya tantas
la moral, sea del derecho. Todos contri- veces hemos indicado. Sin embargo ter-
buyen, tanto los más importantes como minaremos recordando de nuevo esa ar-
los de modesto alcance, á individualizar, monia, con esta frase de Carie: «lo justo
á hacer distintas y definidas ambas disi- que, como objeto del derecho científico
plinas. Los más importantes, como el es un aspecto de la verdad., en cuanto se
carácter sustancial de la protectividad, impone á la voluntad ó inspira la legis-
que al indicar una mayor utilidad trae lación no puede ser más que un aspecto
aparejados los caracteres formales de la de lo bueno».
coactividad, la sanción y la precisión, las
separan netamente en sus grandes linca- Julio 27 de 1906.
mientos. Otros como el qne se refiere á CLOTÍLDE L U I S I .

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(1)

PRECAUCIONES QUE HAY QUE TOMAR PARA LAS TRANSMISIONES

Árboles de transmisión.—Cuando existe lumnas ó contra paredes en puntos d e -


la necesidad de llegar á los árboles de terminados de antemano, se colocarán
transmisión, se dispone de dos medios: sólidamente enestas columnas ó paredes,
1.° Con un puente de servicio para árbo- estribos, á los cuales se lijarán los gan-
les colocados muy altos; de esta manera chos de la escala.
el acceso á la transmisión queda fácil, Si la escala debe apoyarse en puntos
manteniendo sin embargo al obrero á muy variables contra muros ó vigas, se
cierta distancia; para evitar todo desli- suprimirán los ganchos y se envolverá
zamiento ó caída deberá tener baranda la extremidad de los montantes con al-
pasamanos y piso apropiado; 2.° Po.r mohadillas de paño, fieltro ó caucho y
medio de escalas que son frecuentemente si la naturaleza del suelo lo permite, se
causa de muchos accidentes, debido á ponen en la parte inferior de los mon-
sus malas condiciones de establecimien- tantes punzones.
to ó de conservación; requiere una vigi- Se ha propuesto igualmente poner en
lancia constante del material, reparán- la parte inferior de los montantes, un pié
dolo si es necesario. articulado que permite á la escala tomar
La escala debe tener siempre cuatro la inclinación deseada reposando sobre
puntos de apoyo y si faltase uno de ellos el suelo por una gran superficie de apo-
por torcerse uno de los montantes, se yo, bajo la cual se fijan bandas de cau-
retirará enseguida del servicio. cho ó una plantilla de fieltro.
Cuando deba apoyarse contra los mis- Cuando la transmisión está colocada á
mos árboles de transmisión se la provee lo largo de un muro, se prohibirá apoyar
de ganchos en la parte superior de los la escala contra este muro, pues coloca-
montantes, que se envolverán con cuero ría al obrero entre el árbol y la pared
ó cuerdas viejas para evitar su resbala- fija, posición sumamente peligrosa; se
miento. deberá engancharen este caso, la escala
Cuando deben apoyarse contra co- al árbol para alejarse lo más posible del
muro.
(1) Apuntesextractadosde las reglas dadas por Nunca debe ponerse el obrero en con-
la Asociación de industriales de Francia con- tacto con un árbol que gira; hasta una
tra los accidentes del trabajo.—P. I.H. desigualdad de la superficie, una cabeza

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de un perno ó un tornillo saliente para locarán en galerías que permitan la fácil
que los vestidos puedan engancharse y circulación del vigilante, debiendo p r o -
arrollarse; el hombre es arrastrados en hibirse á éste su inspección durante la
la rotación del árbol y gira con él, y á marcha si no hubiese una seguridad
cada vuelta golpeará su cuerpo contra completa para su trabajo.
cualquier obstáculo, siendo el menor pe- Los árboles verticales deben proteger-
ligro para él su caída al suelo por la se por medio de cubiertas hasta una al-
ruptura de sus vestidos. tura de l, m 80 á 2,m.
Un árbol liso es igualmente peligroso; Se suprime fácilmente las causas de
basta que esté ligeramente grasoso y que peligro que presentan los manguitos en-
una parte cualquiera del vestido se pon- volviéndolos en una cubierta de palastro
ga en contacto con él para que lo arrastre. ó madera, fijada sobre los nervios y que
En principio, las limpiezas de ías ofrezca por todos lados una superficie
transmisiones no debe hacerse sino e s - lisa.
tando parada la máquina Cuando no se puedan cortar sin incon-
Para efectuar el engrase de un árbol veniente las cabezas de las chavetas que
no debe ponerse nunca en contacto d i - fijan las poleas y ruedas dentadas á los
recto con el durante s:i marcha, pues árboles, se las protejería con un cubre-
podría ser arrastrado el obrero en su chaveta de fundición ó madera que evi-
movimiento. El cojinete de simple agu- ta el peligro.
jero es desde este punto muy imperfec- Poleas. — Cuando la polea se encuen-
to, debiendo preferirse el empleo de e n - tra sobre un paso ó que el obrero por
grasadores que pueden renovarse cuan- una causa cualquiera debe circular á
do cesa el movimiento. su alrededor ella puede ocasionar un
Si por una causa cualquiera, el obrero accidente, porque por un deslizamiento,
se viese obligado á engrasar en marcha, un mal paso ó una falsa maniobra, al
lo hará siempre que sea posible sin mo- buscar un punto de apoyo con la mano,
verse del suelo sirviéndose de una acei- se encuentra con el brazo de la polea
tera de báscula montada al extremo de en movimiento que le podrá destrozar
una pértiga provista de una pequeña va- mas ó menos.
rilla lateral para levantar la tapa del de- Es pues útil disponer una baranda
pósito. sea con paramento lleno ó con enrejado
No se debe autorizar el engrase en metálico que le proteja.
marcha sino cuando estén instaladas Otro sistema que ocupa menos sitio,
todas las disposiciones de seguridad consiste en llenar la polea con un disco
que supriman todo peligro. de madera ó de palastro cortado sobre
Cuando un árbol de transmisión está el diámetro interior de la llanta y fija-
próximo al suelo, á una altura de 0,m 30 á do sobre los brazos por tornillos de ca-
0, m 40 se le recubre de un tambor de beza embutida; de esta manera la po-
madera ó de palastro sólidamente esta- ', lea es llena y por lo tanto inofensiva.
blecido y que le aislará perfectamente; Correas.—El manejo de las correas
el obrero tranquera sin inconveniente debe reservarse para ciertos obreros
esta envoltura fija. especiales, á los cuales la costumbre del
Si la distancia del árbol al suelo al- trabajo les dá cierta destreza indispen-
canza á 0,m50 ó 0,m 60 de altura, se e m - sable.
pleará la misma disposición arreglando Para colocar en un sitio una correa
el tambor en escalera. nueva, sin estar por consecuencia em-
En el.caso de un árbol girando á una palmada todavía, se puede lanzar uno
altura de un metro próximamente se de los extremos por encima del árbol,
aisla por una baranda que impide su sosteniendo la otra extremidad en la
acceso. En los puntos donde sean nece- mano y de modo que el movimiento del
sarios se establecerán pasos que serán árbol tienda á llevar hacia si la extre-
superiores ó inferiores y sin que pueda midad que se ha lanzado con lo cual hay
haber en ellos ningún contacto con la menos temor de arrollamiento.
transmisión. Si se hace un rollo con el extremo
Para alturas de l, m 50 ó 2, m se las r o - que se va á lanzar, esto le hará más
dea de una cubierta fija. pesado para que pueda resistir al fro-
Las transmisiones subterráneas se co- tamiento de vuelta; se emplea también

— I36 —
la pértiga del gancho ó la pértiga por- llegar á ellos; cuando no son de pare-
tacorrea cuando se dispone de una. des llenas, tendrán los intervalos bas-
Las costuras, que se harán cuando tante pequeños para que no puedan
estén en reposo las transmutaciones, no pasar los dedos. Es preferible que sean
deben tener ninguna parte saliente so- lijos, ó articulados, á fin de quitar á
bre la correa porque son una causa los obreros la tentación de retirarlos
constante de peligro. para una limpieza y no volverlos á
Es bueno protejer las correas, con colocor en su sitio.
cuyo contacto puede uno encontrarse Parada rápida de las transmiciones. —
fácilmente, sobre todo cuando atravie- Es muy útii poder disponer de un sis-
san un piso; se las rodea de una e n - tema que permita detener muy rápida-,
voltura de madera ó palastro. mente unn transmición sin tener que
Las mismas precauciones se aplican recurrir á la cámara del motor.
á los cables de transmisión. . La detención debe actuar inmedia-
Engranajes—La mayor parte de las tamente sobre la transmisión, debiendo
precauciones indicadas antes, deben ser combinarse con un freno potente que
tomadas con respecto á los engranajes. absorva la fuerza viva de las masasen
Los cubrengranajes deben ser hechos movimiento.
cotí todo cuidado para evitar se pueda

(S^PUS

APUNTES DE HISTORIA UNIVERSAL


TERCER CURSO

LA CONSTITUCIÓN FRANCESA DE 1791


G R. í T I G JL
(CONCLUSIÓN.—VÉASE EL NÚM. 13)

Descendamos del centro á las extremi- sión; las tonterías, desfallecimientos ó


dades y observemos á las administracio- errores colectivos no comprometen á nadie,
nes en ejercicio. Para que un servicióse y el mando real no es verdaderamente
ejecute bien y con precisión es menester eficaz sino cuando se concentra en una
desde luego que haya un jefe único y en- sola mano.
seguida que ese jefe pueda nombrar, re- Por otra parte, siendo el amo, puede
compensar, castigar y destituir á sus contar con los subalternos que ha esco-
subordinados. Porque, por una parte, jido,que mantiene por la esperanza y el
siendo único, se siente responsable y de- temor, y que destituye si no llenan debi-
dica á la dirección de los asuntos una damente sus funciones; de lo contrario,
atención, una iniciativa, una coherencia, no dependen realmente de él, no son ins-
un tacto que no puede tener una comi- trumentos seguros. Con esa condición

~ i37


.Únicamente (la dependencia efectiva y pueden obrar sobre los de distrito, y
absoluta) un director de camino de hie- los. de distrito sobre los de las munici-
rro puede prometer que sus guarda-agu- palidades, no es sino por la via de la re-
jas se hallarán en sus puesto. quisición y advertencia ó amonestación.
Del mismo modo, solo con esa condi- En ninguna parte el superior es un
ción, un director de resina puede com- jefe que ordena y constriñe; en todas es
prometerse á entregar una obra en el un simple censor que advierte y amo-
día prefijado En toda empresa privada nesta.
Q pública,, la coacción directa y rápida, Para debilitar aún más esa autoridad
es el único medio conocido, humano, po- ya tan debilitada, á cada grado de la j e -
sible, de asegurar la obediencia y pun- rarquía se la ha dividido entre varios.
tualidad de los agentes. Debido á esto es Son consejos superpuestos los que ad-
que en todo país del mundo se ha admi- ministran el departamento, el distrito y
nistrado siempre por medio de uno ó la comuna. En ninguno de esos consejos
varios engranajes de funcionarios, cada hay cabeza dirigente. En todos la ejecu-
uno bajo la dirección de un conductor ción y permanencia pertenecen á direc-
central que conserva constantemente torios de cuatro ú ocho miembros, á un
todas las bridas reunidas en sus manos. gabinete de dos, tres, cuatro, seis y siete
Precisamente todo lo contrario se ob- miembros cuyo jefe electo, presidente ó
serva en la nueva constitución. A ios maire (alcalde) no tiene más que una
ojos de nuestros legisladores la obedien- primacía honorífica. Por doquiera la
cia debe ser siempre expontánea, nunca decisión y la acción, enmohecidas, debi-
forzada y, para suprimir el despotismo litadas, coartadas por la charlatanería y
suprimen el gobierno. Como regla gene- los procedimientos de la deliberación,
ral, en la jerarquía que establecen, los no pueden demostrarse, hacerse sentir,
subordinados son independientes de su sino después del acuerdo penoso y tu-
superior; porque éste no los nombra ni multuoso de varias voluntades discor-
puede destituirlos; no posee sobre ellos dantes.
sino el derecho de consejo y advertencias Por más electivos y colectivos que
ó amonestaciones. Cuando, más en ciertos . sean esos poderes, se toman sin embar-
casos, le es permitido anular sus actos, go precauciones contra ellos.
infligirles una suspensión provisoria, re- No solo se les somete al control de un
vocable y discutible. Como se ha'visto, consejo elegido; no solo se les renueva
pues, ningún poder local es delegado por por mitades cada dos años; sino que
el poder central, este se parece á un además el alcalde y el procurador de la
hombre sin manos ni brazos sentado en comuna después de cuatro años de ejer-
un dotado sillón. cicio, el procurador-sindico de departa-
El ministro de Hacienda no puede mento ó del distrito después de ocho, el
nombrar ni destituir á un solo perceptor receptor del distrito después de seis, no
ó receptor de rentas; el ministro de J u s - pueden ser mas reelegidos. Tanto peor
ticia, ni á un solo juez ó acusador públi- para los negocios y para el público, si
co. En esos tres servicios, el rey no t i e - ellos han merecido y ganado la confian-
ne nada más que un solo hombre, un za de los electores, si han adquirido por
solo funcionario redime)de suyo, el comi- la práctica una competencia rara y pre-
sario encargado de requerir de los t r i - ciosa; no se quiere de ningún modo que
bunales la fiel observancia de las leyes, ellos anden en su puesto. Poco importa
y, después de la sentencia, la ejecución que su mantenimiento introduzca en el
de los juicios pronunciados. Con este servicio el espíritu de cohesión y la p r e -
golpe, todos los músculos del poder cen- visión; se teme que lleguen á poseer d e -
tral quedan amputados, y en lo sucesivo, masiada influencia y la ley los expulsa
cada dapartamento es un pequeño Esta- cuando se han hecho expertos y autori-
do que vive aparte. zados. Jamás los celos y la sospecha han
. Pero, en cada departamento mismo, estado más despiertos.contra el poder,
una amputación parecida ha cortado de aún siendo legal y legítimo. Se le mina
la misma manera, todos los lazos por y se le zapa hasta en las servicios en que
' medio de los cuales el superior podía se reconoce la necesidad de él, hasta en
.mantener y conducir al subordinado. Si el ejército y en la gendarmería. En él
los administradores de departamento ejército, para nombrar un sub-oficial,

3 8 -
«
los sub-oficiales forman una lista, y el revisa el bolsillo del contribuyente mo-
capitán extrae de ella, tres candidatos, roso y asegura el cobro del impuesto,
entre los cuales el coronel escoje. que coje por el cuello al agitador ó al
Para elejir un subteniente, todos los ladrón y salvaguarda las propiedades y
oficiales del regimiento votan, y es nom- las vidas, en una palabra que corivierte
brado por mayoria de sufragios. En la en actos las promesas ó las amenazas de
gendarmería para nombrar un gendar- la ley. Sobre su requisición, sobre su
me, el directorio del departamento hace mandato imperativo, toda fuerza arma-
una lista, el coronel designa en ella cin- da, quardia nacional, tropa, gendarme-
co nombres, y el directorio elige uno de ría, debe marchar, son los únicos entre
entre esos cinco. Para elegir un briga- los administradores que tienen ese dere-
dier, un sargento ó un teniente, he aqui, cho soberano; el departamento y el dis-
además del directorio y el coronel, otra trito no pueden hacer otra cosa que in-
intervención, la de los sub-oficiales y vitarlos á servirse de él. Son ellos quienes
oficiales. Es un sistema complicado de proclaman la ley marcial. Así el puño de
elecciones y subordinaciones, que, colo- la espada está en sus manos. Asistidos
cando una porción del poder electivo en de comisarios que nombra el consejo ge-
la autoridad civil y en los militares de neral de la comuna, levantan el cuadro
inferior graduación, no deja al coronel de la contribución mobiliaria é inmobi-
sino un tercio ó un cuarto de su antiguo liaria, fijan la cuota de cada contribu-
ascendiente. En cuanto á la guardia na- yente, organizan y vigilan la percepción,
cional el principio nuevo es aplicado en verifican los registros y la caja del r e -
ella sin reserva. Todos los sub-oficiales ceptor, visan sus documentos, descargan
y oficiales, hasta el grado de capitán son á los insolventes, responden de las e n -
elegidos por sus hombres. Todos los ofi- tradas y autorizan las erogaciones.
ciales superiores son elegidos por los Así la bolsa de los particulares está á
oficiales inferioras. Todos los sub-oficia- discreción suya, y sacan dé ella todo lo
les y todos ios oficiales inferiores y supe- que juzgan que pertenece al público Te-
riores son elegidos por un año solamen- niendo la bolsa y la espada, nada les falta
te, y no pueden ser reelegidos sino des- para ser amos, tanto más que la aplica-
pués de un intervalo de tiempo igual ción de toda ley les pertenece, que nin-
(un año) durante el cual tienen que ser- guna disposición de la Asamblea respec-
vir como simples guardias. La conse- to del rey, del rey á los ministros, délos
cuencia es manifiesta: en todo el orden ministros á los departamentos, del d e -
civil y en todo el orden militar la auto- partamento á los distritos, del distrito á
ridad está enervada; los subalternos no las comunas, no produce su efecto local y
son ya, instrumentos exactos y seguros; real sino por medio de ellos, que cada
el jefe no tiene ya sobre ellos un poder medida general sufre su interpretación
eficaz. Una vez dadas, sus órdenes no particular, y puede ser siempre desfigu-
hallan más que una obediencia ptrezosa, rada, amortiguada ó exagerada, confor-
una deferencia de género dudoso, ame- me á su timidez y su inercia ó á su vio-
nudo una abierta resistencia; su ejecu- lencia y parcialidad. Por lo tanto ellos
ción es lángida, incierta, incompleta, no tardan en tener conciencia de su
hasta que se hace nula y la desorganiza- fuerza. Por doquiera se les ve argumen-
ción al principio latente y más tarde fla- tar contra sus superiores, contra las ór-
grante, es instituida por la ley. denes del distrito, del departamento, de
De grado en grado de la jerarquía, le los ministros, de la Asamblea misma,
poder se ha deslizado, y, en virtud de la alegar las circunstancias, la falta de
Constitución, pertenece en lo sucesivo medios, el peligro, el interés público, no
á los magistrados situados en lo más obedecer, obrar por sí mismos, desobe-
bajo de la escala. No es el rey, no es el decer abiertamente, vanagloriarse de
ministro, no es el directorio del departa- haber desobedecido y reclamar de derecho
mento ó del distrido quién manda en la la omnipotencia que ejercen de hecho.
comuna; son los oficiales municipales y Los de Troyes, en la fiesta de la fede-
ellos reinan allí tanto como puede r e i - ración, se rehusan á soportar la presen-
narse en una pequeña república inde- cia del departamento y la reclaman para
pendiente. ellos mismos «como inmediatos repre-
Solo ellos tienen esa mano fuerte, que sentantes del pueblo». Los de Brest, á

— 139 —
pesar de las prohibiciones reiteradas del ceptados, insubordinación incesante y
distrito, envían 400 hombres, dos caño- creciente, usurpaciones sin tregua ni
nes, para someter una comuna vecina á medida; las municipalidades se abrogan
su sacerdote juramentado. Los de Arnay derechos omnímodos sobre su territorio
le-Due detienen á MESDAMES, á pesar de y á veces sobre los territorios vecinos.
su pasaporte íirmado por los ministros, De entonces en adelante hay cuarenta
las retienen á pesar de las órdenes del mil cuerpos soberanos en el reino.
distrito y del departamneto, persisten de Se ha puesto en sus manos la fuerza y
impedirles el paso á pesar del decreto ellos la aprovechan. Y la aprovechan con
especial de la Asamblea Nacional y e n - tanto éxito que uno de ellos, el de Paris,
vían dos diputados á Paris para hacer valiéndose de su proximidad, sitiará,
prevalecer su decisión. mutilará y gobernará á la Convención
Arsenales saqueados, ciudades inva- Nacional y por ésta, á la Francia.
didas, convoyes detenidos, correos inter-

.^.»^%^£3g¿§^g<»<

lecciones de Procedimiento Civil


(CONTINUACIÓN. — VÉASE EL NÚMERO 13

Artículo 6o de la competencia, tanto el valor dé la


parte de terreno disputada, como el de
En las cuestiones sobre límites de una pro- los daños y perjuicios.— Véase sobre
piedad, se atenderá al valor de la parte ésto lo que exponemos al tratar del a r -
que es objeto del litigio. tículo 66.

En el caso á que se refiere este ar-


ticulo, no está en cuestión todo el in- Articulo 61
mueble, sino una parte de él.—Es claro,
pues, que sólo debe atenderse al valor de En los pleitos sobre servidwhbres prediales,
esa parte para determinar la competen- el valor de la cansa se determinará por la
cia por razón de la importancia pecu- mitad de la avaluación delpredio sirviente
niaria del pleito. para el pago de la Contribución Directa.
El artículo que comentamos concuerda
con el 79, inciso 4.°, del Código Italiano Las razones que explican y justifican
de Procedimiento Civil. la disposición de este artículo son, en el
Si al mismo tiempo de reclamarse una fondo, las mismas que expusimos al tra-
parte del terreno, se reclaman, por ejem- tar del artículo 59.
plo, daños y perjuicios, tendrá que to- Concuerda con el artículo 79, inciso 3.°,
marse en cuenta, para la determinación del Código Italiano, en cuanto manda

— I4O
que se atienda al valor del predio sirvien- Con arreglo al Código Italiano, en el
te y no al del dominante. caso de acumulación de acciones que
La ley Española de 1881 establece la más arriba hemos supuesto, el Juez de
regla siguiente: « en las demandas sobre Paz seria competente, puesto que, ema-
« servidumbres, se calculará su cuantía nando las acciones, no de un mismo títu-
« por el precio de adquisición de las lo, sino de dos títulos diversos, no se
« mismas servidumbres,siconstare,»(Art sumarían los valores de ellas.—El ar-
489, inciso 5.°) - L a disposición de nues- tículo 73 del referido Código, dice:«Cuau-
tro Código es preferible á ésta, porque «do los capítulos de la demanda son
permite determinar con facilidad la com- « varios, se suman todos para determinar
petencia en tocios los casos de pleitos «el valor de la causa, si dependen de un
sobre servidumbres.—No así la disposi- «mismo título; — si dependen de títulos
ción de la ley Española, puesto que, en « distintos, se atiende al valor de cada
muchos casos, como, por ejemplo,cuando «uno de ellos considerado separada-
se trata de servidumbres adquiridas, no « mente ».
por contrato, sino portestameuto ó pres- Más lógica que esta disposición nos
cripción, no hay valor de adquisición cono- parece la de nuestro Código.—¿Que im-
cido, y por consiguiente; es imposible porta que el actor, al reclamar del reo
tomarlo por base. la suma de doscientos cincuenta pesos,
se funde en varios títulos? — El hecho
real, es el de que en una sola demanda se
Artículo 62 litiga sobre un valor mayor de doscien-
tos pesos, y por consiguiente, es natural
Si en una misma demanda se entablasen á la que no conozcan de esa demanda los
vez varias acciones, en los casos en que jueces que, según la ley, sólo tienen
esto puede hacerse, conforme á lo prevenido jurisdicción propia para entender en
en este Código, se determinará la cuantía asuntos que no excedan de doscientos
del juicio por el monto á que ascendieren ^pesos.
todas las acciones entabladas.

