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TEMA 2
Son las leyes emanadas directamente del Poder Legislativo (Cortes Generales)
Junto a las Cortes Generales, las diversas Comunidades Autónomas cuentan con
Parlamento que puede dictar leyes para sus respectivos territorios.
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De forma expresa
Para materia concreta
Fijación del plazo para su ejercicio
Los reglamentos son normas jurídicas dictadas por escrito, para la ejecución,
desarrollo o complemento de las leyes preexistentes, por el Gobierno o la
Administración.
No tienen rango de Ley.
1º.- Disposiciones aprobadas por Real Decreto del Presidente del Gobierno o del
Consejo de Ministros.
2º.- Disposiciones aprobadas por Orden Ministerial.
Ningún reglamento podrá vulnerar preceptos de otro de jerarquía superior.
En la costumbre hay:
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La costumbre es una fuente de Derecho de carácter subsidiario.
Las normas consuetudinarias solamente tienen vigencia cuando no haya una ley
aplicable. La existencia de una ley excluye la aplicación de la costumbre
La costumbre es fuente de Derecho porque la Ley así lo determina. Luego es la
propia Ley la que fija las condiciones que la costumbre debe reunir para ser
norma jurídica.
Queda excluida del Iura novit curia. Hay que demostrar su existencia y
vigencia.
No puede ser contraria a la moral o al orden público.
Fueron creados para que los jueces no tuvieran las manos libres a la hora de
fallar por la falta de ley o costumbre que aplicar.
7.- LA JURISPRUDENCIA
7.1.- LA JURISPRUDENCIA COMO FUENTE DEL ORDENAMIENTO
JURÍDICO.
El término jurisprudencia se identifica con los criterios sentados por los Jueces y
Tribunales en su cotidiana tarea de interpretación y aplicación del Derecho objetivo a
los litigios que son sometidos a su conocimiento. Sin incluirla en las fuentes, se le
reconoce la misión de complementar el ordenamiento jurídico.
Los criterios jurisprudenciales no significan una creación libre del Derecho, sino
que han de encontrarse fundamentados en el propio sistema de fuentes legalmente
establecido.
1º.- Antecedentes de Hecho: Consideración de los hechos reales que han dado
lugar al conflicto, así como los actos realizados por ambas partes.
2º.- Fundamentos de Derecho: Razonamiento del Juez o Tribunal al aplicar a los
Hechos la legislación oportuna o los criterios jurisprudenciales oportunos.
3º.- Fallo: Es la parte en la que se establece cual es la solución o resolución de
conformidad con los Antecedentes de Hecho y los Fundamentos de Derecho.
Pues bien, para casar una sentencia por infracción de la jurisprudencia o por
interés casacional, se requiere:
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TEMA 3
Las lagunas de la ley se refieren a los supuestos de hecho que no han sido
contemplados por las normas legales.
Las leyes presentan vacíos normativos y, precisamente por ello, en defecto de la
ley aplicable (directamente o por analogía), el sistema de fuentes prevé la aplicación de
la costumbre y los principios generales del Derecho como mecanismos supletorios.
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Esta forma de emplear la analogía se conoce tradicionalmente con el nombre de
analogía legis, queriéndose con ello indicar que un vacío normativo concreto es
rellenado acudiendo a otra norma concreta y determinada, que da una solución
extensible al supuesto carente de regulación.
Pero también puede ocurrir que ni siquiera se encuentre una norma legal
específica que regule un supuesto tan similar al carente de regulación directa. Cuando
esto ocurre, se puede también emplear la analogía, pero con alguna mayor sofisticación,
dando entrada a los principios generales del Derecho. Entonces se llama analogía iuris.
La diferencia que existe entre la analogía legis y la analogía iuris es que la iuris
es una técnica de aplicación de principios generales del Derecho, que solamente se
aplican en defecto de la ley o costumbre y la legis es una técnica de aplicación de la ley,
que es la fuente del Derecho primaria con carácter general en nuestro Ordenamiento.
