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Miguel de San Román
Miguel de San Román
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Rango
Gran Mariscal del Perú
Información personal
Lugar de
Cementerio Presbítero Matías Maestro, Perú
sepultura
Nacionalidad Peruana
Información profesional
Ocupación Militar
Rango General
1Biografía
o 1.1Carrera militar y política
o 1.2Las elecciones de 1862
o 1.3Presidente Constitucional de la República
1.3.1Obras
1.3.2Enfermedad y muerte
2Referencias
3Bibliografía
4Enlaces externos
Biografía[editar]
Carrera militar y política[editar]
Fue hijo del coronel del ejército español Miguel Pascual San Román De las Cuentas y de
María Meza.1 Por línea paterna era descendiente de la aristocracia colonial (sus
antepasados Juan Pérez de las Cuentas y Valverde, y Bernarda Niño de Guzmán y
Valverde, eran primos hermanos y sobrinos directos de fray Vicente de Valverde y Álvarez
de Toledo y parientes del conquistador Francisco Pizarro).[cita requerida]
Su padre, ganado por la causa independentista, tomó parte en
el levantamiento encabezado por Mateo Pumacahua y los Hermanos Angulo de 1814; el
entonces adolescente Miguel lo acompañó hasta la batalla de Umachiri, que se libró el 11
de marzo de 1815 y que resultó en la derrota de los patriotas. Miguel Pascual tuvo que
ocultarse en Puno, pero fue capturado y luego fusilado por orden del virrey Joaquín de la
Pezuela. Se cuenta que el joven Miguel fue obligado a presenciar la ejecución de su
padre.1
Superando tan dolorosa experiencia, San Román pasó al Cuzco donde culminó sus
estudios para luego enrolarse en el ejército realista. Fue enviado a la costa sur para
combatir a la expedición dirigida por el teniente coronel Guillermo Miller, ocasión que
aprovechó para desertar e incorporarse a las filas patriotas, siendo reconocido como
subteniente. Estuvo en el combate de Mirave, realizado el 22 de mayo de 1821 cerca
de Tacna; luego en la ocupación de Lima en el mes de julio; y en el primer sitio del Callao.
Fue incorporado a la Legión Peruana y estuvo presente en el desastre patriota de La
Macacona, ocurrido el 22 de abril de 1822, cerca de Ica. Ya con el grado de teniente,
asistió a la Segunda Campaña de Intermedios bajo el mando del general Agustín Gamarra,
pero dicha expedición fracasó. San Román se contó entonces entre los que patriotas que
debieron hacer la penosa retirada de Oruro a Ilo, donde embarcó junto con los restos de la
expedición. Desembarcó luego en Huanchaco, en la costa norte, y se unió al ejército del
libertador Bolívar, participando en la campaña libertadora de 1824 que culminó con
las batallas de Junín y Ayacucho. Consumada la independencia, fue ascendido a sargento
mayor, e intervino en la represión contra los iquichanos de Huanta, que persistían en
mantenerse fieles a la corona española.1
Pasó a Arequipa en 1827, siendo transferido a otro batallón. Participó en la invasión
peruana de Bolivia de 1828 y marchó a la guerra contra la Gran Colombia, siendo tomado
prisionero luego de la batalla del Portete de Tarqui, en 1829. Restablecida la paz, fue
liberado, obteniendo el grado de teniente coronel. Secundó el golpe de estado del general
Gamarra contra el presidente José de La Mar, a quien tomó prisionero en Piura,
enviándole al exilio rumbo a Costa Rica.1
Permaneció por algún tiempo en Piura, hasta que con su batallón marchó por la sierra
hasta Puno, cuando se temió una posible incursión bélica de Bolivia en 1831. Fue
entonces ascendido a coronel y al frente del batallón Pichincha, pasó a guarnecer el
departamento de Puno, cuya prefectura asumió. Al ocurrir el pronunciamiento del
general Pedro Pablo Bermúdez contra el presidente Luis José de Orbegoso, se sumó a la
rebelión y marchó sobre Arequipa, ocupándola luego de las batallas de Miraflores y
Cangallo (2 y 5 de abril de 1834), tras lo cual pasó a Moquegua. Pero al restablecerse el
orden legal tras el abrazo de Maquinhuayodel 24 de abril de 1834, emigró a Bolivia. Volvió
al Perú al año siguiente y se unió con Gamarra en la lucha contra los invasores bolivianos,
dirigidos por el presidente Andrés de Santa Cruz con el fin de establecer la Confederación
Perú-Boliviana. San Román fue sorprendido durante un reconocimiento, siendo capturado
y enviado prisionero a Bolivia, de donde retornó a fines de 1838, cuando ya un ejército
aliado peruano-chileno luchaba contra los confederados. Se ocultó en Puno para evitar ser
apresado, y luego de la batalla de Yungay (donde fue derrotado Santa Cruz de manera
definitiva) se puso a órdenes de Gamarra (enero de 1839).1
San Román asumió nuevamente como Prefecto y Comandante General de Puno, siendo
ascendido a General de Brigada. Se mantuvo leal al segundo gobierno constitucional de
Gamarra. Bajo el mando del general Ramón Castilla participó en la campaña contra la
revolución regeneracionista iniciada en Arequipa por el coronel Manuel Ignacio de Vivanco.
Participó en los combates de Cachamarca y Cuevillas (25 y 30 de marzo de 1841), y
persiguió a Vivanco, que logró cruzar la frontera con Bolivia.1
Regresó a Lima y acompañó al presidente Gamarra en la campaña contra Bolivia. Enviado
de avanzada, logró una victoria sobre los bolivianos en el combate de Mecapaca, el 21 de
octubre de 1841, lo que le valió su ascenso a General de División. Participó luego en
la batalla de Ingavi, librada el 18 de noviembre del mismo año. Iniciada la acción, recibió la
orden de colocar la caballería en forma de que resguardase la línea de retirada, pero la
interpretó equivocadamente y se retiró con la caballería, lo que produjo un efecto
desmoralizador en la infantería peruana, lo que se agravó aún más con la muerte del
presidente Gamarra en el campo de batalla. Para colmo, en su retirada hacia el Perú,
destruyó el puente sobre el Desaguadero, cuando la infantería peruana se encontraba aún
en suelo boliviano. Pero inmediatamente reunió a los dispersos y pasó a Cuzco, donde
reorganizó el ejército y enfrentó a la invasión boliviana.1
Hecha la paz con Bolivia en junio de 1842, realizó, al frente de sus tropas, una marcha
memorable a través de la sierra, desde Lampa hasta Lima, durante la anarquía iniciada
tras la muerte de Gamarra.2 En Concepción reconoció la autoridad del general Juan
Crisóstomo Torrico, y ambos fueron al encuentro de los generales Antonio Gutiérrez de La
Fuente y Juan Francisco de Vidal, que habían efectuado en el Cuzco un pronunciamiento.
Pero derrotado en la batalla de Agua Santa, el 17 de octubre de 1842, pasó una vez más a
Bolivia.1
Reapareció en Puno, cuando ya se había iniciado la revolución constitucional contra el
gobierno directoral de Vivanco, y fue admitido como miembro de la Junta de Gobierno
Provisorio constituida en el sur por los revolucionarios. Como general en jefe del ejército
revolucionario, colaboró en el triunfo obtenido en la batalla de Carmen Alto, el 22 de julio
de 1844. Fue elevado entonces al alto rango de Gran Mariscal.13
Miguel de San Román, según grabado del siglo XIX.