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UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA

Escuela de Ingenierı́as Industriales

Departamento de Ingenierı́a Mecánica, Energética y de los Materiales

MECÁNICA DE FLUIDOS

Área de Mecánica de Fluidos


Prólogo

La asignatura Mecánica de Fluidos pretende establecer y desarrollar los conceptos básicos de la estática y la
dinámica de fluidos, ası́ como sus aplicaciones básicas en el campo de la Ingenierı́a. La división del temario se realiza
en dos bloques: (i) fundamentos generales de esta materia, y (ii) aplicación de los principios obtenidos al estudio
de problemas de flujo con densidad constante. En este último bloque consideraremos problemas de hidrostática,
aerodinámica, e hidráulica.
Fundamentos generales de la materia.
Cualquier temario de Mecánica de Fluidos debe comenzar dedicando un breve espacio a aclarar qué se entiende
por fluido y cuál es el modelo adoptado para su estudio. Esto supone distinguir entre las descripciones microscópicas
y macroscópicas explicando la relación existente entre ellas. Todo ello se concreta en lo que conocemos como hipótesis
del continuo, expuesto en el Tema 1. En este tema, explicamos también la diferencia entre lı́quidos y gases.
En general, un problema fluidodinámico supone la existencia de un movimiento (o flujo) de un fluido como respuesta
a la acción de distintos tipos de fuerzas. Antes de analizar el origen y realizar el cálculo de las fuerzas que impulsan
un fluido, es conveniente adquirir las herramientas básicas que permiten describir su movimiento. Con este fin se
desarrolla el tema de cinemática (Tema 2). Son varios los conceptos que se introducen para aprender a visualizar un
flujo, y extraer información relevante contenida en el campo de velocidades que lo define.
Dedicamos el Tema 3 al análisis de las fuerzas que actúan sobre los elementos fluidos, ası́ como al estudio del
transporte de energı́a que tiene lugar en el interior de lı́quidos y gases. Esto supone definir y explicar los conceptos
de fuerzas de superficie, fuerzas externas, tensor de esfuerzos, viscosidad, flujo de calor por conducción, conductividad
térmica, etc., todo ello orientado a la deducción de las ecuaciones mecánicas que describen la evolución de un sistema
fluido. Sin duda, esta parte del contenido es de difı́cil exposición y, sobre todo, comprensión por parte del alumno.
La profundidad y el rigor con la que se explica son variables. Interesa que el alumno no perciba ciertas afirmaciones
fundamentales como gratuitas, pero que tampoco emplee excesivo tiempo en comprender determinados formalismos.
En el Tema 3 hemos deducido las leyes de la Mecánica para un sistema fluido en movimiento. En la mayorı́a de las
ocasiones no suele interesar la evolución de los sistemas, sino los efectos locales que éstos producen al pasar por una
determinada región del espacio (una máquina, por ejemplo). El teorema del transporte de Reynolds permite traducir las
ecuaciones para un sistema fluido en las ecuaciones integrales que describen la evolución de las magnitudes mecánicas
en el interior de un volumen de control. Dedicamos el Tema 4 a deducir estas ecuaciones. Las ecuaciones para un
volumen de control pueden ser aplicadas en ciertas situaciones particulares y obtener ası́ resultados interesantes. Éste
es el caso de la ecuación de Bernoulli generalizada (obtenida a partir de la ecuación de la cantidad de movimiento), o
la ecuación de la energı́a para una máquina hidráulica. Resulta interesante desarrollar estas aplicaciones para que el
alumno aprecie la relevancia y utilidad de los resultados deducidos.
Debido a la enorme complejidad que presentan la inmensa mayorı́a de los problemas fluidodinámicos de interés
aplicado o tecnológico, es imprescindible en muchos casos renunciar a cualquier análisis teórico. Esto es ası́ no
sólo en aquellas situaciones en las que la dificultad es evidente, sino también en problemas aparentemente sencillos.
En este escenáreo, a menudo debemos resignarnos a manejar información obtenida exclusivamente a partir de la
experimentación directa. Esta experimentación debe llevarse a cabo con un cierto criterio, obteniendo la máxima
información posible mediante un número reducido de ensayos. Podemos entender el Análisis Dimensional como el
conjunto de técnicas, normas o procedimientos destinados a obtener información sobre un determinado fenómeno,
previamente a la experimentación, y tan sólo a partir del conocimiento de las variables y dimensiones involucradas en
dicho fenómeno. A lo largo del Tema 5 se exponen los principios básicos del Análisis Dimensional, y se explica cómo
aplicar dichos principios a la “resolución”de cualquier problema fı́sico.
Aplicaciones.
En el Tema 6 estudiamos el comportamiento de un fluido cuando se encuentra en reposo. Nos centraremos en el
cálculo de fuerzas y momentos sobre superficies y volúmenes parcial o totalmente sumergidos en lı́quidos.
Dedicamos la primera sección del Tema 7 a introducir el concepto de turbulencia y a explicar las repercusiones que
tiene este fenómeno en el comportamiento de los fluidos. Un grupo importante de las aplicaciones fluidodinámicas está
constituido por los flujos que se producen cerca de las paredes sólidas para números de Reynolds suficientemente ele-
vados (capa lı́mite). En este tema se exponen las ideas básicas acerca de estos flujos. El fenómeno del desprendimiento
de la capa lı́mite requiere especial atención por su trascendencia en el comportamiento aerodinámico de cualquier
cuerpo romo y el rendimiento de dispositivos hidráulicos. En el tema que nos ocupa se explica su origen y repercusión
sobre la resistencia de forma.
A lo largo del Tema 8 nos centramos en el análisis de problemas hidráulicos de vital importancia en el ámbito
de la Ingenierı́a Industrial. Comenzamos presentando y describiendo el Diagrama de Moody, que permite calcular la
pérdida de carga hidráulica en tuberı́as que transportan lı́quidos tanto en régimen laminar como turbulento. Un enfoque
práctico de la asignatura aconseja abordar el problema cualitativamente, evitando las demostraciones o desarrollos
matemáticos. En la segunda parte de este tema, se analiza el problema de las pérdidas de carga hidráulica localizadas
en los dispositivos que, con frecuencia, se acoplan en las redes de distribución. Estas pérdidas son una medida indirecta
del caudal que atraviesa el conducto, por lo que muchos de estos dispositivos son utilizados como caudalı́metros. A
lo largo de la tercera parte de este tema se estudian la pérdidas de carga hidráulica que tienen lugar en las redes de
distribución más comúnmente utilizadas en hidráulica. Clasificamos las redes de distribución según su estructura, y
proporcionamos las pautas básicas para realizar los cálculos de interés. En la última sección del tema se analiza el
papel desempeñado por las bombas acopladas a una red de tuberı́as, distinguiendo entre bombas acopladas en serie y
en paralelo.
El Tema 9 se centra en el estudio de algunos flujos con superficies libres. Más concretamente, se analiza el
movimiento uniforme en canales en el régimen turbulento. Dada la complejidad teórica del problema, nos limitamos
a presentar la fórmula de Manning para el cálculo del caudal que transporta un canal de forma arbitraria. Esta
fórmula, aunque de naturaleza empı́rica, es la que se utiliza en la mayorı́a de las situaciones prácticas. Por último,
presentamos una descripción cualitativa del flujo en vertederos y compuertas, proporcionando algunos resultados
empı́ricos interesantes.

ii
Índice General

I Fundamentos de Mecánica de Fluidos 1

1 INTRODUCCIÓN 3
1 .- COMENTARIOS GENERALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.1.- Concepto de fluido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2.- Hipótesis del continuo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

2 CINEMÁTICA DE FLUIDOS 6
1 .- INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
2 .- DESCRIPCIONES LAGRANGIANA Y EULERIANA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
3 .- LÍNEA DE CORRIENTE Y SENDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
3.1.- Lı́nea de corriente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
3.2.- Senda (trayectoria) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
4 .- TIPOS DE FLUJOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
4.1.- Flujos estacionarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
4.2.- Flujos uniformes y corrientes uniformes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
4.3.- Flujos bidimensionales y unidimensionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
4.4.- Flujos axisimétricos (axilsimétricos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
4.5.- Flujos incompresible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
5 .- CAUDAL Y FLUJO MÁSICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
5.1.- Caudal y velocidad media . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
5.2.- Flujo másico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
5.3.- Flujo de una magnitud escalar o vectorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
6 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

3 ECUACIONES PARA UN SISTEMA FLUIDO 12


1 .- INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2 .- FUERZAS A TRAVÉS DE UNA SUPERFICIE FLUIDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2.1.- Tensor de esfuerzos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2.2.- Simetrı́a del tensor de esfuerzos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2.3.- Presión hidrostática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.4.- Tensor de esfuerzos viscosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

iii
ÍNDICE GENERAL

2.5.- Ley de Navier-Poisson . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14


2.6.- Viscosidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2.7.- Fuerza sobre un sistema fluido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
3 .- TRANSFERENCIA DE CALOR POR CONDUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
3.1.- Mecanismos de transferencia de calor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
3.2.- Vector flujo de calor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
3.3.- Ley de Fourier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
3.4.- Conductividad térmica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
3.5.- Flujo de calor en un sistema fluido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
4 .- ECUACIONES MECÁNICAS PARA UN SISTEMA FLUIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
4.1.- Masa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
4.2.- Cantidad de movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
4.3.- Energı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
4.4.- Comentarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
5 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

4 ECUACIONES PARA UN VOLUMEN DE CONTROL 21


1 .- SISTEMAS Y VOLÚMENES DE CONTROL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2 .- TEOREMA DEL TRANSPORTE DE REYNOLDS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
3 .- APROXIMACIÓN UNIFORME EN EL TÉRMINO DE FLUJO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
4 .- ECUACIÓN DE CONTINUIDAD PARA UN VOLUMEN DE CONTROL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
5 .- ECUACIÓN DE LA CANTIDAD DE MOVIMIENTO PARA UN VC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
6 .- ECUACIÓN DE BERNOULLI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
6.1.- Ecuación de Bernoulli y de la hidrostática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
7 .- ECUACIÓN DE LA ENERGÍA PARA UN VOLUMEN DE CONTROL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
8 .- ECUACIÓN DE LA ENERGÍA PARA UNA MÁQUINA FLUIDO-MECÁNICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
8.1.- Aplicación al caso adiabático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
9 .- ECUACIÓN DE LA ENERGÍA PARA UNA MÁQUINA HIDRÁULICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
10 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

5 ANÁLISIS DIMENSIONAL 32
1 .- INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
1.1.- Algunas definiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
1.2.- Principio de homogeneidad dimensional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2 .- TEOREMA π O DE BUCKINGHAM . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.1.- Enunciado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.2.- Aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
3 .- SEMEJANZA FÍSICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

iv
ÍNDICE GENERAL

3.1.- Semejanza fı́sica. Distintos tipos de semejanza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35


3.2.- Modelos fluidodinámicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.3.- Ejemplo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.4.- Semejanza parcial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
4 .- GRUPOS ADIMENSIONALES IMPORTANTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
5 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

II Aplicaciones 41

6 HIDROSTÁTICA 43
1 .- INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2 .- REDUCCIÓN DE UN SISTEMA DE FUERZAS EN HIDROSTÁTICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.1.- Sistema equivalente de fuerzas paralelas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.2.- Aplicación a la Hidrostática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
3 .- FUERZAS Y MOMENTOS SOBRE UNA SUPERFICIE PLANA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
3.1.- Fuerza sobre una superficie plana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
3.2.- Eje de acción del sistema de fuerzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
4 .- FUERZAS Y MOMENTOS SOBRE UN CUERPO SUMERGIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.1.- Fuerzas sobre un cuerpo sumergido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.2.- Eje de acción del sistema de fuerzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
5 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

7 NOCIONES GENERALES DE FLUIDODINÁMICA 49


1 .- INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
2 .- EL FENÓMENO DE LA TURBULENCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
3 .- CAPA Lı́MITE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4 .- DESPRENDIMIENTO DE LA CAPA LÍMITE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
4.1.- Resistencia de forma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
4.2.- Desprendimiento de la CL y resistencia de forma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
4.3.- Origen del desprendimiento de la CL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
5 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56

8 HIDRÁULICA 57
1 .- INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
2 .- FLUJO EN TUBERÍAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
2.1.- Pérdida de carga hidráulica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
2.2.- Rugosidad equivalente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
2.3.- Diagrama de Moody . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

v
ÍNDICE GENERAL

3 .- PÉRDIDAS DE CARGA HIDRÁULICA LOCALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60


3.1.- Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
3.2.- Planteamiento general del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
3.3.- Análisis dimensional del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
3.4.- Pérdida de carga hidráulica en un conducto con acoplamientos . . . . . . . . . . . . . . . 62
3.5.- Medidores de caudal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
4 .- REDES DE DISTRIBUCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
4.1.- Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
4.2.- Tuberı́as en serie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
4.3.- Tuberı́as en paralelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
4.4.- Redes en malla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
4.5.- Servicio en trayecto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
5 .- REDES DE TUBERÍAS CON BOMBAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
5.1.- Altura útil suministrada por la bomba . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
5.2.- Bombas en serie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
5.3.- Bombas en paralelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
6 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

9 FLUJO EN CANALES Y VERTEDEROS 71


1 .- INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
2 .- MOVIMIENTO UNIFORME EN CANALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
3 .- VERTEDEROS Y COMPUERTAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
3.1.- Vertederos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
3.2.- Compuertas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
4 .- CUESTIONES TEÓRICAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

A SOLUCIONES A LAS CUESTIONES TEÓRICAS 76

ÍNDICE DE MATERIAS 77

vi
Bloque temático I

Fundamentos de Mecánica de Fluidos


Tema 1

INTRODUCCIÓN

1 .- COMENTARIOS GENERALES

La Mecánica de Fluidos se centra en el estudio del comportamiento de los fluidos, tanto si se encuentran en reposo
(Hidrostática) como en movimiento (dinámica). En especial, suele interesar la interacción fluido-sólido cuando el fluido
rodea al sólido (Aerodinámica) o cuando está contenido en él (Hidráulica).
Tradicionalmente, las vı́as de análisis se han dividido en dos grandes grupos: teórico (analı́tico) y experimental. El
análisis teórico está irremediablemente restringido a problemas sencillos, con geometrı́as simples, y para los que sólo se
pretende obtener resultados globales (fuerzas resultantes, presiones medias, caudales, . . . ). Cuando estas condiciones
no se dan, es imprescindible acudir a la experimentación para conseguir información real del sistema estudiado. Los
experimentos, guiados mediante el Análisis Dimensional, proporcionan los datos necesarios en el cálculo y diseño de
máquinas que interaccionan con fluidos.
Los métodos numéricos, apoyados en la enorme potencia de cálculo de los ordenadores actuales, constituyen una
tercera vı́a de análisis capaz de proporcionar resultados fiables en situaciones reales y de interés tecnológico. La
simulación por ordenador de problemas fluidodinámicos se reduce a la integración numérica de las ecuaciones del
movimiento con unas condiciones iniciales y de contorno dadas. Esta integración aporta una información detallada
del comportamiento del fluido en el problema considerado. El uso de este tipo de técnicas se encuentra más allá del
ámbito de esta asignatura introductoria.

1.1.- Concepto de fluido

Definición de fluido

Llamaremos esfuerzos normales y tangenciales (o de cizalladura) a las fuerzas por unidad de área ejercidas sobre
una superficie a lo largo de las direcciones normal y tangencial a dicha superficie, respectivamente (ver figura 1.1).
Fluido es el estado de la materia que ante la acción de esfuerzos tangenciales se deforma continuamente mientras se
apliquen dichos esfuerzos. Es decir, cualquier esfuerzo cortante, por muy pequeño que sea, provoca una deformación
dinámica del fluido. Una consecuencia inmediata de esta definición es que los esfuerzos cortantes aplicados sobre
cualquier elemento de un fluido en reposo han de ser necesariamente nulos. La definición que hemos empleado
distingue claramente a los fluidos de los sólidos. Estos últimos ofrecen una deformación estática ante la acción de
fuerzas de cizalladura.

Gases y lı́quidos

Los fluidos a su vez se dividen en gases y lı́quidos. Los gases son aquéllos que se comprimen/expanden con facilidad
ante aumentos/disminuciones de presión, mientras que los lı́quidos son prácticamente incompresibles. A modo de
ilustración diremos que, para duplicar la densidad del aire basta con duplicar el valor de la presión a temperatura
constante, mientras que es necesario incrementar 100 veces el valor de la presión para conseguir un aumento de tan
sólo un 0.5% de la densidad del agua.
Los cambios de densidad de un lı́quido debido a variaciones de temperatura pueden ser más apreciables. Ası́, se
puede obtener una disminución entre el 0.5% y el 1% en la densidad del agua si se aumenta su temperatura en unos

3
INTRODUCCIÓN

esfuerzos normales esfuerzos tangenciales

elemento fluido elemento fluido


fluid element

Figura 1.1: Esfuerzos normales y tangenciales.

30◦ C a presión constante. En la mayorı́a de los problemas que consideraremos a lo largo de la asignatura, no tendrán
lugar importantes variaciones de temperatura. Por tanto, podemos considerar la densidad de los lı́quidos constante.

1.2.- Hipótesis del continuo

Un fluido se encuentra formado por moléculas moviéndose en un volumen vacı́o. Si el número de moléculas es
suficientemente elevado en cualquier instante y a lo largo de todo el volumen ocupado por el fluido, éste puede ser
descrito como un medio material continuo cuyo comportamiento se caracteriza mediante la densidad ρ, velocidad ⃗v ,
presión p, y temperatura T , que dependen de la posición ⃗r y del tiempo t. Consideraremos que este medio continuo
está compuesto por elementos fluidos o partı́culas fluidas, que son porciones muy pequeñas (infinitesimales) del medio
en las que las propiedades antes mencionadas toman un único valor.
Esta descripción es posible en la casi totalidad de los problemas; por ejemplo, en 10−9 mm3 de aire en condiciones
normales de presión y temperatura existen del orden de 107 moléculas. Sólo en raras ocasiones la hipótesis del continuo
pierde validez (por ejemplo, en la alta atmósfera o en nanofluı́dica de gases). En estos casos extremos, la Mecánica de
Fluidos deja paso a otras disciplinas (la Teorı́a Cinética de Gases, por ejemplo) que tienen en cuenta la composición
microscópica del fluido.

2 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 1.1: Cuando un fluido es sometido a la acción de un esfuerzo cortante:
a. alcanza una deformación estática
b. no se deforma en ningún caso
c. se deforma sólo si es no viscoso
d. se deforma de manera continuada hasta que el esfuerzo desaparece
Cuestión 1.2: De forma precisa, un fluido se caracteriza por ser:
a. un medio compresible
b. un medio deformable
c. un medio denso
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 1.3: Para que un fluido pueda ser considerado un medio continuo es necesario que:
a. sea deformable
b. sea muy denso
c. haya un número suficiente de moléculas en cada elemento de fluido
d. se encuentre en reposo
Cuestión 1.4: La diferencia esencial entre un sólido y un fluido es que:
a. el fluido es compresible y el sólido no
b. el fluido se puede deformar y el sólido no
c. ante una fuerza de cizalladura el sólido ofrece una deformación estática y el fluido no
d. ante una fuerza de cizalladura el fluido ofrece una deformación estática y el sólido no
Cuestión 1.5: Los lı́quidos y los gases se distinguen por:
a. su presión

4
2 .- CUESTIONES TEÓRICAS

b. su compresibilidad
c. su viscosidad
d. el número de moléculas en la unidad de volumen

5
Tema 2

CINEMÁTICA DE FLUIDOS

1 .- INTRODUCCIÓN

La resolución completa de un problema fluidodinámico supone obtener el valor de la densidad, velocidad, presión
y temperatura en todo instante de tiempo y en cualquier punto del fluido; es decir, calcular los campos escalares
y vectoriales ρ(⃗r, t), ⃗v (⃗r, t), p(⃗r, t) y T (⃗r, t). En general, el campo de velocidades ⃗v (⃗r, t) es un campo vectorial
tridimensional que depende de las tres coordenadas espaciales y del tiempo. Proporciona el valor de la velocidad con
el que se mueve el fluido en un cierto punto ⃗r en un cierto instante t. En coordenadas cartesianas, se escribe de la
forma:
⃗v = u(x, y, z; t)⃗i + v(x, y, z; t)⃗j + w(x, y, z; t)⃗k . (2.1)

En este tema supondremos conocido el campo de velocidades ⃗v (⃗r, t) y desarrollaremos algunas herramientas necesarias
para su análisis.

2 .- DESCRIPCIONES LAGRANGIANA Y EULERIANA

Se dice que realizamos una descripción lagrangiana del flujo cuando nos centramos en la evolución de las partı́culas
fluidas. En este caso estamos interesados en cómo varı́an las magnitudes hidrodinámicas referidas a un elemento de
fluido que se mueve a lo largo del tiempo.
Se dice que realizamos una descripción euleriana cuando nos centramos en la evolución temporal de las magnitudes
hidrodinámicas en un punto fijo del espacio ocupado por el sistema fluido. En este caso no interesa la evolución que
sufren las distintas partı́culas fluidas que anteriormente pasaron por dicho punto.
Para clarificar estas definiciones se suele recurrir a establecer algún sı́mil con una experiencia cotidiana. Supongamos
que el tránsito de los coches en una autovı́a se puede asimilar al movimiento de un fluido. Un punto de vista lagrangiano
supondrı́a fijar nuestra atención en un coche determinado, observando cómo varı́a su velocidad, temperatura, etc. Un
punto de vista euleriano equivale a prestar atención en un tramo concreto de la autovı́a, observando variaciones en el
número de coches, velocidad media, etc. Como veremos a lo largo del curso, la descripción utilizada más frecuentemente
es la euleriana.

3 .- LÍNEA DE CORRIENTE Y SENDA

3.1.- Lı́nea de corriente

La lı́nea de corriente se define como aquélla que, para un instante de tiempo fijo, es tangencial en cada punto al
campo de velocidades; es decir, es la lı́nea que verifica las ecuaciones diferenciales

dx1 dx2 dx3


= = , (2.2)
v1 (⃗r) v2 (⃗r) v3 (⃗r)

6
3 .- LÍNEA DE CORRIENTE Y SENDA

donde v1 , v2 y v3 son las componentes del vector velocidad ⃗v a lo largo de los ejes ortogonales x1 , x2 y x3 , respectiva-
mente1 . La integración de las ecuaciones (2.2) proporcionan dos relaciones que definen la lı́nea de corriente que pasa
por un determinado punto.
En coordenadas cartesianas, la ecuación (2.2) se escribe de la forma
dx dy dz
= = , (2.3)
u(⃗r) v(⃗r) w(⃗r)
donde u, v y w son las componentes del vector velocidad ⃗v a lo largo de los ejes x, y y z, respectivamente. En
coordenadas cilı́ndricas, las ecuaciones para una lı́nea de corriente son
dr dθ dz
=r = , (2.4)
vr vθ vz
donde vr , vθ y vz son las componentes del vector velocidad ⃗v a lo largo de los ejes r, θ y z, respectivamente. Finalmente,
en coordenadas esféricas se escriben de la forma
dr dθ dϕ
=r = r sen θ , (2.5)
vr vθ vϕ

donde vr , vθ y vϕ son las componentes del vector velocidad ⃗v a lo largo de los ejes r, θ y ϕ, respectivamente.
Es fácil entender que dos lı́neas de corriente sólo pueden cortarse en puntos singulares con velocidad infinita (fuentes
y sumideros) o nula (puntos de remanso). De lo contrario, el vector velocidad estarı́a obligado a ser tangente a dos
lı́neas con direcciones distintas.
Se llama tubo de corriente a una superficie con forma de tubo formada por lı́neas de corriente (ver figura 2.1). Un
ejemplo común es cualquier cilindro imaginario situado en el interior de una tuberı́a y coaxial al eje de dicha tuberı́a.
Sea cual sea el flujo considerado, el fluido que en un instante determinado se encuentra contenido en un tubo de
corriente, en ese instante se mueve sin salirse de él. De lo contrario, dos lı́neas de corriente se cruzarı́an en el punto
de salida del tubo.

Figura 2.1: Tubo de corriente.

3.2.- Senda (trayectoria)

La senda o trayectoria es, como su nombre indica, el camino recorrido por una partı́cula fluida a lo largo del tiempo.
Para obtener sus ecuaciones paramétricas (en función del parámetro tiempo), basta con integrar las ecuaciones del
movimiento de dicha partı́cula; es decir,
dx1 dx2 dx3
= v1 (x1 , x2 , x3 ; t) , = v2 (x1 , x2 , x3 ; t) , = v3 (x1 , x2 , x3 ; t) . (2.6)
dt dt dt

En la figura 2.2 se representan dos lı́neas de corriente en un instante t fijo, y la senda descrita por una partı́cula
fluida a lo largo del tiempo.
1 En adelante, utilzaremos los ejes x , x y x para referirnos a un sistema de coordenadas ortogonales cualquiera. Estas coordenadas
1 2 3
pueden ser cartesianas, cilı́ndricas o esféricas. Utlizaremos los vectores unitarios ⃗e1 , ⃗e2 y ⃗e3 para indicar las direcciones correspondientes.

7
CINEMÁTICA DE FLUIDOS

t fijo
t=t3

t=t2
t=t1
Líneas
de corriente Senda

Figura 2.2: Lı́nea de corriente y senda.

4 .- TIPOS DE FLUJOS

4.1.- Flujos estacionarios

Un flujo es estacionario cuando, sea cual sea el punto considerado, el campo de velocidades no depende del tiempo;
es decir, ⃗v = ⃗v (⃗r). Las lı́neas de corriente y las sendas coinciden si el flujo es estacionario. En caso contrario, pueden
coincidir o no. Por otra parte, en un flujo estacionario el fluido contenido en un tubo de corriente se mueve sin salirse
de él en ningún instante.
Es importante notar que las partı́culas fluidas pueden sufrir aceleraciones en flujos estacionarios. En efecto, si
una partı́cula fluida de acuerdo a un campo de velocidades que depende del punto considerado, su velocidad cambia
(aceleración) a pesar de que el vector de velocidad permanezca constante en cada punto (flujo estacionario). Por
ejemplo, en el flujo estacionario que tiene lugar dentro de una tobera convergente (ver figura 2.3) la partı́cula fluida
sufre una aceleración positiva (aumenta su velocidad) a medida que se acerca a la salida porque la magnitud del campo
de velocidades es mayor en esa región.

t=t1 t=t2

Figura 2.3: Aceleración de una partı́cula fluida en el interior de una tobera convergente.