El artículo 287 de nuestro Código de Artículo 63


Procedimiento da, por regla general, al
demandante, el derecho de acumular ac- Si el demandado al contestar la demanda en-
ciones, ó sea de entablar conjuntamente tabla reconvención contra el demandante,
varias en una sola demanda. -Suponga- ¡a cuantía de la materia se determinará
mos que, en uso de este derecho, el actor por el monto á que ascendieren la acción
promueve á la vez en un mismo juicio principal y la reconvención reunidas.
una acción por cobro de cien pesos pro-
cedentes de un contrata de compraventa, Concuerda textualmente con el a r t í -
y una acción por cobro de ciento cin- culo 203 de la Ley de Organización y
cuenta pesos procedentes de un cuasi Atribuciones de los Tribunales de Ghile.
delito — Evidentemente, el valor del Supongamos que A demanda á B, ante
pleito ascenderá á doscientos cincuenta un Juzgado de Paz, por cobro de ciento
pesos, ó sea á la suma total de que se re- cincuenta pesos, y que B, al contestar la
clama del demandado, y en tal virtud, demanda, no sólo niega deber cantidad
no corresponderá al Juez de Paz, sino al alguna al actor, sino que afirma que éste
Juez Letrado el conocimiento del asunto. le debe • ciento veinte pisos, por los cuales
El artículo de que tratamos ha sido les contrademanda. — En este caso, el
tomado textualmente de la i^ey de Orga- valor litigioso será de doscientos setenta
nización y Atribuciones de los Tribu- pesos, y en tal virtud, el Juez de Paz será
nales de Chile, en la cual lleva el número incompetente para conocer del asunto.
202. —El Juez de Paz habría sido competen-
Tiene analogía con el artículo 489, in- te para conocer de la acción de A contra
ciso 7.°, de la Ley Española de 1881, que B y de la acción de B contra A, si ambas
dice: « en las demandas que compren- hubiesen sido promovidas separadamen-
« dieren muchos créditos contra el mis- te, puesto que ninguna de ellas por sí
« mo deudor, se calculará su cuantía sola pasa de doscientos pesos, pero s e -
« por el de todos los créditos reunidos. » guidas las dos en un mismo juicio¿ y de-

— 141
biéndo sumarse sus importes para deter- de percibir, y más ciento veinte que se
minar la cuantía litigiosa, resulta que el le obliga á entregar al mismo reo. Sí, al
Juez de Paz viene á ser incompetente. contrario, se hace lugar á la demanda y
Esta regla es contraria á la que rige se desecha .a reconvención, el reo B viene
en Francia según la ley sobre la Justicia á perder doscientos setenta pesos, puesto
de Paz promulgada el 6 de Junio de 838. que pierde ciento veinte que reclama del
—El artículo 7.° de la referida ley, dice: actor y que éste no le paga, y más ciento
« Los Jueces de Paz conocen de todas las cincuenta que queda obligado apagar al
« demandas reconvencionales ó en com- mismo actor. Se vé, pues, que el resulta-
«pensación que, por su naturaleza ó su do del pleito puede importar la pérdida
« valor, entren en los límites de su com- de un valor mayor de doscientos pesos, y
« petencia, aún cuando esas demandas, reu~ en consecuencia, es natural que no co-
anidas ala principal, se eleven á más de nozca de él un Juez que, cómo él de Paz,
« doscientos francos ». no ha recibido de la ley, por regla gene-
Explicando esta disposición de la ley ral, más misión que la de juzgar pleitos
francesa, dice Renouard: « Si Pedro de- de menor cuantía.
« manda á Pablo 200 francos, y Pablo El artículo que comentamos da lugar
«demanda de Pedro la misma cantidad, al abuso que vamos á indicar y que, á
« el Juez de Paz conocerá del asunto; se nuestro juicio, no puede ser directamente
« tratará de dos demandas respecto de cada evitado. Supongamos que un individuo
« una de las cuales el Juez de Paz es compe- es demandado por la suma de quince
«tente. — Se juzgará respecto de ambas pesos ante un Teniente Alcalde. Ese in-
« conjuntamente n un mismo juicio y por dividuo no tiene derecho para pretender
« una misma sentencia, pero esto será así que el asunto pase al conocimiento de un
«porque si se siguiesen dos juicios se Juez de Paz. pero puede conseguirlo con
« multiplicarían sin necesidad los gastos, sólo entablar reconvención por cobro
« y porque del conflito de las pretencio- de seis pesos. Al íin del pleito resultará
« nes opuestas nace la necesidad de arre- que no se deben los seis pesos al deman-
« glar entre las partes una cuenta cuya dado y que, en consecuencia, éste no ha
« discusión y solución se operarán más tenido derecho para deducir la recon-
«convenientemente por medio de un vención; pero, entretanto, el demandado
«juicio único, que por medio de dos jui- habrá conseguido su objeto de hacer que
«cíos separados». (Citado por Dalloz, el asunto, en vez de seguirse ante un Te-
Compétence CivÜe des Tribunaux dePaix, niente Alcalde, cuyos fallos son irrecu-
núm. 296). rriblés, se siga ante un Juez de Paz, cuyos
Estos argumentos no nos parecen fun- fallos admiten recursos. En tal caso, el
dados, puesto que no puede confundirse único remedio que podrá emplearse con-
el caso de deberse seguir y resolver en tra el abuso será el de condenar en costas
dos juicios independientes entre sí las y costos al demandado, al dictarse la
dos demandas, y el caso de deberse fallar sentencia definitiva, si resulta que ha
SObre ambas en un solo juicio y por una procedido con mala fé,
sola sentencia. En este último caso, la
sentencia, si es injusta, puede causar á
la parte vencida una pérdida de más de Artículo 64
doscientos pesos, y basta que en un juicio
esté comprometido, desde el principio de Si se trata d<i derecho á pensiones futu-
él, un valor pecunario superior á dicha ras, que no abracen un tiempo determina-
suma, para qu*í no sea lóg co el negar á do, se fijará la cuantía de la materia por
las partes la garantía consistente en el la suma á que ascendieren dichas pensiones
hscho de que el Juez llamado á fallar sea en un año. 81 tienen tiempo determinado,
dé mayor jerarquía que un simple Juez se atenderá al monto de todas ellas.
de Paz. En el caso de A y B que más Pero si se trata del cobro de una cantidad
arriba hemos puesto como ejemplo, si se procedente de pensiones periódicas ya de-
rechaza la demanda de A y al mismo vengadas, la determinación se hará por
tiempo se hace lugar á la reconvención el monto á que todas ellas ascendieren.
de B, el actor A viene á perder dosciento
setenta peso?, puesto que pierde ciento Este artículo concuerda textualmente
cincuenta que reclama del reo y que deja con el 205 de la Ley de Organización y

142 —
Atribuciones de los Tribunales de Chile. « está expresada la suma capital, el valor
Para explicarlo, pondremos un ejem- « se determina acumulando veinte anua-
plo de cada uno de los tres casos á que « Hdad^s si se trata de renta perpetua, y
se refiere: « diez si se trata de una renta vitalicia,
1.° Demanda sobre el derecho á una «ó por tiempo indeterminado, ó por
pensión vitalicia de quince pesos mensua- « tiempo determinado no menor de diez
les. Esa pensión no abraza un tiempo de- « años, sin distinción entre las rentas y
terminado, puesto que la vida del hombre « pensiones constituidas sobre la vida de
puede ser más ó menos duradera. Para « una ó de más personas. Cuando la renta
fijar el valor del pleito y determinar la «es por tiempo menor de diez años, el
competencia, hay que atender, pues, al «valor se determina acumulando las
monto de una anualidad. Importando ésta « anualidades ».
ciento ochenta pesos, resulta que debe co-
nocer del asunto un Juez de Paz.
2.° Demanda sobre el derecho á gozar Artículo 65
durante diez años de una pensión de
ciento cincuenta pesos por año. El im- Si el valor de la cosa disputada se aumentare
porte de todas las anualidades por el ó disminuyere durante ¡a instancia, no su-
tiempo determinado que deben durar, es frirá alteración alguna la determinación
de un mil quinientos pesos. Luego, debe que antes se huhiere hecho con arreglo á
conocer del asunto un Juez L. Departa- la ley.
mental.
3.° Demanda por cobro de seis meses Al dar reglas más ó menos arbitrarias,
vencidos de pensión á razón de cincuen- pero ciertas y de fácil y pronta aplica-
ta pesos por mes. El valor del pleito es ción, para la fijación del valor pecunia-
en tal caso de trescientos pesos. Debe rio de la causa, ó sea él valor que sirve
conocer de él, un Juez L. Departamental de base para la determinación de la com-
ó un Juez de Paz de los indicados en el petencia, la ley se ha propuesto el objetó
art. 90. de evitar incidentes y procedimientos
La disposición de que, cuando la pen- probatorios sobre el particular — Este
sión no abraza un tiempo determinado, objeto quedaría falseado sí, en razón dé
debe atenderse el monto de una anuali- haber aumentado ó disminuido durante
dad, no nos parece acertada. El que pide la instancia, por la fluctuación natural é
la pensión puede vivir muchos años, y incesante de los valores, la importancia
en consecuencia, al reclamar el derecho del asunto, se pudiese en cualquier esta*
de percibirla durante su vida, reclama do de él promover cuestión sobre la com-
positivamente algo que en su totalidad petencia y sacarlo del juzgado en que
vale mucho más de doscientos pesos, aún está radicado, para llevarlo á otro.
cuando se trate, como en el caso que Supongamos el caso de un juicio de
más arriba hemos puesto como primer reivindicación de un inmueble situado
ejemplo, de una pensión de quince pesos en Montevideo, que en la época en que
por mes. se entabla y contesta la demanda está
La Ley Española de 1881 da las si- avaluado en mil. ochocientos pesos para
guientes reglas: « En los juicios petito- el pago de Impuestos Inmobiliarios.—Si
« rios sobre el derecho de exigir presta- en el año siguiente es avaluado en dos
«ciones anuales perpetuas, se calculará mil doscientos pesos para el pago del
« el valor por el de una anualidad mul- mismo impuesto, por haber subido el
«tiplicada por 25. Si la prestación fuere valor de la propiedad raíz, no por eso se
€ vitalicia, se multiplicará por 10 la anua- podrá pretender que el Juzgado L. Depar-
l i d a d » . (Art. 489 incisos 1.° y 2.°) tamental deje de seguir conociendo del
El art. 76 del Código Italiano dice: asunto y pase éste al Juzgado L. de lo
« En las controversias por prestaciones CWil.
« de renta perpetua, temporaria ó vita- El articulo de que nos ocupamos há
re licia, cualquiera que sea su denomina- sido tomado de la Ley Chilena, en la que
« ción, el valor se calcula por el de la lleva el número 206.
« suma capital expresada en el acto de la
« constitución de la misma renta, si el tí'
«tulo es objeto de la controversia. Cuando no

~ 143 - -
Articulo 66 puede dudarse, pues, de que la suma li-
tigiosa es de cuatro mil pesos y no
Tampoco sufrirá Ja determinación alteración de mil.
alguna en razón de lo que se deba por in-
tereses ó frutos devengados después de la
fecha de la demanda, ni lo que se debe por Artículo 68
costos ó daños causados durante el juicio.
Pero, ¡os intereses, frutos ó daños debidos Para el efecto de determinar la competencia,
antes de la demanda, se agregarán al ca- se reputarán como de valor de más de mil
pital demandado y se tomarán en cuenta pesos los negocios que versen sobre mate--
para determinar la cuantía de la materia. rías que no estén sujetas á una determi-
nada apreciación pecuniaria, tales, por
Concuerda con el art. 207 de la Ley ejemplo: las cuestiones relativas al estado
Chilena, con el 72 del Código Italiano, y civil de las personas, á la crianza y cuida-
en parte con el 489, incisos 6.°, 8.°, 9.u v do de los hijos, á la apertura y protocoli-
10.° de la Ley Española de 1881. zación de testamento, nombramiento de
La efectiva importancia pecuniaria tutores y demás que mencionan los artícu-
del asunto puede aumentarse en razón los 43 y 44 de este Código.
de intereses, frutos, daños, costos, etc.,
posteriores á la demanda, pero este a u - Concuerda en principio con el articulo
mento no produce alteración alguna res- 209 de la Ley Chilena y con el 81 del
pecto de la competencia.—Así, si un Juez Código Italiano, que dice: « Las contro-
de Paz ha entrado á conocer de un juicio « versias de estado, de tutela, de derechos
promovido por cobro de ciento noventa « honoríficos, y otras de valor indeter-
pesos, no deja de seguir conociendo de « minable, se consideran como de valor
él por el hecho de que el crédito recla- «que excede de mil quinientas liras».
mado haya subido á quinientos pesos por Comentando este art. del Código I t a -
acumulación de intereses, costas y costos. lianos, dice Sonzogno: « Las cuestiones
Cuando se trata de intereses, frutos ó « sobre si uno es ciudadano ó extranjero,
daños debidos antes de la demanda, se toma « sobre si es hijo natural ó legítimo, sobre
en consideración el importe de ellos, « si es válido ó nulo un matrimonio; las
unido al del capital, para determinar la « controversias sobre separación de los
competencia. — ¿Como se fija dicho i m - « cónyuges, sobre adopción, sobre inter-
porte?—Se fija según las reglas genera- « dicción ó incapacidad, sobre tutela, son
les contenidas en los art. 55 y 56. « por su propia índole graves y delicadas,
« é interesan el orden público.—Por esto
« están sustraídas del conocimiento délos
Artículo 67 « pretores ». (Manuale délla Procedura Ci-
vüe, tomo I, pág. 95).
Si fueren muchos los demandados en un mis- Es de advertir que en Italia los jueces
mo juicio, el valor total de la cosa ó canti- llamados pretori no conocen, por regla
dad debida determinará la cuantía de la general, de asuntos cuyo valor exceda de
materia, aún cuando por no ser solidaria mil quinientas liras.
la obligación no pueda cada uno de los de- Nuestro Código de Procedimiento Civil,
mandados ser competido al pago total de la á ejemplo del Italiano, ha querido evitar
cosa ó cantidad, sino tan sólo al de la que jueces de baja categoría conozcan
parte que le correspondiese. de asuntos que, como los de estado civil,
cuidado de hijos menores, apertu ra de
Concuerda con el art. 208 de la Ley testamentos, pérdida de patria potestad,
Chilena. nombramiento de tutores y otros análo-
Si en virtud de un mismo título se de- gos, son siempre de importancia moral,
manda en unos mismos autos á cuatro aún cuando no la tengan pecuniaria.—
personas, reclamando mil pesos de cada Entre nosotros, los Jueces de Paz no
una de ellas, lo que está en cuestión, lo pueden, ni aún en virtud de prórroga de ju-
que debe ser objeto del fallo, no es sólo risdicción, entender en asuntos cuyo valor
la deuda de tal ó cual de los demandados pase de mil pesos (artículos 22 y 90).—
considerada aisladamente, sino el con- Siendo considerados como de más de mil
junto de las deudas de los cuatros. — No pesos los asuntos que no están sujetos á

— 144 —
una determinada apreciación pecunia- ejercicio de la misma, como lo ha hecho
ria, resulta que nunca puede conocer de la Ley Española de 1881 en sus artículos
ellos un Juez de Paz. — Debe conocer 1811 y siguientes.
siempre un Juez Letrado. En Ja lección relativa al capítulo del
Código de Procedimiento titulado Be los
jueces y de su jurisdicción y competencia,
nos hemos ocupado de la jurisdicción
EEGLAS GENERALES DEL PROCEDIMIENTO voluntaria. Sin embargo, agregaremos
algunas transcripciones y consideracio-
Artículo 69 nes para fijar bien las ideas respecto de
ella.
Los jueces no podrán inhibirse del conoci- « La distinción entre la jurisdicción
miento de las causas de su competencia « contenciosa y la voluntaria, conocida
sino expresando por escrito los motivos de « ya entre las romanos,—dicen Manresa,
su impedimento. « Miquel y Reus,—pasó después al dere-
« cho común alemán, y la vemos consig-
Concuerda este artículo con el 783 del « nada en los Códigos de.Baviera, Prusia
mismo Código de Procedimiento Civil, « y Austria. En Francia no ha sido, ad-
que dice: «Los jueces se inhiben de co~ «mitida expresamente en sus leyes,
« nocer en los juicios por impedimento « aunque se halla reconocida.por susju-
« ó por recusación legal mente admitida; « risconsultos. Otro tanto sucedía entre
« fuera de estos casos, ningún juez puede « nosotros hasta la publicación de la pre-
« excusarse de conocer en la instancia ó « senté ley, la cual, admitiendo como era
« recurso judicial deferido por la ley «justo una clasificación reconocida por
«á su conocimiento, salvo el caso del «la ciencia, ha dividido acertadamente
« art. 791». « en esos dos grandes grupos todas sus
Los jueces tienen, no el derecho, sino el « disposiciones. ¿Qué es, por lo tanto, j u -
deber de administrar justicia en los asun- « risdicción contenciosa?—¿Qué es juris-
tos de su competencia.—Faltarían á este « dicción voluntaria? — ¿Qué diferencia
deber si se excusasen de conocer de a l - « existe entre una y otra? — La nueva
gunos de dichos asuntos, sin tener causa « Ley de Enjuiciamiento, sin descenderá
legal para ello. « manifestar lo que aquélla sea, contén-
Si el motivo de impedimento que e x - «tase con agrupar en la primera parte
presa el juez que se excusa, no es bastan- «todos aquellos juicios que en su sentir
te, ¿estará obligado el juez á quien pasa « corresponden á la misma. Sólo define á
el asunto á conocer de éste?—Opinamos « posteriori la segunda diciendo (art. 1207)
que no. — Un juez no puede tener el de- « que se considerarán acto de jurisdicción
recho de librarse de la carga que el co- «voluntaria todos aquellos en que sea
nocimiento de un asunto representa, « necesaria ó se solicite la intervención
para echarla sin motivo legal sobre otro « del Juez, sin estar empeñada ni promo-
juez.—Cada uno debe cargar con el t r a - « verse cuestión alguna entre partes co-
bajo que le corresponde. « nocidas y determinadas. Bajo este s u -
« puesto, serán actos de jurisdicción conten-
« ciosa todos aquellos en que sea necesaria
Artículo 70 «la 'intervención del Juez por haberse
« empeñado ó promovido cuestión entre
En todos los casos en que procediendo las « partes conocidas y determinadas. Estas
partes de común acuerdo, sea necesaria ó «.definiciones, que fijan claramente los
conveniente la intervención judicial por «actos que pertenecen á cádajurisdi—
medio de la jurisdicción voluntaria de los « cción, dan una idea bien exacta de lo
jueces, podrán las partes ocurrir á cual- «que sea la misma jurisdicción; si nos
quiera de los que menciona el inciso 2.° del « son conocidos su extensión y límites,
artículo 42, sea cual fuere la importancia « podremos conocer desde luego el orí-
del negocio. « gen generador de esa extensión y de
« esos límites. Por manera que jurisdi-
« cción contenciosa será la que ejercen los
Nuestro Código no ha definido expre- «jueces en virtud de su investidura para
samente la jurisdicción voluntaria, ni ha « conocer de las cuestiones, contiendas y
reglamentado de un modo completo el

— 145 — 2
litigios que se promueven entre dos ó « dictio, dice Argentreo, transit in conten-
más partes, y fallarlos con arreglo á te, tlosam interventu justi adversan; desde
derecho; y jurisdicción voluntaria, la que «el momento que esto ocurra, deben
se ejerce por el juez en todos los actos « sustanciarse con arreglo á los trámites
en que por su naturaleza, por el estado «establecidos para el juicio á que c o -
de las cosas ó por voluntad de las par- « rrespondan ». (Tomo I, página 2, 3 y 4).
tes no hay contienda, cuestión ó litigio. Algunos autores dan el nombre de ju-
Dedúcese de lo dicho que el carácter risdicción voluntaria á la que ejercen los
esencial, que establece una marcada arbitros, en razón de que el poder de
diferencia entre una y otra jurisdic- juzgar de que están éstos investidos
ción, consiste en que la primera se emana inmediatamente de la voluntad de
ejerce por el juez, como indica Yoet, las partes (Malaver, núm. 52; Estévez Sa-
ínter invitas, es decir, entre personas guí, pág. 3). No hay interés en conservar
que, no habiéndose podido poner de en el Derecho Procesal esta denomina-
acuerdo entre sí, se ven precisa- ción de jurisdicción voluntaria aplicada á
das á deducir sus pretensiones ante la que ejercen los arbitros, por que más
los tribunales para que, interponien- bien que para aclarar sirve para confun-
do su pública autoridad, adminis- dir las ideas. La jurisdicción que ejercen
tren j usticia con arreglo á las leyes; al los arbitros puede ser llamada voluntaria
paso que la voluntaria se ejerce, no en cuanto á su origen, pero en cuanto á
inter invitos, sino ínter volentes, es decir, la naturaleza del asunto, esa jurisdicción
á solicitud de una sola parte á quien es verdaderamente contenciosa, puesto
interesa la práctica de alguna diligen- que lo que se somete á los arbitros es
cia judicial ó entre varias personas precisamente la resolución de contiendas
que, hallándose de acuerdo en sus res- entre partes (art. 553).
pectivas pretensiones, buscan ' el mi- Son actos de jurisdicción voluntaria las
nisterio del juez para imprimirles un gestiones relativas á nombramiento de
sello de autenticidad. Téngase presente tutor, venia judicial para vender inmue-
que aún cuando en muchos casos pue- bles de menores ó mujeres casadas, h a -
dan encontrarse casualmente en armo- bilitación de edad, información ad-perpe-
nía las voluntades é intereses de las tuam, y otras análogas. Esas gestiones
partes, no por eso puede decirse que no son juicios. (Véase nuestro comentario
la sentencia ó decisión dada en una sobre el art. 1.°)
materia sujeta á litigio, deja de perte- Del artículo que comentamos resulta
necer á la jurisdicción contenciosa; que son competentes para conocer de
puesto que existe ésta siempre que los asuntos de jurisdicción voluntaria,
hay poder ó facultad de obligar á una tanto el de lo Civil, como el Departamen-
de las partes á que haga ó deje de hacer tal, sea cual fuere la importancia del negocio.
lo que la otra reclama de ella. Más no Puede verse sobre esto lo que hemos
sucede lo mismo en cuanto á la juris- dicho al tratar del art. 42.
dicción voluntaria: los actos que son
objeto de ésta pueden pasar y pasan con PABLO D E MASÍA,
frecuencia al dominio de la contencio- Catedrático de Procedimiento Judicial
sa; lo que sucede siempre que se presenta en la Universidad de Montevideo.
alguno á combatirlos. Volumtaria juris- (Continuará)

— 146 —
COMBUSTIBLES

GENERALIDADES de la obra de Wagner, Fischer y Gautier


fr* De cada carga de carbón adquirido,
Se comprende bajo la denominación se toma una palada que se echa en un
de combustibles, tanto en la industria depósito que pueda taparse; luego se
como en la economía doméstica, á todos tritura y mezcla el carbón, y extendién-
los cuerpos empleados para producir dolo en una superficie plana, se divide
calor. La leña, la turba, el lignito, la diagonal mente en cuatro partes. Quita-
hulla, la antracita, los carbones de leña das las dos partes no contiguas y mez-
y de turba, el carbón de hulla ó cok, el cladas de nuevo las otras dos, se conti-
petróleo y ciertos gases (hidrógeno, óxi- núa ésta operación hasta que la muestra
do de carbono, hidrocarburos), son pues, quede reducida á unos dos kilogramos
combustibles. de peso, que se coloca entonces, en un
Vamos ahora á ocuparnos de la po- frasco cerrado con tocia precaución. Si
tencia calorífica, por ser ésta una de las se trata de investigaciones muy exactas,
circunstancias de que depende en gran es preciso analizar separadamente el
parte el valor de los combustibles. Por carbón que se ha echado á un lado.
regla general» la potencia calorífica, no Una vez en el laboratorio, se pulveri-
se determina directamente, sino que es zan lo más finamente posible, unos 200
frecuente aplicar para este objeto la gramos.
fórmula de Dulong, que consiste en dosar El dosado del agua, debe hacerse en
el agua, la ceniza, el azufre, el nitrógeno cápsulas cerradas, para evitar la oxida-
(fabricación del amoniaco), el carbono y ción del combustible en contacto con el
el hidrógeno. aire.—En los ensayos industriales, se
calientan á unos 105 ó 110°, en un crisol
ó entre dos cristales cóncavos, 5 gramos
Determinación de la potencia calorífica del combustible que se quiere analizar.
por la fórmula de Dulong. — Extractado Después de dos horas, se deja enfriar y
se pesa. La pérdida de peso, nos indicará
la dosis de agua.
(1) Inauguramos en el presente número con el Para determinar la ceniza se incine-
trabajo del aventajado estudiante Sr. Rogelio C. ran en una cápsula de platino 5 gramos
Dufour, la sección de «Comercio» perteneciente de combustible finamente pulverizado.
k esta Revista. En los números siguientes con.
tiuuaremos publicando otros interesantes tra- Para dosar el nitrógeno, se hace hervir
bajos. un gramo de hulla ó cok en polvo, por

— 147 —
lo menos durante dos horas, agregándo- preparación especial alguna, hace que su
le 8 ó 10 gramos de sulfato de potasio y uso en la economía doméstica, se haya
20 centímetros cúbicos de ácido sulfúri- estendido y generalizado tanto.
co, hasta que el líquido se haya clarifi- La leña está constituida por células y
cado.—Cuando esté frío, se le añade le- vasos formados esencialmente de celulo-
gia de potasa en exceso, y se destila el sa y que contienen la savia, cuyas mate-
amoniaco, dosificándose después por el rias orgánicas, determinan la composi-
sistema volumétrico. ción de las diversas maderas.
El dosado del carbono y del hidrógeno, El agua disminuye la potencia calorí-
se verifica por medio del horno de com- fica del combustible, en virtud de su
bustión de F. Fischer. evaporización, siendo necesario, por lo
Para dosar el azufre volátil, se emplea tanto, emplear la leña secada al aire,
un procedí aliento análogo, pero es nece- para obtener un mayor desarrollo de
sario someter al análisis una muestra calor.
más grande, y sustituir la capa de bióxi- La leña se vende por metros cúbicos,
do de cobre, por una pequeña capa de comprendiendo los huecos ó intersticios
amianto, inatacable por los ácidos y mez- que quedan entre los trozos apilados.
clada con limaduras de platino. — Para
obtener el azufre total, se le añade el
contenido en las cenizas. CARBÓN DE LEÑA
Después del análisis elemental, se cal-
cula la potencia calorífica, por la fór- Calentando leña á más de 150°, se
mula de Dulong: opera su descomposición, produciendo
desprendimientos de agua, ácido carbó-
P=8080C-f-34500(H—f) nico, óxido de carbono, hidro carburos,
en la cual: 8080 representa el calor de y por último, alcohol metílico y ácido
combustión del carbono, y 34500 el 4el acético.—Los residuos son cada vez más
hidrógeno. ricos en carbono; así á 150°, la leña con-
Malher, adopta para el calor de com- tiene 47.51 p. 100 de carbono, á 350°,
bustión del carbono el número 8140, y 76,64 p. 100, y al punto de fusión del
simplifica la fórmula así: platino, 96.52 p. 100. De 300 á 350°, la
leña se transforma en carbón rojo, que-
P=8140C-f[34500H-3000 (O-f-N)] bradizo y sumamente inflamable; á 350°,
Veamos por ejemplo, los resultados se' obtiene un producto negro, duro y
que ha obtenido Campredon, aplicando poco inflamable, y elevando siempre la
esta última fórmula á una hulla semi- temperatura, acaba por obtenerse un
grasa, sin considerar ni la humedad ni carbón tan sólido y duro, que al caer,
las cenizas. produce un sonido metálico.
Cuando se quieren utilizar los produc-
Comnosición: c=o,9H85x8140=7422 tos de la destilación, debe practicarse la
Hr=0,04462x34500:=1539 carbonización en retortas; pero, si sola-
Total 8961 mente se desea obtener carbón, la opera-
A. deducir: ción se hace en pilas.
Q-f N=0,04335x300= 130 Carbonización en pilas: Las moles ó pi-
Queda pues, 8831 calorías las para la carbonización de la leña, se
forman disponiendo los trozos, vertical
Sin embargo los resultados son fre- ú horizontalmente, en derredor de una
cuentemente inexactos, siendo necesario chimenea ó eje, afectando una forma
hacer la determinación directa por me- semi-esférica.
dio del calorímetro, por combustión de Cualquiera que sea la disposición que
la muestra en una corriente de oxígeno. se adapte, deberá revestirse la mole, con
una capa ó camisa de tierra, ó de tierra
LEÑA mezclada con polvo de carbón.
La carbonización, comprende tres pe-
La facilidad con que se obtiene es • riodos perfectamente determinados. En
te combustible, ya que se toma de el primero, llamado de exudación, el va-
la naturaleza con muy poco esfuer- por de agua producido por la destilación
zo, sin que para su empleo requiera de la madera, se condensa, depositan-

— 1
dose en las partes frías de la mole, la usa con frecuencia, este sistema de car-
cual corre el riesgo de desplomarse, por bonización. La leña se apila en forma
la explosión de las mezclas de hidro car- de un paralelopipedo de base retangular
buros y aire atmosférico. y de poca altura, cuya cara superior
A medida que Ja leña se combustiona, tiene una inclinación hacia adelante. La
toda la masa sufre una disminución de pila está sostenida por estacas verticales
volumen, produciendo en la mole,huecos y largueros de madera, recubriéndose
que es necesario llenar. con tierra la parte intermedia,—como
Se conoce el principio de este periodo, también toda la parte superior. Al frente,
por el color claro que presentan los v a - se deja una abertura para introducir el
pores escapados por debajo de la pila, fuego. El carbón producido en la parte
en cuyo momento es necesario evitar la anterior, se va retirando á medida que
afluencia de aire á la ma-a, y al efecto, la combustión avanza hacia la posterior.
debe rehacerse por completo la camisa, Carbonización en hornos: Los hornos
ó bien, como lo aconseja Foucault, debe tienen la misma forma de las moles ya
cubrirse la pila en combustión, con un descritas, pero su cubierta es fija, pre-
tabique de madera colocado á algunos sentando debajo una abertura para in-
centímetros de distancia. troducir el fuego; otra en la parte supe-
El período de fuego intenso, empieza á rior para introducir la madera y varias
los cuatro días. La leña ya se ha carbo- otras en la periferia que dan salida al
nizado, y es necesario conducir el fuego, humo.
del centro á la periferia. Siendo de n o - El conducto de fuego, va desde la
tar que cuanto más lentamente se desa- puerta, hasta la abertura superior.
rrolle este periodo, mayor será la pro- Al empezar la combustión, sólo se de-
ducción. Se abren en la superficie una jan abiertas, la puerta y el orificio su-
serie de agujeros de oréo, y cuando éstos perior, que se cierran cuando la madera
despidan humo claro y azul, deben ta- está bastante encendida, abriendo en-
parse porque la combustión ha ter- tonces los orificios menores.
minado. Cuando se quieren utilizar para otros
Luego, se deja enfriar durante veinti- usos, los productos volátiles que pone
cuatro horas antes de quitarle la camisa. en libertad la combustión, se proveen
Si hubiera quedado fuego en el interior, estos hornos de un tubo de hierro que
se apagará deslizando tierra por los conduzca aquellos á un condensador.
agujeros. Terminada la operación se pro-
cede á la saca del carbón, después de frío. ROGELIO C. DUFOUR.
Carbonización por montones: En el sur
de Alemania, en Eusia, y en Suecia, se (Continuará).

