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¿Qué es una oferta pública?

Una oferta pública de acciones es aquella operación por la que se ofrece al público la
adquisición o suscripción de acciones de una compañía. En la mayoría de los casos implica
el registro de un folleto informativo en la CNMV

Clases de oferta pública:


Existen dos tipos de ofertas públicas: las de ventas OPV y las de suscripción OPS

1. OPV, Oferta Pública de Venta:


OPV son las siglas de la frase Oferta Pública de Venta. La Oferta Pública de Venta es
una operación que se realiza a través del mercado bursátil, la cual un ofertante desea
poner a la venta algún activo financiero de una empresa o sociedad. Esta puede ser una
oferta pública general o una oferta pública restringida. La primera es la que se dirige al
público en general, y la segunda es la que se dirige a grupos determinados y específicos.
El vendedor puede ser la propia empresa, uno, varios o todos los accionistas
mayoritarios. Los activos financieros ofrecidos en venta pueden ser emisiones de
obligaciones, pagarés o acciones. Y al realizar la oferta se pone el folleto informativo
gratuitamente a disposición de los interesados, que podrán aceptarlo o no, pero no
modificarlo y se abren los periodos de aceptación y finalización de la OPV. Este folleto
debe explicar las condiciones de la operación, que son registradas y verificadas por el
órgano regulador de la Bolsa correspondiente.
Hay dos tipos de ofertas públicas de venta de acciones:

a) OPV de acciones no cotizadas, son empresas que no han cotizado anteriormente y


quieren colocar por primera vez acciones de una empresa en Bolsa. Como paso
previo necesita una solicitud de admisión a cotización.
b) OPV de acciones cotizadas, son empresas que ya cotizan y uno o más accionistas
mayoritarios se quieren desprender de ellas

El proceso de una OPV suele seguir un desarrollo temporal determinado, con períodos
establecidos para conocer la demanda potencial de esas acciones, fijación del precio y
recepción de las solicitudes de compra. Si las solicitudes superan al número de acciones
que se ofrecen, se adjudican con prorrateo, pudiendo utilizarse diferentes fórmulas.
Pueden estar limitadas a un número máximo de acciones por inversor.

Hay un tramo minorista reservado a pequeños inversores y un tramo mayorista, a


disposición de inversores institucionales y cualificados. El precio del tramo mayorista y
el de minorista no tienen por qué coincidir. El inversor minoritario que desea invertir
debería acudir a través de las entidades bancarias que trabajen como colocadoras de esa
OPV y comprobar la horquilla de precios de salida y el descuento sobre la valoración
real, para estudiar si decide o no acudir a esa OPV. Si decide acudir tiene un plazo en el
que se puede renunciar si se arrepiente de la decisión; por ejemplo cuando la empresa
dije el precio definitivo de salida a bolsa.

Durante el período de suscripción la empresa puede modificar el precio de salida a


bolsa. Si lo sube es que la demanda es muy alta pero si lo baja es mala señal y se prevé
que no cubre la expectativa inicial y se ven obligados a bajar el precio. También es
peligroso que se suba demasiado el precio de salida, pues limita su potencial o recorrido
al alza en su estreno bursátil.

¿Cuándo acudir a una OPV?

Deberíamos acudir solo si pensamos que se va a revalorizar mucho en el estreno, dado


que si no podemos comprar acciones en el mercado el mismo día de salida sin
necesidad de acudir a la OPV. El historial de las últimas salidas a bolsa y el momento
de mercado pueden ayudar a tomar una decisión. En época de bonanza, las OPVS
suelen ser un éxito, mientras que en momentos de caídas de bolsa y miedo en los
mercados, suelen ser un fracaso.

Una de las más exitosas fue en mayo de 2011 la OPV de Linkedin (que previamente
había subido un 30% su precio de salida), se revalorizaba un 147%.

Además de poder estudiar la compañía y algunos de sus ratios; la clave para intuir si
puede ser un éxito la OPV o un fracaso está en las condiciones de la OPV. Cuantas más
trabas al pequeño inversor mejor suele ser la OPV. Si la demanda es muy alta sin
grandes campañas publicitarias dirigidas a pequeños inversores buena señal. Si la
compañía para captar inversores necesita grandes campañas dirigidas al gran público
mala señal; y es que las grandes oportunidades no se suelen ofrecer masivamente al
gran público.

2. OPS, Oferta Pública de Suscripción


Una OPS se traduce como Oferta Pública de Suscripción, y consiste en ampliar capital
y emitir nuevas acciones antes de venderlas en bolsa. Es decir, la sociedad u empresa
mantiene su estructura de accionistas, pero da entrada a nuevos a través de la
colocación en bolsa.
Generalmente, está mejor vista una OPS que una OPV, ya que significa que no es que
los actuales accionistas quieran salir de la compañía, sino que la compañía tiene planes
de crecimiento y necesita dinero para financiarlos.
Calendario de una OPC/OPS
Con carácter general para el tramo minorista la operación se compone de las siguientes
fases

 Registro del folleto CNMV


 Inicio del periodo de formulación de mandatos
 Fin de periodo de formulación de mandatos
 Fijación del precio máximo minorista
 Inicio del periodo de solicitudes vinculadas de compra/suscripción
 Fin del periodo de solicitudes vinculadas y del periodo de revocación de los
mandatos
 Realización del prorrateo y fijación del precio minorista
 Admisión a negociación en bolsa

OPA, Oferta Pública de Adquisición

Por otra parte, una OPA es una Oferta Pública de Adquisición, y tiene lugar cuando una
persona, denominada oferente, pretende adquirir acciones u otros valores que puedan dar
derecho a suscripción o adquisición de éstas de una sociedad, cuyo capital esté en todo o en
parte admitido a negociación en bolsa de valores. Generalmente es una estrategia para
alcanzar una participación significativa en el capital con derecho de voto de la sociedad.

La OPA puede ser amistosa u hostil. Se considera una OPA amistosa aquella que está
aprobada por la cúpula directiva de la sociedad afectada. Una OPA hostil es, por el
contrario, aquella que no está aprobada por la cúpula directiva de la sociedad afectada. El
caso más reciente es la malograda adquisición de Yahoo.com por parte de Microsoft.

Pueden darse dos circunstancias en las OPA que no sean de exclusión. Si la aceptación
de la OPA es mayoritaria (el 95% de los accionistas o más) y el comprador se hace con ese
altísimo porcentaje del capital, lo mejor sería acudir a la OPA, sobre todo si tras la OPA la
empresa deja de cotizar en Bolsa. Se reduce la liquidez y el potencial de revalorización, la
firma estará muy controlada por el nuevo dueño.

Si la OPA se lanza sobre un porcentaje reducido y la empresa sigue en Bolsa, se podría


seguir con las acciones, aunque se reduce la liquidez, puesto que hay menos títulos en el
mercado, pero también un gran accionista que da estabilidad

Por último la OPA de exclusión. Esta se debe aceptar en el 99,9% de los casos, dado que
los inconvenientes de no acudir son numerosos. Significa una oferta de adquisición de una
persona o empresa, con la intención de retirar la firma de la Bolsa, con lo que el
seguimiento de la empresa y de lograr información es mucho más limitado. Al dejar de
cotizar el inversor o accionista ya no puede vender sus títulos en el mercado, solo puede
hacerlo a algún inversor o accionista mediante contrato privado y al precio que ofrezca el
comprador, normalmente inferior al valor que tenía antes de dejar de cotizar, y las
comisiones de mantenimiento o custodia que cobra el banco o broker por tener las acciones
se pueden multiplicar.

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