Para que una norma determinada pueda ser aplicada analógicamente se precisa
que hay identidad de razón entre el supuesto contemplado por la norma y el supuesto
que se quiere solucionar.
Dándose estas condiciones (ausencia de cobertura normativa concreta e
identidad de razón), debe hacerse uso de la analogía. Pero puede ocurrir que, aun
dándose sus condiciones, el recurso a la analogía se encuentre vedado, como ocurre
expresamente respecto a las normas penales, excepcionales y temporales:
Las leyes penales: La exclusión de la analogía encuentra su fundamento en la
vigencia de los principios de topicidad y legalidad en materia penal, que
imponen que nadie pueda ser sancionado por observar una conducta que la ley
no haya tipificado como delito o falta.
Las normas temporales: Parece claro que si una norma se dicta para que afecte a
los sucesos acaecidos en un periodo concreto de tiempo, pasado este la norma
deja de mantener su vigencia, por lo que no resulta lógicamente aplicable.
Las normas excepcionales: Tales normas se caracterizan por ir en contra, por
suponer excepciones de los criterios generales mantenidos por el Ordenamiento
para la normalidad de los supuestos. Esta contradicción las priva de la fuerza
expansiva que la analogía representa.
También quedan fuera de la analogía las normas prohibitivas, las limitativas de
la capacidad de la persona y limitativas de los derechos subjetivos individuales.
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6.2.- FUNCIÓN COMPLEMENTARIA DE LA JURISPRUDENCIA
6.3.- LA EQUIDAD
Los aplicadores del Derecho deber aplicar las normas que vienen dadas mediante
el sistema de fuentes (ley, costumbre, principio generales del Derecho). Sin embargo, en
ocasiones, cabe que se resuelva un conflicto encomendando al juzgador que resuelva el
asunto de acuerdo con los criterios de justicia que a su entender produzcan la mejor
solución.
Cuando se falla un conflicto sobre esta base o intuición de lo justo y bueno que
pueda tener el aplicador del Derecho, se dice que se está fallando en equidad.
También se habla de equidad con otra finalidad al señalar que “la equidad habrá
de ponderarse en la aplicación de las normas” (art. 3.2 CC). En este caso, se emplea,
no como criterio de integración del Ordenamiento, sino como instrumento en la
aplicación del mismo, sirviendo para adaptar la generalidad y el rigor de las normas
jurídicas a las circunstancias del caso concreto.
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Cuando se habla de los elementos o criterios aptos para la interpretación
normativa se hace referencia a los materiales sobre los que debe el intérprete dirigir su
atención, con el fin de obtener como resultado la clarificación del sentido de la norma
para ser aplicada al caso planteado.
El art. 3.1 CC exige que el intérprete valore también los “antecedentes históricos
y legislativos”.
Los legislativos, porque cuando se trata de una norma de carácter legal, existirán
borradores, proyectos, textos extranjeros que sirvieron de inspiración, actas de la
discusión parlamentaria, etc. Los históricos porque ha de atenderse no sólo a la pequeña
historia de la elaboración de la norma, sino también al momento histórico en que nace y
a la tradición jurídica que la precede.
Debe atenderse también, al interpretar las normas, a “la realidad social del
tiempo en que han de ser aplicadas”. Si una norma nacida en un contexto histórico
determinado se debe aplicar en un momento diferente, puede producir un resultado
indeseable si el cambio de las circunstancias es lo suficientemente sensible.
No basta con saber por qué y para qué se dictó la norma en concreto, sino
también si las nuevas circunstancias reinantes consienten o no que permanezca
invariado el sentido original.
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7.7.- EL RESULTADO DE LA INTERPRETACIÓN: LA
INTERPRETACIÓN TELEOLÓGICA
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(TEMA 3)
1.1.- LA PUBLICACIÓN
Derogar, significa dejar sin efecto, sin vigor una ley preexistente por publicarse una
nueva disposición normativa que contempla o regula los mismos supuestos o materias
que la antigua. La derogación depende de cuanto disponga la nueva ley, que puede:
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La derogación puede tener lugar de dos formas:
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La irretroactividad de las leyes ha estado conectada al principio de seguridad
jurídica: como regla, los actos realizados bajo un determinado régimen normativo no
deben verse enjuiciados con una ley nueva.