— 149
^^lliÉ'^^^^áf

GUSTAVO FLAUBERT

II vary»; labor de minuciosidad terrible


de admirable profundidad y que por la
SALAMMBO índole especial de su naturaleza, hizo
que Flaubert observara de muy cerca,
Harto conocidos son la trama y argu- las miserias y abyecciones sólo entrevis-
mentos de esta grandiosa evocación his- tas en momentos de natural misantropía;
tórica; podemos pues, prescindir de su y como es bien notorio que el misántro-
narración, que sería por demás fatigosa po no sino un escéptico incipiente, á
é inútil. Nuestra labor se concretará á nadie se ocultará que el estado intelec-
una breve reseña crítica, en la que nos tual . de Flaubert por aquellos tiempos,
ocuparemos de los personajes y del plan estaba lejos de ser satisfactorio.
general del libro, consagrando especial Pero es innegable que las grandes na-
atención al examen de los vínculos que turalezas llevan en su seno, como ta-
necesariamente unen al autor con su lismán infalible, el germen de las rebel-
obra y que permiten el conocimiento de días victoriosas, de los ímpetus reaccio-
la inteligencia creadora por el estudio narios y salvadores; y Flaubert, invadido
del producto literario: es decir, que á ya por el desánimo fatigoso que esterili-
imitación de los antiguos pensadores que za y mata las fecundas energías, resba-
advetían en las bellezas naturales, los lando sin sentirlo por la pendiente de
rasgos distintivos de una potente y su- una decadencia precoz, sintió revivir
prema Idea, nosotros trataremos de dis- en su mente la multitud polícroma de
cenir las modalidades características de sus recuerdos orientales, ardientes de
Flaubert, al través de las originales ri- juventud y de vida; contempló de nuevo
quezas que sus obras encierran. las pálidas tintas del crepúsculo que re-
Salammbó, como todas las produccio- visten de contornos fantásticos á los obje-
nes de este gran autor, es el resultado de tos que gradualmente se obscurecen, vio
un proceso psiquico, original y conside- agitarse nuevamente los alegres pena-
rable; en el caso actual reviste los^ca- chos de las palmeras ante el hálito calu-
racteres de una violenta reacción contra roso del desierto y brillar ante sus ojos
una tendencia hasta entonces absorben- la tersa superficie del Nilo Azul; sintió á
te y tiránica. El año de 1856 había ter- su alma reverente ante la magestuosa
minado ya y con él, la ardorosa labor religiosidad de los monumentos y ante
acumulada en las páginas de «Mme. Bo- el ostentoso poderío de las fuerzas natu-

— 150 —
rales; todo el oriente, en fin, con su luz, lejendariamente conocidas, no sucede lo
su movimiento y su vida, acudió ante mismo en lo que á Cartago se refiere;
sus ojos, como para expresarle el deseo muy escasos son los conocimientos que
clamoroso de resurgir poético y admira- se poseen sobre la vida nacional é in-
ble, extraño y atrayente, por sobre la tima de aquel pueblo comerciante, cuyos
vasta barbarie silenciosa. recuerdos históricos son un consorcio de
Gustavo Flaubert respondió entusias- ferocidad y de avaricia; poco sabemos
tamente á ese llamado; quiero vivir, se con exactitud de sus monumentos, de sus
dijo, en un tema espléndido y alejado prácticas habituales y sólo conocemos
del mundo moderno; estoy ya cansado su religión bajo la forma de una confusa
de sus miserias; ellas no bastan á mi y feroz teogonia.
temperamento ni satisfacen mis inclina- Y sin duda alguna reside en lo que
ciones; y como al recuerdo de sus viajes dejamos dicho, el. gran defecto de S a -
al Oriente, se asociaban las felices imá- lammbó, la causa fundamental de ese
genes de una juventud lejana, no debe cansacio producido por su lectura, y en
extrañarnos el que sintiese un intenso efecto, la superabundancia inclemente
cariño hacia todos los detalles del pa- de los detalles desconocidos, la sucesión
sado luminoso y feliz. de las escenas inesperadas y extrañas,
Salammbó, realización de estos ensue- crean un placer instructivo que desaloja
ños Orientales, se publicó en 1862; pode- al goce emocional que todos buscamos
mos asegurar, empero, que por la i n - en la novela; este sólo surje, cuando
tensidad del recuerdo, por la persistencia aquel se extingue y por tal causa el lec-
de la obsesión, por la tenacidad impla- tor que por vez primera recorre las p a -
cable del estudio, mucho tiempo antes jinas de Salammbó, se siente inclinado á
de esa fecha, Salammbó vivía ya en el admirarla más como fuente de conoci-
espíritu inquieto de su gran autor, con mientos históricos que como agradable y
toda la poesía y con todo el vigoroso re- romancesco episodio.
lieve que caracterizan el recuerdo de Es pues, justa la frase de Emile Fa-
las grandes edades fenecidas... guet á su respecto «Elle nous instruit
trop pour nous amuser... »
No obstante lo antedicho, encierra
Salammbó una intensa y oculta poesía,
Es Salammbó sin duda alguna, el más que solo se adivina y que solo se siente,
rico tributo que jamás hayan ofrecido después de repetidas lecturas; poesía, á
los mortales á la diosa poética de la his- veces nebulosa é incoherente, pero a d -
toria, á la divina Clio; ¡Salammbó es un mirable siempre y que surje expontánea
romance histórico de género único y con de la frase impecable, de la riqueza
caracteres de relieve propio; apártase oriental del colorido, y también de aquel
con rara originalidad del tipo general encanto indefinible de que nos habla
que concibieron Walter Scott y Cha- Guyau, insensiblemente unido á los su-
teaubriand; en Flaubert, la novela ins- cesos grandiosos en las pasadas épocas
pirada en los hechos pasados adquie- de la historia.
re proporciones inusitadas por la ampli- La guerra inexpiable, con todas sus
tud del conjunto, por la concienzuda i n - alternativas sanguinarias es la base del
tensidad del estudio, por la escrupulosa edificio Flaubertiano; la narración de
descripción del detalle; mientras el autor esta contienda baja y mercantil, impla-
de los Mártires persigue el fin principal, cable y feroz por ambas partes, ostenta
de una acción poética interesante, sin un lujo detallado que admira y que des-
preocupación mayor de la antenticidad lumhra; la potente visual del gran artis-
real en sus creaciones, Flaubert se pro- ta abarca el conjunto amplio sin perder
pone evocar un pasado muerto y desco- la escrutadora potencialidad minuciosa;
nocido, y entiéndase que una evocación describe la cobardía astuta, la miseria
tan completa y armoniosa como lo es moral de los cartagineses y la ingenua
indudablemente Salammbó, adquiere por osadía de los bárbaros sedientos de ven-
lo ignoto del asunto, un carácter eviden- ganza hacia aquella Cartago opulenta
te de creación; porque si las situaciones que los oprime y los mata sin piedad; los
históricas que en Quentin Durward y actos de vandálica ferocidad se suceden
en los Mártires se pintan, son de todos sin descanso acompañados de traiciones

- 151
monstruosas y de suplicios jamás ima- le permiten seguir á su tipo de estudio,
ginados; es, por ambas partes una sed á través de las más variadas situaciones,
insaciable de sangre y una tal crude- que le dan la facultad de sorprender sus
za de odio, que más parecieran fieras más ocultos pensamientos, que le habi-
enceguecidas que seres de linaje h u - litan, en una palabra para conocerle
mano; no brilla en el relato sombrío un amplia y profundamente. Flaubert, como
acto elevado ni un pensamiento no- el célebre naturalista que reconstruye
ble, el lector se siente fatigado ante un monstruo prehistórico con la única
aquella prolongada orjia sangrienta y ayuda de un fragmento huesoso, ha pre-
bien puede decirse que si el poeta de tendido infundir nueva vida y retratar
Croisset al hacer la descripción de esta de cuerpo entero á los héroes de una
contienda, albergó la intención ele ins- añeja historia, sin más apoyo que las
pirar odio profundo por esta exaltación nebulosas afirmaciones de las crónicas
de bárbaras pasiones, su intento fué antiguas y sin más guías que ese don re-
completamente conseguido y su inspi- constructivo, de que nos habla Michelet y
ración ampliamente realizada. que parece ser atributo exclusivo de las
Pero sobre la bajeza material de la grandes imaginaciones poderosas; el
guerra, del hambre y del saqueo, se poeta de Croisset no ha logrado su i n -
cierne en la novela de Flaubert toda tento, y asi debemos ver sin asombro esa
una intriga elevada y misteriosa en la debilidad ingénita de que sufren los tipos
que tienen su parte el amor, la religión individuales en Salammbó, debilidad que
y la fantasía; el conjunto de sucesos que les impide resaltar con vivo colorido de
proceden y subsiguen al rapto del Zaimph/ la uniforme trama narrativa; no deben
por Spenclius es una silenciosa lucha de extrañarnos tampoco ni la simplicidad
ideas y de tendencias que lleva en sí psicológica ni la impetuosidad irreflexi-
toda la oculta poesía que Salammbó en- va que los caracterizan, ni la escasa
cierra; las actitudes imperativas de Sha- suma de interés que logran despertar
habarim que envía á la virgen sagrada, en el lector, que no se siente unido á ellos
hacia la reconquista del precioso velo, por ninguno de esos vínculos espiritua-
la narración de la confusa teogonia que les que dan la semejanza de los destinos
envuelve en oscuro manto el alma del ó la comunidad de las ideas.
eunuco sacerdote de Tanit, las vacila- Mátho, el joven guerrero libio de
ciones, los ciegos temores que afligen atlética corpulencia, de rostro bronceado
á Salammbó, la lucha que sostienen en y de obscura cabellera, es sin duda algu-
su seno el amor humano y la mística ve- no el principal personaje de la obra.
neración hacia la diosa, la ignorancia Mátho es como Salammbó, un símbolo;
en que la virgen sacerdotisa vive sobre representa la ferocidad guerrera y e n -
su propio estado, todos estos matices so- carna el odio de la barbarie hacia Car-
bria y precisamente descritos, alcanzan tago. Su personalidad brutal y extraña,
á producir admirable efecto de conjunto; es la que en mayor grado cautiva la
di ríase también, que para suerte suya, atención; su influencia benéfica ó nefas-
algo de la comfusión y del misterio ta, su actuación vigorosa y enérgica, se
impenetrable que escudan el culto aus- adivinan en todo el curso de la obra. Es
tero de la diosa, se hubiera infiltrado el bárbaro de alma infantil, de abando-
en la narración, prestándole un encanto nada imprevisión, arrancado á laobscu-
lleno de mística unción y de delicado curidad de la selva primitiva y encegue-
sentimiento, cido ante une civilización no sospechada.
Difícil en extremo es emitir un juicio La vista de los tesoros púnicos excita su
sobre la estricta valía de los caracteres codicia nativa; todas sus pasiones de or-
que en Salammbó actúan; pertenecientes ganismo primitivo se sublevan vigorosas
todos á una época lejana y actuando en , ante la perspectiva natural de los goces
un medio desconocido, sus biografías próximos; pero el jefe númida ha visto
son fatalmente obscuras é imperfectas. en el festín á la pálida hija de Hamilcar
Para él escritor que intenta la pintura apaciguando la cólera salvaje de los
exacta del carácter moderno, surgen mercenarios, ha oído el eco de su voz
dificultades que reconocen como causa melodiosa acompañado por las sordas
principal, la creciente complicación de vibraciones de la lira religiosa, y ha
la existencia; pero él posee los datos que contemplado la ondulación misteriosa

— 152 —
de su cuerpo bajo el ropaje de púrpura el punto de que el lector olvida total-
y de seda; y desde ese momento, se con- mente su presencia, y dirige su atención
vierte en una única fuerza movida por hacia los hechos nuevos que con profu-
dos ideas que se funden en una sola: sión acuden á la vista.
conquistar á Cartago, poseerá Salammbó. Spendius, el griego mercenario, por
Indescifrable, enigmática, prestigio- sujastucia incansable y fértil,por su acti-
samente bella y misteriosa, ella es por tud incesante, es el resorte activo de la
su austera virtud y por su veneración hostilidad mercenaria; revelan todos sus
al sagrado Za'imph, el genio viviente de actos un tal intensidad de odio, una tan
Cartago, la encarnación palpable de su profunda convicción en el triunfo futuro,
gloria que luego se presiente, en aquel antiguo
Su juventud, oculta en los palacios os- esclavo, convertido en jefe de un ejérci-
tentosos, se consagra por entero al to, la vindicación de todas las energías
culto misterioso de la pálida divinidad viriles, por tanto tiempo desconocidas
nocturna; especie de Santa Teresa anti- en su pasada vida de bestia humana vil
gua, vive en una ignorancia absoluta de y despreciable.
las realidades externas y siente su Hamilcar, yergue su talla de estirpe
alma oscurecida por las concepciones superior, destacándose como organismo
teogónicas de un culto incoherente y vigoroso sobre el raquitismo moral de
complicado: su partida hacia el ejército sus connacionales y sobre la ignorancia
mercenario en busca del sagrado velo supina de los bábaros: Es el héroe épi-
que lleva entre sus pliegues la fortuna co de Cartago, el brazo armado de la
de Cartago, la señala como una visiona- soberanía; su inteligencia vasta y lumi-
ria exaltada por las insidiosas é impera- nosa, acompañada por la grandiosidad
tivas órdenes del eunuco Shahabarim. de sus triunfos, le revisten de un carácter
No es posible negar, que, á pesar de majestuoso que no desaparece ni aún
la inconsistencia de su individualidad y ante la crueldad refinada y la perfidia
de la incoherencia de algunos de sus habitual de sus acciones.
actos, Salammbó es una creación llena De los demás personajes, acaso solo
de poesía y de grandeza; se presta por Aníbal y Shahabarim merezcan una
la naturaleza especial de su carácter á las breve mención; el primero por el inte-
especulaciones de sutil encanto y de- terés que despierta la infancia de un
licada armonía que tanto agradaban á héroe enaltecido por el prestigio de ha-
Flaubert; adolece, empero de una imper- zañas ulteriores, y el segundo debido á
fección que afecta á la esencia misma de la complejidad inverosímil que le ha
la obra; Salammbó es una visión presti- prestado Flaubert, dándonos á conocer
giosa y brillante, pero efímera; es una el alma del sacerdote eunuco de Tanit,
luz pasajera que á relámpagos ilumina cuya fé vacilante y cuya situación lasti-
el escenario gris y monótono del drama; mosa le aureolan extraña y lúgubre-
la vemos imprecando su codicia á los mente.
mercenarios que devstan los jardines Sería interminable el citar todas las
de Hamilcar y dilapidan los inagotables bellezas que encierra la gran obra de
tesoros; dirigiendo sus preces á la Tanit Flaubert, cuyos lineamientos principales
etérea, desde las terrazas elevadas que acabamos de indicar; es en Salammbó,
dominan á Cartago dormida y silencio- sin duda alguna, donde el gran poeta se
sa; solicitando del gran sacerdote las pa- ha ostentado más vigoroso pintor y
labras de fé reconfortante; dirigiéndose más admirable estilista.
al campamento mercenario, sucumbien- La descripción, el estilo; hé ahí las
do ante la avasalladora impetuosidad fuentes inagotables de todos los encan-
amorosa de Mátho, ineludible como una tos que con profusión encierra Salamm-
orden de los dioses; abandonando, por bó; él primero es una armonía incesante
fin, la existencia, ante el espectáculo ate- y multiforme que se revela en la ondula-
rrador de los suplicios sufridos por su ción rítmica de la frase; cada una de sus
amante, en la venganza insaciable de partes es producto de una empeñosa l a -
Cartago triunfadora; pero, pasados estos bor de orfebrería y las amplias ondas
episodios en los que Salammbó juega un verbales de sus periodos cristalinos, de-
rol preponderante, su figura se desvanece leitan y mecen el espíritu en una indeci-
por completo y su acción se anula hasta ble sensación estética.

— 153 —
Salammbó es, ante todo un resultado la admiración que el lector siente ante la
del estudio y del ensueño; existe en sus invocación nocturna de Salammbó hacia
páginas el fausto descriptivo,y la opulen- la deidad que esparce su luz azulada so-
ta mise-en-scéne, que le dan los caracte- bre la superficie del golfo inmóvil y
res de una ópera en prosa', derrama á rau - tranquilo?
dales el tesoro inagotable y desordenado « Que tu tournes légérement, soutenue
de la encantadora y única belleza; es par Y éther impalpable....» Tu es Man-
una fiesta continua de la imaginación y che, douce, lumineuse, immaculée, puri-
del estilo, una orgía del color, un derro- fiante, sereine.»
che de potencia descriptiva; es el mara- ¿Qué decir del rapto del velo sagrado,
villoso resultado de una incomparable del Zaimph intangible, «á la foisbleuá-
potencia de visualización. tre comme lanuit, jaune comme l'auro-
Todas las dotes de un pintor concien- re, pourpre comme le soleil, nombreux,
zudo ó inaplicable consigo mismo, todas diaphane, étincélant, léger?»
las fuerzas únicas de evocación, Flaubert Sólo leyéndolas pueden comprenderse
ha querido emplearlas como joyas de en todo su valor, las opulencias exóticas
inestimable precio para engalanar sus de los templos de Tanit y de Baal-Moloch,
maravillosos de cuadros del oriente; cua- sólo leyéndolas se siente el extraño en-
dros que en Salammbó se suceden como canto que desprende la ceremonia de la
en una galería jamás soñada; citarlos, consagración de la serpiente por la s a -
sería hacer la transcripción de los libros cerdotisa de Tanit; no hay términos que
y por tal causa nos limitaremos á indi- expresen á satisfación, cuan admirable
car los principales. de colorido local es la escena en la carpa
La escena inicial de la obra, el fes- de Mátho, cuan intensamente resplande-
tín en los jardines de Hamilcar, produce, ce el horror de una religión bárbara en
en el lector, el deslumbramiento con que los cruentos suplicios que apaciguan la
el sol castiga á los que se atreven á m i - cólera delMoloch-devorador, cuan clara-
rarlo frente á frente; deslumhra la fuer- mente resalta la tradicional crueldad
za del color local, fatiga intensamente cartaginesa en los suplicios atroces de
la barbarie de las escenas, la animación Mátho.
prodigiosa de aquel cuadro rebosante Thivier, que en una tela magistral ha
de vida y movimiento; admira la am- pintado la escena del desfiladero de la
plitud visual del escritor que no descuida Hacha ofreciendo á la vista la atrocidad
el conjunto en la esmerada labor del de la venganza púnica; Suraud, que ha
detalle; aún en el primer capítulo se en- trasportado al lienzo los accidentes de la
cierra la descripción del alba en Carta- batalla de Macar y el masacre de los
go, modelo de clásica y perfección y que bárbaros por Hamilcar, no han hecho
no reconoce precedentes en su admirable otra cosa que sentir intensamente la des-
verdad, en su insólita riqueza, en su ini- cripción Flaubertiana; porque ella lleva
mitable poesía. en sí, como inseparable carácter, una
«Mais une barre lumineuse s'éleva exhuberancia de vida, de color, y de
du cótó de l'orient» «A gauche, tout en movimiento que hacen fácil y distinta
bas, les canaux de Mégara commen- su visualización por el lector y aún más
caient á rayer de leurs sinuosités blan- por el artista.
ches les verdures des jardins . » Salammbó ha dado plena satisfacción
El capítulo inicial termina con un al temperamento literario de Flaubert;
cuadro breve, pero admirable de preci- ha realizado un ideal por mucho tiempo
sión intensa. Mátho inmóvil contempla soñado; ha unido la realista precisión en
á lo lejos un punto del espacio; un pun- el hecho insignificante, en el detalle ni-
to de oro centelleante; «Un point d'or mio, al desenfreno más completo en la
tonrnait au loin dans la poussiére sur la concepción general; ha rendido su t r i -
route d'Utique;» «c'était le moyeu d'un buto á la admiración universal por el
char attelé de deux muleta». En él par- Oriente, y le ha prestado además una
te Salammbó, llevando entre sus manos vida y un lujo armonioso inusitados.
la encadenada voluntad del jefe libio Un pueblo y una época, que fueron el
que desde ese dia vive presa de una obse- reino absoluto de la avaricia y de la
sión continua. venganza; una religión atroz, y salvaje;
¿Qué frases serán dignas de expresar un estado pasional de exaltación furiosa;

— 154
una implacable y refinada crueldad do- de su estilo, del colosal trabajo arqueo-
minando todas las acciones, he ahi lo lógico que sus páginas implican, de la
que ha elegido Plaubert para satisfacer novedad atrayente en la forma, Salam-
su instinto misantrópico, su atracción mbó es un precioso documento que utili-
hacia lo lúgubre, su manía de pesimismo zaremos en tiempo para el análisis espi-
ardiente y concentrado; por otra parte ritual del gran escritor que nos ocupa.
forzoso es confesar que su intento se ha Mayo de 1907.
realizado plenamente; y por este motivo
es que aparte de los méritos que derivan JUAN ANTONIO BUERO.