4.2.- Flujos uniformes y corrientes uniformes

Un flujo es uniforme cuando el campo de velocidades no depende del punto considerado; es decir, ⃗v = ⃗v (t). Si
además es estacionario, el flujo se denomina corriente uniforme.

4.3.- Flujos bidimensionales y unidimensionales

Se denomina flujo bidimensional a aquél cuyo campo de velocidades sólo tiene dos componentes cartesianas no
nulas y dichas componentes sólo dependen de las coordenadas correspondientes (y el tiempo); por ejemplo,

⃗v = u(x, y; t)⃗i + v(x, y; t)⃗j . (2.7)

Si estas condiciones se cumplen para una única componente el flujo es unidimensional.

8
5 .- CAUDAL Y FLUJO MÁSICO

4.4.- Flujos axisimétricos (axilsimétricos)

Se denomina flujo axisimétrico a un flujo (tridimensional) que posee un eje de simetrı́a, de forma que una coordenada
angular y la componente de la velocidad correspondiente no intervienen en el problema.
En coordenadas cilı́ndricas, el campo de velocidades de un flujo axisimétrico tiene la forma

⃗v = vr (r, z; t)⃗ur + vz (r, z; t)⃗uz , (2.8)

donde vr y vz son las componentes radial y axial (vθ = 0 es la componente angular), y z el eje de simetrı́a. En
coordenadas esféricas, este campo de velocidades obedece a la expresión

⃗v = vr (r, θ; t)⃗ur + vθ (r, θ; t)⃗uθ , (2.9)

donde vr y vθ son las componentes radial y polar (vϕ = 0 es la componente azimutal). En este caso θ = 0 coincide
con el eje de simetrı́a del problema.
Los ejemplos clásicos de flujos axisimétricos se refieren a corrientes uniformes que inciden sobre cuerpos con un
eje de revolución, de forma que la dirección de la corriente coincide con dicho eje. Para describir esta clase de flujos
se utilizan coordenadas cilı́ndricas o esféricas, dependiendo de la forma del cuerpo. Ası́, para describir el flujo que
se produce alrededor de un cilindro colocado en el interior de una corriente uniforme (ver figura 2.4 (izquierda)),
utilizarı́amos las coordenadas cilı́ndricas, mientras que para describir el flujo alrededor de una esfera (ver figura 2.4
(derecha) 2 ), harı́amos uso de las coordenadas esféricas.

φ
θ r
eje de simetría θ eje de simetría
z

Figura 2.4: Flujo axisimétrico alrededor de un cilindro (izquierda) y una esfera (derecha).

4.5.- Flujos incompresible

Un flujo es incompresible cuando la densidad de las partı́culas fluidas permanece constante a lo largo del tiempo.
Se consideran flujos incompresibles los movimientos de lı́quidos y los flujos gaseosos sometidos a variaciones de presión
no elevadas.

5 .- CAUDAL Y FLUJO MÁSICO

5.1.- Caudal y velocidad media

Se define el caudal Q como el volumen de fluido que atraviesa una superficie S en la unidad de tiempo. Para obtener
una expresión del caudal en función del campo de velocidades, consideraremos un elemento diferencial de superficie
de área dS y el elemento de volumen construido a partir de él como indica la figura 2.5. El volumen de fluido que
atraviesa dS en un intervalo de tiempo dt coincide con el volumen dV indicado en la figura; es decir,

dV = dS cos θ v dt , (2.10)

siendo θ el ángulo que forman el vector unitario ⃗n normal al elemento de superficie, y la velocidad del fluido en ese
punto. Además, v es el módulo de dicha velocidad. A partir de la igualdad (2.10) se obtiene por integración el caudal
2 En las figuras los vectores se representan utilizando fuentes en negrita.

9
CINEMÁTICA DE FLUIDOS

que atraviesa S: ∫ ∫ ∫
dV
Q= = ⃗v · ⃗n dS = ⃗v · dS
⃗. (2.11)
S dt S S

dS dV
n
v θ

v dt

Figura 2.5: Caudal que atraviesa un elemento de superficie.

Por otra parte, la velocidad media vm con la que el fluido atraviesa la superficie S, se define de la forma
Q
vm = . (2.12)
S

5.2.- Flujo másico

El flujo másico m′ es la masa de fluido que atraviesa una superficie S en la unidad de tiempo. Conocida la densidad
del fluido ρ en cada punto de la superficie, el flujo másico se calcula de forma análoga al caudal. Consideremos por
ejemplo el elemento de fluido de la figura 2.5. La masa dm de este elemento se obtiene mediante la fórmula
dm = ρdV = ρ dS cos θ v dt , (2.13)
siendo el significado de estas variables el establecido en el apartado anterior. El volumen dV de este elemento de fluido
coincide exactamente con el volumen de fluido que atraviesa dS en un intervalo de tiempo dt. Por lo tanto, la masa
transportada a través de dS en la unidad de tiempo es
dm
= ρ ⃗v · ⃗n dS . (2.14)
dt
El flujo másico m′ que atraviesa una superficie S, se calcula mediante la integral


m = ρ ⃗v · ⃗n dS . (2.15)
S

Si el fluido es incompresible (lı́quido), la densidad ρ es constante y sale de la integral, verificándose la relación


m′ = ρQ . (2.16)

5.3.- Flujo de una magnitud escalar o vectorial

Sea B una magnitud cualquiera, escalar o vectorial, utilizada para describir el flujo. Sea dB(⃗r) el valor que toma
dicha magnitud para un elemento de fluido situado en ⃗r. Supongamos que dB(⃗r) es proporcional a la masa dm del
elemento de fluido. Llamaremos β(⃗r) al valor de B por unidad de masa; es decir, β = dB/dm.
La magnitud dB es transportada por el elemento de fluido gracias a su movimiento. Consideremos, por ejemplo,
el elemento de fluido de la figura 2.5. El valor de dB correspondiente a este elemento se obtiene mediante la fórmula
dB = β dm = β ρdV = β ρ dS cos θ v dt , (2.17)
siendo el significado de estas variables el establecido en los apartados anteriores. El volumen dV de este elemento de
fluido coincide exactamente con el volumen de fluido que atraviesa dS en un intervalo de tiempo dt. Por lo tanto, la
cantidad de B transportada a través de dS en la unidad de tiempo es
dB
= β ρ (⃗v · ⃗n) dS . (2.18)
dt

10
6 .- CUESTIONES TEÓRICAS

El flujo Φ de la magnitud B a través de una superficie S se calcula mediante la integral



Φ= β ρ (⃗v · ⃗n) dS . (2.19)
S

La magnitud Φ representa la cantidad de B transportada por el fluido a través de S en la unidad de tiempo. Las
expresiones para el caudal y el flujo másico obtenidas anteriormente son dos casos particulares de la ecuación (2.19).
Ası́, Φ se corresponde con Q cuando B = V (volumen del fluido) o β = 1/ρ (volumen especı́fico), y con m′ cuando
B = M (masa del fluido) o β = 1.
Si la superficie S encierra un volumen V del espacio determinado y el vector ⃗n se define “hacia fuera”, Φ > 0
implica que la cantidad de B almacenada en V disminuye con el tiempo; mientras que Φ < 0 implica lo contrario.
Volveremos sobre este punto cuando se introduzca el teorema del transporte de Reynolds.

6 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 2.1: Señale la opción incorrecta. En un flujo estacionario:
a. las lı́neas de corriente y las sendas coinciden
b. las partı́culas fluidas no pueden sufrir aceleraciones
c. el fluido contenido en un tubo de corriente se mueve sin salirse de él
d. el campo de velocidades es independiente del tiempo
Cuestión 2.2: Supongamos que en un cierto flujo las lı́neas de corriente y las trayectorias coinciden. Señalar la
opción correcta:
a. el flujo tiene que ser estacionario
b. el movimiento de las partı́culas fluidas tiene que ser rectilı́neo
c. la aceleración de las partı́culas fluidas tiene que ser nula
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 2.3: Señalar cuál de los siguientes flujos es axisimétrico:
a. ⃗v = 3r3 ⃗ur + 4θ r ⃗uz en coordenadas cilı́ndricas
b. ⃗v = r2 t ⃗ur + log(θ) r ⃗uθ en coordenadas esféricas
c. ⃗v = xy ⃗i + y 2 ⃗j en coordenadas cartesianas
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 2.4: Indicar cuál de los siguientes flujos puede considerarse axisimétrico:
a. corriente uniforme incidiendo sobre una esfera
b. corriente uniforme incidiendo sobre una esfera que se encuentra girando
c. las opciones (a) y (b)
d. corriente uniforme incidiendo sobre un perfil aerodinámico simétrico

11
Tema 3

ECUACIONES PARA UN SISTEMA FLUIDO

1 .- INTRODUCCIÓN

Antes de desarrollar el contenido de este tema, es importante aclarar la terminologı́a que utilizaremos. Entendemos
por sistema fluido una porción o masa determinada del fluido que deseamos analizar. Este sistema está delimitado
por una superficie fluida que lo separa del entorno fluido. Esta superficie está formada por elementos de superficie
fluida que se mueven con la velocidad del fluido en el punto en el que se encuentran.
La cantidad de movimiento y energı́a de un sistema fluido pueden variar a lo largo del tiempo. Esta variación tiene
tres orı́genes claramente diferenciados: (i) el intercambio de cantidad de movimiento y energı́a con el entorno fluido a
través de la superficie de fluida. (ii) el intercambio con elementos sólidos en contacto con el sistema fluido a través de
la superficie que los separa, y (iii) las fuerzas externas (gravedad) y fuentes externas de energı́a (calor por radiación y
combustión). A lo largo de este tema calcularemos las variaciones correspondientes al primer caso.

Figura 3.1: Interacción sistema fluido-entorno.

2 .- FUERZAS A TRAVÉS DE UNA SUPERFICIE FLUIDA

2.1.- Tensor de esfuerzos

La fuerza ejercida a través de una superficie fluida, por un entorno fluido, se calcula mediante el tensor de esfuerzos.
Consideremos un elemento diferencial de superficie fluida que separa dos regiones [(1) y (2)] del fluido (ver figura 3.2).
Este elemento está caracterizado por el vector dS, ⃗ que es normal a la superficie, con módulo igual al área de dicha
superficie, y dirigido desde (2) hacia (1). Es posible demostrar (no lo haremos aquı́) que la fuerza dF⃗s que realiza (1)
sobre (2) a través del elemento de superficie viene dada por la expresión
dF⃗s = σ(⃗r) · dS
⃗, (3.1)
siendo σ una matriz que sólo depende del punto ⃗r en el que se encuentra situado el elemento de superficie. Esta matriz
recibe el nombre de tensor de esfuerzos. Esta ecuación expresada en forma matricial se reduce a:
    
dFs1 σ11 σ12 σ13 dS1
 dFs2  =  σ21 σ22 σ23   dS2  . (3.2)
dFs3 σ31 σ32 σ33 dS3

12
2 .- FUERZAS A TRAVÉS DE UNA SUPERFICIE FLUIDA

dF
dS
(2)
r n

(1)
(2)
(1)

Figura 3.2: Fuerzas de superficie.

2.2.- Simetrı́a del tensor de esfuerzos

Como hemos visto, las fuerzas de superficie se calculan en términos del tensor de esfuerzos. En este apartado
demostraremos que este tensor es simétrico. Para ello consideremos el elemento de fluido con forma paralepı́peda de
la figura 3.3. El momento con respecto al eje 0, dM0 , debido a las fuerzas de superficie es
δx1 δx2
dM0 = 2(σ21 δx2 δx3 ) − 2(σ12 δx1 δx3 ) . (3.3)
2 2
Hemos definido dM0 de forma que es positivo si el giro que produce es el indicado en la figura, y negativo en caso
contrario. En la ecuación (3.3) el primer sumando del miembro de la derecha refleja la contribución al momento dM0
de las caras anterior y posterior, mientras que el segundo refleja la contribución de las dos caras laterales. Las fuerzas
externas se aplican en el centro de gravedad del elemento fluido, por lo que su contribución a dM0 es nula. Por lo
tanto,

I = dM0 , (3.4)
dt
siendo I el momento de inercia del elemento fluido.
El volumen del elemento fluido escala como δ 3 , siendo δ una longitud caracterı́stica de dicho elemento (por ejemplo,
δx1 ). La distancia de una porción del elemento fluido al eje 0 escala como δ. Por lo tanto, el momento de inercia I
escala como δ 5 . Sin embargo, el momento angular dM0 escala como δ 3 [ver ec. (3.3)]. Por lo tanto, la ecuación (3.4)
no puede verificarse en el lı́mite en el que el volumen del elemento fluido es infinitesimal (δ → 0) a menos que

dM0 = 0 . (3.5)

A partir de las expresiones (3.3) y (3.5), obtenemos la relación

σ12 = σ21 . (3.6)

Es evidente que si hubiéramos escogido el eje 0 paralelo a ⃗e1 ó ⃗e2 , hubiéramos concluido que

σ23 = σ32 ó σ13 = σ31 , (3.7)

respectivamente. De esta forma queda demostrado que el tensor de esfuerzos es simétrico.

2.3.- Presión hidrostática

Acabamos de mostrar que la fuerza dF⃗s que realiza una región del fluido sobre otra a través del elemento de
⃗ que los separa (ver figura 3.2a), viene dada por la expresión
superficie dS

dF⃗S = σ(⃗r) · dS
⃗, (3.8)

13
ECUACIONES PARA UN SISTEMA FLUIDO

e3 0

e2

e1
δx3

δx1

δx2

Figura 3.3: Momentos de las fuerzas de superficie con respecto a un eje.

siendo σ(⃗r) el tensor de esfuerzos, que sólo depende del punto ⃗r en el que se encuentra situado el elemento de superficie.
Como ya sabemos, la caracterı́stica esencial de los fluidos es que ante la acción de esfuerzos cortantes (de cizalladura)
se deforman continuamente mientras se sigan aplicando dichos esfuerzos. Por lo tanto, podemos afirmar que si un
fluido se encuentra en reposo, los esfuerzos cortantes aplicados sobre cualquier superficie fluida que podamos imaginar
en su interior son nulos. En otras palabras, las fuerzas de superficie en hidrostática son siempre normales a dichas
superficies. Esta conclusión implica que
dF⃗s = −p(⃗r) dS⃗, (3.9)

donde la magnitud escalar p(⃗r) recibe el nombre de presión hidrostática1 . Esta igualdad es equivalente a

σ(⃗r) = −p(⃗r) ∆ , (3.10)

siendo ∆ el tensor identidad.


La relación hidrostática (3.9) es conocida como el principio de Pascal. En definitiva, el principio de Pascal establece
que las fuerzas hidrostáticas son siempre perpendiculares a los elementos de superficie considerados, y sus módulos
independientes de la orientación de dichos elementos. En el Tema 6 aprenderemos a calcular el campo de presión
hidrostática p(⃗r).

2.4.- Tensor de esfuerzos viscosos

La igualdad (3.10) proporciona el valor del tensor de esfuerzos para un fluido en reposo. El valor que adquiere esta
magnitud cuando el fluido se encuentra en movimiento debe ser el dado por (3.10) más una contribución τ debida al
flujo:
σ(⃗r) = −p(⃗r)∆ + τ (⃗r) . (3.11)

Esta última contribución es debida a las fuerzas de rozamiento viscoso provocado por el deslizamiento de unas capas
de fluido con respecto de otras. Por esta razón, la magnitud τ recibe el nombre de tensor de esfuerzos viscosos. En
fluidos en reposo o no viscosos, τ = 0 y σ se reduce al tensor de esfuerzos dado por (3.10).

2.5.- Ley de Navier-Poisson

En este apartado introduciremos una ley que nos permita calcular el tensor de esfuerzos viscosos τ a partir del
campo de velocidades. Para simplificar las ideas nos centraremos en el caso particular (y más habitual) de flujo
incompresible; es decir, aquél en el que la densidad permanece constante. Esta condición se cumple siempre en lı́quidos
y en flujos gaseosos con pequeños y moderados cambios de presión.

⃗ (ver figura 3.2a), el signo negativo de la expresión anterior asegura que p sea un escalar
1 Teniendo en cuenta cómo se define el vector dS

positivo.

14
2 .- FUERZAS A TRAVÉS DE UNA SUPERFICIE FLUIDA

Las fuerzas de rozamiento viscoso están provocadas por el desplazamiento de unas capas de fluido con respecto de
otras. El tensor de velocidad de deformación
( )
1 ∂vi ∂vj
ϵij = + (3.12)
2 ∂xj ∂xi

es una medida de la intensidad de este desplazamiento. En este sentido, es natural pensar que el tensor de esfuerzos
viscosos τ sea proporcional al tensor de velocidad de deformación ϵ. Consideraciones de simetrı́a (que no incluiremos
aquı́) permiten afirmar que, para flujo incompresible,

τ = 2µ ϵ , (3.13)

siendo µ la viscosidad del fluido. Su valor depende del fluido ası́ como de la presión y temperatura a la que se encuentre
dicho fluido en el punto en consideración. La relación (3.13) se conoce como la ley de Navier-Poisson.
En coordenadas cartesianas, los elementos del tensor viscosos (3.13) son:
( )
∂u ∂u ∂v
τxx = 2µ , τxy = µ + , τxz = τzx ,
∂x ∂y ∂x
( )
∂v ∂v ∂w
τyx = τxy , τyy = 2µ , τyz = µ + , (3.14)
∂y ∂z ∂y
( )
∂u ∂w ∂w
τzx = µ + , τzy = τyz , τzz = 2µ .
∂z ∂x ∂z

En coordenadas cilı́ndricas, los elementos del tensor viscosos (3.13) son:


( )
∂vr 1 ∂vr ∂vθ vθ
τrr = 2µ , τrθ = µ + − , τrz = τzr ,
∂r r ∂θ ∂r r
( ) ( )
1 ∂vθ vr ∂vθ 1 ∂vz
τθr = τrθ , τθθ = 2µ + , τθz = µ + , (3.15)
r ∂θ r ∂z r ∂θ
( )
∂vz ∂vr ∂vz
τzr = µ + , τzθ = τθz , τzz = 2µ ,
∂r ∂z ∂z

No todos los lı́quidos obedecen la ley de Navier-Poisson, aunque sı́ los más comunes (agua, aceite, . . . ). Existen
ejemplos para los que la relación lineal entre esfuerzo viscoso y velocidad de deformación no es válida. Entre estos
ejemplos podemos encontrar fluidos plásticos, dilatantes, pseudoplásticos, etc. La Reologı́a es la rama de la Mecánica
de Fluidos que estudia la fenomenologı́a relacionada con esta clase de fluidos. Se suelen denominar fluidos newtonianos
a aquéllos que verifican la ley Navier-Poisson (o de Newton), y no newtonianos a los demás. A lo largo de este curso
sólo estudiaremos problemas relacionados con fluidos newtonianos.

2.6.- Viscosidad

La viscosidad juega un papel esencial en la dinámica de un fluido. Su influencia se puede medir a través del cociente
ν ≡ µ/ρ, siendo ρ la densidad del fluido. Este cociente indica la relación entre la fuerza viscosa (proporcional a la
viscosidad µ) y la resistencia o inercia (proporcional a la densidad ρ) del fluido al movimiento. Por lo tanto, ν es un
indicador de los efectos de las fuerzas de viscosidad en la dinámica del fluido. Dado que sus unidades son cinemáticas
(m2 /s), se le otorga el nombre de viscosidad cinemática. Para distinguir con claridad ambas viscosidades, el coeficiente
µ es conocido como la viscosidad dinámica.
Como ya hemos mencionado, las viscosidades dinámica y cinemática dependen del fluido considerado. Existe una
gran variedad de valores para los fluidos más comunes. Ası́, en condiciones normales de presión y temperatura,

µglicerina ∼ 1400µagua ∼ 80000µaire y νglicerina ∼ 80νaire ∼ 1400νagua . (3.16)

15
ECUACIONES PARA UN SISTEMA FLUIDO

La viscosidad dinámica de un fluido depende de la presión y la temperatura a la que se encuentra el fluido. Las varia-
ciones de presión tienen una leve influencia, mientras que los cambios de temperatura producen un efecto considerable.
La dependencia de la viscosidad dinámica con respecto de la temperatura es muy diferente en gases y lı́quidos; de
hecho, la viscosidad aumenta con la temperatura en los gases, mientras que sucede lo contrario en los lı́quidos.

2.7.- Fuerza sobre un sistema fluido

En las secciones anteriores hemos introducido el tensor de esfuerzos para calcular la fuerza que ejerce una región del
fluido sobre otra a través del elemento de superficie fluida que las separa. Consideremos un sistema fluido S delimitado
por la superficie fluida SF. La fuerza de superficie resultante, F⃗s , que se ejerce el entorno sobre S a través de SF, viene
dada por la expresión ∫ ∫
F⃗s = σ · dS
⃗= σ · ⃗n dS , (3.17)
SF SF

donde recordemos que los vectores dS ⃗ y ⃗n están definidos “hacia fuera”. Si descomponemos el tensor de esfuerzos en
sus contribuciones de presión y viscosa obtenemos que

F⃗s = F⃗p + F⃗v , (3.18)

siendo ∫ ∫
F⃗p = − p ∆ · ⃗n dS = − p ⃗n dS (3.19)
SF SF
y ∫
F⃗v = τ · ⃗n dS (3.20)
SF

las fuerzas de presión y viscosa ejercidas sobre el sistema, respectivamente.


El cálculo de la fuerza realizada por un medio fluido a través de la superficie que lo delimita es independiente de si
el medio situado en el otro lado de la superficie es fluido o sólido. Por lo tanto, la fuerza que ejerce un sistema fluido
sobre el sólido que lo rodea puede calcularse a partir del tensor de esfuerzos utilizando las expresiones derivadas en
esta sección Los problemas de lubricación que analizaremos en este tema se resuelven utilizando esta idea.

3 .- TRANSFERENCIA DE CALOR POR CONDUCCIÓN

3.1.- Mecanismos de transferencia de calor

La transferencia de energı́a en forma de calor puede llevarse a cabo mediante tres procedimientos: convección,
radiación y conducción. La transferencia de calor por convección es aquélla que tiene lugar entre dos regiones del
espacio que se encuentran a distintas temperaturas gracias a una corriente de fluido que viaja de una región a otra.
No se trata de un intercambio de energı́a entre un sistema fluido y su entorno a través de la superficie que los separa,
sino del transporte energı́a asociado al movimiento del fluido. En la transferencia de calor por radiación, la energı́a
se transmite mediante ondas electromagnéticas (o fotones) atravesando el entorno hasta llegar al sistema considerado.
Por último, la transferencia de calor por conducción es aquélla que se lleva a cabo entre el sistema fluido y el entorno
fluido o el sólido circundante a través de la superficie que delimita el sistema fluido. A continuación analizaremos la
transferencia de calor conducción entre el sistema fluido y el entorno fluido.

3.2.- Vector flujo de calor

Consideremos un elemento de superficie fluida que separa dos regiones [(1) y (2)] del fluido (ver figura 3.4). Este
⃗ que es normal a la superficie, con módulo igual al área de dicha superficie,
elemento está caracterizado por el vector dS,
y dirigido desde (2) hacia (1). Es posible demostrar (no lo haremos aquı́) que el intercambio de energı́a por unidad

16
3 .- TRANSFERENCIA DE CALOR POR CONDUCCIÓN

de tiempo, llevado a cabo entre (1) y (2) en forma de calor, a través del elemento de superficie, viene dado por la
expresión
dq ′ = −⃗q(⃗r) · dS
⃗, (3.21)
siendo ⃗q un vector que sólo depende del punto ⃗r en el que se encuentra situado el elemento de superficie. Este vector
recibe el nombre de flujo de calor. La magnitud dq ′ se define positiva cuando la región (1) cede energı́a a la (2), y
⃗ (ver figura), ⃗q indica la dirección
negativa en el caso contrario. Teniendo en cuenta esta definición y la dirección de dS
en la que fluye la energı́a.

dS
(2) dq'
r ⇐ n

(1)
(2)
(1)

Figura 3.4: Flujo de calor por conducción.

3.3.- Ley de Fourier

El flujo de calor por conducción se produce debido a la diferencia de temperaturas en el fluido, de forma que la
energı́a fluye desde las región más caliente hacia la más frı́a. En este sentido, es natural pensar que ⃗q sea un vector
proporcional y de sentido contrario al gradiente de temperatura ∇T ⃗ ; es decir,

⃗q = −κ∇T
⃗ , (3.22)

siendo κ la conductividad térmica, que depende del fluido ası́ como de la presión y la temperatura a la que se encuentre
dicho fluido en el punto en consideración. La relación (3.22) se conoce como ley de Fourier.

3.4.- Conductividad térmica

Al igual que sucede con la viscosidad, las variaciones de presión tienen una leve influencia en la conductividad,
mientras que los cambios de temperatura producen un efecto considerable. La dependencia de la conductividad con
respecto de la temperatura es similar al caso de la viscosidad: en los gases aumenta con la temperatura, mientras que
en los lı́quidos sucede lo contrario.

3.5.- Flujo de calor en un sistema fluido

En el apartado anterior hemos introducido el vector flujo de calor para calcular la transmisión de calor por conduc-
ción que se produce entre dos regiones de fluido a través del elemento de superficie fluida que las separa. Consideremos

un sistema fluido S delimitado por la superficie fluida SF. La potencia Qs intercambiada con el entorno por conducción
a través de SF es ∫

Qs = − ⃗q · dS
⃗, (3.23)
SF

⃗ está definido “hacia fuera” y, por lo tanto, Q′s > 0 cuando el sistema gana energı́a,
donde recordemos que el vector dS

y Qs < 0 cuando la pierde.

17
ECUACIONES PARA UN SISTEMA FLUIDO

4 .- ECUACIONES MECÁNICAS PARA UN SISTEMA FLUIDO

La cantidad de movimiento y energı́a del sistema fluido varı́an a lo largo del tiempo debido a la acción del entorno,
elementos sólidos y agentes externos. A lo largo de este tema hemos analizado el papel desempeñado por el primero de
estos factores. Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, expondremos en esta sección las ecuaciones de evolución
para las magnitudes mecánicas.

