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jueves, 30 de agosto de 2012

PINTURA RENACENTISTA ITALIANA DEL


QUATTROCENTO: FRA ANGÉLICO

FRA ANGÉLICO (Vicchio nell Mugello cerca de 1400- Roma 1455).

Beato Angélico o Fray Juan de Fiésole. Beatificado por Juan Pablo II en 1984.
Giorgio Vasari dice de él que "nunca levantó el pincel sin decir una oración ni
pintó el crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas", parece que
fue el propio Vasari quien le dio el nombre de “Angélico” aunque al parecer ya
se le denominaba así en 1469 pocos años después de su muerte. El hecho de
ser fraile y artista le dotan de un carácter personal y original que le diferencian
del resto de pintores renacentistas. Es un hombre profundamente religioso y
de elevada espiritualidad y esto quedará reflejado en su obra.

Su carrera se desarrolla en Florencia donde trabaja para franciscanos y


dominicos, así como para los Medici, pero también acude a Roma, donde
trabaja para el Vaticano.

En 1418 entra en el Convento de los Dominicos de Fiésole tomando el nombre


de Giovanni da Fiésole. No se conoce quién pudiera ser su maestro, pero si
que inició su carrera como iluminador de libros religiosos. De ahí paso a
realizar retablos y frescos.

En 1436 se traslada junto con otros frailes al Convento de San Marcos de


Florencia, recién restaurado por Michelozzo, es allí donde realiza sus frescos
más importantes, decorando las paredes de las celdas de todos los frailes.

Los últimos años de su vida los pasa en Roma, donde fallece. Se encuentra
enterrado en la Iglesia de Santa María Sopra Minerva

Sus inicios se enraízan con el Arte Gótico, por ello utiliza el pan de oro y
realiza una pintura lineal preocupada por el dibujo y la iconografía propia del
Gótico. Muestra gusto por las formas curvas, en lo que descubrimos influencia
de la Escuela Sienesa del Treccento, y concretamente de Simone Martini.

Pero inicia el Renacimiento en la Pintura al dar gran peso a la ambientación y


a un modelo de paisaje naturalista. La anatomía estudiada a través de los
ropajes y el volumen cobra importancia, así como el estudio de la perspectiva
lineal.

Las composiciones son cerradas, en ocasiones parecen inscritas en formas


circulares u ovoides. Las ambientaciones muestran una arquitectura
plenamente renacentista.

Tiene un carácter optimista y busca la belleza y la armonía sobre todo, a penas


realiza obras de temática trágica y cuando lo hace trata de llenarlos de un halo
de paz.

Sus figuras son estilizadas, buscando la belleza y la suavidad de formas. Son


en conjunto elegantes y ligeras.

Utiliza un color limpio y brillante, con tonos pastel como el rosa y el azul,
destacando el tono lapislázuli, pero sigue usando profusamente el pan de oro.
Con ellos acentúa la espiritualidad y la expresividad en los rostros.

Pinta al fresco y también sobre tabla, usando pastel o témpera.


Influye sobre el resto de pintores renacentistas, pero su principal influencia es
sobre Fra Filippo Lippi, Lorenzo Mónaco y Benozzo Gozzoli.

“Virgen con el Niño” (Témpera y pan de oro sobre tabla, ?, Kunstmuseum,


Berna, Suiza)

“Madonna de la Humildad” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1418, El


Hermitage, San Petersburgo, Rusia). Se trata de una de las primeras obras del
artista, muy influenciada por Lorenzo Mónaco, siguiendo un estilo plenamente
gótico. La Virgen muestra su humildad al estar sentada directamente sobre el
suelo en lugar de estar entronizada.
“Madonna de la Humildad” (Témpera sobre tabla, 1419, Museo Nazionale di
San Matteo, Pisa, Italia). De nuevo repite el tema muy apreciado en la época
por encargo de la familia florentina de los Giugni, lo que nos indica que el
pintor empezaba a ser muy considerado entre la sociedad florentina. Se trata
de un panel perteneciente a un retablo mayor que fue desmembrado.
“Crucifixión con la Virgen, María Magdalena, San Juan Evangelista”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1419-1420, Colección particular). Se
puede apreciar la influencia de Lorenzo Mónaco sobre Fray Angélico en la
manera en que realiza la anatomía de Cristo al tiempo que da movimiento al
paño de pureza, pero añade de su propia maestría al jugar con la postura de
los dolientes mediante los que busca la perspectiva.
“Crucifixión” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1420,s, Metropolitan
Museum, Nueva York, EEUU). Atribuido a Masolino hasta hace poco tiempo,
hoy se considera unánime la autoría de un joven Fray Angélico de esta
crucifixión. Debió formar parte de un tríptico o un díptico.
“Adoración de los Magos” (Témpera sobre tabla, 1423-1424, Abegg-Stiftung,
Berna, Suiza). Muestra la maestría de Fray Angélico para focalizar la mirada
del espectador en lo importante de lo representado, dejando los detalles en
segundo plano.

“Retablo de Santo Domingo” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1423-24,


Convento de Santo Domingo, Fiésole). Se trata de la primera obra importante
realizada por el artista. Representa a la Virgen y el Niño junto con santo Tomás
de Aquino -el más grande estudioso de la Orden-, San Bernabé, -patrón de
Barnaba degli Agli, benefactor del convento, a quién se dedicó la iglesia,-
Santo Domingo -fundador de la Orden- y San Pedro Mártir -primer mártir de la
Orden y su predicador más elocuente-. Originalmente se trataba de un tríptico,
pero fue remodelado por Lorenzo di Credi convirtiéndose en una sola tabla en
1501.

La imagen de la Virgen con el niño se sitúa en el centro, rodeada por ocho


ángeles que enmarcan el trono. Su vestido cae de forma ondulada con un
suave estudio de los pliegues, utiliza para él un tono azul que caracteriza el
manto de gloria. El Niño, desnudo, está en movimiento para tomar las flores
que su madre lleva en la mano. Los nimbos de santidad están realizados en
pan de oro y marcados con un ligero relieve.
Las cinco tablas de la predela se encuentran ahora en la National Gallery de
Londres. Muestran los coros de ángeles y santos adorando a Cristo. La
bandera que porta Cristo es la bandera de San Jorge.

Otras tablas de santos, hoy sueltas se relacionan con el retablo original:

“San Nicolás de Bari” (Colección particular), casi con seguridad era parte del
retablo de San Lorenzo antes de su reforma.
“San Miguel” (Colección Particular) casi con seguridad era parte del retablo de
San Lorenzo antes de su reforma.
“San Marcos” (Musée Condé, Chantilly, Francia) casi con seguridad era parte
del retablo de San Lorenzo antes de su reforma.

“San Mateo” (Musée Condé, Chantilly, Francia) casi con seguridad era parte
del retablo de San Lorenzo antes de su reforma.
“San Juan Crisóstomo” (Metropolitan Museum of Art, Nueva York), se cree
que también formaba parte del Retablo de San Lorenzo.

“La Anunciación y la Adoración de los Magos” (Témpera sobre tabla, 1424,


Museo de San Marcos, Florencia). Realizado aún con trazas góticas con
sobreutilización del pan de oro. Muestra las dos escenas superpuestas que
destacan por el colorido de las vestiduras.

“San Jerónimo Penitente” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1424,


University Art Museum, Princeton, EEUU). Los escudos de armas de los
donantes, Zanobi di de Agnolo Gaddi, descendiente de los pintores Agnolo y
Taddeo Gaddi y de su esposa, Maddalena Niccolò Ridolfi, están pintados en
las esquinas inferiores del panel. Se trata de una pintura sencilla, destinada a
la devoción privada, que destaca la figura del santo en actitud mística y que
forma el eje central.
“La Madonna de la Estrella” (Témpera sobre tabla, 1424, Museo de San
Marcos, Florencia). Llamada así porque la Virgen luce una estrella sobre su
cabeza. Aparece abrazando a su hijo cariñosamente. En la parte superior la
imagen de Cristo hombre entre dos ángeles se inclina hacia su Madre a la que
corona.
“La Madonna de las uvas” (Témpera sobre tabla, 1425, Barbara Piasecka
Johnson Foundation, Princeton, EEUU). Se inspira en la “Maddona con el Niño
y Santa Ana” de Masaccio y Masolino.
“Retablo de San Pedro Mártir” (Témpera sobre tabla, 1427-1428, Museo de
San Marcos, Florencia). Muestra en la parte superior escenas de la vida de
San Pedro Mártir y en el Centro la Virgen con el Niño rodeada por santo
Domingo, San Juan Bautista, san Pedro Mártir y Santo Tomás de Aquino. De
nuevo Cristo hombre corona la escena junto con dos ángeles.

