Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Causas
Al igual que en muchos trastornos de salud mental, hay varios factores que
pueden contribuir al desarrollo de la adicción a las drogas. Los factores
principales son los siguientes:
- Ambientales. Los factores ambientales, como las creencias y actitudes de
tu familia, y la exposición a grupos de pares que alientan el consumo de
drogas, suelen influir en el inicio del consumo de drogas.
- Genéticos. Una vez que has comenzado a consumir una droga, el paso a
la adicción depende de rasgos heredados (genéticos), que pueden retrasar
o acelerar el avance de la enfermedad.
Cambios en el cerebro: la adicción física parece ocurrir cuando el consumo
reiterado de una droga cambia la forma en que el cerebro percibe el placer.
La droga de adicción causa cambios físicos en algunas células nerviosas
(neuronas) del cerebro. Las neuronas utilizan sustancias químicas llamadas
1
«neurotransmisores» para comunicarse. Estos cambios pueden permanecer
mucho tiempo después de que dejas de consumir la droga.
Factores de riesgo: personas de cualquier edad, sexo o situación económica
pueden volverse adictas a una droga. Existen determinados factores que
pueden afectar la probabilidad de presentar una adicción y la rapidez con
la cual se la adquiere:
- Antecedentes familiares de adicción. La drogadicción es más frecuente en
algunas familias y probablemente implica una predisposición genética. Si
tienes un familiar consanguíneo, como un padre o hermano, con adicción al
alcohol o a las drogas, hay un mayor riesgo de que presentes drogadicción.
- Trastorno de salud mental. Si padeces un trastorno de salud mental, como
depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad o trastorno
de estrés postraumático, tienes más probabilidades de volverte adicto a las
drogas. Consumir drogas puede llegar a ser una forma de lidiar con los
sentimientos dolorosos, como ansiedad, depresión y soledad, y empeorar
aún más estos problemas.
- Presión social. La presión social es un factor importante para comenzar a
consumir drogas o tener un consumo inapropiado, en especial para la gente
joven.
- Falta de implicación familiar. Las situaciones familiares difíciles o la falta de
un vínculo con tus padres o hermanos pueden aumentar el riesgo de
adicción, al igual que la falta de supervisión de los padres.
- Consumo temprano. Consumir drogas a temprana edad puede causar
cambios en el cerebro en desarrollo y aumentar la probabilidad de avanzar
hacia una adicción.
- Tomar una droga altamente adictiva. Algunas drogas, como los
estimulantes, la cocaína o los analgésicos opioides, pueden ocasionar un
avance más rápido de la adicción que otras drogas. Fumar o inyectarse
drogas puede aumentar la posibilidad de que se genere una adicción.
Consumir drogas que se consideran menos adictivas, las llamadas «drogas
ligeras», puede ser el inicio del consumo de drogas y la adicción.
- Acceso fácil: Al tener un acceso fácil para comprar y consumir drogas, los
individuos son más propensos a conseguir lo que quieran cuando así lo
deseen. Las drogas pueden ser compradas en las calles, con un amigo,
compañero, colega, vecino, y hasta en la farmacia más cercana.
2
- Curiosidad: de acuerdo con los estudios, la curiosidad es por lo general, el
principio de las adicciones. Hay Individuos que comienzan a experimentar
con ciertas drogas basado en lo que han escuchado, lo que se siente
después de haberla probado o la curiosidad del porqué ciertas sustancias
están prohibidas. Esta situación se aplica comúnmente a los adolescentes.
Aunque el uso haya podido empezar siendo recreacional, hay veces que
resulta en una adicción real.
- Consumo temprano. Consumir drogas a temprana edad puede causar
cambios en el cerebro en desarrollo y aumentar la probabilidad de avanzar
hacia una adicción.
