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Promover en todo el pals el derecho que tienen mujeres, nifas, adolescentes y toda persona ccon capacidad ce llevar adelante una gests- lon, de acceder a la interrupcién legal del em- barazo (ILE) cuando este se encuadre en las ccausales previstas por el sisterna normative del pals, se encuentra entre las principales accio- res implementadas por el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreacion Responsable (PNSSYPR) para alcanzar los objetivos estable- cidos en su ley de creacién (25.673) En este sentido, el PNSSyPR afirma que la inte- rrupeién del embarazo debe ser brindada bajo los mismos parémetros que otras corpponentes del servicio de salud, es decir, respetando los eslandares de calidad, accesibilidad, con‘i- dencialidad, competencia técnica, rango de opciones cisponibles € informacién cientfica actualizada. Por ello, el_ presente “Protocolo para la aten- cién integral de las personas con derecho a la interupeén legal del embarazo” est4 disehado cen base a la comprensién fundamental de que todo el personal del efector de salud (incluyen- do el administrativo y de seguridad) es respon- sable de garantizar y no obstruir el derecho a interrumpir un embarazo cuando este ponga en riesgo la vida ola salud de la persona o cuando ‘sea producto de una violacién. Los equipos de salud son los primeros respon- ‘sables por la provision de ILEs (préctica también ‘conacida como aborto no punible 0 ANP), y de prevenir y buscar evitar peligros y darios a la integridad fisica y psiquica de quien acude al sistema de salud, ya sea que se trate de los sub- sistemas piblco, de obras sociales 0 privado. El derecho de acceso a la salud es abordado or este Protocolo sin incur en aiscriminacién alguna ¢ incluye en su linea de atencién a todas las petsonas con posiblidad de gestar un em- »arazo, sin ninguna distin relativa a su iden- tidad de género nia las practicas sexuales que pudiera llevar cabo. Dada la posibilidad de los vvarones trans de quecar ‘onmarcados en las causalos dol art. 86 inc. 2 del Cédigo Penal, les asiste el derecho a recibirla rmisma atencién que las mujoros, adolescentes y ninas, 1.SITUACION DEL ABORTO EN EL MUNDO Y EN LA ARGENTINA La interrupci6n del embarazo es un procedi- rmiento sumamente seguro si es practicado con los instrumentos y en las condiciones adecua- das. En os paises donde el aborio esté permit- do por la ley y el personal de salud est capac- tado para ofrecer servicios seguros, la tasa de mortalidad por estas prdcticas es bala, de0,2a 2,0 muertes por cada 100.000 abortos; en esas regiones, inclusive, la mortalidad relacionada coon el embarazo es significativamente mas aka 8,0 muertes por cada 100.000 nacidos vivos IPAS, 2010), La penalizacién del aborto que rige en numero. 05 palses, lejos de disminuir la incidencia de Ia prdctica, impide el acceso a procedimientos sseguros, con lo cual se generan riesgos para la vida y la salud de las mujeres, La Organizacién Mundial de la Salud (OMS) de- fine el aborto inseguro come un procedimiento para terminar un embarazo efectuado por perso- fas que no cuenten con las habilicades necesa- rias 0 en condiciones carentes de los estandares ‘médicos minimos, o amibas (OMS, 2012) Casi la mitad de los abortos que ocurren fen el mundo son inseguros (Guttmacher Institute, 2012). honeaneronecinnonananahonannian Se considera que en Is Argentina se realizan en tre 870 y 522 mil interrupciones de embarazos por afo (Mario y Pantelides, 2009). Estas ciras son estmativas ya que, por ratarse de una préc- tica clandestina, no se cispone de datos preci- sos. La Unica informacién disponible al respecto es el ndmero de hospilaizaciones producidias en los establecimientos pablicos por complicacio- res relacionadas con abortos, No obstante, este dato no distingue entre abortos esponténeos y pprovacados, por lo que reoresenta solo una frac- Cidn de los que oeurren enualmente. Segun datos de estadisticas hospitalarias del Ministerio de Salud de la Nacién sobre el sis- tema puiblico de salud, en 2011 se registraron 47.879 egresos hospitalanos por aborto en el pals, de los cuales el 19% correspondié @ mu leres menores de 20 afios. En 2012 murieron en ‘nuestro pals 33 mujeres a causa de embarazos terminados en aborio, Dos de ellas eran ado- lescentes menores de 20 afios y 7, jovenes de entre 20 y 24 aris (DEIS, 2073).* En 2013, el 60% de las muertes por embarazo lerminado en aborto correspondié a mujeres de 16.229 aos, entre ellas nueve de adolescentes de 15 a 19 aos (DEIS, 2014). En un contexto que muestra una elevada pro- porcién de partos ocurridos en instituciones de salud (99%) y de partos atendidos por profe- sionales capacitados (88%) (DEIS, 2013), la Argentina tiene el potencial necesario para dis- rminuir considerablemente la tasa de mortalldad materna y las amplias brechas que existen en la materia. Sin embargo, las inequidades en el acceso a servicios, en la disponibilidad de 1e- cursos humanos y fsicos adecuados y en la ca- licad de la atencién saniteria, impactan de dife- rente forma sobre las razones de la mortalidad rmaterna y generan un riesgo desproporcionade para las mujeres que viven en las urisdicciones mas pobres del pals, "No neta das dela Cu Aulérema de Buenos Aves debido a efcutades para ol pocesamienta de a informa sion en la juisacctn. 