4.1.- Masa

Como ya hemos comentado, la masa m de un sistema fluido,



m= ρ(⃗r) dV , (3.24)
VS

donde VS es el volumen ocupado por el sistema en un instante determinado, permanece constante en todo instante de
tiempo. Por lo tanto, se verifica la ecuación ∫
d
ρ(⃗r) dV = 0 . (3.25)
dt VS

4.2.- Cantidad de movimiento

La cantidad de movimiento total P⃗ de un sistema fluido,




P = ρ(⃗r) ⃗v (⃗r) dV , (3.26)
VS

puede cambiar a lo largo del tiempo debido a la acción de las fuerzas ejercidas a través de la superficie fluida por
el entorno fluido, F⃗s , por los elementos sólidos en contacto con el sistema fluido, F⃗sol , y por campos externos, F⃗ext .
Teniendo en cuenta las expresiones (3.18)–(3.20), la ecuación para la cantidad de movimiento del sistema fluido adopta
la forma ∫ ∫ ∫
d
ρ(⃗r) ⃗v (⃗r) dV = − p(⃗r) ⃗n dS + τ (⃗r) · ⃗n dS + F⃗sol + F⃗ext , (3.27)
dt VS SF SF
donde recordemos que SF representa la superficie fluida que delimita el sistema. Esta relación se corresponde con la
segunda ley de Newton para un sistema fluido.

4.3.- Energı́a

En Mecánica de Fluidos se define la energı́a total e por unidad de masa como la suma de la energı́a térmica
más la mecánica; más concretamente, la suma de la energı́a interna asociada a la temperatura, la cinética debido al
movimiento del fluido, y la potencial asociada al campo gravitatorio:

e = û + 12 v 2 + gz , (3.28)

donde g es la aceleración de la gravedad, y z el eje vertical definido positivo hacia arriba.


La energı́a total E acumulada en un sistema fluido,

E= ρ(⃗r) e(⃗r) dV , (3.29)
VS

cambia a lo largo del tiempo por los siguientes factores: (i) el trabajo realizado por el entorno fluido, (ii) el calor
transmitido por conducción a través de la superficie fluida, (iii) el trabajo realizado por las superficies sólidas en
contacto con el sistema fluido, (iv) el calor transmitido por conducción a través de dichas superficies, y (v) el calor

transmitido por las fuentes externas. Los sı́mbolos Wsol , Q′sol y Q′ext denotan la transferencia de energı́a por unidad
de tiempo debido al tercer, cuarto y quinto factor, respectivamente.

18
5 .- CUESTIONES TEÓRICAS

Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, la evolución de la energı́a del sistema viene dada por la expresión
∫ ∫ ∫
d
ρ(⃗r) e(⃗r) dV = − p(⃗r) ⃗v (⃗r) · ⃗n dS + ⃗v (⃗r) · [τ (⃗r) · ⃗n] dS + Q′ − Wsol

, (3.30)
dt VS SF SF

donde Q′ = Q′s + Q′sol + Q′ext representa la energı́a total intercambiada con el sistema en forma de calor. La ecuación
(3.30) puede ser interpretada como la generalización del primer principio de la Termodinámica para un fluido en
movimiento. Para ello se añaden por una parte los términos mecánicos, y por otra la disipación viscosa de energı́a.
El criterio de signos empleado en esta ecuación coincide con el que se utiliza en el primer principio de la Termo-
dinámica para los términos correspondientes: el intercambio de calor es positivo cuando se transfiere energı́a al sistema
y negativo en el caso contrario; y el trabajo realizado por el entorno a través de la presión exterior es positivo cuando
el sistema se comprime (⃗v · ⃗n < 0) y negativo en el caso contrario. La inclusión por convenio del signo negativo que
′ ′ ′
acompaña a Wsol obliga a considerar Wsol < 0 cuando se transfiere energı́a al sistema y Wsol > 0 en caso contrario.

4.4.- Comentarios

No se debe considerar el trabajo realizado por el campo gravitatorio en el cálculo de la variación de la energı́a total
del sistema. Dado que la energı́a potencial asociada al campo gravitatorio se encuentra incluida en la definición de la
energı́a total e, la acción del campo gravitatorio no modifica el valor de ésta, sólo transforma un tipo de energı́a en
otra.
La lámina de fluido en contacto con una pared sólida impermeable se mueve con la misma velocidad que dicha
pared. Esta condición recibe el nombre de condición de contorno de no deslizamiento, y se debe al hecho de que
se establece un equilibrio mecánico casi instantáneo entre esa lámina de fluido y el elemento sólido. Por lo tanto,
el sistema fluido intercambiará energı́a en forma de trabajo con elementos sólidos móviles (palas, hélices, rodetes,
pistones, etc.) que se encuentran en contacto con él y ejercen sobre, o soportan una fuerza ejercida por, el sistema
fluido. Es importante recordar que las paredes sólidas en reposo (tuberı́as, carcasas, válvulas, etc.) ejercen y soportan
fuerzas pero no intercambian energı́a con el fluido en forma de trabajo.
La energı́a interna es una medida de la energı́a asociada a la agitación térmica de las moléculas que componen el
fluido y la energı́a potencial acumulada en las interacciones intermoleculares. No se debe incluir bajo este concepto la
energı́a quı́mica asociada a los enlaces intramoleculares. En una reacción quı́mica exotérmica (combustión), la energı́a
acumulada en los enlaces intramoleculares es desprendida y absorbida por el sistema fluido en forma de energı́a interna
o cinética. En este sentido, la combustión modifica la energı́a total e del sistema fluido, y debe considerarse como una
fuente externa (Q′ext ) en la ecuación de la energı́a, aunque tenga lugar fı́sicamente en el seno del fluido.

5 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 3.1: Señale la opción correcta:
a. en fluidos que se encuentran en reposo las fuerzas de superficie son siempre perpendiculares a los elementos
de superficie
b. para fluidos newtonianos la relación entre el tensor de esfuerzos viscosos y el tensor de deformación no es
lineal
c. el tensor de esfuerzos puede ser simétrico o antisimétrico dependiendo de si el fluido es viscoso o no
d. la conductividad térmica de un fluido en un punto sólo depende de la presión en ese punto
Cuestión 3.2: En la ecuación de la energı́a para un sistema fluido:
a. la transmisión de calor por radiación no debe ser considerada
b. los esfuerzos viscosos no tienen influencia
c. la potencia transmitida por elementos sólidos en movimiento no debe considerarse
d. la combustión es una fuente de energı́a externa
Cuestión 3.3: En relación al tensor de esfuerzos:
a. es siempre diagonal
b. todos sus elementos son positivos
c. puede ser simétrico o antisimétrico
d. ninguna de las opciones anteriores es válida

19
ECUACIONES PARA UN SISTEMA FLUIDO

Cuestión 3.4: En la mayorı́a de los casos, al aumentar la temperatura la viscosidad dinámica:


a. aumenta tanto en los gases como en los lı́quidos
b. disminuye en los gases y aumenta en los lı́quidos
c. aumenta en los gases y disminuye en los lı́quidos
d. disminuye tanto en los gases como en lo lı́quidos
Cuestión 3.5: Entre un sistema fluido y el entorno puede haber intercambio de:
a. masa y energı́a
b. masa y cantidad de movimiento
c. masa y calor
d. cantidad de movimiento y energı́a
Cuestión 3.6: En Hidrostática, el principio de Pascal establece que las fuerzas de superficie son:
a. nulas
b. perpendiculares a los elementos de superficie y con módulos independientes de las direcciones de dichos
elementos
c. tangenciales a los elementos de superficie y con módulos independientes de las direcciones de dichos ele-
mentos
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 3.7: En relación a la viscosidad dinámica de un gas, señalar la opción correcta:
a. disminuye sensiblemente al aumentar la temperatura
b. disminuye sensiblemente al aumentar la presión
c. aumenta sensiblemente al aumentar la presión
d. aumenta sensiblemente al aumentar la temperatura
Cuestión 3.8: Consideremos un fluido newtoniano. Señalar la opción incorrecta:
a. en reposo las fuerzas de superficie son siempre perpendiculares a los elementos de superficie
b. la relación entre el tensor de esfuerzos viscosos y el tensor de deformación es lineal
c. el tensor de esfuerzos siempre es simétrico
d. la viscosidad de un fluido en un punto sólo depende de la presión en ese punto
Cuestión 3.9: Señalar cuál de los siguientes efectos no debe incluirse como fuente externa en la ecuación de la energı́a
para un sistema fluido,
a. la transmisión de calor por radiación
b. la acción del campo gravitatorio
c. la potencia transmitida por elementos sólidos en movimiento
d. la combustión
Cuestión 3.10: Se desea saber si un sistema fluido cede o gana energı́a del entorno mediante la acción de la presión.
Sea ⃗v el vector velocidad en la superficie del sistema, y ⃗n el vector unitario de superficie definido de la forma
usual. Entre las siguientes posibilidades señalar la correcta:
a. si ⃗v · ⃗n es positivo el sistema fluido se expande, y por lo tanto, cede energı́a al entorno
b. si ⃗v · ⃗n es negativo el sistema fluido se expande, y por lo tanto, cede energı́a al entorno
c. si ⃗v · ⃗n es negativo el sistema fluido se contrae, y por lo tanto, cede energı́a al entorno
d. el signo de ⃗v · ⃗n no está relacionado con el sentido de la transferencia de energı́a

20
Tema 4

ECUACIONES PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

1 .- SISTEMAS Y VOLÚMENES DE CONTROL

En el tema anterior hemos deducido las leyes de la Mecánica para un sistema fluido en movimiento. En la mayorı́a
de las ocasiones no interesa la evolución de los sistemas, sino los efectos locales que éstos producen al pasar por una
determinada región del espacio, por ejemplo, una máquina.
Para entender esta doble perspectiva debemos aprender a distinguir entre sistemas fluidos y volúmenes de control.
Recordemos que un sistema fluido es una porción del fluido separada del entorno fluido por la superficie fluida y, en
la mayorı́a de aplicaciones, en contacto con elementos sólidos. El sistema puede trasladarse, rotar y deformarse a lo
largo del tiempo. Cada elemento de la superficie fluida se desplaza con la velocidad del fluido en el punto en el que se
encuentra dicho elemento.
Denominaremos volumen de control (VC) a una región fija del espacio a través de la cual fluyen sistemas fluidos, y
superficie de control (SC) a la superficie que lo delimita (ver figura 4.1). Utilizaremos los VC para encerrar máquinas
fluidomecánicas, cuerpos móviles, elementos hidráulicos, etc. Algunas consideraciones a la hora de elegir los VC son:

• Cuando el VC se mueva como un sólido rı́gido, haremos uso de un sistema de referencia solidario con él, de forma
que el VC se encuentre en reposo.
• En muchos problemas se define un VC que contiene un fluido principal (agua, por ejemplo) cuyo efecto se desea
calcular, y otro secundario (aire, por ejemplo) que rodea al primero rellenando el espacio sobrante del VC (ver
figuras 4.4 ó 4.7). Nótese que ambos deben ser considerados partes del sistema fluido.

Figura 4.1: Sistemas y volúmenes de control.

Las ecuaciones (3.25), (3.27), y (3.30) describen la evolución de las magnitudes mecánicas referidas a un sistema
fluido. Como veremos a continuación, el teorema del transporte de Reynolds (cuya demostración obviaremos) permite
obtener a partir de ellas las ecuaciones equivalentes para el VC que contiene dicho sistema.

2 .- TEOREMA DEL TRANSPORTE DE REYNOLDS

Sean V (t) y V ′ (t) dos volúmenes cualesquiera, y S(t) y S ′ (t) las superficies que los delimitan (ver figura 4.2).
Supongamos que ambos volúmenes coinciden en un instante determinado t = t0 ; es decir, V (t0 ) = V ′ (t0 ) y S(t0 ) =

21
ECUACIONES PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

S ′ (t0 ). Sea ψ(⃗r, t) una función escalar o vectorial cualquiera definida en en el interior de dichos volúmenes. El teorema
del transporte de Reynolds establece que, para t = t0 ,
∫ ∫ ∫
d d
ψ(⃗r, t) dV = ψ(⃗r, t) dV + ψ(⃗r, t0 ) [⃗vr (⃗r, t0 ) · ⃗n] dS , (4.1)
dt V ′ (t) dt V (t) S(t0 )

donde ⃗vr (⃗r, t0 ) es la velocidad relativa con la que se desplaza el elemento de S ′ (t0 ) con respecto del elemento de S(t0 )
situados en el punto ⃗r. Además, ⃗n es el vector unitario normal a la superficie S(t0 ) [o S ′ (t0 )] definido “hacia fuera”.

t=t0
v
vr
n
r0
v'
S'
S V'
V

Figura 4.2: Teorema del transporte de Reynolds.

La igualdad (4.1) trasladada al contexto de la Mecánica de Fluidos tiene una clara interpretación. Sea B una mag-
nitud escalar o vectorial del sistema fluido cuya evolución queremos calcular (por ejemplo, la cantidad de movimiento
P⃗ ). Sea β(⃗r, t) el valor que toma B por unidad de masa del sistema fluido en el punto ⃗r y en el instante t [por ejemplo,
⃗v (⃗r, t)]. Supongamos que V es VC (S es SC), y V ′ es la unión del volumen del sistema (VS) y los volúmenes sólidos
(Vsol) que coincide con VC en el instante t = t0 . Por otra parte, podemos identificar la función ψ(⃗r, t) con el producto
ρ(⃗r, t) β(⃗r, t). Teniendo en cuenta estas consideraciones, el teorema del transporte de Reynolds para la magnitud B
conduce a la expresión ∫ ∫ ∫
d d
ρ β dV = ρ β dV + ρ β (⃗vr · ⃗n) dS . (4.2)
dt VS+Vsol dt VC SC

La densidad del fluido ρ es cero en todos aquellos puntos de Vsol que se encuentran ocupados por un elemento
sólido. Por lo tanto, ∫ ∫
ρ β dV = ρ β dV (4.3)
VS+Vsol VS
en todo instante de tiempo. Asimismo, sólo la superficie fluida contribuye a la integral sobre SC. Dado que SC es
fija, la velocidad relativa ⃗vr es la velocidad ⃗v del fluido en el punto en consideración. Teniendo en cuenta estas
consideraciones, el teorema del transporte de Reynolds para la magnitud B se puede escribir de la forma
∫ ∫ ∫
d d
ρ β dV = ρ β dV + ρ β (⃗v · ⃗n) dS . (4.4)
dt VS dt VC SC

El primer miembro de esta ecuación representa la variación en la unidad de tiempo de la magnitud B referida al
sistema. El primer término del miembro de la derecha se corresponde con la variación de B en el VC, mientras que
el segundo representa el flujo Φ de esta magnitud a través de la SC. Lógicamente, la expresión que permite calcular
Φ coincide con la obtenida en el Tema 2 [ecuación (2.19)]. Por lo tanto, el teorema del transporte de Reynolds
simplemente establece que la variación de B en el VC es la suma de la variación en el sistema que contiene menos la
diferencia entre lo que sale menos lo que entra a través de la SC.
A lo largo de este tema introduciremos las ecuaciones de conservación de la masa, cantidad de movimiento, y
energı́a para un VC. Para ello consideraremos en la ecuación (4.4) distintos valores para β, y utilizaremos las ecuaciones
mecánicas para los sistemas fluidos [ecuaciones (3.25),(3.27), y (3.30)] deducidas en el tema anterior.

3 .- APROXIMACIÓN UNIFORME EN EL TÉRMINO DE FLUJO

En muchas aplicaciones, la SC se puede escoger de forma que el fluido la atraviesa sólo a través de unas determinadas
secciones de entrada y salida planas. De ser ası́, sólo estas secciones contribuyen a la integral de SC del término de

22
4 .- ECUACIÓN DE CONTINUIDAD PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

flujo. A menudo, el flujo puede considerarse además uniforme en dichas secciones (ver figura 4.3), de manera que la
velocidad y las demás magnitudes hidrodinámicas son constantes en estas superficies. En este caso, el término de flujo
se reduce a un sumatorio:
∫ ∑ ∑
ρ β (⃗v · ⃗n) dS = ρk βk (⃗vrk · ⃗nk ) Ak = ±βk m′k , (4.5)
SC k k

donde ρk , βk y ⃗vk representan los valores de las magnitudes correspondientes en la sección k. Por otra parte, ⃗nk y Ak
son el vector unitario normal y el área de dicha sección. En esta ecuación, m′k es el valor absoluto del flujo másico que
atraviesa la superficie k. El signo positivo se aplica si el fluido sale del VC a través de dicha superficie, y el negativo
en caso contrario.

ρ2 β2 ρ3 β3
v2 A2 v3 A3

SC
ρ1 β1
v1 A1

Figura 4.3: Aproximación uniforme en el término de flujo. La lı́nea discontinua representa el VC.

Si la SC se ha escogido de forma que las secciones planas de entrada y salida son perpendiculares al flujo (ver figura
4.3), la ecuación (4.5) se puede escribir de la forma
∫ ∑
ρ β (⃗v · ⃗n) dS = ±ρk βk vk Ak , (4.6)
SC k

aplicándose el signo positivo a las secciones de salida y el negativo a las de entrada.


La figura 4.3 puede representar, por ejemplo, el flujo que se produce en el interior de una máquina hidráulica.
Como vemos, el fluido atraviesa la SC a través de tres secciones planas en las que el flujo es uniforme y normal a la
SC. En este caso, el término de flujo obedece a la expresión

ρ β (⃗v · ⃗n) dS = −ρ1 β1 v1 A1 + ρ2 β2 v2 A2 + ρ3 β3 v3 A3 . (4.7)
SC

4 .- ECUACIÓN DE CONTINUIDAD PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

A lo largo de esta sección obtendremos las ecuaciones que describen la evolución de la masa fluida contenida en un
VC. Para ello consideremos la ecuación (4.4) con β = 1. Teniendo en cuenta la ecuación de conservación de la masa
para un sistema fluido [ecuación (3.25)], obtenemos la expresión
∫ ∫
d
ρ dV = − ρ (⃗v · ⃗n) dS , (4.8)
dt VC SC

que recibe el nombre de ecuación de continuidad para un VC.


Si la masa almacenada en el VC es constante,

ρ (⃗v · ⃗n) dS = 0 . (4.9)
SC

Bajo la aproximación de flujo uniforme en las secciones de entrada y salida [ecuación (4.5)], la relación anterior se
puede escribir de la forma

23
ECUACIONES PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

∑ ∑
ρk (⃗vrk · ⃗nk ) Ak = ±m′k = 0 , (4.10)
k k

donde recordemos que m′k es el valor absoluto del flujo másico que atraviesa la superficie k. El signo positivo se aplica
si el fluido sale del VC a través de dicha superficie, y el negativo en caso contrario. Si además el flujo es incompresible
y sólo existe una sección de entrada y otra de salida, obtenemos

Qent = Qsal , (4.11)

donde Qent y Qsal son los caudales de entrada y salida (ambos en valor absoluto), respectivamente.

5 .- ECUACIÓN DE LA CANTIDAD DE MOVIMIENTO PARA UN VC

A lo largo de esta sección obtendremos las ecuaciones que describen la evolución de la cantidad de movimiento
contenida en un VC. Consideremos la ecuación (4.4) con β = ⃗v . Teniendo en cuenta la segunda ley de Newton para
un sistema fluido [ecuación (3.27)], obtenemos la ecuación vectorial
∫ ∫ ∫ ∫
d
− p(⃗r) ⃗n dS + τ (⃗r) · ⃗n dS + Fsol + Fext =
⃗ ⃗ ρ ⃗v dV + ρ ⃗v (⃗v · ⃗n) dS . (4.12)
SF SF dt VC SC

El término asociado a los esfuerzos viscosos τ suele ser despreciado. La razón consiste en que los esfuerzos viscosos
ejercidos por el entorno fluido suelen ser poco importantes comparados con la presión.
Si la cantidad de movimiento almacenada en el VC es constante,

⃗ ⃗ ⃗
Fp + Fsol + Fext = ρ ⃗v (⃗v · ⃗n) dS , (4.13)
SC

donde recordemos que F⃗p representa la fuerza que ejerce el entorno sobre el sistema debida a la presión.
Bajo la aproximación de flujo uniforme en las secciones de entrada y salida [ecuación (4.5)], la relación anterior se
puede escribir de la forma ∑
F⃗p + F⃗sol + F⃗ext = ±m′k⃗vk , (4.14)
k
donde recordemos una vez más que el signo positivo se aplica si el fluido sale del VC a través de la sección k, y el
negativo en caso contrario. En esta ecuación, m′k representa el flujo másico (en valor absoluto) que atraviesa dicha
sección. Si además el flujo es incompresible, obtenemos

F⃗p + F⃗sol + F⃗ext = ρ ±Qk ⃗vk , (4.15)
k

siendo Qk el caudal (en valor absoluto) que atraviesa la sección k.


Aunque puedan parecer excesivas las simplificaciones que conducen a la ecuación (4.15), ésta es la expresión que
se utiliza en multitud de problemas interesantes. Una aplicación especialmente sencilla de la ecuación anterior se
corresponde con el caso en el que sólo haya dos secciones, una de entrada y otra de salida. Entonces, aplicando la
ecuación de continuidad (4.11) obtenemos finalmente que

F⃗p + F⃗sol + F⃗ext = ρQ(⃗vsal − ⃗vent ) , (4.16)

donde Q es el caudal (en valor absoluto) que atraviesa el VC, y ⃗vsal y ⃗vent son las velocidades del fluido a la entrada
y salida del VC, respectivamente.
En la mayorı́a de los problemas, la incógnita es la fuerza F⃗sol que ejercen los elementos sólidos sobre el sistema
fluido. Por otra parte, si la presión en la SC es constante, F⃗p = ⃗0. La demostración es muy sencilla:
∫ ∫
Fp = −
⃗ p ⃗n dS = −p ⃗n dS = ⃗0 . (4.17)
SC SC

24
6 .- ECUACIÓN DE BERNOULLI

En el problema representado en la figura 4.4, un chorro de agua incide sobre una pantalla colocada en una carretilla
que se mueve a velocidad constante. En esta situación, se pretende calcular la fuerza F que impulsa la carretilla. El
VC escogido para analizar el problema es el representado en la figura, y el sistema fluido está constituido tanto por
el agua como por el aire que se encuentra en el interior de dicho volumen. El sistema de referencia debe trasladarse
con la carretilla. La ecuación de la cantidad de movimiento para la componente horizontal permite obtener la fuerza
que ejerce la pantalla sobre el sistema fluido (aire y agua) contenido en el VC. Este valor, con el signo contrario, es
la reacción que ejerce el sistema fluido sobre la pantalla. Ésta es la fuerza resultante que impulsa la carretilla, pues
incluye la acción tanto del agua como del aire que la rodea. Por otro lado, en este ejemplo el fluido exterior que rodea
la SC se encuentra prácticamente a presión atmosférica (constante), por lo que F⃗p = ⃗0.

p=pat SC

Figura 4.4: Fuerza ejercida por un chorro de agua sobre una pantalla.

6 .- ECUACIÓN DE BERNOULLI

Consideremos un elemento de longitud infinitesimal ds de un tubo de corriente de un flujo estacionario. Como


vimos en el Tema 2, el fluido se mueve en el interior del elemento sin atravesar la superficie lateral (ver figura 4.5).
Supongamos que el flujo es paralelo a la dirección s (perpendicular a las secciones de entrada y salida) y uniforme en
cada sección normal a la dirección del movimiento. Denotaremos con la letra A el área de la sección de entrada, y con
ρ, v, p y m′ , la densidad, velocidad, presión y flujo másico en dicha sección, respectivamente. Estas magnitudes toman
en la sección de salida los valores A + dA, ρ + dρ, v + dv, p + dp y m′ + dm′ , respectivamente. Las magnitudes dA, dρ,
dv, dp y dm′ son infinitesimales porque la distancia entre las secciones de entrada y salida es también infinitesimal.

1
A+dA +d

A p+dp/2 p+dp v+dv m'+dm'

p v m'

z
s

ds

Figura 4.5: Elemento diferencial de tubo de corriente.

Para analizar este flujo escogemos un VC que coincide con el elemento de tubo de corriente, y despreciaremos
infinitésimos de segundo orden. En este caso, se obtiene la ecuación de continuidad

dm′ = 0 , (4.18)

y la proyección a lo largo del eje s de la ecuación de cantidad de movimiento

dFext + dFp + dFv = m′ dv + vdm′ . (4.19)

25
ECUACIONES PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

En esta ecuación dFext , dFp y dFv son las componentes a lo largo de la dirección s de la fuerza externa, la fuerza de
presión, y la fuerza procedente de los esfuerzos viscosos aplicados sobre la SC, respectivamente.
La fuerza externa dFext es el resultado de la acción del campo gravitatorio (ver figura 4.6):

dFext = ρAdsgs = ρAdzgz = −ρAdzg . (4.20)

Para el cálculo de la fuerza de presión es necesario considerar su acción sobre las dos secciones del tubo y la superficie
lateral. La presión en la superficie lateral es el valor medio de las presiones en la entrada y salida el tubo. En este
caso, la proyección a lo largo del eje s de la fuerza de presión sobre la cara lateral es (p + 21 dp)dA. Por lo tanto, la
fuerza de presión es
dFp = pA + (p + 12 dp)dA − (p + dp)(A + dA) = −dpA . (4.21)

g =g cos
s
g ds=-g dz
s
ds=-dz/cos

g
s

ds
dz
g
s

Figura 4.6: Fuerza de gravedad sobre un elemento de fluido.

Teniendo en cuenta las relaciones (4.20)–(4.21), la ecuación de la cantidad de movimiento (4.19) se reduce a

dp dFv
+ v dv + g dz − ds = 0 , (4.22)
ρ dm

donde dm = ρ A ds es la masa del fluido contenida en el elemento de tubo de corriente.


Un tubo de corriente está compuesto por una sucesión de elementos como el representado en la figura 4.5. Si
integramos ambos miembros de la ecuación (4.22) a lo largo de la dirección s, podemos relacionar las propiedades de
una sección del tubo (sección 1) con las de otra (sección 2). Esta relación es la siguiente:
∫ 2
dp 1 2
+ 2 (v2 − v12 ) + g(z2 − z1 ) + wv = 0 , (4.23)
1 ρ

siendo wv el trabajo por unidad de masa realizado por la fuerza viscosa, dFv , a lo largo del tubo; es decir,
∫ 2
dFv
wv = − ds . (4.24)
1 dm

Dado que esta fuerza siempre se opone al movimiento, dFv < 0 y el término wv es positivo. Su valor aumenta con la
distancia que separa 1 y 2.
En la deducción de la ecuación (4.23) se ha hecho uso de la suposición de uniformidad en la secciones transversales
al flujo. En un tubo de corriente infinitamente estrecho (lı́nea de corriente), esta hipótesis está plenamente justificada.
La ecuación (4.23) recibe el nombre de ecuación de Bernoulli generalizada, y es válida para cualquier lı́nea de corriente
de un flujo estacionario. Sin embargo, su utilidad es muy limitada dado que es difı́cil calcular el término viscoso.
En un flujo estacionario, la ecuación de Bernoulli generalizada para una lı́nea de corriente (también trayectoria)
describe la evolución de la energı́a útil por unidad de masa de una partı́cula de fluido a lo largo de su movimiento.
Entendemos por energı́a útil la suma de la energı́a en forma de presión, cinética, y potencial. El término de disipación
viscosa wv representa la pérdida de dicha energı́a entre 1 y 2 debido al trabajo realizado por las fuerzas viscosas que
el entorno ejerce sobre la partı́cula fluida.

