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CÓDIGO PENAL
Artículo 34.- Culpabilidad.- Para que una persona sea considerada responsable penalmente
deberá ser imputable y actuar con conocimiento de la antijuridicidad de su conducta.
LA CULPABILIDAD
La culpabilidad es la última categoría dogmática de la teoría del delito, que exige el actuar
delictivo con voluntad y conciencia, solo en este caso, quien ejecuta el acto típico y
antijurídico, será el responsable de él, e incurrirá en la pena señalada para la infracción
resultante.
EJEMPLIFICACION
Tipo penal: asesinato y violación Nombre: Pedro Alonso López Alias: el Monstruo de los
Andes Nacionalidad: colombiana Número de víctimas: 300 mujeres
Como referencia inicial, tomemos dos casos que causaron conmoción y dejaron huella en la
sociedad ecuatoriana; perpetrados por Pedro Alonso López, alias “El Monstruo de los Andes”
y Daniel Camargo Barbosa, alias “La Bestia de los manglares”, ambos asesinos en serie, de
nacionalidad colombiana, el primero juzgado por la violación y muerte de más de 300
mujeres en Ecuador, Perú y Colombia; el segundo juzgado por rapto, violación y muerte de
71 mujeres en Ecuador, quienes coincidentemente fueron recluidos en la misma época en el
Ex Penal García Moreno de Quito, y compartieron celda. (Criminalia, 2016)
“La reclusión mayor, que se cumplirá en los Centros de Rehabilitación Social del Estado, se
divide en:
Modus Operandi:
Pedro Alonso López, conocido como el “monstruo de los andes” viajó por Colombia,
Ecuador y Perú; dejo en su camino más de 300 muertes violentas de niñas pobres y de raza
indígena de entre 8-13 años; su comportamiento anormal surge a raíz de una niñez dura al
ser expulsado de su casa a los 8 años, lo que le provocó un gran odio hacia su madre, fue
víctima de múltiples violaciones siendo niño y adolescente, al ser mayor de edad ingreso a la
cárcel de Colombia donde dos reclusos mayores le sometieron y le violaron; busco venganza
y con un cuchillo les corto el cuello, produciéndole él placer por matar, si antes era un
violador pedófilo, después de eso encontró placer en violar y asesinar.
Daniel Camargo Barbosa, conocido como el “sádico del chanquito” o el “monstruo de los
manglares” en Colombia, donde perpetro 80 violaciones y asesinatos de niñas, dejo en su
camino por Ecuador, 71 muerte violentas. El criminal persuadía a sus víctimas con su
inteligencia, elegía niñas o jóvenes de clase baja que buscaban trabajo; Camargo se
aproximaba, con una biblia en las manos y les explicaba que tenía que entregar un dinero a
un pastor, que tenía una fábrica en las afueras de la ciudad; para que lo acompañaran les
ofrecía dinero para que lo ayuden a llegar a dicho lugar, que él no conocía por ser extranjero,
ofreciéndoles también conseguir un empleo en la fábrica del pastor.
ANÁLISIS
Es evidente que al aplicarse la pena de reclusión mayor extraordinaria (16 años), hace unos
treinta años (aproximadamente), tiempo corto en relación a diferencia normativa y
conocimientos actuales; tales individuos fueron llevados y juzgados ante la Justicia
ecuatoriana como imputables, de lo cual desprendemos que existió una indiscutible e
intencional omisión de los informes psiquiátricos; siendo totalmente ilógico que aquellas
personas que perpetraron crímenes de tal magnitud, estén provistos plenamente de una salud
mental normal. Lo cual demuestra que la legislación penal ecuatoriana no estaba preparada
para situaciones delictivas de tal dimensión, provocando que delincuentes altamente
peligrosos, cumplan una pena, y al ser reinsertados a la sociedad, se conviertan nuevamente
en una amenaza real.
Los siguientes artículos están relacionados al, hacer mención sobre la responsabilidad penal
que llega a disolverse por consecuencia de un trastorno mental, para explicarlo se debe tomar
en cuenta algunos términos.
RESPONSABILIDAD PENAL
Después de estas aclaraciones llegamos al punto de entender que un trastorno mental podrá
desechar la culpa del individuo sin embargo se debe entender en concreto que es un trastorno
mental, las limitaciones de este y de su valoración para eximir de culpa al individuo que
cometiera la acción delictiva en estas circunstancias
EL TRASTORNO MENTAL
Conceptualizar “trastorno mental” resulta complejo, dado que no existe un solo tipo clínico
del mismo, sino múltiples perturbaciones funcionales, con rasgos diversos. Para llegar a una
comprensión adecuada sobre la temática, debemos partir desde la concepción de salud
mental.