^J^^^-^*-H"
T*

(o
8

DISPOSICIONES GENERALES Es en esto que consiste la distinción


ya célebre, entre el juicio posesorio y el
Las acciones posesorias se conceden juicio petitorio, admitida en casi todas
por la ley con el objeto de conservar ó las leyes civiles de los países civilizados,
recuperar la posesión que se tenga sobre regla fundamental que se ha comple-
una cosa, sin otro antecedente que la mentado con el principio según el cual
preexistencia de esa posesión, sin que el juicio posesorio tiene siempre priori-
sea necesario justificar el derecho á dad impidiendo la discusión en el petito-
la propiedad de ella, y aún cuando rio con el cual jamás puede acumularse
estuviera,probado que no se tiene seme- (288 y 1200). . .
jante derecho, que será materia ele otro No es de oportunidad discutir si la ci-
juicio distinto, una vez resuelto el p r i - tada distinción entre la propiedad y la po~
mero. sesión es de derecho natural ó de derecho
positivo, pero desde luego parece difícil
concebir la justicia estricta de una regla
(1) El artículo sobre «Acciones posesorias» que según la cual las consideraciones debi-
publicamos en el presente número forma parte
de unos apuntes escritos hace varios años por el das á la posesión retardan el reconoci-
doctor José A. de Preitas, Catedrático de Proce- miento del derecho del propietario. Por
dimientos Judiciales 2.° curso en la Facultad de lo mismo esa distinción sólo puede basar-
Derecho, y que le sirven de base para sus nota- se en el derecho positivo y éste á su vez
bles explicaciones de clase. No dudamos que la
publicación de estos trabajos será de gran utili- en la utilidad y conveniencia que existe
dad para los alumnos del distinguido profesor, en establecerla como base del procedi-
así como para todas las personas que se intere- miento.
sen por las cuestiones procesales. La discusión sobre esto está agotada.
N. de la R. La objeción más seria hecha al sistema

— 155 -
es la de que separando el juicio poseso- articulo 28 según el cual «debe conocer
rio del petitorio se multiplica inútilmen- el juicio posesorio sobre bienes inmue-
te un proceso que debe ser único, como bles el del lugar ó sección en que esté la
lo es el objeto sobre que recae, dando cosa litigiosa» y en cuanto á la persona
así lugar á dos juicios sucesivos con el contra quién puede dirigirse, menciona
recargo de gasto consiguiente. Se creyó el articulo 1184, no solo al usurpador
por ello en algún tiempo mucho más ex- mismo, sino también á toda persona cu-
peditivo reunir ambos juicios en uno ya posesión se deriva de la del usurpador
solo, sin perjuicio de que el Magistrado por cualquier titulo, «que es precisamen-
que entendiera en él dictara reglas res- te la característica de todas las acciones
pecto de la posesión. reales (242); de modo que no cabe duda
Este fué el sistema de la antigua l e - de que por lo menos es real la acción
gislación romana. para recobrar la posesión. Teóricamente,
Aparentemente la fusión del petitorio teniendo en cuenta que si la posesión es
y posesorio reduciría el número de los protegida es sólo por que es presunción
procesos, pero en realidad empeoraría de propiedad (624, inciso 1.° Código Ci-
la situación de los litigantes. De todos vil), Mattirolo considera real la acción
modos bastaría una sola observación para conservar la posesión (I, N.° 256),
para aceptar las acciones posesorias tal y real y personal á la vez la acción para
cual las legisla nuestro Código, y es la recobrarla en cuanto tiende á reprimir
de que suministran un medio rápido y el hecho ilícito del despojo, sin tener en
expeditivo de resolver sobre multitud de cuenta el derecho del despojado á la
pequeñas usurpaciones que de otro modo posesión de la cosa (N.° 289). Veáse. Gar-
pasarían desapercibidas ó serían reme- sonnet I página 596.
diadas demasiado tarde, cuando el mal
no tuviera posible reparación; repara-
ción que será inútil buscar en la ley ARTÍCULO 1171
penal, obligada á seguir una marcha
lenta en la difícil tarea de la comproba- Solo pueden utilizarse las acciones pa-
ción del delito. ra reivindicar la posesión de bienes
Por otra parte los efectos que atribu- raíces ó derechos reales constituidos en
ye la ley á la posesión (624 del Código ellos, quedando así suprimidas las accio-
Civil) bastan para evidenciar la impor- nes posesorias sobre bienes muebles que
tancia de las acciones destinadas á tute- admitía nuestro antiguo derecho (Ley
larlo especialmente. Desde luego al p o - 10. título 10 parte 7.a). Tanto en el dere-
seedor se le presume dueño, mientras no cho civil francés (2279), como en el ita-
se pruebe lo contrario cuando posee de liano (707), la posesión, tratándose de
buena fé y hace suyos los frutos percibi- bienes muebles, produce en favor del
dos hasta el día de la contestación á la tercero de buena fé el mismo efecto que
demanda sobre la propiedad. Si á esto se el título, y en consecuencia no se admi-
agrega que el poseedor en el juicio p e - ten acciones posesorias sobre ellos que
titorio debe tener necesariamente el rol se fundarían así en una distinción «ex-
de demandado, arrojando así sobre su traña á las cosas cuya posesión engendra
adversario el peso de la prueba, quedará inmediatamente la propiedad» (Garson-
demostrada la importancia enorme que net I página 572; Mattirolo LN.° 206-
tiene el juicio posesorio como preliminar Entre nosotros la posesión no la falta de
del juicio reivindicatorío, auque sean de título (1186 del Código Civil) y en conse-
carácter provisorio las sentencias que cuencia ha debido concederse por lo
se dictan en aquel (1181). menos la «acción de despojo.»
Las acciones posesorias se han consi- El despojado puede ejercitar sólo la
derado reales dentro de nuestra legisla- acción reivindicatoría (651 del Código
ción. La controversia tiene importancia Civil) contra el poseedor ó contra el que
para decidir contra quién debe dirigirse dolosamente dejó de poseer (659 Códi-
y cuál es el Juez que debe entender en go Civil); ó las acciones penales conce-
ella, y ambos puntos los decide el Códi- didas por los artículos 369,372 y 386 del
go de una manera expresa en los a r t í - Código Penal.
culos 28, siguientes, 1173 y 1184. Respecto Hay derechos reales que no son sus-
de la competencia prevalece la regla del ceptibles de acciones posesorias, como

- 156-
las servidumbres inaparentes y disconti- prevalecer aun en los casos de acciones
nuas, mencionadas por vía de ejemplo en posesorias relativas á los bienes de un
el artículo 634 del Código Civil, y que áb-intestato, dada la circunstancia de tra-
sólo pueden constituirse en virtud de tarse de una regla especial de competencia
título. que constituye una excepción á la regla
La posesión aún inmemorial no basta general del art° 1144, que atribuye al Juez
para suplirlo (608 Código citado), porque del ab-intestato, el conocimiento de todas
no pueden adquirirse por prescripción, las demandas contra los bienes del di-
resultando así la posesión de ellos legal- funto. En los juicios posesorios la prueba
mente precaria, (Mattirolo, I, N.° 253). más decisiva se obtiene con los recono-
Pero como esa presunción debe cesar cimientos ó inspecciones oculares, que
desde el momento en que se presente el frecuentemente no podría practicar otro
título constitutivo de esa servidumbre, no se que no fuera el del lugar; de todos mo -
aplica la prohibición de iniciar, en tal dos es allí, en el pasaje donde está situa-
caso acciones posesorias, consignado por da la cosa, donde recogerán más fácil-
nuestro Código Civil, que se ha separado mente los interesados los elementos de
sobre ese punto del derecho francés prueba necesarios para la demostración
(Carré 1. v. 101 bis) y del italiano (Matti- de sus derechos.
rolo, I, N.ros 258 y 298).
No hay acciones posesorias respecto
de bienes que no están en él comercio de los ARTÍCULO 1174
hombres, como los bienes de uso público.
Tales biene no son prescriptibles (1167 Es ésta una disposición cuyo texto es
del Código Civil); su posesión no puede bien claro por cierto; pero que rompe
hacer presumir el dominio, pues tiene con el sistema aceptado por el Código
los caracteres de una detención que no al reglamentar las acciones posesorias.
confiere derecho alguno. (Articulo 690 Dentro de las legislaciones que exigen
del Código Rural.) un año completo en la ocupación de la
cosa, para acordar el derecho de inter-
poner cualquier acción posesoria, se j u s -
ARTÍCULO 1172 tificaría la exigencia desde que no había
razón alguna para admitir la demanda
Para que pueda iniciarse la acción que formule quien no tiene derecho de
para conservar la posesión basta que el posesión. Mientras ese año no transcurra
tercero realice cualquier acto arbitrario su acción no puede prosperar porque,
que perjudique la posesión tranquila del dirigiéndose contra un poseedor antei-ior,
actor. Hay privación injusta de la pose- puede este pedir que se le reintegre en
sión siempre que la ocupación de la cosa la posesión usurpada por el actor, mien-
se realiza contra la voluntad expresa ó tras el año no transcurra. Dentro de
presunta del poseedor, pues este artículo tales legislaciones no habría regla algu-
debe armonizarse con el inciso 2o del na para decidir ciertas dificultades en
arto. ii85. los casos de despojos sucesivos que no han
Las penas de la ley son en el caso las permitido á ninguno de los poseedores cum-
que consignan los artículos 392 y si- plir un año en la posesión, que es la base
guientes del Código Penal. indispensable para el ejercicio de las
acciones posesorias.
Entre nosotros la posesión, aun de
ARTÍCULO 1173 breves días debe ser respetada siempre
(1176 y 1185). Nadie está autorizado para
El ju«íz competente para entender en hacerse justicia por su propia mano, en
esta clase de juicios es el del lugar ó los casos en que puede y debe recurrir á
sección en que esté la cosa litigioso, se- la autoridad.
gún su importancia, de acuerdo con la El hecho de haber sufrido un despojo
regla general del art° 28. Bajo este aspec- anterior no debe acordar el derecho de
to el legislador considera reales las ac- perturbar al despojante en la posesión
ciones posesorias, como se ha observa- bien ó mal adquirida, pero á la cual la
do ya. ley atribuye consecuencias jurídicas
La competencia del Juez local debe pues resulta útil desde que cesa la violencia

— 157 —
ó la clandestinidad (637, Código Civil), pojo, y si ese término expira, no pueden
aun para los efectos de la prescripción. ser admitidos á invocar una posesión
(Íl73, Código citado). que han perdido debiendo discutir en
Resulta asi una verdadera anomalia: juicio petitorio sus derechos a l a propie-
El despojante que no ha permanecido dad de la cosa. Carré I, pág. 96.
un año en la posesión tiene que soportar La acción para conservar la posesión
los actos de perturbación del anterio r se prescribe al cabo de un año completo, con-
poseedor, pero si ellos se hacen más gra- tado desde él acto de la perturbación (inciso
ves, llegando hasta consumar violenta- 2.° art. 637 Código Civil). Puede suceder
mente la Usurpación, tiene la acción de que se trate, no de un acto aislado, sino
dmpojo ( i 187), que no es posesoria, pues de una serie de actos de perturbación,
permite discutir después más amplia- realizados en días distintos, y surge en-
mente el derecho de posesión, pero cuyo tonces la duda respecto del punto de
efecto inmediato es la restitución del partida de la prescripción. La cuestión
actor en la ocupación de la cssa. no puede resolverse sino teniendo en
s tAfto completo» El dia en que em- cuenta la naturaleza de esos actosde
pieza á correr la prescripción se tiene pertubacion. Si los primeros no son sino
por entero, pero el último debe cumplir- preparatorios de los demás, el último será
se en su totalidad. Articlo 1177 Código el que constituye en realidad la pertur-
Civil. bación y desde que la realice debe con-
tarse la prescripción; pero si los actos
posesivos no son más que consecuencias
ASTÍCULO 1175 o manifestaciones de la perturbación i n i -
cial, será ésta la que deba tomarse como
El derecho de posesión, con las cosecuen- punto de partida para computar el tér-
cias que le atribuye^ el inciso 3.° del Art. mino de la prescripción. Cuando entre
624 del Código Civil, se adquiere por el todos los actos no exista relación algu-
transcurso de un año completo en la po- na, cada uno de ellos debe ser conside-
sesión, pública y tranquila del predio, y rado como una perturbación distinta y
de ahí que se pierda en el mismo espacio por consiguiente, pueden servir de base
de tiempo, que basta para que un segun- aisladamente para ejercitar la acción
do poseedor haya sustituido al primero. posesoria, contándose el término desde
(63/ y 65) Código citado). Es pues indis- que se realizó el último. (Mattirolo I, nú-
pensable que aquellos que tienen ó han meros 263 y siguientes).
tenido la posesión, si son perturbados ó
privados de ella, interpongan sus aciones JOSÉ A. DE FBEITÁS,
dentro del año de la perturbación ó des- Catedrático de Procedimientos Judiciales
8.° curso en la Universidad de Montevideo.

fl-íH

- 158-
(i (sal ¡RÍsa) ¡i}¡ ( 9 * jft (9 siffiIsa

SOBRE DETERMINANTES
(CONCLUSIÓN—VÉASE EL N.« 14 )

Línea recta Multiplicando por —1 las dos últimas


columnas y la primera linea, resulta
XXXII. Siendo o eZ ángulo de dos ejes y 1 COSx COS¡3
a.y$loB que ana recta forma con ellos, para COSa 1 COSO = 0 .
que la recta se encuentre en el plano de dichos COS.S COSO 1
ejes, es necesario y basta que se verifique
Tal cual queríamol demostrar.
1 COSa COsS NOTA. La condición enunciada se pue-
COSX 1 COSO --0. de expresar también así (1)
cosS coso 1
sen2e=iCQs2a-}-cos2[3-~ 2cosacos£coso. (G)
SeaOl(fig.l) XXXIII. Para que tres puntos (ay/),
la recta que for- O^iV) y (%i"y"), estén en línea recia es nece-
ma con los ejes sario y basta que se verifique
OXy O Flos án-
gulos a y % y
sea o el ángu- =0. (1)
lo XOY.
Fig. 1. Trazando por Sean
un punto cualquiera A de la recta, la AP
paralela á OYs se tiene un triángulo AOP C+Ax -i-By =0
cuyos ángulos son C+Ax' -f _Bz/' = 0
AOP=OL; OAP=$; OPA—\S0°—6.
C+Ax"+By"=0
las ecuaciones de tres rectas pasando
Y sabemos (XXX) que entre estos án- por los puntos indicados en el teorema.
gulos existe la condición de Para que estas ecuaciones homogéneas
—1 COSO. COS¡3
COSa —1 —COSO =0. (1) Calcúlese el determinante por la regla de
COSJ3 —COSO —1 Sarrus, ó por los determinantes menores.

— 159 —
con relación á C, A y B puedan verifi- Y comparando esta ecuación con la
carse por unos mismos valores, es nece- (I) fácilmente, y con toda elegancia, se
sario que tomando como incógnitas d i - saca
chas cantidades C, A y B, se cum-
pla (XXVIII) x'+ta" y'-t-V
1+A ; y- - 1+A
1 x
1 tí =Q.
1 tí PROBLEMA. Rallar la distancia de un
punto (a^V) <* una recto dada Ax-\-By
NOTA. Esta ecuación es al mismo + C=0.
tiempo la de una recta que pasa por dos
puntos dados.
XXXIV. Para que tres rectas dadas por
sus ecuaciones se corten en un mismo punto,
es necesario que el determinante de sus coefi-
cientes sea nulo.
Suponiendo que
A x-{-B y+C —0
A,x+B'y-{-Ci=0
A"x+B"y+C"=0
Fig. 2.
son las ecuaciones dadas, como ellas de-
ben ser satisfechas por una misma solu- Sea P (fig. 2) el punto dado (x^yj, MN
ción, la del punto de encuentro, es nece- la recta dada Ax+By-\-C=0. Hay que
sario que se cumpla (XXIX) hallar PQ=p.
Representemos por a y p los ángulos
A B C que respectivamente forma la PQ (pro-
A' B> V = 0 longada) con los ejes OXy O Y, y por 6
A" B" C" el ángulo conocido YOX de los ejes.
Tracemos por P una paralela RS á MN,
como queríamos demostrar. y las WH y JV'/paralelas á su vez á PQ.
XXXV. Las coordenadas de los puntos De la construcción resulta
de una recta que pasa por dos puntos dados 1.° Que la recta RS paralela á MN
{x^y*) (x^'y"), se hallan por las fórmulas produce las siguientes igualdades
X:
tí+lx" y'+V A , A ,0)
1 + A ' y--
~ 1+ A ? y=~-jf> y——^
en que les un número cualquiera. ó Jaj+By=^'+J5y,=—C.
Tenemos (XV) la siguiente identidad
2.° Que
0 0 0
1 tí «/' = 0 .
1 ¿c" y'
Si á la primera fila de este determi-
nante agregamos las dos últimas multi-
plicadas respectivamente por 1 y por A,
se hallará
1+A tí+te" y'+V
1 tí y' =0.
1 tí' y" (1) Suponiendo uá'íc'+B'i/'+C^O la ecuación
de la paralela y haciendo aquí C = 0, resulta
Dividiendo la primera horizontal por A'
1 + A , se obtiene en seguida -áV+l?y=:0, ó y'———x\ Operando del mis-
B
tí+\x" y ' + y mo modo en la ecuación dada, se obtiene y=~~ ce,
1+A B
tí í+r =o A' A
pero —y—-, luego quedan comprobadas las
B B
tí' yy\ igualdades escritas.
— 160 —
Ax'+By'+C a, ¡3, a' y ¡3' que ellas forman con los ejes
N'R^zb'—b-- coordenado*. (1)
B
Trazando por el origen O dos rectas
Después, en los triángulos M'S'H y paralelas á las dadas, no habrán cam-
iV'/is!' se encuentra biado p a r a nada los ángulos dados, y
siempre será y el ángulo de las rectas.
M'R—p=zM'8'cQB8'MH=z{a>^«)cosa; W
Tomemos sobre la primera recta OM=l9
N'I=p=N' R'cosINR'=(b'— b)cos°>; y representemos por x é y las coordena-
das del punto M (y=MP). Proyectemos
de donde después el largo OM y la q u e b r a d a
Ap Bp OP-\-PM sucesivamente sobre la segun-
cosa= da recta y sobre los dos ejes coordena-
dos. Se tendrá así
La relación (G) del principio XXXII cosy—¿rcosa'—?/cos[3'=0;
da lo siguiente cosa— x —z/cosO = 0 ;
0 cosa cosj3 cos¡3—írcosO—y =0.
sen 2 e=:— COSa 1 COSO
Tres ecuaciones no homogéneas con
cosíi coso 1 dos incógnitas x é y que p a r a ser c o m -
Sustituyendo los valores de cosa y patible tiene que verificarse
cos(3 y dividiendo después la primera fila cosy cosa cos¡3
y primera columna por COSa 1 COSO =0,
COS(3 COSO 1
P
Ax'+By' + C ecuación que nos da el valor de y por su
coseno.
quedará
0 A B Superficies de las figuras planas
sen2o=— p A 1 coso
{Ax'+Btf+O* 1 B cos6 i PROBLEMA. Hallar el área de un triángulo
c
en función de sus tres lados a, b y c.
de donde Se tiene 2Sz=bcsenA, lo que da
0 A B 4S2=b0'c0-sen-A=b*-c2a—cos*á)
(Az'+By'i-Crsen-o A 1 coso
=&V—&Vcos*4:
B coso 1
r=A-+£-—2ABcosO; y por lo tanto

y por consiguiente t,s bccosA


bccosA b*
(Ax'~\-By'-\-C)seM
P
Multiplicando por 2 cada u n a de las
~±\'A*+lP~-2ABco8o' filas y teniendo presente la fórmula
2¿ccos/í=& 2 -f-c 2 —a 2 , se tendrá
Si el punto P fuera el mismo origen
sería x,=y'=0, y entonces 16S2-. 2c2 P+c^—a
& -f-c2-«'2
2
2&2
Csene 1 — c- —b-
p-. 0 2c2 &2-f-c2— a2
•+- \/~A*+B*— 2! Jocoso
0 ^.-f c 2—a 2 2&2
PROBLEMA. Hallar el ángulo y que forman
entre sí dos rectas, conociendo Jos ángulos Agreguemos la primera línea á cada
u n a de las siguientes, y cambiando d e s -
pués los signos de las dos últimas colum-
nas, se verificará
(1) Los ángulos a y [3 que aquí empleamos son
los suplementos de los que se usaron en la fór-
mula que en seguida se utiliza No hay altera-
ción en los signos por razones que fácilmente (1) Los ángulos a y [i pueden ser conocidos
verá el lector. por sus coeficientes angulares.

— iói — 3
c b- El triángulo es el M^l^M^ (flg. 3)
16S2= — c- a^—c
1
siendo las coordenadas de M1 (x¡, ?/,), de
1 a9_£2 _^3 M% {xa, </2) y de M9 (xs, £/..); el ángulo
YOX ele los ejes es e. Se tiene
y también
2 SupMtM0MS = 2MXPVP^
0 0 1 0 + 2 P 8 P 3 i¿, M9- 2P 2 A/a MXP±
1 0
c- rj 2
16S*=
c2
1 —c 2 a2 — C =(y1+y8)xP8J2+(y8+ys)xP8S
&2
1 a3—&2 -&2 —(y 9 +y0xP 9 i2
0 1 0 0 =(yi+2/ 8 X« 8 —*i) sene (1) +(y&+ys)
1 0 c2 &-
1 c2 - c 2 a 2 -c2 ($»—íc8)sen6—(y2+2/i)(^2—a?j)sen6
1 &!> a2__&3 _ &2

Agregando ahora la segunda columna "(^2+2/1) '^2—^1)} senf) -


á cada una de las dos siguientes, se
tendrá Efectuando las multiplicaciones den-
tro de llaves, simplificando y volviendo
0 1 1 1 á factorear, se saca
2
16£ =— 1 02 c2 6a
1 c O a~ 2S= { i / ^ x l - u- 2 xl)—y 9 (a; 8 xl— ^ X i ]
I 6a a2 O
+í/ 3 (a; 2 Xl—fl^Xl)} sene;
que á su vez da
ó bien
Oa b c
a Oc b 2/i z •J-'i Vi
16^= b c 0 a 25t seno=r. x^ y&. seno.
2/2 a,',
c b a 0 2/3 #£ ^ 3 y-3

Y por último, Y en ejes rectangulares


l6S 9 =£(í»+&-fc)x2(a-h&—c)x2{a-b+c) (2)

X2(&+c—a); 25= y%
de donde llegamos á la conocida fór-
PROBLEMA. Hallar el área de un cuadri-
mula látero en función de las coordenadas de sus
cuatro vértices.
Unamos el vértice (#„, y.2) con el (a?4, yá);
PROBLEMA. ífaíí -r el área de un triángu- y representando por 2b el área del cua-
lo en función de ¡as coordenadas de sus vér- drilátero y por 2tf y 2 y las áreas de los
tices. triángulos que forma la diagonal traza-
da se tendrá
xx yi
2S=2Si+2St'-- Xa y%
x
± yi
%» Vi
+ %s y§
x
seno.
i yi
Pero teniendo presente que el trape*
ció que forman las coordenadas de los

(1) Puesto que en el triángulo rectángulo


P^H, se tiene P3#—PSP? sen HA P3.
(2) Cuando este determinante fuera nulo, los
(1) Hallada por determinantes, esta fórmula, tres puntos dados estaran en línea reeta
no es más que un lujo de la cieneia: por cual- (XXXIII1. Nótese que antes prescindimos del
quier otro método se llega más pronto á ella. signo de 23.

