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Por una partícula libre se entiende aquella que no está sometida a ninguna fuerza.
Integrando la Ecuación (1) para una partícula libre se obtiene que la energía potencial
permanecer constante para cualquier valor de x. Puesto que la elección del cero de energía
es arbitraria, podemos escribir V (x) = 0. La ecuación de Schrödinger (2) queda entonces
como sigue
(1.1)
Esta ecuación es la misma que la Ecuación (3) (salvo por las condiciones límite), así que
su solución general es la dada por la ecuación (4)
(1.2)
¿Qué condiciones límite hemos de imponer en este caso? Parece razonable postular
(puesto que ψѱ*dx representa una probabilidad) que ψ permanezca finita cuando x
tiende a ±∞. Si la energía es menor que cero, entonces esta condición límite no se
cumple, ya que para E < 0 tenemos
(1.3)
Y el primer término en la ecuación (1.2), por tanto, se hace infinito conforme x tiende a
menos infinito. De la misma forma, si E es negativo, el segundo término En la ecuación
(1.2) se hace infinito conforme x tiende a más infinito. Así pues, la condición límite
requiere que
E≥0
Para la partícula libre. La función de onda es oscilante y viene dada por una combinación
lineal de un término coseno [ecuación (5)]. Para la partícula libre la energía no está
cuantizada; todas las energías no negativas están permitidas. Puesto que hemos tomado
V = 0, toda la energía E en este caso energía cinética. Si intentamos determinar las
constantes arbitrarias C1 y C2 mediante normalización, encontramos que la integral
∞
∫−∞ 𝜓 ∗ (𝑥)𝜓(𝑥)𝑑𝑥 es infinita. En otras palabras, la función de onda de la partícula libre
no es normalizable en el sentido habitual. Esto es lo que cabe esperar desde el punto de
vista físico, ya que no hay ninguna razón que justifique que la probabilidad de encontrar
una partícula libre tienda a cero conforme a x tienda a ±∞.
El problema de la partícula libre representa una situación ficticia, ya que en realidad no
puede existir ninguna partícula que no interaccione con cualquier otra partícula en el
universo.
ANEXO
(1)
(2)
En la región II, con x comprendida entre cero y l, la energía potencial vale cero, y la ecuación
de Schrödinger (2) queda como sigue
(3)
(4)
(a)
(5)
(1)
Para tal potencial, ilustrado en la fig. 1, la ecuación de Schrödinger muestra que la energía total
E en el rango −V0 < E < 0 sólo puede tomar un conjunto de valores discretos, los cuales son las
raíces de un par de ecuaciones trascendentes. Una de tales ecuaciones, correspondiente a los
denominados estados pares, es:
(2)
En tanto que la segunda ecuación, correspondiente a los estados impares, es:
(3)
Donde:
En lo que sigue, sólo consideraremos la resolución de la ecuación (2). Definiendo las constantes
positivas, de dimensiones inversa de la longitud
(4)
(5)
La ecuación para la energía de los estados pares toma la forma
Puesto que ρ y k dependen de E, esta ecuación sólo puede ser satisfecha par a ciertos valores de
E, lo cual establece la cuantización de la energía. Para resolverla introduzcamos las cantidades
adimensionales.
EL POZO DE POTENCIAL
Sea un pozo de potencial de anchura 2a y de altura V0. Situamos el origen en el centro del pozo,
tal como se muestra en la figura. Las ecuaciones de Schrödinger en las regiones (1) y (2) se
escriben:
Las soluciones de estas ecuaciones son, respectivamente:
Ψ2(x) debe tender a cero cuando x se hace grande, para ello B2 tiene que ser cero.
Este último parámetro, determina la escala vertical de la función de onda Ψ(x), y se puede obtener
a partir de la condición de normalización.
Niveles de energía
La simetría de la función potencial Ep(x) hace que las funciones de onda sean:
q·sin(qa)-k·cos(qa)=0
k·sin(qa)+q·cos(qa)=0
Las raíces de las dos ecuaciones nos dan los niveles de energía de la partícula en el pozo
de potencial.
Funciones de onda
Representamos las funciones de onda para cada uno de los niveles de energía.
La continuidad en x=a establece las relaciones entre A1 con A2 que actúa como factor de escala