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Miguel de San Román

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Miguel de San Román

Presidente Constitucional de la República del Perú

24 de octubre de 1862-3 de abril de 1863

Vicepresidente 1º Juan Antonio Pezet


2º Pedro Diez Canseco

Predecesor Ramón Castilla

Sucesor Ramón Castilla (interino)


(luego Pedro Diez Canseco)

Encargado del mando del Perú


(Mandato interino bajo el segundo gobierno de Ramón Castilla)

28 de julio de 1858-24 de octubre de 1858


Predecesor José María Raygada

Sucesor Ramón Castilla

Presidente del Consejo de Ministros del Perú

13 de julio de 1858-28 de octubre de 1858

Presidente Ramón Castilla

Predecesor Manuel Ortiz de Zevallos

Sucesor Miguel del Carpio y Melgar

Presidente de la Convención Nacional del Perú

1 de octubre de 1855-31 de octubre de 1855

Predecesor Francisco Quirós y Ampudia

Sucesor Manuel Ezequiel Rey de Castro

1 de diciembre de 1855-31 de enero de 1856

Predecesor Manuel Ezequiel Rey de Castro

Sucesor José Gálvez Egúsquiza

1 de marzo de 1856-31 de octubre de 1856

Predecesor José Gálvez Egúsquiza

Sucesor Manuel Toribio Ureta

Rango
Gran Mariscal del Perú
Información personal

Nacimiento 17 de mayo de 1802


Puno, Virreinato del Perú

Fallecimiento 3 de abril de 1863


Chorrillos, Lima, Perú

Lugar de
Cementerio Presbítero Matías Maestro, Perú
sepultura

Nacionalidad Peruana

Información profesional

Ocupación Militar

Rango  General

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Miguel de San Román y Meza (Puno, 17 de mayo de 1802-Chorrillos, 3 de abril de 1863),


fue un militar y político peruano, que fue Presidente Constitucional de la República del
Perú de 24 de octubre de 1862 a 3 de abril de 1863, falleciendo en el ejerció de su alta
función a consecuencia de una enfermedad.
Estudio en el Colegio de Ciencias y Artes de Puno. Muy joven se enroló en las fuerzas
independentistas del Perú. Colaboró bajo las órdenes de los libertadores José de San
Martín y Simón Bolívar. Participó en las batallas de Junín y Ayacucho (1824). Luego actuó
en las contiendas civiles de las primeras décadas de la República peruana y en las guerras
contra la Gran Colombia (1828-1829) y Bolivia (1835-1836 y 1840-1841). Se hizo notable
como organizador de tropas y por la rapidez de sus marchas. Apoyó al general Agustín
Gamarra hasta su derrota en la batalla de Ingavi, donde tuvo una mala actuación, que
contribuyó en parte a la victoria boliviana (1841). Se sumó a la revolución constitucional de
1843-1844, contra el Directorio de Manuel Ignacio de Vivanco y luchó en la batalla de
Carmen Alto. Se le confirió el grado de Gran Mariscal. Bajo el primer gobierno
constitucional de Ramón Castilla ocupó el cargo de presidente del Consejo de Estado
(1845-1849). Postuló a la presidencia de la República en 1851, sin éxito. En 1854 colaboró
en la insurrección contra el gobierno de José Rufino Echenique; después de la batalla de
La Palma y de la caída de dicho régimen, fue nombrado Ministro de Guerra y Marina del
gobierno provisorio de Ramón Castilla. Elegido diputado por Puno ante la Convención
Nacional, presidió sus sesiones entre 1855 y 1856. Cuando estalló la revolución de Manuel
Ignacio de Vivanco en Arequipa, fue enviado para debelarla. Triunfó en la batalla de
Yumina en 1857 y participó en la toma de Arequipa, en 1858. Fue luego Presidente del
Consejo de Ministros, de julio a octubre de 1858. Durante el segundo gobierno
constitucional de Ramón Castilla fue jefe militar de los departamentos del sur. En 1862 fue
elegido Presidente Constitucional de la República para el período 1862-1866, pero falleció
tras cinco meses de gobierno, víctima de una enfermedad. Durante su breve mandato
adoptó como moneda el Sol de Oro e implantó el sistema decimal de pesas y medidas.
Índice

 1Biografía
o 1.1Carrera militar y política
o 1.2Las elecciones de 1862
o 1.3Presidente Constitucional de la República
 1.3.1Obras
 1.3.2Enfermedad y muerte
 2Referencias
 3Bibliografía
 4Enlaces externos

