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N U T R I C I Ó N S AL U D AB L E
El consumo de algas -también conocidas como plantas marinas- ha aumentado durante
los últimos años debido a la última moda de los llamados “superalimentos”. La gente
quiere alimentos que les ayuden a sentirse y verse mejor, perder peso y tener más
energía.
Si bien las algas marinas se han puesto de moda recientemente, son un alimento que ya
comían nuestros antepasados y que ha permanecido olvidado durante muchos años. Pero
por suerte la gente está despertando al ver los múltiples beneficios que las algas pueden
aportar a nuestra salud.
Los superalimentos como las algas son alimentos que proporcionan nutrientes esenciales
mediante el consumo de pequeñas cantidades añadidas a nuestra dieta sana habitual.
Más no siempre significa mejor, tenemos que ser conscientes de que mucha cantidad nos
alejará de nuestros objetivos saludables. El exceso y la salud son incompatibles.
“De las algas obtenemos productos de alto valor comercial como los
alginatos y el agar, una especia de gelatinas que se utilizan tanto para la
alimentación humana como para elaborar productos farmacéuticos y medios de
cultivo además como forraje para el ganado y alimento para gallinas de postura y
pollos en engorda y para camarón”, explicó.
La investigadora destacó que las algas cuentan con un “alto valor nutricional” y
los catalogó comoalimentos nutracéuticos, es decir, “tienen un aporte
nutricional importante, pero también benefician la salud de los consumidores”.
Casas Valdez señaló que los aportes que reporta el consumo de algas son
reducir los niveles de lípidos, colesterol y triglicéridos en la sangre, así como
la obesidad abdominal. Además, sus ácidos grasos omega 3 y 6 ayudan al
crecimiento del cerebro y mejoran la vista en el desarrollo temprano de los
embriones.
Chávez puso como ejemplo el sushi japonés y los caldos, platillo al que se
pueden agregar y en el que su sabor no causa tanto impacto por su toque salado.
El proyecto, que inició hace 25 años, en principio utilizó las algas marinas
Sargassum (sargazo) y Macrocystis pyrifera (sargazo gigante) para alimentar
cabras, ovejas y gallinas de postura a nivel experimental.
La investigadora recordó que existió una campaña para dar a conocer a los
ganaderos de la región los beneficios de las algas en la dieta del ganado, sobre
todo en la época de sequía, cuando disminuye la disponibilidad del forraje.
“Se comprobó de manera científica que las gallinas alimentadas con algas
marinas produjeron huevos con 26 % menos de colesterol y lo mismo ocurrió
cuando se incorporaron al alimento de los camarones, reduciendo en un 27 % el
colesterol en los crustáceos”, apuntó.
Casas Valdez explicó que en México actualmente solo se cosechan tres especies
de algas para utilizarlas en la producción de fertilizantes y aditivos para
alimentos y “realmente no existe una cultura de consumo, como en países del
continente asiático”.
Lamentó que se desaprovechen “porque las algas del género Ulva se encuentran
en todas las costas de México” y su aporte nutricional es extenso.