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TRANSMISION DE CALOR Y SUS APLICACIONES Prácticamente en todas las operaciones que realiza

el ingeniero químico interviene la producción o absorción de energía en forma de calor. Las leyes
que rigen la transmisión de calor y el tipo de aparatos, cuyo fin principal es el control del flujo de
calor, tienen, por tanto, una gran importancia. Esta sección del libro está dedicada a la transmisión
de calor y sus aplicaciones en los procesos de ingeniería. Naturaleza del flujo de calor. Cuando dos
objetos que están a temperaturas diferentes se ponen en contacto térmico, el calor fluye desde el
objeto de temperatura más elevada hacia el de temperatura más baja. El flujo neto se produce
siempre en el sentido de la temperatura decreciente. Los mecanismos por los que fluye el calor
son tres: conducción, convección y radiación. Conducción. Si existe un gradiente de temperatura
en una sustancia el calor puede fluir sin que tenga lugar un movimiento observable de la materia.
El flujo de calor de este tipo recibe el nombre de conducción. En sólidos metálicos la conducción
del calor resulta del movimiento de los electrones no ligados y existe una estrecha relación entre
la conductividad térmica y la conductividad eléctrica. En los sólidos que son malos conductores de
la electricidad, y en la mayor parte de los líquidos, la conducción del calor se debe al transporte de
la cantidad de movimiento de las moléculas individuales a lo largo del gradiente de temperatura.
En gases la conducción se produce por el movimiento al azar de las moléculas, de forma que el
calor «difunde» desde regiones más calientes hasta otras más frías. El ejemplo más común de
conducción es el flujo de calor en sólidos opacos, tales como la pared de ladrillo de un horno o la
pared metálica de un tubo.

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