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Enciclopedia Latinoamericana

de Sociocultura y Comunicación

INTERCULTURALIDAD
y COMUNICACIÓN

Alejandro Grimson

Grupo Editorial Norma


http://II'\I'\I!.norma.com
Bogotá, Barcelona, Buenos Artes, Caracas, Guatemala, tima, México,
Panamá, Quito, SanJosé, SanJuan, San Salvador; Santiago, Santo Domingo
Tabla de contenidos

Introducción 13

Capítulo 1. Cultura, nación y campos


de interlocución 21

Capítulo 2. Dimensiones de la comunicación 55

Capítulo 3. Posibilidades y
dificultades analíticas 95

Reflexiones finales 125

cultura Libre Bibliografía 133


©2t"lOO. De esta edición:
Grupo Editorial Norma

Diseño de tapa: Ariana jeník


Fotografía de tapa: Alejandro Elías
Díagramación: Dantela Coduto
Impreso en Colombia por Cargraphics S.A.-Impresión digital
Printcd in Colombia

Primera edición: Julio de 2001

ce: 24806
ISBN: 958-04-6241-0
Prohibida la reproducción total o parcial por
cualquier medio sin permiso escrito de la editorial
Al hijo de un cura que fue llamado Belrnonte.
al rabino Glasserman, al pastor Grimson
ya sus esposas, mis bisabuelas, que aprendieron
y les enseñaron a los suyos a comprender lenguajes
que les eran extraños, a hacer en común.
¿Es tan distinto del nuestro el pensamiento zande
que sólo podemos describir su lengua y sus acciones
sin comprenderlas, o bien es esencialmente igual
a nuestro propio pensamiento puesto en un idioma
al que no estamos habituados?
E. E. EVAN5-PRlTCHARD
Introducción

El siglo XXI comienza lejos de las utopías. La contra-


cara de la "globalízación" es la cotidianidad de la gran
mayoria de la población mundial. Más allá y más acá
de los datos económicos no tan fríos que muestran un
incremento de la brecha entre ricos y pobres, se encuen-
tran las noticias -y las vivencias- de conflictos étnicos,
migraciones forzadas, refugiados políticos y fronteras po-
líticas militarizadas. Las desigualdades económicas y
políticas entre países y clases sociales se incrementan
mientras crecen los reclamos de autonomía política o
reconocimiento cultural de los más diversos grupos:
movimientos indígenas y de mujeres, minorías étnico-
nacionales y de migrantes reclaman no sólo sus derechos
a la igualdad sino también sus derechos a la diferencia.
Estas situaciones son cotidianas en el mundo con-
temporáneo, mundo de contacto entre sociedades y cul-
turas, diálogos, malentendidos, alianzas y conflictos. Un
mundo donde esos contactos, que tienen una larga his-
toria, son cada vez más visibles. Sólo que ahora hay
más posibilidades de que por migración, por negocios
o por turismo una persona entre en relación con otra
cuya primera lengua es diferente, con "sentido común"

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ALEJANDRO GR1MSON lnterculturalidad y comunicación

divergente. Cada día tiene más vigencia la pregunta de nos llevarán a debatir la validez actual del concepto "cul-
un antropólogo británico que estudiaba el pueblo afri- tura" y su relación con otros como "sociedad" o "identi-
cano de los zande: ¿somos todos iguales y hablamos dad", digamos por ahora que los estudios se desplazaron
una lengua diferente]. ¿ú nuestras culturas son incon- de las comunidades a las relaciones de comunidades, de
mensurables? lo grupal a lo intergrupal, a las relaciones intersocietales
¿Cómo entender estas situaciones muchas veces críti- e interculturales.
cas? ¿Se trata de la condena a Babel, el destino inexora- .A su vez, otro desplazamiento conceptual implicó de-
ble de la incomprensión? ¿Acaso estamos presenciando, jar de concebir a las "comunidades" como entidades fijas
como algunos pretenden, un lamentable choque de civi- y objetivas, y reponer el carácter de imaginación que
lizaciones que sólo puede solucionarse permaneciendo implica el sentido de pertenencia a un colectivo. "Todas
cada uno en su lugar de origen? ¿Será inevitable la xe- las comunidades mayores que las aldeas primordiales
nofobia, la discriminación, la guerra entre sociedades y de contacto directo (y quizás incluso éstas) son imagi-
culturas? ¿Estaremos ante una característica genética nadas" porque, a pesar de que los miemhros de la na-
de la humanidad? ción más pequeña jamás conocerán a la mayoría de sus
El mundo actual, y quizá cualquier sociedad humana, compatriotas, "en la mente de cada uno vive la imagen
resulta incomprensible sin atender a las relaciones en- de su comunión" (Anderson, 1991:23-24).
tre grupos, sociedades y culturas. Relación es la palabra Estos desplazamientos son decisivos en un contexto
clave. En sus múltiples formas: contacto, alianza, some- mundial de nuevos agrupamientos étnicos y nacionales,
timiento, conflicto, exterminio. Ninguna sociedad puede atravesado por un amplio proceso de culturizacíón de
ser comprendida en si misma, rastreando en un supues- las disputas políticas. Modos de identificación que se con-
to origen o en la pretendida continuidad de sangre de su sideraban archivados en la historia reaparecen con
población. El análisis de sociedades como si estuvieran fuerza inusitada, mientras nuevos' colectivos de identifi-
"aisladas" fue una de las primeras alternativas de las cación surgen en las más diversas ciudades. Estos proce-
ciencias sociales que, en versiones vetustas, perdura sos se designan a través de conceptos como etnogénesis
hasta la actualidad. Esta alternativa es equivocada por- o etnicización, que dan cuenta de la construcción de gtU-
que ningún grupo humano existe, ningún conjunto de pos sociales como agrupamientos de identidad. De ese
personas se agrupa y define ese acto de agruparse, sino modo, la cultura aparece en el centro de la arena de las
en relación a otras que perciben, sienten y definen co- luchas de poder.
mo diferentes. Este libro se ocupa específicamente de los contactos
Así, a lo largo del siglo xx, las ciencias sociales fueron entre personas y grupos de sociedades y culturas diferen-
colocando el énfasis en el contacto de culturas y en las tes. La interculturalidad abarca un conjunto inmenso
culturas de contacto. Aunque expresiones como éstas de fenómenos que incluyen la convivencia en ciudades

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ALEJANDRO GRIMSON Interculturalidad y comunicación

multiétnicas (concurrir a la escuela o trabajar con per- hecho de ser humanos? ¿Es posible escapar a Babel? ¿Es
sonas que llegaron de otras zonas de un país o de otros posible, y si fuera, es deseable una utopía de "absoluta"
países), Estados multiétnicos, proyectos empresarios, comprensión de todos los hombres y mujeres? ¿Qué
el turismo, la vida fronteriza y los medios masivos de implícaria esa "sociedad transparente"?
comunicación, entre otros. De ese modo, la intercultura- Una gran parte de los estudios de comunicación
lidad incluye dimensiones cotidianas, a veces personales, aún presuponen que las culturas contemporáneas son
de extrañamiento frente a la alteridad, desigualdades un producto de procesos tecnológicos y de los conteni-
sociales, así como dimensiones políticas, grupales y esta- dos difundidos en los medios masivos. El desafio, como
tales, de reconocimiento e igualdad. A lo largo de estas ya proponía Schlesinger (1989), es invertir "los términos
páginas, espero, podrá percibirse cómo estas dimensio- del argumento convencional y 110 comenzar con la co-
nes se encuentran imbricadas: la diferencia cultural vivi- municación y sus supuestos efectos sobre identidad y
da en la cotidianidad puede llevar o ser utilízada como cultura nacional, sino por la proposición del problema
excusa para desarrollar políticas discriminatorias; con- de la identidad nacional misma". Los procesos comuni-
flictos sociales pueden llevar a inventar o recrear supues- cativos son una dimensión de procesos socioculturales.
tas diferencias culturales; políticas estatales pueden tener Por lo tanto, es necesario empezar por la sociedad y la
un impacto notorio en prácticas cotidianas de relacío- cultura. El sentido de la interacción simbólica y de las
namiento, reconocimiento o exclusión. interpretaciones de mensajes masivos surge, no del
Este trabajo no pretende abarcar la totalidad de los texto mismo, sino de la sedimentación de la historia
fenómenos interculturales, sino proponer y sintetizar social y de las disputas más amplias que se producen
lineamientos para su estudio en los procesos comuni- en un contexto específico.
cativos. En los últimos años, también el concepto de
"comunicación" fue cambiando. Desde los modelos pen- Este libro está destinado a estudiantes de ciencias
sados para teléfonos hasta los diseñados para la radio y sociales y humanidades, asi como a todos los profesio-
televisión masivas, el concepto de "transmisión de infor- nales y personas involucradas en la interculturalidad.
mación" fue acotado a operaciones técnicas. Los estudios Para ello, se ha buscado ofrecer una primera aproxi-
sociales recuperaron una etimología más productiva: co- mación al tema, realizando una síntesis particular de
municar es "poneren común", es hacer común, público, una gran variedad de trabajos de investigación y textos
algo. Para poner en común, se supone, tiene que haber al- teóricos poco difundidos o, simplemente, no publicados
go previo en común, un sentido compartido de ciertas en español.
cosas. Para entender un mensaje debo comprender el La obra se organiza en tres capítulos. En el prime-
código de mi interlocutor. ¿Hay algo en común entre ro, se revisan los debates actuales sobre el concepto de
esas personas y grupos que se relacionan además del "cultura" y se señalan los dos modos especificas en que

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

se utiliza en el resto del trabajo. A partir de esto, se discu- los procesos interculturales e intraculturales. A partir
te el concepto de nación y la capacidad estructuradora de ese esquema, se desarrollan ejemplo empíricos de
de los Estados en la formación de modalidades peculia- investigaciones sobre áreas diversas: los movimientos
res de organizar el conflicto social en distintos países. culturales, los medios transculturales, la publicidad y
Las "culturas nacionales", se argumenta, no existen como los empresarios.
conjunto objetivable de "rasgos típicos" -rnúsica, comi- Quiero agradecer los comentarios y criticas de Karina
da, vestimenta, etc.-. Desde una perspectiva histórica y Grazina y Gerardo Halpern, que realizaron una lectura
constructivista los espacios nacionales pueden compren- de un primer borrador de este libro. Fabiola Ferro contri-
derse como campos de interlocución en los que algunas buyó con aportes importantes para el apartado sobre el
formas de identificación son legitimadas en los procesos lenguaje verbal. Todas las citas de bibliografia en otras
de alianza y conflicto, mientras otras son invisíbtlízadas. lenguas son traducción del autor y para algunas citas
En cada espacio nacional se ha instituido una forma es- de! inglés conté con la colaboración de Rodrigo Mali-
pecifica de articular y ocultar la diversidad. na Zavalía, Como indica la fórmula, ninguno de ellos
El segundo capitulo busca analizar las múltiples di- es responsable de los errores que pudieran contener
mensiones de los procesos comunicatívos: el lenguaje estas páginas. Desde hace varios años, cuando comen-
verbal, e! espacio, e! tiempo, los gestos, los olores, en- zaba a trabajar en los temas de este libro, tengo el apoyo
tre otros. En cada caso, se discuten los conceptos más y aliento permanente, además de múltiples sugerencias y
importantes y se ofrecen ejemplos de cómo opera cada correcciones, de Lucila. Y desde hace menos tiempo,
dimensión en los escenarios interculturales. Los proce- la pasión que Matías nos despierta a ambos.
sos de comunicación intercultural constituyen una si-
tuación a veces extrema del encuentro de diferentes
códigos. Sin embargo, esa diferencia, que lleva a ma-
lentendidos y a situaciones de incomprensión, es cons-
titutiva de la comunicación humana. Por lo tanto, ese
análisis intercultural permite a la vez repensar cuestiones
centrales de una teoría de la comunicación.
Por último, el tercer capitulo está dedicado a consi-
derar las dificultades y posibilidades conceptuales de un
análisis comunicacional desde una perspectiva íntercul-
tural. Para ello, se proponen cuatro campos analiticos,
considerando tanto la comunicación directa (cara a
cara) como la tecnológicamente mediatizada, así como

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CAPiTULO 1
CULTURA, NACIÓN
Y CAMPOS DE INTERLOCUCIÓN

Este capitulo propone un recorrido sobre el concep-


to de cultura, los modos de identificación y sus usos en
relación al estudio de las naciones. Las diferencias entre
las naciones es considerada a partir de concebir a los
Estados nacionales como organizadores de su diversi-
dad interna. Así, el énfasisse coloca sobre los procesos de
constitución de los espacios nacionales como campos
de interlocución, es decir, la institución de lenguajes
específicos para hacer referencia a la diferencia y la de-
sigualdad. En ese sentido, se critica la concepción de
las "culturas nacionales" como un conjunto de rasgos (la
comida, la música, la lengua) y se hace hincapié en
la posibilidad de concebir los Estados nación a partir del
hecho histórico de que diversos grupos, con intereses
contrapuestos, comparten la forma en que las disputas
entre ellos deben realizarse y expresarse. Para ejempli-
ficar esta propuesta se contraponen esquemáticamente
los casos de Estados Unidos, Brasil y Argentina.

Cultura
El concepto de cultura es uno de los más controver-
tidos y polisémícos de las ciencias sociales. Una de las

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

primeras tareas de la antropología ha consistido, preci- pueblos de un modo hegemónico. Es decir, según una
samente, en criticar el sentido elitista de "búsqueda de serie de autores, la cultura sería un tropo ideológico del
perfección espiritual" a través de las bellas artes (que lle- colonialismo, clasificando y encerrando pueblos periléri-
va a la pretendida distinción entre una minoría "culta", cos en espacios de sujeción y legitimando las desigualda-
con cultura, y una mayoría "inculta", sin cultura). Sin des características del funcionamiento del capitalismo
embargo, la antropología no ofrece una única definición occidental. La cultura, escribió LilaAbu-Lughod, "es una
de cultura. Algunos antropólogos podrían acordar que la herramienta esencial para la fabricación de alteridades"
cultura, como objeto de estudio, es aquello que distingue (1991). Los críticos del concepto de cultura apuntan
a la humanidad del resto de los seres vivientes, separán- contra considerarla objetivada, reifícada, esencial, primor-
dolos del estado de naturaleza. En ese sentido, la cultura dial, homogénea, sistemática.
se presenta como constitutiva del ser humano. Los seres Otros autores, que rechazan concepciones reificadas
humanos comparten la unidad biológica y el hecho de ser de la cultura, sostienen que hay una vasta historia de
animales culturales. Esa característica universal de la hu- críticas a "cultura" que derivó a otras conceptualizaciones,
manidad es a la vez la fuente de su diversidad. Todos antes que a la renuncia a utilizar el concepto (véase Bru-
los seres humanos tienen cultura: sea ésta entendida co- mann, 1999). Sahlins (1997) ha criticado esa reducción
mo "estilo de vida de un grupo", "patrones de conducta", funcional de la cultura como instrumento de diferen-
"valores y significados", "conocimientos, creencias, artes, ciación. La tradicional tarea antropológica de explicar
leyes, moral y costumbres". Talesestilos de vida, prácticas la diversidad cultural o indagar la naturaleza de las di-
y creencias pueden ser infinitamente variables entre los ferencias y semejanzas es sustituida por la demarcación
seres humanos. de la diferencia en si misma: "el contraste como medio de-
Durante una larga etapa de la teoría antropológica se conocimiento se cambia por conocimiento como modo
tendió a aceptar que cada comunidad, grupo o sociedad de contraste", reduciendo la comparación cultural a dis-
era portadora de una cultura específica. Así las cosas, los tinción discriminatoria. Sahlins afirma que "en sí mis-
estudios se dirigían a describir y comprender una cultu- ma la diferencia cultural no tiene ningún valor". Ese
ra particular o áreas culturales. Esa descripción se con- valor depende de la situación histórica mundial. "En
centraba fundamentalmente en los valores o costumbres las últimas dos décadas, varios pueblos del planeta han
compartidos por los miembros de una sociedad. De ese contrapuesto conscientemente su 'cultura' a las fuerzas
modo, el énfasis fue colocado en la homogeneidad y del imperialismo occidental que los viene afectando ha-
uniformidad de cada uno de los grupos. ce tanto tiempo". De ese modo, la cultura aparece como
Una serie de articulas y libros han apuntado sus crí- "antítesis de un proyecto colonialista" ya que los pueblos
tieas contra el concepto de cultura considerando que ha la utilizan como herramienta para retomar "el control
sido utilizado para demarcar diferencias entre grupos o de su propio destino". A diferencia de un término como

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ALEJANDRO GRIM50N Interculturalidad y comunicación

"civilización", utilizado para establecersupuestos "grados" historicidad, a sus transformaciones. A su vez toda so-
o para referir a la ausencia de civilización, el término ciedad se ubica en un espacio y se encuentra en inte-
antropológico de cultura fue creado para establecer va- rrelación con otras sociedades. Entre otras razones esa
riedades, no jerarquías, y en ese sentido -desde la pers- interrelación hace imposible una homogeneidad cultural.
pectiva de Sahlins- su origen seria anticoloníahsta. Por Por lo tanto, los estudios sobre sociedades y culturas ana-
ello, Sahlins ha planteado que la cultura no tiene posi- lizan necesariamente su historia y su contacto.
bilidades de desaparecer como objeto principal de la A pesar de la heterogeneidad cultural de cualquier so-
antropología y como preocupación fundamental de to- ciedad o grupo, es riesgoso pasar por alto dos cuestiones.
das las ciencias humanas, ya que distingue un fenómeno Por Un lado, existen experiencias históricas compartidas
único: "la organización de la experiencia y de la acción que constituyen la base tanto de sentidos comunes (en
humana por medíos simbólicos" (41). la doble acepción de compartidos y prácticos) como de
En relación a este debate sobre el uso del concepto ciertas prácticas cotidianas. Esa experiencia compartida
cultura, Hannerz (1999) ha señalado que existen abo- puede implicar haber participado en el mismo escena-
licionistas (generalmente llamados posmodernos) y re- rio de disputas, aunque fueran contendientes enfrenta-
formistas (tal como él o Sahlins podrían identificarse). dos. "Cultura", en este caso, da cuenta de aquello que dos
Básicamente, un concepto actual de cultura debe servir grupos comparten y que hace posible que desarrollen un
para lidiar con cuestiones como límites y mixturas, va- conflicto, para el cual -obviamente- necesitan comuni~
riaciones ínternas-carnbíos y estabilidad en el tiempo, carse. Una sociedad, en un contexto histórico especifico,
integración y coherencia'. comparte una serie de presupuestos, sentidos y prácti-
Las conceptualizaciones homogeneizantes y reifi- cas que, a la vez, son la base de disputas, en el inte-
cantes de grupos o sociedades que se manifiestan en rior de esa sociedad, de otros presupuestos, sentidos y
fórmulas del tipo "los guaranies son..." o "los argentinos prácticas. Por otro lado, cuando dos personas o grupos
son ..." deben quedar atrás. Esos modos de tipificación de diferentes zonas del mundo entran en contacto, am-
y operaciones de esencialización son incapaces de se- bos reconocen que están en presencia de "una cultura
parar radicalmente lo natural y lo social, lo biológico y diferente" (o -en las variantes de dominación- "sin cultu-
lo cultural. Por lo tanto, el concepto de cultura es po- ra"): alguien que habla otro "idioma", que se comporta de
tenciado a través del uso sistemático de dimensiones un modo extraño, que no entiende nuestras palabras o
temporales y espaciales. La cultura es histórica y nin- nuestras acciones tal como esperamos. Este capítulo se
guna sociedad puede comprenderse sin atender a su refiere especialmente a la primera situación, mientras
el próximo enfatiza la segunda. Por lo tanto, creemos
que el concepto de cultura es útil, entre otros aspec-
1 Una .biblíogtafia muy completa sobre este debate se encuentra
tos, para entender cómo se organizan las diferencias
en Bruhmann, 1999.

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ALEJANDRO GRtMSON Interculturalidad y comunicación

y los conflictos en una sociedad, aSL como para analizar Al mismo tiempo, esas políticas y representaciones
las relaciones entre personas y grupos que hablan "idio- tienen un carácter perfonnativo. La definición del tango
mas" diferentes. como "música nacional", aunque no describe una reali-
Ahora bien, el uso de la palabra cultura como sustan- dad, la modifica: es un factor nacionalizador del tango.
tivo no deja de ser problemático. Por ejemplo, la alusión El alcance de esos efectos son diversos en distintas socie-
a "culturas nacionales" puede referir más a políticas dades y en diversos sectores de ellas. Pero así como no
oficiales que procuraron en cierto momento instaurar un deben asumirse como descripciones, tampoco dejan de
conjunto de simbolos como propios de la cultura de constituir datos elocuentes. De hecho, en una sociedad
un país, o a formas hegemónicas que, aunque produje- no es posible cualquier representación: si el chamamé
ron en muchos casos efectos profundos en la población o el rack no Son postulados como músicas nacionales
a través de la escuela y los medios de comunícación, y el tango si, esto da cuenta de procesos históricos y es-
distan de describir realidades multifacéticas, tructurales que se refieren al lugar de Buenos Aires en
La imposibilidad de llenar de contenidos fórmulas la politica oficial de representación de la nación.
como "cultura argentina" o "cultura nacional" mues- "Los argentinos" comen, leen y hacen cosas muy dis-
tra ese carácter de proyecto más que de constatación. tintas. Sin embargo, es poderosa la creencia social de
La "cultura argentina", a pesar de aparecer incluso en ti- que el conglomerado de seres humanos pertenecientes
tulas de libros actuales, no constituye algo descriptible, a un Estado nacional poseen una cultura homogénea
relatívamente fijo, caracterizable a través de un conjun- que sería la causa de la exístencia de ese Estado. Esa
to de elementos lingüísticos, musicales, gastronómicos. pretensión de homogeneidad cultural constituye antes
Veamos: un intento de definir la "cultura argentina" a 'In instrumento de legitimación del poder estatal que una
través del lenguaje verbal se encuentra con el proble- realidad verificable. Los seres humanos que llamamos
ma de que en muchos paises vecinos se habla la misma "pueblo argentino" no remiten a una "identidad cultural".
lengua. Y la pretensión de sostener el argumento en De ese modo, la pretensión de definir una "identidad ar-
la sutilezas de la tonada o la pronunciación revela que gentina" uniforme e inmutable debe comprenderse como
amplías zonas del país tienen más en común con los un acto político.
países vecinos que con Buenos Aires. Y no sólo en la ¿Quiere decir esto que los argentinos no tienen na-
tonada o la pronunciación. ¿Cuál es la música "na- da en común? No. La cuestión es que los elementos
cional"? Hay una música que se intentó identificar con compartidos no deben buscarse entre supuestos rasgos
la Argentina, el tango. Pero el tango no da cuenta de la culturales objetivos, sino en las experiencias históricas y
enorme diversidad de músicas con las que elegirían en las creencias y prácticas que esa experiencia ha genera-
identificarse diferentes poblaciones del denominado do. Una formulación de este tipo implica necesariamente
"interior". la imposibilidad de establecer creencias y prácticas