26
7 .- ECUACIÓN DE LA ENERGÍA PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

6.1.- Ecuación de Bernoulli y de la hidrostática

Si el flujo es incompresible, la ecuación (4.23) se reduce a

p1 v2 p2 v2
+ 1 + z1 = + 2 + z2 + hp , (4.25)
ρg 2g ρg 2g

donde hemos dividido por g para que los términos de esta ecuación tengan dimensiones de altura. La suma p1 /ρg +
v12 /2g + z1 se denomina altura útil del fluido en el punto 1 (lo mismo para el 2). El término hp = wv /g representa la
pérdida de altura útil desde 1 hasta 2 debido a la fricción viscosa.
Si el fluido es poco viscoso, hp ≃ 0, y la ecuación resultante es

p1 v2 p2 v2
+ 1 + z1 = + 2 + z2 , (4.26)
ρg 2g ρg 2g
conocida como ecuación de Bernoulli.
Por último, en hidrostática podemos despreciar los términos de energı́a cinética para obtener la ecuación funda-
mental de la hidrostática
p1 + ρgz1 = p2 + ρgz2 (4.27)
aplicable a dos puntos cualesquiera de un lı́quido en reposo.

7 .- ECUACIÓN DE LA ENERGÍA PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

A lo largo de esta sección obtendremos las ecuaciones que describen la evolución de la energı́a contenida en un
VC. Consideremos la ecuación (4.4) con β = e. Teniendo en cuenta la ecuación de conservación de la energı́a para un
sistema fluido [ecuación (3.30)], obtenemos la igualdad
∫ ∫ ∫ ∫
′ ′ d
− p(⃗r) ⃗v (⃗r) · ⃗n + ⃗v (⃗r) · [τ (⃗r) · ⃗n] dS + Q − Wsol = ρ e dV + ρ e (⃗v · ⃗n) dS . (4.28)
SF SF dt VC SC


Recordemos que en esta ecuación Wsol es la potencia en forma de trabajo intercambiada a través de elementos sólidos
móviles que se encuentran en contacto con el fluido.
El término viscoso se puede despreciar en numerosas ocasiones. La razón estriba en que la contribución de los
esfuerzos viscosos suelen ser poco importante comparada con la de la presión en la secciones de la SC. Si la energı́a
almacenada en el VC es constante,
∫ ∫
′ ′
− p (⃗v · ⃗n) dS + Q − Wsol = ρ e (⃗v · ⃗n) dS . (4.29)
SF SC

Para simplificar la expresión (4.29), es frecuente trasladar el término de la potencia debida a las fuerzas de presión
al segundo miembro de la ecuación. Dado que ρ es cero en los puntos de SC correspondientes a elementos sólidos,
∫ ∫
ρ e (⃗v · ⃗n) dS = ρ e (⃗v · ⃗n) dS. (4.30)
SC SF

Teniendo en cuenta que h = û + p/ρ,


∫ ∫ ∫ ( )
ρ e (⃗v · ⃗n) dS + p (⃗v · ⃗n) dS = ρ h + 21 v 2 + gz (⃗v · ⃗n) dS. (4.31)
SF SF SF

Utilizando de nuevo la equivalencia que conduce a (4.30),


∫ ( ) ∫ ( )
1 2
ρ h + 2 v + gz (⃗v · ⃗n) dS = ρ h + 12 v 2 + gz (⃗v · ⃗n) dS. (4.32)
SF SC

27
ECUACIONES PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

Por lo tanto, la igualdad (4.29) se reduce a


∫ ( )
′ ′
Q − Wsol = ρ h + 12 v 2 + gz (⃗v · ⃗n) dS . (4.33)
SC

Esta ecuación puede interpretarse de la siguiente forma. La energı́a intercambiada con fuentes externas de calor
(más la conducción) y elementos sólidos móviles es la diferencia entre la energı́a hidráulica (o entalpı́a de remanso)
h + 1/2 v 2 + gz transportada por el fluido a la entrada y a la salida del VC. Esta energı́a hidráulica es la suma de
la energı́a total e más la asociada a la presión hidrostástica p/ρ. De esta forma, se elimina del análisis el trabajo
realizado por el entorno fluido.
Bajo la aproximación de flujo uniforme en las secciones de entrada y salida [ecuación (4.5)], la relación anterior se
puede escribir de la forma ( )

Q′ − Wsol

= ±m′k hk + 21 vk2 + gzk , (4.34)
k

donde recordemos una vez más que el signo positivo se aplica si el fluido sale del VC a través de la sección k, y
el negativo en caso contrario. En esta ecuación, m′k , hk , vk y zk representan los valores del flujo másico (en valor
absoluto), la entalpı́a, la velocidad y la cota en dicha sección, respectivamente.
Si además el flujo es incompresible, llegamos a la ecuación
∑ ( )
Q′ − Wsol

=ρ ±Qk hk + 21 vk2 + gzk , (4.35)
k

siendo Qk el caudal (en valor absoluto) que atraviesa la sección k.

8 .- ECUACIÓN DE LA ENERGÍA PARA UNA MÁQUINA FLUIDO-MECÁNICA

En esta sección analizaremos el balance de energı́a que tiene lugar en el interior de una máquina que procesa un
fluido. Para realizar este análisis escogemos un VC que englobe dicha máquina. En el funcionamiento de una máquina
es posible distinguir dos regı́menes distintos. En los instantes iniciales tiene lugar un régimen transitorio en el que
la máquina se adapta a las condiciones de funcionamiento. Esta etapa inicial suele ser muy breve, e inmediatamente
da paso a un régimen estacionario en el que la masa, cantidad
∫ de movimiento, y energı́a contenidas en la máquina
permanecen constantes. En este régimen, el término d/dt VC que aparece en las ecuaciones de volumen de control es
nulo. A lo largo de esta sección asumiremos que esta condición se cumple.
Consideremos un ejemplo que ilustre el anterior comentario. Cuando se enciende una bomba hidráulica, el rodete
comienza a girar. Durante un periodo de tiempo muy breve, la velocidad angular aumenta hasta que alcanza un valor
constante. En ese periodo de tiempo, la cantidad de movimiento y energı́a del fluido contenido en la bomba aumenta
hasta alcanzar un valor estacionario final. En esta sección, consideraremos este régimen estacionario, mientras que la
fase transitoria inicial no será analizada.
Supongamos que el fluido entra y sale del VC a través de dos superficies planas normales al flujo (ver figura 4.7) que
se corresponden con las secciones de las tuberı́as de entrada y salida. El flujo en estas secciones se supone uniforme;
es decir, con valores uniformes de todas las magnitudes hidrodinámicas. El entorno sólo ejerce esfuerzos viscosos sobre
el sistema a través de las secciones de entrada y salida. Como ya hemos comentado, y salvo en casos excepcionales,
este efecto puede ser despreciado.

máquina

VC

Figura 4.7: Diagrama de una máquina fluido-mecánica.

28
9 .- ECUACIÓN DE LA ENERGÍA PARA UNA MÁQUINA HIDRÁULICA

Bajo estas condiciones, la ecuación de continuidad establece que el flujo másico m′ (en valor absoluto) a la entrada
coincide con el de salida, y la ecuación de la energı́a se reduce a
( )
Q′ − Wsol′
= m′ hs − he + 21 vs2 − 12 ve2 + gzs − gze , (4.36)

donde hemos utilizado los subı́ndices s y e para referirnos a los valores de las magnitudes a la salida y a la entrada,
respectivamente.
Dividiendo ambos miembros de la ecuación (4.36) por m′ , llegamos a la expresión

q − wsol = hs − he + 21 vs2 − 12 ve2 + gzs − gze , (4.37)



siendo wsol = Wsol /m′ el trabajo realizado por las paredes sólidas en movimiento, y q = Q′ /m′ la energı́a total
intercambiada en forma de calor, ambos por unidad de masa.
Recordemos que la ecuación (4.37) es válida si se supone que la máquina funciona en régimen estacionario, el
flujo es uniforme en las secciones de entrada y salida, y despreciando la potencia debida a los esfuerzos viscosos en
dichas secciones. A pesar de estas restricciones, estas expresiones se utilizan en la inmensa mayorı́a de las aplicaciones,
independientemente del diseño, tamaño o principio de funcionamiento de la máquina considerada.

8.1.- Aplicación al caso adiabático

Muchos de los flujos que tienen lugar en el interior de máquinas fluido-mecánicas son tan rápidos que los mecanismos
de intercambio de energı́a con el exterior en forma de calor son despreciables, y el flujo puede ser considerado adiabático
(q = 0). Bajo esta hipótesis, la ecuación (4.37) se reduce a

−wsol = hs − he + 21 vs2 − 12 ve2 + gzs − gze . (4.38)

Si la máquina es una bomba o un ventilador realiza trabajo sobre el sistema fluido (wsol < 0), y ∆h0 > 0. En el caso
de una turbina o un aerogenerador sucede lo contrario. Esta ecuación es de enorme utilidad en Ingenierı́a.

9 .- ECUACIÓN DE LA ENERGÍA PARA UNA MÁQUINA HIDRÁULICA

La ecuación de la energı́a (4.37) se puede reescribir de la forma


ps pe
−(wsol + ûs − ûe − q) = + 12 vs2 + gze − + 21 ve2 + gze , (4.39)
ρs ρe
donde hemos tenido en cuenta la relación entre energı́a interna y entalpı́a, h = û + p/ρ.
En una máquina hidráulica, el flujo se considera incompresible y, por lo tanto, ρe = ρs = ρ. Definimos la altura
útil Hu que un fluido intercambia con una máquina hidráulica de la forma

ps − pe v 2 − ve2
Hu ≡ + s + zs − ze . (4.40)
ρg 2g
A partir de la ecuación (4.39) se deduce que
1
Hu = − (wsol + ûs − ûe − q) . (4.41)
g
Recordemos que wsol y q son la energı́a por unidad de masa que el sistema fluido intercambia en forma de trabajo y
calor, respectivamente. Si la máquina es una bomba o un ventilador realiza trabajo sobre el sistema fluido, wsol < 0,
y Hu > 0. En el caso de una turbina o un aerogenerador sucede lo contrario.
Supongamos ahora que el flujo que tiene lugar en el interior de la máquina hidráulica es no viscoso. Esta aproxima-
ción permite despreciar la disipación de energı́a y suponer que no existen mecanismos internos de producción de calor.

29
ECUACIONES PARA UN VOLUMEN DE CONTROL

Por lo tanto, toda la energı́a absorbida (o desprendida) por el sistema en forma de calor está contenida en la magnitud
q (la transferencia de calor con el exterior). Para un fluido incompresible, el primer principio de la Termodinámica
establece que el incremento (o la disminución) de la energı́a interna del sistema fluido es igual a la energı́a en forma
de calor que absorbe (o desprende). Por lo tanto, ûs − ûe − q = 0 en el caso no viscoso, lo que implica que

wsol W′ ′
Wsol
Hu = − = − sol = − . (4.42)
g m′ g ρgQ
En definitiva, para fluidos no viscosos la energı́a transmitida (o absorbida) wsol por la máquina se tranforma ı́ntegramente
en un incremento (o disminución) de la altura útil del fluido. Por el contrario, si los efectos de la viscosidad no son
despreciables, existe una disipación de energı́a ûs − ûe − q que provoca una disminución del incremento de altura útil.
Esta disminución se cuantifica mediante el rendimiento hidráulico ηh = 1 − (ûs − ûe − q)/(−wsol ) para bombas y
ventiladores.
Si las secciones de entrada y salida de una bomba hidráulica (ventilador) poseen el mismo diámetro, la ecuación
de continuidad establece que ve = vs . Si además despreciamos la variación de energı́a potencial entre dichas secciones,
la ecuación (4.42) para disipación nula puede ser re-escrita de la forma

−Wsol = Q∆p , (4.43)

siendo ∆p = ps − pe el incremento de presión entre la entrada y la salida. Si despreciamos las pérdidas mecánicas en

el eje de la máquina, −Wsol es también la potencia consumida por dicha máquina. La relación (4.43) es ampliamente
utilizada en el estudio de máquinas hidráulicas.

10 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 4.1: Suponiendo que el flujo en el interior de una máquina hidráulica es adiabático y en régimen estacio-
nario:
a. el trabajo por unidad de masa realizado por la máquina sobre el fluido es igual al incremento de entalpı́a
por unidad de masa entre la entrada y la salida de la máquina
b. el trabajo por unidad de masa realizado por la máquina sobre el fluido es igual al incremento de entalpı́a
de remanso por unidad de masa entre la entrada y la salida de la máquina
c. la velocidad del fluido a la entrada es igual que a la salida
d. la temperatura del fluido a la entrada es igual que a la salida
Cuestión 4.2: Señale la opción incorrecta:
a. una bomba permite incrementar la energı́a útil del fluido
b. la viscosidad del fluido influye en la obtención de energı́a útil a partir de una bomba
c. toda la potencia que intercambia una bomba con el fluido se traduce en un incremento de su energı́a útil
d. una turbina permite extraer energı́a útil del fluido
Cuestión 4.3: Supongamos que un fluido sufre un proceso adiabático (sin intercambio de energı́a con el entorno en
forma de calor) al atravesar una máquina. La máquina transmite 1 kW de potencia al fluido en forma de trabajo
cuando procesa 10 kg/s. Al atravesar la máquina:
a. la entalpı́a aumenta en 100 J/kg
b. la entalpı́a aumenta en 0.1 J/kg
c. la entalpı́a de remanso aumenta en 0.1 J/kg
d. la entalpı́a de remanso aumenta en 100 J/kg
Cuestión 4.4: Supongamos que una máquina hidráulica realiza un trabajo de 1 J por cada kilogramo de fluido que
procesa. El 50% de esa cantidad se invierte en aumentar la energı́a útil del fluido, mientras que el otro 50% se
emplea en aumentar su temperatura. El incremento de entalpı́a de remanso correspondiente a 2 kg de fluido es:
a. 1 J
b. 4 J
c. 2 J
d. 0.5 J
Cuestión 4.5: Un fluido (gas o lı́quido) atraviesa una máquina hidráulica (o térmica) con la que intercambia energı́a
en régimen estacionario. Supongamos que el proceso puede ser considerado adiabático; es decir, sin intercambio
de energı́a en forma de calor con el entorno. El flujo puede ser considerado uniforme en las secciones de entrada

30
10 .- CUESTIONES TEÓRICAS

y salida. Se desprecia el efecto asociado a los esfuerzos viscosos en esas dos secciones, ası́ como la variación de
energı́a potencial entre las secciones de entrada y de salida. El trabajo realizado por la máquina sobre la unidad
de masa de fluido es igual a:
a. el incremento de entalpı́a de remanso por unidad de masa
b. el incremento de entalpı́a por unidad de masa
c. el incremento de entropı́a por unidad de masa
d. el incremento de energı́a interna por unidad de masa
Cuestión 4.6: Para que la fuerza debida a la presión que realiza el entorno sobre un sistema fluido contenido en un
volumen de control sea nula, es necesario que:
a. el fluido sea no viscoso
b. la presión sea constante a lo largo de la superficie de control
c. el entorno sea un gas
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 4.7: La ecuación de Bernoulli se puede aplicar a lo largo de una lı́nea de corriente si el flujo es estacionario:
a. compresible no viscoso
b. incompresible no viscoso
c. incompresible viscoso
d. compresible irrotacional
Cuestión 4.8: Se dice que una máquina hidráulica trabaja en régimen estacionario cuando:
a. trabaja a una velocidad angular constante
b. se encuentra en reposo
c. las magnitudes hidrodinámicas toman un valor constante en el tiempo en cualquier punto del flujo dentro
de la máquina
d. los valores de las magnitudes mecánicas asociadas a un volumen de control que encierre la máquina perma-
necen constantes en el tiempo
Cuestión 4.9: Señale la opción incorrecta:
a. la energı́a consumida por una bomba es siempre superior a la energı́a útil suministrada al fluido
b. la energı́a mecánica obtenida mediante una turbina es siempre inferior a la energı́a útil suministrada por el
fluido
c. la viscosidad del fluido no influye en la obtención de energı́a útil a partir de una bomba
d. sólo una parte de la potencia que intercambia una bomba con el fluido se traduce en un incremento de su
energı́a útil

31
Tema 5

ANÁLISIS DIMENSIONAL

1 .- INTRODUCCIÓN

Debido a la complejidad que presentan la inmensa mayorı́a de los problemas fluidodinámicos de interés tecnológico,
es imprescindible en muchos casos renunciar a cualquier análisis teórico. Esto es ası́ no sólo cuando la dificultad es
evidente, sino también en problemas aparentemente sencillos. Ante este panorama, a menudo debemos resignarnos
a manejar información obtenida exclusivamente a partir de la experimentación directa. Esta experimentación debe
llevarse a cabo con un cierto criterio, obteniendo la máxima información mediante el mı́nimo número de ensayos.
Esta necesidad se comprende inmediatamente si tenemos en cuenta el considerable gasto económico asociado a la
experimentación.
Podemos entender el Análisis Dimensional como el conjunto de técnicas, reglas y procedimientos destinados a
obtener información sobre un determinado fenómeno tan sólo a partir del conocimiento de las variables (parámetros)
involucradas en dicho fenómeno. Los pasos tı́picos a realizar en el análisis dimensional de un determinado problema
pueden ordenarse de esta forma:

1. Mediante razonamientos fı́sicos, “sencillos” en la mayorı́a de los casos, se proponen las variables dimensionales
que deben intervenir en el problema.
2. Haciendo uso de algún procedimiento se construyen los grupos adimensionales relevantes en el problema.
3. Teniendo en cuenta los resultados obtenidos, se diseña un experimento en condiciones reales, o utilizando un
modelo fluidodinámico fı́sicamente semejante.

A lo largo de este tema explicaremos esto con más detalle e introduciremos algunos ejemplos.

1.1.- Algunas definiciones

Antes de continuar, debemos estar seguros de que algunos conceptos elementales que utilizaremos en adelante se
entienden correctamente:

• Dimensiones fundamentales: las dimensiones fundamentales son las dimensiones básicas a partir de las cuales
se definen las variables que describen un fenómeno fı́sico. Las dimensiones fundamentales involucradas en un
problema son 2 (longitud [L] y tiempo [T ]) si es cinemático, 3 (longitud, tiempo y masa [M ]) si es mecánico, y
4 (longitud, tiempo, masa y temperatura [T e]) si es termomecánico. Para medir las dimensiones fundamentales
ası́ como las derivadas se emplean los sistemas de unidades (Sistema Internacional, por ejemplo).
• Variables dimensionales: como su propio nombre indica, variables dimensionales son aquéllas que poseen dimen-
siones (densidad, presión,. . . ). Por lo tanto, no se incluyen bajo esta denominación las constantes o parámetros
adimensionales (los ángulos, por ejemplo). Lógicamente, el valor que toman las variables dimensionales depende
del sistema de unidades utilizado; por ejemplo, ρagua = 103 kg/m3 and 1 gr/cm3 .
• Grupos adimensionales: llamamos grupo adimensional a un monomio compuesto por variables dimensionales de
forma que el resultado es adimensional. Entendemos por monomio el producto de distintas variables elevadas a
una cierta potencia. El número de Reynolds Re= ρvL/µ es un ejemplo muy importante. Dado que estos grupos
no poseen dimensiones, su valor no depende del sistema de unidades empleado.

32
1 .- INTRODUCCIÓN

1.2.- Principio de homogeneidad dimensional

El principio de homogeneidad dimensional establece que toda relación de variables dimensionales utilizada para
describir un proceso o fenómeno fı́sico debe ser dimensionalmente homogénea; es decir, todos los sumandos que
intervienen en dicha relación deben tener las mismas dimensiones. Si la relación que describe un determinado proceso
es dimensionalmente homgénea, dicha relación será invariante ante un cambio del sistema de unidades empleado, lo
que obviamente resulta indispensable.
A modo de ilustración, consideremos la ecuación de Bernoulli (4.27):

p1 v2 p2 v2
+ 1 + z1 = + 2 + z2 . (5.1)
ρg 2g ρg 2g

Es fácil comprobar que todos los sumandos de esta ecuación tienen dimensiones de longitud.
Gracias al principio de homogeneidad dimensional es posible realizar un análisis dimensional elemental en problemas
sencillos. Para explicar este punto con claridad, consideremos el problema del cálculo del periodo de oscilación de
un péndulo cuando la amplitud de las oscilaciones es pequeña. En primer lugar, podemos suponer que las variables
dimensionales que intervienen en el fenómeno son: el periodo τ , la masa m y longitud ℓ del péndulo, y la aceleración
de la gravedad g. Nos hemos otorgado la licencia de errar en esta suposición, ya que la masa m no interviene en el
problema. En segundo lugar, podemos aceptar que la relación que liga estas variables es de la forma

τ = C ma ℓb g c , (5.2)

donde el factor C y los exponentes a, b y c son constantes adimensionales desconocidas. Pues bien, el principio de
homogeneidad dimensional aplicado a este caso obliga a que ambos miembros de esta ecuación posean las mismas
dimensiones. Se puede comprobar sin dificultad que esta condición implica que ha de verificarse el siguiente sistema
de ecuaciones para los exponentes:

a = 0
b+c = 0
−2c = 1, (5.3)

cuya solución es a = 0, b = 1/2 y c = −1/2. La primera, segunda y tercera igualdad tienen que cumplirse para que
las dimensiones de masa, longitud y tiempo, respectivamente, sean las mismas en ambos miembros de (5.2). Teniendo
en cuenta la igualdad (5.2) y la solución de (5.3), llegamos a la conclusión de que el periodo τ obedece a la expresión



τ =C . (5.4)
g

Como vemos, este sencillo análisis basado simplemente en el principio de homogeneidad dimensional, obliga a descartar
la masa m del péndulo en la fórmula del periodo, corrigiéndose el error inicial1 . Por último, es imprescindible realizar
algunos ensayos para confirmar la hipótesis (5.2) y determinar el valor de C. En la figura 5.1 se representan los
1
valores que toma el grupo adimensional τ /(ℓ/g) 2 para distintos ensayos en un supuesto experimento. Los resultados
experimentales confirmarı́an la hipótesis (5.2) y proporcionarı́an el valor de C.
Este tipo de análisis sólo es aplicable a problemas sencillos, para los que una ley del tipo (5.2) sea válida. Para los
demás casos, es deseable disponer de un método sistemático y de validez general. Como veremos inmediatamente, el
teorema π (o de Buckingham) proporciona el procedimiento adecuado.

1 En realidad, se puede afirmar con carácter general que para que una variable dimensional intervenga en un fenómeno, sus dimensiones

fundamentales deben aparecer en otras variables del mismo fenómeno.

33
ANÁLISIS DIMENSIONAL

8
1/2
τ/(l/g)

6 C=2π

4
ensayos (τ,m,l,g)

Figura 5.1: Periodo en las oscilaciones de un péndulo para distintos ensayos.

2 .- TEOREMA π O DE BUCKINGHAM

2.1.- Enunciado

Supongamos que un cierto fenómeno fı́sico puede ser descrito mediante una relación entre n variables dimensionales
a 1 , a2 , . . . , a n :
f (a1 , a2 , . . . , an ) = 0 . (5.5)
Supongamos que estas variables involucran m dimensiones fundamentales d1 , d2 , . . . , dm , y que las dimensiones [a1 ],
[a2 ], . . .,[an ] de las n variables dimensionales obedecen a las expresiones2

[a1 ] = dα
1
11

2
12
. . . dα
m
1m

[a2 ] = dα
1
21

2
22
. . . dα
m
2m

..
.
[an ] = d1αn1 dα
2
n2
. . . dα
m
nm
. (5.6)

El teorema π establece que es posible obtener n − j, y no más que n − j, grupos adimensionales independientes3 a
partir de las n variables dimensionales, siendo j el rango de la matriz
 
α11 α12 . . . α1m
 α21 α22 . . . α2m 
  . (5.7)
 
αn1 αn2 . . . αnm

Además, el teorema π establece que la relación (5.5) es equivalente a

g(π1 , π2 , . . . , πn−j ) = 0 , (5.8)

donde π1 , π2 , . . . , πn−j son los grupos adimensionales independientes antes mencionados. El número natural j es la
reducción del problema y, obviamente, es menor o igual que el número m de dimensiones fundamentales (columnas de
(5.7).

2.2.- Aplicación

El análisis dimensional de cualquier problema mediante el teorema π consta de los siguientes pasos:

1. Proponer las n variables dimensionales que intervienen en el fenómeno.


2. Construir la matriz (5.7) a partir de las dimensiones de cada variable.
2 Por ejemplo, si a1 = ρ, [a1 ] = d1 d−3
2 , siendo d1 y d2 las dimensiones fundamentales masa [M ] y longitud [L], respectivamente. En
este caso, α11 = 1, α12 = −3 y α13 = α14 = ... = α1m = 0.
3 Llamamos grupos adimensionales independientes a aquéllos que no se pueden obteneres unos como combinación de los otros.

34
3 .- SEMEJANZA FÍSICA

3. Calcular el rango j de esta matriz


4. Obtener n−j grupos adimensionales independientes. La elección de estos grupos no es única, pero es conveniente
escoger aquéllos que se utilicen con frecuencia. En la sección mencionaremos algunos de ellos.