La retroactividad resulta de interés general en todas aquellas leyes que traen anejo
un trato más favorable para el ciudadano que la legislación preexistente.
Las reglas de la lógica general no son las mismas que las reglas de la lógica y el
razonamiento jurídicos.
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determinado. En otro caso, bastaría con alegar la ignorancia para que uno quedara a
salvo del deber de cumplir y observar la norma.
Este problema es abordado y resuelto por nuestro sistema jurídico sobre las
siguientes bases: en primer lugar las normas deben ser objeto de publicidad. Esta
publicidad formal implica la teórica posibilidad de que cualquiera pueda tener acceso a
la norma en cuestión. Pero con ello no se resuelve el problema, pues un ciudadano
corriente, enfrentado al BOE tendrá seguramente muchos problemas para averiguar con
exactitud el sentido de una Ley. Por eso, sobre la base de esa publicidad, se establece la
regla de la efectividad del ordenamiento y deber de cumplimiento de las normas, sea
conocido o ignorado su contenido (art. 6.1 del CC: “la ignorancia de las leyes no excusa
de su cumplimiento”).
Por consiguiente, aun sin que exista el deber de conocer las normas y sin que
éstas sean efectivamente conocidas, sí existe el deber general de cumplimiento.
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7.- LA VIOLACIÓN DE LAS NORMAS Y SU SANCIÓN
Las normas jurídicas están dictadas para su acatamiento por parte de las
personas, pero partiendo de la base de que esas personas pueden acomodar su conducta
a la norma, o pueden contravenir el mandato normativo, en el ejercicio de su libertad.
Eso, quiere decir que el sujeto es libre de acatar la norma o desobedecerla, pero
no que las consecuencias de obedecer o desobedecer sean las mismas. Si no se cumplen
las normas, se da pie para la correspondiente reacción del Ordenamiento jurídico, el
cual normalmente prevé la imposición de las oportunas sanciones al infractor.
Las hipótesis imaginables son casi infinitas. Todas ellas, en términos generales,
quedan incluidas en esa previsión de los actos contrarios a las normas.
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ilícito. Quien comete un delito es sancionado privándole de la libertad, o de la
posibilidad de desempeñar determinadas actividades (inhabilitación), o
imponiéndole una multa que se ingresa en las arcas del Estado.
En el Derecho privado también existen penas, ej. emisión de un cheque sin
provisión de fondos suficiente.
Pretenden impedir que el autor del acto ilícito consiga el resultado que pretendía
al cometerlo (Ej. la sanción de nulidad).
El art. 6.3 del CC dispone que “los actos contrarios a las normas imperativas y a
las prohibitivas son nulos de pleno derecho, salvo que en ellas se establezca un efecto
distinto para el caso de contravención (falta menos grave que un delito)”.
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TEMA 4
Ejemplos:
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6.-EL ABUSO DEL DERECHO
La fijación de fronteras definidas entre la buena fe y el abuso del derecho resulta
tarea cuasi hercúlea. Por tanto, limitaremos la exposición a cauces orientativos de cierto
valor didáctico.
Los derechos subjetivos, aparte de sus límites legales, tienen otros de orden
moral, teleológico y social, de modo que incurre en responsabilidad el que traspasa en
realidad los impuestos al mismo por la equidad y la buena fe, con daño para terceros o
para la sociedad.
Art. 7 del Título preliminar del CC: “La Ley no ampara el abuso del derecho o el
ejercicio antisocial del mismo. Todo acto u omisión que por la intención de su autor, por
su objeto o por las circunstancias en que se realice sobrepase manifiestamente los
límites normales del ejercicio de un derecho, con daño para tercero, dará lugar a la
correspondiente indemnización y a la adopción de las medidas judiciales o
administrativas que impidan la persistencia en el abuso”.
