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cal uLo 22 FORMACION EN DISCIPLINA DEL DIALOGO. METODOLOGIA YACTITUD. DIALOGO Y PARTICIPACION COMO PRUDENCIA EN AGTO Las hombres nose hacen en esilenco sino en la plata, ene trabajo, en ta arin, en ta reflxién (hel didlogo noes mera rain yor P’Freire Fue muy di para quien el Di il no remitir todo este capitulo a Paulo Freire .0GO es la esencia misma de la edlucaci6n como practica de la libertad!’ ... no hay palabra ver= dadera que no sea una unién inquebrantable entre accién y re- flexion y, por ende, que no sea praxis. De ahi que decir la palabra verdadera sea transformar el mundo (..)Massi decir la palabra ver- dadera, que es trabajo, que es praxis, es transformar el mundo, decirla no es privilegio de algunos hombres, sino derecho de todos los hombres, Precisamente por esto, nadie puede decir la palabra verdadera solo, o decirla para los otros, en un acto de prescripcin con el cual se quitaa los dems el derecho de dee la, Decir la palabra, referida al mundo que se ha de transforma, implica un encuentro con los hombres. Su palabra es siempre conocimiento y sabiduria, que es conos miento asociado a responsabilidad y compromiso. Tiene resonan- ias inmediatas en nosotros porque mueven a la reflexién sobre las propias practicas de cada uno, sin prescripeiones sin obsesio- narse con ninguna postura irreductible que en tal caso serfa un cerco, una limitante de la practica de la libertad No obstante la tentaci6n, para esta parte de la obra recurrt a David Bohm* porque la simpleza de sus conceptos permite ver con facilidad ef modo en que impactan sus postulados sobre la * Paulo Freie, Pada del oprimida, Siglo Nt, México, 199, Davie Bohn, Sb ddl, Kairos, Barcelona, 1997 128 LASUPERVISION EDUCATIVA PARA LA SOCIEDAD DEL, CONOCIMIENTO. accién de la supervisi6n. Este autor, ademas de haber sido uno de notables del siglo xx, five un militante de fa causa del dialogo como alternativa a las posiciones irreductibles y al uso del conocimiento exclusivamente con sentido prictico y no como poxibilidad de mayor conocimiento. Dislogo y participacion son una forma de vida, Requieren ka biisqueda del otro y el trabajo conjunto. David Bohm analiza la necesidad de un cambio en la ética comunicacional de las ciencias y reclama una apertura que supere las posturas rigidas que s6lo han tenido como consecuencia la produccién de un conocimiento fragmentario. A Bohm le interesaba ver cémo a través del didlogo se podrian potenciar las posibilidaes de comunicaci6n cientifica. La suposicién parece una obviedad. Pero propone ejemplos que demuestran lo contrario, Tal el caso de incompetencia comunica- cional, como la desplegada por Niels Bohr y Albert Einstein. No es necesario desarrollar aqui la distancia entre ambos fisicos, deriva dla de la buisqueda de verdades absolutas acerca de las Teorias de la Relatividad y la Mecanica Cuantica. Baste con recordar e6mo, segiin este autor; la irreductibilidad de sus posiciones les impi- dié llegar a puntos de encuentro aceptables, a decir, por ejemplo, para tales circunstancias se cumplen tales presupuestos tericos. Dialogar no es comunicar. Es necesitar al otro para que inter- pele, para que proponga. El diilogo permite, desde su punto de vista, incorporar los puntos de vista de los otros, para que, sin anu- larlos, aunque no se logre integral, se pueda hacer algo en comiin. Es la posibitidad de mantener varies puntos de vista ‘en suspensién y poder producir con ellos algo. Bohm recurre a las cetimologias y rescata el espiritu primitivo del dialogo griego. Dia, tun prefijo que significa “a través de” y logos, que viene a significar “palabra”. -Qué se logra a través de la palabra? La comunicacion, que viene a significar “hacer comin” (del latin. comunne mas € sulfijo ie que quiere decir hacer). Veremos luego por qué si