La ecuación que describe el problema es una relación que involucra estos grupos adimensionales.
A modo de ejemplo, consideremos de nuevo el cálculo del periodo de las oscilaciones de un péndulo. Supongamos
otra vez que las variables dimensionales que intervienen en el fenómeno son el periodo τ , la masa m y la longitud ℓ
del péndulo, y la aceleración de la gravedad g. Bajo esta hipótesis, las dimensiones fundamentales involucradas son la
masa [M ], la longitud [L], y el tiempo [T ]. La matriz (5.7) del problema es

[L] [M ] [T ]
 
m 0 1 0
ℓ  1 0 0 
  . (5.9)
g  1 0 −2 
τ 0 0 1

El determinante de la submatriz formada por las 3 primeras filas y columnas de (5.9) es no nulo. Por lo tanto, el rango
de esta matriz es j = 3. El único grupo adimensional del problema es
τ
π1 ≡ √ . (5.10)
ℓ/g
Por consiguiente, el teorema π establece que el periodo τ de las oscilaciones del péndulo verifica que
τ
√ =C, (5.11)
ℓ/g
siendo C una constante adimensional. De nuevo, la figura 5.1 puede representar los valores que toma el grupo
1
adimensional τ /(ℓ/g) 2 para distintos ensayos en un hipotético experimento. En este caso, los resultados experimentales
sirven para determinar el valor de C; a saber, C = 2 pi.
A diferencia del análisis anterior, gracias al teorema π no es necesario realizar ninguna hipótesis adicional del tipo
(5.2); tan sólo deben proponerse las variables dimensionales que intervienen en el fenómeno. En este ejemplo sencillo
se comprueba que el teorema π ayuda también a descartar una variable que no debe aparecer en la relación final.
La razón estriba en que la masa m introduce la dimensión fundamental [M ] que no aparece en las demás variables.
En general, no se puede afirmar que el teorema π sirva para aceptar o descartar las variables que intervienen en un
determinado proceso fı́sico. La validez de la hipótesis inicial realizada en el paso 1 determina la validez del resultado
final. Aunque este paso pueda paracer trivial, no lo es en absoluto. Sólo si el experimentador posee conocimientos de
la materia, propondrá correctamente las variables dimensionales del problema.

3 .- SEMEJANZA FÍSICA

Como ya hemos comentado en la introducción a este tema, el último paso a realizar en el análisis dimensional de
un fenómeno fı́sico es el diseño de un experimento en condiciones reales, o utilizando un modelo fı́sicamente semejante.
En esta sección definiremos el concepto de semejanza, aclararemos qué entendemos por modelo, y explicaremos su
utilidad en el campo de la experimentación.

3.1.- Semejanza fı́sica. Distintos tipos de semejanza

Imaginemos dos fenómenos fı́sicos distintos [(1) y (2)] en los que intervienen las mismas variables dimensionales.
A partir del teorema π obtenemos los grupos adimensionales relevantes en los dos fenómenos. Dado que las variables
dimensionales son las mismas en ambos casos, los grupos adimensionales también lo son. Llamaremos
(1) (1) (1) (2) (2) (2)
π1 , π2 , . . . , πk y π1 , π 2 , . . . , π k (5.12)

35
ANÁLISIS DIMENSIONAL

L1 L2
L4 L5 L3

l1 l2
l4 l5 l3

L2/L1=l2/l1 L3/L1=l3/l1 L4/L1=l4/l1 L5/L1=l5/l1

Figura 5.2: Semejanza geométrica.

a los valores que toman los grupos adimensionales en los fenómenos (1) y (2), respectivamente. Pues bien, se dice que
los fenómenos (1) y (2) son fı́sicamente semejantes si se cumple la condición
(1) (2)
πi = πi para i = 1, 2, . . . , k ; (5.13)

es decir, si los grupos adimensionales toman los mismos valores en ambos fenómenos.
La geometrı́a de un fenómeno fı́sico interviene necesariamente en los resultados que se obtienen. Por lo tanto,
todas las distancias relevantes del problema deberı́an incluirse en el conjunto de las variables dimensionales. De esta
forma, los conjuntos (5.12) contendrı́an todos los cocientes independientes que se pueden obtener a partir de dos de
estas distancias. Pues bien, si estos grupos adimensionales geométricos toman los mismos valores en los fenómenos
(1) y (2), se dice que dichos fenómenos son geométricamente semejantes. Dicho más sencillamente, dos fenómenos
son geométricamente semejantes cuando presentan la misma geometrı́a; es decir, se distinguen tan sólo en un cambio
global de escala. Como vemos, la semejanza geométrica es parte de la semejanza fı́sica; en otras palabras, para que
exista semejanza fı́sica debe existir semejanza geométrica.
A modo de ilustración, la figura 5.2 muestra dos problemas geométricamente semejantes. Una corriente fluida
atraviesa el conducto formado por dos paredes horizontales cuya anchura (la dimensión perpendicular a la pared) es
mucho mayor que cualquier otra distancia del problema. Una esfera está colocada en el interior de ese conducto. Esta
configuración geométrica puede ser caracterizada por cinco distancias. Los cuatro cocientes independientes de esas
distancias toman los mismos valores en los dos problemas.
Normalmente se da por supuesto que la geometrı́a de un fenómeno está establecida, es decir, no puede ser variada
en la realización de un experimento. Bajo este punto de vista, se puede afirmar que dos fenómenos son fı́sicamente
semejantes si, siendo geométricamente semejantes, se cumple la condición (5.13) para los grupos adimensionales que
llamaremos “puramente fı́sicos”; es decir, excluyendo los geométricos.

3.2.- Modelos fluidodinámicos

Consideremos dos fenómenos fı́sicos [(1) y (2)] en los que intervienen las mismas variables dimensionales. Supon-
gamos que dichos fenómenos son geométricamente semejantes. Sean (5.12) los dos conjuntos de valores que toman los
grupos adimensionales “puramente fı́sicos”. El teorema π permite escribir un grupo cualquiera π1 como función de los
k − 1 restantes:
π1 = h(π2 , π3 , . . . , πk ) . (5.14)
Admitamos que la función h es la misma para ambos fenómenos. En este caso, si los k − 1 argumentos de h toman
los mismos valores en (1) y en (2),
(1) (2)
π1 = π1 , (5.15)
y ambos fenómenos sean fı́sicamente semejantes. Ésta es la base de la experimentación con modelos fluidodinámicos.
Imaginemos que deseamos medir una cierta variable de un determinado fenómeno fı́sico [fenómeno (1)]. Supongamos
que, dadas las condiciones experimentales, esta medición resulta imposible por lo que diseñamos un experimento
geométricamente semejante en condiciones experimentales viables [fenómeno (2)]. El primer fenómeno es conocido
como el prototipo, mientras que el segundo recibe el nombre de modelo fluidodinámico. Supongamos que la variable

36
3 .- SEMEJANZA FÍSICA

que se desea medir en el prototipo forma parte del grupo adimensional π1 . El modelo fluidodinámico debe ser diseñado
de forma que los k − 1 grupos adimensionales argumentos de h tomen el mismo valor que en el prototipo. De esta
manera, se cumple la igualdad (5.15) y el valor de la variable incógnita en el prototipo puede ser despejado.

3.3.- Ejemplo

Consideremos el flujo incompresible que se produce en torno a una esfera lisa de diámetro D situada en el seno de
una corriente uniforme de densidad ρ, viscosidad constante µ, y velocidad aguas arriba V . Elementales razonamientos
de simetrı́a permiten afirmar que la dirección de la fuerza ejercida por el fluido sobre la esfera coincide con la dirección
de la corriente. Sea FD la magnitud de dicha fuerza, conocida como fuerza de arrastre. Supongamos que el problema
experimental que se plantea es medir FD en función de las variables antes citadas. Las dimensiones fundamentales
involucradas en este problema son la longitud [L], la masa [M ], y el tiempo [T ]. La matriz (5.7) correspondiente a
este caso es
[L] [M ] [T ]
 
V 1 0 −1
D  1 0 0 
 
ρ  −3 1 0  . (5.16)
 
µ  −1 1 −1 
FD 1 1 −2
El determinante de la submatriz formada por las 3 primeras filas y columnas de (5.16) es no nulo. Por lo tanto, el
rango de esta matriz es j = 3. Los dos grupos adimensionales relevantes del problema son
FD ρV D
π1 ≡ y π2 ≡ . (5.17)
ρV 2 D2 µ
El grupo π1 es frecuentemente sustituido por FD /(1/2 ρV 2 A), siendo A = πD2 /4 la sección eficaz4 de la esfera. El
grupo π2 es el número de Reynolds Re que aparece en todos los problemas en los que la viscosidad juega un papel
relevante.
El teorema π establece que las variables dimensionales de este problema se relacionan mediante la fórmula
FD
1 2
= CD (Re) , (5.18)
2 ρV A
siendo CD una función a determinar, denominada coeficiente de arrastre o coeficiente aerodinámico. Bajo la hipótesis
de que “semejanza geométrica implica semejanza fı́sica”, podemos suponer que esta función es única para todos los
modelos.
Imaginemos ahora que las condiciones experimentales no son las adecuadas para realizar la medición de la fuerza
de arrastre FD . Para salvar este obstáculo, medimos la fuerza de arrastre en un modelo fluidodinámico construido a
escala, en el que una corriente uniforme de densidad ρ′ y viscosidad µ′ incide con una velocidad V ′ sobre una esfera
lisa de diámetro D′ . Denotemos con el sı́mbolo FD′
el resultado de esta medición. Según lo expuesto anteriormente,
basta con que coincida el valor Re′ del número de Reynolds en el modelo con el valor Re en el prototipo para que
ambos fenómenos sean fı́sicamente semejantes. Si esto es ası́, en virtud de (5.18) se debe verificar que

FD FD
1 2A
= CD (Re) = CD (Re′ ) = 1 ′2 ′
, (5.19)
2 ρV 2 ρV A
de forma que la fuerza de arrastre en el prototipo puede ser despejada en función de valores conocidos:
′ ρ V 2 D2
FD = FD . (5.20)
ρ′ V ′2 D′2

En la figura 5.3 se representa el coeficiente de arrastre CD para un amplio rango de valores del número de Reynolds
Re. Los sı́mbolos se corresponden con datos obtenidos a partir de modelos distintos. Podemos apreciar en la figura
que la función CD (Re) es la misma para todos lo modelos utilizados. Ésta es una comprobación experimental de la
hipótesis de que “semejanza geométrica implica semejanza fı́sica”.
4 Entendemos por sección eficaz el área máxima del cuerpo vista en la dirección de la corriente.

37
ANÁLISIS DIMENSIONAL

CD=24/Re

Figura 5.3: Resultados experimentales para el coeficiente de arrastre de una esfera lisa.

3.4.- Semejanza parcial

Si realizamos el análisis dimensional en problemas con un gran número de variables, obtendremos un nutrido
conjunto de grupos adimensionales independientes. En este caso es muy probable que sea técnicamente imposible
conseguir que todos los grupos tomen el mismo valor en el modelo y en el prototipo. Si esto es ası́, es necesario
despreciar el papel desempeñado por alguno(s) de aquellos grupos que consideremos menos relevantes en el problema.
Cuando esto sucede se dice que existe semejanza parcial entre el modelo y el prototipo, y los resultados experimentales
obtenidos para el primero deben ser extrapolados al segundo con sumo cuidado.
La semejanza parcial entre el modelo y el prototipo se halla en la mayorı́a de los problemas de interés tecnológico;
por ejemplo, en el análisis experimental del flujo que se produce en el interior de las turbomáquinas hidráulicas.

4 .- GRUPOS ADIMENSIONALES IMPORTANTES

Dentro del contexto de la Mecánica de Fluidos existe un conjunto reducido de grupos adimensionales que aparecen
con frecuencia en problemas de interés. A continuación pasamos a nombrar algunos de ellos:

• Número de Reynolds:
U Lρ
Re = , (5.21)
µ
donde ρ y µ son la densidad y viscosidad del fluido, respectivamente, y U y L son una velocidad y una distancia
caracterı́sticas del flujo, respectivamente. Este grupo aparece en el análisis de problemas donde la fricción viscosa
juega un papel relevante.
• Número de Euler:
p
Eu = , (5.22)
U 2ρ
donde ρ es la densidad del fluido, y p y U son una presión y velocidad caracterı́sticas del flujo, respectivamente.
Este grupo aparece en el análisis de flujos eulerianos, donde la contribución de la presión a las fuerzas de superficie
es la más importante.

38
5 .- CUESTIONES TEÓRICAS

• Número de Froude:
U2
Fr = , (5.23)
gL
donde U y L son una velocidad y longitud caracterı́sticas del flujo, respectivamente, y g representa la aceleración
de la gravedad. Este parámetro aparece con frecuencia en el estudio de flujos impulsados fundamentalmente por
la acción de la gravedad; más concretamente, en el análisis del movimiento de fluidos en canales, vertederos, etc.

• Número de Mach:
U
M= , (5.24)
a
donde U es una velocidad caracterı́stica del flujo, y a es la velocidad del sonido en el medio. Este parámetro
se utiliza constantemente en problemas de flujo compresible, y mide la influencia de los efectos asociados a la
compresibilidad del fluido.
• Número de Prandtl:
µcp
Pr = , (5.25)
κ
donde µ, cp y κ son la viscosidad, el calor especı́fico a presión constante y la conductividad térmica del fluido,
respectivamente. Este grupo interviene en el análisis de flujos en los que la fricción y la conducción de calor son
relevantes.

Esta lista de grupos adimensionales no es más que una representación de un conjunto mucho más amplio.

5 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 5.1: Acerca del Análisis Dimensional:
a. el teorema π permite reducir el número de variables dimensionales que intervienen en un problema
b. no es posible alcanzar la semejanza fı́sica total entre un prototipo y su modelo
c. la reducción j obtenida en la aplicación del teorema π no puede superar el número de dimensiones del
problema
d. la semejanza cinemática no implica semejanza geométrica
Cuestión 5.2: Un modelo fluidodinámico y un prototipo son fı́sicamente semejantes si:
a. todos los grupos adimensionales toman el mismo valor en ambos casos
b. todas las variables fı́sicas toman el mismo valor en ambos casos
c. presentan la misma geometrı́a salvo cambio de escala
d. ninguna de las definiciones anteriores es correcta
Cuestión 5.3: Fijada la geometrı́a de un perfil aerodinámico, su coeficiente de sustentación depende de:
a. la velocidad de la corriente incidente y el ángulo de ataque
b. el ángulo de ataque y el número de Reynolds
c. el ángulo de ataque y el tamaño del perfil
d. el número de Reynolds, el ángulo de ataque y el tamaño del perfil
Cuestión 5.4: Señalar cuál de las siguientes expresiones no es dimensionalmente correcta:
a. ρ dû/dt = κ∇2 T
b. dp + ρ g dz = 0
c. ∇2 T = 0
d. ∂⃗v /∂t + ∇p
⃗ + (⃗v · ∇)⃗
⃗ v = ⃗0
Cuestión 5.5: Supongamos que un fenómeno fı́sico está descrito por n variables dimensionales y k grupos adimen-
sionales. Bajo la hipótesis de “semejanza geométrica implica semejanza fı́sica”, un modelo y un prototipo son
fı́sicamente semejantes si y sólo si:
a. son geométricamente semejantes
b. son idénticos
c. n − 1 grupos adimensionales toman el mismo valor en ambos fenómenos
d. k − 1 grupos adimensionales toman el mismo valor en ambos fenómenos

39
Bloque temático II

Aplicaciones
Tema 6

HIDROSTÁTICA

1 .- INTRODUCCIÓN

A lo largo de este tema estudiaremos el comportamiento de un lı́quido cuando se encuentra en reposo. En este caso
el problema se reduce a calcular la distribución de presiones p(⃗r) en el interior del lı́quido, para ası́ obtener las fuerzas
y momentos ejercidos por el lı́quido sobre cuerpos sólidos sumergidos en él. La distribución de presiones se calcula a
partir de la ecuación fundamental de la hidrostática (4.27):

p1 + ρgz1 = p2 + ρgz2 , (6.1)

donde 1 y 2 son dos puntos cualesquiera del lı́quido. Puesto que el campo de velocidades es nulo, los esfuerzos viscosos
también lo son. Por lo tanto, la fuerza de superficie dF⃗ ejercida por una región del fluido a través del elemento de
⃗ que la delimita, obedece a la expresión
superficie dS

dF⃗ = −p(⃗r)dS
⃗. (6.2)

A partir de (6.1) y (6.2), calcularemos fuerzas y momentos sobre cuerpos sólidos parcial o totalmente sumergidos
(presas, compuertas, cuerpos flotantes, etc.).

p
a

p(z)
H

z
h

Figura 6.1: Fuerzas de presión.

2 .- REDUCCIÓN DE UN SISTEMA DE FUERZAS EN HIDROSTÁTICA

2.1.- Sistema equivalente de fuerzas paralelas

Analizar el efecto dinámico producido por un sistema de muchas fuerzas aplicadas en distintos puntos es a menudo
complicado y engorroso. Para simplificar este análisis es frecuente utilizar un sistema de fuerzas equivalente. Llamamos
sistema equivalente a un nuevo sistema de fuerzas con la misma resultante y momento con respecto a cualquier punto
que los del sistema original. Por definición, el sistema equivalente produce el mismo efecto dinámico que el sistema
original.
Vamos a estudiar ahora el caso particular de un sistema de fuerzas paralelas. Dentro de este apartado debemos
distinguir a su vez entre sistemas con resultante no nula y sistemas con resultante nula.

43
HIDROSTÁTICA

1. Sistemas con resultante no nula. En primer lugar, calculemos el momento M ⃗ A del sistema de fuerzas con respecto
de un punto ⃗rA :
∑ ∑ ∑ ∑
⃗A =
M (⃗ri − ⃗rA ) × F⃗i = ⃗ri × F⃗i − ⃗rA × F⃗i = ⃗ri × F⃗i − ⃗rA × F⃗ , (6.3)
i i i i

donde {F⃗i } y {⃗ri } son las fuerzas y sus puntos de aplicación, respectivamente. Todos los vectores F⃗i tienen la
misma dirección. Por lo tanto, se cumple que F⃗i = Fin⃗n, donde ⃗n es el vector unitario que marca la dirección
del sistema de fuerzas, y Fin es la componente de la fuerza F⃗i a lo largo de dicha dirección. Teniendo esto en
cuenta, el momento M ⃗ A viene dado por la expresión
( )


MA = Fin⃗ri × ⃗n − ⃗rA × F⃗ . (6.4)
i

Consideremos ahora el punto C definido de la forma


1 ∑
⃗rC = Fin⃗ri . (6.5)
F i

⃗ A obedece a la igualdad
Teniendo en cuenta esta definición1 , el momento M
⃗ A = F ⃗rC × ⃗n − ⃗rA × F⃗ = ⃗rC × F⃗ − ⃗rA × F⃗ = (⃗rC − ⃗rA ) × F⃗ .
M (6.6)
⃗ A ejercido por el sistema de fuerzas es igual al que ejerce la
Por lo tanto, demostramos que el momento M

resultante F en el punto central (6.5).
Es evidente que la propiedad caracterı́stica del punto central es común a todos los puntos pertenecientes a la
recta paralela a F⃗ y que pasa por dicho punto central. Esta lı́nea recibe el nombre de eje central o eje de acción.
En definitiva, el teorema de Varignon establece que un sistema equivalente de un conjunto de fuerzas paralelas
con resultante no nula, es la resultante aplicada en cualquier punto del eje central del sistema.
2. Sistemas con resultante nula. Para analizar este caso utilizaremos como punto de partida el resultado (6.3)
deducido en el caso anterior. Dado que ahora F⃗ = ⃗0, el momento M ⃗ A viene dado por la igualdad
( )


MA = Fin⃗ri × ⃗n . (6.7)
i

Como vemos, el punto A no figura en el resultado obtenido; o lo que es lo mismo, el momento no depende del
punto considerado. La expresión (6.7) proporciona el valor del momento intrı́nseco M ⃗ 0 del sistema de fuerzas
considerado. La forma más sencilla de conseguir este momento intrı́nseco con resultante nula es utilizando un par
de fuerzas con la magnitud y separación adecuadas. Por lo tanto, un sistema de fuerzas paralelas con resultante
nula se reduce a un par de fuerzas que genere el mismo momento intrı́nseco.

2.2.- Aplicación a la Hidrostática

Consideremos un sistema de referencia cartesiano definido por los ejes x1 , x2 y x3 . En los problemas de hidrostática
es frecuente tratar cada componente de las fuerzas de forma separada; es decir, como si fueran tres sistemas de fuerzas
paralelas que se superponen. De esta forma, es posible aplicar a cada componente los resultados obtenidos en el
apartado anterior.
Consideremos una superficie S cualquiera sumergida en un lı́quido de densidad ρ. {dFj } son las componentes j
⃗ } ejercidas por el lı́quido sobre la superficie S. Denotaremos con el sı́mbolo
(j = 1, 2 ó 3) de las fuerzas de presión {dF
Fj la resultante correspondiente:
∫ ∫ ∫
Fj = dFj = − p dSj = − [pa + ρg(H − h)] dSj . (6.8)
S S S
1 Como vemos, es esencial que la resultante del sistema de fuerzas no sea nula. De lo contrario, la definición (6.5) carece de sentido.

44
3 .- FUERZAS Y MOMENTOS SOBRE UNA SUPERFICIE PLANA

En esta última igualdad hemos utilizado la ecuación de la hidrostática (6.1), h es la altura del elemento de superficie
en consideración, y pa es la presión de referencia a una altura h = H. Es frecuente tomar como presión de referencia la
presión ambiente a la que se encuentra la superficie libre (horizontal) del lı́quido (ver figura 6.1). En este caso, H − h
es la profundidad del punto considerado. Ahora debemos distinguir entre los dos casos antes mencionados:

1. Si Fj ̸= 0, el sistema equivalente está compuesto por la resultante F⃗j = Fj ⃗ej aplicada en el eje central del sistema
de fuerzas j. Lógicamente, este eje es paralelo a la dirección ⃗ej . En virtud de (6.5), las coordenadas xkcp que
definen la posición de este eje obedecen a la igualdad
∫ ∫
1 xk [pa + ρg(H − h)] dSj
xkcp = xk dFj = S∫ , (6.9)
Fj S [p + ρg(H − h)] dSj
S a

donde k representa cualquiera de las dos componentes que no son j. Como mencionamos anteriormente, la resul-
tante puede ser aplicada en cualquier punto del eje central. Se llama centro de presiones al punto seleccionado.

⃗ 0j . El valor de este
2. Si Fj = 0, el sistema equivalente es un par de fuerzas que genera un momento intrı́nseco M
momento es [ver igualdad (6.7)]
(∫ ) (∫ )
M⃗ 0j = − dFj ⃗r × ⃗ej = −⃗ej × ⃗r [pa + ρg(H − h)] dSj . (6.10)
S S

⃗ 0j = ⃗0, la acción del sistema de fuerzas j es nula.


En el caso en el que M

Una vez reducidas cada una de las tres componentes a sus sistemas equivalentes, el sistema equivalente final
se obtiene mediante la composición de los tres anteriores. Para superficies planas y cuerpos parcial o totalmente
sumergidos, F⃗j y M⃗ 0j son nulos para dos componentes que, por lo tanto, no intervienen en el problema. En estos casos,
el sistema de fuerzas se reduce a la resultante de la componente relevante aplicada en el eje de acción correspondiente.
En las siguientes secciones analizaremos estas dos situaciones con más detalle.

3 .- FUERZAS Y MOMENTOS SOBRE UNA SUPERFICIE PLANA

3.1.- Fuerza sobre una superficie plana

Consideremos las fuerzas de presión que actúan sobre una de las caras de la superficie plana de la figura 6.2.
Lógicamente, se trata de un conjunto de fuerzas paralelas, normales a dicha superficie. Nuestro objetivo es calcular la
resultante y la posición del eje de acción correspondientes a este sistema de fuerzas paralelas. Para ello utilizaremos
un sistema de coordenadas cartesiano con origen en el centro de gravedad de la superficie. Los ejes x e y se encuentran
situados sobre la superficie, mientras que z es el eje perpendicular dirigido en la dirección en la que actúa la presión.
Como se aprecia en la figura, el eje y forma un ángulo θ con la dirección horizontal. En virtud de (6.8), la resultante
es ∫ ∫
Fz = [pa + ρgl] dS = pa A + ρg l dS , (6.11)
S S
donde l es la profundidad indicada en
∫ la figura, y A representa el área de la superficie. Dado que la profundidad lcg
del centro de gravedad es lcg = 1/A S l dS, el resultado (6.11) se puede reescribir de la siguiente forma:
Fz = (pa + ρglcg )A = pcg A , (6.12)
donde pcg representa la presión en el centro de gravedad.

3.2.- Eje de acción del sistema de fuerzas

A partir de la expresión (6.9) se puede obtener el eje de acción del sistema. La componente xcp de este eje es
∫ ∫
1 1
xcp = x (pa + ρgl) dS = x[pa + ρg(lcg − y sen θ)] dS
Fz S Fz S

45
HIDROSTÁTICA

pa
θ

z lcg
l

y
cg
x

Figura 6.2: Fuerza sobre una superficie plana sumergida.

[ ∫ ∫ ]
1 ρg sen θ
= (pa + ρglcg ) x dS − ρg sen θ xy dS = − Ixy , (6.13)
Fz S S pcg A

donde Ixy es el momento de inercia Ixy = S
yx dS. Análogamente,

ρg sen θ
ycp = − Ixx , (6.14)
pcg A

donde Ixx representa el momento de inercia Ixx = S
y 2 dS.
Los resultados obtenidos en esta sección son de un indudable interés desde el punto de vista práctico. Permiten
calcular fuerzas y momentos sobre cualquier clase de compuerta, obstáculo, presa, etc. Las expresiones deducidas
son válidas sea cual sea la forma de la superficie considerada, su orientación, o si se encuentra total o parcialmente
sumergida. Nótese que en este último caso sólo se debe considerar la parte sumergida.

4 .- FUERZAS Y MOMENTOS SOBRE UN CUERPO SUMERGIDO

4.1.- Fuerzas sobre un cuerpo sumergido

Consideremos las fuerzas de presión que actúan sobre la superficie S que delimita un cuerpo sumergido como el
que se dibuja en la figura 6.3. Nuestro objetivo es obtener el sistema equivalente reducido de este conjunto de fuerzas.
Consideremos en primer lugar las componentes horizontales x e y. En virtud de (6.8), las resultantes Fx y Fy obedecen
a las igualdades
∫ ∫
Fx = − [pa + ρg(H − z)] dSx y Fy = − [pa + ρg(H − z)] dSy , (6.15)
S S

donde H es la profundidad del origen del sistema de referencia. El argumento de la primera integral de (6.15) sólo
depende de la coordenada z. Por lo tanto, la contribución a dicha integral correspondiente a cualquier elemento de
superficie se cancela al considerar el elemento opuesto a lo largo del eje x. Por ejemplo, en la figura 6.3 se aprecia
que dFx1 + dFx2 = 0. El mismo razonamiento se puede aplicar para la componente y. En definitiva, es evidente que
Fx = Fy = 0.

pa

H dFx1 dFx2
z
y

Figura 6.3: Fuerzas horizontales ejercidas sobre un cuerpo sumergido.