De acuerdo con la definición dada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud
mental: “Se define como un estado de bienestar en el cual en individuo es consciente de sus
propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de
forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.” (Salud,
2016)
El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM V), aborda el trastorno
mental, y lo define como: “Síndrome caracterizado por una alteración clínicamente
significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento de un
individuo, que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del desarrollo
que subyacen en su función mental.” (Americana, 2014)
Para el Derecho penal, resulta fundamental conocer la clasificación moderna DSM V; la cual
contiene una amplia diversidad de los tipos clínicos de trastornos mentales, incluyendo
aquellos que anulan y aquellos que disminuyen las capacidades cognoscitiva y volitiva; lo
cual representa que no todo trastorno mental presente en una persona es condición de
inimputabilidad.
No se puede negar los problemas de salud mental existentes en la sociedad, estos afectan
pensamientos, sentimientos, conductas, y el cuerpo mismo de una persona. Los problemas
de salud mental por lo general no son pasajeros, pudiendo ser graves, afectando su vida y
causando incapacidad.
El Código Orgánico Integral Penal, en sus articulados treinta y cinco (35) y treinta y seis
(36), aborda la figura del “trastorno mental” sin conceptualizarlo o definirlo, mucho menos
da una clasificación de sus tipos. Llevándonos al uso del sistema DSM 5, actualmente el más
utilizado mundialmente en el área psicológica y psiquiátrica, este sistema cuenta con veinte
categorías diagnósticas de trastorno mental, vale acotar que el sistema DSM 5, no incluye
directrices de tratamiento.
Criterio Biológico
Esta fórmula se enfoca únicamente en la salud mental del sujeto, desconociendo la causa
patológica o transitoria por la cual el sujeto es inimputable. Señala a cualquier afectado con
alguna enfermedad mental como inimputable, conforme al criterio médico, se limita a señalar
las anomalías psíquicas que exoneran la responsabilidad, sin tomar en cuenta los efectos
psíquicos de aquéllas.
Se la relaciona con la teoría causal, en cuanto a que el sujeto por causas físicas no pudo
comprender su accionar. El ilustre jurista español Luis Jiménez de Asúa, sobre la primera
fórmula asevera que “consiste en enunciar, de la manera más simple, los efectos psicológicos
y jurídicos que pueden producir la enfermedad mental, sin establecer los límites de orden
jurídico ni psicológico.” (Jiménez de Asúa, 1980) (P 340)
Criterio Psicológico
Al respecto, el ilustre Alberto Donna, manifiesta: “Este método psicológico no se fija en los
problemas biológicos, en las causas o en los estados de anormalidad, sino en sus
consecuencias psicológicas.” (Donna, Teoría del delito y de la pena, 1996) (P 216)
Esta fórmula predomina en los actuales códigos; el catedrático Vicente P. Cabello rechaza
las dos primeras formulas y cree que la fórmula mixta es la más completa, ya que no acepta
como causa de inimputabilidad únicamente la enfermedad mental, por lo que hay una “doble
valoración psicológica y espiritual” (Cabello, 2000) (P125)
La fórmula empleada por nuestra Ley penal, es la mixta (biológico-psicológico), que toma
en consideración los aspectos biológico y psicológico, para determinar la
FUNDAMENTOS
Las enfermedades y con mayor razón las psíquicas, no admiten plazos fijos de curación, de
ahí que la medida de seguridad supone tratamientos diversos, la pena uno solo.
EJEMPLIFICACIÓN
Antecedentes
Posteriormente, Alejandro Guainilla (occiso) sale a comprar dichas cosas, dejando caer el
celular, siendo recogido por su esposa, lo manipula y revisa el mismo, observando un mensaje
que le había escrito su marido a su otra persona, momento en que se dirigió a su dormitorio,
y tomó el arma de dotación policial de su esposo y le proporciona siete disparos,
provocándole la muerte, luego llegó la policía y la señora que se encontraba en la terraza,
baja y manifiesta que ella disparó en contra de su marido.