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jurídica en que éste se encuentre, según que exista o no una previa relación
jurídica entre el agente del ejercicio abusivo y el tercero.
El valor general del principio estudiado no significa que su utilización pueda ser
indiscriminada. Si se atiende a la jurisprudencia más reciente, llama la atención la gran
cantidad de resoluciones judiciales en las que se descarta la aplicación de la regla ante el
abuso existente en la utilización del recurso al abuso del derecho.
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TEMA 5
Comentario:
2.- LA PRESCRIPCIÓN
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2. Que el titular del derecho en cuestión permanezca inactivo, esto es, sin
ejercitar el derecho que le corresponde.
3. Que transcurra el plazo señalado por la ley para el ejercicio del derecho
sin que se haya llevado a cabo la actuación del mismo.
4. Que, en su caso, producido un acto extemporáneo de pretendido ejercicio
del derecho, el sujeto pasivo alegue la prescripción producida y no haya
renunciado a ella.
El art. 5 excluía del cómputo el día inicial, según dicho precepto el primer día o
día inicial del plazo se tiene por entero (p.e: si cualquier derecho puede ejercitarse a
partir de las 1300 horas del dia 3 de mayo de 1990 y tiene un plazo de prescripción de 3
años, dado que el dia referido debe computarse desde las cero horas, es evidente que el
plazo finaliza a las 00.00 del dia 3 de mayo de 1993. Esto es, el dia final para realizar
cualquier acto de ejercicio en relación con tal derecho es el 2 de mayo de 1993.
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7.- LA CADUCIDAD
Ocurre así, en general, en todos los actos procesales (p.e: quien estime que
alguno de sus derechos fundamentales ha sido vulnerado, perderá su derecho a que el
TC conozca su causa si no presenta el recurso de amparo dentro de los 20 días
siguientes a la notificación de la resolución recaída en el previo proceso judicial).
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TEMA 6
2.- LA PERSONALIDAD
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TEMA 7
Llegar a la mayoría de edad significa, de forma automática (por el mero transcurso del
tiempo e inexistencia de enfermedades o deficiencias que impidan a la persona
gobernarse por sí misma), adquirir la plena capacidad de obrar, o posibilidad de ejercitar
por sí misma los derechos u/y obligaciones pertenecientes a la persona.
Art. 315.1 CC: “la mayor edad empieza a los dieciocho años cumplidos”.
3.- LA EMANCIPACIÓN
Sin embargo, la configuración del tema por parte del CC es diferente, pues
entiende que la primera causa de la emancipación es alcanzar la mayoría de edad (art.
314.1º).
La emancipación puede tener lugar por diferentes causas: por matrimonio, por
concesión de los padres o titulares de la patria potestad, con consentimiento del hijo, por
solicitud del Juez por alguna circunstancia prevista en el CC, por desear salir de la
tutela, y por emancipación tácita o vida independiente del menor. Clases de
emancipación:
La emancipación por concesión judicial. Son los propios menores, siempre que
hayan cumplido los 16 años, quienes se dirigen al Juez solicitando la concesión de la
emancipación, ya estén sometidos a la patria potestad, ya a tutela. En el primer caso el
CC habla de “conceder la emancipación”, mientras que en el segundo utiliza el giro de
“conceder el beneficio de la mayor edad”.
La emancipación por vida independiente. Art. 319: “se reputará para todos los efectos
como emancipado al hijo mayor de 16 años que con el consentimiento de los padres
viviere independientemente de éstos. Los padres podrán revocar este consentimiento”.
La situación de independencia del menor es revocable, frente al resto de clases de
emancipación que tienen naturaleza irrevocable. Se ahí que, en principio, la legislación
del Registro Civil no considere la inscripción de la emancipación por vida
independiente como posible.
Es evidente que esta situación requiere al menos una cierta autonomía económica del
menor.