La predela de este retablo se encuentra en la Courtauld Gallery de Londres


separada de la tabla principal y muestra en el centro la representación de
Cristo muerto flanqueado por medallones que contienen las figuras de un
santo y cinco santas. El retablo debió concebirse para un convento femenino,
ya que las figuras de las cinco santas mujeres servirían de inspiración a las
monjas que oraran de rodillas frente a él.

“Retablo de los Franciscanos” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1429,


Museo de San Marcos, Florencia). Muestra una Virgen entronizada junto a San
Jerónimo, San Juan Bautista, San Francisco y San Onofre. Encargado por la
Fraternidad Penitencial Franciscana en 1429 para el convento de la Santa
Croce de Florencia, hoy es parte de la colección de la orden Dominica a la que
pertenecía el pintor.

La predela fue también separada en cinco tablas y se encuentra en diferentes


museos: En el Museo Lindenau de Altengurg (http://www.lindenau-
museum.de/), Alemania se encuentra la representación de la “Prueba de
fuego” de san Francisco.
En la Pinacoteca Vaticana se encuentra “San Francisco recibiendo los
estigmas”, con una decoración de los fondos aún muy gótica y acartonada.

En el Staatliche Museen, de Berlín se encuentran las tres tablas restantes: “El


encuentro de San Francisco con Santo Domingo”,
la “Aparición de san Francisco en Arles”, destaca por el estudio de la luz y la
perspectiva.

y “Lamentación por la muerte de san Francisco”.

“Tabernáculo relicario” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1430, Isabella


Stewart Gardner Museum, Boston, EEUU). Se trata de uno de los cuatro
relicarios realizados para la Iglesia de Santa María Novella de Florencia por el
artista, los otros tres se encuentran en el Museo de San Marcos en Florencia.
Muestra dos escenas de la Virgen María, en la parte inferior el tránsito de la
Virgen, en cuyo centro se encuentra Cristo con la imagen de su madre niña en
los brazos. En la parte superior la Asunción de la Virgen mientras que
Jesucristo acude a recibirla en la parte más alta de la tabla.

“La Virgen entronizada con doce ángeles” (Témpera sobre tabla, 1430,
Staedel Museum, Frankfurt, Alemania), Nos muestra la maestría conseguida
por Fray Angélico a la hora de estudiar los espacios y la luz. Este estudio del
espacio lo consigue mediante la colocación del trono sobre una estructura
escalonada y cubierta por un baldaquino que permite el juego de luces y
sombras. El tipo de arco que utiliza es aún gótico al igual que la profusa
utilización de pan de oro en el fondo que impide el estudio de la perspectiva,
pero el conjunto muestra ya algo más que un paso hacia el Renacimiento.
“La Anunciación” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1430-1432, Museo del
Prado, Madrid) Este retablo se encontraba originalmente en la Iglesia de Santo
Domingo de Fiesole, fue vendido y llevado a España en 1611. La pintura
principal es la Anunciación que repite el diseño que también realiza Fra
Angelico en la Anunciación de Cortona y en otro que se encuentra en la
escalera de los dormitorios del Convento de San Marcos en Florencia. Las
cinco representaciones de la predela representan la historia de la Virgen. La
obra ya muestra aspectos renacentistas en la utilización del marco
arquitectónico y el estudio de la perspectiva, pero aún muestra la herencia
medieval en la utilización del pan de oro. El suelo de la estancia porticada imita
el mármol, y las bóvedas de crucería que lo cubren están pintadas de azul
lapislázuli del mismo tono que el manto de la Virgen. Las figuras de María y el
Arcángel Gabriel parecen estar enmarcadas en un círculo, que muestran el
gusto de Fra Angélico por las composiciones y formas curvas. El conjunto es
un claro ejemplo del gusto por el dibujo que caracteriza al autor, que en
ocasiones utiliza la línea de contorno tal y como se hacía en el arte Gótico. El
detallismo se muestra en los nimbos dorados y decorados, en las cintas que
decoran las vestimentas, en la decoración de candelieri en la parte alta del
pórtico,... La perspectiva la estudia en el pórtico y en la puerta abierta al fondo
que deja ver un banco en diagonal, jugando con luces y sombras. El Arcángel
San Gabriel muestra unas alas como las alas de las rapaces. Una columna del
pórtico separa las figuras del Ángel y de María.
A la izquierda de la escena principal un paisaje de exuberante vegetación
muestra la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. El simbolismo es evidente:
María es la nueva Eva que con su “si” hace posible la venida del Mesías que
salvará al hombre de la condenación por el pecado que acompaña al hombre
desde el pecado original cometido por Adán y Eva. La realización de la
ambientación vegetal se atribuye a un discípulo que aún mantiene una técnica
arcaica, propia del siglo XIV.
El detalle de la predela muestra los desposorios de María y José con una
ambientación que nos recuerda a la fachada de Santa María Novella. En
la predela aparecen también la visitación, la adoración de los magos, la
presentación de Jesús en el Templo y la muerte de la Virgen. No hay seguridad
de que la predela fuera realizada por Fra Angélico, hay expertos que opinan
que la realizó un discípulo.

“La Anunciación” (Témpera sobre tabla, 1430s, Santa Maria delle Grazie,
San Giovanni Valdarno). La autoría de esta obra estuvo en debate durante
largo tiempo, pero tras su restauración quedó claro que se trata de una obra de
Fray Angélico. La predela muestra cinco imágenes de la vida de la Virgen: Los
desposorios de la Virgen, la Visitación, la Adoración de los Magos, la
Presentación en el Templo y la Dormición.
“El Arcángel san Gabriel en la Anunciación”, “La Virgen de la
Anunciación” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1431-1433, Institute of Arts,
Detroit, EEUU). Junto con la tabla que representa a la Virgen María en el
mismo momento forma un conjunto. Es evidente que ambas tablas fueron
cortadas de una estructura mayor. http://www.dia.org/

“El Juicio Final” (Témpera sobre tabla, 1431, Museo de San Marcos,
Florencia). Realizada para la Iglesia de Santa María degli Angeli en Florencia,
para estar situada a la derecha del coro. El conocimiento de teología, arte y
literatura permitieron a Fra Angélico realizar esta obra con la temática del
Juicio Final de forma muy completa. Así encontramos alusiones a los Profetas
del Antiguo Testamento que ya hablaron del tema, a San Mateo que nos narra
el episodio del Juicio Final en boca del mismo Jesucristo, del Apocalípsis de
San Juan y de la obra de Dante Alghieri “La Divina Comedia”. En esta
monumental pintura aparecen más de 270 personajes, individualizados y
cargados de expresividad, y nos muestran a un pintor que es capaz de realizar
las obras más sencillas y simples y las más monumentales y profundas. Nos
muestra en ella su dominio del espacio y de la narrativa. Es probable que la
mayoría de las figuras de la muchedumbre de salvos y condenados fueran
realizadas pos sus colaboradores en el taller.

Elevado en el cielo azul profundo y rodeado por anillos concéntricos de


querubines y Ángeles, Cristo se sienta en un trono de nubes para juzgar al
mundo enmarcado por la almendra mística o mandorla de tradición románica.
Está flanqueado por las figuras intercesoras de Juan Bautista y la Virgen. A
cada lado de Cristo aparecen sentados en filas santos y profetas, que se
identifican por sus atributos distintivos, cada expresión es diferente y destacan
por el colorido de sus mantos. Estas figuras parecen suspendidas en el aire.
Así como en la parte inferior del cuadro hay una intención de dar profundidad a
las escenas, en la parte inferior la disposición semicircular de las figuras
alrededor de Cristo hacen que éste sea el fondo y centro de la escena.

