La extinción puede llevarse a cabo sólo después de que haya sido
establecida una respuesta o una asociación utilizando condicionamiento pavloviano o instrumental.
El objetivo es revertir los efectos de la adquisición, pero raramente se
alcanza y en la mayoría resultan imposibles. Fenómenos como la recuperación espontánea, la renovación y el restablecimiento muestran que la extinción no elimina lo que se aprendió de forma original.
El reforzamiento parcial o intermitente permite a los organismos
aprender sobre la falta de recompensa de manera que les sirva para inmunizarse frente a los efectos de la extinción, como demuestra los estudios acerca del momento conductual.
La extinción se produce por la omisión del EI que sigue a las
presentaciones del EC o la omisión del reforzador que sigue a la respuesta instrumental.
La extinción y el aprendizaje original.
La evidencia de que la extinción no elimina lo que se aprendió
originalmente se ha obtenido a través de estudios sobre la renovación espontanea, la renovación, el restablecimiento y los efectos de la devaluación del reforzador.