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lnterculturalidad y comunicación
ALEJANDRO GRIMSON

histórico-culturales en las que se definen las categorías


inmutables, ya que nuevas experiencias implicarán dife-
de alteridad. Las referencias de identificación como na-
rentes modificaciones. Por otra parte, implica también
ción, región, provincia y otros pueden comprenderse
que no hay uniformidad, ya que cada experíencia es vi-
vida y procesada de modos diversos por distintas clases, como modalidades categoriales y taxonómicas de gru-
regiones, grupos etarios, étnicos, hombres y mujeres. pos humanos con un origen social. La incógnita es qué
El interrogantc acerca de la potencialidad de la cul- ocurre con esas nociones cuando cambian fundamen-
tura como objeto y como concepto nos lleva a considerar talmente las condiciones socioculturales en las que se
otras nociones, no menos problemáticas, y a discutir sus originaron.
relaciones con términos como etnia y nación. Ningún grupo y ninguna persona tienen una identi-
dad, ninguno de ellos tiene alguna esencia. Las personas
Categorías de identificación y los grupos se identilican de ciertas maneras o de otras
en contextos históricos específicos y en el marco de rela-
Si hay un concepto que es permanentemente con- ciones sociales localizadas. Por ello, el primer elemento
fundido con el de "cultura" es el de "identidad". En di- de toda identificación es su carácter relacional: al mismo
ferentes áreas de estudio de relaciones intergrupales/ tiempo que establece un "nosotros" define un "ellos".
societa1es (sociedades nacionales, pueblos originarios, La nación, el género, la clase, la raza, la etnia, pueden
migraciones, entre otros) ha habido una vasta bibliogra- constituir en diferentes contextos de interacción pará-
fia que tendía a identificar grupo humano con cultura metros perceptivos que definen relaciones sociales entre
homogénea y con identidad. Por lo tanto, el contacto "nosotros" y "los otros".
entre grupos era considerado a partir de conceptos co- La escuela sociológica francesa encontraba el origen
mo aculturación, asimilación o integración. Es decir, se de las clasificaciones y taxonomías cognitivas en las re-
suponía que grupos en contacto podian tender a confor- laciones sociales y, particularmente, en la percepción
mar una sociedad única que tendría. por consiguiente, de la alteridad. Es decir, todas las clasificaciones de-
una cultura uniforme y una identidad derivada de esa rivan de algún modo de las clasificaciones que cons-
cultura. En esos estudios existieron dos presupuestos truyen los seres humanos sobre ellos y sus diversos
equivocados. Uno, una teleología de esa transformación grupos. Durkheim planteaba que "las nociones funda-
afirmaba que las sociedades nacionales terminarían por mentales del espíritu. las categorías esenciales del pen-
homogeneizarse, los pueblos aborígenes por occidentali- samiento pueden ser el producto de factores sociales"
zarse y los migrantes por integrarse. Dos, que las cultu- (1968: 135) y encontraba en la idea de género un instru-
ras eran compartimentos estancos que se modificaban mento del pensamiento "manifiestamente construido
también homogéneamente en la situación de contacto. por los hombres". El modelo indispensable para llevar
El estudio de las afiliaciones identitarias y sus sig- a cabo esa construcción tiene que haberse encontrado
nificados remite a la problemática de las condiciones
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ALEJANDRÓ GRIMSON
Interculturalidad y comunicación

en el "espectáculo de la vida colectiva". Un género, para Su "naturaleza móvil" es, en efecto, la naturaleza
Durkheim, es una "agrupación ideal, pero netamen- histórica de los modos en que los hombres piensan y,
te definida", experimentada a través de los grupos que en particular, en cómo se piensan a sí mismos y a "los
"forman los hombres al asociarse". otros". Entonces, el segundo elemento de toda clasifi-
De ese modo, los seres humanos han organizado cación y, por lo tanto, de toda identificación es su ca-
sistemas de similitudes y diferencias a partir del cono- rácter histórico: ese "nos/otros" es al mismo tiempo el
cimiento de los otros, "otros" organizados de manera di- resultado de sedimentaciones de un proceso histórico
ferente de un "nosotros". Esa diferencia implica un hecho como una contingencia sujeta a transformaciones. Así
cognitivo fundamental, en el sentido de que permite es- hay diversas categorías históricas de "pueblitud" que
tablecer un primer límite, concepto fundacional de toda resultan de momentos diferentes y de composiciones
clasificación. Esas taxonomías tienen por objeto "estable- alternativas del sistema mundial y que se reproducen en
cer relaciones de subordinación y coordinación", cuyas las prácticas de la vida cotidiana. En otras palabras, más
partes "quedan dispuestas según un orden jerárquico", 10 que haber etnias distribuidas por el mundo, existen
cual muestra nuevamente el origen social de las clasifica- grupos de personas que, en detenninadas circunstancias,
ciones ya que "sólo en la sociedad existen los superiores, se constituyen como etnias, así como en otras circunstan-
los inferiores, los iguales" (1968:138). La sociedad "sólo cias pueden hacerlo como naciones o como razas (véase
es posible si los individuos y las cosas que la componen Wallerstein, 1991; Guber, 1996).
se encuentran repartidos entre diferentes grupos, es decir, Un punto de inflexión de los estudios sobre relacio-
clasificados, y si esos mismos grupos se encuentran cla- nes intergrupaleslsocietales es la publicación a fines de la
sificados unos con relación a otros. La sociedad supone, década del sesenta de Los grupos étnicos y susfronteras,
pues, una organización consciente de sí, lo que no es otra de Frederik Barth, abriendo una perspectiva que transfor-
cosa que una clasificación" (Durkheim, 1968:411). mó los enfoques sobre las relaciones interétnicas. Barth
introduce el giro conceptual clave para comprender la
Será Mareel Mauss quien desarrolle el concepto de in- dimensión relacional y organizacional de las identificacio-
consciente colectivo, abriendo un nuevo horizonte de nes. Entre otras cosas proponía considerar "al hecho
reflexión. En efecto, es quien señala la orientación de la de compartir una cultura común" más "corno una im-
Escuela Francesa de Sociología hacia la investigación de plicación o un resultado que como una característica
la "historia social de las categorías del espíritu humano" a primaria y definitiva de la organización del grupo ét-
través de la descripción de "determinadas formas en de- nico" (1976:12). Asi distinguia entre, por un lado, la
terminadas civilizaciones, intentando con este sistema organización étnica de un grupo y la identificación
comparativo hallar su naturaleza móvil y la razón de que étnica de los individuos y, por otra parte, la asi llama-
sea así" (Mauss, 1991:309). da cultura objetiva, perceptible, investigable, a través

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ALEJANDRO GRIM50N lnterculturalidad y comunicación

de la cual los grupos étnicos eran definidos conceptual- los no miembros podrán ser acentuados en diferentes
mente hasta ese momento. Para Barth, un grupo étnico circunstancias históricas en relación a contextos e in-
es, antes que nada, una forma de organización social tereses específicos,
en la cual los participantes por sí mismos hacen uso de Una conceptualización de este tipo desafia los aná-
ciertos rasgos culturales de su pasado, un pasado que lisisculturalistasde la globalización como proceso de ho-
puede o no ser históricamente verificable. Estos rasgos mogeneización. Justamente, la argumentación de Barth
culturales que son postulados como emblemas exter- hace treinta años se enfrentaba con "la opinión simplista
nos (vestimenta, lengua, etc.), o incluso como valores que considera al aislamiento geográfico y al aislamiento
fundamentales, pueden ser tomados de la propia tra- social como los factores criticos en la conservación de
dición, de la de otros pueblos o, simplemente, pueden la diversidad cultural" (1976:9). Por el contrario, es en la
ser creados. interacción y de modo relacional como esa diversidad
Las "fronteras" de los grupos étnicos que analizaba se procesa y se construye. Así, Barth postulaba una au-
Barth no eran fronteras espaciales, sino entre distin- tonomía entre fronteras y comunicación que puede apli-
ciones colectivas de grupos sociales y la distribución de carse a los estudios contemporáneos de estos procesos:
"rasgos culturales". Entre otros elementos clave, Barth "Los limites persisten a pesar del tránsito de personas
señalaba que las fronteras eran situacionales y no pri- a través de ellos. En otras palabras, distinciones étnicas
mordiales, que la comunicación y el contacto entre los categoriales no dependen de una ausencia de movilidad,
grupos no implicaba una tendencia a la homogenei- contacto e información; antes bien, implican procesos
zación y que la etnicidad puede ser mejor compren- sociales de exclusión e incorporación por los cuales son
dida si se la analiza como una cuestión de organización conservadas categorías discretas a pesar de los cambios
social. Las fronteras entre grupos no son naturales ni de participación y afiliación en el curso de las historias
esenciales; la convivencia cotidiana de diferentes individuales. (... 1 las distinciones étnicas no dependen
grupos no se traduce necesariamente en fusión o asi- de Una ausencia de interacción y aceptación sociales;
milación, sino que la propia dinámica de la interacción por el contrario, generalmente son el fundamento mismo
cotidiana plantea en muchos casos un crecimiento de sobre el cual están construidos los sistemas sociales
los roces y los conflictos. Las identificaciones dife- que las contienen" (1976: 1O).
renciales que surgen y se negocian en estos procesos Las enseñanzas de Barth y de otros autores (Cardoso
no son producto de una "realidad anterior" de cultu- de Oliveira, 1976; Gramsci, 1986; véase Hall, 1996)
ras homogéneas, sino que se vinculan a intereses de sobreviven a la retórica posmoderna, ahora demodé, de
grupos y a sus necesidades de organización social. las identidades múltiples y fragmentadas que preten-
Además, los "rasgos" culturalmente compartidos con dió construir un panorama estetizado de la conflictividad
los otros miembros del grupo que los diferencian de social. Actualmente, existe un amplio consenso acerca

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

de la imposibilidad de una definición "objetiva" y está- Mead, Bateson y otros destacados investigadores pro-
tica de la identidad 'de cualquier grupo humano. Es curaron colocar la antropología al servicio del esfuer-
decir, hay un cierto acuerdo sobre la necesidad de con- zo de la guerra con un compromiso activo'. Cada país
cebir las identificaciones como proceso relacional que y sus habitantes comenzaron a ser considerados uni-
resulta de condiciones y construcciones históricas. Esto versos culturales: "Las fronteras entre paises fueron
implica que ningún grupo humano es esencial o natu- traducidas en términos culturales y las fronteras cultu-
ralmente étnico, nacional o racial, sino que esas cate- rales definidas en términos nacionales, delineando,
gorías refieren a los modos en que un grupo se vincula así, los limites de las nuevas unidades de análisis" (Gold-
a los otros en un momento histórico. Las adscripciones man y Neiburg, 1998:108). Esto implicaba una cultu-
ídentitarias no son "naturales", no están determinadas rización de las fronteras poltticas entre Estados y el
ni por "la sangre" ni por el "lugar de nacimiento" y son presupuesto de que todas las sociedades "tenderían a
productos de incesantes construcciones, imaginaciones percibir y establecer diferencias entre sus modos de
e invenciones. ser y hacer y aquellos de sus vecinos", lo que implica-
Anular el carácter relacional e histórico, los intere- ba naturalizar y universalizar la noción de carácter na-
ses y sentimientos, sea por la vía del naturalismo o del cional (rdem:1l4). Los estudios de "carácter nacional"
estetícismo, implica ocluir una dimensión clave de toda de la escuela de cultura y personalidad tienen una va-
identificación: la producción de la diferencia es consti- riedad de matices y ofrecen alternativas diferentes. Un
tutiva de toda relación de desigualdad. Por lo tanto, no hay enfoque sofisticado para la época puede encontrarse
"identidad" fuera de relaciones de poder. en un artículo de Bateson escrito en 1942 en res-
De las diversas construcciones sociales de "culturas" puesta a las acusaciones de esencialismo culturalista que
e "identidades" aqui nos interesa la nación en sus dos se imputaban a estos estudios. Bateson (l976a) afir-
dimensiones. La nación como sentido de pertenencia, maba que no se trata de establecer uniformidades
como referencia identitaria, y la nación como una orga- nacionales, sino ciertas regularidades. Esas regulari-
nización especifica de la heterogeneidad y desigualdad dades no refieren a patrones de conducta iguales para
en una sociedad determinada. todos los miembros de una sociedad, sino al carácter
relacional (complementario) de las diversas conduc-
Ficción y realidad en la imaginación nacional tas de los diferentes miembros. Además, el hecho de
Durante la Segunda Guerra Mundial un grupo de que los "caracteres nacionales" (en plural) sean construi-
antropólogos estadounidenses, discípulos de Franz Boas dos no implica que no terminen marcando diferencias
culturales.
-fundador de la escuela "histórico cultural" o "cultura-
lismo"-, convirtió a las naciones en objeto explicito de
análisis inaugurando los estudios de "carácter nacional". 2 Sigo aquí el análisis de Goldman y Neíburg (1998).

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ALEJANDRO GRIMSON Interculturalidad y comunicación

Goldman y Neiburg plantean las disyuntivas actua- mayores que las aldeas primordiales de contacto di-
les del debate sobre la existencia del carácter nacional recto (y quizás incluso estas) son imaginadas. Las co-
y sostienen que "si el 'carácter nacional' es el resultado munidades no deben distinguirse por su falsedad o
de un proceso de producción y objetivación involu- legitimidad, sino por el estilo con que son imaginadas"
crando al mismo tiempo relaciones sociales, estrategias (199324).
politicas y discursos teóricos, eso no significa -bien por Sin embargo, el carácter contingente, imaginado, de
el contrario- que no sea nada" (ide,,: 132). Así, conclu- constructo histórico de las comunidades e identificacio-
yen que aquellos estudios fueron un ejemplo de cómo nes nacionales no debe hacer perder de vista el hecho de
se pueden estudiar temas centrales de nuestra sociedad que su mismo proceso de constitución es un proceso
en la medida en que se eviten dos riesgos: "convertirse material que implica la definición de territorios dentro
irreflexivamente en un foco más de producción de re- de los cuales un Estado se erige como autoridad para
presentaciones colectivas o, bajo el pretexto de perma- ejercer la violencia legitima y, en ese marco, para definír
necer libre de toda contaminación ideológica, perder el polüicas que involucran y producen impactos concretos
contacto con las propias representaciones que circulan en la vida cotidiana de sus habitantes y ciudadanos. En
en esa sociedad" (134). El riesgo de que el cientista social ese proceso, los Estados nacionales fueron construidos
se convierta en un productor de identificaciones nacio- a partir de un limite externo con otros Estados y las
nales comienza por asumir a la "nación" como unidad identificaciones nacionales se han construido por con-
natural de estudio y presuponer que las relaciones en- trastes con otras naciones, que se supone que tienen su
tre sociedades nacionales son siempre relaciones entre propia historia y su propia cultura. Es decir, no se de-
culturas nacionales. Un enfoque de este tipo entiende be concebir a las identidades nacionales en si mismas
a las naciones como entidades objetivas que evolucio- sino en procesamiento y en definición cort. relación a
nan a partir de un principio inherente. En contrapo- las fronteras, tanto politicas como identitarias que no
sición se ha desarrollado desde los años ochenta una siempre coinciden (véanse Barth, 1976; Leach, 1977;
perspectiva relacional vinculada al constructivismo Gupta, 1992).
histórico. Hobsbawm rechaza considerar a la "nación" El desarrollo de las perspectivas constructivistas
como una entidad prímaria e invariable y plantea que para el estudio de las naciones ha sido contemporáneo
hay un carácter de "artefacto, invención e ingeniería de nuevos "brotes nacionalistas", de la constitución de
social que interviene en la construcción de naciones" "nuevas etnicidades" y de ineludibles conflictos étnicos
(1992:18). En el mismo sentido, Anderson afirma que y étnico-nacionales. Por eso, García Canc1ini constata
"la nacionalidad, o la 'calidad de nación' [...] al igual que "los relatos de la multiculturalidad se [encuentran]
que el nacionalismo, son artefactos culturales de una hoy escindidos entre la teorización académica y los mo-
clase particular" y plantea que "todas las comunidades vimientos sociopolíticos" porque "las ciencias sociales

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

y las humanidades conciben las identidades como acción originado en la instrumentación de políticas
históricamente constituidas, imaginadas y reinventadas", identitarias de los Estados articuladas por diversos me-
mientras que "muchos movimientos sociales y políticos diadores. Hace referencia simultáneamente a "la rela-
absolutizan el encuadre tenitorial originario de las etnias ción entre los Estados y sus sujetos, y entre los Estados
y naciones, y afirman dogmáticamente los rasgos bio- y otros Estados" (Verdery, 1996:227). El significado de la
lógicos y telúricos asociados a ese origen" (1995:92). En nación es característicamente ambiguo y, por lo tanto,
ese sentido, parece necesario preguntarse acerca del su invocación puede utilizarse para objetivos disímiles:
sentido práctico de esa utilización de las identificaciones desde la unidad del pueblo-nación contra la tiranía
por parte de los grupos en el marco de la sociedad y la hasta la unidad del Estado-nación contra otras nacionali-
cultura contemporánea. Por eso, es imprescindible in- dades (véase Todorov, 1991:207).
vestigar las dinámicas específlcas de las identificacio- El nacionalismo se sustenta en la nacionalídad pa-
nes nacionales, locales y globales, los modos en que se m predicar una supuesta identidad cultural y moral de
plantean las fronteras entre "nosotros" y "los otros", los un "nosotros" contra un "los otros". Es un "principio
sentidos de pertenencia, de historia, de comunidad y que afirma que la unidad política y nacional debería ser
de sus fronteras. congruente" (Gellner, 1991) y que los deberes de los
Asi, puede entenderse por nación una categoría de ciudadanos para con el Estado -u otra organización po-
clasificación de grupos humanos que implica un senti- lítica que represente a la nación- se encuentran por
miento de pertenencia a una comunidad horizontal. encima de toda otra obligación públíca (Hobsbawm,
En su forma institucionalizada, como otros sistemas de 1992:17). El nacionalísmo es la "utilízación política
clasificación, el parámetro nacional establece "territorios del símbolo nación a través del discurso y la actividad
de autoridad y legitimidad a través de las categorias que política, tanto como el sentimiento que atrae a la gente
fija, y hace que esas categorias parezcan a la vez natural a responder al uso de este símbolo" (Verdery, 1996:227).
y socialmente reales. La nación es en consecuencia un Es un discurso homogeneizador y diferenciador por
aspecto del orden politico y simbólico/ideológico y excelencia.
también del mundo de la interacción social y del sen- En otras palabras, nación y nacionalismo son parte
timiento" (Verdery, 1996:226). de una dímensión ideológica y de un sístema clasificato-
La nación se caracteriza por referirse a "cierta clase río que se articula con la afectivídad. La nacionalidad,
de estado tenitorial moderno, el 'Estado-nación" (Hobs- por una parte, se refiere al acceso y los derechos de ciu-
bawm, 1992:18). Su carácter de artefacto cultural puede dadanía y, por otra, es la vivencia subjetiva de la nación
sintetizarse en que "las naciones no construyen Esta- como parámetro de relación e interacción entre perso-
dos y nacionalismos, sino que ocurre al revés" (ibidem). nas y grupos sociales.
La nacionalidad es un parámetro clave de percepción y

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ALEJANDRO GRIMSON
Interculturalidad y comunicación

Campos de interlocución, caja de herramientas En primer lugar, cualquier grupo humano y cualquier
persona se encuentra, en un contexto espacio-temporal
y sentidos
determinado, dentro de un campo de interlocución es-
El ~studio de las naciones plantea una tensión com- pecifico. Un campo de interlocución es un marco dentro
pleja, presente en todo el recorrido realizado en esta del cual ciertos modos de identificación son posibles
sección, entre homogeneidad y heterogeneidad, unifor- mientras otros quedan excluidos. Entre los modos posi-
midad y diversidad. Segato ha propuesto un concepto bles de identificación, existe una distribución desigual
que puede contribuir a superar estas dicotomías al ent~n­ del poder. Cada Estado nacional constituye un campo
der la sociedad nacional como configuración específica, de interlocución en el cual los actores y grupos se po-
como formaciones de diversidad. Diversos autores, entre sicionan como parte del diálogo y el conflicto con otros
ellos el propio Bateson, propusieron comprender a la actores y grupos. El Estado nación es uno entre muchos
nación -más que como estilo uniforme- como sistema otros campos de interlocución, pero aqui nos interesa
de diferencias. particularmente por la relevancia política, cultural, cog-
El modelo de Segato, sin embargo, reintroduce en nitiva y afectiva que ha tenido en los últimos siglos.
el centro la relación entre cultura, nación y Estado. En El concepto de formaciones nacionales de diversidad
efecto, el Estado nacional ha tenido -y tiene- un papel especificas de Segato implica que en un Estado nación
clave como "productor de diversidad", como "forjador de ciertas modalidades de identificación cobraron especial
alteridades", dando forma al "otro" interior "por su ca- relevancia mientras otras pasaron a un segundo plano.
pacidad de interlocución" (Segato, 1998:163-165). Las Esos modos de privilegiar ciertas modalidades de posi-
naciones, en una dimensión, son campos de interlocu- cionamiento son históricas, resultado de un entramado
ción en las cuales el Estado es un interpelador central de fuerzas sociales, interpelaciones y resistencias. Es po-
(nunca el único). En ese sentido, cada Estado nacional sible considerar que un proyecto estatal fue exitoso (en
ha tenido estrategias de unificación y los diversos sec- este plano) no porque haya anulado la oposición, sino
tores sociales respondieron de diferentes formas a estas en la medida en que la resistencia a los sectores dominan-
políticas. De esas tensiones sociales surgieron formacio- tes se haya realizado en los términos en que los actores
nes nacionales de diversidad que establecieron clívajes fueron interpelados: como obreros, como negros, como
peculiares, "culturas distintivas, tradiciones reconoci- indígenas, como campesinos. En diferentes contextos
bles e identidades relevantes en el juego de intereses históricos los Estados buscan modificar esos modos de
políticos" {ídem: 17 I), De ese modo, se forjó un estilo interpelación, consiguiendo éxitos o fracasos de di-
especifico de interrelación entre las partes de un pais. versa magnitud. Por ejemplo, después de la Revolu-
Asi la idea de nación se vincula a tres conceptos estre- ción Nacional boliviana de 1952 el Estado interpeló a
chame~te relacionados: campo de interlocución, caja las poblaciones que habitaban las zonas rurales como
de herramientas identitaria y sentidos de las categorias.
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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

campesinos, buscando sustituir la identificación de indí- historia especifica que es posible reconstruir. Si se consi-
genas. Sin embargo, pocos años después, resurgieron deran algunas categorías vigentes en la sociedad argentina
poderosos movimientos sociales que privilegiaban (y -rndío, quechua, criollo, argentino, cabecita negra, pero-
en otros casos, articulaban) la identificación étnica a la nista- puede percibirse que cada una de ellas surgió en un
de clase. Es decir, el conjunto de actores e institucio- contexto histórico especifico. Las poblaciones que habita-
nes interviene en la definición de las caracteristicas del ban lo que se convirtió en el Imperio Incaico utilizaban
campo de interlocución, aunque partiendo de un poder otras referencias identitarias hasta que fueron conquis-
desigual. Por ello, aunque es parte de un conjunto de tados por los incas. No hace falta abundar sobre la ca-
fuerzas dispares, el Estado ocupa una posición clave', tegoria "indígena" que refiere al malentendido original
De ese modo, la historización de los campos de in- o errorinicial de los conquistadores, Su persistencia cons-
terlocución es fundamental para no caer en esenciali- tituye una muestra del poder de la nominación.
zaciones y tipificaciones que anulen el hecho de que Ahora bien, cada una de esas categorías surge en un
asr como hay disputas dentro de un campo de interlo- momento de la historia aludiendo a una determinada
cución, también hay luchas sobre la propia definición población y adquiere, a veces desde sus inicios, Una ga-
del campo. Casi todo nuevo movimiento o actor social ma de significados. Ni la definición de la población ni
busca producir una modificación en el campo para lograr los sentidos son "naturales". Ambos son la consecuen-
constituirse como un interlocutor legítimo. El movimien- cia de luchas sociales. Por ejemplo, una nactonalídad
to obrero, el de mujeres, los grupos aborígenes y muchos (argentino, alemán, francés) difícilmente haga referencia
otros debieron; en su momento (yen algunos países ese a todos los "habitantes" de un territorio, ya que en todos
momento es el actual), luchar persistenternente para esos países viven migrantes extranjeros. Decidir, en-
poder convertirse en un actor socialmente reconocido. tonces, si el gentilicio refiere a todos los nacidos en un
A su vez, la relevancia de la historización tiene otro territorio o a todos los hijos de los ciudadanos de esa
aspecto. A lo largo de la historia, una sociedad crea in- nacionalidad continúa hasta nuestros días siendo objeto
cesantemente categorías identitarias. Las personas apre- de controversia y cada país adopta criterios difere~tes.
henden esas categorías en la vida social y las incorporan Al mismo tiempo, aquella categoría que actualmente
como sentido común. Por lo tanto, tienden a creer que refiere a una nacionalidad no siempre funcionó de ese
existieron desde siempre. Sin embargo, cualquier conjun- mismo modo.
to de categorías identitarías y cada una de ellas tiene una En las primeras décadas del siglo XIX, antes y después
de la Independencia, "argentino" significaba "porteño".
Eventualmente, en algunas ocasiones los términos ar-
3 En palabras de Bourdteu: El Estado "es el 'geómetra de todas gentino o argentina fueron usados como "calificativos
las perspectivas' (.,,) un árbitro, peromuy poderoso, en las luchas por del resto del territorio rioplatense, en la medida en que
ese monopolio" de violencia simbólica legítima (1988: 139-140),