En la parte inferior, el eje central lo forma una larga fila de tumbas abiertas que
conducen al lejano horizonte, y que divide el valle en dos. A la izquierda de la
imagen que se corresponde con la derecha de Cristo, los salvos se arrodillan
en adoración, sus rostros radiantes se elevan al cielo, mientras un grupo de
ángeles danzan en círculo en un ambiente idílico que simboliza el Paraíso.
Rayos de luz de oro atraviesan las puertas abiertas de la ciudad de Dios e
iluminan los vestidos blancos de dos ángeles.

A la izquierda los condenados que son conducidos por demonios a la boca del
infierno que se encuentra en el interior de una montaña. Los tormentos que les
esperan son representados dentro de círculos llameantes, donde los
condenados desnudos sufren por sus transgresiones. Los demonios son
representados en ocasiones como serpientes.
“Frescos de piso superior del Convento de San Marcos, Florencia”
(Fresco, 1432-1450), se trata de un conjunto de frescos realizados en cada
celda para acompañar la meditación y oración de los monjes. Por ello los
realiza con sobriedad, destacando las figuras centrales y con gran
espiritualidad. También realizó pinturas en las zonas comunes, pero estas
estaban llenas de colorido y muestran las escenas evangélicas más alegres.
Celda 1: “Noli me tangere”, representa a Cristo resucitado portando
la palma del martirio que se aparece a María Magdalena junto a la
tumba, y le pide que no le toque ya que aún no ha ascendido al
Padre. La escena se ambienta en un paisaje luminoso, plagado de
árboles y flores.

Celda 2: “El entierro de Cristo”, Las santas mujeres ungen y


envuelven el cuerpo del Señor bajo la atenta mirada de san Juan y
de santo Domingo.
Celda 3: “La Anunciación”, para algunos se trata de una obra
realizada por sus colaboradores, no por el maestro directamente,
dada la sobriedad de la representación. Aparece san Pedro Mártir en
el extremo izquierdo.

Celda 5: “La Natividad”, la Virgen y san José contemplan al niño


Jesús que se encuentra sobre el suelo del establo, junto a ellos san
Pedro Mártir y Santa Catalina de Alejandría. Probablemente fuera
realizada por los ayudantes de Fray Angélico.

Celda 6: “La Transfiguración”, destaca la figura central de Cristo


dentro de la almendra mística o mandorla, con los brazos abiertos
prefigurando la Cruz y un porte poderoso que nos hace pensar en la
resurrección. Se eleva sobre una roca a cuyos pies se encuentran
san Pedro, Santiago y san Juan, en diferentes actitudes, de
adoración mística y de asombro. A cada lado de la figura central de
Cristo en la parte superior Moisés y Elías. Y en el centro a cada lado
de Cristo la Virgen María y santo Domingo.
Celda 7: “La Flagelación”, junto con la Transfiguración muestran el
deseo del pintor de acompañar la oración de los monjes mediante la
representación de las escenas de la forma más sencilla y expresiva
posible. Para ello carga la escena de simbolismo, de modo que no
representa la flagelación como tal, sino que sitúa la imponente figura
de Cristo vestido con una luminosa túnica blanca y coronado de
espinas en el centro, sentado y rodeado de los objetos de su martirio
que parecen pintados sobre un lienzo detrás de la figura del Señor:
las manos que colocan la corona, las que le abofetean, el soldado
que le escupe, la mano que porta el flagelo. Cristo aparece con los
ojos vendados, portando un cetro de madera símbolo de la cruz y el
orbe que simboliza el Universo en su mano izquierda. Esta pintura la
realizó junto con su pupilo Benozzo Gozzoli.
Celda 8: “La Resurrección de Cristo y las mujeres en la tumba”,
Cristo en la parte central superior de la escena aparece dentro de la
almendra mística o mandorla, al estilo medieval, en la esquina
izquierda santo Domingo en oración, mientras que la Magdalena
contempla el sepulcro vacío acompañada por un ángel. La
representación de las tres mujeres de la derecha fue realizada por
Benozzo Gozzoli.
Celda 9: “La Coronación de la Virgen”, se trata de una de las
representaciones más repetidas por Fray Angélico. La escena, en el
centro y rodeada por una orla de luz muestra a Cristo coronando a
su madre mientras que Santo Tomás, San Benito, Santo Domingo,
San Francisco, San Pedro Mártir y San Marcos acompañan la
escena en la parte inferior, pero a pesar de su actitud de
recogimiento y adoración, no parecen contemplar la escena
directamente. Probablemente fuera uno de los primeros frescos que
realizó en el convento.

Celda 10: “La Presentación de Jesús en el Templo”, Aparecen en la


escena la Sagrada Familia (María, José y el niño Jesús) junto con
Simeon, tal y como narra san Lucas en su Evangelio. La escena la
completan San Pedro Mártir y la Beata Villana de Botti que fue
terciaria dominica.
Celda 17: “Crucifixión”, se trata de una de las escenas cumbres del
Evangelio. A los pies de Jesús se encuentra santo Domingo en
oración. A partir de esta celda la mayoría de las representaciones
fueron realizadas por Benozzo Gozzoli y otros colaboradores de Fray
Angélico. En este caso que nos ocupa se trata ya de una obra del
colaborador del pintor.
Celda 20: “Crucifixión con santo Domingo flagelándose”, obra de
Gozzoli que realizó la pintura en tan solo dos días al igual que en el
caso de la celda 17.
Celda 25: “Crucifixión con la Virgen, María Magdalena y Santo
Domingo”, no parece realizada por Fray Angélico sino por sus
colaboradores.
Celda 31: “Cristo en el limbo”, se trata de una de las celdas
destinadas a los hermanos legos, y a diferencia de las dedicadas a
frailes y novicios, las escenas muestran diferentes narraciones del
Evangelio de san Mateo. Destacan por una ambientación más
profusa, indicada para religiosos menos contemplativos y más
activos. Representa el descenso de Jesús a los infiernos, la puerta
aparece tirada sobre el cuerpo de un demonio, mientras que Cristo
recoge a las almas para llevarlas al cielo, así vemos a Abraham,
Adán y Eva, Moisés, etc.

Celda 35: “Institución de la Eucaristía”, realizado por uno de los


colaboradores del pintor. Se trata de otra de las celdas para los
legos, y destaca por estar ambientada en el refectorio del convento.
La institución eucarística era una de las principales celebraciones
para los dominicos.
Celda 36: “Cristo clavado en la Cruz”, también situada en una de las
7 celdas destinadas a los hermanos legos. Mientras que las
imágenes de Cristo en la cruz situadas en las celdas de los frailes
son más místicas, para los legos se eligen escenas más visuales,
que introduzcan a la meditación de la Pasión del Señor.

Celda 37: “Cristo crucificado entre los ladrones”, aparece la Virgen


junto con otra doliente y Santo Domingo y Santo Tomás de Aquino.
Parece que se trataba de la celda destinada a las reuniones de
capítulo de los hermanos legos con el prior. De nuevo se aprecian
las manos de los colaboradores del pintor.
Celda 38: “Crucifixión con la Virgen María, San Cosme, san Juan
Evangelista y san Pedro Mártir”, ocupa la celda final del corredor
destinado a los hermanos legos, lo que hace pensar que por su gran
tamaño era ocupada por un personaje importante, se trataba de
Cosme de Médici que era patrono de la comunidad dominica. Se
trata de una celda doble, ya que une la celda 38 con la 39 mediante
una pequeña escalera. Está más profusamente decorada que el
resto, ya que junto a la puerta de la celda 38 Fray Angélico pintó una
crucifixión elevada sobre un suelo de lapislázuli.
Celda 39: “Adoración de los Magos y Cristo varón de Dolores”, forma
parte de la celda doble de Cósimo de Medici, por el estilo
apreciamos la mano de Benozzo Gozzoli.