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si es mayor el otro cónyuge, el consentimiento de los dos; si también es
menor se necesitará, además, el de los padres o tutores de uno y otro)
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TEMA 8
Podrá pedirla cualquier persona que racionalmente estime tener sobre los bienes del
desaparecido algún derecho ejercitable en vida del mismo o dependiente de su muerte,
al tiempo que el Ministerio Fiscal y los familiares quedan obligados a promoverla.
Las personas que pueden promover una declaración de ausencia legal son:
El nombramiento de un representante.
La patria potestad será ejercida exclusivamente por el cónyuge presente.
La separación de bienes, lo que puede solicitar el cónyuge presente en caso de
disponer de un régimen de gananciales.
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3.4.- EL REPRESENTANTE LEGAL DEL AUSENTE
Los representantes legítimos. Según el artículo 184.1, deben ser así considerados:
2. Cualquiera de los hijos mayores de edad, siendo preferidos los que convivan con
el ausente y dentro de ellos el de mayor edad.
El Juez, realmente, más que señalar la cuantía de los productos líquidos, señalará un
determinado porcentaje en concepto de retribución del representante.
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4.- LA DECLARACIÓN DE FALLECIMIENTO
LEY 4/2000: un año como plazo general para los supuestos de violencia contra
la vida; y tres meses en caso de siniestro, en particular en los casos de naufragio,
inmersión en el mar o siniestro de aeronave.
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En caso de que el testamento del declarado fallecido se hubiesen instituidos
legados, quedarán igualmente en suspenso durante un período de 5 años,
exceptuándose los “legados píos”.
El vigente art. 85 del CC, establece que “el matrimonio se disuelve… por la
muerte o la declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges y por el divorcio”. Una
vez declarado el fallecimiento, el cónyuge presente podrá volver a contraer matrimonio
si lo desea.
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TEMA 9
1.- El nacimiento en España del hijo de padres extranjeros si, al menos, uno de
ellos hubiere nacido también en nuestro territorio nacional
2.- “los nacidos en España de padres extranjeros, si ambos carecieren de
nacionalidad o si la legislación de ninguno de ellos atribuye al hijo una
nacionalidad”.
o La finalidad del precepto es clara: evitar los supuestos de apatridia.
3.- Los nacidos en España cuya filiación no resulte determinada: piénsese en el
recién nacido abandonado en el portal de una casa. Ante el desconocimiento de
su línea familiar, el CC opta por atribuirle la nacionalidad española de origen.
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3.1.- LA OPCIÓN
Los plazos, una vez transcurridos, el eventual optante pierde todo derecho a
utilizar dicha vía. Sin embargo, apenas reviste gravedad, pues podrá naturalizarse
mediante el plazo de residencia de un año.
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La residencia continuada y efectiva de cualquier extranjero en nuestro país,
cuando se ve acompañada de la solicitud de otorgamiento de la nacionalidad, se
considera (o se presume) como una verdadera integración del interesado en la
comunidad nacional.
1. Que el mayor de 14 años, y capaz de prestar una declaración por sí, jure o
prometa fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las Leyes.
2. Que la misma persona declare que renuncia a su anterior nacionalidad.
3. Que la adquisición se inscriba en el Registro Civil español.
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En previsión de ello, el vigente art. 14.4 atribuye a cualquiera de los cónyuges la
facultad de optar, en cualquier momento de vigencia real del matrimonio, por la
vecindad civil del otro, permitiendo así una relativa unificación de las reglas civiles
aplicables.
El último párrafo del art. 14.3 permite a los hijos pronunciarse de forma personal
acerca de la vecindad civil que desean ostentar, pues pueden optar tanto por la vecindad
civil correspondiente al lugar de nacimiento, cuanto por la última vecindad de
cualquiera de sus padres, siempre que hayan cumplido 14 años, estén o no emancipados.
Sólo que, en caso de no estar emancipados, habrán de actuar con la asistencia de su
representante legal.