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ALEJANDRO· GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

los supone dependencias de aquella ciudad" (Chiara- A lo largo de su historia una sociedad crea un am-
monte, 1997). El término es utilizado por primera vez plio conjunto de categorías. A ese conjunto podemos
en 1602 por Martin del Barco Centenera en e! poema denominarlo caja de herramientas identitarias. Cada
"Argentinay Conquista del Río de la Plata". El significado grupo o actor, en un momento especifico, podrá iden-
es "rioplatense". El uso ampliado de! término después de tificarse con algunas de esas categorías, y no con otras,
la independencia es un modo de expresar la tendencia si pretende convertirse en interlocutor. El carácter com-
hegemónica de Buenos Aires sobre e! conjunto de las plementario de las categorías con las cuales los actores
ciudades y provincias de un territorio aún sin nombre se identifican resulta en una formación de diversidad
definido. Constituye un "antecedente de las primeras especifica. La caja de herramientas cambia (agrega
tendencias centralistas" para las que "la nueva nación mucho más de lo que pierde definitivamente) y las
debla ser una dependencia de esa ciudad: tendencias formaciones se modifican. Las identificaciones que en
resistidas por la mayoría de las ciudades del Rio de la Pla- otros contextos fueron poderosas (por ejemplo, iden-
ta" Cidem:70). En otras palabras, la denominación de! tificaciones politicas o de clase) pierden fuerza en otros
país y sus habitantes como Argentina y argentinos fue el contextos históricos y pueden reaparecer en situacio-
resultado de un proceso de luchas sociales y culturales: nes futuras.
"El tránsito de su sinonimia con porteño a su utilización Las sociedades comparten esa caja de herramientas
como denominador del conjunto de los pueblos rio- y comparten los criterios de interlocución. Sin embar-
platenses refleja la aceptación o resignación a la hege- go, los sentidos de cada una de las categorías son uno
monía de Buenos Aires en e! conjunto rioplatense. Re- de los principales objetos de disputa en la lucha social.
signación que, como en el caso de su más fiera enemiga, Indígena, paraguayo, negro, pueden tener una carga
Corrientes, puede remitir también a una estrategia en pos negativa en los discursos y políticas hegemónicas. Los
del objetivo sustancial. Es decir, admitir una nación sectores dominantes pueden buscar asociarlas al desor-
con denominación de argentina mientras por medio de den o e! atraso, a la suciedad o la delincuencia. Si esas
ella se pudiese lograr la libre navegación de los ríos, e! categorías constituyen herramientas de interlocu-
control del comercio exterior y e! usufructo de las rentas ción, entonces sectores subalternos buscarán instituir
de la Aduana de Buenos Aires" (ídem: 123). En otras pa- otros sentidos positivos. Así, toda lucha social es en
labras, cuando entre fines de los años veinte y principios una de sus dimensiones una disputa sobre los sentidos
de los treinta de! siglo XtX las provincias reclamaban la de las identificaciones en juego en el proceso.
urgente organización constitucional de la nación que Esto se vincula al carácter contextual de las catego-
Buenos Aires resistía, el uso de argentino permite a esos rías identitarias. Las identidades politicas ligadasa la terri-
líderes construir y ratificar un colectivo social que sus- torialidad tienden a operar como cajas chinas. Así, por
tenta su posición política y su reclamo económico. ejemplo, hacia fmales de! siglo )(\111 y principios del XIX,

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ALEJANDRO· GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

en el Río de la Plata "se era español frente al resto del brasileños rechazan ser identificados como hispanic" asi
mundo, español americano frente a lo español penin- como los bolivianos rechazan en Buenos Aires ser lla-
sular, rioplatense frente a lo peruano, provinciano frente mados "bolitas". En ambos casos la primera reacción
a lo capitalino, porteño frente a lo cordobés" (Chiara- de quien no conoce el uso del apelativo es de incompren-
monte, 1997:62). Así, también en la actualidad, existen sión: los brasileños creen que hay alguna confusión (y. en
figuras sucesivas como latinoamericano, sudamericano, efecto, es así) mientras que los bolivianos terminan enten-
argentino, porteño, que siempre son inteligibles en un diendo que la categoría explicita la carga negativa y discri-
contexto relacional específico. El hecho de que esas fi- minatoria con que muchos porteños usan "boliviano".
guras no son una naturaleza que se imprime sobre el Rechazar una apelación, no reconocerse en una interpe-
individuo nacido en esas tierras, sino producto de la lación, lleva a otro plano la lucha cotidiana y muchas
sociedad y la historia, puede verse en dos ejemplos. En veces invisible sobre los sentidos de las categorias, trans-
primer lugar, aunque se supone que Brasil es parte de formándola en una disputa explícita sobre la nominación
América Latina, en la vida cotidiana los brasileños sue- y su significado. Evidentemente, no es lo mismo hablar
len hablar de los latinoamericanos en tercera persona, de "negros" que de "afroamericanos", de "sudaca" que de
otorgándole un significado más cercano a "Hispanoamé- "colombiano", de "paragua" que de "paraguayo".
rica". A veces sucede lo mismo entre los argentinos, pero En sociedades que se pretenden democráticas, iguali-
por razones diferentes: la imagen europea de si mismos tarias y no racistas surgió una tendencia a la institucio-
que gustan cultivar es ratificada al hablar de "ellos", "allá", nalización de los apelativos "politicamente correctos". Un
Latinoamérica. Un segundo ejemplo es el modo en que grupo de personas, comúnmente denominado a través
los estadounidenses se refieren a los migrantes "latinoa- de una categoria insultante o discriminatoria, deben
merícanos": los hispanics. Esto no sólo incluye a mexica- ser llamados de un modo diferente, supuestamente no
nos, colombianos y argentinos, sino también a brasileños valorativo. Esa institucionalización prescriptiva debe
que, a decir verdad, no se sienten muy cómodos con esa considerarse más como un tipo de intervención en las
"confusión" (Lins Ribeiro, 1998a). disputas de identidades que como una suerte de verdad
Este último ejemplo nos lleva a la cuestión de que sobre los grupos y las personas que nunca son fijos.
las sociedades no sólo pueden disputar los sentidos de las Además, debe reconocerse que una lista de eufemismos
categorias identitarias, sino las categorias mismas'. Los no garantiza nada sobre relaciones sociales y desigual-
dades estructurales.
4 En palabras de Bourdíeu: "La lucha de las clasificaciones es
una dimensión fundamental de la lucha de clases. El poder [de] una Tres formaciones nacionales de diversidad
visión de las divisiones, es decir, el poder de hacer visibles, explícitas,
las divisiones sociales implícitas, es el poder político por excelencia"
Segato compara las formaciones de diversidad en Es-
0988: 141). tados Unidos, Brasil y Argentina. Los tres países usan el

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ALEJANDRO GRIM$ON Interculturaltdad y comunicación

mismo término para referir a su constitución como na- A diferencia. de la imagen del mosaico americano y
ción: "melting pot" en Estados Unidos, "crisol de razas" de la fusión de las "tres razas" brasileñas, el crísol re-
en la Argentina, 'cadinho de Facas" o "fábula de las tres fiere en la Argentina a la mezcla de "razas" europeas. No
razas" en Brasil. Esa misma expresión refiere a imágenes hay lugar para los indígenas ni para los negros en el re-
completamente diferentes. En Estados Unidos, donde lato oficial de la nación. Mientras en Estados Unidos
tempranamente se desarrollaron criticas a la fusión, la las señales diacríticas de la afiliación étnica se exacer-
formación de diversidad refiere a un mosaico étnico, baron y, actualmente, e! acceso a los derechos se da en
un conjunto de unidades segmentadas, segregadas y gran medida a través de la pertenencia a una minoría
enfrentadas de acuerdo con una estructura polar de (afroamerícano, hispano, etc.), en la Argentina hubo un
blancos y negros. Esto ha sido sintetizado por OaMatta proceso de desetnicización por e! cual "la nación se
en la frase "igualespero separados" como caracterización construyó instituyéndose como la gran antagonista de
de Estados Unidos. En Brasil, en cambio, la norma seria las minorías" (Segato, 1998: 183). El pape! del Estado
"diferentes pero juntos", una fuerte interpenetración de argentino fue el de una "verdadera máquina de aplanar
los grupos (a veces llamada "sincretismo") normatizada las diferencias": las personas étnicamente marcadas
por la jerarquía. El relato nacional brasileño habla de "fueron convocadas o presionadas para desplazarse de
la fusíón de blancos, negros e indios. Para OaMaua, en sus categorías de origen para, solamente entonces,
Brasil no es necesario segregar al mestizo o al indio o poder ejercer confortablemente la ciudadanía plena"
al negro "porque las jerarquías aseguran la superiori- (ídem). La formación argentina se asentaría en e! "páni-
dad de! blanco como grupo dominante" (1997:75). El co a la diversidad" y en una vigilancia cultural a través
contraste entre e! racismo en Estados Unidos y Brasil es- de mecanismos oficiales y oficiosos: desde el uniforme
taría, para OaMatta, en que, mientras en e! primero e! mal blanco en el colegio, la prohibición de lenguas indígenas,
no está en las diferencias, sino en las relaciones, en Brasil hasta la burla del acento que aterrorizó a migrantes euro-
e! pecado está justamente en la ausencia de relaciones. peos, internos y limítrofes. Los mecanismos capilares
Ya Nogueira (1954) había planteado que, mientras e! es- de homogeneización implicaron que "e! judío se bur-
quema de! preconcepto racial americano es "de origen", ló del tano, el tano del gallego, el gallego del judío, y
el brasileño es "de marca". O sea, e! sistema americano no todos ellos del 'cabecita negra' o mestizo de indio,
admite gradaciones y es axiomático, mientras que Bra- bajo un imperativo de apagar las huellas de origen"
sil admite y produce diversas gradaciones que establecen (ídcm:176). Incluso en la actualidad, toda persona que
toda una jerarquía (blanco, mulato, negro, indio, mame- no hable con acento porteño (sea tonada cordobesa o
luco, cafuso). El racismo americano teme la miscigena- correntina, la "r" de zonas del noroeste o la falta de "s")
ción y define que cualquier persona que tenga "sangre puede ser objeto de ridiculización. No es casual que
negra" (concepto social) será considerada negra. argentinos de sectores medios se sorprendan frente a

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ALEJANDRO GRl"'lS0N
lnterculturalidad y comunicación

las vestimentas poco convencionales (según sus pará- ni en las afiliaciones de los principales movimientos
metros) que puedan usar brasileños o americanos. sociales. Durante el siglo xx no ha habido planteas se-
. El lugar de las "minorías" y el clivaje político es cesionistas ni agrupamientos partidarios (al estilo del
muy diferente en los tres países. Mientras en Estados katarismo boliviano) sustentados en un "origen cultu-
Unidos primó el mosaico y la etnicidad constituye una ral común". La cultura de la disputa social ha utilizado
clave de todo el lenguaje político, Brasil construyó su un código politico. Incluso, los usos de fórmulas raciali-
imagen de nación procurando incorporar elementos zadoras -como "cabecita negra"- han tenido una función
clave de la cultura afrobrasileña (desde sus cultos a los eminentemente política.
que asiste población de cualquier marcación étnica, Las condiciones sociales que forjaron esta modalidad
hasta el carnaval) e idealizando al indígena como "an- específica en que se formularon las luchas de poder se
cestral mítico-edénico común a la nación en su tota- vinculan a las características de la Organización Nacio-
lidad" (véase Ramos, 1998). De ese modo, el clivaje nal iniciada de 1880. A través de la "Conquista del De-
principal no es étnico, sino social: la cuestión social, sierto" los aborígenes fueron aniquilados o dispersados
con grados de exclusión y pobreza altísimos, no coin- en la periferia, y a través del servicio militar obligatorio
cide siempre con la línea racial. El Movimiento Sin y de la escuela pública se instrumentó una política de
Tierra no habla un idioma étnico o racial, sino fuerte- argentinización del enorme contingente migratorio.
mente social. y esa compulsión asimilacionista o política de desetnici-
La formación argentina es muy diferente. La presión zación (Segato, 1997) fue ampliamente exitosa. No por-
del Estado nacional para que la nación se comportara que no se hubiesen planteado reacciones xenófobas hacia
como una unidad étnica resultó en que toda diferen- los mismos inmigrantes europeos, sino porque la politi-
ciación o particularidad fuera percibida como negativa ca de Estado implicó otorgarles mayores beneficios que
o, directamente, resulte invisibilizada. En la medida en a los nativos (Halperín Donghi, 1987) y combatirlos en
que ese proyecto era existoso, la etnicidad era un idio- ciertas coyunturas no por su origen migratorio, sino
ma político prohibido o, al menos, institucionalmente en tanto socialistas y anarquistas que promovían la or-
desalentado. El conflicto social, estructurado sobre la frac- ganización obrera.
tura persistente capital/interior, adquirió un lenguaje En la medida en que el dispositivo de producción
directamente político. identitario del propio Estado articulaba su doctrina
El caso argentino constituye una matriz en la cual con la nación, uno de sus éxitos consistiójustamente
el modo cultural en el cual se desarrollaron las luchas en que cualquier imaginación diferente de la Argentina
sociales fue fundamentalmente en un lenguaje político. partiera de la premisa de la "liquidación" de sus adver-
En términos generales, la cuestión étnica nunca ha te- sarios. La fabricación de dicotomías polares, de identifi-
nido un peso hegemónico ni en las políticas de Estado caciones políticas contrapuestas, se remonta al siglo XIX.

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ALEJ:ANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

Los mismos "padres fundadores" habian elaborado sus de transnacionalización y también de cierta percepción de
proyectos de nación en base a la contraposición de civi- agotamiento de los modelos políticos tradicionales, no
lización y barbarie; desde poco después de la Indepen- sólo los inmigrantes limítrofes se organizan en térmi-
dencia hasta mediados del siglo XIX el pais vivió una nos étnicos, sino que se esbozan procesos de etnici-
guerra civil entre unitarios y federales; hasta la actualidad zación de "antiguas colectividades" y aparecen en la
un parámetro taxonómico básico entre los argentinos escena pública grupos indigenas que se consideraban
divide a los de la "capital" y los de! "interior". ÉSla fue la extinguidos. Un siglo después de que la "aplanadora
estructura dicotómica histórica sobre la cual e! gran eje de cultural" del Estado consiguiera invisibilizar las di-
la segunda mitad del siglo xx se constituyó. El peronis- ferencias y constituir una "formación de diversidad"
mo y e! antiperonismo actualizaron y resignificaron las sustentada en el presupuesto de homogeneidad, una
dicotomías históricas del país. multiplicidad de fenómenos abren la incógnita acerca
¿Significa esto que la igualdad en e! plano cultural de cómo se resolverán las articulaciones entre las matri-
fue realmente asumida por la población y excluyó las ces históricas y los procesos contemporáneos. Es posible
operaciones racistas, tan fuertes en Estados Unidos o que la fortnación de diversidad especifica de la Argenti-
Brasil? Veamos un ejemplo paradigmático: e! "cabecita na se encuentre actualmente en plena transformación. Si
negra", la fórmula estigmatizante con la cual las clases así fuera, tenderán a surgir o resurgir categorias de
altas y medias de las ciudades aluden a la masa inmigra- identificación y se producirán modificaciones clave en
toria proveniente de! "interior" del país. Evidentemente, las características históricas del campo de interlocución.
constituye una operación racista. Pero la peculiaridad No sólo se consolidarán clivajes étnicos o culturales,
de! caso argentino consiste justamente en que ese ra- sino que formas de fundamentalismo cultural (Stolcke,
cismo se encontraba en función de una operación po- 1999) pueden devenir la base de fuertes proyectos de
lítica. Los obreros-morenas-provincianos se sintetizan discriminación y segregación.
en una identidad política: e! peronismo. Y en "cabecita Aquello que habitualmente se considera "culturas
negra" estaba "e! matiz político que puso sal en e! en- nacionales" puede ser conceptualizado, no como un con-
frentamiento cuasi racista de porteños y provincianos: junto de "rasgos" -la comida, la música, los valores-, si-
ser 'negro' era ser peronista, y viceversa. Y los 'negros' no como un campo de interlocución, como un conjunto
pisaban fuerte" (Ratier, 1971: 13; véase Guber y Visa- de principios implícitos que los actores sociales incorpo-
covsky, 1998). ran como sentido común. Para que haya algo asi como
En estas décadas la Argentina cambió en muchos una cultura no es necesario que todos los "argentinos"
aspectos y aquella matriz de cultura política parece co- sean "peronistas" o todos los estadounidenses WA5P,
mentar a articularse actualmente con otras, más vincu- sino que la oposición política aquí, la étnica allá, el
ladas a las políticas de identidad. Al compás de procesos clivaje social en Brasil, operen complementariamente

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ALEJANDRO GRIMSON

constituyendo efectivamente un campo de diálogo. Pa- CAPITULO 2


ra que existan disputas debe existir algo compartido, al DIMENSIONES DE LA COMUNICACIÓN
mismo tiempo que aquello que es compartido se forja
a través del mismo conflicto.

Si comunicar es poner en común, cualquier proceso


comunicativo presupone, simultáneamente, la existen-
cia y la producción de un código compartido y de una
diferencia. Para que cualquier elemento que pueda ser
imaginado pueda devenir efectivamente un significante
es imprescindible que haga sentido en el interior de una
determinada estructura de significación. Es decir, hay
cosas, digamos así, que hacen sentido para determinadas
culturas y ni siquiera se constituyen como significantes
para otras. Y, evidentemente, hay signos que hacen sen-
tido en diferentes grupos y sociedades, pero de maneras
distintas cuando no opuestas. Un ejemplo de lo primero
es la escritura alfabética que no tiene una significación
más allá de la "extrañeza" para las sociedades que no
conocen esa "tecnología de la palabra". Un ejemplo ti-
pico de lo segundo son los sacrificios humanos que,
mientras constituyen prácticas vinculadas a ciertas cos-
mologias y también a sistemas de autorregulación de la
población en comunidades con recursos limitados, se
presentaron muchas veces para los occidentales como
"asesinatos" que justificaban y legitimaban los suyos pro-
pios (a través de la conquista o la represión). Un ejemplo

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

menos típico, pero fuertemente contemporáneo, son los y un neoyorquino puede resaltar -entre otras cosas- la
olores humanos que, mientras para ciertas culturas de- diferencia idiomática, que se presentará de otro modo
ben restringirse a través de una higiene cotidiana, para (a través del "acento") entre un neoyorquino afroame-
otras son más "libres" (estereotípicamente, la "francesa"). ricano y un neoyorquino WASP. Es decir, ningún grupo
El "contacto entre culturas" es justamente un contac- tiene "rasgos" que lo caracterizan, sino en una situaci()n
to entre olores, sabores, sonidos, palabras, colores, cor- de contraste especifica.
poralidades, espacialidades. El horror (o no) de una
muchacha argentina frente al verdaderamente amistoso Las personas, los grupos y las sociedades que interac-
abrazo y beso estridente de su nuevo amigo carioca túan perciben, significan, construyen y usan el tiempo,
es relativamente equivalente al espanto experimentado el espacio, el medio ambiente, las relaciones humanas,
por un muchacho brasileño cuando, al ser presentado a las tecnologias, de los modos más diversos. Incluir la
un joven porteño, éste le "encaja" un beso en la mejilla. dimensión de género como una dimensión productora
Porque si en Buenos Aires, entre amigos de sexos distin- de esa diversidad implica, por ejemplo, que las concep-
tos, la relación corporal es aproximadamente intermedia ciones diferentes no son homologables a sociedades o te-
entre la (para nosotros) obsesiva distancia anglosajona rritorios distintos. Algo similar sucede con la categoría
y la expresividad carioca, entre amigos varones en Brasil de clase, ya que en una misma ciudad y establecimiento
el beso está prohibido (como entre nosotros hace menos encontraremos estructuras de significación distintas.
de dos décadas atrás). Situaciones similares ocurren Ahora bien, si en una fábrica u oficina las personas se
diariamente con los rubros musicales o gastronómicos, ponen de acuerdo en cómo realizar sus tareas, es porque,
para no hablar de los falsos cognados de las lenguas. más allá de la multiplicidad de variables sociológicas,
A través de una configuración asisternática y hete- pueden construirse pautas de significación y acción co-
rogénea de esos elementos devenidos en significantes munes. Esas pautas, en sociedades estructuralmente
especificas, las personas construyen histórica y cotidia- desiguales, generalmente son impuestas por unos y
namente códigos comunicativos, estructuras de significa- aceptadas por otros o desigualmente negociadas.
ción. ¿Qué ocurre cuando dos personas o grupos que Cuando una empresa inaugura una sucursal en un
producen códigos distintos se encuentran e interac- país con pautas laborales muy distintas, abre, en una pri-
túan? ¿Ponen algo en común, comparten signos, se mera instancia, un espacio de comunicación intercultu-
comunican? En esa escena intercultural, generalmente, ral, incluso si sus empleados terminan adecuándose
algunos significantes de cada persona o de cada grupo (aunque no es siempre el caso) a las pautas que vienen
resaltan como especialmente diferentes del otro. Es del país de origen. Los migrantes internacionales se en-
lo que comúnmente se llama "rasgos diacriticos" y que cuentran constantemente ante desafíos de este tipo, ya
dependen de situaciones específicas: entre un porteño que para tener un éxito mínimo en la sociedad a la que

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

se dirigen deben aprender una enorme cantidad de cosas ese pats? ¿O será que la frase "los estadounidenses" no
nuevas. Sin embargo, las sociedades a las que llegan induye a alguno de estos grupos'?
esos migrantes no siempre tienen predisposición para El problema es que en el plano de las sociedades y
recibirlos. Más bien, crecientemente pueden observarse las culturas no hay unidades discretas clasificables como
situaciones de discriminación y exclusión. Por 10 tanto, si fueran especies biológicas. Las "unidades sociocultu-
las personas y los grupos no siempre se ponen de acuer- rales" son complejas, diversas, cambiantes. De ahí que
do. Puede que no necesiten, no quieran o no sepan có- algunos autores hayan elegido el camino de renunciar
mo hacerlo. a toda dasificación. La cuestión, sin embargo, es que
Entre los teóricos de la comunicación intercultural, cuando dos personas con experiencias históricas y rutinas
el criterio predilecto para establecer tipos de percepción, de la vida diaria diferentes interactúan, una gran parte de
uso y significación del espacio, el tiempo, los olores, el estas asimetrías de sentido, características de la comuni-
tacto y otras dimensiones ha sido la nacionalidad. ASi, cación intercultural o intersocietal, se plantean de mane-
puede leerse que en un ámbito laboral "un norteame- ra aguda. Este libro no pretende resolver la discusión de
ricano [por estadounidense] está disponible en el mo- cómo se constituyen esas "culturas", pero sí parte del
mento en que su puerta está abierta. Se supone que no va presupuesto de que esas diferencias se procesan en si-
a encerrarse, sino, al contrario, a estar constantemente a tuaciones de interacción. Las diferencias culturales no
disposición de los demás. Se cierran las puertas solamen- son directamente homologables a entidades jurídicas co-
te para las conferencias O las conversaciones privadas. mo Estados nacionales, provincias o ciudades y, sin
I... J En Alemania, la puerta cerrada no significa por embargo, todas,esas entidades -así como otros procesos
ello que quien está detrás desee la tranquilidad o haga históricos como la colonizadón- han intervenido en las
alguna cosa secreta. Simplemente, para los alemanes conformación de esas distinciones.
las puertas abiertas producen un efecto de desorden y Cotidianamente y en las más diversas instancias co-
desaliña" (Hall, 1990b:131-138). Esta jerarquización municacionales (la calle, el trabajo, la escuela, la tele-
de la nacionalidad es característica de los continuado- visión, Internet), personas y grupos con percepciones,
res de la escuela de cultura y personalidad de los Esta- concepciones y significaciones diversas entran en con-
dos Unidos. Tal como se comentó en el capitulo anterior, tacto, dialogan, discuten, se entienden o no, negocian
esas generalizaciones tienden a producir cristalizaciones o no, se ponen de acuerdo o no. Los "malentendidos" de
homogéneas que no siempre se corresponden con las la comunicación intercultural son la versión extrema
diversidades internas de los países. ¿Será igual la percep- de los problemas generales de toda la comunicación
ción del tiempo y el espacio entre la clase alta blanca
de Nueva York que entre los grupos de afroamericanos
S Aunque Hall no siempre utiliza estasgeneralizaciones. es impor-
o los campesinos o los pueblos indígenas que habitan tante advertir al lector sobre este problema.