Corredores:

“La Anunciación” Fresco situado en el corredor norte de las celdas del


convento de san Marcos. Realizado por el maestro, es uno de los frescos que
se hicieron en último lugar, probablemente en 1450. Tiene mucho en común
con la representación del retablo de Cortona. El pórtico que cobija a la Virgen
permite al pintor hacer un estudio detallado de la perspectiva lineal, abriendo
una puerta en el fondo que hace de punto de fuga. Las alas del ángel con gran
colorido son una herencia del gótico. El conjunto muestra gran luminosidad,
incluso bajo el pórtico que debería permanecer en sombra. Bajo la pintura se
puede leer: “Salve, Mater pietatis et totius triclinium Trinitatis nobile Maria!”,
imagen de la devoción de Fray Angélico por la Madre de Dios.

“Crucifixión y santos” ocupa el muro entero de la sala de capítulos del


Convento de San Marcos. Los Santos representados son, de izquierda a
derecha: san Cosme y san Damián, san Lorenzo, san Marcos el Evangelista,
san Juan Bautista, la Virgen y las piadosas mujeres; a la derecha de la
Crucifixión arrodillados: santo Domingo, san Jerónimo, san Francisco, san
Bernardo, san Juan Gualberto y san Pedro Mártir, de pie san Zenobio (o quizás
san Ambrosio), san Agustín, san Benito, san Romualdo y santo Tomás de
Aquino. Rodean el conjunto las representaciones de profetas y sibilas, y sobre
la cruz el pelícano que simboliza la salvación. Bajo la pintura, haciendo
de predela, las representaciones de los principales santos dominicos.

“Santo Domingo adorando la Cruz”, situado en uno de los corredores muestra


al santo a los pies de la cruz, algunos estudiosos opinan que se trata de un
autorretrato de Fray Angélico, pero no está documentado. El enmarque del
fresco es posterior.
“Sacra Conversación” o “La Madonna de las Sombras”, situado en otro de los
corredores del Convento de San Marcos en Florencia, se trata de uno de los
temas más repetidos por Fray Angélico. Es uno de las últimas obras del beato,
y muestra una profundidad espiritual acentuada por el hieratismo de las
figuras. Ya se muestra como un auténtico maestro de la luz y el color, jugando
con las sombras consigue dar profundidad y volumen al conjunto. Es la
conjunción del misticismo del artista con su maestría ya plenamente
renacentista. Los libros abiertos de los santos muestran el deseo de Santo
Domingo para su orden: “Tened caridad, conservad la humildad, poseed el
deseo de la pobreza voluntaria. Apelo a la maldición divina para que sea
minada la introducción de posesiones en esta orden”.
“La Virgen y el niño” (Témpera sobre tabla, 1433, Staatliche Museen, Berlín,
Alemania). Destaca la imagen de la Virgen y el niño sobre las dos figuras
laterales de Santo Domingo y san Pedo Mártir.

“Cristo Crucificado” (Fresco, 1433-1434, Sala Capitular, Santo Domingo,


Fiesole). Para mejorar su realismo conmovedor, el artista escorza la cabeza de
Cristo y así como el torso mirado desde la perspectiva de un adorador de
rodillas. El cuerpo esbelto e idealizado es anatómicamente detallista y está
bien modelado. Las inscripciones - en hebreo, griego y latín - en el titulus de la
Cruz identifican a Cristo como Jesús de Nazaret, rey de los judíos.
“Retablo de los Linaioli” (Témpera sobre tabla, 1433, Museo de San Marcos,
Florencia) Se trata de un encargo del Arte de Linaiuoli, el gremio de fabricantes
de ropa, realizado para la Residencia del gremio en la Piazza Sant Andrea de
Florencia. El marco de mármol, de 520 cm de alto y 270 cm de ancho, fue
diseñado por Ghiberti y ejecutado por tres artesanos en su taller.
La tabla principal muestra a la Virgen y el Niño entronizados con San Juan
Bautista y San Marcos en las hojas laterales. En esta ocasión no vemos la
composición circular propia de las obras de Fra Angélico, las figuras forman el
eje central y el marco son dos grandes cortinajes dorados y los ángeles los
sitúa decorando el marco de arco de medio punto cantando y tocando
instrumentos. El niño aparece de pie sobre sus rodillas con gesto de bendición,
al modo de las representaciones bizantinas. Fra Angélico se muestra como
maestro a la hora de realizar el estudio de los ropajes, con los pliegues bien
diseñados y jugando con el claro-oscuro que dan a las figuras un carácter
tridimensional.
La imagen de San Juan Bautista se corresponde en el reverso con la de San
Marcos, y se encuentra en la hoja izquierda del tríptico.
San Juan Evangelista se encuentra en la hoja derecha del tríptico y se
corresponde con el reverso que representa a san Pedro. Tanto esta como la
figura del Bautista se consideran obras maestras de la pintura renacentista y
ejercieron poderosa influencia en artistas posteriores.
Los reversos de las hojas representan las figuras esculturales de San Marcos y
San Pedro, sobre fondo oscuro que no intenta estudiar perspectiva, pero si
dota las figuras de carácter tridimensional por el estudio de sus ropajes. San
Marcos aparece con su símbolo a los pies: el león, y san Pedro con las llaves
del Reino.
Las tres imágenes de la predela son: la predicación de San Pedro en
presencia de san Marcos,

la adoración de los Reyes Magos


y el martirio de San Marcos.

“La Anunciación de Cortona” (Témpera sobre tabla, 1433, Museo Diocesano


de Cortona). Realizado para la Iglesia de Santo Domingo de Cortona, durante
la invasión francesa se trasladó a la Iglesia de Il Gesu y hoy día está en el
Museo Diocesano de Cortona. Consta de una tabla central y siete pequeñas
tablas que forman la predela y que son obra de sus colaboradores, siendo la
imagen central obra del Fraile que realiza la escena de forma casi idéntica a la
Anunciación del Prado, aunque las figuras de Adán y Eva aparecen al fondo y
en pequeñas dimensiones. La figura de Gabriel también muestra alas como las
de las rapaces, pero con mayor colorido que en la obra del Prado.
Como en la mayoría de las representaciones de la Anunciación, se separa las
figuras de la Virgen y el Arcángel por algún medio, en este caso se utiliza una
de las columnas del pórtico. De la boca de Gabriel salen las palabras “El
Espíritu de Dios vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su
sombra”. Sobre María revolotea el Espíritu Santo en forma de paloma. Ella se
inclina ligeramente hacia el Ángel y responde “He aquí la esclava del Señor,
hágase en mí según tu palabra”. Detrás de ellos se abre una puerta que deja
ver una cama cubierta por una cortina. Los nimbos de ambos aparecen
también decorados y realizados con pan de oro. A la izquierda se abre un
pequeño jardín cercado por una empalizada, símbolo de la virginidad de María,
y tras ella la imagen de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, al igual que en
la obra del Prado. En un tondo sobre entre los dos arcos aparece la imagen de
Isaías, el profeta que anunció que el Mesías nacería de una Virgen.
En la predela las imágenes de:

El Nacimiento de la Virgen

Los desposorios de la Virgen

La Visitación de María a Santa Isabel


La Adoración de los Magos

La Presentación de Jesús en el Templo

La Muerte de la Virgen
La Virgen entrega el hábito a Santo Domingo.

“Retablo de Annalena” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1434, Museo de


san Marcos, Florencia). Realizado en origen para el convento de san Vinzenzo
d’Annalena, fundado por Annalena Malatesta, pero su ubicación cambió y en
principio se situó en la capilla de San Cosme y San Damián construida por los
Medici en la Basílica de San Lorenzo de Florencia, hoy día se encuentra en el
Convento de San Marcos de esta ciudad. Se trata de una sacra conversación,
escena muy común en las representaciones de la época, en la que María con
su hijo en brazos departe con varios santos, en este caso con san Pedro
Mártir, san Cosme, san Damián, san Juan Evangelista, san Lorenzo y san
Francisco. Las figuras aparecen superpuestas, parecen figuras aisladas
pegadas en el lienzo sin relación unas con otras. Una franja paralela a las
figuras realizada en pan de oro impide el estudio de la perspectiva, esta franja
aparecía también en el fondo del Retablo de San Marcos, aunque sin uso del
pan de oro. La predela fue realizada por Zanobi Strozzi y muestra escenas de
la vida de san Cosme y san Damián, patronos de la familia Medici.

