Está en la página 1de 2

Filosofías de la educación

La filosofía de la educación se caracteriza por ser la rama de la filosofía que trata


de la reflexión sobre los procesos educativos vividos por el hombre, los sistemas
educativos, la sistematización sobre los métodos de enseñanza aplicados en clase
y otros temas relacionados con la pedagogía.

La filosofía se constituye como la base de las diferentes posturas ideológicas


habidas y por haber. La misma también es real para la Educación como práctica
educativa.

La filosofía de la educación es la reflexión filosófica que trata sobre la esencia y el


valor, la finalidad y el sentido, las posibilidades y los límites en extensión y
profundidad de la educación. Explora de manera estructural, esencia, valores y
fines del proceso educativo a efecto de dar explicaciones objetivas. Indaga los
fundamentos últimos de la realidad pedagógica.

Idealismo: Es una teoría filosófica que postula que la realidad (o verdad) depende
de la mente para la existencia y que la verdad es universal y absoluta.

Aplicaciones educativas. El objetivo de la filosofía idealista es el desarrollo de la


persona como un todo/integral, según aplica en la Educación Física. Debido a que
el currículo se enfoca en ideas, los maestros, los cuales son más importantes que
el proceso, están libres para utilizar cualquier método que pueda ayudar a los
estudiantes alcanzar su nivel de personalidad óptimo y desarrollo del carácter.
Este tipo de filosofía aplica muy bien bajo los objetivos de naturaleza afectiva.
Como resultado del dominio afectivo, encontramos la creatividad, deportividad
(compartir en forma cortes y justo durante la intervención deportiva). Estos
representan valores que enfatiza el idealismo.

Pragmatismo: Es una filosofía del movimiento americano enfatizando la realidad


como la suma de cada experiencia individual a través de la experimentación
práctica.

Aplicaciones educativas. El objetivo general de la educación pragmática es el


desarrollo de la eficiencia social en los estudiantes (Dewey, 1996). Los estudiantes
necesitan tener oportunidades o experiencia en situaciones de solución de
problemas de la vida y aprender cómo ser unos miembros productivos de la
sociedad. La filosofía educativa enfatizada en el pragmatismo se concentra en el
estudiante.

Reconstruccionismo: Filosofía educativa que plante la realidad social actual en


estado de crisis y al sistema escolar y universitario como centro de actividad
intelectual que son llamados a terminar esa crisis. Sostiene que la escuela actual
tiene que ser agente renovador y catalizador de sociedad de la que forma parte.
Que el maestro tiene que ser la base para que el estudiante sea de provecho y
aporte sus conocimientos sabios y genuinos para mejorar lo que es la sociedad.

Existencialismo: Representa una teoría del siglo veinte que se concentra en la


existencia individual. El existencialismo postula que la verdad y los valores
provienen de la experiencia de cada persona; las experiencias humanas
determinan la realidad.

Aplicaciones educativas. La persona auto-actualizada es el resultado educativo


deseado, conforme se le otorga a cada estudiante la libertad de escoger. Todos los
estudiantes deben aceptar las consecuencias de sus acciones. Dentro del
currículo, se le presenta a los estudiantes una variedad de actividades,
particularmente aquellas individuales, a través de las cuales se desarrolla
creatividad, auto-consciencia, auto-responsabilidad y la realización del la esencia
individual.

Progresismo: El progresismo representa una teoría que aplica el pragmatismo a


la educación al enfocarse en el niño individual en vez del asunto a ser estudiado,
informalidad en los procedimientos dentro del salón de clase y solución de
problemas.

Esencialismo: El esencialismo representa una teoría educativa que postula que


las ideas principales y destrezas son esenciales para el aprendizaje de todos los
estudiantes. Este tipo de filosofía enfatiza que la enseñanza se debe realizar
empleando metodologías tradicionales y disciplina.

También podría gustarte