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lnterculturalidad y comunicación
ALEJANDRO GR1M50N

utilizan múltiples canales para comunicarse, uno de los


humana. Allí donde una palabra significa otra, una in- cuales es el lenguaje verbal. Cuando alguien no responde
vitación amable se entiende como de mala educación y a una pregunta, en realidad está ofreciendo una respues-
un gesto de complicidad se interpreta como belicosidad, ta. Cuando una persona permanece en silencio también
tenemos situaciones en las que es más fácil percibir una está emitiendo un mensaje. El desafio para la comunica-
disimetría de códigos que, en rigor, es inherente al acto ción intercultural es que así como en el lenguaje verbal
comunicativo. la conmensurabilidad total es más bien
existen múltiples lenguas, tantas otras se podrán encon-
la excepción en los asuntos humanos. trar en el lenguaje del silencio, de los gestos, del espacio.
Dos cuestiones deben ser subrayadas. Primero: como
Si Babel se restringiera al lenguaje verbal, viviriamos en
estas concepciones son culturales, todos los seres huma-
un mundo de comprensión mucho más sencilla.
nos cambian o pueden cambiar sus concepciones a lo
Los lenguajes agrupados negativamente como "no
largo de su vida, en pane como resultado de la interacción verbales" abarcan 10 kinésico, proxémíco. cronérnico,
con otras personas, grupos y sociedades con concep- paralingúistico, olfativo y táctil. Lo kinésico alude a la
ciones diferentes. Segundo: esas concepciones cultura- gestualidad y los movimientos corporales. la proxémica
les son internalizadas e incorporadas como un sentido refiere al uso del espacio, organización o disposición que
común, autoevídente, sumamente poderoso.
generalmente da cuenta de expresiones de intimidad y de
poder. A través del uso del tiempo, la gente comunica in-
La cultura comunica
terés, compromiso, status ° jerarquía, entre otros aspec-
Durante la Segunda Guerra Mundial y en los años de tos. Lo paralingúístico se refiere a los usos de la voz, el
la posguerra comenzó a delinearse en los Estados Uni- timbre, el tono, el volumen, la velocidad con la que se ha-
dos una nueva perspectiva para los estudios de comu- bla, los silencios, y se comunican estados emocionales,
nicación. A diferencia de los modelos emisor-receptor veracidad, sinceridad. Los olores y el tacto, al igual que
que suponen el envio y decodificación de un mensaje las otras dimensiones, tienen codificaciones culturales.
de modo lineal, investigadores como Bateson, Goffman, Vale la pena apresurarse a realizar dos aclaraciones.
Edward Hall y Birdwhistell proponen un modelo circu- Por una parte, que esta enumeración de canales o len-
lar y multidimensiona!. Como señala Winkin (I 984), guajes tiene relación con la desagregación propia de la
al modelo mecánico del telégrafo, se contrapone un mirada analítica. Las personas no perciben cada di-
modelo orquestal, procesual y contextua!' Orquestal por- mensión por separado. la comunicación surge de la
que el ser humano comunica a través de un conjunto totalidad. Los significados de un mensaje no son com-
de instrumentos (la palabra, los gestos, la vestimenta, prendidos por el lenguaje verbal al cual le adosamos
el tono, la posición corporal, etc.). la comunicación es un como complemento las dimensiones no verbales. Éstas
todo integrado. De ahí, la máxima de que "todo comuni- pueden modificar completamente el significado de una
ca" o "es imposible no comunicarse". Los seres humanos
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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

frase. Por otra parte, cuando hablamos de "lenguajes" presta especial atención a las situaciones de incom-
kinésicos o proxérnicos o de otro tipo, utilizamos "len- prensión... ¿de incomunicación?
guaje" en un sentido metafórico. No puede recons- Al adentrarse en los terrenos confusos de la comu-
truirse para la gestualidad una gramática equivalente al nicación intercultural, comienzan a esbozarse desafíos
lenguaje verbal. también al modelo orquest.al. En oposición al mecáni-
La noción de que la comunicación se produce en con- co modelo telegráfico, se había recuperado una idea
textos específicos implica jerarquizar el estudio de es- más antigua de la comunicación: ya no se define como
tos [rames en Goffman o marcos metacomuntcattvos en "transmisión de información", sino como "poner en co-
Bateson, antes que el análisis de contenido que favorece mún", "participar en", comunión. Cuando dos personas
el modelo de Shannon. Las mismas palabras o gestos de culturas diferentes consideran autoevidentes sus pro-
cambian completamente el sentido entre uno y otro pios códigos comunicativos e intercambian una serie de
contexto social o cultural. Los ejemplos son infinitos: gestos, ¿están realmente poniendo algo en común entre
abarcan desde la risa hasta el eructo, desde la mirada a ellas? Esto exige sofisticar la idea de que "todo comuni-
los ojos hasta el chiste y la ironía. Entre culturas y dentro ca", ya que a veces dos personas o grupos sienten que
de cada cultura los significados de esos actos variarán de es difícil comunicarse y muchos no consiguen ni desean
un contexto o marco a otro. una comunión. Así, la idea de una sociedad transparen-
Entre los autores de esta "universidad invisible" (la re en la cual el aument.o de la comunicación resulta en
expresión es de Winkin) interesa aqui especialmente el una lucha contra la entropía y el desorden (véase Breton,
trabajo de Edward HaU, que consideraba a la cultura 1992), idea ligada también a la utopia de la "aldea glo-
como una forma de cornunicaciórr'. Por lo tanto, el bal", es desmentida cotidianamente por los malentendi-
problema surge del hecho del contacto y relación de dos y los conflictos simbólicos. No se trata de caer en la
personas que pertenecen a culturas diferentes. La segu- idea fácil de tipificar situaciones de "incomunicación",
ridad relativa y las expectativas de respuesta del actor sino de sofisticar la idea de la comunicación ligándola
en su propia cultura hacen crisis en una situación de también a una teoria del conflicto. Para que dos perso-
contacto. Por esta vía, HaU es uno de los autores que nas o grupos disputen bienes materiales y simbólicos
desde estructuras distintas de significación es necesario
también que existan ciertos principios compartidos.
6 Hall se inscribe en la tradición culturalísm mencionada en el Esos malentendidos yesos conflictos serán analizados
capítulo anterior y, en ese sentido, su trabajo puede ser objeto de
muchas de las críticas apuntadas (véase Neiburg y Goldman, 1998). a continuación a través de algunas de las dimensiones
Aquí interesará recuperar una serie de aportes conceptuales de Hall de la comunicación. Aunque los sentidos del contacto
}' otros autores, ligados a las cuestiones del espado y el tiempo en intercultural surgen de la combinación de todos los
la co~n~nicación,. para situarlos -en nuestro caso- en un enfoque
conflictivo y político del proceso comunicativo. elementos, el primer paso analítico es considerar la

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

especificidad de cada uno de ellos. Por razones de es- lengua no es un mero instrumento reproductor que sirve
pacio, nos limitaremos a considerar el lenguaje verbal, para dar voz a las ideas, sino más bien es en sí mismo un
el espacio, el tiempo, la kinésica y el tacto, señalando moldeador de ideas. \...] Examinamos las tendencias de
aspectos puntuales de otros "canales". Debe tenerse en la naturaleza por medio de nuestras lenguas nativas"
cuenta que, según el marco especifico y los interlocu- (1940:231).
tores, algunos elementos resultarán más relevantes que Estas ideas, conocidas como la hipótesis Sapir-Whorf,
otros en una situación de interacción. implican un principio de determinismo lingüistico que
sostiene que los modos en que la gente piensa están
La palabra determinados por la lengua que habla y un principia
La importancia del lenguaje verbal para la comunica- de relatividad lingüística que sostiene que las diferencias
ción, en general, y la comunicación intercultural, en par- entre lenguas deben ser reflejadas en diferencias entre
ticular, difícilmenre pueda ser exagerada (siempre que no cosmovisiones entre los hablantes.
se la considere la única dimensión relevante). La lengua Diversos lingüistas consideran actualmente algo exa-
pnmera de una persona implica Un sentido inicial de gerada esta visión (véase, por ejemplo, Salzmann, 1993).
pertenencia a una cierta comunidad de hablantes y se Sin embargo, la idea de una relación intima entre len-
encuentra imbricada con los procesos de pensamiento guaje y pensamiento perdura. La existencia de más de
y cognición. En 1929 Edward Sapir planteó la hipóte- cinco mil lenguas en uso plantea un panorama complejo,
SIS de que la lengua de una cultura particular influye al que pueden sumarse sus variaciones locales, de clase,
directamente en el modo en que la gente piensa: "La grupo étnico, etc. La posibilidad de traductibilidad, en
red de los modelos culturales de una civilización se ha- última instancia, de todas las lenguas se ha demostrado
lla en la lengua en la que se expresa esa civilización [... ) tan factible como problemática, sobre todo en los planos
La lengua es una guía de la 'realidad social'. [...) Los se- semántico y pragmático. Los diferentes énfasis, concep-
res humanos no viven sólo en el mundo objetivo f...) tos y modos de expresar sentimientos no son triviales
pero se encuentran en gran medida a merced de la para los seres humanos.
lengua particular que se ha convertido en el medio de En esta dimensión lingüistica se plantea un riesgo si-
expresión de su sociedad" (1929:209). milar a cualquier tipo de análisis intercultural: considerar
Sapir sostenía que los modos en que las personas a los grupos de hablantes como comunidades homogé-
perciben el mundo están determinados por su lengua. neas. Nuevamente, las clasificaciones de qué es una
Es decir, los hablantes de diferentes lenguas ven mundos lengua y dialecto no se derivan automáticamente de la
diferentes. Su alumno, Benjamín Whorf continuaba la realidad, sino que exigen criterios. Los criterios son ha-
argumentación diciendo que: "el sistema lingüístico que bitualmente politicos. En general se considera lengua a
SIrve de fondo (en otras palabras, la gramática) a cada aquella que es "idioma oficial" y dialecto, a todo sistema

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

lingüístico que no es reconocido legalmente por un Es- reportaje: hablaba una variedad de castellano suma-
tado. Nuevamente, se percibe la tendencia a homologar mente estigmatizada en nuestra sociedad, usando, por
"cultura" a las entidades jurídico-políticas existentes. Sin ejemplo, 'pa' en lugar de 'para'):",
embargo, las lenguas no son homogéneas. Las variacio- Sin embargo, quizá sea más dificil aún aprender el
nes muestran estilos diversificados a través de regiones, estilo especifico de interacción peculiar de un grupo.
edades, clases, género. Aquello que se construye como Gudykunst y Ting-Toomey (1988) señalan algunas con-
pronunCiación legítima, es decir, como norma, en ge- traposiciones de estilos de comunicación verbal identi-
neral no tiene ningún grupo de hablantes que la encar- ficados por los teóricos de la comunicación intercultural.
ne plenamente. Esas variaciones y las valoraciones que El contraste entre estilos directo e indirecto se refiere al
cada sociedad les adjudica dan cuenta de que no es ne- grado en e! cual los hablantes explicitan sus intencio-
cesario ir muy lejos de casa para que se inicie la co- nes a través de una expresión verbal precisa y cándida
municación intercultural. Lo que sucede es que las sobre sus deseos y necesidades. El estilo directo (de! tipo
personas aprenden a lidiar de diferentes modos con "just thefacts") puede ser interpretado como brutalidad
las diversidades culturales con las que conviven: las por aquellos que usan el estilo indirecto, mientras que
aceptan, las disfrutan, las clasifican, estigmatizan, dis- este último puede ser concebido como sumamente
criminan, las detestan y hacen muchas otras cosas con enredado y misterioso por aquellos que van "directo
ellas. El "shock cultural" no es producido por la diferen- al grano". Otra contraposición se refiere a estilos per-
cia cultural en si (ya que ésta en una de sus manifestacio- sonales y contextuales. Mientras en los primeros es re-
nes es cotidiana), sino con la diferencia desconocida, no saltada la identidad personal del hablante, en el segundo
esperada, no clasificada. se acentúa más e! rol y status que la persona. Las di-
Una persona puede aprender a hablar otra lengua. ferencias entre patrones culturales pueden manifestar-
"Si la aprende en instituciones educativas, en general se también en la fuerte presencia o total ausencia de
aprende la norma. De hecho, es muy cómico hablar componentes afectivos en relaciones relativamente
con un extranjero que ha aprendido nuestra lengua en impersonales. Así, cuando un hablante con estilo afec-
'laboratorio', Parece la encamación de la Real Acade- tivo se encuentra con un interlocutor del tipo "to speak
mia. Por e! contrario, si la aprende en uso, es notable is time and time is moncy" probablemente uno de los
que aprende una variedad especifica. Susan Barrantes, dos o ambos quedará desorientado. Estas contraposi-
la madre de Sarah Ferguson, que hablaba un inglés muy ciones resultan tan esquemáticas como la mayoría
'culto' --es decir, una variedad sumamente valorada den- de las clasificaciones, pero a veces pueden ser útiles
tro de las comunidades angloparlantes- aprendió a ha- para el análisis. Los autores reconocen que en toda
blar castellano con los peones de! campo de su marido
argentino. Por ello, era sorprendente escucharla en un 7 fabiola Ferro, comunicación personal.

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ALEJANDRo' GRIMSON Interculturalidad y comunicación

cultura existen' todos estos estilos, pero señalan que a sus hijos. En el.caso del idish en Argentina, se trata
generalmente uno de los polos domina el otro. de una lengua que llegó de la mano de hablantes que
En el contacto entre culturas que hablan lenguas provenian de una situación de diglosia: en Europa, el
diferentes -e incluso variedades de una misma lengua- idish era considerado un "dialecto", una "lengua menor",
se producen fuertes disputas y negociaciones Iingülsticas. y ese imaginario europeo se "trasladó" a Argentina y de
Un resultado posible es la tendencia a través de las gene- hecho repercutió en el hecho de que se fuera perdiendo,
raciones a la desaparición de una de las lenguas. Otra po- en la medida en la que, además, no tenia un Estado que
sibilidad es el bilingüismo. Tanto los pueblos indigenas se hubiese apropiado de ella. En cambio, el castellano
como las migraciones internacionales ofrecen ejemplos en los Estados Unidos es una lengua considerada inter-
de ambos casos. Mientras el quechua y el guaraní con- nacional y que es oficial en numerosos países. Esteaspec..
tinúan siendo hablados, otras lenguas aborígenes han lo del castellano hace que sus valoraciones, aunque en
desaparecido (a veces por genocidio, otras por motivos Estados Unidos esté en situación diglósica de lengua B
sociales que impulsaron a los padres a no enseñárselas a frente al inglés, que sería la lengua A, no puedan ser
sus hijos). Mientras el idish se fue perdiendo a través de comparables con las de, por ejemplo, las lenguas de los
las generaciones de judíos en la Argentina, es dificil que grupos originarios del territorio de Estados Unidos","
algo similar ocurra con el castellano en los Esrados Uni- Otro resulrado posible del contacto son las "mezclas":
dos. Éstos son ejemplos de bilingüismo con díglosía, es desde las variantes del pidgin English, pasando por el por-
decir, situaciones en la cual las funciones para las que se tuñol hasta el yopara (mezcla de guaraní y español).
usa la lengua A son más prestigiosas que las asociadas a Cuando la combinación es del tipo pidgin, estamos fren-
la lengua B (o la variedad A y B de una misma lengua). te a una variante que no tiene ninguna comunidad de
Si en un contexto especifico dos lenguas que conviven hablantes. Es una lengua que se utiliza para ciertas acti-
nunca tienen valores sociales idénticos, incluso aun- vidades sociales, por ejemplo, el comercio o el trabajo.
que ambas sean oficiales, esto plantea un conflicto que Algunos pidgin pueden transformarse en creol, es decir,
podrá derivar en diferentes situaciones. El Estado tiene una lengua que es lengua primera de algún grupo de
un papel relevante en cómo se desarrolle ese proceso. hablantes. Esto es, el pidgin puede, en un extremo, de-
"Por ejemplo, en Perú, el quechua y el aymara son saparecer y, en el otro, extenderse desde una actividad
cooficiales [síc] del castellano, el idioma oficial, pero las concreta al conjunto o mayoria de las esferas sociales. Por
120 lenguas de la selva que se hablan en Perú no tienen otro lado, no todo creol ha sido necesariamente pidgin.
estatuto oficial alguno y, de hecho, están desapareciendo En África Central, entre fines del siglo XIX y princi-
porque sus hablantes se han visto forzados a un bilin- pios del xx, los administradores, comerciantes, viajeros,
güismo con el castellano que ha hecho que desvaloricen
su propia lengua y entonces traten de no transmitírsela 8 Pabiola ferro, comunicación personal.

69
ALEJANDRO CRIMSON Interculturalidad y comunicación

soldados y misionarios europeos usaron el swahili (la len- la enseñanza religiosa y una "efectiva barrera protectora
gua local) como modo de extender su dominación sobre contra la comunicación libre [no era peligrosa]" (136).
el territorio y los pueblos de la región. La apropiación de! Un último aspecto de la comunicación verbal inter-
swahili, en el análisis de Fabian (1986) es considerada cultural que interesa remarcar aquí se refiere a los fal-
como constantemente disputada, tanto en un plano sos cognados. Es decir, aquellos sonidos en una lengua
micropolítico como de las relaciones internacionales. cuyo significado e! extranjero considera "obvio" y que,
Tal como Fabian afirma "entre las precondicíones para sin embargo, contradicen la expectativa. A diferencia de
establecer regímenes de poder colonial se encuentra los sonidos que no tienen ningún significado en la otra
l...] la comunicación con el colonizado" (1986:3). El lengua (y que exigen un esfuerzo de traducción), los fal-
shaba swahili (una de las variedades) se convirtió en- sos cognados tienen sentido o, al menos, recuerdan una
tre 1870 y 1960 en una lengua franca, el principal y a palabra con sonidos similares. Por ejemplo, en portugués
veces el único medio de comunicación verbal en esta "engrasado" significa "gracioso", "torcida" significa "hin-
zona de África. En ese proceso pasó de ser una lengua chada" (de fútbol). De! mismo modo, en inglés "actually"
hablada sólo por algunos centenares de personas a ser significa "en realidad", "contest" remite a "discutir" o "dis-
utilizada por varios millones en Zaire. putar". Una anécdota: una argentina en Nueva York en-
Tanto en los casos del creol como en los casos de cuentraun catálogo mensual en una tienda de ropa; le
apropiación de una lengua por otra cultura, hay ciertos pregunta a la empleada si la tienda distribuye el folleto
contextos sociales especialmente dinámicos en e! proceso por correo; la empleada, muy amable, responde que si
de cambio. Esos contextos son los escenarios clave de in- vive en América se lo enviarán a su casa; esto alegra a la
teraccion entre los grupos sociales. Por ejemplo, las rutas clienta, que pasa a darle la dirección, hasta que ve un ges-
comerciales (de ahí la expresión "lenguas comerciales") o to anonadado en la cara de la empleada. "But you don't
los ámbitos misionales pueden ser lugares de avanzada en live in Ameriea", dice, "you live in South Amelica".
e! cambio. Es allí donde la necesidad imperiosa de com-
prenderse mutuamente se hace patente y donde los acto- El espacio
res negocian, disputan y eventualmente establecen cómo Tanto e! tiempo como e! espacio constituyen cate-
han de comunicarse. Asi, en situaciones de bilingüismo gorías de! pensamiento que han concentrado la atención
es común que se utilice la lengua vehicular en contex- y e! estudio de los antropólogos desde hace décadas. El
tos públicos y la lengua primera en situaciones priva- tiempo y el espacio son universales en e! sentido de
das o exclusivas de! grupo. Por ello, una caracteristica de que todas las sociedades conocidas los conceptualizan,
algunas lenguas criollas es que sólo permiten decir cosas significan y utilizan, a la vez que son particulares, ya
ligadas a estos espacios. Por ejemplo, Fabian señala que
que el modo en que cada grupo hace estas cosas es
e! pidgin swahili servía para tres propósitos: e! trabajo,
muy diverso.