“La Coronación de la Virgen” (Témpera sobre tabla, 1434-1435 (1450?),


Museo de Louvre, París). Fray Angélico realizó numerosas tablas con este
tema, esta fue realizada para la Iglesia de Santo Domingo de Fiesole, y es una
de las tablas más famosas y de mayor calidad de Fray Angélico. Los colores
vivos y frescos dan luminosidad al conjunto, destacando el uso del azul para el
cielo abandonando el pan de oro. La predela muestra imágenes de la vida del
santo. El punto de vista de la escena es muy bajo, lo que permite central la
mirada en la escena principal de la coronación de María. En la parte más baja
un grupo de santos y santas de rodillas contempla la imagen, cada uno de
ellos lleva un objeto que permite reconocerlos. En el eje central vemos a santa
María Magdalena de rodillas y de espaldas portando el frasco de perfume, a su
lado santa Catalina de Alejandría con la rueda y santa Inés con un cordero. En
el centro izquierda vemos a San Nicolás de Bari con la mitra de obispo y el
báculo, su capa muestra imágenes de la Pasión de Cristo, a su lado San
Francisco y san Antonio.
“Santiago el Mayor liberando al Mago Hermógenes” (Témpera sobre tabla,
1434-1435, Kimbell Art Museum, Fort Worth, EEUU). Se trata de uno de los
cinco paneles que con toda seguridad formaron parte de la pedrella de un
retablo que se ha perdido, así como una de las tablas de la pedrella. El
conjunto muestra escenas de la Virgen, Santiago el Mayor, san Juan Bautista,
santo Domingo y san Francisco. Probablemente la tabla principal mostrara la
figura de estos santos junto a la Virgen María. La Influencia de Masaccio sobre
Fray Angélico en estas pinturas es clara, concretamente de los frescos de la
Capilla Brancacci.
“Zacarías pone nombre a Juan el Bautista” (Témpera sobre tabla, 1434-
1435, Museo de San Marcos, Florencia). Formó parte del conjunto de 5 tablas
que formaban la pedrella de un retablo perdido al igual que la anterior.

“El entierro de la Virgen y la recepción de su alma en el Cielo” (Témpera


sobre tabla, 1434-1435, Museo de Arte de Filadelfia, EEUU). Formó parte del
conjunto de 5 tablas que formaban la pedrella de un retablo perdido al igual
que la anterior.
“El encuentro de San Francisco y Santo Domingo” (Témpera sobre tabla,
1434-1435, Museo de Bellas Artes de San Francisco, EEUU). Formó parte del
conjunto de 5 tablas que formaban la pedrella de un retablo perdido al igual
que la anterior.

“La Coronación de la Virgen” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1434-1435,


Galleria degli Uffizi, Florencia). Otra de las muestras del mismo tema realizada
por Fray Angélico, pero a diferencia de la que se muestra en el Louvre en esta
de Florencia predomina el uso del pan de oro. Fue realizada para la Iglesia de
san Egidio del Hospital de Santa María la Nueva de Florencia. Las imágenes
de Cristo y María aparecen flotando sobre una nube, mientras que a su lado se
sitúan el coro de ángeles músicos y bailarines junto con los santos rodeando la
escena, para lo que utiliza el método de disminuir el tamaño de las figuras para
dar perspectiva ya que no hay ambientación.
La predela de esta tabla se encuentra en el Museo de San Marcos de
Florencia, y muestra “Los desposorios de la Virgen”

y “La Dormición de la Virgen”, en la que aparece en el centro la imagen de


Cristo resucitado portando la figura de su madre niña en los brazos.

“La Virgen y el niño” (Fresco, 1435, Convento de santo Domingo, Fiesole).


Muy deteriorado, ha sido repintado, arrancado del muro original y trasladado a
un soporte en piedra exento.
“La Virgen y el niño con santo Domingo y santo Tomás de Aquino”
(Fresco, 1435, Museo del Hermitage, San Petersburgo). Originalmente se
encontraba en el Convento de santo Domingo en Fiesole, pero al cerrarse el
convento en el s. XIX fue arrancado del muro que cerraba las escaleras de
acceso a las celdas y vendido, hoy se encuentra transferido a lienzo.
“La Virgen y el niño con santo Domingo y santa Catalina de Alejandría”
(Témpera y pan de oro sobre tabla, 1435, Pinacoteca Vaticana).

“La Virgen de la Humildad” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1435-1445,


Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, Pedralbes, España). En este
cuadro, la imagen de María recuerda el ideal de belleza promovido en el arte
gótico internacional, aunque su pose y forma dan una tridimensionalidad y
solidez más cerca al arte de Masaccio. La Virgen se coloca, siguiendo la
iconografía tradicional de la Virgen de la humildad, sobre un cojín en lugar de
un trono. La pintura es notable por su paleta brillante y luminosa, en el que se
combinan armoniosamente rojos, azules y dorados. También destaca la
dulzura y espiritualidad de las caras de las figuras, cuyas poses y gestos son
representados con gran naturalismo.
“San Antonio tentado por una piedra de oro” (Témpera sobre tabla, 1436,
Museo de Bellas Artes de Houston, EEUU). Probablemente sea obra de los
artistas de su taller, más que del propio maestro.

“Lamentación sobre Cristo muerto” (Témpera sobre tabla, 1436-1441,


Museo de San Marcos, Florencia). Realizada para el Oratorio de la
confraternidad Dominicana, cuya fachada fue decorada con escenas de la
pasión de Cristo. Muestra su maestría a la hora de reflejar los profundos
sentimientos de la Virgen, de María Magdalena y otros Santos por la muerte de
Jesús y su preparación para enterrarlo. La parte inferior de la pintura está
dañada.

“Políptico de Cortona” (Témpera sobre tabla, 1437, Museo Diocesano de


Cortona). Es el resultado de la conjunción de tres tablas realizadas en
diferentes épocas y que se instalaron en la Iglesia de Santo Domingo de
Cortona. Sufrió muchos daños en la II Guerra Mundial. Los expertos
consideran que la imagen más antigua es la de la virgen y el Niño, que datan
en 1434, el resto en el año 1437. El conjunto fue restaurado entre 1946-
1950. La parte alta del políptico muestra las representaciones de la
Anunciación y la Crucifixión.

La parte central muestra una Virgen entronizada flanqueada por San Juan
Bautista y san Juan Evangelista a la Izquierda y por San Mateo y Santa María
Magdalena a la derecha.
La predela muestra escenas de la vida de Santo Domingo junto a otras
imágenes de santos y ángeles. A la izquierda con San Pedro mártir, seguido
por las escenas del sueño de Inocencio III en el que Santo Domingo levanta la
Iglesia caída, el encuentro de Santo Domingo y San Francisco y Santo
Domingo recibiendo el libro y el bastón de manos de los apóstoles Pedro y
Pablo.

El centro de la predela continúa con una representación de San Miguel


Arcángel y a continuación escenas de la curación de Napoleone Orsini, la
disputa de Santo Domingo y una representación de San Vicente.

En el lado derecho de la predela vemos la escena de los Ángeles sirviendo la


cena a los frailes, la muerte de Santo Domingo y finalmente una
representación de Santo Tomás de Aquino.