— 162 —
vértices comunes con el eje de las x XXXVI. La condición para que una cir-
queda eliminado en Ja suma algebraica cunferencia pase por tres puntos dados, pue-
de las cuatro áreas trapezoidales respec- de expresarse senciRam-.ntepor un determi-
tivas, resulta que los determinantes me- nante.
nores donde entren como elementos Admitiendo, como se ha hecho hasta
(»«* V«) y G»4, 2/J se anulan, y por consi- ahora, que los puntos vienen dados por
guiente sus coordenadas, se tendrá el siguiente
sistema
0 xt Vi 1 a?a V2
2fc 1 x2 y* -r- 0 xs y.A seno; (x'^x'y'cosQ+y'^a+bx'+cy'+l^O,
1 X. Vi 1 ^ 2/4 (x"i+2x"y> 'cose-f-y"s)a ±brf'+cy"+1=0,
ó bien (x'" 2 +£r'V'cos8+y" 2 )a+^'"+c?/'"
+ 1=0,
1 0 a?! y1
0 U 2 «/.> que junto con la ecuación (K) forma
28= 1 O %« yñ seno. otro sistema de cuatro ecuaciones con
0 1 a¿ yé tres incógnitas a, b y c; pero en tal caso,
se tendrá (XXIX)
Y en ejes rectangulares
x2 -\-2xy cosO-f?/2 x y 1
1 0 x1 yx x'2 +2afi/ COSG+z/'2 ti tf 1
2fc
0 1 Xa y2 x"2 •+2xJ'y" cose-f-2/"2 x" y" 1
1 O xs y& ^" 2 +2íc"y"cos6+y" 2 x"' y"' 1
O 1 xá y¿
Este determinante á la vez que expre-
NOTA. Puede desde ya sospecharse sa la condición anunciada, es al mismo
todo el partido que se puede sacar de tiempo la ecuación de un círculo que
estas fórmulas para obtener el área de pasa por tres puntos dados
un polígono cualquiera. Pero discúlpe- NOTA. En el caso de que la ecuación
seme que no insista sobre ello, porque no represente precisamente una circun-
ya lo 1 e tratado con alguna atención en ferencia, sino uno cónica en general, el
un largo trabajo que acerca de las áreas lugar quedará determinado cuando se
de las figuras planas publiqué hace al- conozcan cinco puntos por donde deba
gún tiempo en los Anales de la Univer- pasar. El determinante correspondiente
sidad. será entonces de sexto grado.
XXXYII. La condición para qite una
Curvas de segundo grado recta sea tangente á una cónica, puede ex-
presarse por un determinante de cuarto
Las condiciones necesarias para que grado.
la ecuación de segundo grado Representemos la ecuación de la cóni-
Ax*+Bxy+Cy°--\-Dx+Ey+F-=0 (J) ca por

represente una circunferencia, son (en- Ax-+2Bxy+ Cy-+2Dx+2Ey-ffaO, (J)


tre otras) y la ecuación de una recta por ax-j-by
A=C; B=2Acosü=2CcosO. -f-f=0.
Si esta recta ha de ser tangente a
Reemplazando los valores de C dedu- aquella curva, es necesario encontrar
cidos en función de .4 en la ecuación (J), una solución común á dichas ecuacio-
factoreando y dividiendo después por F, nes liliminando y, resulta
resulta
(b2A—2Bab+ Ca2)x°-+2(Cac- Bbe+Db*
A D E —Eab)x+(Cc+Fb2—2Ecb)=Q;
~(x2+2xycosü+y )-f ~x+~y+l=0.
que resuelta con relación á x da como
A D E cantidad subradical, después de desarro-
Y representando — por a, - por o y - llada,

por r, se tendrá . a'\E*- CF)+b%D*—AF}-\-c-{B*-AC)


+Zbc(AE-DB)+2a* {PC—BE)
(.z a +2^coso+¿/-)a4-^-f-6^+1=0. (K) +2ab(BF—ED)=zO,

— 163 —
10 que equivale al determinante simé- tan inmensa que quieren darles algunos
trico autores? Indudablemente que sí. cuando
0 a b c los determinantes se aplican al cálculo
a A B D =0. desprovistos del oropel que suelen p r e -
b B C E sentar ciertas partes de la ciencia mate-
mática (1). Cito como modelo el siguien-
c D E F te caso : Hallar la < citación de la recta que
NOTAS.—1.a Esta igualdad no expresa pasa por dos puntos dados (x',y'), (x",y").
nada más que una condición, esto es, Sin determinantes. Por el hecho de
que cuando ella se cumple, la recta pasar la recta por el punto (x', y') se cum-
ax-{-by-\-c=zO es tangente á la cónica. plirá la ecuación
2.a La 1.a horizontal y la 1.a vertical
junto con el cero, son los coeficientes de y—y,=a(x—x'),
la ecuación de la recta, y el resto del en que a es indeterminada; pero debien-
determinante, ó sea el complemento do también pasar la recta por el punto
A B D (x"y") se verificará la identidad
B C E y" -- y'=za(x"—x')
D E F
respecto á las variables, generales x é y.
de dicho elemento nulo, el discriminante (Y) Esta identidad suministra el valor de a
de la función dada, hecha homogénea, que sustituido en la primera ecuación
esto es, que los términos sean d^l mismo da de inmediato la solución clara y sen-
grado respecte á las variables, sin h a - cilla del problema.
ber ninguno independiente de ellas. Con determinantes. Véase la solución
3 a N<>TA GENERAL. Por razones de bre- en el principio XXX II, perfectamente
vedad y de que además la aplicación de legítima y elegante, pero que no lleva al
los determinantes tiene bastante de pa- ánimo del alumno la claridad de a a n -
recido alo ya expuesto, suprimo algunas terior.
aplicaciones de la teoría desarrollada Pero esta circunstancia, y otras más
en estos artículos, á la Geometría Analí- que se podrían citar, no quitan el méri-
tica á tres dimensiones. to á la teoría de los determinantes, pues-
to que en una obra la exigencia de la
CONCLUSIONES unidad de plan justifica muchas veces
la aplicación de una teoría, en ciertos
He llegado casi al fin de mi trabajo, casos, más ó menos complicada.
pero gracias á las deferencias que con- Después, en lo relativo al área de un
migo han tenido los varios Directores triángulo en función ele las coordenadas
que sucesivamente han ido consagrando de sus vértices, que parece tan sencilla
caudales de inteligencia y de buena vo- encontrar por medio del determinante
luntad para tener siempre á la altura 1 x1 yt
que se merece la bandera de «La Evolu»
ción.» Asi que mediando tales deferen- 28= i x.2 y¡¿
1 xs y.¿
cias trataré de alcanzar la meta, hacien-
do en un breve resumen las Conclusio- hay que tener presente que no debe h a -
nes anunciadas. cerse la ilusión completa de tal senci-
¿Tienen los determinantes esa ventaja llez, por cuanto los valores que en la
práctica tienen semejantes coordenadas
son grandes, ó mejor dicho, están expre-
(1) Se llama discriminante /\ de una función sadas por números comunmente de mu-
homogénea á n variables, la resultante de sus chas cifras
derivadas tomadas con respecto á cada una de
sus variables. Es muy útil el conocimiento del
discriminante para conocer si la ecuación (J) re-
presenta una elipse, una hipérbola ó una pará-
bola. 0Siempre que C/\ es mayor que ceromy_ (I) Ejemplos: la aplicación de los Complemen-
¿ A < el lugar es una elipse rea ; si A § 0 tos logarítmicos sin tablas que los den directa-
pérbo a real; A§0- parábola real; debiéndose mente; el método de Bezout, aun mumo modifi-
cumplir2 en los tres casos respectivamente cado por Gérgonne, para resolver un sistema de
4C—£ >0, AC— B 2 <0, AC—B2=0. ecuaciones; etc., etc.

— 164 —
Además, no creo que la Geometría ya como nuevo y último ejemplo, el que
Analítica de (se pueden poner numero escribe este artículo conoce varios m é -
sos autores , sin determinantes, sea más todos para resolver sistemas de ecua-
complicada ni menos general que la de ciones de primer grado, para resolver
(aquí también muchos autores), con de- ecuaciones de segundo grado, para de-
terminantes; porque en algunos casos mostrar diversas proposiciones de Geo-
no es más útil que digamos escribir las metría (1) y de Trigonometría, y en di-
fórmulas de transformación versas ocasiones se ha preguntado: ¿cuál
de esas varias elige para la demostra-
¿c'sena-f-^'sena ción en en el caso correspodiente? La
y—-—-— j respuesta natural sería: la más sencilla.
y
sene ' Y bien; creo íntimamente que hay casos
X-
x'sen (e—<x)-f-y'sen(o—a') en que no es esto justamente lo que con-
sene viene: las demostraciones en un curso de
Ampliación de Matemáticas elementales
de la manera que indicamos, que de esta deben ser un poco más complicadas, con
otra el objeto de acostumbrar al Estudiante
x' sena á seguir después con más facilidad cur-
—y' sena sos elevados de dicha asignatura.
x' sen(e—a') En una buena parte, es tal cosa lo que
-y' sen(0—a) sucede con la aplicación de la, por otra
parte, hermosa y elevada teoría de los
Y sin embargo, sé de autores que los determinantes.
escriben de los dos modos; aumentando
inútilmente con ésto y, demás afines, el NICOLÁS N P J A G G I O ,
volumen de la obra. Profesor de Matemáticas.
En algunos casos también es cuestión
de simpatía hacia un procedimiento de-
terminado, ó, como dije antes, á la unifi-
cación del plan establecido por el autor (1) Principalmente del célebre teorema de Pi-
desde el principio de su obra. Así, y va- tágoras.

- . I65
ANÁLISIS ELEMENTAL

Las diversas operaciones que nos per- tubo de desprendimiento que termina
miten determinar la calidad ó la cantidad en una copa que contenga agua de cal
por ciento, de los elementos que entran ó de barita; esta última con el objeto de
en la formación de un compuesto orgá- reconocer la formación de anhídrido
nico, forman uno de los capítulos más carbónico pues si se produce, e agua de
interesantes del programa de Química cal ó de barita se enturbiará, por la
bajo el Reabre con que encabezamos formación de un precipitado de carbo-
estos apuntes. nato de calcio ó de bario.
Tenemos pues que considerar dos va- (Recordemos que los carbonatos neu-
riedades de análisis elemental el cuali- tros son insoluoles menos los alcalinos.)
tativo y el cuantitativo. INVESTIGACIÓN DEL N.TRÓGENO. El ni-
CUALITATIVO.—Desde el punto de vista trógeno en las sustancias orgánicas se
de la calidad solo nos interesa reconocer halla formando diversos radicales — ej.
la existencia en un cuerpo orgánico del NH2 anidógeno. NH imidógeno. NO n i -
Carbono, Nitrógeno, Cloro, Bromo, Yo- trosilo NO- nitrilo y funciona como tri
do, Azufre y Fósforo. ó pentavalente.
En cuanto el Hidrógeno y el Oxígeno Diversos procedimientos nos permiten
su prescencia no nos interesa, puesto que investigarla al estado de amoniaco.
en nada modifican la marcha á seguir Los hidratos alcalinos calentados con
en las determinaciones ^ügirtitativas y ciertas sustancias orgánicas nitrogena
en lo que se refiere á los metales solo das harén pasar el nitrógeno de estas al
diremos dos palabras. estado de amoniaco, obran pues como
INVESTIGACIÓN DEL CARBONO.—El carbo* hidrogenantes.
no es reductor, reduce los óxidos apo- Si calentamos en un tubo de ensayos
derándose de su oxígeno para formar una sustancia orgánica con cal sodada
anhídrido carbónico dejando el metal y se desprende unos vapores que por su
en libertad. reacción básica al papel de tornasol, por
C+2CuO=C0 2 -f-Cu 2 su olor, reconocemos ser amoniaco la
sustancia contenía nitrógeno: en caso
Si al calentar pues una sustancia con negativo la investigación no tiene valor
óxido de cobre, se produce anhídrido Podemos realizar la operación c o -
carbónico podemos afirmar que tiene mo en el caso del carbono reemplazan
carbono. do el agua de cal ó de barita por reacti
La operación se realiza en un tubo vo Nessler (solución alcalina de Biiodu-
de ensayos al que se adapta un pequeño ro de mercurio y potasio): no olvidando

— 166 —
que la ilación posifva tiene valor; n e - puede hacera© al estado de sales t*a<*
gativo ninguno. loides.
bj AL ESTADO DE STJLFOCÍANATO FÉRRICO. Las sustancias orgánicas que contie-
—El sulfucianato de potasio C(^gK so- nen Cl, Br. ó Y. calentados con cal dan
lugar á la formación de Cloruro, Bromu*
luble en el agua tratado poruña sal ro ó Yoduro de calcio.
férrica, cloruro férrico Fe2CP, toma una Los Cloruros Bromuros y Yoduros soa
coloración rojo sangre intenesa debido á todos solubles en agua á excepción de
la formación de sulfocianato férrico. Si los de plata cuprosos y mercuriosos.
transformamos el nírÓLeno de una sus- Si calentamos pues en una cápsula de
tancia orgánica en sulfocianato de pota- porcelana una sustancia oagánica con
sio fácil nos será reconocerlo. cal y luego agregamos agua destilada y
Para conseguirlo basta calentar la filtramos podemos fácilmente en el fll-
sustancia orgánica con un fragmento de tratum por una sal soluble de plata
potasio, se formará asi cyanuro de pota- (NO3 Ag) investigar la formación de un
sio» que agregándole sulfuro de amonio cloruro, bromuro ó yoduro» lo que nos
eu solución neutra dará lugar á la for- indicará la presencia en la sustancia
mación de sulfocianato de potasio. analizada de Cl Br ó Y teniendo prt¿.
La investigación se realiza así: en un senté el siguiente cuadro:
tubo de ensayos se calienta la sustancia
con potasio. Se agrega agua destilada, Tratada por el ÍH\ a
SelaeióD ío TFIWI i«r ei ü
se filtra, se neutraliza el flltratum, se PreeipUado color
agrega su furo de amonio, se calienta
con el objeto de descomponer el exceso Cloruros Blanco Desaparece
de sulfuro de amonio, se agrega una gota
de ácido clorhidricó/ne filtra y en el fll- Bromuros Blanco-ainfcrillento Deíápareee «a
pWte
tratum se investiga como hemos indica-
do el sulfocianato de potasio. Yoduros Amarillo perjiste

c.) AL ESTADO DE EERROOYANUKO FÉRRICO


ó AZUL DE PRUSIA.—El ferrocyanuro de Ciertas sustancias orgánicas Qué con-
potasio soluble en agua da con las sales tienen elementos halogenados al calen-
férricas un pric pitado de color azul in- tarlas ponen estos en libertad y puede
tenso—azul de Prusia. así reconocerse su presencia al estado de
Si transformamos el nitrógeno de una elementos aislados por sus propiedades,
sustancia orgánica en ferrocyanuro de ej: el yodoformo que al ser calentado se
potasio fácil nos será reconocerlo. desprende yodo en cantidad que fácil-
Para conseguirlo basta calentar la mente se reconoce por su propiedad ca-
sustancia orgánica en un tubo de ensa- racterística de azulear el almidón.
yos con'un fragmento de potasio, se for- INVESTIGACIÓN DEL AZUFRE Y FÓSFORO.-—
mará cyanurd de potasio, sé agrega Los sulfatos son solubles en agua á ex-
agua destilada, se filtra, se acídula con cepción de los de bario y plomo y los fos-
ácido clorhídrico, se agrega un cristal fatos neutros son solubles solamente los
sulfato ferroso se obtiene así ferrocya- alcalinos: de manera pues, que solucio-
nuro de potasio que reconocemos como nes de sulfato de sodio y fosfato de sodio1
hemos indicado. tratadas por una sal de bario solrMe'
precipitarán y se distinguirá la solución
d.) POR EL PAPEL ALMIDONADO IMPREGNA- de sulfato de la de fosfato por el hecho
DO DE YODURO DE POTASIO.—Hay sustancias de que el precipitado de sulfato de bario
orgánicas que contienen nitrógeno y este persiste tratado por el acido nítrico y el
no puede investigarse por los procedi- de fosfato desaparece.
mientos indicados, basta entonces calen- La investigación del azufre y fósforo
tar a en un tubo de ensayos y exponer se reduce pues en transformar estos ele-
á los vapores que se desprenden uu pa- mentos en sulfato y fosfato solubles que
pel almidonado impregnado de yoduro luego se reconocen como hemos indi-
de potasio: si azulea puede sospecharse cado.
la existencia de nitrógeno. Para esto se calienta la sustancia or-
INVE^TIGAC ÓN DEL CLORO, BROMO, Yono. gánica, con nitrato de potasio, unas go-
—La investigación de estos elementos tas de ácido nítrico y otras de potasa, en

— 167 —
una cápsula de porcelana hasta destruc- sificación, un análisis cualitativo, previo
ción completa de la sustancia orgánica nos decidirá por tal ó cual método.
(el nitrato de potasio obra como oxi- MÉTODO DE DÜMAS.—E& un método de
dante). Se lava luego la cápsula con agua aplicación general que nos dá la canti-
destilada, se filtra y en el flltratun seinr dad de nitrógeno en volumen.
vestiga el sulfato ó fosfato formado si es Fundamentos. — Este método se funda
que la sustancia contenía azufre ó fós- en lo siguiente:
foro. a) El óxido de cobre v'CuO), al rojo
INVESTIGACIÓN DE LOS METALES.—Hay sus- quema las sustancias orgánicas nitroge-
tancias orgánicas que contienen meta- nadas pasando su carbono al estado de
les; estos pueden investigarse incineran- anhídrido carbónico, su hidrógeno y
do al rojo la sustancia orgánica en un oxigeno al estado de vapor de agua, su
crisol de platino y tratando las cenizas nitrógeno al estado de óxidos en parte,
por los ácidos, de manera de obtener parte queda libre.
sales solubles cuyos metales luego por b Los óxidos de nitrógeno son des-
el ácido sulfhídrico, sulfuro de armonio compuestos por el cobre limpio al rojo,
y carbonato de sodio se reconocen ó sino que lija su oxigeno pasando al estado de
por el análisis espectral. óxido de cobre y pone en libertad al ni-
CUANTITATIVO.—Antes de entrar en el trógeno.
estudio de los métodos que nos permiten c) Puede recogerse el nitrógeno en
determinar cuantitativamente los ele- una campana graduada, haciendo pasar
mentos de una sustancia orgánica, h a - antes por potasa, los productos citados
gamos notar que es necesario siempre en (a), que absorbe el anhídrido carbó-
operar con un peso de sustancia conoci- nico (co2) y retiene el vapor de agua.—
da, de manera pues que toda determina- (Recordamos que la potasa retiene los
ción cuantitativa, debe ir precedida de óxidos de nitrógeno lo que nos demues-
operaciones que nos permitan conocer la importancia del fundamento (,b).}
aquel: estas son desecación de la sustan- d) Conociendo el volumen de un gas
cia y pesada de la misma. á una temperatura t°, y una presión p.
La desecación se realiza mediante el cualquiera, puede por el Ccálculo cono-
calor él vacio ó elementos ávidos de agua cerse el volumen que ocuparía la masa
ej: ácido sulf., cloruro de calcio etc. de gas á 0o y 760 m m de presión y cono-
La pesada se realiza en balanzas que ciendo este último puede hallarse el
nos permiten apreciar décimos de mili- peso de la masa de gas fácilmente, mul-
gramos. Debe realizarse las dos opera- tiplicando el volumen por el peso de un
ciones de manera que dos desecaciones litro.
sucesivas nos den igual peso. Aparato y manera de operar.—El apara-
to empleado siguiendo á Dumas es muy
DOSIFICACIÓN DEL NITRÓGENO. — La do- sencillo; consta de un tubo de combus-
sificación del nitrógeno, puede hacerse tión de 70 á 80 centímetros de largo y
siguiendo diversos procedimientos: unos de un centímetro y medio de diámetro,
son aplicables en todos los casos; otros de vidrio, cerrado en una extremidad, en
lo son únicamente en aquellos que la la abierta se adapta por medió de un
sustancia orgánica nitrogenada calenta-
da con cal sodada, cede su nitrógeno al
estado de amoniaco: unos nos dan la can-
tidad de nitrógeno expresada en volu-
men; otros en peso: pueden agruparse
del siguiente modo los principales:
Método de Will v Warrentrapp . . .
Id. id id

Ü! Modificación Peligot ..
Id de Kjeldhal
Id. id. id.
Modificación Henninger
Método de Dumas
Id. id. id Figura 1.—1— Bicarbonato de sodio CO<£$ a —
Modificación Dupré 2.—Óxido de cobre —3—Mezcla de las subs-
tancias y óxido de cobre Ha—Torneaduras de
Cuando tenemos que realizar una do- cobre limpias.

--r 168 —
tapón de caucho un tubo de desprendi- Sabemos que los gases se dilatan por
miento, que consta de dos ramas dis- cada grado de temperatura J\J de su vo-
puestasen T, la rama vertical es de 80 cen- lumen ó lo que es lo mismo 0,00367 fra-
tímetros de largo, luego veremos porqué, cción que recibe el nombre de coeiicien-
y la horizontal lleva á cada lado de la te de dilatación de los gases i (Jay Lunsm).
rama vertical una llave (véase flg. 1) La Si tenemos un volumen de un gas
rama vertical cae en una cuba donde un igual á 2 litros á 0o de temperatura; el
puente de gas soporta una probeta g r a - gas á 10° ocupará
duada, el tubo de combustión envuelto
en una lámina 4e oropel se coloca en V á 10'=(2x0,0036 " x l 0 ) + 2
una reja de análisis ó lo que es lo mismo i
Paraoperarse coloca en eltubode com- V á 10°=2(1 4-0,00367x10) '•
bustión en una longitud igual á 10 ó 15 y en todos los casos \
centímetros bicarbonato de sodio, luego
veremos su objeto; después se coloca V á t ° = V áO°(l+0,00367xt°V
óxido de cobre en polvo mezclado con la
sustancia cuyo nitrógeno deseamos dosi- Cuando disminuye la temperatura de
ficar, previamente pulverizada desecada una masa de gas, esta ocupa menos vo-
y pesada; luego óxido de cobre en piedra lumen, siendo la contración en todos los
y por último torneaduras de cobre lim- casos igual á ^ de su volumen para
pias: conviene emplear torneaduras que cada grado de temperatura. Por lo tanto
previamente se hayan oxidado y luego de la formula 1 deducimos que
reducido.—Se adapta al tubo dé combus-
tión el tubo de desprendimiento, que se Va0°= — .
hace llegar á la cuba de mercurio, se ' J-0,00367><t°
coloca el tubo decombustión en la reja Los volúmenes ocupados por una ma-
y sobre la extremidad del tubo de des- sa de gas son inversamente proporcio-
prendimiento descansando en un puente nales á la presión que soporta. ( Unriotfr).
se vuelca una probeta graduada llena de Luego si tenemos 1 litro de gas á 760
mercurio y á la cual se hace llegar por m.m de presión á 380 m.m el volumen
medio de una pipeta curva una solución ocupado será doble, lo que puede indi-
concentrada de potasa. carse por esta fórmula
Antes de calentar el tubo de combus- 1_ litro 380
tión se adapta á la extremidad c del tubo ce volumen 760
de desprendimiento (véase flg. 1) una
1X760
trompa de agua ú otro aparato que nos -2 litros
permita extraer el aire del tubo de com- 380
bustión y del de desprendimiento, man- y en general
teniendo las llaves abiertas, y veremos V á la presión P X ?
subir el mercurio de la cuba en la rama V á 760<™
760 mm
vertical; subirá hasta equilibrar la presión
atmosférica y de ahí sn longitud: luego La presión de un gas encerrado en
se cierra la llave E y se calienta de 4 á 2 una probeta sobre la cuba de agua nos
y cuando el desprendimiento cesa se ca- es dada, en el caso de que los niveles es
lienta 1. Entonces el bicarbonato cede ten igualados, por la presión exterior
CO2 pasando al estado de carbonato; el menos la tensión del vapor de agua á la
CO2 barre el tubo de combustión y desa temperatura del momento en que se
loja el nitrógeno que contenía. opera.
Terminada así la operación nos queda Ahora bien si tenemos un gas ence-
medir el volumen de nitrógeno recojido rrado en una probeta que descansa en
para lo cual la probeta se traslada á una la cuba de agua á 16' de temperatura, y
cuba de agua y se igualan niveles; luego estando los niveles de la probeta y cuba
se reduce el volumen á 0° y 7 6 0 m m de igualados, la presión exterior, sea de
presión. 758 mm c i e mercurio como ia tensión del
Veamos como se reduce un volumen vapor de agua á 16 es de 13'53 m m de
dado de gas v, á una temperatura t° y á mercurio. Su volumen á 0o y á 760 m m
una presión P; á 0° y á una presión de presión será, suponiendo que el volu-
de 760 m m . men en aquella- condiciones sea 250 ce.

— 169 —
250c _ 758—13j>3 b con el frasco D; su- cuello alargado se
V á O * y 760»== °- X
J
l-f-0.00367; K 760 " termina por un platillo h y lleva una
ó lo que es lo mismo llave o: sobre el platillo descansa una
1 758-13'53 probeta graduada E: el segundo es un
Vá0°y760 m ~250x- iX frasco que lleva en su parte inferior Una
* l + 7 b X l 6 " ^ 760 tubuladura m por la cual comunica con
lo que puede en general expresarse el frasco C mediate un tubo de goma s.
i p- H MANERA DE OPERAR.—Para llevar á cabo
Vá0°y760*n=Vát°yPX una operación se dispone el tubo de com-
l + 0 003K7Xt' 760
Para calcular el peso de un volumen de bustión como en el método Dumas,luego
nitrógeno á 0" y 760 m m basta multipli- se adapta el tubo Maquenne y á este el
car el volumen por el peso de un litro; frabeo C estando lleno de potasa y con
que es igual al peso ele un litro de aire potasa en su platillo b cerrada la llave o
por la densidad del nitrógeno. y en comunicación con el frasco D que
contiene igualmente potasa hasta la m i -
MÉTODO DUMA^ MODIFICACIÓN DUPRÉ. El tad.
procedimiento de Durnas ha sido modi- Se calienta el tubo de combustión: 1.°
ficado por Dupré. la parte N.° 1 (véase íig. 2) con el objeto
La modificación se dirige á la manera de expulsar todo el aire, manteniéndola
de recoger los productos indicados en el . llave cerrada hasta que no aumente la
fundamento (a) (véase procedimiento de Cantidad de gas que se acumula en C, lue-
Dumas). go se abre la llave, vuelve á llenarse de
Dupré remplaza el tubo de desprendí potasa: se cierra entonces la llave y se ca-
miento en T por dos írseos, intercalando lientade 4 á 2 (veáse íig. ) y los gases pasan
entre el tubo de combustión y los fras- al frasco C: el anhídrido carbónico y el
cos un tubo de Maquenne. vapor de agua son retenidos por la pota-
APARATO DUPRÉ—El tubo de combus- sa y se acumulael nitrógeno en la parte
tión, es el mismo que el de Dumas. Al superior del frasco G; luego se adapta la
tubo de conbustión sigue el tubo Ma- probeta E llena de potasa al platillo h y
quenne del cual puede verse un corte en se hace pasar el nitrógeno á ella abrien-
la figura 2, los gases llegados por a bor- do la llave o; cuando se cree que la opera
botan en el mercurio que llega hasta el ción esta terminada se cierra entonces la

1
Fig. 2

1—Bicarbonato de sodio, Cc Ou/;O0Nua \i


2—Óxido de cobre.
3-Mezcla de la sustancia y óxido de cobre.
4a -Óxido de cobre.
4 Torneaduras de cobre limpias.

nivel b' c' y se dirigen á los frascos por llave y se calienta la parte 1 del tubo de
d'; á continuación del tubo viene los combustión que contiene bicarbonato de
frascos C y D figura 2 , el primero lleva sodio, este se desdobla dando carbonato
dos tubuladuras en su parte inferior; ppr neutro y CO- gas este último que barre
a comunica con el tubo Maquenne y por al tubo haciendo pasar á la probeta todo