todos acordamos en la necesidad del didlogo, en su importancia, en su. relevancia para las decisiones, presenta tantas dificultades que lo hacen parecer una utopia sin posibilidades mayores de concre- cién. A Bohm le interes6 el dialogo en relacién con la posibilidad dle mejorar las condiciones de produccién del conocimiento. A Freire como condicién de ejercicio, de puesta en acto de la liber tad. De hecho, su obra fue para dialogar no s6lo con el oprimido, FORMACION EN D CIPLINA DEL DIALOGO 129 sino para sentar a la mesa también al que tiene el control de las decisiones y, por ende, de la distribucion. Para ambos el didlogo ¢s la posibilidad de transformar, de crear mejores condiciones de realizacién para la vida humana. Ademas de Freire y Bohm, entiendo que resulta «til incluir también algunas lineas referidas al concepto de accién comunicati- va, elaborado por Jiirgen Habermas’. Nos interesa particularmen- te por la posibilidad de que sea la Inspeccion Educativa, como funcion que es puro discurso en todo su recorrido, la responsable principal de crear lo que él lama situacin ideal de habla, Para Habermas la comunicacidn (y con ella, el didlogo) es po- sible si se respetan los que llam6 Universales del Habla, especie de mandatos ciertos y validos para cualquier lengua (de ahi lo de uuniversales): Inteligilibilidad, Verdad, Rectitud y Veracidad, La inteligilibilidad alude a la posibilidad de diferenciar los signs porque no hay modo de comunicarse cuando lo que se dice resulta incomprensible para los demas, — Verdad, porque lo que se dice debe guardar una relacién anloga con la imagen representad. ~ La rectitud alude a que si hay voces autorizadas para decir es porque existe un contexto normative que regula roles y que es aceptado por todos, ~ La veracidad (que no es redundante con el segundo) alude a la coincidencia que debe haber entre lo que se dice y la intencion, entre lo que se dice y lo que se piensa, “El agua dle mar es salada” es una expresin verdadera. “Es muy ape- tecible tomar agua salada de mar” no es veraz. Asi como no habria actividad intelectual sin un lenguaje pre- vio, no hay comunicacién sin dar cumplimiento a esos cuatro supuestos. Cuando se dan esos Universales, se constituye una Si- twacién Ideal de Habla. Pero si no suponemos verdadero, recto y veraz a la expresién del pensamiento, no estamos permitiendo la comunicacion. De hecho que en la Comunicacién real estas si- tuaciones ideales de habla no se dan tan ficilmente. Cualquier perturbacién, menoscabo sobre alguno de esos cuatro supuestos, ica una violencia sobre el hecho comunicativo provocando su interrupcién. Es asi cuando no se entiende lo que digo por la “Jingen Habermas, Twa dela ain comunicativg, Taurus, Mai, 1981, 130 LA SUPERVISION EDUCATIVA PARA LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO. causa que fuera, por una raz6n fisica, por falta de claridad en los conceptos, por hablar desde otro paradigma que el asequible al destinatario, cuando no hay simetria entre los hablantes, cuando el que esta en un nivel de mayores posibilidades comunicativas no se preocupa por buscar la simetria, cuando se miente o cuando no se tiene autoridad para decir. Simetria, mayor nivel de posibilida~ cles comunicativas, autoridad para decir, son tres condiciones que pueden depender de la supervision para instalar la posibilidad de didlogo. Cuando estas condiciones no se dan, es el consenso el que permitiria recomponer la comunicaci6n instalando la simetria y con ella la igualdad de oportunidades para los hablantes. Crear™ © recrear la situacién ideal de habla es responsabilidad de todos, pero en nuestro ambito, el de Ia supervision, sin dudas que el es fuerzo primero, por autoridad, por dominio del campo semantico especifico, por posicién y veracidad, le corresponde al inspector educativo. El postulado