Fundamentación
El doctor Marco Navas, delegado del señor Fiscal General del Estado, haciendo uso de la
contradicción manifiesta: Que el fiscal encargado de esta causa, entregó las suficientes
pruebas de cargo en contra de la sentenciada, para que sea juzgada de la manera que la ley lo
indica, esto es de conformidad con el artículo 452 del Código Penal, en concordancia con el
artículo 450 ibídem.
Resolución
Por las consideraciones expuestas, este Tribunal de la Sala Penal, Penal Militar, Penal
Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia; de conformidad a lo que dispone el
artículo 358 del Código de Procedimiento Penal, por mayoría declara IMPROCEDENTE el
recurso de casación interpuesto por Segundo Alejandro Guaynilla Yugcha, por falta de
fundamentación. Se dispone que una vez ejecutoriada la presente sentencia se devuelva el
proceso al inferior, para la ejecución de la sentencia.
ANÁLISIS
En primera instancia, la procesada Piedad Mercedes Ramírez Cuviña, recibió en sentencia
una pena privativa de libertad de dieciséis años de reclusión extraordinaria, habiéndose
omitido su salud mental afectada al momento del cometimiento del parricidio.
Artículo 37.- Salvo en los delitos de tránsito, la persona que al momento de cometer la
infracción se encuentre bajo los efectos del alcohol o de sustancias estupefacientes,
psicotrópicas o preparados que las contengan, será sancionada conforme con las siguientes
reglas:
1. Si deriva de caso fortuito y priva del conocimiento al autor en el momento en que comete
el acto, no hay responsabilidad.
CASO FORTITUO
El término caso, cuyo origen etimológico se encuentra en el latín casus, hace referencia a un
asunto, un suceso o un hecho. Fortuito, por su parte, es algo que acontece de manera casual,
imprevista o aleatoria.
La idea de caso fortuito, en este marco, se utiliza respecto a aquello que se produce por azar.
Muchas veces la expresión alude a un evento que provoca un daño y cuyo origen no se le
puede atribuir a alguien en particular.
En el ámbito del derecho, un caso fortuito es un suceso que el individuo genera de manera
involuntaria y, por lo tanto, no se espera que cumpla con determinadas obligaciones. Dicho
de otro modo: un caso fortuito se produce cuando un acontecimiento hace que no sea posible
cumplir una obligación, ya que dicho acontecimiento no podía preverse y, por ese motivo,
no podía evitarse.
RESPONSABILIDADES
En este artículo podemos encontrar los diversos grados de responsabilidad, bajo un mismo
tipo penal, con variación de las circunstancias.
EJEMPLIFICACION
Procesado: Matías Daniel Vicente Katz Ofendido: Henry Drinker Riley Unidad Judicial
Penal Cuenca
Antecedentes
Las personas del lugar se percatan que dentro de la casa habían charcos de sangre, llamando
inmediatamente al ECU911, observan que existe un cuerpo sin vida semidesnudo sobre un
charco de sangre con alrededor de 35 puñaladas, persona identificada como Henry Drinker
Riley. El personal policial al ver las manchas de sangre y la sangre que por goteo se
encontraba en la parte frontal de la vivienda, presumen que el ciudadano que huyó del lugar
también pudo estar herido, se montó personal policial en el Hospital del IESS, y en horas del
amanecer del 24 de marzo llega una persona con las mismas características que dieron los
testigos, identificado como Matías Daniel Vicente Katz, siendo detenido por presumírsele
autor del asesinato.
Fundamentación
ANALISIS
En base a las pruebas se declara a Matías Daniel Vicente Katz, autor directo del asesinato del
ciudadano estadounidense Henry Drinker Riley; por lo que se le impone la pena privativa de
libertad de veinte y dos años; como atenuante la persona procesada ha suministrado datos e
información precisa verdadera y verificable con la prueba que se ha presentado, que
promueve la aplicación de una atenuación trascendental de la pena, por lo que se le impone
la pena atenuada de siete años cuatro meses de privación de la libertad, una multa de 800
salarios básicos unificados, y el pago por daños y perjuicio en favor de los familiares de la
víctima de una cantidad de 4248 dólares de los Estados Unidos.
Como podemos observar en la sentencia, la responsable del mal juzgamiento del procesado,
es la Defensoría Pública, al no presentar la pruebe documental anunciada y dejando fuera el
testimonio del perito psiquiatra por no ser anunciado oportunamente; se debería sancionar
fuertemente a este tipo de “profesionales”, que lo único que hacen es perjudicar a una persona
sin recursos, dejándolo prácticamente en indefensión.