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

En el marco de una critica a los presupuestos filo- en un sistema social, expresada en función de sus valo-
sóficos de principios de siglo, acerca de que los proce- res. [...] los valores limitan y definen la distribución [de
dimientos de clasificación serían innatos, Durkheim y las aldeas] en términos estructurales y proporcionan un
Mauss desarrollan su trabajo mostrando que las clasifi- conjunto diferente de distancias" (1997:127). Asi, un gru-
caciones tienen una historia y varían enormemente de po étnico ubicado en dos barrios diferentes de una
un~ sociedad a otra justamente porque tienen un origen ciudad o dividido por una frontera política puede es-
socíal. En ese contexto plantean la tesis de que "la clasi- tar estructuralmente más próximo entre sí que con los
ficación de las cosas reproduce esa clasificación de los grupos físicamente más cercanos. Puede observarse una
seres humanos" (1996:33). Así, sostendrán que la "dis- relación con los conceptos de espacio social y geográ-
tribución de los mundos len el espacial es exactamente la fico en Bourdieu (1987).
misma que la de los clanes en el interior del pueblo" (63). El espacio comunica, produce sentido. Hall propuso
Entonces, en ciertos grupos las relaciones entre los espa- denominar proxérnica al estudio de la percepción, uso
CIOS se establecen en referencia "a las relaciones espacia- y significación del espacio por el ser humano (véanse
les que los humanos sostenían entre sí en el interior de la 1990a:158 y ss. y 1990b:91 y ss.), Para Hall no hay li-
sociedad" (84). Por ello, para muchos pueblos, las regio- bertad plena para comunicar, ya que cada persona se
nes se diferencian por un valor afectivo (101). Si actual- encuentra inmersa -parafraseando a Sapír- en un código
mente el concepto de "reproducción" espacial de las secreto que no está escrito y que nadie conoce pero todos
relaciones sociales es discutible, debe reinterpretarse comprenden. Por lo tanto, los "pueblos de culturas dife-
la tesis de Durkheim y Mauss en terminas de estrecha rentes viven en mundos sensoriales diferentes. No sólo es-
r,elac,ión'o imbricación entre divisiones sociales y sígní- tructuran el espacio de una manera diferente, sino que lo
[icaciones del espacio. experimentan de distinto modo porque su sensorium está
Varias décadas después, Evans-Pritchard desarrollaria 'programado' de un modo diferente" (1984:202). Para
la distinción entre distancia física y distancia estructural. Hall el espacio "no sólo comunica en el sentido más
la distancia física entre personas y grupos puede ser básico, sino que también organiza virtualmente todo en
fácilmente aprehensible por un extranjero. las pregun- la vida" (1990a:viii).
tas acerca de en que lugar de la ciudad están las clases la percepción, uso y organización sociocultural del
más altas o más bajas así como los diferentes grupos ét- espacio puede ser estudiada tanto en una escala macro-
rucos pueden ser rápidamente respondidas por un na- social como microsocial. Los territoriosnacionales y urba-
tIvo. Pero, tal como observó Evans-Pritchard entre los nos, su disposición y jerarquizacíon producen sentido.
nuer, la distancia física nada nos dice respecto de su cer- Por otra parte, la organización de las distancias y posicio-
canía o distancia cultural, social o política. la distancia nes interpersonales en ámbitos acotados (una casa, una
estructural "significa la distancia entre grupos de personas oficina, una escuela) también son altamente significativas.

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Al.EJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

Las historias sociales y polttícas de las sociedades de- en diversas peliculas. La existencia de barrios chinos o
vienen patrones culturales autoevidentes tanto en uno coreanos es relativamente nueva en Buenos Aires, donde
como en otro plano. el modelo de convivencia y de conflicto fue justamente el
En las ciudades también es variable la organización conventillo, espacio compartido por migrantes de los
del espacio en relación con las clases sociales y/o a los países más diversos.
grupos étnicos. Existen ciudades en las cuales el espa- La percepción y el uso del espacio es diferente entre
cio geográfico fue construido históricamente a partir de habitantes de distintas zonas de la ciudad y de diversos
los lineamientos del- espacio social, mientras en otras grupos sociales. Sin embargo, hay significados clave
no existe coincidencia entre el espacio real y el espacio que son compartidos y, por lo tanto, disputados, por
simbólico. Por ejemplo, Buenos Aires es una ciudad que los diferentes sectores como puede ser el centro de la
tiende a imponer una gradiente desde los sectores más ciudad, lugar del poder económico y politico en el
altos a los más bajos desde el río y el norte hacia el sur marco de luchas sociales.
y el Riachuelo: cuando uno cruza una de las avenidas
paralelas al río (Libertador, Santa fe, paradigmática- La oposición entre público y privado ha organizado
mente Rivadavia, y las paralelas hacia el sur) se va pro- el espacio en la mayoría -si no en todas- de las ciudades
duciendo un descenso de sectores sociales que, si bien modernas durante siglos: de un lado, la casa; de otro,
no es automático y homogéneo, produce sentido en la la calle, la plaza, el mercado. Entre uno y otro se insti-
vida social. Esto puede ser más claro en el contraste tuyen lugares semipúblicos a los cuales puede acceder
con Río' de ]aneiro y otras ciudades brasileñas en las cualquiera que pague: desde un restaurante o bar has-
cuales desde los edificios más caros pueden observarse ta el cine o el teatro. Hay actividades que se realizan
las "Iavelas''. En Buenos Aires, el empleado o profesional exclusivamente dentro de la casa y otras sólo fuera. En
de clase media puede pasar meses y años sin ver las villas la casa, en la familia, no se debe comprar o vender. Como
miseria que se ubican fuera de sus circuitos cotidianos. dice DaMatta para Brasil, "el comercio está excluido de la
En Río de ]aneiro, las favelas están al lado y en frente, casa como el diablo se excluye del buen Dios" (1997:27).
así que para no verlas habría que cerrar los ojos. La relación del espacio privado de la casa con el público
Del mismo modo, la convivencia cotidiana en las de la calle depende de contextos sociales y culturales.
"Villas Miseria" de Buenos Aires entre personas y gru- El limite puede ser abrupto, remarcado por rejas y por-
pos de diferentes países y provincias contrasta con los tones, alarmas y varias llaves, o puede ser algo más di-
guetos negros de Estados Unidos. Esta relación entre fuso con las puertas de la casa abiertas de par en par
territorialidad y etnicidad plantea marcos de sentido hasta bien entrada la noche. Cuando habitantes de las
para el ingreso de personas blancas a espacios negros y grandes ciudades visitan pueblos pequeños y tranquilos
conflictos sobre derechos, los cuales han sido tematizados suelen asombrarse de que las puertas estén permanen-

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ALEJANDRO GRIM50N lnterculturalidad y comunicación

ternente abiertas y que, desde la calle, pueda observarse van a trabajar a Francia quedan desconcertados, dado que
el interior de los hogares. Se sorprenden de una forma al no darles lugar se remarca una diferencia de status.
de límite difuso entre lo público y lo privado. La organi- Otra diferencia notoria sería que, mientras los estadou-
zación del hogar también presenta variaciones culturales. nidenses tienden a colocar sus escritorios cerca de las
Mientras en algunas sociedades las casas tienen un úni- paredes y ventanas, y dejan el centro como espacio com-
co ambiente, en otras hay una sucesión de divisiones que partido (si es que tienen lugar para hacerlo), en las ofi-
establecen distinciones entre espacios más públicos y cinas francesas el centro seria generalmente ocupado por
otros más intimas. Del living-room hasta el dormito- la persona más importante, que ejerce un control centra-
rio, pasando por la cocina, se suceden una serie de cla- lizado (véase Hall, 1990a:171-172).
sificaciones que estipulan qué tipo de persona puede Del mismo modo, la distancia interpersonal de dos
ingresar en uno y otro. interlocutores depende, para Hall, de un conjunto de
Los parámetros espaciales están siendo redefinidos señales sensoriales codificadas. Así, los blancos esta-
en la actualidad, tanto por e! ingreso de los medios de dounidenses de clase media establecen visualmente la
comunicación en el hogar, como por la privatización de mayor parte de sus distancias interpersonales. En cam-
espacios públicos y el desarrollo de la agorafobia (pánico bio, "el sentido olfativo de los árabes contribuye activa-
al espacio público). El hecho de que surjan nuevos pa- mente a establecer y mantener entre ellos el contacto.
trones culturales de! uso y significación de los espacios Tienden a permanecer en el interior de la burbuja olfati-
da cuenta nuevamente de su historicidad. va de su interlocutor. En cambio, los norteamericanos
En sus análisis de los diferentes usos del espacio en- permanecen distanciados" (Hall, 1984:226-227).
tre culturas, Hall apunta una diferencia importante entre Esa distancia de los estadounidenses ha producido,
cómo los estadounidenses organizan sus oficinas y e! en diferentes situaciones de contacto intercultural, que
modo en que lo hacen los franceses. Los primeros tien- se vean obligados a retroceder cuando percibian que
den a dividir e! espacio disponible en partes iguales, su interlocutor -desde su punto de vista- se acercaba
reproduciendo la ideología igualitarista de la sociedad. demasiado. En contrapartida, estos interlocutores tien-
Cuando una persona nueva ingresa en la oficina, todos den a considerarlos "fríos, distantes, encerrados en sí mis-
deberán mover su escritorio un poco para que haya un mos" (I984:200). Las distancias interpersonales son
espacio igual para e! nuevo empleado. Hasta que esto muy variables no sólo entre sociedades, sino también
no se haya hecho, e! jefe estará seguro de que la nueva según la edad y el género de los interlocutores, así co-
persona no ha sido integrada en e! grupo. En cambio, mo el tipo de relación que tienen entre ellos y el lugar
según Hall, los franceses no dividirán el espacio con un en el que se encuentran. Por ejemplo, en diversas cul-
nuevo colega. Ledarán un pequeño escritorio en un lugar turas se establece una relación entre mayor edad de los
oscuro con vista a la pared. Cuando los estadounidenses interlocutores y mayor distancia interpersonal.

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lnterculturalidad y comunicación
ALEJANDRO GRiMSON

de la Argentina. Una economia cuyo crecimiento los


El tiempo economistas describieron como "stop andgo" (es decir,
El tiempo, su organización y utilización, comunica avances e interrupciones) vinculada a sucesivos golpes
en planos múltiples. Hall afirma: "El tiempo habla. Habla militares, represión política y, posteriormente, a la tam-
más plenamente que las palabras. r... ! Como es manipu- bién traumática experiencia de la hiperinflación, se im-
lado menos conscientemente, está sujeto a menos dis- bricó con una concepción temporal cortoplacista. Esta
torsión que el lenguaje verbal. Puede gritar la verdad temporalidad, que concibe las acciones en función de
allí donde las palabras mienten" (1990a:1). la resolución inmediata de una situación que se perci-
la relación entre el pasado, el presente y el futuro be permanentemente en crisis, contrasta con otras con-
es especifica en cada sociedad. Neiburg (1997) señala cepciones del tiempo que prevalecen en otros países.
que los mitos nacionales afirman que, para comprender Para no realizar comparaciones con Europa o Estados
cada nuevo capítulo de la historia, las claves deben bus- Unidos (que e! lector podría reducir a temporalidades
carse en el pasado, al mismo tiempo que cada momento "desarrolladas" o "subdesarrolladas") señalemos que en
presente exige la formulación de proyectos para la na- e! Brasil la economía y la política se piensan en tiempos
ción. Esa relación paradojal con el tiempo produce la más largos que en la Argentina. Así, puede notarse en
naturalización de la nación como entidad a la vez nueva la proyeccíón diplomática de ambos países, donde la
y ancestral. Sin embargo, en cada pais la relación entre continuidad estatal brasileña contrasta con los vaivenes
las tres dimensiones es diferente: "la centralidad de la gubernamentales y hasta oportunistas que son posibles
noción de crisis en los relatos sobre la nación argentina en la Argentina. Estas concepciones del tiempo se expre-
y su historia parece colocar esa narrativa a mitad de ca- san en prácticas políticas, económicas y de diversos cam-
mino entre dos posibilidades extremas: de un lado, los pos institucionales.
mitos nacionales de los Estados Unidos y sus relatos so- Según el análisis de! Hall, los árabes están tan obse-
bre la realización progresiva de un destino de grandeza; sionados con e! pasado como los estadounidenses con
de otro lado, los mitos fundadores del Estado balinés y el futuro. Para remitirse a sus orígenes un árabe hace
sus relatos sobre la gradual degradación de un modelo de referencia a un lapso que puede ir de dos a seis mil
perfección situado en un pasado irremediablemente per- años atrás. "La historia es utilizada como base para ca-
dido. Los relatos sobre la crisis argentina tratan como una si toda acción moderna. Lo más probable es que los
anomalía la permanencia de una situación de desintegra- árabes no quieran iniciar una conversación o analizar
ción. Escritos generalmente en un tono dramático, hablan un problema sin desarrollar primero los aspectos his-
no sólo de la dificultad, sino de la imposibilidad, de tóricos del asunto. 1...1 Los estadounidenses rara vez
realizar un destino grandioso" (Neiburg, 1997:88). cuestionan que el tiempo debe ser planificado y los even-
Esta percepción de la propia realidad nacional como tos futuros colocados en una agenda" (Hall, 1990a: 144).
crisisse vinculó a la propia historia política y económica
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78
Al.EJANDRO GRIMSON Interculturalidad y comunicación

Además, los estadounidenses especifican cuánto tiempo del tiempo cotidiano en ese pais. La puntualidad, cons-
requiere hacer cualquier cosa ("estará allí en diez mi- tituye un supuesto de las relaciones humanas, especial-
nutos", "terminaré esto en dos semanas"). mente las laborales, y la irnpuntualidad se vincula a
En un plano más general, la organización del calen- [alta de respeto o a actitudes poco civilizadas. El surgi-
dario, la división en días, semanas, meses, años, siglos, miento de la puntualidad como norma social, como
milenios, no es universal. Además, hay días o años o moral, se vincula a lo que Hall denomina culturas mo-
cambios de milenio que presentan especial significación, nocrónicas, culturas de agenda y reloj, de producción
tanto en términos religiosos como nacionales. Para algu- estructurada. Hall establece toda una gradación del mo-
nos pueblos el tiempo no constituye una duración cuan- do de disculparse común y corriente en Estados Unidos
tificable. Los Hopi observan el paso del tiempo cuando el cuando alguien llega tarde. En una sociedad extrema-
trigo madura o las ovejas crecen (Hall, 1990a: 143). damente puntual, el pedido de disculpas comienza a los
En cada contexto cultural una práctica determinada cinco minutos (exactos) y las explicaciones aumentan
se asocia a un momento del día. Así, para los habitan- cuanto mayor sea el tiempo de demora. A los cuatro mi-
tes de Buenos Aires, el horario en que habitualmente nutos (superado el limite de tres pero antes de los cinco)
cenan los neoyorquinos (entre las seis y media y ocho) la persona esbozará una disculpa pero rara vez termina-
es asombrosamente temprano. En la ciudad de Buenos rá la frase (Hall, 1990a: 14 7), Esta costumbre lleva a los
Aires, llamar por teléfono a una casa después de las doce estadounidenses a interpretar equivocadamente en el
de la noche (a veces a las once) o antes de las ocho o extranjero las llegadas tarde de sus interlocutores, Por
nueve de la mañana puede ser interpretado como una ejemplo, en varios países los embajadores de Estados
situación de urgencia o para transmitir una mala noticia. Unidos deben aguardar casi una hora la llegada de los
Como ninguna sociedad es homogénea, los horarios diplomáticos locales, Estos últimos, según su propía
de los jóvenes difieren de éstos, así como hay otras va- noción del tiempo, "sienten que no pueden llegar exac-
riacionesvinculadas a clases sociales. Pero cuando un tamente en hora; esa puntualidad puede ser interpretada
teléfono suena a las tres de la mañana en una casa, la localmente como un acto de abandono de su libertad
mayoría de las personas probablemente pensarán que de acción hacia los Estados Unidos. Pero no desean ser
alguien se murió o está muy grave. No son las palabras, insultantes -una hora tarde sería demasiado- así que
sino la hora en que se realiza una acción la que remite llegan cincuenta minutos tarde" (ídem:147-148) ..
a ese significado. En muchas sociedades, puede haber encuentros de
El concepto de puntualidad sólo existe alli donde el negocios o amorosos en los cuales uno de los interlocu-
tiempo es cuantificable y agendable, e incluso en esas tores considere que lo más conveniente para su propia
sociedades es muy variable. Es conocida la frase estadou- posición es "hacerse esperar". En cada sociedad la pun-
nidense "time is money".y su impacto en la organización tualidad cambia según los contextos y las personas,

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad Y comurucación

Depende del tipo de encuentro (negocios, trabajo, una un típico malentendido en interacciones comerciales,
cena, una fiesta), el lugar (una oficina, una casa, la calle) políticas o de otro tipo entre personas de grandes y pe-
y la relación y status de los individuos. Pero en muchas queñas ciudades.
sociedades existe algún criterio para cada situación,
que establece que alguien llega "demasiado tarde". Al Kinésica
igual que sucede con el espacio, el uso culturalmente La kinésica se refiere al conjunto de los movimientos
incorrecto del tiempo puede ofender al interlocutor. corporales: gestos, posturas, movimientos de bra~~s,
En la Argentina existen expresiones espaciales como manos y piernas, expresiones faciales. La preocupaClon
"dejar clavado" y "plantar", que dan cuenta de la inmo- sobre el cuerpo tiene una larga historia en el pensa-
vilidad de quien espera y que aluden a situaciones de miento social que no es posible abarcar aquí. En 1936,
ofensa temporal. Marcel Mauss publica el ensayo "Concepto de la técnica
También, hay sociedades en las cuales llegar puntual- corporal", en el que busca mostrar "que el andar, que el
mente a ciertas situaciones constituye un error. En listas nadar como las demás cosas de ese tipo, son especificas
de recomendaciones para empresarios estadounidenses de determinadas sociedades". El cuerpo es el "objeto y
que hacen negocios en Brasil se les sugiere llegar por lo medio técnico más normal del hombre" y las técnicas cor-
menos media hora tarde a cualquier fiesta o encuentro porales son a la vez tradicionales y eficaces (1991:342).
nocturno al cual lo inviten. Es que no pocas personas Mauss enumera algunos principios de claslficacton de
llegaron exactamente a la hora señalada y encontraron al estas técnicas (según el sexo, la edad, el rendimiento)
anfitrión envuelto en una toalla, saliendo del baño. Pero y propone algunas biografias de técnicas ligadas al CIclo
en otras sociedades, como entre los Sioux, no existen vital. Durante la Primera Guerra, eJemphfica, cuando una
palabras que signifiquen "llegar tarde" o "esperar". división francesa sustituía a una inglesa o viceversa de-
Otra dimensión relevante, se refiere al ritmo o veloci- bian cambiar todas las layas (pala de hierro para remover
dad de la vida social. En algunas sociedades las urgencias la tierra) ya que ningún grupo conocía la técnica para usar
se relacionan con graves estados de salud o peligros la herramienta del otro. Algo similar sucedió cuando un
para una cosecha, mientras en otras constituyen el mo- regimiento inglés se dispuso a marchar con una banda
do cotidiano de trabajo en una oficina. De ese modo, francesa y ambas técnicas se revelaron mcompatlbles.
mientras hay sociedades en las que sus miembros rara Mauss presta especial atención a la forma de andar de
vez se encuentran apurados, hay otras en las que parecie- las mujeres y apunta que las mujeres maories educan a
ra que todos están permanente "a las corridas". Cuán sus hijas para realizar el "onioi", un descuidado balan-
"lenta" o cuán vertiginosa sea la vida de una sociedad ceo del cuerpo. También señala que, a través del eme,
depende del punto de vista desde el que se la mire. las mujeres francesas de su época imitaban el modo de
De todos modos, esta cuestión del ritmo constituye andar de las mujeres estadounidenses.

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

A fines de los años treinta, Norbert Elias dedicaba uno consecuencia, el hijo se acerca. Acercarse y alejarse puede
de los dos volúmenes de El proceso civiliza/orio al aná- ser tanto una cuestión espacial como kinésica y táctil",
lisis de la transíorrnacion histórica del comportamiento En segundo lugar, la obra de Birdwhistell se con-
humano. En su historia de las maneras (cuyo capítulo centra específicamente sobre el cuerpo. Uno de sus
sobre el comportamiento en el dormitorio también po- primeros descubrimientos es que, cuando una persona
dría incluirse, en parte, en la proxérnica), Elias presta que habla dos lenguas diferentes pasa de hablar una a
atención al modo de sonarse la nariz, la compostura hablar otra, al mismo tiempo cambia su lenguaje corpo-
en la mesa y el modo de escupir, entre otros modales en ral. Cada cultura y cada contexto dentro de ella elabora
transformación entre los siglos XVI y XVIII. Aunque el movimientos corporales y significaciones específicas.
vasto y detallado trabajo de Elias no puede resumirse En ese marco, el proyecto de Birdwhistell fue descifrar
aquí, vale la pena remarcar dos elementos. Por una par- el código -análogo al lenguaje verbal- de la kinésica:
te, constituye una de las obras que analiza la transforma- sus unidades y su gramática. Sin embargo, finalmente se
ción de los comportamientos históricamente, revelando declaró incapaz de descubrir algo semejante. De ahí que
los procesos a través de los cuales las personas tienden dejó de ser concebible estudiar aisladamente el lenguaje
a incorporar ciertas reglas sociales. Por otra parte, Elias o la gestualidad, ya que ambos forman parte del proceso
da cuenta de cómo estos modos de componamiento comunicativo. No existe algo así como una significación
presentan variaciones fundamentales dentro de una mis- de un gesto, sino que "el gesto se integra en un sistema
ma sociedad y, de ese modo, permite mostrar cómo la interaccional de múltiples canales, que se confirman
nacionalidad o etnicidad es sólo un factor que tiene in- o se invalidan mutuamente" (Winkin, 1984:75; véase
fluencia en el "estilo de vida". Birdwhistell, 1984).
El desarrollo de una perspectiva de investigación del Otros autores recogieron estas preocupaciones y
cuerpo ligada a la comunicación corresponde a la "univer- desarrollaron nuevos conceptos. Ekman propuso dís-
sidad invisible". En primer lugar, el estudio de Bateson y tinguir una serie de operaciones kinésicas. Por ejemplo,
Mead sobre el "carácter balinés" puso de manifiesto la denominó "emblemas" a los gestos realizados con las ma-
relevancia del cuerpo en la inculcación de los modelos nos que tienen una traducción verbal literal: la imitación
culturales. Es a través de los contactos con la madre de una pistola con la mano con el índice estirado y el
asi como de la marcha y la danza, Como el niño balines pulgar hacia arriba, la flexión del brazo con la mano
deviene un miembro de su cultura. En rigor, el concepto
batesoniano de "doble vinculo" surge de la combinación 9 La hipótesis del "doble vinculo" se relaciona, inicialmente, con
de proxérnica y kinésica (además de la aplicación de situacionesfamiliares en las cuales sucesivos mensajes de la madre
los tipos lógicos): la madre se retira, por lo tanto el hi- dejan apresado al hijo en una situación de "doble coacción" que
puede derivar en el desarrollo de síntomas esquizofrénicos (véanse
jo se aleja; frente a esto la madre simula acercarse y, en Bateson. 1976c; Winkin. 1984:39·44)