de que al consenso se lega por la coaccién det mejor argumento, le permite a Habermas hablar de una teoria con sensual de la verdad o, dicho en otros términos, el consenso permi- te llegar a una verdad plausible, aceptada como valida, pero que no excluye otras posibilidades. Esta posibilidad del consenso hace que la raz6n (como verdad plausible) sea el resultado de Ia inte- racci6n lingiiistica y que la alternativa al didlogo sea la violenci de la sinraz6n. Esto debe significar algo para la supervision: de: este punto de vista, toda accién, toda decision de la supervision como organizacién 0 como acto individual, que no ineluya de al- tin modo al didlogo como prerrequisito, conlleva alguna forma de violencia sobre alguno de los postulados de la comunicacién y, por ende, sobre los afectados. Tiene su semejanza con el Didlogo en el sentido dado por Bohm: como posibilidad de circulacion de conocimientos bus- cando una salida adecuada a la discrepancia, una opcion creativa que no estaba previamente en ninguno de los intervinientes. Pero no es lo mismo, el didlogo de Bohm y el de Paulo Freire implican crecimiento, suma para todos. El consenso, por lo menos a mi, me deja la sensaci6n de una pérdida inicial. No obstante, sé que el consenso es un buen aceitador social que permite destrabar situaciones, para lo cual se requiere del dialogo. FORMACION EN DISCIPLINA DEL DIALOGO 1s Dejaré para mas adelante el anilisis de otras cuestiones que se derivan de la Teorfa de la accién comunicativa que resultan relevantes en este trabajo en relaci6n con la Supervision Educati- va, tal como la imposibilidad de comunicacién entre “Sistema” y “Mundo de la vida", Ahora volvamos al didlogo, que es el tema de este capitulo. in indispensable del trabajo en equipo y es la de poseer una vision compartida y una misién asumida. Se sabe que no hay otro modo mas democratico de lograrlo que compar- tiendo, poniendo en consideracion de otros, la imagen del mun- do que se pretende, que se tiene y que se quiere crear (demo- cratico viene a significar “cero coercitivo” © “lo menos coercitivo y tolerable posible”). Puestos dentro de una organizacion, cada tuno debe con sus mas y con sus menos, tener un mismo deseo respecto de lo que quiere conservar y cambiar dentro de ella, Tal deseo puede estar referido al corto, al mediano 0 al largo plazo. Inclusive, dentro de cada organizacion, es la circunstancia la que determina el aleance de lo corto y de lo largo. A la imagen de este mundo puesto de aqui aun mes, de aqui a unos meses y de aqui a dos afios, la llamo visi6n. Si se quiere, la vision no es otra cosa que el deseo (un deseo) concreto puesto en plazos ejecutables. Es una linea de trabajo a seguir y ya se hizo notar con cuanta mayor faci- lidad, con la proximidad que da el didlogo, las grandes lineas de trabajo se plasman en todas y cada una de las pequefias acciones que permiten concretarlas. La Inspeccién como Organizacién, por su lugar de referente en el discurso, se torna en lugar de consulta y validacién; no s6lo tiene la posibilidad de hablar a todos los actores de todos los nive- les de concrecién curricular, sino que por su posicion es o puede ser el mismo lugar donde se producen los didlogos que Hevan a convertir las practicas educativas en verdaderas praxis. Es donde ollado una visién, asume su responsabilidad dle compartir esa imagen que él ha desarrollado, de ponerla en consideracién, someterla al dilogo en el que todos son 0 puc- den ser maestros, exponerla a la critica, de contrastarla con las, otras imagenes, de relacionarla con el contexto amplio, hacerle correcciones, convertirla en Vision Compartida poniéndose a si ma, como se dijo en el grupo de aprendizaje, porque el diélogo no admite otra posibilidad que poner a todas las partes en el grupo

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