46
4 .- FUERZAS Y MOMENTOS SOBRE UN CUERPO SUMERGIDO

Un vez demostrado que las resultantes horizontales son nulas, debemos calcular el momento intrı́nseco asociado a
cada una de estas dos componentes. El momento M ⃗ 0x asociado a la componente x es
(∫ ) ∫
⃗ 0x = −⃗i ×
M ⃗r[pa + ρg(H − z)] dSx = (z⃗j − y⃗k)[pa + ρg(H − z)] dSx = ⃗0 , (6.16)
S S

En la última igualdad hemos hecho uso de nuevo del argumento representado en la figura 6.3. Análogamente,
(∫ ) ∫
M0y = −j ×
⃗ ⃗ ⃗r[pa + ρg(H − z)] dSy = (x⃗k − z⃗i)[pa + ρg(H − z)] dSy = ⃗0 . (6.17)
S S

Dado que tanto las resultantes como los momentos intrı́nsecos de las componentes horizontales son nulos, la acción de
estas componentes no debe ser considerada.
La resultante Fz obedece a la expresión
∫ ∫
Fz = − [pa + ρg(H − z)] dSz = − {[pa + ρg(H − z1 )]dSz1 } + {[pa + ρg(H − z2 )]dSz2 }
∫S
= ρg (z1 − z2 ) |dSz | = ρgV , (6.18)

siendo V el volumen sumergido del cuerpo. Para llegar a este resultado hemos considerado simultáneamente un
elemento de superficie de la parte superior y su proyección vertical en la parte inferior (ver figura 6.4).
El resultado (6.18) es conocido como el principio de Arquı́medes. Su enunciado clásico es el siguiente: todo cuerpo
sumergido en un lı́quido experimenta un empuje (fuerza hacia arriba) igual al peso del volumen de lı́quido desalojado.
Es importante resaltar que para que el principio de Arquı́medes sea aplicable es necesario que el cuerpo se encuentre
sumergido (parcial o totalmente); es decir, rodeado de lı́quido a lo largo de toda la superficie S que delimita el volumen
V.

4.2.- Eje de acción del sistema de fuerzas

A partir de la expresión (6.9) se puede obtener el eje de acción del sistema. La coordenada xcp de este eje es
∫ ∫
ρg 1
xcp = x (z1 − z2 ) |dSz | = x dV . (6.19)
ρgV S V V
Análogamente, ∫
1
ycp = y dV . (6.20)
V V
Como vemos, el eje de acción de las fuerzas de presión que actúan sobre un cuerpo sumergido es el eje vertical que pasa
por el centro de gravedad del volumen sumergido. En adelante, llamaremos centro de presiones al centro de gravedad
del volumen sumergido.
pa
dS1

H z
y z1-z2

x
|dSz|

dS2

Figura 6.4: Fuerza vertical ejercida sobre un cuerpo sumergido.

Cuando sobre un cuerpo sumergido en reposo sólo actúan las fuerzas gravitatorias y las de presión, el empuje y el
peso son de igual magnitud, y los centros de gravedad y presión se encuentran en el mismo eje vertical.

47
HIDROSTÁTICA

5 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 6.1: Señale la opción incorrecta:
a. el centro de presiones de un cuerpo que flota en reposo coincide con el centro de gravedad de la parte
sumergida
b. el empuje que experimenta un cuerpo sumergido en un lı́quido es tanto mayor cuanto mayor sea la profun-
didad a la que se encuentra sumergido
c. en Hidrostática la presión en un lı́quido aumenta linealmente con la profundidad
d. la fuerza horizontal que ejerce un fluido sobre un cuerpo sumergido en su interior es nula
Cuestión 6.2: En relación al empuje experimentado por un cuerpo que se encuentra en reposo en el seno de un baño
lı́quido, señalar la opción incorrecta:
a. puede ser aplicado en el centro de gravedad del volumen sumergido
b. puede ser aplicado en el eje vertical que pasa por el centro de gravedad del cuerpo
c. puede ser aplicado en el punto de aplicación del peso
d. es mayor que el peso si el cuerpo flota
Cuestión 6.3: Supongamos que un cuerpo se encuentra totalmente sumergido a 100 m de profundidad con respecto
a la superficie libre del lı́quido que lo rodea. En esta situación se mide una fuerza de empuje igual a 20 N. Si
ahora sumergimos el cuerpo hasta alcanzar los 200 m de profundidad, el empuje es igual a:
a. 40 N
b. 10 N
c. 20 N
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 6.4: Un cuerpo de densidad ρsol se encuentra flotando en un baño lı́quido de densidad ρliq > ρsol . Imagi-
nemos que ambos se encuentran sometidos a la acción de un campo gravitatorio de intensidad variable a largo
de un cierto eje fijo. Si aumentamos la intensidad del campo gravitatorio:
a. el cuerpo se hunde más
b. el cuerpo se hunde menos
c. el cuerpo permanece en la misma posición
d. ninguna de las opciones anteriores válida
Cuestión 6.5: En Hidrostática:
a. la presión en un lı́quido aumenta linealmente con la profundidad
b. el lı́quido se mueve con velocidad constante
c. la viscosidad del fluido se supone nula
d. el tensor de esfuerzos no es diagonal

48
Tema 7

NOCIONES GENERALES DE FLUIDODINÁMICA

1 .- INTRODUCCIÓN

En el tema anterior, hemos analizado problemas de hidrostática en los que el lı́quido se encuentra en reposo.
Sin embargo, la mayorı́a de los procesos fluidomecánicos en el campo de la Ingenierı́a Industrial involucran fluidos en
movimiento. Las ecuaciones de Navier-Stokes son la herramienta matemática que permite analizar con rigor problemas
fluidodinámicos. Dado que su complejidad desaconseja su deducción y tratamiento en esta asignatura, dedicaremos
este tema a exponer de forma cualitativa dos conceptos claves que no pueden ser desconocidos en Mecánica de Fluidos:
la turbulencia y la capa lı́mite.

2 .- EL FENÓMENO DE LA TURBULENCIA

En cualquier flujo, ya sea estacionario o transitorio, se obervan fluctuaciones de las magnitudes hidrodinámicas
que caracterizan dicho flujo. Entendemos por fluctuaciones variaciones rápidas y ”desordenadas” de los valores que
toman las magnitudes hidrodinámicas. Estas fluctuaciones están provocadas por agentes externos que eventualmente
intervienen en la evolución del flujo, modificando levemente las condiciones en las que se encuentra el fluido.
Bajo ciertas circunstancias, las fluctuaciones desaparecen rápidamente, reconstruyéndose la situación original. En
este caso, podemos afirmar que estas fluctuaciones no forman parte esencial del movimiento del fluido, sino que
simplemente son el producto de la incapacidad de controlar totalmente las condiciones en las que se desarrolla el
flujo. Bajo otras circunstancias, las fluctuaciones son de mayor amplitud y no desaparecen, permaneciendo de forma
continuada en el flujo. A menudo estas fluctuaciones se producen con tal intensidad y frecuencia, que el flujo adquiere
una apariencia desordenada y con un cierto carácter aleatorio. En este segundo caso no cabe afirmar que el origen de
dichas fluctuaciones sea externo, sino que forman parte inseparable del movimiento del fluido.
Teniendo en cuenta estos hechos, es posible afirmar que existen dos regı́menes de flujo claramente diferenciados.
Cuando el comportamiento observado es el descrito en el primer caso, se dice que el flujo se encuentra en régimen
laminar, mientras que si las condiciones se corresponden con las del segundo, el flujo es turbulento. No existe una
frontera bien definida que sirva para delimitar ambos regı́menes. Frecuentemente se adopta el convenio consistente en
aceptar que el flujo es laminar si la amplitud de las fluctuaciones no supera el 2% del valor medio correspondiente, y
turbulento en caso contrario. En la mayorı́a de los problemas existen condiciones bajo las cuales aparecen brotes de
turbulencia que se desarrollan y desaparecen posteriormente, siendo difı́cil determinar si el flujo es laminar o turbulento.
Bajo estas circunstancias, se dice que el régimen es de transición.
La figura 7.1 podrı́a representar la evolución temporal del valor que toma una magnitud hidrodinámica A en un
punto fijo del espacio para un flujo estacionario [caso (a)] y transitorio [caso (b)], en régimen laminar y turbulento.
El flujo turbulento se distingue con claridad del laminar por la existencia de fluctuaciones de amplitud considerable
que permanecen a lo largo del tiempo. Como vemos, estas fluctuaciones presentan un comportamiento desordenado y
difı́cilmente predecible. Lógicamente, en régimen turbulento sólo se puede hablar de flujo estacionario si nos referimos
a lo valores medios de las magnitudes hidrodinámicas, y no en un sentido estricto. Para el caso en el que el valor
medio A cambia con el tiempo, se observa que el intervalo en el que tiene lugar una fluctuación es mucho menor que
el tiempo caracterı́stico de evolución de A. En este sentido, se afirma que las fluctuaciones en el régimen turbulento
son “rápidas”.

49
NOCIONES GENERALES DE FLUIDODINÁMICA

laminar
A A
laminar turbulento
A
turbulento
A

t t
(a) (b)

Figura 7.1: Evolución de la magnitud hidrodinámica A en los regı́menes laminar y turbulento para flujo estacionario
(a) y transitorio (b).

Los flujos laminar y turbulento no sólo se distinguen por la intensidad de las fluctuaciones que en ellos se producen,
sino también por el comportamiento de los valores medios. Las fluctuaciones de la velocidad y la temperatura modifican
sustancialmente el transporte de cantidad de movimiento y energı́a en el interior del fluido. Este factor provoca que
las variaciones temporales y espaciales de los valores medios de las magnitudes hidrodinámicas sean muy distintas en
ambos regı́menes. La figura 7.2 muestra un ejemplo importante: el flujo en el interior de tuberı́as cilı́ndricas. En el
régimen laminar, el perfil de velocidades es parabólico, mientras que en el turbulento es cuasiuniforme.

laminar turbulento

Figura 7.2: Perfiles de velocidad dentro de una tuberı́a en régimen laminar y turbulento.

Ya hemos comentado que la existencia del régimen laminar o el turbulento en un flujo depende de las condiciones
en las que éste se produce. En 1883 Osborne Reynolds demostró de forma empı́rica que el parámetro adimensional
que determina la existencia de flujo laminar o turbulento en cualquier situación es el número de Reynolds
LU ρ
Re = . (7.1)
µ
Recordemos que µ y ρ son la viscosidad dinámica y la densidad del fluido, y L y U representan una longitud y una
velocidad caracterı́sticas del flujo, definidas convenientemente en cada situación particular. Los valores de Re para los
cuales se produce la transición dependen del problema considerado. Como normal general, se admite que

 0 < Re < 103 flujo laminar
103 < Re < 104 flujo de transición (7.2)
 4
10 < Re flujo turbulento

En muchos casos no es posible definir un único número de Reynolds para un problema determinado. Aunque
el flujo sea estacionario, la longitud o la velocidad caracterı́stica pueden ser distintas en unas regiones y en otras,
tomando el número de Reynolds valores muy diferentes para cada una de ellas. En estos casos el flujo puede sufrir
transiciones de régimen laminar a turbulento a medida que el fluido recorre dichas regiones. El flujo que se produce
sobre una placa plana que se encuentra situada en el seno de una corriente uniforme es un ejemplo de este tipo de
situaciones.
A modo de ilustración, en la figura 7.3 se presentan medidas experimentales de la velocidad en un chorro esta-
cionario. Estas medidas muestran la evolución temporal de la componente axial de la velocidad para r/a = 0.67 en
x/a = 0.67 [figura (a)], x/a = 1.7 [figura (b)], x/a = 3.7 [figura (c)], x/a = 5.6 [figura (d)] y x/a = 8.0 [figura (e)].
El sı́mbolo a es el radio del orificio del inyector, mientras que r y x son, respectivamente, las distancias radiales y
axiales al centro de dicho orificio. Como se puede observar, a medida que nos alejamos del inyector, la magnitud de
las fluctuaciones aumenta. Muy cerca del orificio de salida el flujo es laminar, mientras que para distancias mayores
el flujo debe ser considerado turbulento.

50
3 .- CAPA Lı́MITE

Figura 7.3: Fluctuaciones de la componente axial de la velocidad en un chorro.

3 .- CAPA Lı́MITE

Para números de Reynolds suficientemente elevados, es posible despreciar los efectos asociados a la viscosidad lejos
de las paredes sólidas que delimitan un flujo. Sin embargo, siempre encontramos cerca de ellas una región donde
las fuerzas de origen viscoso adquieren relevancia. El tamaño de la región viscosa es tanto menor cuanto mayor es
el número de Reynolds. En muchos casos, esta región se encuentra confinada en una “capa” adherida a las paredes
sólidas conocida como capa lı́mite (CL), mientras que el campo fluido que la rodea recibe el nombre de corriente
exterior.
En la figura 7.4 se representa el flujo en torno a un obstáculo de forma arbitraria situado en el seno de una corriente
uniforme. En la superficie de contacto con la pared la velocidad es nula (condición de no deslizamiento). El campo
de velocidades tiende al de la corriente exterior rápidamente a medida que nos alejamos del obstáculo. Los gradientes
de velocidad en la corriente exterior son mucho menores que en las proximidades de la pared sólida. Por lo tanto,
es posible dividir el campo fluido en dos regiones: la CL y la corriente exterior. En la CL la viscosidad es relevante,
mientras que en la corriente exterior sus efectos pueden ser despreciados.
La anchura de la CL suele ser muy pequeña en comparación con las proporciones del campo fluido1 . Para ca-
racterizar esta anchura se utiliza una distancia conocida como el espesor δ de la CL. El espesor de la CL en un
punto determinado se define como la distancia normal a la superficie sólida para la cual el módulo de la velocidad ha
alcanzado el 99% del módulo U de la velocidad de la corriente exterior en ese punto2 (ver figura 7.4).

1 Como veremos más adelante, esta afirmación deja de ser válida cuando la CL se desprende o se desarrolla.
2 Algunos autores definen el espesor de la CL utilizando otros porcentajes para relacionar los módulos de la velocidad.

51
NOCIONES GENERALES DE FLUIDODINÁMICA

)
U( x
corriente exterior
δ capa límite
V
y
x L

Figura 7.4: Capa lı́mite en torno a una pared sólida.

Figura 7.5: Desprendimiento de la capa lı́mite en el extradós de un perfil aerodinámico.

4 .- DESPRENDIMIENTO DE LA CAPA LÍMITE

La experiencia nos demuestra que, en determinadas condiciones, las partı́culas de fluido que se mueven deslizándose
por el contorno dibujado por un cuerpo sólido se desprenden y se alejan repentinamente del cuerpo. Cuando esto
sucede, no se puede identificar un región delgada en la que queden confinados los efectos asociados a la viscosidad,
y el concepto de CL pierde su sentido. Este fenómeno es conocido como el desprendimiento de la capa lı́mite. El
punto a partir del cual la CL se ha desprendido recibe el nombre de punto de separación. La figura 7.5 muestra el
desprendimiento de la CL en el extradós de un perfil aerodinámico colocado en el seno de una corriente uniforme de aire.
La visualización con humo muestra cómo se desprende la CL cuando el ángulo de ataque del perfil es suficientemente
grande.
El desprendimiento de la CL juega un papel crucial en problemas aerodinámicos, y también en el flujo en el interior
de conductos o máquinas hidráulicas. Ası́, cuando la CL adherida a un cuerpo sumergido en una corriente uniforme
se desprende, se observa un aumento sustancial de la fuerza de resistencia al avance 3 que experimenta dicho cuerpo.
Si el cuerpo es un perfil aerodinámico diseñado para proporcionar sustentación, también se puede constatar que dicha
sustentación disminuye drásticamente al desprenderse la CL. Cuando esto sucede se dice que el perfil ha entrado en
pérdida.
De igual forma, el desprendimiento de la CL en el interior de conductos lleva asociado una pérdida adicional de
presión que debe ser compensada suministrando más energı́a al movimiento. Cuando este fenómeno tiene lugar en el
interior de una bomba hidráulica o un ventilador, esta pérdida de presión repercute directamente en el rendimiento
hidráulico de la máquina, disminuyendo su rendimiento.

3 La fuerza de resistencia es la componente en la dirección de la corriente incidente de la fuerza que ejerce el fluido sobre el cuerpo sólido.

52
4 .- DESPRENDIMIENTO DE LA CAPA LÍMITE

4.1.- Resistencia de forma

La fuerza que ejerce una corriente sobre un cuerpo sólido sumergido en ella es [ver ecuación (3.1)]
∫ ∫ ∫ ∫
Fi = σij dSj = (−p∆ij + τij ) dSj = − p dSi + τij dSj , (7.3)
S S S S

donde S es la superficie que delimita el cuerpo sólido. ∫Consideremos la proyección de esta fuerza en la dirección de
la corriente (fuerza de resistencia). La contribución
∫ − S p dSi asociada a la presión recibe el nombre de resistencia
de forma, mientras que el término viscoso S τij dSj se conoce como resistencia de superficie. Debe notarse que para
cuerpos sólidos con un cierto espesor (cuerpos romos), la resistencia de forma es mucho más importante que la de
superficie.

4.2.- Desprendimiento de la CL y resistencia de forma

Como ya hemos comentado, cuando se desprende la CL adherida a un cuerpo sólido que se encuentra sumergido
en el seno de una corriente uniforme, la fuerza de resistencia que experimenta dicho cuerpo aumenta drásticamente.
Para comprender la relación entre estos dos hechos, consideremos como ejemplo el flujo axisimétrico que se produce en
torno a una esfera lisa de diámetro D sobre la que incide una corriente uniforme de densidad ρ, viscosidad µ, velocidad
V∞ , y presión p∞ , ambos valores aguas arriba.
En la figura 7.6 se representan valores del coeficiente de presión
p(θ) − p∞
Cp (θ) ≡ 1
, (7.4)
2
2 ρV∞

donde p(θ) es la presión medida en la superficie de la esfera en un punto cualquiera con un ángulo polar θ. Para
valores del número de Reynolds Re= ρV∞ D/µ suficientemente elevados (Re& 103 ), estos resultados son prácticamente
independientes de este parámetro siempre que distingamos entre el régimen laminar y el turbulento. Las dos curvas
continuas de la figura se corresponden con los datos empı́ricos obtenidos para ambos regı́menes. La lı́nea discontinua
es la predicción teórica dada por la teorı́a no viscosa.
Tanto en el régimen laminar como en el turbulento la presión máxima se alcanza en el punto de remanso situado
en θ = 0◦ . El valor de esta magnitud disminuye hasta alcanzar un mı́nimo situado en torno a θ = 80◦ . Como vemos,
este mı́nimo es más acusado en el régimen turbulento que en el laminar. Una vez sobrepasado este punto, la presión
aumenta hasta que se alcanza el ángulo para el cual la CL se separa. La separación de la CL se produce antes en
el régimen laminar que en el turbulento. A partir del punto de separación la presión alcanza un valor prácticamente
constante, mayor en el régimen turbulento que en el régimen laminar.
Teniendo en cuenta las curvas representadas en la figura 7.6 se puede calcular la contribución a la fuerza de
resistencia debida a la distribución de presiones (resistencia de forma). La resistencia de forma es proporcional al
balance entre la presión media en la cara anterior de la esfera y la presión media en la cara posterior. Los resultados
muestran una clara diferencia entre ambas presiones debido fundamentalmente al desprendimiento de la CL. Más
concretamente, la presión media en la cara posterior es menor que la presión media en la cara anterior, tanto en el
régimen laminar como en el turbulento. Este hecho conlleva, evidentemente, la aparición de una resistencia de forma
considerable. Dado que la separación se produce en un punto anterior en el flujo laminar, la resistencia de forma es
mayor que en el turbulento. Este hecho explica la disminución brusca del coeficiente de arrastre CD de una esfera lisa
cuando se produce la transición de régimen laminar a turbulento para Re ≃ 2 × 105 (ver figura 5.3).
El comportamiento representado en la figura 5.3 para la esfera lisa es común para la mayorı́a de los cuerpos lisos sin
aristas o vértices (cuerpos carenados o fuselados). Ası́, es frecuente que se distingan con claridad dos amplios intervalos
del número de Reynolds para los cuales el coeficiente de resistencia es prácticamente constante. En el primero de estos
dos intervalos la capa lı́mite se halla en régimen laminar. El segundo intervalo se encuentra tras la transición, de
forma que la capa lı́mite se puede considerar turbulenta. En las tablas de coeficientes de arrastre para estos cuerpos
que se hallan en la bibliografı́a podemos encontrar dos datos distintos de CD . El primero se corresponde con el valor
medio del primer tramo cuasi-horizontal de la figura 5.3 equivalente para el cuerpo sólido en cuestión, mientras que el
segundo se corresponde con el valor medio del segundo tramo.

53
NOCIONES GENERALES DE FLUIDODINÁMICA

Figura 7.6: Resultados experimentales del coeficiente de presión Cp para una esfera sumergida en una corriente uniforme.

En cuerpos con aristas, vértices o bordes, el desprendimiento de la CL se produce en estos puntos. Esto sucede
siempre que el número de Reynolds no sea muy bajo e independientemente de si la CL es laminar o turbulenta. De
esta forma se explica, por una parte, la necesidad de carenar o fuselar cualquier móvil cuya aerodinámica se desee
mejorar; y por otra, que los valores de los coeficientes de arrastre no experimenten cambios bruscos cuando se produce
la transición de régimen laminar a turbulento. Esta última propiedad permite calcular un único valor medio para
el coeficiente CD , representativo para un amplio intervalo de números de Reynolds (Re & 103 ), incluso en régimen
turbulento.
A modo de ilustración, presentamos en la figura 7.7 el flujo que se produce en torno a un bloque cuadrado cuando
una corriente uniforme de un fluido muy viscoso incide sobre él. El número de Reynolds del problema es Re=0.02.
A pesar del bajo valor que toma este parámetro, podemos observar el desprendimiento de la corriente en la parte
posterior, produciéndose un región de recirculación del fluido.

4.3.- Origen del desprendimiento de la CL

El desprendimiento de la CL se explica atendiendo a la acción del gradiente de presión en la dirección de la corriente.


Es posible distinguir dos casos:

1. Flujo con gradiente de presión favorable. El gradiente de presión favorece el movimiento del fluido a lo largo de
la dirección principal del flujo. Bajo estas condición, el perfil de velocidades tiene la forma indicada en la figura
7.84 , y se dice que la CL está adherida.
4 La demostración de esta afirmación excede el nivel de la asignatura.

54
4 .- DESPRENDIMIENTO DE LA CAPA LÍMITE

Figura 7.7: Desprendimiento de la CL para valres bajos del número de Reynolds.

y'

Figura 7.8: Capa lı́mite para un gradiente de presión favorable.

2. Flujo con gradiente de presión adverso. El gradiente de presión se opone al movimiento del fluido a lo largo de
la dirección principal del flujo, por lo que aparece un punto de inflexión en el perfil de velocidades4 . Bajo esta
condición, caben dos posibilidades:

(a) Gradiente de presión adverso leve. En este caso el punto de inflexión se encuentra situado muy próximo a
la pared, y el perfil de velocidades sigue siendo el caracterı́stico de una CL adherida (ver figura 7.9a).
(b) Gradiente de presión adverso intenso. En este caso el punto de inflexión se encuentra más alejado de la
pared y se produce una inversión del flujo, de forma que las partı́culas de fluido que se mueven cerca de la
pared lo hacen en la dirección opuesta a la dirección de la corriente exterior (ver figura 7.9b). Esta situación
se corresponde con el caso en el que la CL está desprendida.

y' y'

p.i.

p.i.

adherida desprendida

(a) (b)

Figura 7.9: Capa lı́mite para un gradiente de presión adverso.

En resumen, cuando a lo largo de una pared existe una región con gradiente de presión adverso intenso, puede
suceder que las partı́culas fluidas no posean la inercia suficiente para continuar moviéndose a lo largo de esa región.
De esta forma, la CL es “deflectada” de la pared, “separada” de ella, y “lanzada” hacia la corriente exterior. Esto
ocurre en el extradós del perfil de la figura 7.5, o en el tramo divergente (difusor) de una tobera como la representada
en la figura 7.10 (izquierda). En este último caso, se dice que el difusor ha entrado en pérdida, y se puede observar un
disminución adicional de presión aguas abajo.
En la figura 7.10 (derecha) se muestra una fotografı́a del flujo en el interior de una tobera con el tramo divergente
en pérdida. Como se puede apreciar, se producen regiones de recirculación del flujo en el tramo divergente debido al
desprendimiento de la CL. Este efecto conlleva un aumento de la pérdida de presión por fricción.

55
NOCIONES GENERALES DE FLUIDODINÁMICA

desprendimiento

núcleo no viscoso
capa límite

∂ p/∂ x<0 ∂ p/∂ x>0

Figura 7.10: Capa lı́mite en el interior de una tobera convergente-divergente (izquierda). Fotografı́a del flujo en el
interior de una tobera con el tramo divergente en pérdida (derecha).