Manifestaciones
Existen muchas señales físicas y de comportamiento que indican uso de
drogas. Aprenda sobre ellas y esté al tanto de si su hijo actúa o luce de forma
diferente. Las señales incluyen:
Pronunciación lenta o mala (por usar tranquilizantes y depresivos)
Hablar rápido o de manera explosiva (por usar estimulantes)
Ojos inyectados de sangre
Tos que no desaparece
Olor o aliento inusual (por usar drogas inhaladas)
Pupilas extremadamente grandes (dilatadas) o extremadamente
pequeñas (puntiformes)
Movimiento ocular rápido (nistagmo), podrían ser un signo de consumo de
PCP
Inapetencia (ocurre con el consumo de anfetaminas, metanfetaminas o
cocaína)
Aumento del apetito (con el consumo de marihuana)
Marcha inestable
Hábitos personales
Uso de gotas oculares
Alteración del sueño y del apetito
Higiene deficiente
Pérdida de interés por los deportes
Nuevos amigos o intereses
Cambios en la forma de vestir
Nuevos intereses musicales especiales
Rendimiento académico
Alteraciones de la memoria
Pobreza mental
Informes de la escuela negativos y críticos
No asistencia a clase
Falta de interés por los estudios
Problemas con los maestros
Suspensos y expulsiones
5
otras actividades favoritas. Los problemas económicos también se asocian a
las conductas de drogadicción.
12. Ansiedad e insomnio: Es muy habitual que las personas que consumen
drogas con frecuencia sufran ansiedad y alteraciones del sueño. De hecho,
algunos individuos reconocen que son incapaces de acostarse sin consumir
7
marihuana una vez que se habitúan a consumir esta sustancia antes de
conciliar el sueño. Las drogas como el éxtasis o la cocaína pueden alterar la
calidad del sueño, generando ansiedad nocturna o pesadillas.
Tratamiento
El tratamiento para la drogadicción tiene como finalidad ayudar al adicto a
dejar la búsqueda y el consumo compulsivos de la droga. El tratamiento
puede darse en una variedad de entornos, de muchas formas distintas y por
diferentes periodos de tiempo. Puesto que la drogadicción suele ser un
trastorno crónico caracterizado por recaídas ocasionales, por lo general no
basta con un solo ciclo de tratamiento a corto plazo. Para muchas personas,
el tratamiento es un proceso a largo plazo que implica varias intervenciones
y supervisión constante.
De acuerdo con la investigación científica realizada desde mediados de la
década de 1970, todo programa eficaz de tratamiento debería tener como
base los siguientes principios fundamentales:
La adicción es una enfermedad compleja pero tratable que afecta el
funcionamiento cerebral y el comportamiento.
No existe un tratamiento único que sirva para todos.
Las personas necesitan tener acceso rápido al tratamiento.
El tratamiento eficaz abarca todas las necesidades del paciente, no solo
el consumo de drogas.
8
Continuar con el tratamiento durante todo el tiempo que sea necesario es
un factor clave.
La orientación psicológica y otras terapias conductuales son las formas
más comunes de tratamiento.
Los medicamentos son a menudo una parte importante del tratamiento,
especialmente cuando se combinan con terapias conductuales.
Los planes de tratamiento se deben evaluar con frecuencia y se deben
modificar como sea necesario para adaptarlos a las necesidades
cambiantes del paciente.
El tratamiento debe abordar también otros posibles trastornos mentales.
La desintoxicación con ayuda clínica es solo la primera etapa del
tratamiento.
No es necesario que el tratamiento sea voluntario para que sea eficaz.
El consumo de drogas durante el tratamiento se debe vigilar
constantemente.
En los programas de tratamiento se hacen pruebas de VIH/sida, hepatitis
B y C, tuberculosis y otras enfermedades infecciosas y los pacientes
aprenden las medidas que pueden tomar para reducir el riesgo de
contraer esas enfermedades.
9
Hay medicamentos y dispositivos que se pueden utilizar para controlar los
síntomas de abstinencia, evitar la recaída y tratar otros trastornos
concurrentes.
Las terapias conductuales ayudan a que los pacientes:
modifiquen su actitud y comportamiento con relación al consumo de
drogas
aumenten sus aptitudes para llevar una vida sana
continúen con otras formas de tratamiento, como por ejemplo los
medicamentos.
Prevención
Cómo prevenir el consumo inapropiado de drogas en niños y adolescentes:
Toma estas medidas para ayudar a prevenir el consumo inapropiado de
drogas en tus niños y adolescentes:
Comunícate. Habla con tus hijos sobre los riesgos del consumo y el
consumo inapropiado de drogas.
Escucha. Presta atención cuando tus hijos hablen sobre la presión de pares
y muéstrale tu apoyo a sus esfuerzos por resistirla.
Da un buen ejemplo. No consumas alcohol ni drogas adictivas de manera
inapropiada. Los niños de padres que consumen drogas de manera
inapropiada tienen un riesgo mayor de adicción a las drogas.
