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Este libro trata de unos alumnos que tenían que enseñarle al resto de la clase en qué consistía
el álgebra. Comenzaron diciéndoles que habían elegido para su grupo, el nombre de uno de los
creadores o padres del Álgebra. Fueron explicando el lenguaje algebraico, mientras que iban
poniendo ejemplos para que fuesen resueltos. Continuaron enseñando qué eran los
monomios, cómo se operaban y el grado que tenían. Hicieron lo mismo con los polinomios.

Explicaron qué eran las ecuaciones, y cómo se operaban y aunque en un principio parecían
difíciles, al final todos las resolvieron en la pizarra con facilidad.

Se podrían considerar unos expertos en álgebra cuando realizaran los ejercicios finales.

Me ha parecido muy interesante, porque aunque no haya dado nada de álgebra hasta ahora,
he podido seguir la explicaciones y realizar los ejercicios que me habían propuesto en el cómic.

Creo que deberían haber puesto más ejemplos, para que se comprendiera mejor.

Creo que lo que he aprendido se acerca más a una comprensión parcial, porque al no haberlo
dado no lo sabía.

Sí, me ha resultado interesante ver contenidos de Matemáticas con metodologías menos

convencionales que el libro de texto.

Creo que otro tipo de recursos diferentes al libro de texto pueden ser interesantes. Habría
que ver cuáles se adaptan mejor a cada materia, y comprobar su eficacia.