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Hipocondriasis

Sin embargo, el tratamiento básico sigue consistiendo en hacer todo lo posible para
que la persona pierda el miedo a la enfermedad y a la muerte. Muchas veces la propia
angustia producida por el pensamiento de estar enfermo, como una sensación
desagradable e incontrolable, se convierte en el desencadenante de dicho miedo. Para
conseguir la desaparición de estos temores, se emplea la desensibilización
sistemática en la imaginación a situaciones temidas y evitadas, para que finalmente la
persona pueda acercarse a ellas sin angustia y sin miedo.

El paciente puede entonces comenzar a reinterpretar sus sensaciones corporales y


sentir también aquellas que son agradables o neutras, y su cuerpo dejará entonces de
ser una fuente de dolor o de temor y podrá convertirse en un generador de placer y
de confianza.8
Repercusión en otras áreas de la vida
Finalmente, se trabaja para que la persona pueda enfrentar con éxito otros problemas
que aparecen en su vida cotidiana: toma de decisiones difíciles, cambio de trabajo,
separaciones, etcétera. Se intenta evitar, de esta forma, que en el futuro se
desencadenen situaciones de depresión o de angustia continuada que le pueden
hacer recaer en la hipocondría.

Hay que observar que en algunos casos la diagnosis de hipocondría puede no ser
correcta cuando el paciente realmente padece alguna enfermedad y es el especialista
quien no consigue encontrar su verdadera causa. Por esta razón, cada caso debe
analizarse a fondo antes de establecer un diagnóstico de hipocondría, ya que debe
descartarse patología orgánica poco habitual, o problemática social o psicológica de
fondo.

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