170 —
el N que hubiese podido quadar en el cristal sea 19 y 1/2 el volumen del nitro*
tubo de combustión. geno sería:
Por último se lleva la probeta á una
cuba de agua: se lee el volumen de gas
igualando niveles y se hace el calculo
como hemos indicado eu el método de
Dumas. MÉTODO WILL , WARRTNTRAPP.— ES un
El tubo Maquenne impide que la pota- método de aplicación particular, que nos
sa refluya al tubo de combustión y regu- da la cantidad de nitrógeno en peso.
la la cantidad de gases que pasa al frasco Fundamento*.—Este método se funda
C —El frasco D sirve para regular la en lo siguiente:
presión en C. a). Los hidratos alcalinos (de Na y K)
VENTAJAS DE LA MODIFICACIÓN DUPRÉ.— calentados al rojo con un sustancia o r -
(COMPARADO CON DUMAS.)— Dos grandes gánica nitrogenada, hacen pasar el ni-
defectos presenta el método Dumas en su trógeno de esta al estado de amoniaco:
disposición para recoger el nitrógeno, se comportan como hidiogenantes.
que son subsandas en el método Dupré.- 6) El amoniaco si se dirige á un reci-
1.° El aparato no tiene estabilidad, ve- piente que contenga acido clorhídrico
remos por que: 2.° El lavage de los pro- pasa al estado de cloruro de amonio.
ductos indicados en el fundamento (a), c) Si á la solución de cloruro de amo-
(véase método Dumas), por la potasa es nio (cloruro básico) se agrega una solu •
muy incompleto. ción de cloruro platino (cloruro acido)
El aparato de Dumas no es estable se forma un pricipitado de cloruro doble
pues, hemos visto que al comenzar la de amonio y platino.
operación, tenemos en la rama vertical PtCl*+2NH 4 Cl=PtCl 4 +2NH 4 Cl
del tubo de desprendimiento, (véase Du-
mas) una columna de mercurio que mide d) Dado un peso de cloroplatinato.de
la presión atmosférica, de manera que amonio es fácil calcular la cantidad de
para que los gases pasen del tubo de nitrógeno que ha entrado en su forma-
combustión á a probeta que descansa ción, teniendo presente la ley de las pro-
en la cuba deben adquirir una tensión porciones definidas, pues si en la molé-
igual á una atmósfera, y siempre la co- cula gramo de cloroplatinato de amonio
lumna del mercurio es vencida de golpe entran veinteiocho gramos de nitróge-
produciendo un gran disturbio en el no en un peso P entrarán # gramos*
aparato.
luco1 veniente ccmúv á Duina? y Dupré. PM P 28 „
Si introducimos en la probeta, en que = — ¿t—: XP
hemos recojido el nitrógeno, siguiendo 28 x PM
á Dumas ó á Dupré un pequeño cristal
de sulfato ferroso (í?o4Fe vemos el volu-
men disminuir en la mayoría de los APARATO Y MANERA DE OPERAR
casos, lo que nos indica que el gas ence-
rrado en la probeta no solo era nitróge- • • " "• - " — • a * . ^

no sino que también había óxidos de 7 " I " "¿" I •> I V , i ^ Y! I


nitrógeno.
En aquellos casos en que el volumen
primi ivo disminuye al introducir un
cristal de sulfato ferroso, puede corre- Fig 3.—1 Oxalato de cal y oal sodada 2 Cal
sodada en polvo 3 Mezcla de cal sodada y la
girse el error en parte solamente agre- sustancia. 4a Cal sodada en piedra. 4 Tapón
gando el nuevo volumen la mitad (1) del de amianto.
Volumen que acusa de diferencia —Así
supongamos que el volumen primitivo El aparato es sencillo; consta de un
sea 20 c. c. que después de introducir el tubo de combustión de 70 centímetros
de longitud cerrado en una extremidad^
en la abierta se adapta un tubo de Will
Warrrentrapp (figura 3).
(1) Suponiendo que los óxidos de nitrógenos Colocase en el tubo de combustión en
estén representados pur el bióxido <JNO). un espacio de 5 á 6 centímetros una mez*

— 171 —
cía de oxalato de calcio y cal sodada tenia 0,01 de HCl los 4 c e . empleados
(luego veremos su objeto; después cal nos indica que era necesario para neu-
sodada; cal sodada mezclada con la sus- tralizar nuestros 10 c c. de soda 0 gr. 04
tancia previamente pulverizada, deseca de HCl y como nosotros sabemos por la
da y pesada y por ultimo cal sodada en ecuación siguiente:
piedra El tubo envuelto en una lámina de
oropel se coloca en la rejilla de análisis HCl + NaoH = NaCl + H20
y se adapta á su extremidad abierta el 36 g. 5 + 40gr. = 5 8 g . 5 - f 18
tubo de Will y Warrentrapp donde se que 36 gr 5 de HCl neutralizan 40 gr. de
coloca acido clorhídrico. NaoH los 0,04 de HCl empleados habrán
(Usamos cal sodada y no soda sola- neutralizado x grs. de NaoH esto último
mente, porque esta, al rojo ataca la síli- de acuerdo con la ley de las proporcio-
ce del vidrio.) nes defiinidas.
Se calienta de 4 á 2 (figura 3) y cuando
la operación marcha muy lentamente, se 36 5_0,04
calienta la parte 1. Se poduce entonces 40 ~~ x
según las ecuaciones siguientes hidroge
no que barre el tubo de combustión. El dosage una base por una solución
valorada de un ácido es una operación
alcalimétrica; é inversamente el dosage
C'o"o)Ca=CO+CO\0/Ca de un ácido por una solución valorada de
un álcali es una operación acidimétrica.
C0-f2NaCH=
^ CO <ONa+ HÍ Que necesitamos nosotros para hacer
una operación alcalimétrica ó acidimé-
Terminada asi la obtención del cloru- trica? En 1 e r lugar soluciones valoradas,
ro de amonio, se vierte el contenido del de un ácido ó de un álcali, las soluciones
tubo de Will y Warrentrapp en una cáp- valoradas más empleadas con las norma-
sula de porcelana, se le agrega las aguas les; reciben ese nombre toda solución de
de lavaje y sevierte cloruro de platino. Se un ácido ó de uu álcali que tenga disuel-
evapora hasta la obtención del precipi- to en 1000 c. c. el peso normal del ácido ó
tado se agrega nueva cantidad de cloru- del álcali; entendiéndose por peso normal
ro de platino y se calienta durante unos de un ácido el peso molecular dividido
minutos. por la basidez y por peso normal de un
Obtenido el precipitado se recoge en álcali ó base el peso molecular dividido
dos filtros sin pliegues de igual peso, co- por la acidez.
locados uno dentro de otro se lava el (Recordemos que la basidez de un áci-
precipitado se seca y pesa. do se mide por el número de átomos de
MÉTODO PELIGOT. — Antes de entrar en hidrógenos capaces de ser reemplaza-
el estudio de la modificación que Peligot dos por radicales metálicos.)
introduce en el u>étodo Will y W a r r e n - /ONa
trapp veamos que se entienden por a l - SO ,/OH
OH+ N a O H = S O \ÓNa+ 2 H 2 °
calimetría y acidimetría.
si nosotros tenemos una solución de y que la acidez de una base se mide por
soda, 200 c e por ejemplo: y queremos el número de oxhidrilos que posee cuyos
saber que cantidad de soda hay en esos átomos de hidrógeno pueden ser reem-
200 c e de solución, podemos resolver el plazados por radicales ácidos
problema, si tenemos una solución de
valor conocido de ácido clorhídrico. 2KOH-rSO^=™)sOM-H?0) )
En efecto las soluciones son homogé-
neas y sí nosotros para neutralizar 10 c e Se necesita en segundo término un
de la solución de soda, empleamos 4 c e reactivo que nos indique la neutraliza-
de la de ácido clorhídriao cuyo valor ción de un ácido poruña base ó inversa-
conocemos, un simple cálculo nos per- mente; puede emplearse la tintura de
mitirá saber la cantidad de soda que tornasol, la fenol eftaleina, etc. el 1.° con
hay en 10 c c y por lo tanto en 200 c c. los ácidos se colorea en rojo con las ba-
Como hacemos el cálculo? ses en azul, el 2.° incolora con los ácidos
Si nosotros teníamos una solución de pasa al rosado con los álcalis.
HCl que por cada centimentro cúbico Y por último necesitamos un aparato

— 172 —
que nos permita medir la cantidad de la mia al cual agrega las aguas de lavaje;
solución valorada que dejamos caer so- agrega fenol-eftaleina y lleva el vaso
bre la solución á valorar; este es sencillo debajo la bureta Móhr que contiene so-
lo constituye la bureta Móhr,flg.4. lución normal de soda; deja caer gota á
gota esta hasta neutralizar el liquido,
^7 cosa que sucede cuando aparece un lijero
tinte rosado; suspende la operación y ve
que cantidad de soda se necesitó para
neutralizar completamente; esa cantidad
restada de los 50 ce primitivos le dan la
cantidad de SO4 H2 neutralizada por el
j)rf H ! Supongamos que en un caso haya-
mos empleado 20 ec de soda solución
normal.
50—20=30 ce.
30 ce de solución normal de ácido sulfú-
rico habrán sido neutralizados por amo-
niaco, pero por una cantidad de amonia-
Fig. 4 co igual á la que habría en 30 ce de solu-
(Las soluciones normales se correspon- ción normal de amoniaco como el peso
den volumen á volumen: es decir que normal del amoniaco es 17grs. en 1000 ce
para neutralizar 20 ce de una solución de solución normal de amoniaco habrá
normal de ácido sulfúrico, necesitamos 14 grs de nitrógeno luego si tn lOOOhay
20 ce de una solución normal de una 14 en 30 habrá x
base.)
Ahora bien, Peligot en lugar de reco- 1000 30
ger el N H:í que se desprende operando 14 x
como lo hace Wi 1 y Wanentrapp. en su
método enH'^l lo recoje en una cantidad despejado x de está ecuación tendremos
determinadade solución de ácido sulfúri- la cantidad de nitrógeno que contenia el
co 5 ce por ej: y terminada Ja formación peso de sustancia analizada.
de sulfato de N H:} que produce la neu-
tralización parcial de losoO cede solución Luis CORRECH.
de ácido; coloca el contenido del tubo de Catedrático sustituto de
Química de la Universidad
Will y Warrentrap en un vaso de Bohe- de Montevideo.

^
S^^N&S^""-. H-i—
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— 173 —
(s<^wk5wtó«(s<^»fo<^ft(s3)Uv£a)wfceJÍ
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LOS JESUÍTAS

( C O N T J N U A C I Ó N . — V É A S E E L NÚM. 13)

Nuestro plan principal al escribir so- aparentar que esta era más numerosa
bre el presente tema, ha sido el de dar que lo que era en realidad y por último
primeramente á conocer de una mane- con el objeto de poner á prueba la ciega
ra más ó menos completa, ios principales obediencia de sus compañeros, tuvo á
rasgos biográ* eos de la vida de San éstos en continuo movimiento, hacién-
Ignacio de Loyola, pues creemos que el doles viajar por las más apartadas c o -
hombreque Improporcionado ala Iglesia marcas y prohibiéndoles que permane-
una máquina de guerra tan formidable cieran en ellas largo tiempo. Además
como lo es la orden por el fundada me- regia el sistema de no enviar á ninguno
recía estudiársele con cierta extensión, de sus subordinados al país de que era
para entrar luego en el estudio y cono- oriundo, pues suponía que en él podía
cimiento del espíritu de la Compañía de tener algunos lazos é intereses contrarios
Jesús; lo primero ya lo hemos hecho en á los de la orden su plan era pues, hacer
el artículo anterior y solo nos resta com- de éstos, verdadero» cosmopolitas dis-
pletarlo; lo segundo también lo hemos puestos á prestar cualquier servicio, bien
abordado, pero ha sido de una manera hallados en todas partes y no conociendo
accidental cosa que no podía menos de más patria que la misma sociedad.
suceder dada la intima relación que La eficacia de esta medida hábilmen-
existe en este caso entre el autor y la te calculada fué sorprendente pues á los
obra, y nos proponemos hacerlo más seis años de su creación, la Compañía de
extensamente al tratar de las leyes y Jesús era célebre en todo el mundo y
principios de la orden; sí esqueseremos sus afiliados se contaban por centenares.
breves en lo que se refiere á la rápida Esto último tal vez nos sorprenderá, pues
propagación que experimentó la Com- como hemos visto la aprobación ponti-
pañía á raíz de su formación pues e n - ficia limitaba á 60 el número de los
tendemos que este punto es de poca im- miembros de la comunidad, pero Loyola
portancia á los fines á que dedicamos interpretando á su modo esta clausula,
este trabajo. consideró que en dicho número solo de-
Apenas aprobada por el Papa, la Com- berían figurar aquellos que gozaban de
pañía se puso en activa campaña, y Lo- toda autorización, cualidad que conce-
yola á fin de demostrar los beneficios dió á muy pocos durante su generalato.
que la nueva orden prestaba, y áfinde Los Papas aumentaron constantemen-

— 174 —
te los privilegios de la orden que tantos Paris, y dos años más tarde en 1552
beneficios reportaba á la Santa Sede.— fundó el Collegium Jennanicum, desti-
Paulo JII, auoiió en 1543 la limitación nado exclusivamente para jóvenes ale-
del número de individuos y Julio III dis- manes con el objeto de combatir la he-
pensóle como su antecesor .uuchos favo- regía en Alemania que era el foco del
res, y en 1 J5Ü ratilicó las Constituciones protestantismo.
y todas las concesiones que hasta enton- Al mismo tiempo que la orden se pro-
ces le habían sido acordadas. pagaba de una manera tan rápida en
Sin embargo Loyola lejos de conten- Italia, se extendía igualmente en muchos
tarse con el favor de los Papas, buscó otros países de la Europa, no sin luchar
también él de los principes y reyes con serias diíicuitades que pusieron á
á los que supo atraerse ya sea ob- prueba una vez más la habilidad y ener-
servando con ellos una conducta h u - gía de Loyola como de sus csmpañeros;
milde y servicial, ya sea poniendo en y asi tenemos que á principios de la s e -
juego otros medios de diversa índole: y gunda mitad del siglo XVI la vemos ex-
asi tenemos que se esforzaba en hacer tendida ademas de en la nación mencio-
comprender á los principes y monar- nada, en España, en Portugal, en Fran-
cas que estaba en sus intereses el estar cia, en los Países Bajos españoles, en
bien con los padres jesuítas de cuya co- Baviera, en Austria y hasta en Bohemia.
munidad solían estos exagerar la im- La mirada de Loyola seguía en todas
portancia. — Propúsoles igualmente el partes, aún en las mas remotas, á sus
proyecto provechoso para unos y para subordinados; bien notable se nos presen-
otros, que fué el de conñscaeión de los ta este hombre primero soldado, asceta
bienes de las demás órdenes, empresa y predicador después, que supo dirigir
que encontrando como era de suponerse de repente, por entre los pueblos más
favorable acogida por parte de los prin- diversos á centenares de individuos de su
cipes d do el natural interés que tenían Compañía, abarcar con vista perspicaz
en poner las manos en los bienes ecle- todo el mundo cristiano, los intereses de
siásticos, llevóla á feliz término. En los principes y estados, la política y la
este sentido Ignacio trabajó en Baviera Iglesia y tratar cual si fuesen sus iguales,
y especialmente en España y decía ha- á los más poderosos monarcas. Bajo su
blando de su empresa, en esta última dirección la orden hizo rápidos y segu-
nación que «la cosa tocaba á feliz y santo ros progresos y no sufrió derrota alguna.
fin así para su Majestad Carlos V como Ignacio impuso á la Compañía la con-
para sus indignos y adictos siervos los dición á que siempre ha permanecido
jesuítas para mayor gloria y honra de flei, á saber: representardentrode lalgle
Dios» [Que mezcla de astucia é hipocre- sialas tendencias ortodoxas, into eran-
sía! Cuando por el contrario había que tes y exclusivistas y aspirar á la domi-
roponer á los pricipes algo desagráda- nación Fué autócrata y aún tirano como
te á estos ó provechoso solamente á la todo hombre de espíritu creador y de
Compañía escudábanse con la voluntad gran energía, y supo empapar á su orden
del Santo Padre aún cuando este no su- en el principio de autoridad y sumisión
piera nada de lo que se trataba. incondicional mente.
A estos medios debió en gran parte la En medio de su poder, creyó que debía
orden rápidos triunfos. dar el ejemplo de humildad; asi es que
Durante el decenio siguiente la vemos no solo tenia tiempo todos los días para
extendida por toda la Italia; ella era la entregarse á los más mecánicos trabajos
que dominaba las ciudades, la consejera de cocina, sino que en 1550, reunió á los
del pueblo, de directora de los estableci- gefes de la Compañía para deponer en
mientos de beneficencia que luego debían sus manos la carga del generalato, re-
servir á sus propios ñnes y en todas par- nuncia aparente, que como se compren-
tes combatía las ideas luteranas sin con- derá no fué aceptada.
sideración alguna á los campeones de Se había creído obligado á romper
estas ideas. por completo con su familia, á la cual
En Koma fundó Ignacio la primera re- no había escrito una sola carta desde
sidencia de la orden (1550, el Collegium 154 >, y todas cuantas tentativas hicie-
Romanum al cual pasaron los principa- ron sus parientes para reanudar con él
les profesores de la Universidad de relaciones fueron inútiles. Vivía Loyola

— 175 —
por su orden y para su orden; ningún Blanco, Cristóbal Madrid y Jerónimo
otro lazo ni de naturaleza ni de gratitud, Nadal. Murió en 1556 cuando contaba
críea que debía ligarle. sesenta y cinco años, y cuando había
Bajo su dirección, la Compañía de Je- agotado completamente sus fuerzas, h a -
sús llegó , á .ser, tan poderosa que pudo biendo cumplido hasta sns últimos ins-
intentar emanciparse de la autoridad tantes con celo y constancia inquebran-
pontificia table sus deberes asi de soldado en la
En 1555 fué nombrado Papa, con el brecha de Pamplona como de general en
nombre de Paulo IV, aquél cardenal Ca- la orden.
raffa fundador de la congregación de Llegada su última hora, pudo decirse
los teatinos que diez y siete años antes á si mismo que su obra se había realiza-
se habían enemistado con Loyola y que do por completo de un modo superior á
desde entonces habían visto con despe- sus propias esperanzas. Ningún funda-
cho el rápido incremento de la orden de dor de una orden religiosa ha podido
los jesuítas. ver como él en vida tan floreciente su
Vanas fueron las protestas de humil- creación; sus discípulos se habían exten-
dad y obediencia que Loyola le hizo pre- dido por todo el orbe y habían ejercido
sente á su adversario á raíz de la exal- su actividad en todos los lugares. Pero
tación de éste al trono pontificio. Paulo Ignacio se engaño al creer que podría
IV combatió desde un principio ala Com- ejercer gran influencia sobre los herejes.
pañía, pero no obstante su poder salió La Compañía de Jesús floreció princi-
vencido por ésta en distintas ocasiones. palmente en las comarcas meridionales
Intentó arrebatar á aquella uno de sus cuya ortodoxia no se habia visto seria-
principales individuos. Lainez, llamán- mente amenazada, es decir en España,
dole al Vaticano y confiandole el despa- Portugal é Italia, ó seaenaque la parte
cho de os asuntos de mayor importancia; del mundo romano que siempre había
pero en cuanto el jesuíta comprendió permanecido adicta al catolicismo. En
que se trataba tan solo de arrancarle de el norte el éxito había sido exiguo pues
la orden, huyó del palacio del pontífice, á sus progresos se oponían el carácter
se retiró á la casa profesional, y cosa nacional, las tendencias reformadoras y
parece increíble, los jesuítas gozaron de el protestantismo.
tanta influencia que ni un hombre de Algunos historiadores han exagerado
carácter tan autocrítico y apasionado al pretender que de la fundación de la
como el de Paulo IV se atrevió á hacer orden de los jesuítas data la decadencia
uso de su poder y obligar á los rebeldes del protestantismo. -- La heregía no fué
á que se sometieran á su voluntad. extinguida en España ni en Italia por
Como se vé poco inquietó á Loyola en los esfuerzos de los jesuítas, sino por la
los últimos años de su vida la antipatiade inquisición españala y romana, es decir
Paulo IV; los verdaderos disgustos se los por el papa, por Felipe II y por los d o -
dio su propia orden. Sus auxiliares que minios.- En Francia los jesuítas apenas
le vieron notablemente debilitado de ejercieron influencia alguna durante el
fuerzas, quisieron en el otoño de 1554 siglo XVI, lentos y difíciles fueron sus,
poner á su lado un vicario y á pesar de progresos en Alemania, lo propio que en
que manifestó que dejaría con gusto Hungría, Polonia, Países Bajos, Inglate-
la elevada y esplendente posición que rra y Escocia, donde el protestantismo
ocupaba, aquello le digustó sobremane- siguió haciendo en 1540 nuevas conquis-
ra. Sus consejeros hicieron alguna fuer- tas, alas cuales solo pusieron eficaz valla
za en su ánimo y al fin consintió en que el ( oncilio deTrembo, la espada de Feli-
los profesos que se encontraban en Roma pe II y los esfuerzos constantes de la casa
le nombraran un vicario, en la persona de Austria y del polaco Wasa.—Los j e -
del padre Jerónimo Nadal; pero al cabo suítas desempeñaron en este punto un
de un año completamente restablecido papel importante pero secundario.
de sus dolencias, libróse de su incómodo
auxiliar enviando e á España. Poco a n - RAFAEL CAPUEEO.
tes de su muerte cuando conoció que se
acercaba su fin. resigno la dirección de (Concluirá). •
la Compañía en los tres padres Juan

— 176 -
JUICIO ARBITRAL

(CONTINUAC'ÓN. — VÉASE EL NÚMERO 13)

¿Qué fuerza jurídica tiene la cláusula herederos de los compromitentes. Tra-


compromisoria en la que se ha puesto taremos este punto al comentar el art.
como condición que nacida la controver- 552 del Código de Procedimiento.
sia se estará á la voluntad de uno de los
compromitentes el someterla ó no al
arbitraje? CASOS DE ARB .TRAJE FORZOSO Y LEGAL
A nuestro j uicio, en tal caso, se trata-
ría de una convención con una condición Hemos dicho que el arbitraje forzoso
potestativa y según el art. 1387 del Código tiene dos fuentes: la voluntad de los par-
Civil la obligación de comprometer no ticulares y la ley.
sería válida. Nuestro Código de Comercio en multi-
tud de disposiciones impone el arbitraje
forzoso y el Código de Procedimiento
EFECTOS i.E LA CLAUSULA COMPROMISORIA Civil estatuye en el art. 510 un caso e x -
cepcional de arbitraje forzoso en mate-
Como todo contrato válido la cláusula ria civil, disposiciones éstas por todos
compromisoria estaría rejida en cuanto conceptos criticables y que merecen ser
á sus efectos por los artículos 1265 y si- eliminadas de los citados cuerpos de
guientes del Código Civil. Sus efectos se leyes.
extenderán, pues, activa y pasivamente Una grave controversia ha surjido en
á los herederos y demás sucesores de las lo referente á la interpretación del art.
partes. 208 del Código de Comercio, pues mien-
Podrán los acreedores de los compro- tras unos autores sostienen que el alcan-
mitentes ejercer los derechos y acciones ce de dicha disposición implica un juicio
que puedan nacer de ella según lo dice arbitral forzoso para todas las cuestiones
el art. 1269 del mismo Código, por medio sobre fraude, error, dolo, simulación ú
de la acción subrogatoria. omisión en la formación ó ejecución de
Sin embargo la ejecución de la cláu- los contratos comerciales, otros creen,
sula compromisoria puede chocar con por el contrario, que el alcance de dicho
la dificultad que deriva del estado de artículo es tan sólo para la apreciación
incapacidad civil en que se hallen los material de las cuestiones de hecho

— W — 4
sobre fraude, error, dolo etc., que puedan serán ellos ciertamente los llamados á
nacer de la formación ó ejecución délos aplicar el derecho ni á fallar en definiti-
contratos comerciales. va el litigio, apreciando las excepciones
Esta última opinión, á nuestro juicio de pago, prescripción ú otras que pueda
muy aceptable, ha sido sostenida brillan- haber opuesto el demandado y absolvien-
temente por el distinguido y sabio juris- do ó condenando en definitiva á éste.
consulto doctor Pablo de María en la R e - Otra cosa sucede en el caso de dife-
vista de Derecho, Jurisprudencia y Ad- rencias entre socios y en el arrenda-
ministración en los siguientes términos: miento mercantil. Todas las diferencias
«Los arbitradores, pues, vienen entre socios (sean de hechos ó de dere-
á desempeñar una función parecida á la chos) Segovia, tomo l.° página 502, nú-
que desempeñan los jurados en materia mero 1618) deben ser decididas por
criminal: pronuncian un veredicto en jueces arbitradores (511) y todas las
cuanto á la cuestión de hecho sobre cuestiones que resulten de contratos de
fraude, dolo, culpa etc., y nada más. arrendamiento mercantil (sin distinción
Puede haber pleitos de puro derecho; de cuestiones de hechos ó de derecho) de-
pero no puede haberlos de puro hecho, y ben ser decididas en juicio arbitral ,601).
como los arbitradores no determinan En tales casos los arbitros son los úni-
sino la cuestión de hecho según la letra cos jueces y fallan todo el pleito, tanto
del art. 208 del Código Mercantil, es claro en parte de hecho como en la cuestión
que no son ellos los que fallan el pleito, derecho.
pues para fallarla hay que aplicar nece- El artículo 208 no dice que el pleito,
sariamente el derecho. En todos los ni menos todo el pleito, tanto en la
pleitos hay que aplicar el derecho, y la parte de hecho como en su parte de
función de aplicarlo, fallando en defini- derecho, será decidido por jueces a r b i -
tiva corresponde á los jueces perma- tros ó con juicio arbitral; dice solamen-
nentes, salvo el caso del juicio arbitral te empleando las mismas palabras que el
propiamenle dicho (Código de Procedi- artículo 722, que las cuestiones de hecho
miento art. 569) caso que no es el del á que se refiere serán determinadas por
art. 208 del Código de Comercio. arbitradores ¿A qué quedaría reducida
Una cosa es disponer que un punto de la jurisdicción de los jueces de comercio
hecho sea determinado por arbitradores, si el artículo 208 de nuestro código de co-
y otra muy diferente es disponer que mercio tuviera el alcance de someterá
una contienda sea fallada por jueces ar- juicio arbitral forzoso á todas las cuestio-
bitros ó en juicio arbitral. nes sobre fraude, error, dolo, simulación
En el primer caso, los arbitradores se ú omisión en la formación ó ejecución
pronuncian solamente por el punto de de los contratos comerciales.
hecho, sin fallar el litigio por la aplica- Lo que corresponde á nuestro juicio
ción del derecho al hecho declarado. En en los casos del artículo 208 del Código
el segundo, los arbitros son los únicos de Comercio es que se siga el pleito en
jueces y resuelven tanto la cuestión de la forma ordinaria y una vez producidas
hecho como la de derecho. Nuestro Códi- las pruebas y presentados los alegatos se
go de Comercio hace esta diferencia y hallen en estado de sentencia, se nom-
para convencerse de ello basta compa- bre los arbitradores para que den su
' rarar los artículos 129, 157. 159, 360, veredicto sobre los puntos de hecho á
524, 559 y 722 con los 504,511,556 y 601. que se refiere aquel articulo. Después de
En el 722 por ejemplo, hablando de la dado ese veredicto habr.i llegado el mo-
comisión debida al depositario, estable- mento de dictarse el fallo definitivo por
ce que «si ninguna comisión se hubiese el juez de la causa. (Ver Revista de De-
estipulado, ni se hallase establecida por recho, Jurisprudencia y Administración,
el uso de la plaza, será determinada por Año X N.o 3).
arbitradores». Por consiguiente, si el
depositario entabla pleito por cobro de ARTÍCULO 535
su comisión en el caso de no estar esti-
pulada ésta ni hallarse establecida por En los casos del artículo anterior los tribu-
el uso de la plaza, habrá, sí, que nombrar nales ordinarios de oficio ó á petición de
arbitradores pero la misión de ellos se parte, obligarán á los que litigan á some-
reducirá á determinar la comisión. No terse al juicio arbitral.