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

cerrada hacia arriba y la otra mano apoyada en el con- Una dimensión clave de la kinésica se refiere a las
tracodo que suele traducirse "de acá", el dedo mayor expresiones faciales. Aunque todos los seres humanos
estirado con la mano cerrada invertida C'fuck you"), entre ríen, lloran, se asustan, se alegran, las expresiones pre-
centenares de emblemas. En cambio, los "ilustradores" sentan ciertas variaciones, así como la intensidad y el
son aquellos movimientos de las manos y los brazos que contexto en el que esas expresiones pueden manifes-
acompañan al lenguaje verbal para acentuar o comple- tarse. Birdwhistell señalaba que así como no hay palabras
mentar lo que se está diciendo. Por ejemplo, realizar universales, tampoco hay movimientos corporales, expre-
una imploración y colocar las manos en posición de rezo, siones faciales o gestos que provoquen respuestas idénti-
entregar un conjunto de instrucciones o argumentos cas a lo largo de! mundo. (Neulíep, 2000:242, n. 31).
moviendo la mano de arriba hacia abajo sucesivamente Además de que los gestos que expresan temor, congoja,
con el índice estirado, golpear e! puño cerrado contra la alegría, en sí mismos presentan variaciones, en cada cul-
mesa para acentuar una protesta, abrir ambas manos ha- tura las personas tienden a regular esas expresiones de
cia los costados y levantar los hombros para acentuar "no emoción de modo diferente en presencia de otros.
entiendo" o "ni idea", entre muchos otros. Mientras en muchas culturas cuando dos interlocu-
Todas los seres humanos utilizan cierta cantidad tores dialogan en copresencia se miran a los ojos, en
de emblemas e ilustradores, aunque los gestos y sus sociedades asiáticas (como Corea del Sur y Vietnam)
significados varían enormemente entre culturas. Mu- está prohibido que dos personas de diferentes status se
chas culturas tienen gestos específicos para insultar a miren directamente a los ojos. Más bien, la persona
los otros y para comunicar obscenidades. Sin embargo, de status inferior debe evitar la mirada a los ojos ya
según Archer, no existen gestos obscenos nativos de que ese gesto sería interpretado como falta de respeto
los Países Bajos. o desafio. Del mismo modo, debe recibir cualquier co-
La forma de decir "ox" o "tudo bem" en diversas cul- sa que la otra persona le entregue con ambas manos y
turas es colocar el pulgar hacia arriba y la mano ce- realizando un gesto con la cabeza.
rrada. En otros lugares, como Estados Unidos, "ox" se Si ninguna cultura es verdaderamente homogénea (y
dice creando un circulo entre e! pulgar y el índice con esa sensación equivocada sólo se produce cuando uno
el resto de la mano abierta. En Colombia, si ese circulo mira desde lejos y sin comprender su lógica), tampoco
es colocado alrededor de la nariz constituye un sígno ninguna cultura o grupo es una suma de individuali-
de homosexualidad. En Estados Unidos, cruzar el ín- dades diferentes. Por lo tanto, debemos aprender a
dice y el mayor de la misma mano significa cercanía o percibir que si los japoneses rien de manera diversa,
amistad, mientras en Argentina se realiza para pedir esas diferencias están hasta cierto punto organizadas por
suerte o para solicitar la interrupción de un juego de ciertos padrones culturales (y esa organización se reve-
niños C'pido"). la por comparación). Si esos padrones no existieran,

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ALEJANDRO GRIMSON Interculturalidad y comunicación

no habría nada de específico en la confusión y el es- máxima autoridad tiene restringida su libertad de besar.
tigma mtercultural. Y si e! lector duda de que exista esa y si pasamos a las personas "comunes y corrientes", en-
especificidad, podemos pasar de la risa al beso: una ac- contramos que tienen muy claro e incorporado el ins-
tividad que justamente, por implicar e! contacto de dos tructivo de a quién besar, cuándo, dónde y cómo. Asi,
cuerpos, se encuentra altamente normalizada y organi- hay regiones y países donde dos mujeres conocidas o un
zada en cada cultura. hombre y una mujer conocidos se besan en la mejilla
una, dos o tres veces.
El tacto En otras zonas y países, el beso es un bien suma-
Tocara otra persona es una forma de comunicación. mente escaso, restringido para ocasiones de intimidad
Quién puede tocar a quién, en qué lugar del cuerpo y en muy peculiar,y esto provoca, en situaciones de contacto,
qué contexto varia mucho entre culturas y en el interíor las más diversas confusiones. Los migrantes, después de
de éstas según la edad, e! sexo, la relación. Se ha pro- una cantidad de errores y frustraciones, pueden volverse
puesto que hay culturas de contacto y sin contacto. Esta muy rígidos en torno al respeto de las normas locales.
división, por cierto esquemática, alude al hecho de que, Del mismo modo que una persona que jamás prohibi-
mientras tocar a otro (abrazar, besar, dar palmadas o ría fumar en su casa en Buenos Aires puede hacerlo en
caricias en la cabeza) es común en algunas sociedades, Nueva York, un argentino puede negarse a besar a una
es fuertemente desalentado en otras. Si en algunas cul- amiga de la infancia en su trabajo en Londres por el te-
turas asiáticas existen normas que prohíben muestras mor a que sus colegas consideren una falta de "civilidad"
públicas de afecto e intimidad que incluyan el tacto, estar besando a otra persona en el pasillo. Así, muchos
para un latinoamericano es difícil aceptar que Estados prefieren limitarse a un "hi" distante o, a lo sumo, es-
Unidos sea una cultura de contacto moderado --como trechar la mano. El problema de una máxima como
lo pretenden teóricos de la comunicación de ese país- "siempre será mejor esperar a ser besado que besar"
(Neulíep, 2000:249). La mayoría de las culturas prohiben consiste en que podría terminarse en una escasez gene-
tocar a otros en ciertos zonas del cuerpo en contextos ralizada, adoptando como padrón de comunicación inter-
públicos. Por ejemplo, en Sri Lanka la cabeza es consi- cultural el de una sola cultura. Creer que es más violento
derada sagrada y no debe ser tocada por otros. Por lo besar a alguien en la mejilla que renunciar a hacerlo (o
tanto, cuando un extranjero acaricia la cabeza de un ni- ser rechazado por intentarlo) puede ser un prejuicio
ño como gesto de afecto está violando seriamente una cultural con bases etnocéntricas reconocibles.
regla de etiqueta (ídem:250). La importancia de no convertir padrones culturales
En ninguna de las culturas que conocemos, un in- en estereotipos se refiere justamente al hecho mismo
dividuo puede besar a quien quiere cuando quiera y de! conocimiento de una cultura y al concepto mismo de
como quiera. En la mayoría de las sociedades, hasta la cultura. Una frase como "los argentinos besan de talo

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ALEJANDRO GRtMSON lnterculturalidad y comunicación

cual manera" tiene, al menos, dos problemas. El primero cuando el beso entre hombres era el más elemental
es que presupone una identidad entre la cultura y la sentido común, los problemas se plantean cuando se
nacionalidad, sentido común muy extendido pero fa- viaja fuera del pais. Asi, un argentino que migra a Brasil
laz. Justamente, en el caso de la Argentina no hay un se enfrenta con reacciones de espanto si intenta besar
padrón homogéneo de besos. En Buenos Aires, los co- en la mejilla a sus amigos varones y se verá obligado a
nocidos se dan un beso en la mejilla, mientras que en regresar al (para él) antiguo hábito de estrecharse las
Misiones se dan dos, alternando las mejillas. En ese manos. Como estrecharse las manos, en ambos países,
sentido, averiguar si en un país hay un padrón estable- es una práctica asociada a situaciones de formalidad,
cido homogéneo del beso puede informarnos sobre las personas suelen apelar al recurso de estrechárselas
otras cuestiones vinculadas al grado de uniformización de un modo que se diferencie de la típica situación de
de sus prácticas culturales. En el caso de la Argentina, oficina: en vez de colocar el brazo recto hacia adelante y
así como no hay un modo único de besar, tampoco hay hacia abajo y tomar la palma del otro manteniendo el
una música única. pulgar en posición superior, el brazo se dobla tomando
El segundo problema es que las culturas cambian a lo la mano del otro a la altura de los hombros y donde ca-
largo de la historia. El modo en que se besa actualmen- da palma toma la parte inferior del pulgar del otro.
te en un lugar es, necesariamente, un modo histórico, El carácter histórico del modo de besarse, así como
contingente. En Buenos Aires, por ejemplo, a mediados de toda la comunicación táctil, implica que puede ser
de los años ochenta se introdujo un nuevo modo: se mejor decir "los porteños se están besando de talo cual
habilitó y promovió espontáneamente que los hombres modo" antes que decir "los argentinos se besan así".
que mantuvieran una relación de amistad se besaran Análisis similares podrían desarrollarse sobre las varia-
entre sí. Así se inauguró el beso entre hombres que ciones de besos en la boca, los diferentes abrazos, los
anteriormente se encontraba restringido a la relación bailes en que las personas se tocan y la diversidad de
padre-hijo en ciertos sectores y, antes que eso, comple- relaciones sexuales,
tamente prohibida. Testigos de aquel momento de trans-
formación, al ver repentinamente que dos hombres vio- Otros canales de la comunicación no verbal
laban una regla y se comportaban como si uno o los Incluso cuando una persona habla ysu cuerpo re-
dos fuera una mujer (porque sólo había beso si habia sulta invisíble para el interlocutor (por ejemplo, en el
al menos una mujer en el escenario), reconocen su teléfono o en la radio o con una pared de por medio),
inicial azoramiento y sospecha. Esa sensación de ex- sólo una parte del sentido surge de las palabras. El dis-:
trañeza, compartida por muchos, se mantuvo hasta el positivo paralingüístico es al menos tan importante co-
momento en que cada uno adoptó el nuevo padrón y co- mo el lenguaje verbal. El tono, el ritmo, la velocidad,
menzó a besar a sus amigos. Unos quince años después, la articulación y la resonancia de la voz son elementos

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ALEJANDRO GRIMSON Interculturalidad y comunicación

fundamentales. Las vocalizaciones paralingüisticas inclu- identidades y alteridades. En la construcción de barreras


yen el grito, el llanto, la risa, el eructo, tragar, suspirar. sociales se despliega un simbolismo olfativo y la clase
El silencio es un elemento paralingüistico de gran im- dominante establece y se reserva el "buen olor" mientras
portancia que presenta grandes variantes de significación atribuye el "mal olor" a las clases subalternas (véase
entre las culturas. Por ejemplo, en China el silencio Synnon, 1996). De hecho, la posición de subalternidad
puede significar mantener el control social en una si- será ratificada simbólicamente cuando los sectores po-
tuación y, en ese marco, las habilidades verbales no son pulares tengan normas diferentes o no puedan cumplir
especialmente valoradas y pueden Ser consideradas in- las normas hegemónicas. Georg Simmel escribió que
morales (Neuliep, 2000:217). A los niños se les ense- "parecería imposible que un negro fuera alguna vez a
ña a ser cuidadosos en el uso de las palabras. Y suelen ser aceptado en la clase alta en Estados Unidos debido
decir que "es más conveniente usar los oídos y los ojos a su olor corporal" y concluia que "la idea moral de ar-
antes que la boca". Muchas de las diferencias aparen- monía e igualdad entre las diferentes clases y razas se
temente língüísticas entre idiomas son paralingüísticas: da de bruces contra el muro de repugnancia insupera-
sonidos que existen en una lengua y no en otra, inflexio- ble que crea el sentido del olfato" (Simmel, 1912, citado
nes, o el significado de los tonos. en Neuliep, 2000:253).
Los olores y sus significados son muy diversos. En Burke (1996) ha escrito una notable etnografía his-
muchas culturas occidentales (aunque no en todas por tórica mostrando el entrelazamiento entre la penetra-
igual) los olores "naturales" del cuerpo humano se consi- ción colonial en Zimbawe y la politica explicita para la
deran poco correctos y placenteros. De hecho, existe un transformación de los hábitos corporales. El colonialis-
amplio dispositivo de "civilización" de los olores del cuer- mo y la introducción del uso del jabón (y una variedad
po. Los olores pueden tener un papel significativo en la de cremas) fueron parte del mismo proceso que impli-
construcción de relaciones de poder en diferentes socie- có a su vez desterrar prácticas tradicionales como el
dades. En el lenguaje se edifican metáforas que hacen uso de ciertas tierras u otras sustancias para el cuerpo.
alusión al menosprecio o la desconfianza hacia grupos Así, los procesos de incorporación y los proyectos de
diferentes en relación al olor". Classen ha comparado "civilización" y colonización son, en una dimensión,
la gran "conciencia olfativa" de las sociedades no occi- politicas de higiene, limpieza y olor.
dentales con la tendencia a la desodorización que se En estas y otras dimensiones de la comunicación (la
manifiesta en Occidente (1993). Su interés radica en el vestimenta, los sabores, etc.), conocer y comprender los
uso de los olores como modos de categorización de modos de proceder de una sociedad implica estudiar y
contrastar tres dimensiones fundamentales: la norma, el
discurso y la práctica. Las reglas pueden encontrarse
10 Una revisión bibliográfica de estudios sociales de los olores escritas o ser oralmente enunciadas como prescripciones.
puedeencontrarse en Larrea Killinger (1997:27-54).

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ALEJANDRO GRIMSON

Este deber hacer no siempre se corresponde ni con lo CAPITULO 3


que los individuos dicen que hacen ni con lo que efecti- POSIBILIDADES y DIFICULTADES
vamente hacen. A esta última dimensión sólo puede ac- ANALÍTICAS
cederse a través de la observación directa en campo.
Las personas pueden considerar que deberian proceder
de tal modo -o saber que así se establece en su grupo
social- pero no poder o querer actuar de ese mismo
modo. Antes de establecer generalizaciones, es conve-
niente tener presente que lo que las personas dicen y lo
que las personas hacen no siempre coincide. Para reco-
nocer esas fisuras habrá que saber cómo actúan las per- Este capitulo se dedica a considerar los problemas
sonas frente a los "imponderables de la vida real" (para y posibilidades de aplicación de una perspectiva inter-
usar la célebre expresión de Malinowski), En ello con- cultural en los procesos comunicativos. En primer lugar,
siste e! desafio de comprender una cultura diversa, un se discutirán marcos y dificultades conceptuales en la
código que parecía misterioso e inaccesible. definición de campos y unidades analiticas, así como
de dimensiones comunicacionales. En segundo lugar, se
proponen algunos ejemplos de estudios desarrollados
en diversas áreas.
El primer inconveniente para una aplicación ernpí-
rica se refierejustamente a cómo definir una escena in-
tercultural. ¿Cuáles son los criterios que nos permiten
establecer que dos personas o grupos se constituyen
como diferentes en una situación de interlocución? Esta
cuestión se relaciona a su vez con la variedad de escena-
rios, virtualmente ilimitados, en los que pueden analizar-
se los problemas de! contacto intercultural. Personas
y grupos con historias sociales y rutinas incorporadas
diferentes interactúan en los procesos migratorios, en los
proyectos de coordinación entre empresas, en el turismo,
en ámbitos diplomáticos, en las fronteras. en procesos
de colonización y descolonización, y muchos otros pro-
cesos socioculturales. Las dificultades de comprensión,

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ALEJANDRO GRlfo.lSON
lnterculturalidad y comunicación

la producción de estereotipos, las manifestaciones emo- A estos cuatro ámbitos los denominaremos campos
céntricas y xenófobas, los conflictos materiales y sim- analíticos. Con la finalidad de facilitar la comprensión
bólicos se procesan, simultáneamente, en espacios de de este capitulo, y sin pretensión alguna de crear un vo-
comunicación directa, cara a cara, como en espacios cabulario, llamaremos unidades analíticas a los grupos
tecnológicamente mediatizados. Es decir, el contacto en- que interactúan (mígrantes peruanos y empresarios co-
tre personas y grupos que perciben como naturales usos reanos, méxico-americanos y mexicanos, empleados
y significados diferentes del espacio, el cuerpo, la palabra, japoneses y ejecutivos estadounidenses, etcétera).
el tacto y otros elementos de la comunicación, se produ- Un cuadro similar a éste fue propuesto por el autor
ce tanto en situaciones de ca presencia física como en en el estudio sobre la migración boliviana en Buenos
marcos de distancia espacio-temporal. Aires (Grimscn. 1999). Aqui se desarrollan elementos
Así, podemos concebir cuatro campos de investiga- más abarcativos y se explicitan criterios para su utiliza-
ción utilizando dos criterios: el tipo de comunicación ción. Especialmente, se procurará evitar los riesgos que
-directa o mediatizada tecnológicamente- y la escena implicaría considerar a las unidades analíticas como
comunicativa -dentro del espacio del grupo sociocul- objetivas, dadas de una vez y para siempre, esencializan-
tural o con otros grupos sociales y culturales-. De los do relaciones social e históricamente situadas. Guber
cruces entre ambos criterios surgen cuatro tipos ideales ha planteado que esta clasificación de tipos ideales pre-
de ámbitos de investigación para estos procesos: los de supone que "todas las instancias de comunicación de los
comunicación directa intra e intcrcultural, y los de co- bolivianos en Buenos Aires son intra e interculturales"
municación tecnológicamente mediatizada íntra e in- (1999:668). Así, la peculiaridad de las relaciones que
tercultural. mantienen estos migrantes con la sociedad receptora
residiría en la "bolivianidad" y se corre el riesgo de jerar-
lipa de comunicación quizar excesivamente lo étnico en detrimento de otras
pertenencias como la clase, las zonas de residencia, etc.
Directa Mediática
La pretensión de tipologizar el conjunto de las interac-
Intracultural A) Territorios grupa- B) Canales de tele- ciones con bordes precisos y estables a partir de una
les (barrios, clubes), visión, emisoras
~
festividades y radiales y pubuca- variable cultural puede terminar esencializando las re-
.~
actividades rituales, clones destinadas a laciones sociales y los procesos de identificación. Esta
.~ organizaciones gruposidentitarios
t:
~ crítica es útil paraseñalaruna serie de advertenciassobre
~ Intercultural e) Trabajo, escuela, O) Televisión. radio, posibles errores conceptuales en el uso de un marco
~ espacios públicos Internet otros
s urbanos, lugares medios
analítico de este tipo.
.n turfsticos, transpor- En primer lugar, ningún esquema puede abarcar la to-
tes públicos talidad de las interacciones de ninguna persona o grupo

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ALEJANDRO GRIMSON Interculturalidad y comunicación

humano. Este esquema puede ser productivo cuando las cierto tipo de estadounidense: generalmente, los varones
preocupaciones del observador se dirijan a comprender blancos de clases medias altas.
malentendidos y conflictos (campo "intercultural"), así Por lo tanto, el criterio para establecer la relación
como procesos de reafirmación e invención de identi- entre lo inter y 10 intracultural debe ser constructivis-
ficaciones (campo "íntracultural"). En segundo lugar, este tao Sólo en algunas circunstancias históricas, sociales y
cuadro debe comprenderse como un esquema construido politicas un conjunto de personas que migró a otro
por el analista. En los procesos sociales,en la vida cotidia- pais o que fue excluida de los modelos de nacionaliza-
na estos cuatro modos se encuentran profundamente ción (como muchas poblaciones indígenas), decide or-
interrelacionados. La inclusión de una práctica cultural ganizarse y manifestarse públicamente en términos
en uno de estos campos se vincula a un análisis de la identitarios, Es cierto que muchas personas que nacie-
prevalencia de un tipo sobre Jos otros y no a relaciones ron en la Argentina y migraron a Estados Unidos toman
de exclusión. mate y suelen comer un promedio de carne mayor que
El problema más importante a tener en cuenta es otras personas. También es cierto que concurren, por
cuál es el criterio para establecer la distinción entre lo ejemplo, a un concierto de Marta Argerich o a espectácu-
ínter y 10 intracultura!. El riesgo que advierte Guber los musicales o teatrales de argentinos. Sin embargo, es
es que el observador establezca tipologias de unidades notable que no existan asociaciones civiles permanentes
humanas con culturas diferentes y grupos homogé- y relativamente poderosas de inmigrantes argentinos
neos cuyo contacto se derivaría mecánicamente en "co- en casi ningún pais (algunas existieron durante el exi-
municación intercultural" y cuya ausencia de contacto lio político de finales de los años setenta pero tuvieron
deriva en comunicación intracultural. Esto supondria corta duración). Algo similar sucede con muchos mi-
un grave error teórico (y eventualmente político), grantes que tienden a no desarrollar una reivindicación
¿Cuál seria, acaso, el criterio "objetivo" para definir pública y periódica de sus afiliaciones étnico-nacionales.
esas unidades discretas? En los capitulas 1 y 2 el lec- Por ejemplo, en la Argentina hay una migración limi-
tor habrá encontrado suficientes argumentos para trofe constante desde el siglo XIX y, sin embargo, sólo
descartar la hipótesis de que una nacionalidad cons- en la segunda mitad del siglo xx comenzaron a realizar
tituye una cultura. Esto implica que no podremos grandes festividades públicas. Las organizaciones y sus
presuponer que los argentinos que viven en Estados actividades públicas sólo en algunas circunstancias
Unidos se comportarán de la misma manera y se encon- asumen como principal criterio la nacionalidad. Si los
trarán siempre que salgan de sus casas en situaciones españoles en la Argentina se organizaron en gran medida
de "ínterculturalidad". Hemos dicho también que las en función de las regiones (como vascos, asturianos, ga-
generalizaciones del tipo "los estadounidenses en Bra- llegos), en algunos lugares de Estados Unidos hay barrios
sil cometen tal error de comunicación" se refieren a un y organizacionesde "latinos" (es decir, latinoamericanos).

