Hombres necios que acusáis si la que es ingrata, ofende,
a la mujer sin razón, y la que es fácil, enfada?
sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis: Mas, entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere, si con ansia sin igual bien haya la que no os quiere solicitáis su desdén, y quejaos en hora buena. ¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal? Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas, Cambatís su resistencia y después de hacerlas malas y luego, con gravedad, las queréis hallar muy buenas. decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia. ¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada: Parecer quiere el denuedo la que cae de rogada, de vuestro parecer loco o el que ruega de caído? el niño que pone el coco y luego le tiene miedo. ¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: Queréis, con presunción necia, la que peca por la paga, hallar a la que buscáis, o el que paga por pecar? para pretendida, Thais, y en la posesión, Lucrecia. Pues ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? ¿Qué humor puede ser más raro Queredlas cual las hacéis que el que, falto de consejo, o hacedlas cual las buscáis. él mismo empaña el espejo, y siente que no esté claro? Dejad de solicitar, y después, con más razón, Con el favor y desdén acusaréis la afición tenéis condición igual, de la que os fuere a rogar. quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien. Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, Siempre tan necios andáis pues en promesa e instancia que, con desigual nivel, juntáis diablo, carne y mundo. a una culpáis por crüel y a otra por fácil culpáis.