2.MARCO JURIDICO DEL DERECHO A INTERRUMPIR UN EMBARAZO En su falo“F, A. L. simedida autosatisfactiva’, de marzo de 2012, la Corte Suprema de Jus- liola de fa Naci6n (CSJN), en su carécter oe ‘timo interorete de todo el sistema normativo del pals, establecié que quien se encuentre en las condiciones descriptas en el art, 86 inc. 2 del Codigo Penal “[..] no puede ni debe ser ‘obligada a solicitar una autorizacién judicial para interrumpir su embarazo, toda vez que la ley no lo manda, como tampoco puede ni debe ser privada del derecho que le asiste a la Interrupelén del mismo ya que ello, lejos de estar prohibido, esta permitido y no resul- ta punible” (CSUN, 2012: considerando 21). De esta forma, en la Argentina toda mujer, nia, adolescents y, en general, toda persona con capacidad de gestar, tiene derecho a solicitar Luna inierrupcién legal del embarazo que cursa segiin los mismos estandares de calidad que el resto de los servicios de salud, cuando: * el embarazo representa un peligro para la vida de la mujer y este peligro no pueda ser evitade por otros medios; * cl embarazo representa un peligro para la ‘salud de la mujer y este peligro no pueda ser evitade por otros medios; el embarazo proviene de una violacién; * el embarazo proviene de una violacién so- bre una mujer con discapacidad intelectual © mental El ojorcicio de la opcion a la ILE en dichas ci- cunstancias se encuacra en los derechos a la autonomia personal, la privacidad, la salud, la vida, la educacién y la informacion; asimismo, a los principios de no discriminacién o ‘gualdad. apr esheeinadotommnanhnnnint Este marco general del derecho & {a intertup- Clon del embarazo fue aclarado en la sentencia, de le CSUN. En ella se definié que en las cir- cunstancias arriba enumeradas es siempre el Estado, como garante de la administracion de la salud de la poblacién argentina, el que tiene la obligacién “de poner a cisposicién de quien solicite la practic, las conciciones médicas & higiénicas necesarias para llevarlo a cabo de manera répida, accesible y segura. Répida, por cuanto debe tenerse en cuenta que fen este tipo de intervenciones médicas cual- quier demora puede epilogar en serios riesgos parala vida o le salud de la embarazaca, ‘Accesible y segura oves, aun cuando legal en tanto despenalizado, no Geben existr obstécu- os médico-burocréticos 0 judiciales para ac~ ‘cede? a la mencionada prestacién que pongan en tiesgo la salud o la propia vida de quien la reclama’ (CSJN, 2012: considerando 25), La decision de la mujer es incuestionable y no debe ser sometida por parte de las/ los profesionales de la salud a Iuicios de valor cerivacios de ‘sus consideraciones personales orelgiosas, 2.1, PRINCIPIOS RECTORES, La realizaci6n de ILEs debe guiarse funda- mentalmente por el principio de autonomia Todas las actiludes y practicas de las/los pro- fesionales de la salud deben estar destinadas ‘aque, en base a la informacién veraz. adecua- day completa que se le brinde, lamujer pueda tomar la mejor decision posiole para ella. Por es10, 8 daber de las/los profesionales de la salud proveer la informacion necesaria para ‘que pueda entender el proceso que eslé vi- viendo y formular todas las preguntas que crea necesarias. Debe respetarse el derecho de Ia persona de eciair sobre las cuestiones relacionadas con su cuerpo, su salud y su vida. Lasilos médicas/ 08 tienen la funcién publica y el rol ético de couidar la salud de las personas sin decidir oor ellas sobre sus conduclas inlimas y personales, Este principio es la base del secreto médica, Otros principios que guian la atencién de ILES son los de accesibildad, no judicializacion, confidencialidad, privacidad, celericadiraide y transparencia activa Accesibilidad, No deben interponerse obsté- culos médico-purocraticos o judiciales pars ac- cceder 8 la prestacion de una ILE, ya cue ponen len nesgo la salud de quien requiere la prdctica No judicializacién. La interrupcién debe ser practicada por el equipo de salud sin interven clones adicionsles innecesarias, sean médicas, administrativas 0 judiciales. Judicialzar signi- fica dar intervencién de cualquier forma @ o% ‘ganismos judioiales o policiales, dando estado ppUblico a una situacién privada y contidencial de quien acude al servicio de salud, El mandato de no judicializacién implica que ‘con la intervencién de un médico es suficlente para decidir si el caso se encuadra en las cir Ccunstancias que legalizan la interrupei6n. En este sentido, en su fallo la CSJN afirma:“[..] hacer lo contraro, significarfa que un poder del Estado, como lo es el judicial, cvya primordial funcion de velar por la plena vigencia de las ga- rantias constitucionales y convencionales, inter- venga interponiendo un vallado extra y entorpe- ciendo una concreta situacién de emergencia sanitaria, pues cualquier magistrado lamaco a comprobar la concurrencia de una causal de no punibilidad supeditaria el ejercicio de un dere- ‘cho expresamente reconoc'do por el legislador fen el articule 86, inciso 2°, del Cédigo Penal a un ramite burocratico, inecesario y carente de sentido” (CSJN, 2012: considerando 19), La Corte afizms, en relacién con este principio, ue "[...] media en la materia un importante grado de desinformacién que ha llevado a los profesionales de la salud a condicionar la rea- Petterehatmanntnseinitsean

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