5 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 7.1: En el régimen turbulento:
a. la evolución del flujo es similar a la evolución en régimen laminar
b. los valores medios y los valores instantáneos de las magnitudes hidrodinámicas coinciden
c. el fluido rota
d. las fluctuaciones de las magnitudes hidrodinámicas son importantes
Cuestión 7.2: En cualquier problema fluidodinámico el parámetro que permite establecer una frontera entre el
régimen laminar o turbulento es
a. la velocidad del fluido
b. la densidad del fluido
c. el número de Reynolds
d. la viscosidad del fluido
Cuestión 7.3: El desprendimiento de la capa lı́mite:
a. sólo tiene lugar en cuerpos con aristas o vértices
b. está provocado por gradientes de presión adversos
c. no tiene influencia en el coeficiente de arrastre del cuerpo sólido en cuestión
d. se produce sólo para números de Reynolds muy elevados
Cuestión 7.4: Señala la opción correcta:
a. la resistencia de superficie que experimentan los cuerpos romos al desplazarse en el seno de un baño fluido
es más importante que la resistencia de forma
b. la resistencia de forma se debe a la acción de los esfuerzos viscosos sobre el contorno del cuerpo sólido
c. el desprendimiento de la capa lı́mite sólo tiene lugar en flujos muy rápidos
d. el desprendimiento de la capa lı́mite se debe a la aparición de gradientes de presión adversos
Cuestión 7.5: Señalar en cuál de las siguientes situaciones no se producirá el desprendimiento de la capa lı́mite
a. en un cuerpo con aristas sumergido en una corriente para números de Reynolds moderados
b. en una esfera sumergida en una corriente, para números de Reynolds moderados y régimen laminar
c. en una esfera sumergida en una corriente, para números de Reynolds elevados y régimen turbulento
d. en una tobera convergente
Cuestión 7.6: Con respecto al desprendimiento de la capa lı́mite:
a. por lo general se produce antes en el régimen laminar que en el turbulento
b. se produce debido a gradientes de presión favorables
c. supone una disminución drástica de la resistencia de forma
d. no es un factor importante en el diseño aerodinámico de un cuerpo sólido
Cuestión 7.7: En general, el coeficiente de arrastre de un cuerpo con aristas para número de Reynolds suficientemente
elevados:
a. aumenta al aumentar la viscosidad del fluido
b. aumenta al aumentar la densidad del fluido
c. es mayor que para números de Reynolds próximos a la unidad
d. no depende de la velocidad de la corriente incidente

56
Tema 8

HIDRÁULICA

1 .- INTRODUCCIÓN

Llamamos Hidráulica al conjunto de técnicas y procedimientos que permiten analizar el movimiento de fluidos en
régimen incompresible en el interior de instalaciones constituidas por conductos, tuberı́as, válvulas, codos, y cualquier
dispositivo que se encuentre en ellas. Dedicaremos este tema al estudio de estas instalaciones de gran interés en la
Ingenierı́a Industrial. Más concretamente, en las dos primeras secciones expondremos las fórmulas necesarias para
describir el flujo en el interior de tuberı́as cilı́ndricas, tanto en régimen laminar como turbulento. En la tercera sección
analizaremos el problema de las pérdidas de carga hidráulica localizadas en los dispositivos que, con frecuencia, se
acoplan en las redes de distribución de fluidos. Estas pérdidas son una medida indirecta del caudal que atraviesa el
conducto, por lo que muchos de estos dispositivos son utilizados como caudalı́metros. A lo largo de la cuarta sección
estudiaremos la pérdidas de carga hidráulica que tienen lugar en las redes de distribución más comúnmente utilizadas
en hidráulica. Clasificaremos las redes de distribución según su estructura, y proporcionaremos las pautas básicas para
realizar los cálculos de interés. En la última sección analizaremos el papel desempeñado por las bombas acopladas
a una red de tuberı́as, distinguiendo entre bombas acopladas en serie y en paralelo. Los resultados presentados en
este capı́tulo son válidos sólo en el régimen incompresible; es decir, para gases con variaciones relativas de densidad
pequeñas y para lı́quidos.

2 .- FLUJO EN TUBERÍAS

2.1.- Pérdida de carga hidráulica

En la región de entrada a un conducto, la capa lı́mite adherida a la pared crece a medida que el flujo se adentra
en el conducto hasta que ocupa todo su volumen. Cuando esto sucede, se dice que el flujo se encuentra desarrollado.
En el flujo desarrollado el perfil de velocidades alcanza una forma parabólica y logarı́tmica en los regı́menes laminar y
turbulento, respectivamente, común para todas las secciones de paso (ver figura 8.1). Encontramos flujos laminares y
turbulentos para ReD . 2300 and ReD & 4000, respectivamente, donde ReD = ρvm D/µ es el número de Reynolds y
vm la velocidad media del fluido en una sección de paso. Los valores intermedios del números de Reynolds corresponden
al régimen de transición laminar/turbulento.
Cuando una tuberı́a tiene una longitud L mucho mayor que su diámetro D, se puede asumir que el flujo se
encuentra desarrollado en prácticamente toda la tuberı́a. Generalmente, se realiza esta simplificación si L ≫ 0.06ReD
1/6
en el régimen laminar, y L ≫ 4.4ReD D en el régimen turbulento. El flujo desarrollado en el interior de una tuberı́a
es impulsado por la variación de carga hidráulica (ver figura 8.2)

P = p + ρgz (8.1)

que tiene lugar a lo largo del movimiento. En esta definición, p y z son la presión y altura medias en una sección
cualquiera del conducto, respectivamente. Como vemos, la carga hidráulica incluye los efectos asociados a la presión
y la gravedad. Un fluido en el interior de un conducto pierde carga hidráulica a lo largo de su movimiento debido a la
disipación de energı́a por rozamiento viscoso y la turbulencia.

57
HIDRÁULICA

régimen laminar

Figura 8.1: Flujo desarrollado en una tuberı́a.

laminar

turbulento
P

Figura 8.2: Pérdida de carga hidráulica en una tuberı́a.

La ley de pérdida de carga hidráulica puede ser escrita de la forma


2
∆P L vm 8f L 2
=f = Q , (8.2)
ρg D 2g gπ 2 D5
siendo ∆P = P1 − P2 la pérdida de carga hidráulica, P1 y P2 las cargas hidráulicas en las secciones de entrada y
salida de la tuberı́a, respectivamente, Q = πD2 vm /4 el caudal que atraviesa la tuberı́a, y f el coeficiente de fricción
de Darcy. El valor de este coeficiente depende de si el flujo es laminar o turbulento. Las ecuaciones de Navier-Stokes
permiten demostrar (no lo haremos aquı́) que en régimen laminar

f = 64/ReD , (8.3)

y, por lo tanto,
128µ
∆P = LQ. (8.4)
πD4
Esta ley recibe el nombre de ley de Hagen-Poiseuille. En régimen turbulento, el coeficiente de fricción de Darcy
depende también de la rugosidad del material, y se determina experimentalmente como se explica en la siguiente
sección.

2.2.- Rugosidad equivalente

Cuando observamos en detalle la superficie de un sólido, podemos ver “protuberancias” o “granos” que se encuentran
distribuidos de forma irregular a lo largo de dicha superficie, lo que denominamos rugosidad del material. Las formas
y tamaños de los granos son muy variados, por lo que resulta complicado elegir un conjunto de parámetros que
caractericen la rugosidad del material. Para nuestros propósitos, es conveniente caracterizar los efectos hidráulicos
provocados por la rugosidad a través de un único parámetro; de lo contrario, los análisis posteriores se complicarı́an
considerablemente. Son varias las formas posibles de definir este parámetro. Sin embargo, la experiencia demuestra
que la rugosidad equivalente definida por Moody resulta ser la más eficaz. A continuación explicaremos cómo se define
la rugosidad equivalente de un material.
Nikuradse realizó numerosos experimentos para analizar la influencia que tiene la rugosidad del material en la
pérdida de carga hidráulica en el interior de conductos cilı́ndricos. Para ello “simuló” la rugosidad natural de un
material desplegando a lo largo de paredes lisas una distribución homogénea de granos de arena con forma y tamaño
bien definidos. En la figura 8.3 se muestran los datos experimentales obtenidos por Nikuradse del coeficiente de
fricción de Darcy f para distintos valores del cociente ks /R. En este cociente, ks es la rugosidad arenisca (la altura

58
2 .- FLUJO EN TUBERÍAS

Figura 8.3: Coeficiente de fricción de Darcy en tuberı́as lisas con una rugosidad arenisca ks . La magnitud λ representa
el coeficiente de fricción de Darcy f definido en el texto. La lı́nea (1) se corresponde con la ley de Hagen-Poiseuille
f = 64/ReD . Las distintas curvas se corresponden con diferentes valores de ks .

de los granos), y R es el radio de la tuberı́a. Como se puede apreciar, si consideramos números de Reynolds bajos, el
coeficiente fricción viene dado por la ley de Hagen-Pouiseuille para el régimen laminar, no observándose influencia de
la rugosidad arenisca ks . Por otra parte, para números de Reynolds suficientemente elevados, el coeficiente de fricción
sólo es función del cociente ks /R, independientemente del valor que toma el número de Reynolds. Cuando esto sucede,
se dice que el flujo se encuentra dominado por la rugosidad.
El tipo de comportamiento mostrado en la figura 8.3 también es observado en tuberı́as con rugosidad natural. De
hecho, si consideramos valores para el número de Reynolds suficientemente elevados, el coeficiente de fricción se hace
independiente del valor que toma este parámetro. Cuando esto sucede, de nuevo decimos que el flujo se encuentra
dominado por la rugosidad. Esta semejanza entre los comportamientos de tuberı́as lisas con rugosidad arenisca y
tuberı́as con rugosidad natural, permite definir un parámetro que caracterice los efectos hidráulicos provocados por la
rugosidad natural de un material.
Supongamos que fabricamos una tuberı́a utilizando un material rugoso determinado. Sea f1 el coeficiente de
fricción de Darcy que se mide en esta tuberı́a para flujo dominado por la rugosidad. Imaginemos ahora que fabricamos
una tuberı́a lisa con el mismo diámetro y desplegamos a lo largo de la pared una distribución homogénea de granos
de arena de altura ks . Supongamos que elegimos la rugosidad arenisca ks de forma que, para flujo dominado por la
rugosidad, el coeficiente de fricción medido en esta tuberı́a coincida con el de la tuberı́a anterior f1 . Si realizamos
esta operación con tuberı́as de distintos diámetros, descubriremos que el valor de ks escogido es siempre el mismo.De
hecho, este parámetro sólo depende del material rugoso considerado. Como vemos, éste es un procedimiento que
permite caracterizar la rugosidad de un material desde un punto de vista hidráulico. La magnitud ks recibe el nombre
de rugosidad equivalente del material.
Por lo tanto, la rugosidad equivalente ks de un material es la rugosidad arenisca de una tuberı́a lisa para la que se
obtiene el mismo coeficiente de fricción en el flujo dominado por la rugosidad. En la tabla 8.1 se indican las rugosidades
equivalentes de algunos materiales comunes.

2.3.- Diagrama de Moody

Para calcular el valor del coeficiente de fricción en tuberı́as rugosas y régimen turbulento, Colebrook y White
propusieron la siguiente fórmula empı́rica:

59
HIDRÁULICA

Material ks , mm
Acero remachado 0.9–9.0
Hormigón 0.3–3.0
Madera 0.18–0.9
Hierro fundido 0.26
Hierro galvanizado 0.15
Acero comercial 0.046
Latón 0.0015
Vidrio 0

Tabla 8.1: Rugosidad equivalente de algunos materiales (nuevos).

( )
1 ks /D 2.51
√ = −2.0 log10 + . (8.5)
f 3.7 Ref 1/2

El cociente ks /D recibe el nombre de rugosidad equivalente relativa.


La representación gráfica de esta fórmula se conoce con el nombre de Diagrama de Moody (figura 8.14). En el
Diagrama de Moody se muestran los valores para el coeficiente de fricción f tanto para el régimen laminar (ley
de Hagen-Poiseuille) como para turbulento (fórmula de Colebrook y White (8.5)). Recordemos que la primera es
válida para ReD < 2300, mientras que la segunda proporciona valores correctos para ReD > 4000. En el intervalo
2300 < Re < 4000 se produce la transición de régimen laminar a turbulento, de forma que los datos experimentales
no concuerdan con ninguna de las dos leyes anteriormente citadas.
Para flujo laminar los resultados son independientes de la rugosidad del material que compone la tuberı́a. Si
consideramos números de Reynolds moderados los efectos asociados a la viscosidad y a la rugosidad compiten en
importancia. En este régimen tanto el número de Reynolds como la rugosidad equivalente son parámetros relevantes.
Para números de Reynolds suficientemente elevados, el coeficiente de fricción sólo es función de la rugosidad equivalente
relativa. Cuando esto sucede se dice que el flujo se encuentra dominado por la rugosidad. El valor de ReD a partir
del cual el flujo se encuentra dominado por la rugosidad, es función de la rugosidad equivalente relativa. Ası́, cuanto
mayor es este cociente antes se alcanza este régimen.

3 .- PÉRDIDAS DE CARGA HIDRÁULICA LOCALES

3.1.- Introducción

En los sistemas de conducción tanto de lı́quidos como de gases encontramos con frecuencia diferentes tipos de
dispositivos acoplados a las tuberı́as que transportan el fluido. La variedad de formas, tamaños y utilidades de estos
acoplamientos es considerable. A modo de ejemplo podemos nombrar los codos, los ensanchamientos o estrechamientos,
las válvulas, o los difusores. A pesar de esta enorme diversidad, la influencia de todos estos dispositivos en la evolución
del flujo es similar. Como veremos inmediatamente, cuando el fluido atraviesa uno de estos acoplamientos experimenta
una pérdida de carga hidráulica que, en muchos casos, es significativamente mayor que la asociada a un tramo de
tuberı́a con dimensiones similares. En la mayorı́a de los casos, esta pérdida se considera un “mal menor” inevitable
en el transporte del fluido. En ciertos tipos de caudalı́metros, la pérdida de carga hidráulica asociada al dispositivo es
utilizada para deducir el valor del caudal que atraviesa la tuberı́a en la que se encuentra acoplado. A lo largo de esta
sección analizaremos con más detalle estos problemas.

3.2.- Planteamiento general del problema

Consideremos un conducto cilı́ndrico que transporta un fluido de densidad ρ y viscosidad dinámica µ. Utilizaremos
el diámetro D1 del conducto como longitud caracterı́stica del problema. Esta longitud indica el tamaño o escala global

60
3 .- PÉRDIDAS DE CARGA HIDRÁULICA LOCALES

del problema considerado. Imaginemos que en un cierto tramo de esta tuberı́a existe un acoplamiento que conduce el
fluido hasta otra tuberı́a con dimensiones, en general, distintas. Llamaremos aguas arriba y aguas abajo a los tramos
que se encuentran antes y después del dispositivo, respectivamente (ver figura 8.4). Denotaremos con los sı́mbolos vm1
y P1 los valores de la velocidad media y la carga hidráulica del flujo aguas arriba a una cierta distancia del dispositivo.
Asimismo, vm2 y P2 son los valores en una cierta sección aguas abajo. Supongamos que cuando el flujo atraviesa
el acoplamiento sufre una pérdida de carga hidráulica ∆P considerablemente mayor que la asociada a un tramo del
conducto con dimensiones similares. El objetivo que nos planteamos en esta sección es el cálculo de esta pérdida.

aguas arriba

v P
D m1 1 Dispositivo
1

v P
m2 2

aguas abajo

Figura 8.4: Dispositivo acoplado a un conducto.

3.3.- Análisis dimensional del problema

Si suponemos fijado el diseño o geometrı́a del problema1 , las variables fı́sicas que deben intervenir en el cálculo de
∆P son las siguientes. Por un lado, las propiedades del fluido en consideración a través de la densidad ρ y la viscosidad
dinámica µ. Por otra parte, una longitud caracterı́stica que indique la escala o el tamaño global. Una elección posible
es el diámetro D1 . Para terminar, escogeremos la velocidad media aguas arriba, vm1 , como medida del caudal o flujo
másico que atraviesa el dispositivo.
Es interesante resaltar que hemos decidido no incorporar la velocidad media aguas abajo, vm2 , por entender que
es función directa de la geometrı́a del problema y de vm1 a través de la ecuación de continuidad. La ecuación de
continuidad establece que el caudal de entrada y salida del dispositivo deben ser iguales y, por lo tanto,

D12
vm2 = vm1 . (8.6)
D22

Por otra parte, también podrı́a incluirse la rugosidad equivalente del material como una variable fı́sica más. Teniendo
en cuenta que su influencia es pequeña, y que podrı́a incluso ser considerada como una variable geométrica, no será
incluida en nuestro análisis. En este sentido debemos recordar que en el Análisis Dimensional la elección de las
variables que intervienen en un cierto fenómeno no es más que una hipótesis de partida, no exenta a priori de errores
u omisiones. Los resultados experimentales mostrarán inequı́vocamente si esta elección ha sido acertada o no.
Mediante el teorema π del Análisis Dimensional se demuestra las variables dimensionales antes mencionadas se
relacionan mediante la ecuación
∆P
1
= K(ReD1 ) , (8.7)
2
2 ρvm1

siendo K la constante de pérdida localizada, y ReD1 = ρvm1 D1 /µ el número de Reynolds.2


El valor de la función K depende (fijada la geometrı́a) exclusivamente del número de Reynolds. Esta dependencia
se determina experimentalmente en cada caso. En la bibliografı́a especializada podemos encontrar valores de K en
función del número de Reynolds para multitud de dispositivos y acoplamientos distintos. En la mayorı́a de los casos,
la dependencia de K con respecto del número de Reynolds es similar a la del coeficiente de fricción de Darcy f o a
la del coeficiente de arrastre CD ; es decir, para valores del número de Reynolds suficientemente altos (tı́picamente
mayores que 104 ), K toma un valor constante.
1 Sabemos que determinar el diseño o geometrı́a del problema es equivalente a fijar el cociente entre dos distancias cualesquiera, pero no
la escala o el tamaño global.
2 La inclusión del factor 1/2 en la fórmula (8.7) es simplemente una cuestión de comodidad para cálculos posteriores.

61
HIDRÁULICA

Es frecuente reescribir (8.7) de la forma


∆P v2 8K
= K m1 = Q2 . (8.8)
ρg 2g gπ 2 D4

Debe notarse que si la tuberı́a de entrada a un acoplamiento es más estrecha que la de salida, energı́a cinética se con-
vierte en presión aguas abajo, lo que puede producir ganancia de carga hidráulica en el acoplamiento (K < 0). En
cualquier caso, existe una pérdida de altura útil por degradación viscosa en el acoplamiento.

3.4.- Pérdida de carga hidráulica en un conducto con acoplamientos

Como ya hemos visto, la pérdida de carga hidráulica ∆P en tuberı́as se obtiene mediante la fórmula
2
∆P L vm
= fMoody (ReD , ks /D) , (8.9)
ρg D 2g
donde fMoody es el coeficiente de fricción dado por el Diagrama de Moody (ver figura 8.14). Para el caso en el que la
tuberı́a tenga acoplamientos, la expresión (8.9) debe ser completada haciendo uso de (8.8). De esta forma incluimos
las pérdidas adicionales asociadas a los diversos acoplamientos de la instalación. Más concretamente, la pérdida total
de carga hidráulica que tiene lugar en la instalación es

∆P ∑
i=N 2
Li vmi v2 ∑
i=N
v2
= i
fMoody + Ke me + Ki mi , (8.10)
ρg i=1
Di 2g 2g i=1
2g
i
donde fMoody , Li , Di y vmi son los valores de las magnitudes correspondientes en el tramo de flujo situado antes del
acoplamiento i, y Ki la constante de pérdida localizada de dicho acoplamiento.
En la ecuación (8.10), Ke es la constante de pérdida de carga hidráulica debida a los efectos asociados a la entrada
de la tuberı́a, y vme es la velocidad media en esta región. Para números de Reynolds elevados los valores de Ke sólo
dependen del tipo de entrada considerada. Si la entrada es redondeada Ke ≃ 0. En el caso contrario aparecen pérdidas
asociadas al desprendimiento de la corriente cuando ésta dobla una esquina. En esta región aparecen torbellinos que
separan la corriente principal de la pared, formando cerca de la misma una zona recirculante. El valor de la constante
Ke para estos casos está comprendido entre 0.5 y la unidad.

3.5.- Medidores de caudal

Como ya hemos comentado, la magnitud ∆P puede ser considerada como una medida indirecta del caudal que
atraviesa una determinada tuberı́a. Imaginemos que deseamos medir el caudal o el flujo másico que atraviesa un
determinado conducto. Para ello podemos acoplar un dispositivo en un cierto tramo de la tuberı́a que produzca una
pérdida de carga hidráulica ∆P . Mediante, por ejemplo, un manómetro en forma de U (ver figura 8.5) con tomas de
presión colocadas aguas arriba y aguas abajo, podemos obtener el valor de ∆P . Cada rama del manómetro se llena del
fluido que circula por el conducto, transmitiendo el valor de la carga hidráulica de la sección correspondiente. En la
unión de las dos ramas encontramos un lı́quido de densidad distinta (generalmente mayor) de la del fluido que circula
por el conducto. Si ∆h es la diferencia de nivel de las dos ramas del manómetro, es fácil comprobar que
∆P
= (ρr − 1)∆h , (8.11)
ρg
siendo ρr la densidad relativa del lı́quido encerrado en el manómetro frente a la densidad del fluido que circula por la
tuberı́a. A partir de (8.8) deducimos que
( )1
ρr − 1 2 √
vm1 = 2g∆h . (8.12)
K
Una vez calculada la velocidad media vm1 es trivial obtener el valor del caudal. Es frecuente reescribir (8.12) de la
forma √
vm1 = C 2g∆h , (8.13)

62
4 .- REDES DE DISTRIBUCIÓN

donde
( ) 12
ρr − 1
C(ReD1 ) = . (8.14)
K

En la bibliografı́a especializada podemos encontrar valores para la función C(ReD1 ). Lógicamente, esta función es
prácticamente constante para valores elevados del número de Reynolds.

aguas arriba aguas abajo

v P
D m1 Dispositivo P
1 2
1

Figura 8.5: Medidor de caudal.

Son varios los tipos de medidores de caudal que se usan en la actualidad. Entre los más frecuentes encontramos
los diafragmas, las toberas y los venturis. Dentro de cada una de esta clase de dispositivo los diseños son también muy
variados. Es evidente que todo caudalı́metro basado en la medida de una pérdida de carga hidráulica perturba el flujo
que se desarrolla en el interior del conducto. La pérdida adicional asociada al caudalı́metro puede ser tan grande que
desaconseje el uso del dispositivo. De otro lado, un caudalı́metro que introduzca una pérdida de carga muy pequeña
puede carecer de la precisión requerida. Por lo tanto, es necesario realizar una elección correcta del tipo de dispositivo
a utilizar en función de la situación concreta considerada.

Figura 8.6: Diafragma utilizado en una práctica de laboratorio.

4 .- REDES DE DISTRIBUCIÓN

4.1.- Introducción

Llamamos red de distribución al conjunto de tuberı́as y conductos acoplados para conducir y distribuir un cierto
lı́quido. A lo largo de esta sección describiremos brevemente los principales tipos de redes de distribución, ası́ como la
forma de calcular los parámetros de interés.
En adelante, llamaremos nodos a los puntos de unión entre dos tuberı́as distintas. Para simplificar el problema
asumiremos que las pérdidas de carga hidráulica asociadas a los acoplamientos (codos, nodos, . . . ) son despreciables
frente a las que se producen en los tramos. Esta simplificación es válida siempre que las tuberı́as que componen la red
sean suficientemente largas en comparación con su diámetro.

63
HIDRÁULICA

4.2.- Tuberı́as en serie

Una red de tuberı́as en serie está compuesta por la unión de distintos tramos en lı́nea (ver figura 8.7). La ecuación
de continuidad establece que el caudal que atraviesa cualquier tramo de la red es el mismo; es decir,

Q = Q1 = Q2 = · · · = Qi = · · · = QN , (8.15)

siendo N el número de tramos. Por otra parte, la pérdida de carga hidráulica ∆P sufrida por el fluido desde la entrada
hasta la salida es
8Q2 ∑ i
N
∆P Li
= f , (8.16)
ρg gπ 2 i=1 Moody Di5

donde ya hemos hecho uso de la ecuación de continuidad (8.15).

L1D1
LiDi
L2D2 LNDN

Figura 8.7: Red de tuberı́as en serie.

4.3.- Tuberı́as en paralelo

La figura 8.8 muestra un ejemplo de una red de distribución de N ramas en paralelo. La ecuación de continuidad
en este caso establece que el caudal total Q que atraviesa la red es la suma de los caudales conducidos por los distintos
tramos; es decir,
∑N
Q= Qi . (8.17)
i=1

La carga hidráulica que posee una partı́cula fluida situada en los nodos de unión de los distintos tramos paralelos
es independiente del camino que vaya a recorrer o haya recorrido dicha partı́cula. Por lo tanto, la pérdida de carga
hidráulica es independiente del tramo considerado; es decir,
i
∆Pi 8fMoody L 2
= 2 5 Qi = cte . (8.18)
ρg gπ Di

En definitiva,
1
fMoody L1 Q21 2
fMoody L2 Q22 i
fMoody Li Q2i N
fMoody LN Q2N
= = · · · = = · · · = . (8.19)
D15 D25 Di5 DN 5

4.4.- Redes en malla

En la figura 8.9 se representa una red de tuberı́as en malla. Cada malla está compuesta por ramales que concurren
en los distintos nodos. Algunos de estos ramales están compartidos por varias mallas. Se puede introducir o extraer de
la red un cierto caudal a través de alguno(s) de los nodos de la malla. El cálculo de la distribución de caudales en redes
en malla es, en general, complejo, por lo que se recurre con frecuencia a programas informáticos para la resolución del
problema.

64
4 .- REDES DE DISTRIBUCIÓN

L1D1
L2D2

LiDi

LNDN
Figura 8.8: Red de tuberı́as en paralelo.

Malla I Malla II Malla III

Figura 8.9: Red de tuberı́as en malla.

4.5.- Servicio en trayecto

Supongamos que disponemos de una tuberı́a cilı́ndrica de longitud L y diámetro D en la que se introduce un
caudal a la entrada Qe (ver figura 8.10). Este conducto distribuye lı́quido mediante perforaciones que se encuentran
separadas entre sı́ una distancia constante, muy pequeña en comparación con la longitud L. De esta forma disminuye
progresivamente el caudal transportado por la tuberı́a hasta alcanzar el valor Qs a la salida. Dado que la distancia de
separación entre dos perforaciones consecutivas es muy pequeña (en comparación con L), supondremos que la pérdida
de caudal se lleva a cabo de una forma continua. Denotaremos con el sı́mbolo q el caudal (en valor absoluto) perdido
por unidad de longitud. Por otra parte, asumiremos que el valor que toma el coeficiente de fricción fMoody no se ve
afectado por la variación de caudal que tiene lugar a lo largo del conducto3 .

L
Qe Q(x) dx Qs
x=0
q

Figura 8.10: Servicio en trayecto.

Bajo todas estas consideraciones, la ecuación de continuidad establece que

Q(x) = Qe − qx = Qs + q(L − x) , (8.20)

siendo x el eje del conducto con x = 0 a la entrada. La pérdida diferencial de carga hidráulica, dP , asociada a un
tramo de longitud dx es

dP 8fMoody dx 8fMoody ( )
= 2 5
(Qe − qx)2 = 2 5
dx Q2e + q 2 x2 − 2Qe qx . (8.21)
ρg gπ D gπ D
3 Como sucede si el flujo está dominado por la rugosidad.