Otro supuesto viene representado por la ejercitada por el extranjero que, por
cualquier causa, adquiera la nacionalidad española.
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Domicilio legal: vendrían determinados por la fijación de un lugar como
domicilio de una persona por cualquier disposición legislativa, con independencia del
lugar de residencia efectiva de la persona en cuestión (ej. domicilio de los diplomáticos
destinados en el extranjero).
Domicilio litigantes: el domicilio del demandante será el que haya hecho constar
en la demanda o petición con que se inicie el proceso, en tanto que el demandado, una
vez comparecido, podrá designar, para sucesivas comunicaciones, un domicilio distinto
(art. 155.2 LEC).
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TEMA 10
EL REGISTRO CIVIL
5.- LAS INSCRIPCIONES REGISTRALES EN PARTICULAR
Realmente los únicos asientos que gozan de un régimen jurídico destacable son las
inscripciones, en cuanto tienen valor probatorio especialmente cualificado.
La mayor parte de las inscripciones del RC, aunque sean obligatorias tienen carácter
declarativo, siendo excepcionales las inscripciones constitutivas. En éstas, la inscripción
en el RC se considera legalmente como un requisito más del acto jurídico que conlleva
una modificación de las circunstancias personales, de forma tal que sin inscripción
dicho acto no produce efectos.
Según establece el art. 2 LRC: “el Registro Civil constituye la prueba de los hechos
inscritos. Sólo en los casos de falta de inscripción o en los que no fuere posible
certificar del asiento, se admitirán otros medios de prueba…”.
De ahí que en los casos en que decae el monopolio probatorio del RC por falta de
inscripción o por impugnación de las inscripciones existentes, la LRC procure la
inmediata restauración de la exactitud de los hechos inscritos:
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de las circunstancias fundamentales de la inscripción correspondiente: existencia y
eficacia del hecho inscrito, sujetos intervinientes y tiempo y lugar en que se produjo.
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TEMA 11
Lo dicho no significa que las asociaciones y las fundaciones dejen de ser personas
jurídico‐privadas en sentido genuino, sino sólo que los fines perseguidos por ellas han
de ser de interés general. En principio, las asociaciones y las fundaciones han de ser
consideradas privadas, en el sentido de que, una vez permitidas legalmente, la iniciativa
de su creación o constitución corresponde, por principio, a los particulares.
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Una vez enunciado el requisito del interés público de las asociaciones, el art. 35 del
CC, reconoce como personas jurídicas a las asociaciones de interés particular,
complicando de forma absoluta el panorama.
Nadie puede ser obligado a pertenecer a una asociación (en contra de lo que
ocurre respecto de las corporaciones), ni a seguir ostentando la cualidad de socio
previamente adquirida.
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La condición de socio se pierde cuando el interesado manifiesta su voluntad en
tal sentido, pues “los asociados tienen derecho a separarse voluntariamente de la
asociación en cualquier tiempo”. Dicha libertad no puede verse limitada en modo
alguno en los estatutos, cuyas previsiones no pueden pasar de establecer un plazo de
preaviso para renunciar a la condición de socio.
6.- EL PROTECTORADO
Junto al Patronato, las disposiciones legales prevén la existencia del
Protectorado, término con el que se indica al Es el Departamento administrativo que
tiene encomendada la vigilancia y control del devenir de la fundación.
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2. La mayoría de los Estatutos de Autonomía de las CCAA atribuyen a éstas
competencia exclusiva sobre las fundaciones que desarrollen principalmente sus
funciones en la correspondiente Comunidad.
3. La Ley 30/1994 y la Ley 50/2002 se limitan a indicar que el Protectorado será
ejercido por la Administración General del Estado, en la forma que
reglamentariamente se determine, respecto de las fundaciones de competencia
estatal.
4. El Reglamento de fundaciones reitera la anterior idea: “el Protectorado es
ejercido por la Administración General del Estado a través de los Departamentos
ministeriales que posean atribuciones vinculadas con los fines fundacionales”.
