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Utilizar acrónimos

Consiste en utilizar las iniciales de palabra para forma otras que permita el
recuerdo de todas. La sonoridad de un acrónimo nos da pistas que nos
llevan con mayor facilidad hacia las palabras y conceptos que tratamos de
recordar. Podríamos recordar fórmulas y listados. Por ejemplo:

Para recordar la lista Boro, Oxígeno y Sodio pueden construirse la palabra


BOS.
Vincular lo nuevo a lo viejo
Consiste en relacionar el material a aprender o retener con conocimientos
previos o experiencias vividas. Así, la información nueva no debe crearse
de cero, sino que se vuelve una profundización de cosas que ya hemos
visto o vivido con anterioridad, necesitando menos esfuerzo para codificar
el material y memorizarlo.

Construir una historia


Consiste en elaborar una breve historia que vincule toda la información
que se quiere retener en la memoria. Pueden ser fechas, nombres y
elementos de un listado.
La historia debe ser significativa, que conecte entre sí los elementos a
recordar. Para ello se requiere de esfuerzo y creatividad.

Usar rimas, palabras o frases semejantes


Utilizar la rima con palabras que queremos aprender puede permitir
recordar mejor la información de un tema. Esto consiste en asociar la
palabra, número o conocimiento a aprender con otro elemento que nos
sea más accesible. Por ejemplo:

Roberpierre, apodado “el incorruptible”,


como jefe de los radicales jacobinos, hizo posible,
que Francia viviera un reinado del terror
porque este abogado, político y orador,
infundió, entre los franceses la venganza y el rencor.

Esta estrategia para recordar puede ser utilizada combinándola con la de


la creación de acrónimos.
Utilizar gustos y hobbies
Otra estrategia que puede ayudar a retener información en nuestra
memoria es vincular el proceso de estudio con cosas que te gusten. Por
ejemplo, relacionar la información de un tema con tus series, películas o
libros favoritos. También podrías imaginar una relación con las cosas que
te apasionen, tus hobbies.
Emplear el humor y la imaginación
Cosiste en relacionar el humor y estudio, siempre que se realice en su justa
medida y con unos conocimientos previos suficientes. Utilizar pequeños
juegos, así como adivinanzas, puede resultar provechoso. Por ejemplo:

Una célula se parece a una fábrica ya que produce lo que necesita


nuestro cuerpo. Tiene almacenes donde se guardan todas las proteínas,
sal y agua. Tiene a los ribosomas como ayudantes para producir las
proteínas y a los lisosomas, para realizar la digestión celular o limpieza
de residuos.

¿Cómo recordar lo estudiado por más tiempo?


Es complicado retener información en nuestra memoria
por mucho tiempo. Por ello, aquí te presentamos seis
estrategias para recordar lo estudiado por más tiempo.
¿Quién no ha tenido problemas para recordar lo que estudia? Estudiar es una
actividad que puede agotarnos y que, además, no garantiza que todo lo que
aprendamos se almacene en nuestra memoria de largo plazo; es decir, muchos
conceptos o fórmulas pueden desaparecer de nuestro cerebro como por arte de
magia.
Pero ¿por qué olvidamos lo estudiado con facilidad? La pérdida de información
retenida en nuestra memoria ha sido objeto de una serie de investigaciones. En
muchos casos, la memoria es tan débil que con el paso del tiempo se daña,
provocando que la información que adquirimos se pierda.
Entre las posibles explicaciones, podemos mencionar la llamada curva del olvido,
que es la pérdida o disminución gradual de información que retemos en el tiempo
ante la falta de un repaso o una nueva lectura de esta. En otras palabras, si el primer
día retenemos 100% de información de un determinado tema y al día siguiente no
lo repasamos es muy probable que el porcentaje se reduzca a la mitad.
Es importante mencionar que el repaso de información permite recuperar con
facilidad lo que ya está almacenado en nuestra memoria que si se empieza de
cero. Mientras el repaso se acerque más al tiempo de un aprendizaje adquirido,
más rápido será la recuperación de la información almacenada.
Antes de aplicar las estrategias que te presentamos, te sugerimos realizar los
siguientes pasos:
1. Empieza con una primera lectura rápida que te permita conocer sobre el
tema que vas a aprender.
2. Realiza una segunda lectura más minuciosa y trata de reelaborar el
contenido de manera que puedas entenderlo con mayor facilidad. En este
proceso, busca el significado de palabras que no conozcas para dotar de
mayor significado a lo que lees.
3. Vuelve a reelaborar la información, para procesarla y comprenderla mejor.
De esta manera estarás aplicando el principio de que para retener mejor la
información hay que repasarla y revisarla.
Recuerda, para que estas estrategias y sugerencias tengan efecto, debemos tener
una actitud de disposición y motivación para darle tiempo y atención a lo que
debamos aprender.
En la siguiente infografía interactiva te explicamos cómo aplicar algunas estrategias
para retener información:

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