- 178-
Cuando el arbitraje es forzoso en vir- resuelvan las dudas que les ocurran sobre
tud de la ley ó de la cláusula compromi- la extensión de jurisdicción. Y eso r e -
soria las partes están en la obligación de sulta con solo fijarse que está en el capi-
someterse ajuicio arbitral. En estos ca- tulo: «De la sentencia arbitral y de su
sos creen algunos autores que el actor cumplimiento.» Pero aqui no se trata de
debe iniciar los procedimientos pidiendo eso, sino de prefijar por las mismas par-
al juez que se convoque a u n comparen- tes la extensión de jurisdicción que han
do para que se proceda al nombramiento de atribuir á los arbitros. Y ésta es una
de arbitros que deban conocer de la cuestión que, como todas, debe ventilar-
cuestión pendiente entre las partes. Asi se en juicio ordinario, toda vez qué la
por ejemplo, existe un contrato de socie- ley no ha trazado un procedimiento
dad comercial entre A y B y se suscita especial.
una cuestión sobre la liquidación ó sobre Desenvuelta en los escritos de deman-
los deberes de los socios en tales casos da, contestación, réplica y duplica (según
cualquiera de ellos, puede recurrir á los la entidad del asunto) habrá llegado el
Tribunales á solicitar que se cite á un momento que el juez aprecie si los pun-
comparendo para nombrar los arbitros tos discutidos entran en la cláusula coni-
que han de conocer de la cuestión su- promisoria ó en el arbitraje legal. En
gerida. caso afirmativo ordenará que se sometan
Sin embargo, no es este el procedi- á arbitros Pero si alguna de las partes
miento que debe seguirse. En efecto el pretende extender el compromiso apun-
articulo 533 del Código de Procedimien- tos que no entran en la cláusula com-
to establece como condición esencial pa- promisoria ni son de aquellos para cuya
ra someter en arbitro que haya una con- solución la ley impone el arbitraje, en-
testación, ahora bien, ¿cómo vá á saberse tonces el juez tendrá que cincunscribir
la cuestión controvertida si antes no se dentro de estos limites las cuestiones
oye á la contraparte, audiencia que que han de comprometerse. Y así que-
debe ser previa á todo nombramiento darán determinadas por auto judicial. Y
de arbitros? Esta opinión ha sido sus- no se violará el artículo 542 del C. de P.
tentada ante nuestros Tribunales por el Civil porque para que el compromiso
Dr. Julián J. Saráchaga con los siguien- pueda hacerse antes en acta extendida
tes argumentos que ponen de relieve su ante el juez y el Actuario es preciso, lo
talento jurídico y competencia profesio- mismo que cuando se hace constaren un
nal, « La ley ó el contrato presu- escrito, que las partes estén de acuerdo
ponen la existencia de unacontroversia; en las cláusulas que se lo han de infor-
pero la determinación de ésta diferencia mar, y muy especialmentoen la cuestión
solo puede quedar dilucidada después ó cuestiones á comprometer.
de producida la demanda, contestación No mediando esa conformidad, es de
y la prueba. rigor la decisión judicial para fijar la
Supongamos que iniciada la demanda jurisdicción que han de tener los a r b i -
no se articulan las cuestiones sobre que tros como para los demás requisitos del
ha de recaer el laudo, sino que se limita compromiso. Y ¿á qué conduciría que el
el actor á pedir al juzgado que señale actor empezara por pedir audiencia, para
audiencia con el fin de nombrar arbitros, que en ella se extendiera el compromiso,
plantear las cuestiones y llenar los d e - si esa audiencia ha de interrumpirse por
más requisitos del compromiso. no poder entenderse con el reo y el juez
Tenemos ya en la audiencia á las dos ha de concluir por remitirlos á la vía or-
partes frente á frente. Pero, mientras el dinaria para que discutan y planteen allí
actor pide que el arbitraje gire sobre las las cuestiones que los divide? ¿No es
cuestiones que él propone, el reo solici- mejor, entonces, empezar por ahí?
ta que no gire sobre ellos, sino sobre (Ver Revista de Derecho, Jurisp. y Adm.,
otros ¿Cómo desatar el nudo? ¿Aplican- tomo VII pág. 143).
do el A" 572 del O. de Pr., en cuanto Esta tesis es tanto más aceptable por
, dispone « que en caso de duda se repu- haber sido emitida por Esteves Saguí,
tará comprometido todo punto que haya uno de los comentadores de la Ley p r o -
sido objeto de discusión durante el j u i - cesal Argentina, modelo de la nuestra
cio? No, porque el objeto de este artículo en este capitulo, quien se expresa asi
es dar una parte á los arbitros para que sobre este punto: «Es claro, por consi-

— 179 ~
guíente, que en los casos enunciados los contestación; y ésta ha de ser, según lo
tribunales ordinarios, pueden y deben, determina la ley, otorgando ó negando.
ya sea á petición de parte ó ya de oficio, De modo que, bien puede suceder y debe
obligar á los litigantes á que se sujeten presumirse, que por la contestación que-
ajuicio arbitral. de esclarecida la verdad y formada la
«En esto consiste la aplicación de las conciencia legal del juez ordinario.
disposiciones legales citadas; que es el Además de esa contestación también
fin esencial de su ministerio. ha de resultar el conocimiento que éste
Sin embargo, no podría ni debe orde- «tome para poder obligar al juicio arbi-
narse estasujeción, antes que interpues- tral (Ver Jísteves Saguí» Tratado Ele-
ta la demanda haya sido contestada y mental de los procedimientos Civiles en
se presente así contencioso el asunto; á el foro de Buenos Aires).
no ser que por instrumentoú obligación
preexistente aparezcan ligadas las partes ALEJANDRO LAGARMILLA
poi; convenio á la decisión de arbitros Catedrático Auxiliar de Procedimientos
Judiciales en la Universidad
en sus diferencias; de Montevideo.
, «Harto sencilla es la razón. Cuando
se interpone una demanda, se espera la (Contimuará)

•<5>^S?wlÍÍ#SPE^<

HISTORIA UNIVERSAL

CUADROS SINÓPTICOS Y SINCRÓNICOS

Algunas observaciones preliminares bajo, de recopilación y de síntesis tan


sólo, creo que facilitaré la adquisición
Los cuadros de Historia cuya publica- ordenada de los conocimientos á los
ción comienzo, son dedicados especial- alumnos y conseguiré tengan de ellos
mente á los alumnos de Arquitectura las tan necesarias vistas de conjunto
que deben ver aquella asignatura en un No puede pretenderse, sería ridículo
solo curso, por lo que su enseñanza ha pensarlo, abarcar todos los hechos acae-
debido reducirse á lo más fundamental. cidos, ni aprenderlos con todos sus d e -
El texto adoptado se ocupa de Civili- talles. Ni es preciso tanto para poder
zación exclusivamente y adolece del de- afirmar que se conoce historia. Basta se
fecto de exponer con poca precisión y sepan los hechos principales ó culmi-
claridad los hechos en que se basa su nantes que no& permitan tener idea
estudio. Por esto, al emprender este tra- exacta de las diversas épocas que ha re-

— 180 —
corrido la humanidad en su marcha pro- riores á la era cristiana en dos grandes
gresiva, haciendo con ellos, etapas ó ja- épocas:
lones que constituyan verdaderos cen- 1 .a Imperio independiente
tros de atracción alrededor de los cuales 2.a Dominación extranjera.
se aglomeren insensiblemente y sin Los períodos correspondientes á cada
grandes esfuerzos de memoria los he- una de estas dos épocas son:
chos secundarios y accesorios.
Y como la oportunidad se me ofrece, I Imperio independiente:
manifestaré una opinión por desautori- l. er período. Imperio antiguo (an-
zada que ella sea Los hechos militares, terior á los Hicsos). De la I é la
que antes formaban casi exclusivamente XII dinastías. 4.400 á 2.200 a
los estudios históricos, deben reducirse J. C.
en la Sección de Enseñanza Secundaria, 2." período. Imperio medio (reyes
haciendo retener al alumno sólo aque- Hicsos ó pastores). De la XIII á
llos (y son ya bastantes) que sean preci- la XVI dinastías. 2.200 á 1.700
sos para comprender la civilización, es- a J. C.
tudio vastísimo al par que interesante,
fuente de conocimientos inmensos para 3. er período. Imperio moderno
la vida práctica que fué descuidado du- (posterior á los Hicsos). de la
rante mucho tiempo y al que debe pres- XVIII á la XXVI dinastías.
tarse hoy día especial dedicación. 1.700 á 525 a J. C.
Las instituciones políticas y sociales, II Dominaciones extranjeras:
religiosas y morales, intelectuales y ar-
tísticas, nos serán de más provecho que 4.° período. Dominación persa (1. a
las acciones de guerra, muy poco en ar- vez). Dinastía XXVII. 525 á 424
monía, por lo demás, con el ideal de paz a J. C.
que los modernos más ó menos utópica- 5.° período. Insurrección egipcia
mente acariciamos. Dinastías XXVIII,XXIXyXXX
Y como entre las diversas manifesta- 424 á 340 a J. C.
ciones de la civilización está la artística 6.° período. Dominación persa (2.a
que más atingencia tiene con la profe- vez). Dinastía XXXI. 340 á 332
sión que siguen aquellos á quienes estos a J . C.
apuntes están dedicados, acompaño álos 7.° período. Dominación griega.
cuadros de los hechos principales, otros Dinastía XXXII. 332á30aJ.C.
de las más importantes épocas de arte 8.° período. Dominación romana.
con sus obras maestras correspondientes. La primera época, suele ser dividida
por algunos egiptólogos en tres períodos
llamados:
Egipto
Menüta Desde la I á la X dinastía
Las dinastías egipcias sirven de base Tebano » * XI » » XX »
para la ordenación cronológica de los Saíta » » XXI » » XXVI »
hechos históricos de este país. Las listas
de soberanos del sacerdote egipcio Ma- Soberanos más célebres y hechos
nethón (siglo II a. J. C.),el papiro real de más notables ocurridos
Turín y las tablas de Abydos y de Saka-
rah, juntamente con la traducción de en sus respectivos reinados
innumerables inscripciones geroglifl-
cas, permiten reconstruir bastante exac- l.er período:
tamente las distintas épocas de la histo- I dinastía. Menes, fundador del
ria egipcia, aún las más remotas. Es Imperio egipcio,
preciso observar tanto en ésta como en hace de Menfls su
otras cronologías de pueblos antiguos capital.
que las fechas anteriores al siglo VIII IV » Keops, Kefren y Mi-
son en su gran mayoría aproximadas, kerinos constru-
habiendo discrepancia en Jos historia- yen las pirámides
dores sobre muchas de ellas. de Gizeh.
Pueden dividirse los cuarenta y cua- XII » Amenemhat, Ousur-
tro siglos de historia de este país, ante- tasen (variosreyes

— 181 —
con estos nom- tado en Rapiña
bres), e f e c t ú a n porSargón, reyde
grandes trabajos, Asiría cuyo suce-
entre ellos el lago sor Sennacherib
Mceris y el Labe- invado al Egipto
rinto de Tebas. sometiéndolo ásu
dominación.
2.° período: Taharaka, rey etiope
XIII é XVII dinastía. Los reyes Hicsos es derrotado algu-
ó pastores go- nos años más tar-
biernan el país. de por Assar-Ha-
Los hebreos se ddón, rey de Asi-
establecen en ría, quien se apo-
Egipto. dera nuevamente
de Egipto.
3. er perú do: XXVI » Psamético reconsti-
XVIII dinastía. Amosisexpulsadlos tuye el impeno
hicsos v funda una egipcio con ayuda
dinastía genuina- délos mercenarios
mehte nacional. griegos.
Aménofis I I I y Necao óNeko,susuce-
Tutmés III e m - sor, derrotó á J o -
prenden conquis- siasreyde Judáen
tas en Asia (Siria Mageddo; fué ven-
y Mesopotomia}. cido á su vez por
XIX » SethosI y Kamsés II Nabucodonosor,
continúan las con- rey de Babilonia,
quistas emprendi- enCarchemis.Los
das por sus ante- fenicios hacen el
cesores en Asia y primero y único
Etiopía. Brillo del viaje en la anti-
reino de Tebas. güedad, de circun-
Mayor esplendor navegación al A-
de la civilización frica.
egipcia. Apries se alió con Se-
XX » Varios Ramsés des- dicias. último rey
de III en adelan- de Judá, contra
te. Los hebreos al Nabucodonosor de
frente de Moisés Babilonia.
salen de Egipto. Amasis el llamado
Empieza en esta amigo de los grie-
dinastía la deca- gos, les autoriza
dencia del poderío que funden la co-
tebano. lonia de Naucra-
XXII » Sesac ó Sesonquio tis en el Delta.
interviene en Pa- P s a m m e n i t es d e -
lestina ayudando rrotado porCam-
á Jeroboam, rey * bises, rey de Per-
de Israel contra sia, que se apode-
Roboam, rey de ra de Egipto.
Judá.
XXIV » Kochoris, único rey 4.° período:
de esta dinastía, es XXVII dinastía Cambises y sus s u -
derrotado por los cesores hasta Da-
etíopes que some- río II, Noto, g o -
ten al país. biernan el país por
XXV » Dinastía etíope. Sa- intermedio de sus
bacón es derro- sátrapas.

— 182 —
5.° período: de sus delegados
XXVIII dinastía. Amirteo, insurrec- los procónsules y
ciona parte de los pretores. P r o -
Egipto y funda vincia romana
una dinastía na- primero y m á s
cional. tarde bizantina,
XXIX » Los reyes naciona- cayó en 640 des-
les m a n t i e n e n pués de J. C. bajo
una sombra de in- la d o m i n a c i ó n
dependencia y lu- árabe.
chan contra los Historia de Arte. Cuadros sinópticos
persas que inten- Artes plásticas en Egipto.
tan sujetarlos.
Los períodos principales de floreci-
XXX » Nectanebo es derro- miento de las artes egipcias son: 1.° a n -
tado por los persas terior á la invasión de los Hicsos en la
que someten com- época menfitica. Mentís es el centro ar-
pletamente el país tístico. Es la época de las grandes cons-
.° período: trucciones funerarias en Arquitectura.
XXXI dinastía. Artajerjes III, Oco Las obras más perfectas de estatuaria
y sus sucesores egipcia son de esta época. Las pinturas,
hasta la conquista son escenas de la vida rural y civil y r e -
de Alejandro Mag- tratos. I á XII dinastías.
no, gobiernan al 2.° Época del florecimiento tebano,
país por interme- posterior á los Hicsos. Tebas es el cen-
dio de sus delega- tro artístico. Es la época de mayor b r i -
dos, los sátrapas. llo arquitectónico, la de la construcción
7.° período: de los-grandes templos en la región de
XXXII dinastía. Alejandro Magno y Tebas. La escultura es menos perfecta
sus sucesores los que en el período anterior; rigidez y
Lagidas ó Ptolo- convencionalismo en las formas. Las
meos. Los más cé- pinturas de esta época son representa-
lebres entre éstos ción de dioses y héroes. XVIII y XIX
son lostresprime- dinastías.
ros: Ptolomeo I, 3.° Época del renacimiento ó floreci-
Sotero; Ptolomeo miento saita, después de las invasiones
II, Filadelfo; P t o - asirías. Templos en el Delta. Sais, cen-
lomeo III, Everge- tro artístico. XXVI dinastía.
t e s . Civilización 4.° Épocas griega y romana. Influen-
helenística ó ale- cia del arte griego en el egipcio. Alejan-
jandrina. B r i l l o dría, centro artístico. Escuela griega de
de Alejandría. escultura. XXXII dinastía.
En tiempo de Oleo-
patra, última reina Arquitectura.-—Principales obras:
de esta dinastía, el I ' dinastía-Templo de la Es-
Egipto es conver- finge (?)
tido en provincia III » —Pirámide esca-
romana por Octa- | lonada de Sa-
vio vencedor en a lí arah.
1. IV » - P i r á m i d e s de Gi-
Actium de Anto-
nio, su rival. zeh.
8.° peí iodo: V y VI » — P i r á m i d e s de
(1) Daschour y
Algunos autores lla- f Aboukir.
man dinastía I XII » —Lago Mceris,La-
XXXIII la forma- berinto, Tumbas
da por los empe- \ de Beni- Hassan.
radores romanos (1) Pertenecen á esta época anterior á los Hicsos los
que gobernaron mastabas construcciones funerarias para los nobles,
el país por medio como las pirámides lo eran para los soberanos, y las
estelas para los simples particulares.

- 183 -
XVIII y " XVIII
XIX dinastía—Época del mayor y XIX dinastías—Estatuas de Tut-
florecimiento de més III, Améno-
la arquitectura. fis III, Ramsés II,
Templos de Kar- etc.
a nak, Luqsor, Colosos de Memnón
2. Kournah y Me- (Amenofls III y
dinet-Abú. su esposa).
Hipogeos de Ipsam- Coloso de Ramsés II
bou1 ó A bú- en Tebas.
Sembií. Colosos de Ipsam-
Siringas ó sepul- boul.
turas de e s t a Bajo relieves, esta-
época. tuas de dioses.
/ XVI dinastía - Canal del Medi- Esfinges precedien-
3.a \ terráneo al Mar do á los templos.
Rojo. Templos
( en el Delta. 3.a —XXVI dinastía — Estatuas de
XXXII dinastía—Templos de Edfú Psamético y otros reyes.
y de la isla Phi- Bajo-relieves.
íoe, feerapeum ó
4.a tumba de los
Apis, M u s e u m 4. a é —XXXII dinastía Escuela griega de
de Alejandría. y época romana Alejandría.
El Faro. Obra maestra: El
Época romana—Templos de Esneh Niloy sus hijos.
y Denderah.
(Museo Vati-
Escultura.
! I dinastía—Esfinge de Gizeh. cano).
III —Estatuas de Sepa y
de Nesa. (Museo^del Pintura—Puede darnos idea del de-
Louvre). sarrollo de este arte, las pinturas sin
IV —Estatuas ele Nef'ert y concluir de las tumbas de Biban-el-Mo-
de Rahotep (Museo luk cerca de Tebas.
de Boulaq).
1.a Estatuas de Khefren y
ELZEARIO BOIX,
Mikerinos.
VóVI » —Ramke ó Cheik-el Catedrático de Historia Universal
B e l e d (Museo de en la Facultad de Matemáticas
de Montevideo.
Boulaq).
Escriba sentado (Mu- (Continuará.)
seo del Louvre).
Multitud' de bajo-re-
lieves en las tumbas.

-H-

184 —
<yft6dft(9^ft(s3ft(siS)^i92)fw3¡i|t(s^(E>3):fctó
a/JVs a/íls a/JVs a^JU e / l i s ¿ « ^ artls ^ J V D aVÍVs a y l V s a / i ^ aJJVs aVÍVs ^JVs a/ívs 2 / S ^ e/íVs a/íVs eVÍVs a,'l\s a/Jlo a>ÍVs a-'=Vs a/»Vr a/í^s a ' ? > a^'Jvs a-'cVs a/JVs e/í \s aViVs a/ÍVs

T I T I ^ I t t t f I t f f I T t t i f ' t 1 1 t '• i t 1

APUNTES OE HISTORIA AMERICMA 1 1 I C I M I L < l )


( PRIMER CURSO )

EL GOBIERNO COLONIAL judiciales, deliberantes y administrati-


EN LA AMÉRICA DEL SUD
vas. I X — Gobernadores ó Corregidores: s u
nombramiento, duración y salario. Fun-
Sumario I — Títulos invocados por Es- ciones de los Corregidores. X — i n t e n -
paña para justificar su dominio en Amé- dentes: sus atribuciones. XI — Audien-
rica. II — Instituciones coloniales. Los cias Reales: su composición, presidente
adelantados: su nombramiento y sus fa- y oidores. Funciones de las Audiencias.
cultades. III — Los Cabildos. IV — Regi- Actosprohibidosálosoidores. XII — Vi-
dores: su número, nombramiento, dura- rreyes: su nombramiento, duración y
ción y salario; calidades y condiciones facultades. XIII — Consejo de Indias: su
para ser regidor. Presidencia de los Ca- composición. Sus facultades legislativas,
bildos. V — Funciones de los Cabildos: administrativas y judiciales.
electorales, deliberantes, administrati-
vas, contenciosas. VI — Cabildo abierto. Como puede juzgarse á primera vista,
VII — Situación práctica de los Cabildos. el sumario que antecede comprende
VIII — Alcaldes: su elección, condiciones varios puntos que no figuran en la boli-
y duración. Funciones de las Alcaldes lla XXIV ni en los demás del programa;
pero apesar de esa circunstancia hemos
creído con venientetrascribirlos también,
(1) Habiendo notado la gran dificultad con por considerar que contribuyen en alto
que se tropieza para estudiar la parte del pro- grado á dar una idea de conjunto aproxi-
grama de esta asignatura referente á la historia mada del complicado régimen colonial.
de la civilización en la América, que es la falta
casi absoluta de textos adecuados, hemos creído Por otra parte advertimos á los que solo
prestar un servicio á nuestros compañeros de deseen saber lo que el programa extric-
5.° Año transcribiendo en la revista el primer tamente exige, que en ese caso deben
capítulo de la notable obra del doctor A Del concretarse á estudiar los puntos seña-
Valle sobre «Derecho Constitucional (que por
su índole puramente jurídica no suele estar en lados con letra bastardilla en e¿ sumario.
manos de los estudiantes de Preparatorios) en
la cual se hallan explicados con la mayor clari-
dad y precisión casi todos los puntos que com- I
prende la Bolilla XXIV, una de las que revisten
mayor interés y trascendencia histórica. La conquista y colonización de Amé-
E. R. C. rica, iniciada por los reyes de España

- 185 -
inmediatamente después de terminada como cuando van á sus palomares,» sos-
la expulsión de los moros, despertaron teniendo que el profeta había vislum-
celos en otros países. brado la conquista y conversión de una
Portugal comenzó por disputarles sus raza por una de esas palomas, por cuen-
nuevos dominios, produciéndose el con- ta del rey de España. Esa paloma era
flicto que dirimió el Papa Alejandro VI Colón, que en apresurado vuelo había
sobre un planisferio equivocado; al poco venido en busca de la tierra americana,
tiempo otras naciones publicaban rela- pues Colón en latín Columbas, significa
ciones de viajeros y traficantes para de- paloma.
mostrar que la ruidosa conquista espa- Asi interpretaba y comentaba el texto
ñola no era obra de civilización, sino de Bozio, que es citado con respeto por So*
barbarie. lorzano.
España no podía ser indiferente á la El segundo titulo que invocaba la co-
opinión de las demás naciones y com- rona de España para justificar su domi-
prendió que debía defenderse para con- nio en América era el descubrimiento,
servar el honor de sus conquistas y la título que reconocían como fuente ori-
integridad de sus derechos. Contaba para ginaria del dominio todas las naciones
ello con teólogos y legistas que llevaron europeas. Las tierras descubiertas no
la cuestión al terreno jurídico y estable- pertenecían á nadie, eran res militas.
cieron que el derecho de España al do- Story observa, sin embargo, que las tie-
minio de América provenía de cuatro rras de América, antes de la conquista,
fuentes originarias: la palabra divina, el pertenecían á las tribus que las ocupa-
descubrimiento, una guerra justa y la ban en toda su extensión, ejerciendo los
bula de Alejandro VI. actos de dominio y posesión propios de
A primera vista sorprende que se bus- su estado de civilización y de su época,
cara en las Sagradas Escrituras, un títu- como la caza y la pesca, y que, en su
lo que justificase el dominio sobre tierras concepto, ese derecho era tan respetable
descubiertas en el siglo XV, sin embar- como el de cualquier nación civilizada
go, tal es la verdad. de la tierra.
Uno de los textos más curiosos invo- El tercer título invocado por la coro-
cados por los teólogos pertenece al pro- na de España era la guerra justa, em-
feta Isaías, que vivió 700 años antes de prendida con el objeto de reducir á los
Jesucristo, y vaticinó la venida del Me- salvajes y enseñarles la religión cris-
sías y la predicación de la palabra de tiana.
Dios. Aristóteles, en su política, había dicho
El versículo de Isaías, citado por que hay hombres esclavos por naturale-
Solórzano, es el siguiente: «Palomas con za. Uno de sus comentadores, Calcagni-
tan arrebatado vuelo como cuando van no, á quien citan los tratadistas españo-
á sus palomares. Los ya salvados arro- les, agregaba que «si los que nacieron
jarán las saetas de su predicación á Ita para obedecer lo rehusan, se pueden ca-
lia, á Grecia y á las islas más apartadas zar como fieras.» El padre José de Acos-
y le traerán en retorno su oro y plata ta, más humanitario que Calcagnino,
juntamente con ellos.» dividía en tres categorías á los habitan-
Cualquiera creería que el texto daba tes de las Indias. La primera compren-
lugar á la interpretación de los teólogos día á los chinos, japoneses y otros habi-
en la segunda parte, cuando habla de tantes de Asia, á quienes debía respe-
«las islas más apartadas y del oro y pla- tarse porque el grado de civilización
ta que traerán en retorno los ya salva- que habían alcanzado los ponía en con-
dos» diciones de darse gobierno propio. La
No era ahí, sin embargo, donde los segunda comprendía á los mejicanos,
teólogos apoyaban el derecho de España peruanos y chilenos, á quienes podía
al dominio de las tierras americanas, quitárseles su gobierno, porque no eran
púas comprendían, sin duda, que esa bastante civilizados. La tercera la for-
parte del texto podía ser invocada tanto maban los hombres desnudos que habi-
por la corona de Castilla como por las taban las selvas y las dilatadas pampas
de otras naciones descubridoras. Se fun- de América: estos podían ser tratados
daban en la primera parte, que habla de como lo aconsejaba Calcagnino. «¡Se
las «palomas con tan arrebatado vuelo puede dar caza á los silvestres, decía,

