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Daniela Abigail Sánchez Trujillo 201720316

NL: 27

V. EL CEREBRO ACTIVO, FUNCIONAL PERO DISTORSIONADO

Los grandes trastornos de la conducta: esquizofrenia y autismo


La esquizofrenia es una de las alteraciones mentales más dramáticas y
devastadoras. Los individuos que la padecen presentan una perturbación
severa de la personalidad caracterizada por una pérdida del sentido de la
realidad. Su comportamiento cambia, desarrollando un rechazo a las
relaciones sociales o afectivas. Se presenta en personas jóvenes, entre los
15 y 35 años.
En un principio los síntomas podrían confundirse con estados de desganos y
apatía o un trastorno de tipo depresivo. Posteriormente aparecen síntomas
más característicos: falta de atención y ausencia de motivación, conducta
antisocial, incapacidad para sentir afecto, aparición de alucinaciones
(auditivas), perturbaciones en el pensamiento (sentimientos de persecución
o megalomanía, actos dirigidos por una voluntad superior externa. En los
periodos más críticos, hay incoherencia total del pensamiento y en el
lenguaje, incapacidad para asociación de ideas. Pérdida de las capacidades
intelectuales y emocionales. En periodos psicóticos, los pacientes muestran
posturas extrañas, manerismo y rigidez.
De acuerdo con los síntomas se han tipificado dos formas esenciales de la
esquizofrenia: catatónica, donde predominan las alteraciones de la postura
y el mutismo y paranoide, prevalecen manifestaciones de persecución y de
acciones supuestamente dirigidas por poderes superiores. La esquizofrenia
paranoide puede relacionarse con psicosis maniacodepresivas o durante
psicosis por ingestión de drogas, por ejemplo, anfetaminas. La frecuencia de
aparición de periodos psicóticos va aumentando con el tiempo, con
consecuencias de desadaptación social cada vez más dramáticas.
La esquizofrenia se presenta en 1% de la población. La incidencia parece
tener un componente genético. La influencia de un medio difícil puede
precipitar la manifestación de la enfermedad. Se estudió la incidencia de la
esquizofrenia en gemelos idénticos, crecidos en el seno de distintas familias
y expuestos a un entorno social diferente. Se comprobó que, a pesar de la
existencia del componente genético, este no es suficiente para desencadenar
su desarrollo, requiere la concurrencia de factores ambientales.
Por medio de fotografías de rayos X (tomografía axial) o de ondas emitidas
por átomos de hidrógeno al ser activados por ondas de radiofrecuencia en un
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campo magnético (resonancia magnética nuclear), se ha detectado una


incidencia muy elevada de alteraciones anatómicas en el cerebro. Consiste
en una reducción del grosor de la corteza cerebral que se manifiesta como
un alargamiento de las cavidades cerebrales, ventrículos.
Lo que sabemos acerca del mecanismo celular que puede generar las
alteraciones conductuales en la esquizofrenia
Algunos fármacos producen como efecto secundario un cuadro parecido al
de la enfermedad de Parkinson, el cual se debe a la destrucción de las
neuronas que producen el neurotransmisor dopamina.
Los compuestos eficaces en el control de la esquizofrenia son potentes
bloqueadores del receptor a la dopamina, como la clorpromazina, impide la
unión de la dopamina a su receptor. Las hipótesis sobre las causas que
originan la esquizofrenia señalan que se desarrolla por un excesivo
funcionamiento de las sinapsis que utilizan la dopamina, por esto, aquellos
compuestos con mayor efecto como bloqueadores del receptor a dopamina y
por lo tanto con efectos inhibidores de la transmisión dopaminérgica, son los
más eficaces.
Una pregunta que se ha planteado es la de cuál puede ser la razón del
excesivo funcionamiento de las sinapsis dopaminérgicas en la esquizofrenia.
La alteración podría deberse a un número excesivo de uno de los subtipos de
los receptores a la dopamina. Existen varios tipos de proteínas capaces de
establecer esta comunicación con el mismo transmisor. Se han descubierto
cinco diferentes subtipos de estos receptores. El llamado D2, se encuentra
mayormente vinculado con la esquizofrenia, ya que este subtipo de
receptores se ha encontrado incrementado en los pacientes. Se localiza
preferentemente en el sistema límbico, conjunto de estructuras y circuitos
relacionado con los trastornos de la conducta.
El autismo
Este padecimiento afecta a niños de corta edad, es una de las alteraciones
de la conducta de las que menos se conoce y no existe a la fecha ninguna
posibilidad de alivio, es cuatro veces más común en los niños que en las
niñas. Se caracteriza por la incapacidad para desarrollar conductas emotivas
y relaciones sociales normales. En los casos más severos, el niño se
encuentra totalmente desconectado de los otros individuos, incluyendo de
sus familiares más cercanos. Los autistas, a diferencia de los esquizofrénicos,
no presentan nunca alucinaciones ni deformaciones en la percepción de su
propia personalidad.
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Los niños presentan una selección muy reducida de los objetos del ambiente
a los que prestan su atención y, por otro lado, su interés por algunos de ellos
es tan intenso que poder pasar horas mirando una llave abierta por la que
cae el agua o tocando las aristas de un cubo. Otro tipo de conducta es la
indiferencia por la mayor parte de lo que les rodea.
Otra característica es la alteración del lenguaje, que consiste en el empleo de
inflexiones desusadas en la entonación. También puede caracterizarse por
continuas repeticiones o la falta de uso de pronombres. Algunos de ellos
muestran una habilidad extraordinaria para realizar operaciones matemáticas
muy complejas.
Se piensa que en los pacientes autistas podría existir una mayor
concentración de serotonina en las plaquetas, las células encargadas de la
coagulación. También se ha considerado la posibilidad de que un desarreglo
en la función de neurotransmisores, conocidos genéricamente como
péptidos, vinculado con el desarrollo de la enfermedad, en algunos casos, los
antagonistas de estos compuestos, como la naxolona, parecen tener un
efecto positivo sobre los síntomas del autismo. El hecho de que la incidencia
del padecimiento sea mayor en los varones, sugiere una alteración genética
asociada con el cromosoma X.

Bibliografía
Pasantes, H. (1997). De Neuronas, Emociones y Motivaciones. México, D.F.
Fondo de Cultura Económica
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VI. LA ILUSIÓN EFÍMERA

VII. EROTISMO Y SEXUALIDAD, CEREBRO MASCULINO Y


CEREBRO FEMENINO

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