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“Ahora bien, aunque muy difícil descubrir por qué las

sociedades giran hacia el autoritarismo e incluso el


fascismo en ciertos momentos, es más sencilla la
prevención. Empezando por el nivel personal. No es
difícil, aunque sí doloroso, hacer una exploración en la
vida propia y en la de nuestros allegados cercanos o
correligionarios con el objeto de descubrir si nuestras
prácticas ya están infectadas de las larvas del
autoritarismo. El autoritarismo se muestra en nuestras
más íntimas relaciones con amigos, amantes e hijos; en
nuestra indolencia y akrasia cuando sabemos que
tendríamos que hacer algo; en nuestra incapacidad para
controlar el miedo y la ira; en las cegueras de cegueras que
tenemos a la perspectiva de los otros; en la incapacidad
que mostramos para pedir disculpas y reconocer los
errores. Una observación de las tendencias propias hace
más fácil entender por qué en ciertos momentos, en
ciertos espacios, ciertos grupos sociales desarrollan la
enfermedad en sus fases graves e incluso mortales”

https://laberintodelaidentidad.blogspot.com/2018/12/el-
origen-de-la-mente-autoritaria.html?
fbclid=IwAR3_2IaSlcQ8aupnZg45wpdY8lmlJt_6T6-
fMCmPJOySu1n5dQFZEPM5TFE

“Nuestro cerebro ha sido siempre cultural. Esto significa


que no tenemos una naturaleza animal que luego domina
la cultura. Somos animales, animales sociales y animales
culturales. Los animales sociales raramente son crueles
con los coespecíficos. La crueldad es una creación
específica de nuestro tronco evolutivo, como también la
compasión por el otro y la solidaridad; también como el
esclavismo obligado y la esclavitud espontánea. La cultura
es siempre contradictoria. Es el modo en el que una
sociedad se reproduce a sí misma con todos sus conflictos
y contradicciones.

No hay pues solución fácil al origen del fascismo, la


sumisión y la crueldad de masas. Hay presiones sociales
que originan epidemias de miedo, sobre todo presiones
económicas; hay fallos educativos (no tanto en la escuela
como en las familias: el fascismo, el autoritarismo y el
patriarcado suelen reproducirse familiarmente); hay
manipulación industrial sistémica de los sesgos
espontáneos para crear odio y la exclusión; hay
hegemonías culturales que crean cegueras al sufrimiento
de otros grupos y lealtades acríticas al propio.”

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