El proyecto cultural intenta transformar una determinada realidad estableciendo un tiempo y

situación concreta. La gestión de proyectos culturales se puede concebir como un proceso

constante, continuo y sistemático de planeación, ejecución, comunicación, construcción de

viabilidad y evaluación de las actividades del proyecto destinadas a generar resultados.

El proyecto puede transformar sus condiciones de vida, así mismo, un grupo humano que

aun no se ha constituido como comunidad también puede a través de un proyecto cultural

construir una identidad colectiva y constituirse como comunidad. No hay comunidad sin

cultura, ni cultura sin comunidad.

La propuesta será eficiente, exitoso y cumplirá el objetivo cuando se construya desde, con y

para los sujetos a los que les es pertinente la transformación socio-cultural. Como proceso de

construcción intersubjetiva hace referencia a las relaciones de conjunto de individuos, que, a

partir de su subjetividad, identifican, analizan e intentan transformar dinámicas sociales y

culturales. Como proceso para la construcción de la creatividad, si en sus objetivos y

dinámicas es participativo como proceso colectivo es posible resolver problemáticas socio-

culturales.

La finalidad del eje operativo de las políticas culturales es satisfacer necesidades y demandas

culturales de una determinada población. Lo novedoso es que pasó de ser una suma de

acciones sectoriales relacionadas con el arte y la educación artística, a ser un esfuerzo de

integración de todos los que intervienen en el campo cultural y de sus acciones incluyendo

la educación, salud, ciencia, tecnología, etc.

Existe una clasificación básica de concebir proyectos culturales; por su naturaleza, leguajes

expresivos, por públicos, por espacios culturales, por objetivos y por necesidades humanas.