“Retablo de la Santa Trinidad” (Témpera sobre tabla, 1437-1440, Museo de


San Marco, Florencia). Originalmente pensada para la Iglesia de la Trinidad de
Florencia por encargo de Palla Strozzi fue iniciada por el pintor Lorenzo
Monaco, que murió habiendo realizado solamente los pináculos. Cuando Fra
Angélico hereda la realización del trabajo comprobó que estaba diseñado con
un estilo plenamente gótico, pero supo adaptarse y realizar una de las pinturas
más excelentes de su obra. El diseño de los tres pináculos que se
corresponden con tres arcos plenamente góticos halló continuidad en la pintura
mediante la disposición de los personajes en tres grupos. El conjunto está
lleno de emotividad, luminosidad y belleza.

El arco central se corresponde con la altura de la cruz sobre la que se apoyan


dos escaleras por las que suben los hombres que bajan a Cristo de la cruz.
Todo ello lleva al espectador a dirigir sus ojos a la figura central de Cristo que
es bajado delicadamente y cuyo cuerpo tiene forma sinuosa, al gusto de Fra
Angélico. La cruz queda cortada por el arco que la enmarca, pero deja leer una
parte de la leyenda “Este es el Rey de los judíos”. El cuerpo de Cristo muestra
la sangre provocada por la flagelación y por la llaga de su costado. También la
sangre recorre la cruz hacia sus pies regando el Gólgota que está
representado por un pequeño montículo en la base de la cruz. La cabeza de
Cristo está en posición horizontal, con un gesto inexpresivo. Vassari afirma que
una de las figuras que bajan a Cristo de la Cruz es el retrato de Michelozzo,
que en aquellas fechas se encontraba realizando reformas en el convento de
San Marcos. Al fondo aparece la ciudad de Jerusalem representada como una
ciudad de la Toscana. Lo mismo ocurre con el paisaje que rodea la escena.
Los fondos llenos de construcciones y vegetación son un instrumento para el
estudio de la perspectiva. Los arcos laterales enmarcan una torre y un grupo
de árboles respectivamente.

El grupo de mujeres que lamentan la muerte del Salvador se representa con


un dolor contenido, interior, no a la manera de plañideras propia de otros
artistas. La Magdalena toma los pies de Cristo y los besa. La Virgen aparece
silenciosa, con gesto de dolor interior pero gran dignidad, es el centro del
grupo que se dispone a su alrededor en forma circular.
A la derecha de la cruz se muestra el tercer grupo de personajes, con uno de
ellos de rodillas correspondiéndose con la Magdalena al otro lado de la Cruz.
Se ha sugerido que se trata de Alessio degli Strozzi, hijo fallecido del mecenas.
Junto a él cinco hombres que también hacen luto por Cristo muerto, uno de
ellos muestra a los otros los clavos con los que fue crucificado y la corona de
espinas. Rodean la escena central figuras de santos de cuerpo entero y bustos
en forma de medallón.
“Retablo de San Marcos” (Tempera sobre tabla, 1438-1440, Museo de San
Marcos, Florencia). Fue desmontado y desmembrado en el siglo XVII durante
la renovación de la iglesia perteneciente al convento de San Marcos y
dedicada a los dos Santos médicos, Cosme y Damián. Además de la pintura
principal que representa a la Virgen y el Niño entronizados con Ángeles y
Santos, había nueve tablas en la predela, siete en la parte central y dos en los
laterales. Sólo dos de las pinturas de la predela permanecieron en el convento,
todas las demás están ahora en diferentes museos (en Washington, Munich,
Dublín y París). El retablo, uno de los más grandiosos de los del Quattrocento,
fue ejecutado tras la decisión de Cosme de Médici en 1438 de transferir a
Cortona el tríptico que servía de altar mayor de la Iglesia del convento, también
de Fra Angélico y del que también hemos hablado. Representa a la Virgen y el
Niño entronizados en sacra conversazione con un grupo de santos, en la parte
delantera, a san Cosme y san Damian de rodillas, en la segunda fila, desde la
izquierda: San Lorenzo, san Juan Evangelista, san Marcos, santo Domingo,
san Francisco y san Pedro Mártir. Se supone que la figura de San Cosme es el
retrato de Cosme de Médici. En la parte inferior central puede verse una
Crucifixión con fondo dorado.
Ocho imágenes de la predela representan la vida de San Cosme y San
Damián mientras que la tabla central se dedica al entierro de Cristo. En esta
imagen de la National Gallery of Art de Washington, que fue colocada en la
parte lateral izquierda de la predela, se muestran dos episodios consecutivos.
A la izquierda, los dos santos médicos árabes efectuan una cura milagrosa; a
la derecha San Damián, contrariamente a sus votos, acepta un regalo
involuntariamente.

Escena del juicio de los santos que aparece en el lateral izquierdo de


la predela (Alte Pinakothek, Munich).
En esta tabla de la Alte Pinakothek de Munich asistimos a tres escenas
diferentes: la oración de los Santos a Dios, el ataque de los demonios al juez,
el martirio y la salvación de los santos por Ángeles, están representadas a
diferente escala lo que indica diferentes momentos en el tiempo. La
perspectiva es estudiada mediante la utilización de los tonos de color, siendo el
primer plano más nítido y el fondo más brumoso.

La tabla que muestra la condena de San Cosme y San Damián pertenece al


lateral izquierdo de la predela, junto a la tabla central, y se encuentra en la
National Gallery of Ireland, Dublin.
La tabla central de la pedrella que representa el entierro de Cristo se encuentra
en la Alte Pinakothek, Munich. No está conectado a las escenas a ambos
lados de la misma, que muestran la vida de san Cosme y san Damián, aunque
como en ellas la luz va de derecha a izquierda. Esta escena hace referencia
directamente a la crucifixión de la base del retablo que, cuando la predela
estaba in situ, se encontraba inmediatamente por encima de ella. El Cuerpo de
Cristo es sostenido por Nicodemo, y sus manos son agarradas y besadas por
la Virgen y San Juan. Cristo tiene un aire ingrávido parece que se eleva, ya
que las tres figuras no parecen sostenerlo. La sábana en la que le envolverán
se encuentra estirada formando un rectángulo. Detrás se abre la oscura
entrada rectangular de la tumba. La dispersión y la sencillez de la composición,
el espacio firmemente cerrado por las rocas de la tumba y el uso extensivo de
blanco en este panel, son también característicos de los frescos de Fra
Angélico en San Marcos.

La Crucifixión y lapidación de San Cosme y San Damián (Alte Pinakothek,


Munich), en encuentran a la derecha de la imagen central de la predela.
La decapitación de San Cosme y San Damián (Museo de Louvre, París). Esta
imagen es la segunda desde la derecha en la predela. La leyenda de san
Cosme y San Damián, hermanos gemelos que fueron famosos por no cobrar
por sus servicios como médicos, se esboza en los paneles de la predela de
este retablo de San Marcos. Tras varios intentos de matarlos de los cuales
salían vivos milagrosamente, consiguen matarlos mediante la decapitación,
que es la escena que contemplamos. Aparece enmarcada por uno de los
mejores paisajes de Fra Angélico. Ambientada fuera de una ciudad fortificada
semejante a Jerusalén en su disposición, los dos Santos esperan para unirse a
las tres figuras sin cabeza que yacen en el suelo en primer plano. El mayor
énfasis recae sobre quien se arrodilla delante de una fila de cinco cipreses que
corre paralela al plano de imagen. Los árboles simbolizan los cinco mártires a
los que se está ejecutando.

El entierro de San Cosme y san Damián, tabla a la derecha de la predela.


El extremo derecho de la predela representa a Justiniano que duerme mientras
san Cosme y san Damian le sanan sustituyendo su pierna herida por otra
sana. La habitación es espartana pero Fra Angélico juega con ello mediante la
luz para acercar la escena al espectador y subrayar lo importante de la
narración. El contenedor colgado de un clavo en el lado de la cama, el vidrio y
decantador, las zapatillas y el simple taburete de tres patas, todo proporciona
un bodegón cuidadosamente observado. Los focos de luz son múltiples, la
ventana de la izquierda, la puerta de la derecha, otro foco de luz que parte del
espectador hacia el interior de la estancia,...