Biografía[editar]
Carrera militar y política[editar]
Fue hijo del coronel del ejército español Miguel Pascual San Román De las Cuentas y de
María Meza.1 Por línea paterna era descendiente de la aristocracia colonial (sus
antepasados Juan Pérez de las Cuentas y Valverde, y Bernarda Niño de Guzmán y
Valverde, eran primos hermanos y sobrinos directos de fray Vicente de Valverde y Álvarez
de Toledo y parientes del conquistador Francisco Pizarro).[cita requerida]
Su padre, ganado por la causa independentista, tomó parte en
el levantamiento encabezado por Mateo Pumacahua y los Hermanos Angulo de 1814; el
entonces adolescente Miguel lo acompañó hasta la batalla de Umachiri, que se libró el 11
de marzo de 1815 y que resultó en la derrota de los patriotas. Miguel Pascual tuvo que
ocultarse en Puno, pero fue capturado y luego fusilado por orden del virrey Joaquín de la
Pezuela. Se cuenta que el joven Miguel fue obligado a presenciar la ejecución de su
padre.1
Superando tan dolorosa experiencia, San Román pasó al Cuzco donde culminó sus
estudios para luego enrolarse en el ejército realista. Fue enviado a la costa sur para
combatir a la expedición dirigida por el teniente coronel Guillermo Miller, ocasión que
aprovechó para desertar e incorporarse a las filas patriotas, siendo reconocido como
subteniente. Estuvo en el combate de Mirave, realizado el 22 de mayo de 1821 cerca
de Tacna; luego en la ocupación de Lima en el mes de julio; y en el primer sitio del Callao.
Fue incorporado a la Legión Peruana y estuvo presente en el desastre patriota de La
Macacona, ocurrido el 22 de abril de 1822, cerca de Ica. Ya con el grado de teniente,
asistió a la Segunda Campaña de Intermedios bajo el mando del general Agustín Gamarra,
pero dicha expedición fracasó. San Román se contó entonces entre los que patriotas que
debieron hacer la penosa retirada de Oruro a Ilo, donde embarcó junto con los restos de la
expedición. Desembarcó luego en Huanchaco, en la costa norte, y se unió al ejército del
libertador Bolívar, participando en la campaña libertadora de 1824 que culminó con
las batallas de Junín y Ayacucho. Consumada la independencia, fue ascendido a sargento
mayor, e intervino en la represión contra los iquichanos de Huanta, que persistían en
mantenerse fieles a la corona española.1
Pasó a Arequipa en 1827, siendo transferido a otro batallón. Participó en la invasión
peruana de Bolivia de 1828 y marchó a la guerra contra la Gran Colombia, siendo tomado
prisionero luego de la batalla del Portete de Tarqui, en 1829. Restablecida la paz, fue
liberado, obteniendo el grado de teniente coronel. Secundó el golpe de estado del general
Gamarra contra el presidente José de La Mar, a quien tomó prisionero en Piura,
enviándole al exilio rumbo a Costa Rica.1
Permaneció por algún tiempo en Piura, hasta que con su batallón marchó por la sierra
hasta Puno, cuando se temió una posible incursión bélica de Bolivia en 1831. Fue
entonces ascendido a coronel y al frente del batallón Pichincha, pasó a guarnecer el
departamento de Puno, cuya prefectura asumió. Al ocurrir el pronunciamiento del
general Pedro Pablo Bermúdez contra el presidente Luis José de Orbegoso, se sumó a la
rebelión y marchó sobre Arequipa, ocupándola luego de las batallas de Miraflores y
Cangallo (2 y 5 de abril de 1834), tras lo cual pasó a Moquegua. Pero al restablecerse el
orden legal tras el abrazo de Maquinhuayodel 24 de abril de 1834, emigró a Bolivia. Volvió
al Perú al año siguiente y se unió con Gamarra en la lucha contra los invasores bolivianos,
dirigidos por el presidente Andrés de Santa Cruz con el fin de establecer la Confederación
Perú-Boliviana. San Román fue sorprendido durante un reconocimiento, siendo capturado
y enviado prisionero a Bolivia, de donde retornó a fines de 1838, cuando ya un ejército
aliado peruano-chileno luchaba contra los confederados. Se ocultó en Puno para evitar ser
apresado, y luego de la batalla de Yungay (donde fue derrotado Santa Cruz de manera
definitiva) se puso a órdenes de Gamarra (enero de 1839).1
San Román asumió nuevamente como Prefecto y Comandante General de Puno, siendo
ascendido a General de Brigada. Se mantuvo leal al segundo gobierno constitucional de
Gamarra. Bajo el mando del general Ramón Castilla participó en la campaña contra la
revolución regeneracionista iniciada en Arequipa por el coronel Manuel Ignacio de Vivanco.
Participó en los combates de Cachamarca y Cuevillas (25 y 30 de marzo de 1841), y
persiguió a Vivanco, que logró cruzar la frontera con Bolivia.1
Regresó a Lima y acompañó al presidente Gamarra en la campaña contra Bolivia. Enviado
de avanzada, logró una victoria sobre los bolivianos en el combate de Mecapaca, el 21 de
octubre de 1841, lo que le valió su ascenso a General de División. Participó luego en
la batalla de Ingavi, librada el 18 de noviembre del mismo año. Iniciada la acción, recibió la
orden de colocar la caballería en forma de que resguardase la línea de retirada, pero la
interpretó equivocadamente y se retiró con la caballería, lo que produjo un efecto
desmoralizador en la infantería peruana, lo que se agravó aún más con la muerte del
presidente Gamarra en el campo de batalla. Para colmo, en su retirada hacia el Perú,
destruyó el puente sobre el Desaguadero, cuando la infantería peruana se encontraba aún
en suelo boliviano. Pero inmediatamente reunió a los dispersos y pasó a Cuzco, donde
reorganizó el ejército y enfrentó a la invasión boliviana.1
Hecha la paz con Bolivia en junio de 1842, realizó, al frente de sus tropas, una marcha
memorable a través de la sierra, desde Lampa hasta Lima, durante la anarquía iniciada
tras la muerte de Gamarra.2 En Concepción reconoció la autoridad del general Juan
Crisóstomo Torrico, y ambos fueron al encuentro de los generales Antonio Gutiérrez de La
Fuente y Juan Francisco de Vidal, que habían efectuado en el Cuzco un pronunciamiento.
Pero derrotado en la batalla de Agua Santa, el 17 de octubre de 1842, pasó una vez más a
Bolivia.1
Reapareció en Puno, cuando ya se había iniciado la revolución constitucional contra el
gobierno directoral de Vivanco, y fue admitido como miembro de la Junta de Gobierno
Provisorio constituida en el sur por los revolucionarios. Como general en jefe del ejército
revolucionario, colaboró en el triunfo obtenido en la batalla de Carmen Alto, el 22 de julio
de 1844. Fue elevado entonces al alto rango de Gran Mariscal.13
Miguel de San Román, según grabado del siglo XIX.