Fortalece el vínculo. Trabaja en la relación con tus hijos. Un vínculo fuerte y
estable entre tú y tu hijo reducirá el riesgo de que tu hijo consuma drogas
o tenga un consumo inapropiado de drogas.
Prevenir una recaída: Una vez que fuiste adicto a una droga, tienes un alto
riesgo de caer nuevamente en un patrón adictivo. Si empiezas a consumir la
droga, es probable que nuevamente pierdas el control sobre su consumo,
incluso si te has sometido a un tratamiento y no has consumido drogas
durante un tiempo.
- Cumple con tu plan de tratamiento. Controla tus antojos. Puede parecer
como si te hubieras recuperado y no necesitas seguir tomando medidas para
mantenerte lejos de las drogas. Sin embargo, tus probabilidades de seguir
alejado de las drogas serán mayores si continúas viendo a tu terapeuta o
10
asesor, si asistes a las reuniones de los grupos de apoyo y si tomas la
medicación recetada.
- Evita situaciones de alto riesgo. No regreses al barrio donde solías conseguir
las drogas. Y aléjate del anterior grupo que consumía drogas.
Obtén ayuda de inmediato si volviste a consumir drogas. Si volviste a consumir
drogas, habla con el médico, con tu profesional de salud mental o con otra
persona que pueda ayudarte de inmediato.
Para ayudar a prevenir el abuso de las drogas hay que animar el desarrollo
de las cualidades positivas, esto es: ayudar a gente joven a desarrollar
actitudes, valores y comportamiento que conduzcan a la fortaleza interna,
la satisfacción y el alcance de metas. Entre las cualidades importantes se
encuentran:
El amor propio, los que se estiman a sí mismos y creen en sus propias
habilidades tienen menos riesgo de abusar de las drogas.
El asistir a la escuela con confianza, el frecuentar cursos pueden ser una
experiencia placentera para los que se desempeñan bien. Hay que
animar a los estudiantes a que desarrollen hábitos de estudio que lleven al
éxito en las aulas y a tener confianza en ellos mismos.
Responsabilidad, los que acostumbran a tomar decisiones desarrollan un
mayor sentido de responsabilidad y aprender a tomar decisiones
prudentes acerca de muchas cosas, incluyendo el abusar de las drogas.
Ambición, los que quieren alcanzar el éxito con frecuencia rechazan las
drogas porque se dan cuenta que ellas pueden interponerse a sus metas.
11
El bastarse a uno mismo, cuando las personas aprenden a entretenerse
ellas solas y a satisfacer su propia curiosidad, quedan mejor preparadas
para actuar independientemente.
Simpatía, la sociabilidad puede ayudar a las personas a hacer amistades
y a mantenerlas. Los que experimentan la aprobación social corren menos
riesgo de abusar de las drogas para ganarse la aprobación de sus iguales.
Optimismo, las personas alegres, que se interesan en la vida y que esperan
las cosas buenas que la vida trae, pueden corren menos riesgo de abusar
de las drogas.
Asiduidad, el establecer metas razonables y el esforzarse por alcanzarlas
puede dar satisfacción personal y evitar el aburrimiento.
Educar es prevenir
No hay una fórmula mágica para derrotar el auge de las drogas en nuestro
país y en el mundo. La prevención es la medida más efectiva que podemos
tomar como padres y representantes responsables. Esta prevención exige un
trabajo duro y constante que permita desarrollar en nuestros hijos y
representados sus capacidades y destrezas para defenderse de las drogas.
Para lograrlo, debemos seguir pasos muy concretos.
Sembrar en nuestra familia los valores de responsabilidad, disciplina,
solidaridad y compromiso social.
Respetar al joven y al niño como individuos capaces de opinar, decidir y
participar en la vida familiar y escolar.
Orientar al joven y al niño sobre el uso de su tiempo libre.
Educar al joven y al niño para que se estimen y se respeten a sí mismos.
Enseñar con el ejemplo propio.
Conversar frecuentemente con niños y jóvenes sobre este tema.
Hablar sobre los mensajes que transmiten los medios de comunicación.
Compartir actividades para estrechar los lazos familiares.
Relacionarse con los amigos de los hijos para conocer sus intereses y los
lugares que frecuentan.
Comunicarse con los hijos, alumnos y jóvenes para discutir las dificultades
que puedan surgir en su entorno.
Asumir posiciones claras y firmes al hablar de las drogas.
12