Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Son varias las ventajas que reúne un taladro de banco frente a un taladro manual, entre
ellas:
Taladro de banco
Aunque la tecnología actual ha incorporado taladros industriales sumamente sofisticados, la
versión moderna del primitivo taladro de las figuras de arriba es una herramienta muy
apetecida tanto por carpinteros como por mecánicos y operarios de mecanizado, ya que,
además del perforado usual permiten realizar tareas tan numerosas
como escariado, roscado, redoblonado, avellanado y rectificado.
Precisamente en este artículo vamos a dedicarnos a tratar con más detalle el taladro de
banco y conocer sus características principales. Pero comencemos por el principio.
Vertical o de columna
Radial
Horizontal
De torreta
De husillos múltiples
CNC
El taladro de banco pertenece al primer grupo de máquinas taladradoras verticales o de
columna, que son las más sencillas y económicamente accesibles. Se caracterizan por la
rotación de un husillo vertical en una posición fija que está soportado por un bastidor de
construcción en forma de “C”, al igual que los balancines y las prensas plegadoras de
chapa, por ejemplo. El manejo de una máquina taladradora de columna es simple, porque
consiste en solo dos movimientos principales.
a) Sensitivos
El movimiento de avance se realiza manualmente. Están diseñados para trabajos ligeros en
madera, metal, plástico y materiales similares, en los que deben perforarse orificios
pequeños, tarea que requiere alta velocidad y movimientos manuales de avance. Pueden ser
de columna corta, en cuyo caso la base de estas máquinas va montada sobre un banco de
trabajo (de ahí el nombre “taladro de banco“) o de columna larga, por lo cual la base
puede atornillarse al piso. Pueden manejar brocas de hasta 15,5 mm de diámetro.
La broca se inserta en la pieza de trabajo exclusivamente a mano, por lo que el operador
“siente” la acción de la herramienta de corte a medida que esta atraviesa la pieza de trabajo.
De ahí la denominación “sensitivo”.
b) No sensitivos
Son muy similares en diseño a los taladros sensitivos, pero de mayor tamaño, peso y
potencia, lo que los hace ideales para taladrar agujeros grandes y efectuar operaciones
pesadas de mecanizado en piezas de tamaño mediano, pudiendo lograr orificios con un
diámetro de hasta 50 mm. Son de columna larga, por lo que todos los modelos se atornillan
al piso por medio de pernos y tuercas. Como están equipados con inserción motorizada de
la broca, no son del tipo sensitivo, ya que un mecanismo de impulsión con engranajes
cambia las velocidades y el avance del husillo, permitiéndole adaptarse a diferentes tipos de
piezas. También pueden tener un mecanismo para elevar o descender la mesa de trabajo e
incorporar incluso un depósito de líquido enfriador integrado en la base.
Dado que este artículo trata sobre taladros de banco, vamos a enfocarnos exclusivamente
en este tipo de máquina sensitiva, cuyo rango de precios la ubica dentro de las posibilidades
tanto del profesional como del aficionado.
Mesa: Puede ser redonda o rectangular y se usa para soportar la pieza de trabajo. Su
superficie es perpendicular a la columna, y mediante un conjunto de manija y cremallera
puede elevarse, descender o girar en torno a la columna. En algunos modelos es posible
inclinar la mesa en ambos sentidos para taladrar agujeros en ángulo. La mayoría de las
mesas tienen ranuras en T para sujetar sobre ellas matrices, dispositivos de sujeción o
piezas de trabajo de gran tamaño.
a) Lubricación
La lubricación de un taladro estacionario es importante debido al calor y la fricción
generados por las partes móviles. Por ello debemos consultar cuáles son los métodos de
lubricación recomendados en el manual del fabricante.
b) Cuidados especiales
El funcionamiento de un taladro de columna en condiciones adversas requiere atención
especial. Por ejemplo, si la máquina se usa en un taller de carpintería, que implica
condiciones extremadamente polvorientas, debemos usarla a las velocidades más bajas para
evitar un rápido desgaste abrasivo en las piezas móviles y lubricar la máquina con mayor
frecuencia.
En condiciones de frío extremo, conviene encender la máquina a baja velocidad y dejar que
las piezas y los lubricantes se calienten antes de aumentar las velocidades. El metal se
vuelve muy quebradizo ante el frío extremo, por lo que no debemos golpear la máquina
con herramientas duras. Por su parte, el calor extremo puede provocar el
sobrecalentamiento del motor, por lo que es preferible usar la herramienta en ciclos
intermitentes de encendido/apagado para mantener en todo momento una baja temperatura
del motor.
Por supuesto, a estas medidas debemos añadirle las referentes a la seguridad y protección
personal en el uso de máquinas eléctricas. Muchas de esas medidas, de aplicación general
en diversas herramientas y que también son válidas para los taladros de banco, las
encontraremos en artículos ya publicados en De Máquinas y Herramientas.