Otras tablas sueltas formaron parte de este retablo, se trata de varias figuras
de santos que están dispersas en diferentes museos. En esta vemos a San
Jerónimo, que se encuentra en el Lindenau-Museum, Altenburg
(Alemania) junto con las tablas de San Roque y San Bernardo.
La Tabla de san Romualdo pertenece a una colección particular.
La tabla de san Pedro Mártir es parte de la Royal Collection, Hampton Court de
Gran Bretaña.
La tabla de Santo Tomás de Aquino pertenece a la Collezione Vittorio Cini,
Venecia.
“Crucifixión con santo Domingo” (Fresco, 1440-1445, Museo de Louvre,
París). Pintado originalmente para el refectorio del Convento de Santo
Domingo de Fiesole, se inspira en el que ya había pintado en San Marcos de
Florencia.
“San Francisco recibiendo los estigmas” (Témpera sobre madera, 1440,
Museos Vaticanos). Rodeado de un paisaje compuesto por rocas cortantes,
evocando el campo rugoso que rodea la ermita de Verna, San Francisco se
arrodilla en éxtasis ante Cristo que se aparece en forma de ángel. De las
heridas de Cristo salen los rayos que imprimen los estigmas en las manos de
Francisco, en sus pies y su costado. A la derecha, el hermano León sentado
con sus hombros contra las paredes de la capilla, que es despertado por la luz
cegadora de la aparición. Se supone que este panel de origen desconocido fue
parte de una predela.
“Lamento por la muerte de san Francisco” (Témpera sobre madera, 1440s,
Staatliche Museen, Berlín). Este panel formó parte probablemente de
la predela del retablo de Pontassieve. Otras tablas de la predela representando
la vida de San Francisco están en Berlín (la aparición en Arles), en el Vaticano
(recibiendo los estigmas) y en Altenburg (San Francisco ante el sultán).

“Cristo crucificado con la Virgen María, san Juan Evangelista y el


Cardenal Juan de Torquemada” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1440-
1442, Fogg Art Museum, Harvard University, Cambridge, EEUU). Esta pintura
fue originalmente el panel central de un tríptico. Los brazos de la Cruz se
extienden a través del panel, como si pretendiera sujetar su marco. La
extremidad superior del madero toma la forma de un árbol floreciente, una
posible referencia a la leyenda popular de la Vera Cruz que afirmaba que la
madera utilizada para la crucifixión provenía originalmente del árbol de Jesé.
En las ramas del árbol se sienta un pelícano que se hiere para que fluya su
sangre y así alimentar a sus crías, símbolo de Cristo dando su vida para la
redención del mundo. Arrodillado frente a la cruz y con su sombrero
cardenalicio en el suelo, el inquisidor Juan de Torquemada, dominico español
de renombre. El fondo de pan de oro elimina la posibilidad de estudio del
paisaje y la perspectiva.
“San Pedro Mártir” (Fresco, 1441-1442, Convento de San Marcos, Florencia).
Se sitúa en el tímpano de la entrada a la Iglesia del Convento.
“La Adoración de los Magos” (Témpera sobre madera, 1445, Galería
Nacional de Arte de Washington, EEUU). La documentación indica que este
tondo pudo haber pertenecido originalmente a Lorenzo de Médici, gobernador
de Florencia y mecenas de artistas del Renacimiento. La imagen muestra a los
tres magos frente a una espléndida procesión, que simboliza a todas las razas
de la humanidad, que espera para rendir homenaje al Cristo recién nacido. El
pavo real es símbolo de la resurrección. Algunos estudiosos creen que Fra
Angelico pintó a la Virgen y el niño y por lo menos algunas de las figuras en la
parte superior derecha; y su socio y compañero monje Fra Filippo Lippi
completó la obra.
“Tríptico de Perugia” (Témpera sobre madera, 1447, Galleria Nazionale
dell'Umbria, Perugia y Museos Vaticanos). Este retablo fue pintado para la
capilla de San Nicolás en la Iglesia de San Domingo en Perugia. Hasta hace
poco se creía era un encargo de Benedetto Guidalotti (1388-1429), arzobispo
de Recanati. Una nueva investigación, por el contrario indica que fue su
hermana Elisabetta Guidalotti la responsable del proyecto. Muestra la
admiración de ambos hermanos por la orden dominicana, sobre todo por su
empeño en la educación, lo que queda patente en las pequeñas imágenes de
santos portando libros que enmarcan el conjunto. El tríptico fue desmembrado
en el siglo XVIII y actualmente se muestra sin su marco original en la Galleria
Nazionale dell’Umbria en Perugia, excepto dos paneles de la predela que se
encuentran en la Pinacoteca Vaticana. Las tablas conservadas en Perugia
fueron montados en una estructura nueva a principios del siglo XX, insertaron
copias de las dos obras que se encuentran en el Vaticano. Los paneles
laterales representan a la izquierda a Santo Domingo y San Nicolás de Bari, se
echa en falta la monumentalidad escultórica del retablo de Linaiuoli, los
representa aquí de manera más suave y más difusa y no se enmarcan en un
nicho oscuro. Coloca las figuras delante de una larga mesa, cuyo final puede
verse detrás de San Nicolás de Bari, sobre la que ha puesto su Mitra, a sus
pies tres bolsas de monedas que hacen referencia a la historia del santo, que
arrojó tres bosas con monedas por la ventana de una casa permitiendo así a
las tres mujeres que vivían en ella contar con una dote y poderse casar y
evitando que cayeran en la prostitución. Esta historia aparece relatada en
la predela. San Juan Bautista y Santa Catalina de Alejandría aparecen de la
misma manera que san Nicolás y santo Domingo, delante de una larga mesa.
La cruz que porta san Juan está tapada por su nimbo y el extremo inferior se
dirige al espectador pero ni esto ni su mano en escorzo consiguen recrear la
impresión de tridimensionalidad que consiguió en el retablo de Linaiuoli. De su
boca salen las palabras “he aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo” (Juan 1, 29). Santa Catalina tiene menos cualidades escultóricas
todavía. A su lado hay una rueda rota referida a la máquina diabólica en la
quesufrió martirio. Algunos críticos ven en estas dos figuras la mano de los
asistentes en lugar de la mano del maestro.
El panel central representa a la Virgen y el Niño entronizados con cuatro
Ángeles. En comparación con el retablo de Linaiuoli, esta Virgen es menos
monumental y el niño más sinuoso y carnoso. Fra Angelico vuelve a la
distribución circular de los Ángeles para crear un sentido adicional de
profundidad, pero aquí los dos que cerrarían el círculo delante del trono han
sido reemplazados por tres jarrones de flores. El trono de la Virgen tiene
estructura clásica con estructura de arco de triunfo, rematado con un friso de
guirnaldas. El fondo es plano y con proliferación del pan de oro.
Las tres escenas de la predela representan la historia de San Nicolás. La
primera, a la izquierda, muestra el nacimiento del santo, la vocación y la
escena en que arroja las monedas por la ventana de la casa de las tres
muchachas pobres.

A la derecha, la predela muestra la escena del encuentro de San Nicolás con


el enviado del Emperador, el salvamento milagroso del barco, la liberación por
san Nicolás de tres hombres condenados y la muerte del santo.
“Cristo Juez” (Fresco, 1447, Capilla de San Brizio, Duomo, Orvieto). En el
verano de 1447 el pintor se traslada a Orvieto a trabajar en la catedral junto
con otros pintores de la época, más tarde Luca Signorelli terminará la
decoración de la catedral gótica. Fra Angélico se encargó de esta imagen de
Cristo en el Juicio Final que decora la parte superior del altar.