—• 186 ~
\^

porque todo se endereza á su mayor naciones, excepción hecha de Portugal.


bien » II. Después de exponer los títulos
En el Cabildo Abierto del 22 ele Mayo invocados por España para justificar su
de 1810 el obispo Lúe recordaba, tal vez, dominio en América, corresponde averi-
esa doctrina, cuando sostuvo que, aun guar como la gobernaba, pareciéndonos
perdida la corona de España, mientras preferible hacer el estudio de las insti-
quedara un pueblo, una aldea, un espa tuciones según el orden en que se im-
ñol libre, éste tendría el derecho de g o - plantaron en América, aunque éste sea
bernar no solo á los silvestres y á sus inverso al de su verdadera importancia
hijos, sino también á los hijos de los política y administrativa. Así, pues, co-
primeros colonizadores, como si. por ha- menzaremos por una ligera noticia de
ber nacido bajo el cielo de América, hu- lo que era el poder de los adelantados y
bieran dejado de ser los herederos di- la naturaleza é importancia de sus fun-
rectos de los descubridores; y que ciones, para tratar en seguida de los ca-
si no quedaba hombre vivo en la madre bildos, de los gobernadores, de las au-
patria, á los españoles residentes en diencias, de los virreyes y del consejo
América les correspondía el derecho de de Indias.
gobernarla. Los adelantados, dice Bobadilla, eran
El cuarto y último título que invoca- gobernadores de muchos pueblos, y en
ba España era la bula del papa Alejan- las leyes 8, 10, 11,12,13. 16, 17 y 18,
dro-VI, titulo que levantó vivas contro- título 3.°, libro 4.°, de la Recopilación de
versias entre los escritores romanistas Indias se encuentran las disposiciones
ó papistas y los juristas reales. Afirma- que determinan la naturaleza y exten
ban los primeros que si España invoca- sión de sus poderes. Estaban encarga-
ba la bula de Alejandro VI para justifi- dos de fundar y poblar ciudades, de
car su dominio en América, reconocía nombrar sus autoridades, de dividir los
implícitamente que debía vasallaje al limites de las provincias, de dictar íodas
Sumo Pontífice. Por su parte, los juristas las ordenanzas que reclamara aquella
españoles sostenían que los Reyes cató- primitiva colonización.
licos habían solicitado la bula de Ale- Pero esta institución de los adelanta-
jandro VI como acto de deferencia, y dos fué transitoria y no tiene una im-
que la recordaban como título secunda- portancia real para el estudio que vamos
rio para reforzar los otros tres. á hacer.
Este último título, juntamente con el A. DEL VALLE.
primero, eran rechazados por las otras (Continuará).

OHO^íIO^

EL CONGRESO DE MONTEVIDEO La Comisión Directiva de la Asocia-


ción sigue empeñosamente los trabajos
En nuestro número anterior dimos iniciados en ese sentido y oportunamente
cuenta de la iniciativa surgida en el seno enviará á todos los núcleos estudianti-
de la Asociación de los Estuchadtes de les de ambas Américas el programa y el
Montevideo respecto de la celebración reglamento del futuro Congreso, así
de un Congreso Internacional de Estu- como el manifiesto de invitación al mis-
diantes Americanos, Congreso que tendrá mo, redactado por el Br. Héctor Miranda,
lugar en esta ciudad á fines de Enero que insertaremos probablemente en nues-
del próximo año. tro número próximo.

-187 -
. Dada la simpatía que la idea de la concurrió la Asociación de Montevideo
reunión estudiantil está despertando en por medio de dos delegados, y en que se
todos ios ánimos, los iniciadores del trató de hallar los medios de unificar,
Congreso, creen que ha de ser un verda- por medio de programas afines, los es-
dero éxito desde todo punto de vista. tudios universitarios del continente eu-
La prensa de Montevideo ha dedicado ropeo.
al pensamiento sus más decididos aplau- Pero los congresos realizados hasta
sos en sueltos y artículos que la falta de ahora lo fueron en Europa, y sus miem-
espacio nos impide publicar íntegros en bros estudiantes europeos ó proceden-
este número. Empezaremos sin embar- tes de diversas partes del mundo, mien-
go esa publicación insertando el articu tras que aquel que nos ocupa tendrá por
lo editorial que dedicó al Congreso uno sede una ciudad de América y se com-
de los grandes diarios montevideanos. pondrá exclusivamente de estudiantes
americanos. Y en esta diferencia, en es-
EL CONGRESO ESTUDIANTIL ta peculiaridad, reside á nuestro juicio
la cualidad más resaltante y trascenden-
La Comisión Directiva de la Asocia- tal de que va á celebrarse.
ción de los Estudiantes, que preside el En él se tratarán asuntos de orden pe-
distinguido bachiller don Héctor Miran- dagógico, cuestiones generales de pro-
da, ha tomado varias iniciativas simpá- cedimientos y de métodos, temas de in-
ticas y de verdadera importancia en el terés científico particular para cada una
corto tiempo que lleva de actuación. En de las secciones, que independientemente
ese número colocamos la relativa á la de los beneficios que puedan en lo futu-
celebración en Montevideo de un Con- ro proporcionar,servirán para poner de
greso de Estudiantes Americanos. relieve la capacidad y preparación de
La idea es generosa y amplia, noble y cada núcleo de estudiantes, naciendo de
patriótica, y digna bajo todos conceptos aqui un estímulo que tiene que ser salu-
de un franco aplauso. Nosotros, que te- dable para todos y despertándose el a n -
nemos por norma de conducta obedecer sia por sobresalir y descollar, que fué
los dictados de la justicia y que hemos constantemente fuente fecunda de ade-
censurado y censuraremos los extravíos lantamiento en los diversos órdenes de
de criterio de la juventud,—hijos de su ¡a humana actividad.
propia inexperiencia, de su misma g e - Todo ello tiene que traducirse en be-
nerosidad, jamás de cálculos egoístas y neficio y utilidad para todos, porque no
mezquinos, creeríamos faltar á núes es posible dudar que del cambio de ideas,
tros deberes si no la estimuláramos en del choque de las opiniones encontra-
el caso presente, dejando constancia ex- das, broten las soluciones más científi-
presa de nuestra adhesión incondicional cas, más verdaderas, más exactas y m e -
al pensamiento. La Asociación ha de- jores
signado comisiones especiales con el en- Pero nosotros vemos en la conferencia
cargo de indicar los tem s que han de proyectada algo más, que lo colocamos
ser objeto de deliberación en el Congre- por encima de todo lo expuesto. Ese a l -
so, y estas comisiones han dado ya co- go más, esa consideración que nos hace
mienzo á sus tareas y celebrado diver- mirar con singulares simpatías la ini-
sas sesiones para dar cumplimiento á su ciativa déla Asociación de los Estudian-
cometido. En este trabajo se hallan ac- tes y atribuirle un altísimo significado,
tualmente empeñadas, á fln de que la es que el nuevo Congreso servirá para
conferencia, por el número é importan acortar las distancias que nos separan
cia de los temas, resulte loque debe ser: de los pueblos de América, para cono-
un gran acto, un acto solemne y hermo- cernos más de lo que nos conocemos,
so, en que se debatan las más arduas é para apreciarnos mejor, para realizar
interesantes cuestiones relacionadas con más pronto los destinos solidarios que
el porvenir intelectual de América. tenemos que cumplir con las demás na-
La idea que nos ocupa no es nueva. ciones hermanas del continente.
Congresos de estudiantes se han celebra- Nuestro aislamiento hasta hoy ha sido
do en Cambridge, en Bruselas, en Mar- casi absoluto con la generalidad de esos
sella, sin contar el realizado el año pa- países. A pesar de todos los esfuerzos
sado en Milán, al cual fué invitada y hechos con el intento de poner límite á

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tan extraña, á tan anómala, á tan perju- cción Pública accedió á esa solicitud, y
dicial situación, esfuerzos bien meri- en el Proyecto de Ley que acompaña el
torios que no se nos ocultan, vivirnos Mensaje enviado por el poder Ejecutivo
intelectualmente á inmensa distancia de a la Asamblea Legislativa, con fecha 14
. pueblos relativamente poco distantes, de Mayo, establece los siguientes artículos:
cuando todo género de razones, hasta «Art. 4.°— Siete miembros del Consejo
razones de egoísmo, militan á favor de serán elejidos por mayoría de votos de
un intercambio más activo, de una com- los abogados en la Facultad ele Derecho,,
penetración mayor, de un conocimiento de los médicos y los farmacéuticos en la
más acabado y perfecto de nuestras co- de Medicina, de los ingenieros y de los ar-
sas y de núes i ras necesidades, que sirvan quitectos en la de Ingeniería, citados al
para advertirnos á todos nuestra res respecto con quince días de anticipación
pectiva situación y para saber á donde por el Ministerio de Industrias, Trabajo
deben dirigirse preferentemente nues- é Instrucción Pública.
tros esfuerzos. Los estudiantes de cada Facultad que com-
En este sentido, los estudiantes de hoy prueben sus condiciones de tales con un cer-
—que serán los gobernantes de mañana tificado de haber prestado examen en el año
—van á realizar una obraeminentemen- anterior á la elección serán citados á la vez
temente patriótica, de verdadera tras- para elegir el octavo miembro.
cendencia, de alta finalidad; una obra Art. 13 — El Cuerpo elector del Conse-
que puede resultar fructífera y fecunda jo Directivo en la Facultad de Enseñan-
en bienes positivos para todas estas p a - Secundaria se formará por los profesores
trias de América, unidas en lo pasado de la Facultad intregado con los últimos
por los lazos sagrados de la tradición y veinticinco bachilleres.
de la historia y ligadas en lo porvenir Uno de los miembros del Consejo será elé-
por los poderosos vínculos ele un destino jido por los estud;antes. Los estudiantes en
común. esta Facultad para tener derecho al voto
«La Tribuna Popular» envia con tal deben tener por lo menos tres años de estu-
motivo á la Comisión Directiva de la dio>\»
Asociación de los Estudiantes y á su El Poder Ejecutivo, en el largo y bien
digno presidente, á quien pertenece la meditado Mensaje que envía al Cuerpo
hermosa iniciativa que da origen á e s - Legislativo sobre reorganización u n i -
tas líneas, sus más efusivas felicitacio- versitaria, después de ocuparse de la
nes, y formula ardientes votos por que autonomía universitaria, funda las dis-
el éxito del primer Congreso de estu- posiciones transcritas en estos términos:
diantes que se celebrará en Montevideo «Respetada esta tradición de indepen-
esté á la altura del nobilísimo propósito dencia, el P. E. ha querido avanzar, dando
que lo ha inspirado. más amplias bases á los cuerpos electivos
«La Tribuna, Popular». Montevideo. con la intervención directa y principal
del profesorado en la marcha universi-
taria y con el derecho del voto conferido
REORGANIZACIÓN UNIVERSITARIA á los estudiantes, no solamente como sa-
ludable enseñanza democrática, sino
ÉXITO DE LA ASOCIACIÓN DE LOS también como acto de justicia que no es
ESTUDIANTES
otro el que les de representación genui-
na destinada muchas veces á llevar al
seno de las autoridades la expresión de
En nuestro número anterior publica- atendibles exigencias y á consagrar entre
mos la solicitud presentada por la Comi- los elementos que estudian y los que en-
sión Directiva de la Asociación de los Es- señan una perdurable solidaridad que
tudiantes al Ministerio de Instrucción Pú- contribuirá en primer término al desen-
blica con el objeto de que en ei proyecto volvimiento de la cultura y de la
de ley en cuya confección se hallaba éste ciencia.»
empeñado, incluyera una disposición por Como se ve la Comisión Directiva de
J a cual se acordara representación á los la Asociación de los Estudiantes acaba
estudiantes en los consejos directivos de de conseguir un hermoso triunfo de fe-
la Enseñanza Superior. cundos resultados para la grey estudian-
Ahora bien, el Ministerio de Instru- til, que podrá hacer llegar su palabra

— 1&9 —
par medio de una representación legíti- EL DOCTOR MAGGIOLO
ma al recinto hasta ahora cerrado de los
Consejos Directivos de la Enseñanza Su Partió para Europa en misión especial
perior. de la Universidad, el doctor Ángel Car-
Sean cuales sean las modificaciones los Maggiolo, catedrático de Química en
que el Cuerpo Legislativo imponga en el la Facultad de Preparatorios y Director
Proyecto de Ley remitido por el Poder del Instituto de Fisiología en la Facul-
Ejecutivo, esa conquista de los estudian- tad de Medicina
tes ha de ser respetada, porque ella con- El doctor Maggiolo recorrerá las prin-
sagra una gran aspiración universitaria cipales ciudades europeas con el objeto
y colma una necesidad sentida desde de estudiar la organización de los insti-
hace largos años en nuestro primer tutos de Fisiología del viejo mundo, y
centro de enseñanza. su labor de estudioso será sin duda pro-
La actitud del Ministerio de Insu*uc- vechosa para la ciencia nacional.
ción Pública, que accedió de inmediato El distinguido profesor nos ha pTPome-
á nuestro solicitud, merece, sin duda, la tido enviar á EVOLUCIÓN algunas corres-
palabra de simpatía y de aplauso que le pondencias sobre temas de interés uni-
tributamos públicamente por medio de versitario que tendremos el gusto de
estas lineas. ofrecer oportunamente á nuestros lecto-
res, honrando al mismo tiempo nuestras
columnas.
EL RECTORADO
FEDERACIÓN INTERNACIONAL
Después de un corto periodo de exci-
taciones á las que no fueron ajenos los DE LOS ESTUDIANTES
elementos estudiantiles, fué elegida por E L CONGRESO DE BURDEOS
la sala de doctores la terna de candida-
tos para el puesto de Rector de la Uni- La Comisión Directiva de la Asociación
versidad, vacante por renuncia del doc- de los Estudiantes de Montevideo, resol-
tor Acevedo. vió adherirse á la «Corda Fratres», F e -
El P. E. eligió dentro de esa terna, deración Internacional de los Estudian-
para ocupar aquel alto puesto al doctor tes, fundada en Turin el 15 de noviem-
don Francisco Soca, Profesor de Clínica bre de 1898, proclamada en Roma, Fo-
Médica en la Facultad de Medicina. rum-Romanum, el 24 de noviembre de
Sin pretender hacer una silueta del 1898 y reorganizada en Lieja el 4 de se-
nuevo Rector, suficientemente conocido tiembre de 1905, y á la cual se han adhe-
por otra parte entre el elemento univer- rido los estudiantes de A'ix (Provence),
sitario,—nos limitaremos á decir que el Alger, Anvérs. Aquila, Bologne, Bor-
doctor Soca es uno de nuestros más emi- deaux, Bruselles, Budapest, Caen, Ca-
nentes hombres de ciencia, de reputa- 'gliarí, Camerino, Catania, Copenhagen,
ción europea, de un talento excepcional Cracow, Debrecen, Dijon,Eger, Eperjés,
en que se armonizan con los más áspe- Genéve, Genova, Grenoble, Goteborg,
ros conocimientos las más bellas esqui- Kassa, Koskemet, Keszthely. Kolozsvar,
siteces del espíritu. La Haya, Liéje, Lille, Lwow, Lyou, Ma-
En cuanto á su futura actuación al gyaróvar, Mrrrmaroüsziget, Marseille,
frente de los des inos universitarios, no Messina. Milano, Modena, Montpellier,
tenemos motivos para dudar de que ella Nagyvárod, Nancy, Napolí, New-York,
esté de perfecto acuerdo con los intere- Odessa, I adova, Sárospatak, Selmecba-
ses de la enseñanza superior, y con los nya ¡Sassari, Torino, Toulon, Toulouse,
derechos y las legítimas aspiraciones de Valeta, Venezia, Zürich.
los estudiantes. Creemos que ha de ha- Los artículos fundamentales de la F e -
ber pasado para siempre el periodo de deración, aprobados en el I Congreso
inquietudes estudiantiles, basadas gene- Internacional de la Federación celebra-
ralmente en las más justas exigencias, do en Turin (12-20 de noviembre de
y que ha de reinar la armonía más per- 1898) son los siguientes:
fecta entre los estudiantes y las autori- J. El nombre de la Federación es:
dades universitarias. Federación Internacional de los Estu-
diantes—traducida á la lengua nacional

— 190 —
y precedida por CORDA FBATRES como di- rin (1898), en París (1900), en Lieja
visa de la Federación misma. (1905 , en Marsella 11906), y una reunión
II. tól objeto principal de la Federa- en Venecia (1905. El quinto Congreso
ción Internacional de los Estudiantes tendrí lugar en Burdeos en setiembre
es el de proteger y favorecer la idea de de 1907, y en él estará representada la
solidaridad y de fraternidad entre los Asociación de Montevideo en su carácter
estudiantes. de adherente á la Federación. Se ha de-
III. Todo estudiante tiene derecho de signado va para representar t los estu-
formar parte de la Federación, con tal diantes del Uruguay al ingeniero Bau-
de que esté inscrito en una Universidad tista Lasgo'ity, uno de los alumnos más
ó en una escuela ó instituto superior sobresalientes salidos de nuestra Facul-
cualquiera que sea la religión y las tad de Matemáticas becado por la Uni-
ideas políticas que profese. versidad, y que estudia actualmente en
IV. Cada confederado á su entrada en el Instituto de Electricidad de Lieja. El
la Federación se compromete por su ho- ingeniero Lasgo'ity ha sido miembro de
nor á emplear sin cesar los medios que la C. D. de la A. de los E. de Montevideo
su posición social, sn inteligencia y su y dictó durante dos años los cursos de
actividad le proporcionen para facilitar Álgebra y Geometría en ese centro inte
las relacones internacionales entre la lectual.
juventud y secundar todas las manifes-
taciones que crea útiles á fln de disipar, COMISIONES DE PROPAGANDA
en cualquier clase de personas, los pre-
juicios, los rencores, los odios que hacen Cumpliendo con lo dispuesto por el
á los Estados recíprocamente hostiles y Reglamento de la Asociación la Comi-
los colocan siempre en pié de guerra. sión Directiva de la misma, nombró las
V. La Federación Internacional de los comisiones de propaganda correspon-
Estudiantes se propone también secun- dientes á las distintas facultades de la
dar por todos los medios á su alcance la Universidad.
obra de la paz y del arbitraje entre las He aquí la nómina de los nombrados.
naciones. Facultad le De>echo- Daniel Castella-
VI. El objeto de la Federación es nos, José L. Mullin, Florencio Moreno,
también el de poner en correspondencia Esteban Nin y Silva, Enrique A. Cornú,
á los estudiantes entre si, y en particu- Carlos M. Sorin, Fernando Gutiérrez, En-
lar a los que pertenecen á la misma ra- rique Onetto y Viana, Carlos F. Muñoz,
ma de las ciencias, á fln de facilitar los Washington Barbot Arturo Casaravilla,
medios de informaciones y de investi- Fermín Huertas Berro, Félix Polleri,
gaciones científicas de las cuales pueden Eduardo Jiménez de Aréchaga, José K.
tener necesidad eventualmente antes ó Segundo, Dardo Regules, Héctor Lapido,
después del doctorado. Nicanor Amaro, Wenceslao Silva y Hu-
VIL Asegurar reciprocamente huéspe- go D. Barbagelata.
des y amigos en las grandes ciudades le- Facultad de Medicina: José M. Delgado.
janas con ocasión de los viajes indivi- Atilio Narancio, José P. Urioste, Alberto
duales y colectivos al extranjero, viajes Galeano, Américo Fossatü, José Iraola,
que seivtn asi niis fácilmente emprendi- Domingo Prat, José Infantozzi, Juan J.
dos y realizados. Cuenca y Lamas, Modesto Etchepare,
VIII. Los principios fundamentales Aníbal del Campo, Gerónimo Brissolese,
que preceden, admitidos por unanimidad, Mario Artagaveitia, Ernesto Ancel, J.
reglan la Federación. Carrere, E Bastos, Federico Garzón, Ju-
IX. Ellos no podrán ser modificados. lio Nin y Silva, Arturo Risso, Víctor Es-
Los estatutos de la Federación, redac- cardó y Anaya. Gregorio Pérez (hijo),
tados en el III Congreso Internacional Antonio Luis Borras, Manuel Pereira
(Lieja, 4-8 setiembre 1905) y modifica- Nuñez, Augusto Lamarthé.
dos en el IV Congreso (Marsella, 31 Facultad de Matemáticas: Alfredo La—
agosto—5 setiembre 1906),—están de vignasse, Sebastián Martorell, Braulio
acuerdo con estos principios fundamen- Feo, C. Rochietti, Carlos Rodríguez L a -
tales. rreta, Romeo Ferreira, Conrado S. Lago,
La Federación de los Estudiantes ha O. Acostay Viera,A. Maggi, Enrique Pie-
celebrado ya cuatro Congresos, en Tu- tracarprina, Raúl Faget, H. Pitaluga,

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Abel Pérez Sánchez, M. Bordoni, Manuel va de la A. de los Estudiantes le enco-
Terra, Cándido Lerena Joanicó. mendó el año pasado la organización de
Facultad de fcnseñavza Secwidaría:Ha- una Sección y Comisión Delegada en la
roldo Mezzera, F. Garmendia, Carlos M. ciudad del Salto y de su tarea coronada
Giuria, Enrique Rodríguez Castro, Ho- por un franco éxito, tuvimos ocasión de
racio Lessa, H. Platero, Alfredo Jiménez hacer el elogio desde estas mismas c o -
de Aréchaga, Alfredo Rodriguez Castro, lumnas.
F. Capurro, Carlos A. Yelazco Lombardi- Como redactor de EVOLUCIÓN, en la
ni, Alberto R. Thévenet, A. Horne Fynn, sección de Derecho se ha demostrado
Alberto Muñoz. J. Algorta Camusso, H. inteligente y asiduo, lo mismo que como
Etchegaray,Eduardo Acevedo(hijo),Luis vocal de la actual Comisión Directiva de
V. Acevedo, Pablo De María (hijo), L. nuestro Centro. Es además el bachiller
Zorrilla de San Martin, S. Muñoz. Brum director de las secciones de cam-
Facilitad de Agronomía: Roberto Sund- paña de la Asociación de los Estudiantes
berg, José Nuñez, Antonio M. Pittaluga, y en ese carácter redactó la notálble pe-
' Carlos Del CastiLo. tición sobre exámenos libres en los cole-
Facultad de Veterinaria: José Bereter- gios habilitados, que insertamos en
vide, Julio Arteaga, Carlos Praderi, José nuestro número anterior. El nombra-
A. Ferrando. miento de sub-director de esta Revista
En el próximo número publicaremos recaído en tan meritorio compañero es
las comisiones de propagadda en Far- por tanto, completamente acertado y.
macia, Odontología, Comercio, Notaria- digno de todo encomio.
do, etc.
ERRATAS
LA SUB-DIRECCION DE LA REVISTA
En el artículo sobre «Acciones Pose-
Desde el presente número asume la sorias», publicado en el presente núme-
sub-dirección de esta Revista el bachi- mero, se han deslizado los siguientes
ller Baltasar Brum, que figuraba en el errores:
cuerpo de redacción de la misma. En el comentario al art. 1171, párrafo
El bachiller Brum, estudiante de cuar- segundo, pág. 156, donde dice: «la pose-
to año de Derecho, se ha destacado en siún no Ja falta de título», debe leerse: «la
las aulas por su talento despejado y pro- posesión 7io suple la falta de título».
fundo, por su excepcional contracción al En la pág. 157, línea 14, columna pri-
estudio, y por su carácter Arme y bon- mera, en lugar de: «aplica la prohibición
dadoso á un tiempo mismo. de iniciar, en tal caso acciones poseso-
El bachiller Brum posee á la conside- rias, consignado por», debe decir: «ex-
ración de nuestros consocios títulos bien plica la prohidición de iniciar, en tal
saneados de reconocimiento, por cuanto caso, acciones posesorias, consignadas
en todos los puestos que ha venido ocu- por»; en la columna segunda, línea 14,
pando ha demostrado un entusiasmo poco en vez de: «pasaje», es «paraje»; y en la
común, una dedicación verdaderamente pág. siguiente, primera columna, linea
ejemplar. La anterior Comisión Directi- 15, debe leerse «cosa».

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