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Economía Política I Unidad 1

Actividad 5.

Ensayo: Capítulo II El objeto de la crítica de la economía política. En Crítica de la economía política. Una
introducción a El Capital de Marx.

El capital, libro escrito por Marx, ha sido representado por diversos autores como una obra histórica, como
un análisis general del capitalismo o bien una exhibición de este, e incluso como una crítica a este sistema
económico.

Durante los movimientos obreros, se desató la idea de que el capitalismo como tal, había evolucionado en
imperialismo; por lo que, el libro anteriormente mencionado, se interpretó como un análisis del capitalismo
de la competencia, una fase de desarrollo del capitalismo anterior al imperialismo.

Podemos denotar que lo que Marx buscó plasmar en las páginas de “el capital”, son las determinaciones
esenciales del capitalismo, lo que permanece, y no sólo un determinado espacio temporal, sino, citando a
Marx: en su “medida ideal”.

Si bien sabemos, es preciso conocer la estructura acabada para después investigar la formación de una
determinada estructura económica y social, y sólo así, saber lo que hay que buscar en la historia en general.

Es por esto que la obra de Marx se figura como una obra teórica y no histórica, en donde se analiza el
capitalismo ya desarrollado, más no la formación del mismo; sin embargo, la exposición de los hechos no es
ahistórica, lo cual genera un problema en el cual la investigación de las categorías se vuelve esencialmente la
misma, de manera que hay economistas que consideran “capital” incluso el hacha del hombre neandertal, a
diferencia de esta visión, Marx entiende al capitalismo como un modo particular de producción que se
distingue de otros, por lo cual contiene relaciones específicas que hay que exponer con categorías propias,
con validez sólo para él. En este caso, categorías históricas y en ningún caso supra históricas, válidas para la
fase en que el capitalismo es el modo de producción dominante.

Marx, tomando como referencia a Adam Smith y David Ricardo, había desarrollado una “economía política
marxista” y era considerado como el gran economista del movimiento obrero, siempre oponiéndose a la
economía burguesa. De los representantes de la denominada economía política clásica antes mencionados,
Marx adoptó la teoría del valor-trabajo (el valor de las mercancías se determina por el tiempo de trabajo
necesario para su producción), pero, con la diferencia de que Marx desarrollaría una teoría de la explotación
de la fuerza de trabajo y de la necesidad de las crisis en el capitalismo.

De este modo no hay ninguna diferencia de categorías entre la economía política clásica y la marxista, sino
que existe un contraste de resultados de la teoría. En la actualidad ya no se piensa necesario ocuparse
seriamente de la teoría de Marx; aunque realmente él no quería establecer una economía política, sino más
bien, una crítica de la misma, una donde no se limita sólo a criticar ciertas teoría sino que se dirige a la
economía política en su totalidad: es una crítica de los presupuestos categoriales de toda una ciencia.

Tomando como referencia a la categoría más abstracta de la economía política: el valor. Marx comprende el
contenido de la determinación del valor y la conexión presente entre trabajo y valor, sin embargo, nunca se
ha planteado por qué esta conexión acepta esa forma.

Es aquí donde Marx realizar la crítica del modo en que se plantea la diferencia entre lo que la economía
política pretende explicar y lo que se acepta como algo tan obvio que realmente no necesita ser explicado.
Nos damos cuenta que las relaciones sociales y las mercancías se tornan naturalizadas y cosificadas dentro
de la economía política, en donde hemos adoptado a las cosas como un valor que nos proporcionará un
determinado contexto social; lo que Marx señala como algo absurdo y algo que no fue debido a un error de
los economistas, sino algo adoptado por la misma sociedad burguesa en su día a día.

Notamos entonces, que la crítica del conocimiento y el análisis de las relaciones de la producción capitalistas,
no son posibles la una sin la otra.

En palabras de Marx: “El sistema de la economía burguesa expuesto críticamente. Es al mismo tiempo la
exposición del sistema y a través de la exposición la crítica de este” (MEW 29, p. 550)

En El Capital, no sólo se critica la ciencia burguesa, sino también sus relaciones sociales, por ello, se resalta
los costes sociales y humanos que acarrea el desarrollo capitalista. En donde se expone que todos los
métodos para aumentar la fuerza productiva social del trabajo se realizan a costa del trabajador individual;
todos los medios para el desarrollo de la producción se transforman en medios de dominio y explotación del
productor.

Con esta crítica Marx no pretendía un derecho moral, sino que tenía la esperanza de que existiera la
comprensión de la naturaleza destructiva que trae consigo el capitalismo y la clase trabajadora emprendiera
una lucha contra este sistema por su propio bienestar.

Entendemos el desarrollo dialéctico como un movimiento en contradicciones, constituido con el cambio de la


cantidad en cualidad la negación de la negación.

El método dialéctico de Marx se desarrolló destacando la contribución de Hegel, sin embargo, esta fue
adulterada por el propio Hegel, por lo que posteriormente Marx afirmó que no coindicen.

Marx adquiere su importancia en la exposición dialéctica de las categorías, en donde nos explica que el
despliegue de una tiene que desarrollarse a partir de las otras y no simplemente una tras otra, sino que
existe una relación interna entre cada una de ellas; con una importancia decisiva en cuanto al contenido.

La exposición dialéctica de Marx no está en la aplicación de un método, sino en la crítica de las categorías
antes mencionadas. En El Capital, Marx no exige a sus lectores una dialéctica antes de su lectura sino con
posterioridad.

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