“Profetas” (Fresco, 1447, Capilla de San Brizio, Duomo, Orvieto). Pintados


por el artista rodeando a la imagen de Cristo juez, se trata de aquellos que
profetizaron la llegada del Mesías. Entre ellos podemos ver al rey David
tocando el arpa como autor de los Salmos, y a Moisés portando las tablas de
la alianza escritas en hebreo.
“Capilla Nicolina” (Fresco, 1447-1449, Palacios Pontificios, Ciudad del
Vaticano). Muestra varios frescos distribuidos en las paredes y entre las
originales ventanas de este pequeño oratorio privado del Papa Nicolás V en el
palacio Vaticano. Durante el pontificado de Nicolás V (1447-1455) se realizaron
numerosas obras de embellecimiento de Roma y Fray Angélico recibió el
encargo de realizar las pinturas al fresco de esta estancia situada en la
segunda planta del palacio, para ello contó con la ayuda de sus colaboradores
directos, entre los que destaca Benozzo Gozzoli que probablemente realizó la
decoración de las bóvedas. Las pinturas están dedicadas a san Esteban y san
Lorenzo, mártires que trabajaron como archidiáconos para la Iglesia en los
primeros tiempos.
Todos las representaciones se enmarcan en monumentales ambientes
arquitectónicos clásicos y se distribuyen en tres franjas horizontales, las
pinturas de la franja superior que se enmarcan por los arcos (lunetas) fueron
casi con seguridad realizadas por Benozzo Gozzoli en su mayor parte, de
forma que Fray Angélico se dedicó principalmente a las escenas que aparecen
en la franja intermedia. Los colores utilizados son claros y luminosos y se
utiliza de forma suave el claro-oscuro, lo que permite estudiar el volumen y la
perspectiva, ayudándose por los marcos arquitectónicos que dan profundidad
al conjunto. La lectura de los frescos se inicia en la pared oeste, sigue en la
pared sur y culmina en la pared este. Los frescos de la pared sur fueron
destruidos, pero según Vasari representaban el entierro de Cristo.
Frescos de la pared oeste: Divide la pintura en tres franjas horizontales que se
ven limitadas por dos ventanales de original diseño. La franja inferior recorre
toda la estancia y está decorada con motivos heráldicos sobre fondo rojo, en el
centro del muro que nos ocupa tiene el escudo del Papa Nicolás V, la segunda
franja muestra al papa Sixto II consagrando a san Lorenzo como diácono
rodeados por numerosos miembros de la Iglesia, a cada lado de la pintura se
abre una ventana cuyo marco se decora con motivos florales que enmarcan
retratos de profetas y sibilas. La franja superior o luneta muestra la
consagración de san Esteban de manos de san Pedro, el primer papa y a su
derecha una segunda escena que muestra a Esteban repartiendo alimentos
entre los necesitados. Las vestimentas rojas del santo son un presagio de su
muerte en martirio.
Frescos de la pared norte: La franja superior o luneta muestra a san Esteban
predicando a la izquierda y a la derecha la disputa con el sanedrín que le
condena a muerte. La franja intermedia muestra a san Sixto II encomendando
los bienes de la Iglesia a san Lorenzo y a su derecha el santo reparte
alimentos a los pobres. La franja inferior contiene dos puertas de entrada y la
misma decoración heráldica que en los demás muros.
Frescos de la pared este: Muestran el martirio de los dos santos. En la luneta
vemos dos escenas, Esteban conducido al martirio a la izquierda y a su
derecha la lapidación del santo, en esta escena aparece Pablo (Saulo) como
espectador de la lapidación portando las capas de los ejecutores. La franja
intermedia muestra la condena de san Lorenzo por el emperador Valeriano y a
su derecha vemos el martirio de san Lorenzo, que fue quemado sobre una
parrilla. Estas dos escenas del martirio de san Lorenzo están separadas
mediante la colocación de una estructura arquitectónica en la que se abre una
ventana, en su interior vemos a san Lorenzo dialogando con san Hipólito, jefe
de la cárcel, que se convirtió por mediación del santo.
En la cubierta abovedada de la estancia se pintaron las imágenes de los cuatro
evangelistas: Mateo (hombre), Marcos (león), Lucas (toro) y Juan (águila), que
flotan sobre nubes, fueron probablemente realizados por Benozzo Gozzoli.
“Retablo del convento de Bosco ai Frati” (Témpera y pan de oro sobre
tabla, 1450, Museo de san Marcos, Florencia). Realizado en origen para el
convento franciscano de Bosco ai Frati en Mugello, fue un encargo de Cósimo
de Medici que encaró la reforma de dicho convento. De nuevo vemos el tema
de la sacra conversación, con la Virgen y el niño en el centro y a su lado san
Antonio de Padua, san Luis de Tolouse y san Francisco a la izquierda, y san
Cosme, san Damián y san Pedro Mártir a la derecha. Al igual que en los
ejemplos anteriores, el marco arquitectónico cierra la escena, destacando en el
centro un nicho de gran tamaño que simula un ábside con lo que la imagen de
la Virgen queda resaltada frente al resto. El juego de planos al elevar a la
Virgen sobre el resto mediante un escalón permite estudiar levemente la
perspectiva. En la predela aparece la figura central de Cristo resucitado
rodeado de santos.
“Tríptico del Juicio Final” (Témpera y pan de oro sobre tabla, 1450,
Staatliche Museen, Berlín). Obra tardía, su autoría se encuentra en debate,
para muchos se trata de una obra de Zanubi Strozzi, uno de sus colaboradores
que se dedicaba a la decoración de manuscritos. En origen se trataba de una
sola tabla que fue cortada tardíamente.

“Armario de la Plata” (Témpera sobre tabla, 1451-1452, Museo de San


Marcos, Florencia). Se trata de un armario destinado a contener los objetos
sagrados de plata de la Iglesia Santissima Annunziata de Florencia, la iglesia
de los Servitas renovada en la década de 1420 por Michelozzo. El encargo fue
importante ya que la orden de los Servitas era la única cuyo origen es
florentino, fundada en siglo XIII por San Filippo Benizzi. Fray Angélico concibió
40 tablas de igual tamaño (38,5 x 37 cm) y otra de doble tamaño para decorar
el armario, 6 de ellas se han perdido y de las 35 que quedan 3 se atribuyen al
pintor Baldovinetti, el resto son obra de Fray Angélico. El tema de las pinturas
es la vida de Jesucristo. Tanto en la parte superior como inferior de cada
imagen se añadió posteriormente el texto evangélico correspondiente a cada
escena.

En este panel podemos ver: La Rueda mística, la Anunciación, la Natividad, La


Circuncisión, la Adoración de los Magos, la Presentación en el Templo, la
Huída a Egipto, la Matanza de los Inocentes y Cristo entre los doctores.
En este panel podemos ver: La Resurrección de Lázaro, la Entrada en
Jerusalén, La Última Cena, el Pago a Judas, el Lavatorio de los pies, la
Institución de la Eucaristía, la Oración del Huerto, la Traición de Judas, el
Prendimiento de Jesús, Cristo ante Caifas, la Burla ante Jesús y Jesús en la
Columna.

En el último panel podemos ver: Cristo carga con la Cruz, Jesús despojado de
las vestiduras, la Crucifixión, el Descendimiento, el descenso de Cristo a los
Infiernos, las mujeres piadosas ante la tumba, la Ascensión, Pentecostés, el
Juicio Final, la Coronación de la Virgen y el “Lex Amoris” (Ley del Amor).

http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/cuadros/15284.htm

Isabel Warleta en 15:46


4 comentarios:

Anónimo 15 de septiembre de 2013, 23:18


en correspondencia mis felicitaciones,me gusto muchisimo este trbajo la verdad me ha sido
uitil estaba buscando la figura "la anunciacion" y la de fray angelico es hermosa.
Responder

Elisa 18 de noviembre de 2013, 18:18


Hola Isabel, excelente trabajo, sólo comentarte que la Anunciación del Museo del Prado se
fecha hacia 1425, te dejo el link del museo por si quieres echarle un vistazo.
http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/obra/la-anunciacion/?
no_cache=1
Un saludo
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Emilio Ponce 21 de noviembre de 2015, 2:33


Muchas gracias por poner todas estas pinturas. Me has facilitado inmensamente mis lecturas
de Vasari.
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Emilio Ponce 21 de noviembre de 2015, 2:34


Muchas gracias por subir las pinturas y con tan alta calidad! Me has ayudado inmensamente
con mi lectura de Vasari. Un abrazo
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