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ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalldad y comunicación

La existencia o no de esos rituales y organizaciones, problemas interculturales. Hay infinidad de situaciones


así como sus características, da cuenta a la vez de la re- en las cuales los interlocutores ponen todo su empeño
lación entre ese grupo y la sociedad en la que viven y y logran superar los escollos de asimetrias de significa-
de la relación entre ese grupo y la gente que se quedó ción. En otros contextos, sin embargo, estos esfuerzos
en su zona de origen. Así, la nacionalidad Cy la etnici- fracasan y los participantes de la escena comienzan a
dad) es una entre otras posibilidades de identificación, manifestar esas dificultades, explicita o implicitamente.
si es que ha de haber alguna que los diferencie de la En otras situaciones, muy diferentes de estos fracasos,
sociedad mayor. uno o ambos participantes no realizan ningún esfuerzo
En términos más amplios, debemos insistir en que por comprender al otro y, más bien, desarrollan estra-
la conmensurabilidad absoluta -si es posible- es más tegias de distinción y segregación.
una excepción que una característica de la comunica- A pesar del carácter analítico del cuadro, las perso-
ción humana. Sin embargo, las personas no tienden a nas tienden a distinguir -a veces explícitamente- el
identificar todas las dificultades de comunicación con marco comunicativo en el cual se encuentran. Un mi-
cuestiones de cultura, historia e identidad. Por otra grante se comunica y comporta de un modo diferente
parte, es muy común que personas que hablan idiomas cuando está en presencia exclusiva de otras personas
distintos y que tienen hábitos diferentes, puedan com- que considera parte de su grupo, que cuando está in-
prenderse rápidamente Cal menos de modo parcial) si teractuando con personas de la sociedad receptora,
tienen ciertos objetivos comunes. ¿Por qué algunos se especialmente si éstas lo tratan como si fuera inferior o
entienden y otros no? ¿Por qué no se comprenden? ¿A si tuviera menos derechos. Del mismo modo, muchos
qué lo adjudican? Los propios actores de la interacción habitantes fronterizos actuarán de distinta manera en
pueden explicitar la existencia de conflictos o pueden su país que si cruzan la frontera. Un ejecutivo también
tender a agruparse e identificarse con otros que ocupan se desenvuelve de un modo diferente en su país que
posiciones similares en un escenario comunicativo. A cuando viaja a una sociedad de la que no conoce sus
través de discursos y de prácticas, los actores sociales pautas culturales. De ese modo, las definiciones y ac-
definen una escena como endo o intergrupaJ. Una gran ciones de los actores son fundamentales para precisar
cantidad de esas definiciones en la sociedad contem- cómo ellos mismos conciben una escena comunicati-
poránea se constituyen como intra o interculturales va como intercultural.
utilizando variables étnicas, nacionales, de clase, gene: Otra cuestión importante se refiere a cómo defi-
racionales o de género. nir cuáles son las dimensiones comunicacionales
Por lo tanto, no siempre que dos personas o grupos que conviene considerar. Las dimensiones comuni-
de nacionalidades o etnicidades u otras afiliaciones cacíonales se refieren al idioma, el espacio, el tiempo y
contrastantes se encuentran e interactúan se plantean otros aspectos señalados en el capitulo 2, habitualmen-

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ALEJANDRO GRIMSON
Interculturalidad y comunicación

te denominados "canales" de comunicación. La multí- inventará". Del mismo modo, un investigador que
dimensionalidad de la comunicación hace virtual- presuponga que no habrá conflictos culturales o ma-
mente infinitos los aspectos analizables. Nuevamente, lentendidos entre dos poblaciones ya que "comparten
la solución a estos dilemas se encuentra en los propios la lengua y la tradición" comete el pecado de presupo-
actores. Cuando se generan malentendidos o conflic- ner algo que debe observar en los actores mismos. El
tos, los actores involucrados a través de sus discursos acento y otros elementos paralingüísticos, así como
y prácticas definen los "rasgos diacríticos", esto es, otras dimensiones, pueden ser "rasgos" centrales y siste-
aquellos elementos que, en ese contexto relacional máticos de distinción y segregación o resultar irrelevan-
específico, aparecen como mutuamente contrastantes. tes. Son circunstancias sociales y políticas, y el modo
Es decir, el observador nunca debe proceder desde en que los actores viven esas circunstancias en el
una supuesta compilación "objetiva" de una y otra marco de contextos relacionales específicos. los que
"cultura", por otra parte inacabable, sino que debe definen si una dimensión resulta dilerenciadora o
concentrarse en la relación especifica y en los ele- aglutinadora de personas y grupos.
mentos (lingüísticos, espaciales, kinésicos y de otro En la medida en que los recursos de investigación
tipo) que son resaltados por los propios participan- son limitados, es imprescindible Iocalizar de manera
tes. Esto se vincula a que ningún elemento es propio o especifica en algunos de los campos analiticos o bien
característico de una cultura en términos objetivos, en algunas de las prácticas comunicativas incluidas en
sino que un aspecto aparece como díferenciador en cada una de ellas. Esta última opción permite construir
una relación especifica de contraste. Por ejemplo, una visión más abarcativa de las diversas instancias en
los argentinos pueden utilizar el mate para distin- que se procesan las identidades, El observador puede
guirse de cualquier sociedad europea. Sin embargo,
no servirá en si mismo para distinguirse de Uruguay, 11 La invención de «rasgos típicos" e incluso de categorías iden-
Paraguayo del S4r de Brasil. Aunque en estas zonas titarías. tal como se usa aquí. pretende subrayar el carácter contingen-
te de los procesos sociales y culturales. En algunos trabajos recientes
también se realiza el ritual del mate, si un grupo de puede percíbirse un uso de conceptos como "construcción" o «inven-
personas nacidas en la Argentina pretende distin- ción" que parecen tmplícitamente «denunciar" el carácter "falso" de los
guirse, también encontrará el modo de hacerlo: se ese~cialismos. Desde nuestra. perspectiva, el carácter ficctonal de
los Imaginarios sociales no refiere a cuestiones de verdad/falsedad,
utilizará el contraste mate amargo/mate dulce, se ha- sino a génesis histórico sociales. Por otra parte, cabe señalar que-en
rá referencia al tamaño del recipiente, a la tempera- la medida en que se articulan con las necesidades sociales de su propia
tura del agua o al tipo de yerba. Siempre que un época- esos inventos culturales adquieren una vida social signifícatí-
grupo de personas quiera, encontrará algún aspecto va y un poder de modulación de acciones individuales y colectivas. Si
pueden ser ubicados. con pretensión taxonóruíca. en una dimensión
para diferenciarse de otro grupo y, cuando el "rasgo" "simbólica" es porque no hay tina separación ontológica y "real" en-
sea más difícil de encontrar en la vida cotidiana
, , lo tre esas categorías identitarias y la materialidad ele la vida social.

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ALEJANDRO GRIMSON
Imerculturalidad y comunicación

predefinir un conjunto de' elementos en los cuales focali- cambios, rupturas y continuidades, Por lo tanto, el cua-
zar, a partir de preocupaciones teóricas o presupuestos. dro no pretende (ni podría) abarcar todas las relaciones
empíricos, Sin embargo, el punto crucial es que esas' entre personas ni entre sociedades, El cuadro fue dise-
definiciones previas deben ser abiertas, modificadas y ñado para el análisis de las relaciones entre personas y
validadas a partir de las situaciones especificas, En sin- entre sociedades que, en ciertos contextos específicos,
tesis, la definición de campos de aplicación y unidades se presentan como relaciones entre culturas.
analíticas se relaciona directamente con los usos y de- Otra tercera dimensión relevante se refiere al carácter
finiciones de los actores sociales, personal o grupal del escenario comunicativo, Tanto en
Por último, este cuadro ofrece otras posibilidades pa- un plano inter como intracultural puede haber uno o
ra la problemática que estamos considerando, De hecho, más participantes. Si esa relación es cara a cara e inter-
se pueden imaginar terceras dimensiones que lo enri- personal, podremos tener desde la convivencia familiar
quezcan, Mencionemos dos: la historia y el carácter o el encuentro con amigos del mismo grupo hasta las
personal o grupal del escenario, Cada uno de los cua- relaciones laborales, escolares, urbanas (generalmente
tro campos tiene su propia historia. En primer lugar, ínterculturales). En cambio, cuando se trata de relaciones
porque todo grupo tiene un proceso de constitución grupales, tendremos desde grandes rituales intracultu-
como tal. Ningún gmpo ha existido siempre ni existirá rales hasta guerras entre sociedades que se presentan
para siempre, Ningún conjunto de personas es homo- como guerras entre culturas, En el plano tecnológicamen-
géneo, Ya señalamos que los contingentes migratorios te mediatizado tendremos desde el teléfono y el correo
devienen grupos sociales que apelan a identificaciones electrónico en las relaciones interpersonales hasta la te-
culturales-sólo en cienos contextos históricos, Las fronte- levisión y la radio en actividades (al menos imaginaria-
ras políticas sólo se convierten en fronteras culturales mente) grupales,
en ciertas condiciones sociales y políticas, Las provincias
o regiones de los Estados nacionales pueden constituirse Ejemplos
como movimientos sociales y culturales en el marco de Los estudios sobre contacto intercultural, identidades,
ciertas relaciones conflictivas con los centros políticos, movimientos culturales, abarcan una variedad de proce-
Es decir, un cuadro que analice las relaciones intercul- sos, En función del modo en que los analistas construyen
rurales entre los migrantes paraguayos y la sociedad sus objetos pueden presentarse variaciones significativas
porteña, entre los habitantes fronterizos de Chile y Ar- en el cuadro de campos, asi como cienos campos pueden
gentina o entre los gaúchos del sur de Brasil y los habi- ser especialmente relevantes y otros pasar a un segundo
tantes de otros Estados es necesariamente un cuadro plano, En el estudio de la migración boliviana focali-
que es posible y analiticamente productivo en cieno zamos en ciertas prácticas específicas de cada uno de
contexto y cuyas cuatro dimensiones están sujetas a los campos analíticos: el transporte y las comisarías, las

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ALEJANDRO GRIMSON Intercultutalidad y comunicación

fiestas patronales y las ferias, las radios étnicas y la re- Movimientos culturales y medios
cepción de la televisión de aire (Grimson, 1999). Los procesos de centralización política de los Estados
Sin embargo, al desplazarse a las fronteras políticas, nacionales, con sus correlatos económicos y culturales,
la televisión de aire puede constituir parte del campo así como los procesos económicos y culturales asociados
intercultural. Al constituir zonas periféricas durante a la globalización, encuentran una de sus contracaras
décadas llegó débilmente sólo una señal de televisión en la construcción de movimientos sociales y cultura-
abierta desde las capitales y, a veces, varias señales de los les de reafirmación de la localidad y la región. Entre
países vecinos. Por lo tan,o, la televisión abierta era en esos movimientos, están los movimientos regionales,
gran parte del país vecino, mientras quc el primer impac- identificados con una provincia o Estado dentro de un
to del cable es posibilitar e incentivar el acceso a varios Estado nación.
canales "nacionales" de aire, restringiendo las señales Esos movimientos pueden ser estudiados a partir
vecinas. Este proceso se combina de manera compleja de un enfoque intercultural. Todos ellos desarrollan un
con el nuevo acceso a otros canales extranjeros. En una conjunto de rituales. Al mismo tiempo, en el campo de
ciudad de la frontera franco-alemana durante décadas la comunicación directa, es muy común que esa produc-
los habitantes compartían la iglesia y la escuela hasta ción de identificaciones sea parte de diálogos, producción
que los Estados avanzaron en el dispositivo de nacio- de estigmas y contraestigmas en las relaciones intercul-
nalización (Lask, 2000). Así, esas instituciones que ha- turales (por ejemplo, collas y cambas en Bolivia: vascos,
bían sido ámbitos "interculturales" -en la medida en que catalanes o andaluces en España; bahianos y gatichos en
los habitantes se percibían como mutuamente diferentes- Brasil, entre muchos otros). Aunque los medios de co-
se transformaron en espacios intraculturales. Algo simi- municaciónen ningún caso podrían ser los creadores
lar puede suceder con cementerios y hospitales, así como o la "causa" de estos movimientos;' es importante desta-
con rituales y mercados. De ese modo, los campos analí- car que casi todos los movimientos sociales y culturales
ticos siempre dependen de un contexto específico y su conocidos apelan en distinto grado y de diversa manera
hisronzación puede ser una clave analítica para com- a los medios como parte del engranaje de producción
prender procesos de "Ironterización" y de etnicización. y reproducción simbólica de "cultura regional".
Los estudios sobre contacto intercultural, identida- Es el caso de Río Grande do Sul, Brasil,y el movimien-
des, movimientos culturales y otros procesos análogos to gaticho, Rio Grande do Sul es un Estado heterogéneo
se han multiplicado en los últimos años. Por razones en términos geográHcos, económicos y socioculturales.
de espacio, señalaremos unos pocos ejemplos sobre el A pesar de esa diversidad interna "es frecuentemente
uso de los medios por movimientos culturales, inter- contrapuesto como un todo al resto del país" y mu-
pretaciones diversas de textos globales, la publicidad y chas veces se lo denomina jocosamente "ese país ve-
los empresarios. cino y amigo del sur" (Oliven, 1999:49), A lo largo de su

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ALEJANDRO GRIMSON
lnterculturaltdad y comunicación

historia se construyó al gaúeho como simbolo de iden- movimiento. Dentro de las reglamentaciones se declara
tidad regional y gentilicio de Río Grande do Sul (ídem :49 feriado el 20 de septiembre (aniversario de la Revolución
y ss.). Desde los afias ochenta, después de cincuenta años Farroupilha), se establece la ensefianza de folklore en
de nacionalización y centralización, se abre una nueva las escuelas y se oficializan las "pilchas" (la vestimenta
etapa conflictiva en la relación Estado central/región, ya típica de los antiguos gaúehos que incluye bombacha,
que Río Grande do Sul se considera injustamente tratado botas, pañuelo y sombrero) como "traje de honor y de
y se expande un sentimiento de marginación. Los años uso preferencial" en el Estado. En 1971 se crea en Uru-
ochenta muestran una expansión cultural y politica de guayana el festival musical "California de la Canción
diversas variantes regionalistas, incluso con algunas ame- Nativa", que también se multiplica por las ciudades al-
nazas separatistas que evocan la Revolución Farroupilha, canzando cuarenta festivales en la actualidad.
un enfrentamiento entre el gobierno de Rio Grande do El "renacimiento" del gauchismo en la década del
Sul y el Imperio entre 1835 y 1845, cuando se declaró ochenta se vincula a la industria cultural (lacks, 1998).
la República Piratiní. En este proceso, los medios cumplen un papel relevante.
Oliven (1999) reconstruye el surgimiento y desarro- La Rede Brasil Sul de Comunicacáo (RBS), que controla
llo del movimiento tradicionalista gaúeho que es "un mo- el 80% del mercado regional, "es un agente movilizador
vimiento urbano que busca recuperar los valores rurales y reforzador de la identidad cultural" en Rio Grande do
del pasado". Frente al crecimiento vertiginoso de Porto Sul. La televisión es parte de un conjunto de medíaciones
Alegre, la llegada masiva de la industria cultural esta- institucionales, como el Estado, la escuela, la familia y
dounidense y el centralismo del Estado Novo, un grupo organizaciones de la sociedad civil. Asi, la música, las
de jóvenes que nacieron en el interior del Estado crea en historias y los discursos gaúehos entran a la televisión
1948 el primer Centro de Tradiciones Gaúdli1S,ÍcrC;) y mientras la gente reorganiza prácticas sedimentada~
se apega al campo y al pasado como aquello que es se- para sentarse a ver la pantalla chica: si en la estancia los
guro y claro. El segundo CTC;, sorpresivamente, se crea peones se reunían al anochecer para tomar mate y contar
pocos meses después en un área de colonización ale- historias, en las ciudades la gente se reúne con el ehima-
mana. En una región con las más variadas influencias rrao a ver los cuentos electrónicos (lacks, 1999:254).
culturales, la hegemonia de la cultura gaúeha se extien- La RBS lanza slogans publicitarios como "RBS TV, aquí Río
de mucho más allá del área de pecuaria latifundista pa- Grande se ve" o, en el ciento cincuenta aniversario de la
ra alcanzar áreas de minufundio y población alemana Revolución Farroupilha, "Vamos a construir el Rio Gran-
e italiana en la que nunca hubo ganado. Los centros se de de 105 Farroupilhas" ,La publicidad y gran parte de la
multiplican, se realizan encuentros y congresos y el programación se encuentra marcada por la simbología
tradicionalismo comienza a obtener reconocimientos, gauchesca (lacks, 1998:94-103). Algunos programas
legislación e instituciones del Estado que promueven el ligados al Tradicionalismo son el concurso de "La prenda

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lbS
ALEJANDRO GRiMSON luterculturalidad y comunicación

más bella de Rio Grande do Sul" y "Galpón Criollo". dimensiones muy significativas" (Oliven, 1998) es una
También los diarios y las radios incorporan columnas parte decisiva de un proceso de invención de identidades.
permanentes sobre "Regionalismo", suplementos espe-
ciales sobre las fechas regionales y programas musica- productos televisivos transculturales
les y culturales. De ese modo se desarrolla un amplio y polisemia
mercado de bienes culturales y simbólicos de productos Hemos dado suficientes argumentos acerca de que
"gaúchos" que, además, abarca editoriales, discos (unos las sociedades complejas (paradigmáticamente, los Es-
dos millones por año), restaurantes típicos con shows tados nacionales) difícilmente sean reductibles o iden-
musicales y de danzas, vestimenta, entre otros (Oliven, tificables con una cultura. Por lo tanto, los discursos
1998:11). mediáticos -sean globales o nacionales- siempre se
De ese modo, en el marco de la construcción de un inscriben en un panorama intercultural. Y ese panorama
movimiento de reivindicación regional ambos campos no es modificado mecánicamente por los medios. Los
intraculturales (el directo y el mediatizado) cumplen medios pueden ser parte de un proceso de transforma-
un papel clave. En la medida en que la defensa de lo ción en el que cumplen un papel otras Instituciones
que se concibe como la "cultura" y la "identidad" del que actúan en el plano de la comunicación cara a cara:
Estado se hace en contraste con los modelos que se por ejemplo, la dinámica nacionalizadora argentina de
pretenden nacionales, debe trabajarse no sólo en esce- las primeras décadas del siglo en la cual la escuela tu-
narios intraculturales, sino también (comparativamen- vo un papel decisivo. Los medios coadyuvan a fabricar
te) interculturales. Para evitar cualquier interpretación imaginarios de consumo, pero eso sólo es posible en el
esencialista, conviene insistir en que la definición de marco de ciertos procesos sociales más amplios que
qué es "ínter" e "intracultural" depende de la situación apunten en esa dirección,
especifica y de la autopercepción de los actores. Una Lasinvestigaciones sobre medios han mostrado, hace
identidad provinciaVestadual puede aparecer como fuer- ya mucho tiempo, que su poder es más limitado de lo
temente contrastante dentro de un país en ciertos marcos que suele suponerse y que su capacidad de direccio-
y convertirse en irrelevante en otras situaciones, especial- nar agendas, valores o acciones se inscribe en proce-
mente (pero no sólo) fuera del pais. La distinción entre sos sociales más amplios (véanse Wolf, 1987; Morley,
"ínter" e "intra" continúa siendo importante en la medi- 1996). Entre esos procesas diversos se encuentra la
da en que ciertos productos ingresan en sistemas de interculturalidad. Todo producto que 'pretenda ser
circulación (medios, festivales, etc.) regionales o naciona- masivo se someterá a un conjunto de interpretacio-
les y los actores distinguen claramente un marco de otro. nes posibles. Aunque exista la pretensión de crear
La existencia de un dispositivo ritual y mediático articula- una "cultura global", esa posibilidad no depende de una
do con "un mercado de bienes materiales y simbólico de decisión de los productores mediátícos y, más de una

liD 111
ALEJANDRO GRIMSON Interculturalidad y comunicación

vez, pueden encontrarse con lo que Mattelart ha lla- Por otra parte, una misma imagen puede producir
mado la "revancha de las culturas" (I993). diferentes interpretaciones en función de posiciona-
Aquí señalaremos algunos ejemplos sobre la diver- mientos políticos. En el contexto de las movilizaciones
sidad de interpretaciones que surgen de un mismo texto, de la Plaza de Tiananmen una imagen recorrió el mundo:
procurando mostrar cómo los contextos políticos, los un hombre solitario parado frente a una línea de tanques
valores morales o la definición de culturas regionales que se mueven a lo largo de una avenida. Esa imagen
influyen de modo decisivo en los sentidos que un ¡''TUpO fue celebrada en Occidente como "representación defini-
de personas le adjudica a una imagen, una noticia, un tiva de valentía y desafio -la personificación de la resis-
personaje, una trama narrativa. tencia a la represión política y milítar-" (Lull, 1993:91).
Esa misma imagen, sin embargo, se exhibió en programas
Culturas del desciframiento y desciframientos propagandísticos de la televisión china, pero con un mar-
de la "cultura global" co interpretativo opuesto: "Si los soldados no hubieran
sido prudentes, ¿cómo podria este hombre, aclamado
En contextos polítícos que implican un rígido con-
como un héroe en algunos medios occidentales, haber
trol de los medios masivos de comunicación -ligados a
fanfarroneado ante esos tanques!". Es decir, aquello que
la censura estatal y la autocensura-, los lectores y espec-
simbolizaba la valentía frente a la violencia estatal, evi-
tadores interesados en la información política maximizan
denciaba la supuesta "moderación" del ejército en otro
capacidades de lectura "entre líneas". Así, para la Argen-
contexto. Las imágenes emitidas de manifestaciones
tina, Landi analizó "las gramáticas de desciframiento
populares en las que se arrojan piedras y se incendian
que se ponen en juego en la lectura de la información
vehiculos pueden ser interpretadas tanto como actos
política", específicamente "la lectura bajo los períodos po-
de irresponsabilidad o como acciones heroicas, más
líticos autoritarios y las lecturas sectoriales de la palabra
allá de que el narrador busque direccionar la interpre-
pública en el marco de la crisis política" (Landi, 1987).
tación de acuerdo con lo primero. Como dice Lull, "la
Es interesante considerar cómo en el contexto político
manera en que los televidentes llegan a interpretar
chino,' con fuerte control estatal de la televisión, "el me-
mensajes como éstos depende significativamente de las
dio se ha convertido también en agente central de la resis-
condiciones económicas y políticas que afectan sus
tencia popular" (Lull, 1992:76). Aunque una televisión
mundos" (ídem:92). Es decir, que las estructuras de
gubernamental presenta "un punto de vista monolítico
significación de la información política se imbrican
dominante" hay estrategias que abren el abanico de signi-
con relaciones de clase, procesos macrosociales y posi-
ficados. Así, "los televidentes de noticias con frecuencia
cionamientos políticos. Cuando los medios oficiales
prestan más atención a las escenas de calles en ciudades
tergiversan constantemente la información política, los
extranjeras, que a los mensajes políticos que acompañan
televidentes pueden hacerse "expertos en imaginar la
las imágenes" (90).

112 113
ALEJANDRO GR1MSON luterculturalidad y comunicación

verdadera situación" Udem:93). En ese sentido, en cier- marroquí y miembros del kibbutz) y de un grupo esta-
tos contextos sectores subalternos pueden desarrollar dounidense de Los Ángeles. Katz y Liebes (1992) mos-
una "cultura del desciframiento" como parte de una traron que, aunque todos los grupos entendieron la
"cultura popular" que se define relacionalmente por historia de un modo reconocible para los otros grupos
oposición a la "cultura oficial" o hegemónica en un y para los productores, hubo diferencias en cuanto a
sentido gramsciano. la importancia atribuida a sus distintos aspectos. Mien-
tras unos hacían hincapié en las relaciones familiares,
Una cuestión diferente se refiere a cómo es interpre- otros lo hacían en las relaciones de negocios, del mis-
tado un texto televisivo por diferentes grupos y personas. mo modo que, mientras unos veían como principal la
Cuestiones de género, clase, generación, intervienen de competencia entre los varones, para otros las mujeres
modo decisivo, tanto en los modos de uso como en las ocupaban el lugar central. Asi, por ejemplo, los proble-
lecturas realizadas (véase Morley; 1996). Aquí interesa mas que vivía un personaje y los motivos de esos in-
resaltar que la mayor parte de los programas de la te- convenientes fueron interpretados de modo diferente
levisión están destinados y son mirados por personas y por cada grupo: los árabes y marroquíes los adjudica-
grupos diferentes. Así, surgen los "enlatados", programas ban a la rivalidad entre hermanos, el mayorazgo y otras
generalmente estadounidenses que son exportados a los normas de herencia; los rusos creían que la causa era el
distintos continentes. ¿Produce esto un efecto unifor- capitalismo despiadado en el que mujeres y niños se com-
mizante? No caben dudas de que existen políticas de pran y venden; algunos miembros del kibbutz plantearon
homogeneización (expresadas, por ejemplo, en declara- que los problemas se debían al hecho de que muchas
ciones de un gerente de Mcüonalds en Rusia: "Vamos a personas vivían bajo un mismo techo.
macdonalizarlos")". Sin embargo, no debe perderse de Un problema recurrente de algunas investigaciones
vista que el éxito de programas globales muchas veces sobre audiencias de programas globales es considerar
se debe, antes que a la existencia de una comunidad la nacíonalidad como gran variable de las interpreta-
hermenéutica global, a la polisemia. Es el caso de Dallas. ciones o lecturas. Es importante tener en cuenta que
El estudio de los mensajes y significados que captan los los medios nacionales también se encuentran sujetos a
espectadores extranjeros en estos programas de ficción una variedad de interpretaciones ligadas a la diversi-
se realizó a través del análisis de cuatro comunidades dad interna de cada formación nacional. Así, aunque
habitantes de la zona de Jerusalén (árabes, inmigrantes los medios nacionales tienden a plantear un marco de
judíos recientes de la ex Unión Soviética,judíos de origen información, ficción y entretenimiento, esa programa-
ción no es homogéneamente interpretada en todo el
país. Esto no sólo ocurre con las noticias (por ejemplo,
12 Para una temprana crítica ala mitología de la globaltzacíón, cómo son reinterpretadasnoticias locales aparecidas en
véase Ferguson, 1992.