Tales causas son más teóricas que otra cosa: la “puntilla” de las fundaciones suele
venir representada por la insuficiencia patrimonial la fundación para atender al fin
previsto y, en tales casos, la fundación no se extingue propiamente, sino que se origina
la modificación o fusión de las fundaciones. Es decir, el patrimonio restante se adscribe
aun fin menos ambicioso que el inicialmente previsto; o se procede a acumular o
agregar varios patrimonios fundacionales para seguir cumpliendo la voluntad de los
fundadores, pero adecuada a las nuevas circunstancias temporales.
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TEMA 12
Se denominan cosas fungibles a aquellas que pueden sustituirse por otras en caso
de ser necesario, dado que son entre sí homogéneas o equivalentes y contempladas en
atención a sus características o cualidades genéricas (un libro, el dinero, un coche, cinco
litros de aceite).
Los bienes infungibles son los que no tienen por qué darse en el resto de los
bienes de la categoría atendiendo a características propias de los mismos (un libro
dedicado por su autor para alguien en concreto).
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El dinero es un bien mueble al servicio de las personas. Su importancia no
estriba en su consideración como cosa, sino en ser medio general de cambio y de pago,
así como una unidad de medida del valor atribuido a las cosas en el mercado.
El dinero, como tal, es una cosa material, representada por papel moneda o por
monedas fraccionadas, de naturaleza absolutamente fungible, y por lo tanto sustituible
en las relaciones jurídicas. En casos excepcionales puede considerarse infungible,
cuando por cualquier circunstancia, la numeración y otros signos alcancen valor de
coleccionista (o como prueba en un juicio).
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TEMA 13
EL PATRIMONIO
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4.3.- PATRIMONIOS DE DESTINO
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TEMA 14
EL NEGOCIO JURÍDICO
Son negocios mortis causa aquellos que tienen por objeto regular las relaciones
jurídicas de una persona después de su fallecimiento (el testamento). Son unilaterales y
revocables mientras no se produzca el fallecimiento.
Por contraposición son negocios inter vivos los que regulan las relaciones
jurídicas de una persona (o normalmente, dos o varias), durante su vida (todos los
contratos).
Los negocios atípicos son los que, siendo lícitos y admisibles con carácter
general, como derivación de la autonomía privada, carecen de una regulación
institucional, por no haber sido contemplados expresamente por el legislador (uniones
de hecho, contrato de garaje).
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5.4.- NEGOCIOS CAUSALES Y NEGOCIOS ABSTRACTOS
Los abstractos producirían efectos por la mera voluntad de las partes y sin
necesidad de tener en cuenta el elemento causal. No parecen admisibles en nuestro
sistema jurídico, por mucho que el BGB sí los permita y regule.
Serían contratos unilaterales los que generan obligaciones para una sola de las
partes contratantes. Por ejemplo, cuando presto a un amigo 100€ es evidente que solo él
queda obligado por mor del contrato de préstamo.
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aquellas condiciones de la misma que principalmente hubiesen dado motivo a
celebrarlo".
6.2.- LA VIOLENCIA
6.3.- LA INTIMIDACIÓN
Art. 1267.2 CC: "consiste en inspirar a uno de los contratantes el temor racional
y fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona y bienes, o en la persona o
bienes del cónyuge, descendientes o ascendientes".
Evidentemente, la amenaza ha de ser injusta y extravagante al Derecho, ya que
el posible ejercicio de un derecho (una ejecución hipotecaria o embargarle una parte del
sueldo) no conlleva intimidación alguna.
Art. 1268 CC: "los contratos celebrados bajo violencia o intimidación serán
anulables", tanto si es causada por la otra parte contratante como si es causada por un
tercero que no interviene en el contrato.
6.5.- EL DOLO
Art. 1269 CC: "hay dolo cuando, con palabras o maquinaciones insidiosas de
parte de uno de los contratantes, es inducido el otro a celebrar un contrato que, sin ellas,
no hubiere hecho".