Fue ministro de Guerra en el gobierno provisorio del vicepresidente Manuel Menéndez4 y


en 1845 fue electo senador por Puno. Durante el primer gobierno de Castilla fue miembro
del Consejo de Estado, cuya presidencia ejerció entre 1845 y 1846. Nuevamente ejerció
como ministro de Guerra, de marzo a agosto de 1848.1 Acusado de conspiración, fue
apresado y desterrado a Chile,5 pero pronto regresó gracias a una amnistía dada en
agosto de 1849. Postuló a la presidencia de la República en 1851 aunque solo obtuvo el
6,3% de la votación total; en dichas elecciones triunfó el general José Rufino Echenique.16
Elegido diputado por la provincia de Lampa, hizo una terca oposición al gobierno de
Echenique, por lo que fue desaforado y desterrado a Chile. Volvió en 1854 para sumarse a
la revolución liberal que había iniciado en Arequipa el general Castilla, con quien se
reconcilió.7 Demostró una vez más su habilidad en organizar fuerzas y trasladarlas a
través de agrestes parajes cordilleranos. Desde Tacna pasó a Moquegua y de allí a Puno.
Luego avanzó al Cuzco. Unido finalmente con el grueso del ejército revolucionario,
participó en la batalla de La Palma, librada en las afueras de Lima, el 5 de enero de 1855,
encuentro que significó la derrota definitiva de Echenique.1
Instalado el gobierno provisional de Castilla, San Román fue Ministro de Guerra y Marina.8
Elegido diputado por Puno a la Convención Nacional de 1855 (Congreso Constituyente),
presidió sus sesiones entre 1855 y 1856. Marchó a Arequipa con la misión de sofocar la
revolución conservadora iniciada allí por el general Vivanco, en contra de la Constitución
Liberal de 1856. Fue el comienzo de la sangrienta Guerra Civil de 1856-1858. Nombrado
general en jefe del ejército de operaciones, triunfó en la batalla de Yumina, el 29 de junio
de 1857, y concurrió al asedio y la toma de Arequipa, el 7 de marzo de 1858.1
El 13 de mayo de 1858 fue nombrado ministro de Guerra y presidente del Consejo de
Ministros; pero por hallarse fuera de Lima no asumió sus funciones, sino hasta el mes de
julio.9 Y en tal calidad, ejerció interinamente el Poder Ejecutivo, de 28 de julio a 24 de
octubre de 1858, por ausencia del presidente Castilla, hasta que éste asumió su segundo
gobierno constitucional. Actuó como jefe militar de los departamentos del sur, mientras el
presidente Castilla dirigía personalmente la campaña del Ecuador.1
Las elecciones de 1862[editar]
Al finalizar en 1862 el segundo gobierno de Castilla, se vislumbró una enconada lucha
electoral entre tres candidatos: el mariscal Miguel San Román, el general Juan Antonio
Pezety el doctor Juan Manuel del Mar; el primero contaba con el apoyo oficial de gobierno.
Pero la lucha desapareció cuando Pezet unió sus fuerzas con las de San Román pasando
a ser su candidato a la primera vicepresidencia, y cuando enfermó gravemente Del Mar.
Los liberales apoyaron también a San Román.1011
Realizadas las elecciones, resultó elegido San Román; para primer vicepresidente el
general Pezet, y para segundo vicepresidente el general Pedro Diez Canseco. El
Congreso los proclamó el 29 de agosto de 1862.12
Presidente Constitucional de la República[editar]
El presidente San Román inició sus funciones el 24 de octubre de 1862, para un mandato
de cuatro años, según la Constitución de 1860, pero solo llegaría a gobernar unos meses.
Su gabinete ministerial lo conformaban las siguientes personalidades: José Gregorio Paz
Soldán (Presidencia del Consejo de Ministros y Relaciones Exteriores); Antonio
Arenas(Gobierno); Melchor Vidaurre (Justicia); el general Isidro Frisancho (Guerra) y el
coronel José Santos Castañeda (Hacienda).13
San Román continuó la política de su antecesor. Se destacó por su tino y cordura como
gobernante. Una de sus primeras acciones fue permitir el retorno de los desterrados
políticos. Fue así como liberales como José Gálvez Egúsquiza y hasta viejos caudillos
como José Rufino Echenique y Manuel Ignacio de Vivanco, volvieron al Perú. En las
elecciones para renovar la Municipalidad de Lima volvió a surgir la pugna entre
echeniquistas y vivanquistas; triunfaron los primeros y llegó a ser alcalde Antonio Gutiérrez
de La Fuente.14
Obras[editar]
Entre las medidas importantes que se dieron en este corto mandato, están las siguientes:

 Se concertó un préstamo con el extranjero, a fin de aliviar la crítica situación


económica, derivada de la disminución de la venta del guano en Europa.
 Por ley de 14 de febrero de 1863, se estableció el sistema bimetalista en el proceso
económico de cambio, adoptando como unidades monetarias el Sol de Plata y el Sol
de Oro, en relación de 1 a 20, quedando fijado el peso antiguo en 80 centavos.
 Se inició la fundación de algunos bancos comerciales.
 Se adoptó para todo el país el sistema métrico decimal de pesas y medidas.
 Se mantuvo la ejecución de obras públicas iniciadas durante el gobierno de Castilla.
 Se dio una nueva ley sobre el Consejo de Ministros.
 Dio un decreto que prohibía la venta de los bienes de la Iglesia, que hasta entonces se
hacía por sumas ínfimas.
Enfermedad y muerte[editar]
Fotografía del cadáver del presidente Miguel de San Román. Se le tributaron pomposas honras
fúnebres.

A principios de 1863 el presidente San Román enfermó, trasladándose entonces a su


residencia situada en el balneario de Chorrillos, donde continuó trabajando con sus
ministros. El 30 de marzo su estado se agravó. Los médicos le diagnosticaron una
enfermedad hepática y renal. Castilla fue a visitarle y le aconsejó que hiciera su
testamento. En su lecho de agonía, San Román vio juntos a Castilla, Vivanco y Echenique,
enconados rivales de la reciente vida política peruana. Falleció en brazos de Castilla, a las
once de la mañana del 3 de abril de 1863 (Viernes Santo), siendo honrado con solemnes
funerales realizados en la capital, donde pronunciaron sendos discursos José Gregorio
Paz Soldán y José Antonio Barrenechea. A propósito de este acontecimiento, se publicó
un folleto ilustrado con fotografías de Eugenio Courret, que por entonces empezaba a
difundir dicho arte en Lima.1516
Como se hallaban ausentes los dos vicepresidentes (Pezet en Europa y Diez Canseco en
Arequipa), asumió interinamente el poder Ramón Castilla, por ser el militar más antiguo y
por su prestigio. Hubo temor de que el viejo mariscal se perpetuase en el poder, pero al
cabo de unos días entregó el mando al segundo vicepresidente, Pedro Diez Canseco. El 3
de agosto de ese año regresó Pezet al Perú y acto seguido se hizo cargo del gobierno.1718
Cuéntase que algunos años después, cuando Castilla se hallaba de visita en Bruselas y
fuera testigo de los funerales del rey Leopoldo I de Bélgica (considerado como el más
apuesto de los monarcas europeos), comentó socarronamente: «El cholo San Román,
¡ése si que era cadáver!».19

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