dialogo con uno mismo, donde el niño/a se irá dando instrucciones a si mismo de cómo actuar. Puedes dar un guion al pequeño y mostrarle como se hace. “Me voy a calmar, primero respiro, luego pienso, no hago nada…” 2. Emplea el modelado de conducta. El modelado consiste en hacer nosotros de modelo de conducta, para ello podemos ejemplificar situaciones y hacer nosotros de modelo de cómo se debe actuar en esas situaciones determinadas. 3. Monitoreo o guía de respuesta. En este caso, nosotros le daremos las instrucciones al pequeño y como un monitor le iremos guiando en su actuación, hasta que poco a poco pueda hacerlo por sí mismo. 4. Técnicas de autocontrol. Existen diferentes técnicas de autocontrol que puedes mostrar al pequeño, le ayudaran a relajarse y controlarse, como la técnica de la tortuga o el juego del semáforo, ejercicios de respiración, etc. 5. Estrategias de solución de problemas es importante mostrar al niño/a estrategias para solucionar los problemas desde la reflexión y la calma, ya que de esta forma se llega a una solución constructiva del problema. 6. Establece normas claras y concisas. Es importante que el pequeño conozca las normas y sea consciente de las consecuencias de sus actos. 7. Establece límites. El niño/a debe saber lo que puede y no puede hacer, de esta forma sabrá que conductas puede llevar a cabo y cuáles no. 8. No cedas ante las rabietas. Ante una rabieta, el niño/a reaccionará de forma impulsiva, no debemos reforzar este tipo de conducta, ya que si lo hacemos el pequeño aprenderá el mensaje de que así consigue lo que quiere. 9. Refuerza sus logros. Cuando el pequeño consiga dominarse y controlar sus impulsos es fundamental que le muestres que te has dado cuenta y que lo valoras. 10. Supervísale. Recuérdale como debe actuar,