Art. 1270 CC: "para que el dolo produzca la nulidad de los contratos, deberá ser
grave y no haber sido empleado por las dos partes contratantes. El dolo incidental sólo
obliga al que lo empleó a indemnizar daños y perjuicios".
El dolo omisivo. Las "maquinaciones insidiosas" del art 1269 pueden lograrse
tanto por acción como por omisión. Además la ocultación atenta el principio de buena
fe.
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7.- LA NULIDAD
Se trata del supuesto más grave de ineficiencia. Los negocios jurídicos nulos, no
merecen para el Derecho más que rechazo: el Ordenamiento Jurídico no puede
reconocer ningún efecto del negocio jurídico nulo, ni siquiera su admisibilidad como tal
negocio jurídico.
Para evitar que el negocio jurídico se trate como si fuera válido y siga produciendo
los efectos propios del negocio, el Derecho dota a la acción de nulidad (vehículo
procesal tendente a lograr que el Juez decrete la nulidad del negocio jurídico) de una
serie de caracteres:
En general: la restitución. Dado que el negocio jurídico nulo no produce efectos, las
consecuencias de la declaración judicial de nulidad tienden a dejar las cosas en el status
quo inmediatamente anterior a la celebración del presunto negocio jurídico: lo que se
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denomina restitución. Los contratantes deben restituirse las cosas que hubieren sido
material del contrato, con sus frutos, y el precio con los intereses. No siendo ello
posible, conforme a las reglas generales, procederá a la restitución del equivalente
pecuniario, en dinero.
En particular los supuestos de ilicitud. En los casos en los que el objeto del contrato
o la causa del negocio sean ilícitos, o sea, contrarios al Ordenamiento jurídico en su
conjunto han de aplicarse los artículos 1.305 y 1.306 que determinan diferentes
consecuencias según que la ilicitud (civil) del objeto de la causa constituya o no,
simultáneamente, un ilícito penal propiamente dicho.
La coexistencia de cláusulas nulas, por ilegales, con los restantes pactos válidos
del negocio jurídico plantea el problema de determinar si la invalidez de la cláusula
debe afectar a todo el conjunto negocial.
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que ha de inspirar su solución: las determinaciones o condiciones nulas deberán tenerse
por no puestas, como inexistentes, al tiempo que se debe preconizar la eficacia del
negocio jurídico (principio de conservación del negocio jurídico). Este criterio de evitar
la trascendencia de las cláusulas nulas a la totalidad del negocio es utilizado
comúnmente por el Tribunal Supremo.
8.- LA ANULABILIDAD
Un negocio jurídico anulable será aquel que puede ser impugnado o, por el
contrario, seguir produciendo efectos (incluso frente al Derecho) en caso de que su
efectiva anulación no tenga lugar. La anulabilidad es un supuesto de invalidez de mucha
menor gravedad que la nulidad.
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1. El punto inicial del cómputo es la “consumación del contrato” (expresión que ha
de asimilarse a perfección del mismo o a la celebración del negocio jurídico de
que se trate) sólo en los casos de error o dolo.
2. Por el contrario, en las demás causas de anulabilidad, el cómputo inicial queda
retrasado a un momento posterior a la celebración del negocio jurídico anulable:
1. El cese o desaparición de la intimidación o violencia, ya que, mientras
existan, el negocio jurídico se ha de entender continuadamente viciado.
2. La salida de la tutela respecto de los negocios jurídicos celebrados por
menores o incapacitados.
3. La disolución de la sociedad conyugal o del matrimonio en los casos de
falta del consentimiento del otro cónyuge.
Por aplicación de la buena fe, excluye el Código Civil que puedan ejercitar la
acción de anulabilidad los causantes del error, violencia, intimidación o dolo o las
personas capaces que contraten, y por extensión, que negocien, con incapaces.
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(TEMA 14)
LA REPRESENTACIÓN
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4.3.- LA NULIDAD DE LA ACTUACIÓN DEL FALSUS PROCURATOR
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