114 115
Iruercuhuralidad y comunicación
ALEJANDRO GRIMSON

(y muchos sectores de la sociedad nacional) representan


medios nacionales, así como noticias nacionales apareci-
al gailcho. jacks no postula una teoría general, sino que
das en cadenas globales como la CNN), sino también con
enfatiza la relevancia local de la variable "cultura regional"
las telenovelas.
en un contexto de fuerte institucionalización ídentítaria
Nilda jacks ha analizado los modos en que la "cul-
que puede implicar la conformación de "audiencias más
tura gailcha" interviene como mediación simbólica de
preparadas para la 'negociación' con los contenidos na-
la recepción de una telenovela brasileña. Es sabido que
cionales y transnacionales" (ídem:256).
el análisis de una telenovela permite "tomar el pulso,
desde un producto concreto, a las relaciones entre cultu-
ra, comunicación y sociedad" (Martin Barbero, 1987:48). Publicidad
La telenovela brasileña, en particular, "consiguió temati- La publicidad constituye un discurso que busca per-
zar, en varias escalas, los problemas y transformaciones suadir a su destinatario a que realice una acción, especial-
de la sociedad" (Jacks, 1999: 176). Aunque muchas ve- mente comprar un producto. La retórica argumentativa
ces se supone que los medios nacionales "unilormizan" debe ser relativamente sofisticada e innovadora para
la cultura, jacks analiza una telenovela (Pedra $Oh", I"'dra) alcanzar su objetivo. Paradójicamente, cuanto más se
que se localiza en el interior de Bahía con personajes aleja un mensaje del prototipo "compre x'' para ahondar
de varias regiones de Brasil. Incluso, los autores y pro- en el plano de lo imaginario, más riesgo corre de ser
ductores mostraron una multiplicidad de acentos y ex- "mal" interpretado. "Mal interpretado", desde el punto
presiones regionales, a pesar del predominio nordestino. de vista del publicista y de la empresa, significa que el
Esa variedad de acentos, que una consulta de los pro- mensaje es ineficaz o incluso contraproducente. En rigor,
ductores había establecido que seria muy bien recibida no se trata de Un error del público, sino del diseñador
por el público, fue -según los diarios y el propio estudio del mensaje. Esos errores de codificación dan cuenta de
de Jacks- criticada por las audiencia que no recono- marcos de significación distintos en los dos polos del
cían su propio modo de hablar. En cualquier caso, los proceso comunicativo. Para los creativos publicitarios es
productores construyeron un microcosmos donde "vivía fundamental que el mensaje se construya con elementos
todo el país" y abordaron diversas cuestiones sociales. lingüísticos, visuales, sonoros Y otros que pertenezcan
jacks muestra a través de múltiples ejemplos cómo "la co- a un código común con la audiencia potencial.
munidad de referencia tiene un peso decisivo en la Una empresa de productos lácteos desarrolla una
interpretación" (idem:245). Por ejemplo, cuando los estrategia para ligar su producto a la naturaleza y para
entrevistados señalan que el único personaje gaúcho de ello construye un paisaje campestre en el que se destacan
la telenovela "no representa en nada al gailcho" y reali- el verde, las vacas y bellas cascadas de agua. Las ventas
zan críticas vehementes que dan cuenta del rechazo comienzan a caer a partir de la publicidad y los publi-
que les produce el modo en que los medios nacionales cistas recurren a estudios de audiencia. Los estudios de

117
116
ALEJANDRO GRIMSQN lnterculturalidad y comunicación

audiencia de este tipo, generalmente, utilizan la técnica Los errores de codificación en la publicidad son re-
de "grupos focales" o "grupos de discusión" a partir de lativamente comunes, sobre todo cuando no existen,
diferentes criterios. Esos grupos permiten profundizar estudios de los códigos locales. Por ejemplo, una publi-
en los niveles de significado otorgados u otorgables a cidad de bicicletas produjo una fuerte caida de las ventas
un cierto mensaje. En e! caso de la empresa de lácteos en Zimbawe. El aviso gráfico muestra a un hombre que
no fue muy difícil identificar la fuente del problema: una corre en una bicicleta delante de un león. Los creativos
parte importante del público identificó las cascadas de buscaban que el público interpretara: con la bicicleta
agua del paisaje con la posibilidad de que la leche es- de esta marca irás más rápido que un león. En otros
tuviera aguada. paises, de hecho, publicidades de automóviles apelan
Si estos malentendidos son posibles dentro de una permanentemente a la comparación con los felinos.
sociedad e incluso dentro de un mismo grupo cultural, Sin embargo, la audiencia africana interpretó el men-
no es difícil imaginar lo que sucede cuando una em- saje de otro modo: si subes a una bicicleta serás per-
presa extranjera pretende imponer un producto en un seguido por un león. El significado de! león (y de la
país que desconoce en términos culturales. De hecho, bicicleta) no parece ser el mismo en Zimbawe y en Eu-
el proceso llamado "globalización" no tiene un correlato ropa (Burke, 1996).
automático en la publicidad. En La internacional publici- En e! marco de procesos de regionalización, como
taria, Armand Mattelart (1989) plantea que la necesidad la Unión Europea o e! Mercosur, las facilidades para e!
de mercados globales ha originado productos, marcas y comercio entre los paises pueden potenciar la publici-
corporaciones globales. Esto ha provocado, en un princi- dad de productos de empresas los paises miembros.
pio, una estrategia comunicativa global acompañada por Esto plantea para los publicistas un desafío doble: las
una creciente globalización de los medios. Pero las diferencias existen no sólo en las pautas de consumo y
campañas homogéneas han chocado con la diversidad los usos, sino también en la estética publicitaria. Sle-
cultural que se traduce, por ejemplo, en los diversos menson (1996) analizó las dificultades y desafíos que
usos de un mismo producto. Distintas empresas, co- e! Mercosur plantea para el desarrollo de publicidades
mo Coca-Cola, combinan campañas internacionales conjuntas en Argentina y Brasil. Por una parte, los pro-
con politicas publicitarias locales. Lo local y lo glo- pios publicistas argentinos señalaban características
bal se complementan en las políticas publicitarias. específicas de estilos de avisos audiovisuales en ambos
Por eso, aunque "se ha creado una cultura común de países, colocando elementos retóricos "racionales" en la
la publicidad y del consumo por medio de las tv co- Argentina y "emotivos" en e! Brasil. Aunque estos pro-
merciales" (ídem:84), dice Mattelart, en "las políticas cesos cambian en muy poco tiempo, el ejemplo es vá-
de marca de las firmas, todo dista mucho de ser homo- lido para e! momento de la investigación y a titulo
géneo" (idem:8l). ilustrativo. La primera, más conservadora y formalizada,

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ALEJANDRO GRIMSON
Interculturalidad y comunicación

contrastarla con e! vértigo, e! punch y el swing con que se encuentran crecientemente en situaciones ele intercul-
se califica a la publicidad del segundo que ataca y apela turalidad. Supuestamente, los empresarios pretenden
a los sentidos y sentimientos de modo más directo. Tam- realizar inversiones con el menor riesgo posible para
biéri hay grandes diferencias en las pautas de consumo. obtener ganancias. En tanto acciones instrumentales,
Para tomar Sólo la alimentación hay múltiples contrastes: cabría esperar que todos los empresarios en circuns-
en un país el arroz es cotidiano, el otro es más quese- tancias similares optarían por medios parecidos para
ro; en uno la carne más común es e! pollo, en la otra, alcanzar un objetivo determinado. Sin embargo, cuando
la vacuna. Mientras en la Argentina la moda light ordena dos grupos de empresarios de paises diferentes encaran
gran parte dé la publicidad sobre alimentos y gaseosas, un proyecto común, puede potenciarse "una auténtica
en Brasil-al menos en aquel momento-la preocupación frontera, en que la convivencia de identidades (el ob-
por lo diet era menor y"sin azúcar" puede entenderse co- jetivo es la ganancia) y de diferencias (hay más de una
mo algo mediocre, sin swing. manera de entender y conducir estrategias para obtener;
En términos de los campos analtticos de! cuadro pro- la)" puede producir "un campo permanente de prácticas
puesto en la página 96, aparecen dos problemas de los y lenguajes en competencia, o sea, pretendidamente
textos mediáticos (informativos, Iiccionales y publici- inconmensurables" (Ruben, 1996: 12).
tarios). Por un lado, todo texto diseñado para una cir- Un proyecto de negocios que trasciende. fronteras
culación "intracultural" puede, eventualmente, entrar culturales exige comprender los códigos verbales, no
en circuitos ínterculturales. Por otro lado, el conocimien- verbales y presupuestos culturales de la contraparte ex-
to de las diversas culturas e interpretaciones que puede tranjera. Se percibe una diferencia tanto con. los proce-
encontrar un texto constituye un desafío significativo sos migratorios en los cuales son los mígrantes quienes
para los productores. En la medida en que los progra- se ven compelidos a aprender (y eventualmente los
mas y las publicidades pretenden expandirse a nuevas empresarios nativos que contratan a esos mígrantes),
zonas, las dificultades se incrementan y plantean la ne- así como con las fronteras, en las que son los sectores
cesidad de estudios de audiencias potenciales o reales. que concentran e! contacto quienes desarrollan códigos
La pretensión de los productores no consiste en lograr compartidos. En e! caso de los empresarios que desean
una misma interpretación del texto, sino diversas inter- aventurarse en sociedades diferentes, las dos partes tienen
pretaciones positivas o convenientes. interés en entenderse, dado que hay un proyecto, en co-
mún. Mientras en algunos casos puede haber contlictos
Empresarios de intereses detrás de problemas comunicacionales y
culturales, en muchos proyectos compartidos -situacio-
Los estudios sobre empresas y empresarios revelan nes en las que se realiza una sociedad simétrica-, los
la importancia del sentido común y las rutinas incorpo-
malentendidos derivan principalmente de experiencias
radas en la imaginación y la acción de las personas que

120 121
ALEJANDRO 'GRIM5üN lnterculturalidad y comunicación

históricas y rutinas contrastantes que resultan difíciles cualquier precio tener una espacio privado y lejos de la
de comprender, así 'como de cuestiones como la confian- fábrica" y, para eso, querían conservar la sede central
za, el honor y la dignidad. de la firma en la ciudad (ídem: 18). Argumentaban que de
Ruben (1996) analizó durante cuatro años los en- ese modo el establecimiento mostraria su poder y fací-
cuentros entre empresarios argentinos y brasileños pa- litaría el acceso de los clientes. Para los argentinos, no
ra instalar una empresa en Brasil. Ambos grupos eran habia división de espacios: la fábrica y las oficinas se
internamente heterogéneos y las trayectorias indivi- reunían en el mismo inmueble. Argumentaban que el
duales diferíanentre sí. Sin embargo, algunas de las patrón debia estar cerca de las actividades cotidianas
principales divergencias que surgían en las reuniones de la fábrica, como modo de evitar problemas y tener
de trabajo constituian perspectivas diferentes que eran un mayor control. Además -y aquí cuestiones de na-
parte de "la tradición o de la cultura nacional de cada cionalidad parecen entremezcladas con cuestiones de
uno de los países involucrados" (ídem:15). Ambos grupos clase-, siendo los capitalistas, pretendían economizar.
conocian la rivalidad clásica entre brasileños yargenti- Más allá de que después de discutir durante cuatro
nos e intuían que debían superar esa tradicional des- afias se asumiera la opción argentina, lo importante es
confianza. El problema principal no se encontraba en que los actores en ningún momento fueron conscientes
los estereotipos nacionales, sino en las "representaciones de la representación simbólica del espacio para cada
inconscientes de los conceptos elementales de la vida grupo, y siempre adjudicaron los problemas a los plan-
cotidiana de toda empresa: valor, trabajo, entreteni- teas o estilos de una u otra persona.
miento, tiempo, espacio, trabajo femenino, sindicato, La única alternativa, sostiene Ruben, es que en el pro-
trabajador, gobierno, sociedad". Esos conceptos son ceso de encuentros se constituya una "comunidad de
diferentes "para el conjunto de argentinos, de un lado, argumentación" como resultado de procesos de mutua
y para el conjunto de brasileños, de otro". No hay una comprensión. Sin embargo, la nacionalidad no es la
"personalidad nacional" ni nada de ese tipo, pero sí única variable que dificulta la creación de ese tipo de
existen "caleidoscopios" diferentes que llevan a ambos comunidad. Como señala Ruben, la interculturalídad
grupos a considerar las diferencias como "radicales e abarca también "regiones y religiones, clases y ciudades,
irreversibles" Cldem: 16). familia y educación, género y raza" (ldem:15).
En ese marco, Ruben resalta diferentes nociones de
espacio. Durante cuatro años' se debatió la organiza- Los ejemplos considerados en este capitulo, que po-
ción espacial de la empresa sin llegar a un acuerdo. Los drian ampliarse ad infinitum, dan cuenta de la diversi-
brasileños, en su mayoria antiguos empleados, consi- dad de situaciones y contextos en los que cuestiones
deraban inconcebible "la idea de trabajar en el mismo como cultura, identidad, comprensión y poder se en-
lugar que los obreros y supervisores. Ellos querían a cuentran en el centro de las relaciones humanas. Pen-

122 123
ALEJANDRO GRIMSON

sar en términos de'los cuatro campos analíticos permite REFLEXIONES FINALES


situarse en una primera definición del escenario y el tipo
de comunicación. A partir de ello, los análisis parten de
ciertas preguntas, modos de abordajes y metodologías
especificas. En general, puede percibirse una distinción
entre las situaciones en que los malentendidos superan
las intenciones de comprensión de los interlocutores,
de aquellas en que la incomprensión cultural es la mo-
dalidad especifica que asume un conflicto social y po-
litico más amplio. Por ello, tanto la dimensión de la his-
toria como el carácter personal o grupal de los campos La diversidad aparece a la vez como dificultad y
analíticos (señalados como posibles terceras dimensiones condición de la comunicación. La conjunción de un
del cuadro propuesto inicialmente) cobran una gran nos/otros localizado implica, necesariamente. que esa
relevancia para precisar las características del objeto. configuración de distinciones de olores, sabores, soni-
dos, palabras, se active para producir similitudes y,
fundamentalmente, diferencias. Es más común perci-
bir y comentar que alguien "no pronuncia bien" que
percibir que hablamos el mismo idioma. En nuestra
sociedad, que concibe como "normal" la heterosexua-
lidad, sólo la homosexualidad y rransexualidad mere-
cen comentarios y hasta obsesión discriminatoria de
algunos actores. Porque la similitud es sentido común y,
en las situaciones "comunes", sólo resalta la diferencia.
y cuanto más marcada se presente la diferencia para
los actores, más dificil es que su reconocimiento sea
puramente descriptivo. Más bien, la descripción de la
diferencia puede tender a implicar dimensiones nor-
mativas C'pronuncía mal") que construyan a la vez una
frontera simbólica y ratifiquen a sus enunciadores que
su particularidad es la única vía hacia lo universal. Re-
conocer al otro, a la vez, como diferente y como igual,
como diverso y como actor de un diálogo, es más un

124 125
ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

desafio que una constatación. La historia social de la en identidades distintivas con pretensión de establecer
percepción de alteridades, por el contrario, ofrece ma- jerarquías. Esto sucede cuando, por ejemplo, uno de
yormente ejemplos en los que el reconocimiento de la los participantes en la confusión es el único extranjero
diferencia se articula con la definición de desigualdad frente a un grupo mayor y este grupo elabora la confu-
(el modo en que Cólon define a los primeros indios sión explicando que su proceder "no es normal", "no
que encuentra: como seres sin lenguaje), asi como la es correcto", "esbruto". Esos niveles y otros pueden ser
percepción de igualdad se articula con la definición separados sólo para fines analíticos. En la realidad, evi-
de identidad (el modo en que se relacionaba con los dentemente, se encuentran entrelazados.
indios Las Casas: como cristianos) (véase Todorov, a) En el plano de la vida cotidiana, el contacto in-
1995). terculturalimplíca un sinnúmero de malentendidos en
La diferencia cultural, constitutiva del género hu- los cuales no entran a jugar de manera determinante
mano, provoca la imaginación social. Las personas y relaciones estructurales de poder. En este plano, el et-
los grupos pueden apropiarse y resignificar elementos nocentrismo no trabaja en una dinámica de segrega-
inicialmente percibidos como "ajenos"; pueden retra- ción sino como elemento constitutivo de,una situación
bajarlos desdé otras estructuras de significación; pue- de confusión, en la que participantes que pretenden
den sufrir la imposición y pueden también estereotipar comunicarse se equivocan. En otras palabras, la falta
esos elementos como absolutamente extraños. En cual- de conocimiento de la cultura del interlocutor y la pre-
quiera de estos casos entra en juego la articulación en- suposición de que los padrones culturales propios tie-
tre la producción de diferencias y las relaciones de de- nen o deberían tener proyección universal, lleva a fra-
sigualdad. casos o momentos críticos de interacciones.'
Las relaciones entre grupos sociales y entre culturas Al menos en el primer contacto, hay ciertas cos-
presentan diferentes niveles en los que los signos y el tumbres de cualquier cultura diversa de la nuestra que
poder en juego varían enormemente. Puede pensarse nos provocan cierto escozor. Esa sensación de incomo-
una gradación que dé cuenta de modos en los que in- didad y rechazo, obviamente, varía enormemente se-
terviene crecienternente el poder, desde procesos alea- gún las historias culturales de las personas o los grupos
torios (aunque reiterados) y otros más sedimentados en interacción. Puede suceder que sean sencillamente
históricamente. Es decir, las confusiones de un gesto o ciertos olores o sonidos prevalecientes en un espacio
un beso tienen que ver con el sentido común y el des- dado, que sea el modo en que las personas nos hablan,
conocimiento, pero no dan cuenta necesariamente de nos miran o las cosas que nos proponen. Más allá de
relaciones de poder estructuradas. Esas relaciones apa- cuál sea el motivo de ese rechazo inicial, si éste no tien-
recen no en la confusión, sino por la confusión si los de a revenirse sino a confirmarse, se producirá un pro-
actores elaboran la situación a partir de posicionarse ceso de creciente diferenciación que, lejos de ser natu-

126 127
Interculturalidad y comunicación
ALEJANDRO GRIMSON

ral, está vinculado a los posicionamientos de los acto- e) Cuando se pasa del plano de interacciones entre
res. El rechazo hace que el "extranjero" se aleje de cier- individuos o grupos acotados a un plano en el que in-
tos ámbitos o que rechace ciertas proposiciones y la tervienen las instituciones de esos grupos, se produce
percepción de esa situación puede producir actitudes otro cambio de nivel. Porque ya no se trata sólo de ac-
crecientes de marginalización o separación del grupo tualizaciones y reproducciones de sentidos comunes
mayor. Cuando estas posiciones tienden a sedimentar- asimétricos, sino de políticas de identidad y alteridad.
se pasamos de un nivel de malentendido, de confusión, Estamos en el plano del orientalismo, en el plano de las
a la producción de posiciones relativamente fijas y re- relaciones mterestatales como si fueran jerárquicamen-
lativamente en disputa. te internacionales, las relaciones entre Estados y gru-
En consecuencia, aparece en escena con toda su pos étnicos, etc. La "incomprensión" puede constituirse
fuerza la cuestión del poder, que requiere otro tipo de en política de Estado y las diferencias culturales apare-
análisis. Aunque en la instancia del malentendido hay cen como argumentos instrumentales de proyectos de
circulación de poder como en cualquier relación so- "nación". En este nivel, las relaciones de poder se articu-
cial, es un poder cambiante y sumamente móvil. En lan con cuestiones de derechos y ciudadanía, acceso y
cambio, la sedimentación de esa instancia estructuran- flujos de información, soberanía y auto~omía.
te deviene en poder de las identificaciones y la consti-
tución de una asimetría estructural. Los conflictos socioculturales contemporáneos ·son
b) Entonces, una situación muy diferente aparece parte de disputas de poder y de intereses que se articu-
cuando, en la propia vida cotidiana, encontramos for- lan con sentimientos e imaginarios, productos de rela-
mas específicas de aparición de prejuicios estructura- ciones sociales localizadas constituidas histÓricamente.
dos de un grupo social como si se tratara de un grupo Es decir, aquello que se nos presenta (en la cotidiani-
cultural, moral, intelectual y hasta fisicamente inferior. dad, en los diarios) como producto de situaciones de
Aqui no hay ninguna pretensión de conocer o comuni- incomprensión entre grupos culturales, como situacio-
carse simétricamente con el otro, sino más bien de lo- nes de incomunicación, son muchas veces exactamen-
grar influir en las acciones del otro a partir de modelos te lo contrario. Para que dos contendientes desarrollen
etnocéntricos o sociocéntricos históricamente estruc- una batalla tiene que haber algo en disputa, tiene que
turados. Las interacciones entre migrantes pertenecientes haber un cuerpo de significación compartida, tiene
a grupos desvalorizados y miembros de la sociedad re- que haber intereses contrapuestos sobre algo que im-
ceptora presentan características de este tipo, Aquí, la plícitamente los une. Cuando la incomprensión es ab-
eventual confusión es un elemento subsidiario y refor- soluta -si tal situación fuera imaginable- no se confor-
zador de dispositivos constitutivos de producción de ma un terreno común donde construir el escenario de
segregación. la batalla. Moctezuma no responde a Cortés hasta que

128 129
ALEJANDRO GRIMSON lnterculturalidad y comunicación

significa su acción. Y cuando los aztecas comprenden Brasil? Esos procesos históricos conformaron matrices
los objetivos de Cortés y deciden enfrentarlo, compar- que trabajan actualmente cuando desde el "interior" o
ten mucho más simbólicamente con los españoles que los países vecinos llegan migrantes a la Capital, así como
al principio. Si, como dice Todorov (1995), las socie- cuando se plantean tensiones políticas entre la "nación"
dades que enfrentaron más resueltamente a los españo- y las "provincias". La cuestión es reponer la historicidad
les fueron justamente las más cercanas a la escritura, de esa producción identitaria, su articulación con proce-
fue porque eran quienes mejor comprendian sus accio- sos sociales y políticos, así como analizar los procesos
nes, ya que contaban con herramientas simbólicas más comunicativos que escenifican los contactos intercultu-
parecidas a las de ellos que los otros grupos. O, tam- rales contemporáneos. Más que entender la diferencia
bién, si como mostraba la película Antes de la lluvia, en como incomunicación, se trata de comprender la co-
el curso de la guerra las personas que habían ido a la municación como vivencia subjetivizadora de la dife-
misma escuela dejaban de comprender el idioma que rencia y la igualdad.
hablaban "los otros" es porque es el conflicto mismo
el que produce la diferencia, antes que la diferencia el
conflicto.
Ese contacto de culturas, al provocar la imagina-
ción social, impulsa la invención de tradiciones e iden-
tidades para "nosotros" y para "los otros". La alteridad
resulta entonces, antes que de un reconocimiento de
un "afuera" dado, de una producción activa y estraté-
gica del "otro". Occidente, dice Said (1990), para cons-
truirse a sí mismo, necesitó inventar Oriente, fabricar
un mundo homogéneo y radicalmente contrastante que
le sirviera como espejo. Oriente fue más una imagen
sólida en Occidente que un "dato" cultural de alguna
relevancia en la diversidad asiática. Y lo mismo ocurre
entre los porteños y lo que habitualmente se llama "el in-
terior". ¿Cómo fabricar una identidad de Buenos Aires
sin producir una imagen de atraso económico, cultu-
ral y politico en todo lo que no es el centro industrial y
"modernizador"? ¿Cómo inventar la argentinidad sin
construir un imaginario sobre Paraguay, Bolivia, Chile o

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