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En el inicio de un proyecto de fraternidad sacerdotal fueron convocado tres sacerdotes y

dos seminaristas. Su objetivo era descubrir las raíces de los problemas interno de la
Iglesia, enfocándose en la formación de los candidatos al sacerdocio. Con la finalidad de
formar un plan piloto para dar una luz de esperanza a la misma Iglesia. Los candidatos
elegidos fueron: los sacerdotes Juan, Rodolfo, Nacho y los seminaristas Rodrigo y
P. Nacho: al salir del seminario, los recién ordenados no pueden impartir curso bibicho,
no cuentan con ninguna experiencia en la visita domiciliaria y no saben dialogar con nadie
[…] En la formación de lo seminario se vive una formación filosófico- teológica,
totalmente ajena al mundo cultural actual, un gueto con relación a la misma Iglesia y el
mundo profano. Un verdadero desastre […] ¿Qué hacer con esta situación? El seminario,
el corazón de la Iglesia. Aquí se concentra el ser y el quehacer de la Iglesia. Todo llega
al seminario y todo sale del seminario…
P. Rodolfo: es necesario un cambio radical en la formación que se imparte en los
seminarios una formación que tiene que estar en función de los demás miembros de la
Iglesia (evangelizadores y pastoreo) y de toda la sociedad profana (dialogo cultural)1.
P. Juan el gran descubrimiento del tercer milenio es sobre sacerdotes célibes que viven
en comunidad o sacerdote casado no hay otra. El P. Juan no es el único que va por esta
línea sabemos no falta en la Iglesia persona que va esta línea […] el sacerdote, en lugar
de ser sal, luz y levadura para el pueblo, fácilmente se vuelve uno de los tantos, con la
misma manera de actual y reflexionar sobre lo demás, causando un verdadero escándalo
en la comunidad2.
[…] P. Rodolfo tenemos que luchar para alcanzar una verdadera honestidad intelectual
[…] evitar todo tipo de manipulación. Solo así podemos garantizar una base sacerdotal
sana y feliz.
Hno. Rodrigo: el problema remonta en el aprovecharse de la preparación filosófica
teológica que uno tiene para confundir, humillar y descalificar a los demás. Todo para
beneficio propio, tapar las propias deficiencias y eliminar los posibles opositores […].
P Nacho: de esa actitud de superioridad, soberbia e imposición que existe en mucho
miembro del clero y lo hace tan antipáticos ante el pueblo.
[…] P. Rodolfo: está situación alimenta el fenómeno del anticlericalismo. La palabra de
Dios es muy clara al respecto “Heriré al pastor y se dispersaran las ovejas” (Mc 14,27).
Sin embargo, somos nosotros los Clérigos, que con nuestra actitud autoritaria e impositiva
nos volvemos odiosos para el pueblo en general y también nos volvemos odiosos para el
pueblo y católicos practicantes.

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