Está en la página 1de 3

Arellano, C. (Septiembre, 2015). La evaluación del profesorado y de los equipos docentes. Irapuato.

México

La evaluación institucional es aquella impulsora de la mejora educativa de los


centros de aprendizaje y de la mejora en todos sus aspectos, del proceso de
enseñanza – aprendizaje en general; las evaluaciones en su amplio sentido deben
de disponer de métodos convenientes de obtención, procesamiento y análisis de
datos, para así tener un amplio panorama y bien estructurado para la toma de
decisiones y a su vez ser un canal para la presentación de resultados sobre el
trabajo realizado dentro del centro educativo.

Dentro del panorama del país mexicano tenemos ya bastantes años dentro
del ámbito en lo que se refiere a la educación, desde aquellas pruebas que van
dirigidas a ciertos sectores de la educación como la prueba ENLACE, EXCALE Y
PISA entre otras, también de más o menos reciente creación tenemos el Instituto
Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), el cual fue institucionalizado por el
presidente Vicente Fox Quesada, quedando como un organismo autónomo en el
año 2013 y cuya misión es “El INEE contribuye al mejoramiento de la educación a
través de evaluaciones integrales de la calidad del sistema educativo y de los
factores que la determinan, así como de la difusión transparente y oportuna de los
resultados para apoyar la toma de decisiones, la mejora pedagógica en las escuelas
y la rendición de cuentas”. (INEE, 2013). Pero ahora la pregunta sería ¿Realmente
las evaluaciones así como dicho organismo, cumplen con los supuestos que de
dichos entes devienen?

Para muchas personas las respuestas pueden ser diversas, para algunos
seguramente los organismos y los instrumentos, en efecto cumplen con la misión
conferida; para otras más, seguramente personas más analíticas y revisores
concienzudos de los ámbitos educativos e incluso actores dentro de las mismas
instituciones, las cifras arrojadas por las evaluaciones no son más que cifras y no
precisamente significativas, del actuar de los centros y los profesores en nuestro
sistema educativo mexicano.
2
Arellano, C. (Septiembre, 2015). La evaluación del profesorado y de los equipos docentes. Irapuato.
México

La evaluación sirve “para el perfeccionamiento de nuestro propio trabajo…


así se valorará nuestra tarea, se podrán comparar los centros y se sabrán cuáles
son los que tienen más calidad, mejores resultados… hay otro grupo de profesores
que piensa que esto, al final, sólo servirá para dar más trabajo y nada más”.
(Álvarez, n.d.)

Conjuntando las misiones de las entidades evaluadoras, así como de los


autores de los temas de evaluación educativa, tenemos todos los indicadores
necesarios para poder llevar a su máxima expresión y difusión el proceso de
enseñanza – aprendizaje; lamentablemente hemos de revisar en nuestros anales
de la educación que ésta situación no viene manifestándose de dicha manera.
Recordemos ahora lo que ha venido sucediendo en el país con la Reforma
Educativa, y es que miles de docentes se oponen a la evaluación simplemente por
el hecho de que ser evaluados significa mayor preparación y esto conlleva a salir
de la zona de confort y trasladarse hacia la zona de pánico, donde definitivamente
hay que dar el salto al precipicio, para así dar un giro total en pro de la mejora
educativa en nuestro país.

Pero por qué hay tanto temor a dicho crecimiento en la educación, si hemos
de encontrar dentro de las fuerzas docentes, a figuras altamente preparadas con
varios posgrados, con una infinidad de cursos y diplomados que suponen dar las
herramientas suficientes para tener un alto desempeño como figura docente;
desafortunadamente la situación real es opuesta, los estudios acumulados dentro
de la carrera profesional docente no son adquiridos como parteaguas del cambio
educativo, sino como la ascensión dentro de la jerarquía magisterial y la tabulación
de sueldos. Ahora bien para qué es lo que sirven las evaluaciones docentes, por el
lado objetivo suponen entregar retroalimentaciones que coadyuven al maestro a
encontrar áreas de oportunidad para su crecimiento profesional y llevar a cabo así
una profundización de sus estrategias y habilidades para la docencia; por otro lado
al parecer sólo arroja una cantidad numérica que no porta más que una escala de
valoración dentro de las destrezas que una figura docente posee.
3
Arellano, C. (Septiembre, 2015). La evaluación del profesorado y de los equipos docentes. Irapuato.
México

Ante dicha situación y con la ayuda de los consejos técnicos o la institución


de academias dentro de los centros educativos, deberían de hacer “la identificación
de puntos fuertes de cada proceso… la identificación de las áreas de mejora que
necesitan especial atención… constitución de equipos de mejora”. (Álvarez, n.d.), y
no centrarse solamente en los casos de riesgo o las actitudes de los estudiantes.

Por todo esto es que la evaluación debe ya, de constituir el cambio que la
educación en México está esperando, dejar ya nuestra subjetividad e intereses
personales de lado y tener una posición objetiva, donde en cada proceso de
evaluación sea un aliado y no una maldición para los profesionales docentes, que
precisamente los escalafones más altos dentro de la educación, sean ocupados por
personas que hayan tenido una trayectoria dentro del aula y que hayan sido
observadores de las características biopsicosociales de la población estudiantil y no
meros actores llenos de reconocimientos que desde sus escritorios se dispongan a
escribir y redactar documentos absurdos en materia de educación.

Bibliografía
Álvarez, M., López,J. (n.d.). La evaluación del profesorado y de los equipos
docentes (1ª edición ed.). Madrid, España: Síntesis Educación.

Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. (2013). Misión. Obtenido de


http://www.inee.edu.mx/index.php/acerca-del-inee/mision-y-vision
4

También podría gustarte