Está en la página 1de 2

El vuelo hacia la capitulacion, el último derribaron de la guerra y cómo se

salvaron 25000 personas de una muerte segura.


Martes 8 de mayo de 1945, el ultimo dia de la guerra en Europa amanecia claro
y radiante al alzarce lentamente el sol sobre el baltico central.
Aquella mañana no habia ninguna traza de la neblina que habia estorbado a la
Luftwaffe en sus ataques a Polonia seis largos años antes.

A la palida luz del amanecer, volando hacia el norte a lo largo de las rutas
maritimas costeras y dejando atras la peninsula de Kurland, los tres hombres
que tripulaban el solitario avion sovietico de reconocimiento maritimo se
sentian comfiados, seguros de que tendrian pocas dificultades para localizar en
informar de la pocision de la mayoria sino de todos, de los grandes convoyes
(cada uno compuesto de 60 pequeñas unidades de la Kriegsmarine y barcos de
pasajeros) que se sabia estaban reuniendo frente a las costas de Libau y Windau.
La presencia de estos barcos en aguas tan alejadas de la retaguardia del avance
del ejercito Rojo representaba un ultimo y desesperado intento de evacuar a la
mayor cantidad posible de las decenas de millares de personas, entre militares
y refugiados civiles, que seguian llegando a la a las dos ultimas ciudades
portuarias en manos de los alemanes. Una vez localizados seria los escuadrones
de Bombardeo en picado, submarinos y lanzatorpedos de la Flota roja del
Baltico los encargados de que pocos , si es que alguno lo conseguia, de aquellos
barcos criticamente sobrecargados escaparsen hacia el Oeste para alcanzar la
seguridad de la Bahia de Kiel y otros santuarios similares situados en la costa
de Schleswig-Holstein ahora en poder de los britanicos.

Pero tan concentrada estaban los tres tripulantes del bombardero ruso
examinando la superficie del mar que no percibieron un par de minusculos
puntos negros por estribor sobre el disco del sol naciente.
En cuestion de segundos los cazadores se convirtieron en cazados, ya que a los
pequenos puntos le surgieron alas y al acercarse terminaron materializandose
en la s inconfundibles siluetas del caza aleman de motor radial.
El aparato que iba en cabeza abrio fuego desde la distancia maxima. En lugar
de descender en picado para escapar, el piloto ruso opto simplemente por
aumentar su velocidad y esto seria un error fatal. Una segunda rafaga de
disparos de cañon se incrusto en el motor derecho. Solo entonces se decidio a
buscar la ahora dudosa proteccion del vuelo rasante.
Volando a tres metros sobre las cresta de las olas, y con el obserbador y
ametrallador trasero disparando freneticamente con las ametralladoras
defensivas, el Petlyakov de color verde oscuro inicio un viraje para dirigirse a
tierra firme. Pero el resplandor del sol reflejado en el giro de la helice del unico
motor que le funcionaba traicionó el nuevo rumbo del ruso tan infaliblemente
como lo hubiera hecho una estela de vapor. una pasada mas del Focke-Wulf de
Gerhard Thyben martillando con todas sus armas en picado hizo que se
precipitase al mar. El Pe-2 desaparecio en las aguas en medio de un torbellino
de espuma, llevandose consigo al comandante Grigori Davidenko y al
observador Grashev, ambos heroes de la Union Sovietica, junto con su anonimo
ametrallador.

Los dos cazas FW-190 A-8, pertenecientes al II/JG 54, pusieron de nuevo
rumbo al Oeste hacia Kiel, donde se entregarian a los britanicos. Al derribar al
desafortunado Petlyakov, no solo habia conseguido la ultima de las casi 9500
victorias obtenidas por su Geschwader de procedencia sino tambien una de las
ultimas de la Lutwaffe en la SGM.

También podría gustarte