65
HIDRÁULICA

Para calcular la pérdida de carga hidráulica en todo el conducto, tan sólo debemos integrar la expresión anterior:
∫ ( )
∆P 8fMoody L ( 2 ) 8fMoody L q 2 L2
= dx Qe + q x − 2Qe qx =
2 2 2
Qe + − Qe qL . (8.22)
ρg gπ 2 D5 0 gπ 2 D5 3
Este resultado es idéntico al proporcionado por la siguiente expresión:
( ) 12
∆P 8fMoody L 2 q 2 L2
= Qeq , donde Qeq = Q2e + − Qe qL . (8.23)
ρg gπ 2 D5 3
Como vemos, la pérdida de carga hidráulica sufrida por el fluido al atravesar una tuberı́a con una fuga de caudal q
por unidad de longitud es equivalente a la pérdida de carga en la misma tuberı́a sin fuga transportando el caudal
Qeq . Esta última magnitud recibe el nombre de caudal equivalente, y su valor se encuentra comprendido entre los
correspondientes a la entrada Qe y a la salida Qs .

5 .- REDES DE TUBERÍAS CON BOMBAS

5.1.- Altura útil suministrada por la bomba

Básicamente, el efecto producido por una bomba hidráulica que se encuentra acoplada a una red de tuberı́as es
incrementar la altura útil del flujo. La ecuación (4.42) proporciona el valor del incremento de altura útil en función

de la potencia Wsol cedida al fluido por el rodete y despreciando la disipación de energı́a que tiene lugar dentro de la
máquina. La altura útil HB proporcionada por una bomba se puede escribir de la forma
Ps − Pe v 2 − vme
2
HB = + ms , (8.24)
ρg 2g
donde las magnitudes marcadas con los subı́ndices e y s se refieren a los valores de entrada y salida de la bomba,
respectivamente. El primer sumando recibe el nombre de altura de presión, mientras que el segundo es conocido como
altura dinámica. En virtud de la ecuación de continuidad, si las tuberı́as de entrada y salida tienen el mismo diámetro
la altura dinámica es nula. La figura 8.11 muestra una curva tı́pica de la altura útil proporcionada por una bomba en
función del caudal que mueve.

HB

Figura 8.11: Curva de altura útil proporcionada por una bomba en función del caudal que la atraviesa.

5.2.- Bombas en serie

Cuando colocamos dos bombas en serie [ver figura 8.12 (izquierda)], el caudal Q que atraviesa cada una de ellas
A+B
es el mismo. Despreciando las pérdidas localizadas en los acoplamientos, la altura útil HB (Q) proporcionada por
A B
el conjunto de las dos bombas A y B entre los puntos 1 y 2, es la suma de las alturas HB y HB dadas por cada una
separadamente [ver figura 8.12 (derecha)].

5.3.- Bombas en paralelo

Cuando colocamos dos bombas en paralelo [ver figura 8.13 (izquierda)], el caudal que atraviesa la tuberı́a principal
se reparte entre las dos máquinas de manera que la altura útil proporcionada por cada una de ellas sea la misma. De

66
6 .- CUESTIONES TEÓRICAS

A
HB
A+B
HB
1 2
A B
Q Q

A B
HB HB
Q

Figura 8.12: Altura útil (derecha) proporcionada por dos bombas en serie (izquierda).

esta forma, una partı́cula fluida que parte del punto 1 con una altura útil H1 , alcanza en el punto 2 un mismo valor
H2 independientemente del camino elegido para ello. Si despreciamos las pérdidas localizadas en los acoplamientos,
A+B
la curva de altura útil HB (Q) proporcionada por el conjunto de las dos bombas A y B entre 1 y 2 se obtiene
sumando los caudales QA y QB que atraviesan las bombas A y B para un mismo valor de la altura útil [ver figura
8.13 (derecha)].

QA QA QA
A QB
1 2
A B A+B
Q B HB HB HB
Q
QB
Q

Figura 8.13: Altura útil (derecha) proporcionada por dos bombas en paralelo (izquierda).

6 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 8.1: El coeficiente de fricción de Darcy:
a. aumenta a medida que aumenta el número de Reynolds
b. su valor siempre depende de la rugosidad del material
c. tiene dimensiones de longitud
d. ninguna de las opciones anteriores es correcta
Cuestión 8.2: En el flujo turbulento dominado por la rugosidad en el interior de una tuberı́a, la pérdida de carga
hidráulica por unidad de longitud recorrida:
a. aumenta linealmente con el caudal
b. es proporcional al cuadrado del caudal
c. depende de la viscosidad del fluido
d. ninguna de las opciones anteriores es correcta
Cuestión 8.3: Considérese el flujo desarrollado en una tuberı́a de 3 cm de diámetro por la que se mueve agua
(νagua = 10−6 m2 /s) a 5 cm/s de velocidad. Señalar la opción correcta:
a. la pérdida de carga hidráulica depende de la rugosidad equivalente del material
b. la pérdida de carga hidráulica disminuirá a la mitad si la velocidad del fluido disminuye a la mitad
c. la pérdida de carga hidráulica aumentará 10 veces si la velocidad del fluido aumenta 10 veces
d. ninguna de las opciones anteriores es válida

67
HIDRÁULICA

Cuestión 8.4: El coeficiente de fricción de una tuberı́a por la que se mueve un lı́quido en régimen laminar:
a. disminuye a medida que aumenta el número de Reynolds y disminuye con la rugosidad
b. aumenta con el número de Reynolds y con la rugosidad
c. aumenta con el número de Reynolds
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 8.5: Consideremos el flujo dentro de una tuberı́a cilı́ndrica impulsado por un gradiente de carga hidráulica
de 105 Pa/m. En esta situación el número de Reynolds ReD del problema es 500. El gradiente de carga hidráulica
necesario para obtener ReD =1000 es:
a. 2 × 105 Pa/m
b. 4 × 105 Pa/m
c. 105 Pa/m
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 8.6: Una tuberı́a se diseña para transportar un caudal Q cuando existe una diferencia ∆P de carga
hidráulica entre sus extremos. Supongamos que debido al envejecimiento de la instalación el valor de la ru-
gosidad equivalente de la tuberı́a aumenta al doble. El nuevo valor de la diferencia de carga hidráulica entre los
extremos de la tuberı́a, ∆P ∗ , necesario para mantener el caudal Q en la nueva situación es:
a. ∆P ∗ = 2∆P
b. ∆P ∗ = 4∆P
c. ∆P ∗ = 1/2 ∆P
d. ninguna de las opciones anteriores es válida
Cuestión 8.7: Imaginemos que una tuberı́a transporta un cierto caudal en régimen turbulento no dominado por la
rugosidad, produciéndose una cierta pérdida de carga hidráulica entre sus extremos. Señale la opción correcta:
a. si el caudal aumenta al doble, la pérdida de carga hidráulica aumenta al doble
b. si el caudal aumenta al doble, la pérdida de carga hidráulica aumenta cuatro veces
c. la pérdida de carga hidráulica no depende del valor del caudal
d. ninguna de las opciones anteriores es correcta
Cuestión 8.8: Una tuberı́a se diseña para transportar un caudal Q de aceite en régimen laminar cuando existe
una diferencia ∆P de carga hidráulica entre sus extremos. Supongamos que debido al envejecimiento de la
instalación el valor de la rugosidad equivalente de la tuberı́a aumenta al doble. El valor ∆P ∗ de la diferencia de
carga hidráulica entre los extremos de la tuberı́a necesario para mantener el caudal Q en la nueva situación es:
a. ∆P ∗ = ∆P
b. ∆P ∗ = 2∆P
c. ∆P ∗ = 4∆P
d. ∆P ∗ = 1/2 ∆P
Cuestión 8.9: El caudal equivalente de una red de servicio en trayecto:
a. es el valor medio entre el caudal de entrada y el de salida
b. siempre es menor que el caudal de entrada
c. en algunos casos puede ser menor que el caudal de salida
d. su valor es independiente de la longitud de la tuberı́a
Cuestión 8.10: Señalar la opción correcta:
a. Si colocamos dos tuberı́as en serie, el caudal que atraviesa el conjunto es la suma de los caudales que
atraviesan cada una de las tuberı́as
b. Si colocamos dos tuberı́as en paralelo, la pérdida de carga hidráulica producida por el conjunto es la suma
de las pérdidas hidráulicas producida por cada una de las tuberı́as
c. en servicio en trayecto y en régimen turbulento la pérdida de carga hidráulica no es directamente propor-
cional a la longitud de la tuberı́a
d. en servicio en trayecto y en régimen turbulento la pérdida de carga hidráulica es directamente proporcional
al cuadrado del caudal a la entrada de la tuberı́a
Cuestión 8.11: Se desea impulsar 50 l/s de agua proporcionando una altura útil de 60 m. Para ello se dispone de
bombas que, funcionando en el punto de diseño a una velocidad de giro dada, mueven 10 l/s proporcionando 20
m de altura útil. Señalar cuál es el número de bombas idóneo para satisfacer los requerimientos del problema:
a. 5
b. 3
c. 30
d. 15

68
6 .- CUESTIONES TEÓRICAS

Cuestión 8.12: Imaginemos que colocamos un manómetro en forma de U con tomas de presión a ambos lados de un
diafragma. El diafragma se encuentra instalado en una tuberı́a que transporta un lı́quido A con densidad ρA . El
manómetro se encuentra relleno de un lı́quido B con densidad ρB . Sean h1 y h2 las alturas del nivel alcanzado
por el lı́quido B en las tomas de presión de entrada y salida, respectivamente. Señalar la opción correcta:
a. si ρA < ρB entonces h1 > h2
b. si ρA > ρB entonces h1 < h2
c. si ρA < ρB entonces h1 < h2
d. si ρA = ρB entonces h1 < h2
Cuestión 8.13: Un acoplamiento une dos tuberı́as de distintos diámetros, siendo el diámetro de entrada mayor que
el de salida. Sean Pe y Ps , y He y Hs los valores de la carga hidráulica P y la altura útil H en la entrada y
en la salida del acoplamiento, respectivamente. Denotemos con los sı́mbolos ∆P ≡ Pe − Ps y ∆H ≡ He − Hs
los valores de las pérdidas de carga hidráulica y altura útil, respectivamente, producidas por el acoplamiento.
Señalar la opción correcta:
a. ∆P/ρg > ∆H
b. ∆P/ρg = ∆H
c. ∆P/ρg < ∆H
d. ∆P/ρg = 0
Cuestión 8.14: Supongamos que disponemos de un conjunto de bombas iguales que proporcionan 10 m de altura
útil cuando mueven un caudal de 10 l/s. Para conseguir mover un caudal de 30 l/s proporcionando 20 m de
altura útil debemos escoger la siguiente configuración:
a. colocar en paralelo dos trı́os de bombas colocadas en serie entre sı́
b. colocar en paralelo dos parejas de bombas colocadas en serie entre sı́
c. colocar en paralelo tres parejas de bombas colocadas en serie entre sı́
d. colocar en paralelo tres trı́os de bombas colocadas en serie entre sı́
Cuestión 8.15: Para impulsar agua en una instalación de bombeo se dispone de 8 bombas del tipo A. Supongamos
que cada una de ellas proporciona 10 m de altura útil cuando impulsa 50 l/s. Se desea bombear 200 l/s a través
de una tuberı́a. Señalar cuál es la altura útil máxima que podemos proporcionar a la red instalando las bombas
en serie y en paralelo:
a. 10 m
b. 80 m
c. 20 m
d. 40 m
Cuestión 8.16: Para valores suficientemente elevados del número de Reynolds, la pérdida adicional de carga hidráulica
que tiene lugar a través de un acoplamiento entre dos tuberı́as es:
a. directamente proporcional al caudal que atraviesa el acoplamiento
b. mayor cuanto mayor es la viscosidad del fluido
c. directamente proporcional al cuadrado del caudal que atraviesa el acoplamiento
d. inversamente proporcional a la densidad del fluido
Cuestión 8.17: Dos tuberı́as A y B de igual longitud se encuentran instaladas en paralelo transportando un lı́quido
en régimen laminar. Si DA = 2DB , los caudales QA y QB guardan la relación:
a. QA = QB
b. QA = 2QB
c. QA = 4QB
d. QA = 16QB
Cuestión 8.18: Dos tuberı́as A y B de igual longitud y rugosidad se encuentran instaladas en paralelo transportando
un lı́quido en régimen turbulento dominado por la rugosidad. Si DA = 2DB , los caudales QA y QB guardan la
relación:
a. QA = 16QB
b. QA = 32QB
c. QA = 2QB
d. ninguna de las opciones anteriores es válida

69
HIDRÁULICA

Figura 8.14: Diagrama de Moody. En esta gráfica se representa el coeficiente de fricción f en función del número de
Reynolds Re, para valores fijos de la rugosidad equivalente relativa. Estos valores aparecen indicados en el eje derecho
de la gráfica.

70
Tema 9

FLUJO EN CANALES Y VERTEDEROS

1 .- INTRODUCCIÓN

Dedicaremos este tema al estudio de algunos problemas básicos relacionados con el movimiento de lı́quidos con
superficies libres. Más concretamente, en la primera sección analizaremos el movimiento uniforme en canales en
régimen turbulento. Nos limitaremos a presentar la fórmula de Manning para el cálculo del caudal que transporta
un canal de forma arbitraria. Esta fórmula, aunque de naturaleza empı́rica, es la que se utiliza en la mayorı́a de
las situaciones prácticas. En la segunda sección presentaremos una descripción cualitativa del flujo en vertederos y
compuertas, proporcionando algunos resultados empı́ricos interesantes.

2 .- MOVIMIENTO UNIFORME EN CANALES

El canal se diferencia de la tuberı́a en la existencia de una superficie libre a través de la cual el lı́quido transportado
se encuentra en contacto con el aire. Consideremos el flujo que se produce en el interior de un canal recto, de sección
arbitraria pero constante, que se encuentra inclinado un cierto ángulo α (ver figura 9.1). Definiremos el eje ℓ en la
dirección de la corriente y sobre la superficie libre. Centremos nuestra atención en el flujo que se produce en una
sección transversal que se encuentra situada suficientemente lejos de la entrada y la salida del canal. El movimiento
del fluido a lo largo de esta sección es análogo al flujo desarrollado en el interior de conductos o tuberı́as cerradas. En
particular, el campo de velocidades no depende del valor de la coordenada ℓ que define dicha sección.

l pamb
pamb
pamb

zs

z=0

Figura 9.1: Flujo uniforme en el interior de un canal.

Como ya hemos comentado, la caracterı́stica esencial que distingue el flujo en canales del movimiento en tuberı́as
o conductos cerrados, es la existencia de una superficie libre que pone en contacto en todo momento el fluido y el aire.
Si consideramos la presión ambiente pamb constante, la presión al otro lado de la entrefase también puede considerarse
constante. Si despreciamos las variaciones de presión y cota en una sección de paso,

P (zs ) = pamb + ρgzs , (9.1)

siendo zs la cota de la entrefase para un valor de la coordenada ℓ (ver figura 9.1). Como ocurre en el flujo desarrollado
dentro de una tuberı́a, el movimiento del lı́quido es impulsado por un gradiente constante de carga hidráulica. Sin

71
FLUJO EN CANALES Y VERTEDEROS

embargo, en canales este gradiente está causado por la gravedad exclusivamente. Por esta razón, es imprescindible
que el canal se encuentre inclinado un cierto ángulo α.
La mayorı́a de los canales se construyen para conducir fluidos poco viscosos (agua, por ejemplo). El material
del que están compuesto suele ser muy rugoso, y la velocidad media del flujo considerable. Por estas razones, la
aproximación de flujo dominado por la rugosidad suele ser válida en la mayorı́a de las situaciones de interés. Bajo esta
condición, la experiencia demuestra que la ecuación para tuberı́as cerradas proporciona resultados aproximados para
una gran variedad de canales. No obstante, se han obtenido otras fórmulas empı́ricas con un amplio rango de validez
para el caso particular de los canales. Entre ellas destacamos la fórmula de Manning:
1 2 1
vm = Rh 3 S 2 , (9.2)
n
siendo vm la velocidad media a lo largo de una sección de paso, n el coeficiente de Manning cuyo valor depende del
material del que está construido el canal, Rh el radio hidráulico (cociente entre el área de paso y el perı́metro mojado1 )
y S = −dzs /ds = tan α.
En la tabla 9.1 se muestran algunos valores para el coeficiente de Manning en el Sistema Internacional de unidades.

Material n mı́n. n máx.


Cemento puro 0.010 0.013
Mortero de cemento 0.011 0.015
Ladrillo en mortero 0.012 0.017
Fundición sin revestir 0.012 0.015
Fundición revestida 0.011 0.013
Tuberı́a remachada 0.013 0.017
Entablado cepillado 0.010 0.014
Entablado con enlistonado 0.012 0.016
Canales tierra 0.017 0.025
Cortes en roca 0.025 0.035
Corriente natura lisa 0.025 0.033
Corriente pedregosa 0.045 0.060
Corriente con maleza 0.075 0.15

Tabla 9.1: Valores (mı́nimos y máximos) del coeficiente de Manning para distintos materiales (en el Sistema Internacional
de unidades).

A partir de la fórmula de Manning (9.2) se deduce que para una pendiente S y un material dados, el caudal
máximo se obtiene cuando el radio hidráulico también lo sea. Esto se consigue para un área de paso dada haciendo
mı́nimo el perı́metro mojado, o bien para un perı́metro mojado dado logrando que el área de paso sea máxima. Se
puede comprobar que la figura geométrica con menor perı́metro para un área dada es el cı́rculo. Para polı́gonos de un
número dado de lados, el regular será el óptimo. En los polı́gonos regulares con un área dada, el perı́metro disminuye
a medida que aumentamos el número de lados. Teniendo en cuenta todo esto, se puede afirmar que las mitades de
polı́gonos regulares son buenas elecciones para el área de paso de un canal, siendo el semicı́rculo (ver figura 9.1) el
mejor de todos ellos desde el punto de vista hidráulico.

3 .- VERTEDEROS Y COMPUERTAS

3.1.- Vertederos

Un vertedero es un obstáculo colocado sobre el suelo de un canal. Las formas y clases de vertederos son muy
variadas. En la figura 9.2 se representa un vertedero de pared gruesa situado en un canal muy ancho. La altura
máxima del vertedero es zv , y sobre él circula una corriente de caudal q (por unidad de longitud transversal) y
profundidad h0 antes de tropezar con el obstáculo.
1 El perı́metro mojado es la longitud de la lı́nea de contacto entre el lı́quido y la pared sólida para una sección de paso dada.

72
4 .- CUESTIONES TEÓRICAS

q
h0
zv

Figura 9.2: Flujo sobre un vertedero de pared gruesa.

Esta clase de vertederos son utilizados con frecuencia como caudalı́metros. En efecto, el caudal q puede ser obtenido
de forma aproximada como función de la profundidad h0 y de la altura máxima zv . Una fórmula que proporciona
resultados aceptables es
1 3
q = Cv g 2 (h0 − zv ) 2 , (9.3)
siendo Cv una constante empı́rica adimensional que depende débilmente de la geometrı́a del vertedero y del número
de Reynolds. Su valor es aproximadamente 0.54.

3.2.- Compuertas

Entendemos por compuerta una pared vertical que obstaculiza el paso de una corriente, dejando en su parte inferior
un orificio para que circule el fluido (ver figura 9.3). Denotaremos con el sı́mbolo hc la altura de esta abertura, y con
los sı́mbolos h0 y h1 los valores de la profundidad de la corriente antes y después de atravesar la compuerta.

q
h0

hc h1

Figura 9.3: Flujo a través de una compuerta.

La compuerta es un sistema frecuentemente utilizado para medir el caudal (por unidad de longitud transversal) q
que circula por un canal ancho. La fórmula empı́rica que se utiliza para obtener el valor de q es la siguiente:

q = Cv Cc hc 2g(h0 − Cc hc ) , (9.4)

donde Cv es un coeficiente empı́rico adimensional que depende del número de Reynolds del problema, y Cc = h1 /hc
es el coeficiente de contracción de la vena, cuyo valor depende básicamente de la forma de la compuerta. El valor de
Cv suele estar comprendido entre 0.7 y la unidad, mientras que Cc suele tomar un valor en torno a 0.6.

4 .- CUESTIONES TEÓRICAS
Cuestión 9.1: Señale la opción correcta:
a. el lı́quido se mueve en un canal gracias a un gradiente de presión favorable
b. el flujo en canales es impulsado por la variación de carga hidráulica
c. la forma del canal no afecta al caudal transportado
d. si el ángulo de inclinación de un canal aumenta al doble, el caudal tambı́en aumenta al doble
Cuestión 9.2: Señale cuál de las siguientes secciones de paso produce la menor resistencia hidráulica:
a. cuadrado
b. triángulo equilátero
c. semicı́rculo
d. la resistencia hidráulica no depende de la forma del canal

73
Anexos
Apéndice A

SOLUCIONES A LAS CUESTIONES TEÓRICAS

1.1:d, 1.2:d, 1.3:c, 1.4:c, 1.5:b


2.1:b, 2.2:d, 2.3:b, 2.4:a
3.1:a, 3.2:d, 3.3:d, 3.4:c, 3.5:d, 3.6:b, 3.7:d, 3.8:d, 3.9:b , 3.10:a
4.1:b, 4.2:c, 4.3:d, 4.4:c, 4.5:a, 4.6:d, 4.7:b, 4.8:d, 4.9:c
5.1:c, 5.2:a, 5.3:b, 5.4:d, 5.5:d
6.1:b, 6.2:d, 6.3:c, 6.4:c, 6.5:a
7.1:d, 7.2:c, 7.3:b, 7.4:d, 7.5:d, 7.6:a, 7.7:d
8.1:d, 8.2:b, 8.3:b, 8.4:d, 8.5:a, 8.6:d, 8.7:d, 8.8:a, 8.9:b, 8.10:c, 8.11:d, 8.12:c, 8.13:a, 8.14:c, 8.15:c, 8.16:c, 8.17:d,
8.18:d
9.1:b, 9.2:c

76
Índice de Materias

Aerodinámica, 3 Ecuación de continuidad


carenar, 53 para un volumen de control, 23
coeficiente aerodinámico, 36 Ecuación de la cantidad de movimiento
coeficiente de arrastre, 36 para un volumen de control, 24
coeficiente de presión, 52 Ecuación de la energı́a
cuerpos para un volumen de control, 27
carenados, 52 Elementos de superficie fluida, 12
fuselados, 52 Empuje, 46
romos, 52 Energı́a
fuerza de arrastre, 36 útil, 26
fuselar, 53 total, 18
resistencia de forma, 52 Entalpı́a
resistencia de superficie, 52 de remanso, 28
sección eficaz, 36 Entorno, 12
Altura
útil, 26, 29 Fluctuación, 48
de presión, 65 Fluido, 3
dinámica, 65 Euleriano, 14
Análisis Dimensional, 31 no viscoso, 14
Flujo
Bombas axilsimétrico, 9
en paralelo, 65 axisimétrico, 9
en serie, 65 bidimensional, 8
unidimensional, 8
Canal, 70 uniforme, 8
Capa lı́mite, 50 Flujo de calor, 17
adherida, 53, 54 conductividad térmica, 17
desprendida, 54 ley de Fourier, 17
desprendimiento, 51 Flujo de una magnitud, 10, 22
espesor, 50 Flujo desarrollado, 56
punto de separación, 51 Flujo en un conducto cilı́ndrico
Carga hidráulica, 56 Diagrama de Moody, 59, 61
Caudal, 9 dominado por la rugosidad, 59
Caudalı́metro, 62 fórmula de Colebrook y White, 58
diafragma, 62 Flujo estacionario, 8
tobera, 62 Flujo incompresible, 9
venturi, 62 Flujo másico, 10
Centro Fuerza
de presiones, 46 de superficie, 12
Centro de presiones, 44 de volumen, 12
Coeficiente de Darcy, 57
Compuerta, 72
Gas, 3
coeficiente de contracción de la vena, 72
Grupo adimensional, 31
Constante adimensional, 31
monomio, 31
Corriente exterior, 50
Corriente uniforme, 8
Hidráulica, 3
Descripción Hidrodinámica, 3
Euleriana, 6 Hidrostática, 3
Desprendimiento, 54 ecuación fundamental de la, 26
gradiente de presión Hipótesis del continuo, 4
adverso, 54
favorable, 53 Lı́nea
inversión del flujo, 54 de corriente, 6
Diagrama de Moody, 59, 61 Lı́quido, 3
Difusor, 54 Ley
en pérdida, 54 de Fourier, 17
Dimensión fundamental, 31 de Navier-Poisson, 15
Disipación viscosa, 26 Ley de Hagen-Poiseuille, 57

Ecuación de Bernoulli, 26 Medio


generalizada, 25, 26 continuo, 4

77
ÍNDICE DE MATERIAS

Modelo fluidodinámico, 34–36 convección, 16


Momento de inercia, 45 radiación, 16
Movimiento uniforme en canales, 70 Trayectoria, 7
coeficiente de Manning, 71 Tubo
fórmula de Manning, 71 de corriente, 7
Turbulencia, 48
Número brote de, 48
adimensional, 31 fluctuación, 48
de Euler, 37 régimen de transición, 48, 49
de Froude, 38 régimen turbulento, 48, 49
de Mach, 38
de Prandtl, 38 Variable dimensional, 31
de Reynolds, 37, 49 Velocidad media, 9
Vertedero, 71
Pérdida local de carga hidráulica, 59 Viscosidad, 15
constante de pérdida localizada, 60 cinemática, 16
Perfil aerodinámico dinámica, 16
en pérdida, 51 Volumen de control, 21
extradós, 51
Presión
hidrostática, 14
Principio de Arquı́medes, 46
Principio de homogeneidad dimensional, 32
Principio de Pascal, 14
Prototipo, 36

Régimen
laminar, 48, 49
Rango de una matriz, 33
Reacción
exotérmica, 19
Red de distribución, 62
Red de tuberı́as, 62
en malla, 63
en paralelo, 63
en serie, 62
servicio en trayecto, 64
caudal equivalente, 65
Rendimiento hidráulico, 29
Rugosidad, 57
arenisca, 58
equivalente, 57, 58
equivalente relativa, 58
flujo dominado por la rugosidad, 58

Semejanza
fı́sica, 35
geométrica, 35
parcial, 37
Senda, 7
Sistema de fuerzas
eje central, 43
eje de acción, 43
momento intrı́nseco, 43
punto central, 43
Sistema fluido, 12, 21
Superficie de control, 21
Superficie fluida, 12

Tensor
de esfuerzos, 12
de esfuerzos viscosos, 14
Teorema
del transporte de Reynolds, 22
Teorema π, 33
reducción, 33
Teorema de Buckingham, 33
Transferencia de calor
conducción, 16

78

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